LD - 2019-06-15

SÁBADO 15 DE JUNIO DE 2019 THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY
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DEPORTES
Jugadoras sueñan con el hockey olímpico en el Himalaya
Por HILARY SWIFT
LEH, India — A más de 3.350 metros
sobre el nivel del mar, un grupo
de 30 mujeres se dispersó y se puso a
trabajar en una pista de hielo al aire
libre. Armadas con palas, escobas
hechas de pequeñas ramas y bastones
de hockey, despejaron la superficie
de la pista de hielo New Rink,
después de una tormenta de nieve
que cayó durante la noche.
Una vez despejada, era el momento
de que el equipo nacional
femenino de hockey sobre hielo de
India iniciara lo que las jugadoras
llaman “el campamento”. Durante
15 días, 20 seleccionadas y 10 aspirantes
entrenaron en Leh, una
remota ciudad del Himalaya de
31.000 habitantes. Se estaban preparando
para el torneo Challenge
Cup de Asia, que se celebró en Abu
Dabi en abril.
Sueñan con jugar en los Juegos
Olímpicos, pero la Challenge Cup,
la única competencia internacional
en la que ha participado el equipo,
es para los países de la división más
baja de la Federación Internacional
de Hockey sobre Hielo. Este año Filipinas,
Kuwait y Emiratos Árabes
Unidos se unieron a India. Según la
Federación, hay 311 jugadoras en
India, y tiene solo cinco pistas bajo
techo.
“Incluso nuestras familias dicen:
‘¿Qué están haciendo? Búsquense
un empleo?’”, dijo Diskit Angmo,
una joven de 22 años en el campamento.
La mayoría de las jugadoras de la
selección nacional son oriundas de
Leh u otras partes de la región de
Ladakh, que a veces es llamada como
el Pequeño Tibet. Solo una es de
una ciudad grande. Oscilan entre
los 15 y 29 años de edad y todas, menos
dos, son estudiantes. El equipo
comenzó a competir en 2016.
La pista donde practican es una
de las dos que fueron inauguradas
el año pasado. Cuando Adam Sherlip,
un ex entrenador que ayudó al
equipo femenino, llegó por primera
vez a la región en 2009, solo había
tres pistas de hielo y muy poco interés.
Ahora, “lo único que le importa
a la gente en el invierno es el hockey”,
puntualizó.
Harjinder Singh, secretario general
de la Asociación de Hockey
sobre Hielo de India, indicó que el
deporte era “un imán para que los
jóvenes se reúnan”, particularmente
en los meses de invierno, cuando
todas las carreteras de Leh están
cerradas debido a la nieve.
Las seleccionadas habían viajado
a Canadá meses antes para un
festival organizado por la medallista
olímpica de oro Hayley Wickenheiser,
que ya ha ganado cuatro veces.
Las jugadoras vieron a Wayne
Gretzky, Connor McDavid y Jujhar
Khaira, el único jugador actual de la
NHL de ascendencia india.
“Al ser una jugadora de hockey
sobre hielo, siempre sueñas con
viajar a Canadá”, comentó Angmo.
“Tuve que pellizcarme cuando vi a
Gretzky y McDavid. No dejaba de
pensar: ‘esto no es real’”.
La pista donde practica
la selección femenina
de hockey de India abrió el año pasado.
El país solo tiene cinco pistas techadas.
En el invierno de 2017, Wickenheiser
vio un video de las mujeres
jugando hockey, al pie de las montañas
más altas del mundo. En enero
de 2018, viajó a Ladakh con Andrew
Ference, director de impacto
social de la Liga Nacional de Hockey
de EU. “Es como jugar hockey
en el cielo”, expresó.
Los canadienses trajeron 100
maletas con equipo de hockey. Ya
que en muchas partes de India no
FOTOGRAFÍAS POR HILARY SWIFT PARA THE NEW YORK TIMES
‘Es como jugar
hockey en el cielo’,
dice una canadiense.
se juega el hockey sobre hielo, el
gobierno no lo ha reconocido como
un deporte nacional oficial y no proporciona
mucho apoyo.
India confiaba ganar la Challenge
Cup, pero perdió sus primeros
dos partidos. El equipo terminó el
torneo derrotando a Kuwait, 11-0,
su tercera victoria internacional.
Noor Jahan, la portera del equipo,
afirmó que para ella, competir
en las olimpiadas era “un sueño demasiado
grande para verlo en este
momento”. En cambio, el sueño que
ella tiene es entrenar a un equipo
olímpico en el futuro.
