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LD - 2019-06-15

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SÁBADO <strong>15</strong> DE JUNIO DE <strong>2019</strong> THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY<br />

3<br />

EL MUNDO<br />

Colombia firmó acuerdo de paz, pero hay poco progreso<br />

Por NICHOLAS CASEY<br />

Cuando el gobierno colombiano<br />

firmó un acuerdo de paz con las<br />

Fuerzas Armadas Revolucionarias<br />

de Colombia (FARC), poniéndole<br />

fin a décadas de guerra y zozobra,<br />

ambas partes dijeron<br />

que marcaba<br />

el inicio de una<br />

nueva era.<br />

Pero dos años<br />

y medio después<br />

de que los combatientes<br />

acordaron<br />

deponer las armas, muchas de las<br />

promesas hechas no se están cumpliendo,<br />

y la paz dista mucho de estar<br />

asegurada.<br />

Hasta 3.000 milicianos han regresado<br />

a la lucha armada. Millones<br />

de colombianos aún aguardan<br />

la llegada de carreteras, escuelas<br />

y electricidad. Al menos 500 activistas<br />

y líderes comunitarios han<br />

sido asesinados y más de 210.000<br />

personas han sido desplazadas de<br />

sus hogares. E Iván Duque, el nuevo<br />

presidente de Colombia, quiere<br />

cambiar un compromiso que fue<br />

fundamental para que los rebeldes<br />

acordaran poner fin a la violencia.<br />

Las cinco décadas de guerra<br />

civil de Colombia cobró al menos<br />

220.000 vidas y devastó el campo.<br />

Los servicios gubernamentales<br />

desaparecieron y la infraestructura<br />

colapsó. Muchas personas recurrieron<br />

a la economía de las drogas<br />

para sobrevivir.<br />

Se suponía que el acuerdo de paz<br />

firmado en septiembre de 2016, pactado<br />

entre el gobierno del entonces<br />

presidente Juan Manuel Santos y<br />

las Fuerzas Armadas Revolucionarias<br />

de Colombia, conocidas como<br />

Los rebeldes<br />

colombianos<br />

acordaron la<br />

paz en 2016,<br />

pero millones<br />

de residentes<br />

aún esperan<br />

la llegada<br />

de escuelas,<br />

carreteras y<br />

electricidad.<br />

Hasta 3.000<br />

milicianos<br />

han retomado<br />

las armas.<br />

las FARC, aliviaría las carencias<br />

rurales que habían alimentado el<br />

conflicto.<br />

El acuerdo pide educación “universal”<br />

en las zonas rurales desde<br />

preescolar hasta secundaria, acceso<br />

garantizado a agua potable<br />

y subsidios para programas de<br />

desarrollo. A cambio, las FARC cesarían<br />

todas las hostilidades y entregarían<br />

sus armas. Sin embargo,<br />

en poblados como Juan José está<br />

claro que poco ha cambiado. La comunidad<br />

de 8.000 habitantes aún<br />

no tiene agua corriente y no se han<br />

construido escuelas.<br />

Emilio Archila, un asesor del<br />

gobierno, indicó que muchas de<br />

las promesas del acuerdo —como<br />

el suministro de agua y electricidad—<br />

tardarían más de una década<br />

en cumplirse. “Cualquiera que<br />

piense que íbamos a resolver estos<br />

problemas en dos años no comprende<br />

la magnitud de la situación”, dijo.<br />

El costo de los cambios se estimó en<br />

unos 45.000 millones de dólares.<br />

El acuerdo de paz también ha<br />

hecho poco por frenar el tráfico de<br />

drogas, que involucró a muchos<br />

campesinos durante la guerra. Un<br />

programa de sustitución de cultivos<br />

establecido en el convenio prometió<br />

pagos en efectivo a los productores,<br />

que arrancaran sus plantas de coca<br />

y las remplazaran por cultivos<br />

legales.<br />

Pero los residentes manifiestan<br />

que los pagos cesaron después de<br />

que Duque asumió la presidencia.<br />

FEDERICO RIOS ESCOBAR PARA THE NEW YORK TIMES<br />

Con el tiempo se reanudaron, pero<br />

los funcionarios que debían introducir<br />

los cultivos alternativos nunca<br />

llegaron a la zona.<br />

Así que muchos volvieron a sembrar<br />

coca.<br />

Un pilar central de este proceso<br />

es la promesa de esclarecer la verdad<br />

de lo que sucedió durante el<br />

conflicto armado, con el objetivo de<br />

lograr la reconciliación nacional. El<br />

acuerdo estableció tribunales para<br />

procesar crímenes y abusos.<br />

Hasta el momento, 10.000 ex combatientes<br />

y 2.000 integrantes de las<br />

fuerzas armadas se han comprometido<br />

a declarar bajo un manto de<br />

inmunidad. Ahora, Duque ha solicitado<br />

una revisión de los tribunales,<br />

calificándolos de indulgentes. A<br />

algunas personas les preocupa que<br />

busque desmantelarlos.<br />

La garantía de inmunidad fue<br />

fundamental para que las FARC<br />

firmaran el tratado. Si es revocada,<br />

advierten los expertos, podría minar<br />

el acuerdo y tener consecuencias<br />

desastrosas.<br />

Alrededor del 23 por ciento de las<br />

578 cláusulas del acuerdo se ha implementado,<br />

según un estudio reciente.<br />

Pero la investigación reveló<br />

que, pese a este “progreso constante”,<br />

solo un tercio de los compromisos<br />

adquiridos se cumplirían en un<br />

periodo de al menos <strong>15</strong> años.<br />

Uno de los mayores fracasos se<br />

da en el área de seguridad. El gobierno<br />

aún tiene que hacer acto de<br />

presencia en muchas áreas rurales,<br />

y la ilegalidad y el desorden ha significado<br />

la muerte para muchos activistas.<br />

En mayo, las FARC dijeron<br />

que 130 de sus ex combatientes habían<br />

sido asesinados desde la firma<br />

del acuerdo. Los ex rebeldes también<br />

se quejan de que el desarme los<br />

deja indefensos contra las pandillas<br />

paramilitares, que aún deambulan<br />

en el campo.<br />

Las cosas tampoco marchan<br />

bien en la política. Los líderes de<br />

las FARC fundaron un partido para<br />

participar en las elecciones, pero su<br />

historial de secuestros y asesinatos<br />

no los hizo populares entre los votantes.<br />

Abandonaron la contienda<br />

presidencial.<br />

El optimismo de que la paz está<br />

al alcance se ha desvanecido entre<br />

personas como Andrés Chica, un<br />

agricultor que vive cerca de Juan<br />

José.<br />

“Lo que nos vendió fue un sueño”,<br />

expresó Chica.

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