Biblia Herencia Reformada, para la familia y el estudio devocional

la reforma: ayer y hoy
El año 2017 conmemora el quingentésimo aniversario de la Reforma protestante que comenzó
en Alemania y que luego se propagó de nación en nación hasta llegar a otro continente.
Sin embargo, para aquellos que vivimos en América Latina, la presente década (2010-2020)
puede muy bien ser el inicio del mismo movimiento entre nuestras naciones. La Reforma europea
pasó por alto completamente a nuestro continente debido al control que España y Portugal
ejercieron sobre esta parte del mundo. No obstante, los vientos de las doctrinas de la
gracia han comenzado a soplar y hoy podemos sentir la brisa del Espíritu que refresca el alma.
Según algunos, la Reforma protestante fue una revolución religiosa; otros han preferido
llamarla un movimiento religioso o un avivamiento espiritual de grandes dimensiones. Sin
embargo, algunos la han considerado una revolución en la cosmovisión porque su impacto
trascendió la vida religiosa de la época. El movimiento tuvo consecuencias religiosas, sociológicas,
políticas e incluso económicas.
Su origen se remonta al 31 de octubre del año 1517, cuando un monje alemán llamado
Martín Lutero clavó sus 95 tesis (en latín) en la puerta de la catedral de Wittenberg. En aquella
época, esta era una forma común de invitar a las personas a debatir asuntos religiosos. En
este caso, Lutero estaba invitando a los académicos de su iglesia a revisar y discutir la doctrina
católica romana del perdón de pecados. Lutero se sintió provocado cuando escuchó que un
mensajero del Papa, llamado Johann Tetzel, estaba ofreciendo el perdón de pecados a cambio
de dinero u ofrenda monetaria, lo cual fue conocido como la venta de indulgencias. El dinero
recolectado sería usado para completar la construcción de la basílica de San Pedro en Roma,
aunque probablemente tendría más de un solo uso.
Según el relato histórico, Lutero había ingresado en un monasterio agustino en 1505 atormentado
por su incapacidad para encontrar paz con Dios, a quien veía principalmente como
un juez en lugar de un padre o un Dios de misericordia. Entre 1513 y 1517, Lutero enseñó sobre
el libro de los Salmos y las epístolas a los Romanos, Gálatas y Hebreos. Mientras estudiaba la
revelación de Dios, llegó a comprender que la salvación es un regalo de Dios y no algo que el
hombre puede alcanzar haciendo obras meritorias como había sido instruido por la Iglesia Católica
Romana. Esta enseñanza antibíblica de la iglesia, la corrupción moral del clero y el abuso
de poder por parte de las autoridades religiosas proporcionaron el escenario adecuado para el
inicio y la propagación de este movimiento de gran alcance.
Previo a Lutero, otros habían protestado contra la Iglesia Católica Romana por razones
similares: John Wycliffe (1330-1384) en Inglaterra, condenado como hereje en 1415; Jan Hus
(1369-1415), un sacerdote de Bohemia que fue excomulgado en 1410 y quemado en la hoguera
en 1415; y Girolamo Savonarola (1452-1498), un fraile italiano que fue colgado y quemado. Este
último protestó principalmente contra los abusos y la corrupción de la iglesia, mientras que
otros estaban atacando sus enseñanzas.
la importancia de la reforma
De acuerdo a un gran número de académicos, la Reforma representó la mayor recuperación
del evangelio desde la iglesia primitiva. Hasta entonces, la iglesia de Roma había enfatizado la
enseñanza de las tradiciones y una visión distorsionada de la salvación y la adoración. La salvación
era entendida y enseñada como una obra de gracia, a la que el hombre contribuía por
medio de obras meritorias y ayudada también por los sacramentos de la iglesia. La adoración
a Dios se ofrecía junto con la adoración a la virgen María y a los santos, quienes servían como
intermediarios entre Dios y el hombre. Debido a que el Papa y los sacerdotes eran las únicas
personas autorizadas a leer y enseñar la Biblia, la población llegó a creer que lo que la iglesia
enseñaba era la Palabra de Dios, cuando en realidad casi todo era la palabra de los hombres.