You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
La importancia de <strong>la</strong>s Confesiones de fe<br />
1998<br />
Finalmente los miembros d<strong>el</strong> Concilio se dieron cuenta que sería imposible cumplir con<br />
su objetivo mientras les permitieran “atrincherarse tras una mera profesión general de fe en <strong>la</strong><br />
<strong>Biblia</strong>”, como nos re<strong>la</strong>ta Samu<strong>el</strong> Miller. ¿Qué hicieron, entonces? “Expresaron, en su propio lenguaje,<br />
lo que suponían ser <strong>la</strong> doctrina de <strong>la</strong> Escritura concerniente a <strong>la</strong> divinidad d<strong>el</strong> Salvador;<br />
en otras pa<strong>la</strong>bras, redactaron una Confesión de Fe sobre este tema, que invitaron a Arrio y a<br />
sus discípulos a suscribir. Los herejes rehusaron hacerlo: y se les hizo reconocer prácticamente<br />
que no entendían <strong>la</strong>s Escrituras como <strong>el</strong> resto d<strong>el</strong> Concilio <strong>la</strong>s entendía y, desde luego, que <strong>la</strong><br />
acusación contra <strong>el</strong>los era correcta”.<br />
Simpatizamos, entonces, con aqu<strong>el</strong>los que desean mantener en alto <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra de Dios<br />
como nuestra autoridad final, inerrante e infalible de fe y práctica. Ninguna Confesión de fe<br />
puede estar por encima de <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong>. Pero al mismo tiempo vemos <strong>la</strong> necesidad de expresar por<br />
escrito lo que creemos que <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong> enseña acerca de sus doctrinas más importantes, y comprometernos<br />
públicamente a andar juntos conforme a esa misma reg<strong>la</strong> de fe.<br />
¿POR QUÉ SON IMPORTANTES LAS CONFESIONES DE FE?<br />
Porque son necesarias <strong>para</strong> promover <strong>la</strong> unidad de <strong>la</strong> iglesia<br />
La unidad de <strong>la</strong> iglesia no es jerárquica ni institucional; lo que nos une es <strong>el</strong> glorioso evang<strong>el</strong>io<br />
de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Y ese evang<strong>el</strong>io se expresa en pa<strong>la</strong>bras como hemos<br />
dicho ya, no en conceptos generales. Escribiendo a los creyentes en Corinto, Pablo les ruega,<br />
“por <strong>el</strong> nombre de nuestro Señor Jesucristo, que habléis todos una misma cosa, y que no haya<br />
entre vosotros divisiones, sino que estéis perfectamente unidos en una misma mente y en un<br />
mismo parecer” (1Co 1:10). Y en su carta a los Romanos, exhorta a los creyentes a “que os fijéis<br />
en los que causan divisiones y tropiezos en contra de <strong>la</strong> doctrina que vosotros habéis aprendido,<br />
y que os apartéis de <strong>el</strong>los” (Ro 16:17). Contrariamente a lo que muchos piensan hoy día,<br />
Pablo nos dice en este texto que no es <strong>la</strong> doctrina <strong>la</strong> que divide, sino <strong>el</strong> error. Debemos evitar<br />
a los falsos maestros porque son los que causan divisiones y tropiezos en contra de <strong>la</strong> doctrina<br />
apostólica. Una Confesión de fe que nos ayude a distinguir <strong>la</strong> verdad d<strong>el</strong> error promoverá, sin<br />
duda alguna, <strong>la</strong> unidad de <strong>la</strong> iglesia.<br />
Porque son necesarias <strong>para</strong> <strong>la</strong> proc<strong>la</strong>mación y defensa de <strong>la</strong> Verdad<br />
Como hemos visto ya, <strong>la</strong> iglesia funciona en <strong>el</strong> mundo como “columna y baluarte de <strong>la</strong> verdad”<br />
(1Ti 3:14-15). La iglesia está l<strong>la</strong>mada a trazar una línea divisoria c<strong>la</strong>ra y precisa entre <strong>la</strong> verdad y<br />
<strong>el</strong> error, entre <strong>la</strong> ortodoxia y <strong>la</strong> herejía. El apóstol Judas nos exhorta en su carta a que contendamos<br />
“ardientemente por <strong>la</strong> fe que ha sido una vez dada a los santos” (Jud 3). Pero ninguna<br />
iglesia puede hacer eso a menos que defina con precisión los contornos de esa fe por <strong>la</strong> que<br />
debe contender.<br />
Porque son necesarias <strong>para</strong> <strong>el</strong> mantenimiento d<strong>el</strong> orden en <strong>la</strong> iglesia<br />
Si no poseemos una dec<strong>la</strong>ración escrita de nuestras doctrinas, ¿cómo podremos evaluar a<br />
aqu<strong>el</strong>los que desean venir a formar parte de <strong>la</strong> membresía de nuestra iglesia local? Y de <strong>la</strong><br />
misma manera, ¿cómo podrá esa persona juzgar si nuestra iglesia es doctrinalmente apropiada<br />
<strong>para</strong> <strong>el</strong><strong>la</strong> si no podemos dec<strong>la</strong>rar de una forma precisa y ordenada qué es lo que creemos que<br />
<strong>la</strong> <strong>Biblia</strong> enseña acerca de los temas esenciales de nuestra fe?<br />
Porque son necesarias <strong>para</strong> evaluar a los ministros de <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra<br />
El Nuevo Testamento dec<strong>la</strong>ra que los ministros de <strong>la</strong> Pa<strong>la</strong>bra deben ser fi<strong>el</strong>es a <strong>la</strong> enseñanza<br />
apostólica (cf. 2Ti 2:2). También nos manda a evaluar <strong>la</strong> sanidad doctrinal de los maestros a quienes<br />
permitimos que enseñen públicamente en nuestros servicios congregacionales (1Jn 4:1-6).<br />
Pero si no podemos articu<strong>la</strong>r con precisión lo que creemos, ¿cómo podremos evaluarlos? No<br />
basta con que alguien diga que cree en <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong>. Es necesario que tal persona defina c<strong>la</strong>ramente<br />
lo que <strong>el</strong><strong>la</strong> cree que <strong>la</strong> <strong>Biblia</strong> enseña. Una Confesión de fe será de gran ayuda <strong>para</strong> decidir quiénes<br />
pueden ser seña<strong>la</strong>dos como pastores y maestros en <strong>la</strong> iglesia y quiénes no (1Ti 3:2; Tit 1:9).<br />
Porque son necesarias <strong>para</strong> darnos un sentido de continuidad histórica<br />
Hay dos características esenciales que distinguen a una secta: hacen hincapié en algunos puntos<br />
distintivos por encima de todo <strong>el</strong> consejo de Dios, y proc<strong>la</strong>man haber descubierto una