28.03.2019 Views

Cuentame-esta-noche-Megan-Maxwell

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Sin duda lo era. William era más que una monada, pero protestó, no<br />

dispu<strong>esta</strong> a bajarse del burro.<br />

—No pegamos ni con cola. Es demasiado mayor para mí. Es demasiado<br />

recto, pulcro y severo para <strong>esta</strong>r con una chica como yo.<br />

—Pues yo lo veo ¡monísimo e interesante!<br />

Desesperada, Lizzy miró a su amiga e insistió:<br />

—Pero ¿tú has visto sus pintas y las mías? Él… tan trajeado, tan<br />

engominado, tan tieso por el mundo y yo… yo…. que no, Triana, que no.<br />

Que lo nuestro es un gran error, que estoy viendo que al final me va a<br />

costar mi trabajo por idiota y por no pensar las cosas antes de hacerlas. —<br />

Y bajando la voz, susurró—: Joder, ¡que me he liado con el dueño del<br />

hotel! ¡Con el supermegajefazo de los jefazos!<br />

Triana asintió. Sin duda tenía más razón que un santo, pero, viéndole,<br />

como siempre, el lado romántico al asunto, afirmó:<br />

—Los polos opuestos se atraen y… no he conocido en mi vida unos<br />

polos más opuestos que vosotros, ¡pero es todo tan novelesco!<br />

Lizzy, al oírla, finalmente soltó una carcajada. Triana no tenía remedio.<br />

Asiendo el brazo de su amiga, indicó:<br />

—Anda, romántica empedernida. Comencemos a trabajar antes de que<br />

digas más tonterías.<br />

Esa tarde, cuando por fin terminó su turno y salió del hotel sin mirar<br />

atrás, se encaminó hacia Paco, su coche. No había visto a William el resto<br />

del día y su humor se agrió más al imaginarlo con la idiota de Adriana.<br />

Casi había llegado a su vehículo cuando sonó su teléfono. Al mirarlo<br />

vio que se trataba de William. ¿Debía cont<strong>esta</strong>r o no? Se moría por hablar<br />

con él, pero… pero… Al final, tras mucho dudarlo y con el teléfono sin<br />

parar de sonar, se apoyó en su coche y contestó.<br />

—Dime.<br />

—¿Sigues enfadada?<br />

¿Enfadada? Pero ¿él no <strong>esta</strong>ba también cabreado?<br />

Después de un tenso silencio, dejó el bolso sobre el capó para poder<br />

moverse con facilidad y respondió intentando medir sus palabras.<br />

—Si mal no recuerdo, tú también <strong>esta</strong>bas muy molesto. —Y, sin poder

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!