“Somos la primera generación de
jugadoras de hockey sobre hielo”,
señaló Jahan. “Y definitivamente
no vamos a ser la última”.
La muerte ronda en los hipódromos
Por JOE DRAPE
PARIS, Kentucky — Hace 100
años, Arthur B. Hancock trasladó
su operación de cría de caballos
pura sangre arriba de una losa de
piedra caliza, rica en minerales cubierta
por un grueso y exuberante
pasto azul de Kentucky. La bautizó
como Claiborne Farm.
Es el cimiento de más de 75 campeones
y el lugar donde el inmortal
Secretariat fungió como semental.
Ahora, Walker Hancock, que es la
quinta generación de su familia que
dirige Claiborne Farm, teme que no
quede nada para la sexta.
Han muerto caballos en grandes
cantidades en un hipódromo de
primer nivel y, aunque nadie sabe
exactamente por qué, el trato a los
animales —antes, durante y después
de las carreras— enfrenta el
escrutinio más severo en años.
En el hipódromo Santa Anita
Park, en el sur de California, 27
caballos han muerto desde el 26 de
diciembre. Las muertes han amenazado
con poner fin al deporte en
ese estado.
En promedio, cerca de 10 caballos
a la semana murieron en las pistas
de carreras estadounidenses en
2018, según la Base de Datos de
Lesiones Equinas del Jockey Club.
Esa tasa de mortalidad oscila entre
dos y media a cinco veces más alta,
que en el resto del mundo de las carreras
de caballos.
Fuera de EU, los medicamentos
para caballos de carreras son estrictamente
regulados, vigilados
y castigados, según el Jockey Club,
que se cuenta entre las organizaciones
más antiguas e influyentes
en las carreras de caballos. Tomar
medidas severas contra el uso de
La política antidoping
nacional ve el
rechazo de algunos.
drogas es esencial, dicen los reformadores,
porque los fármacos permiten
que los caballos corran con
una rapidez poco natural y disfrazan
el dolor, lo que conlleva a más
colapsos.
Claiborne, hogar de War of Will,
que ganó la Carrera Preakness
Stakes el 18 de mayo, es parte de
una industria nacional de 5.2 mil
millones de dólares que emplea a
61.000 personas que trabajan en
más de 340.000 hectáreas. Pero,
¿durante cuánto tiempo?
En 2002, más de 15.000 millones
de dólares se apostaron en las carreras
de caballos en EU; el año pasado,
el total cayó a 11.000 millones.
En 2002, cerca de 33.000 potrillos
pura sangre fueron registrados
como caballos de carrera, en comparación
con 19. 925 el año pasado.
En 2012, Arthur B. Hancock III
y su esposa Staci fundaron Water
Hay Oats Alliance con la misión de
eliminar los fármacos de las carreras.
El grupo, que creció a más de
1.800 integrantes de la industria, y
el Jockey Club ayudaron a dar forma
a un proyecto de ley federal, introducido
en marzo, para crear un
estándar nacional uniforme para
las pruebas antidoping y normas
para medicamentos en las carreras
de caballos, que sería supervisado
por la Agencia Antidopaje de EU.
El proyecto de ley es respaldado
por asociaciones de propietarios y
criadores, grupos a favor del bienestar
animal e hipódromos, incluyendo
al Stronach Group, dueño de
Santa Anita Park, y la Asociación
de Carreras de Nueva York, anfitriones
de las carreras Preakness
Stakes y Belmont Stakes.
LUKE SHARRETT PARA THE NEW YORK TIMES
Cerca de 10 caballos por semana murieron en los hipódromos
en EU en 2018. El pasto en Claiborne Farm.
Churchill Downs Incorporated,
anfitrión del Derby de Kentucky, no
apoya el proyecto de ley. En un memorándum
obtenido por The New
York Times, cita costos y la oposición
de entrenadores y grupos de
veterinarios.
El periódico Louisville Courier-Journal
proclamó hace poco
a Churchill Downs como uno de los
“hipódromos más mortales” en EU
y reportó que la pista había perdido
43 caballos pura sangre por lesiones
en las carreras desde 2016,
un promedio de 2.42 por cada 1.000
salidas, lo que fue 50 por ciento más
alto, que el promedio nacional durante
el mismo periodo.
Ahora, Churchill Downs se ha
unido a una coalición de hipódromos
que busca prohibir los medicamentos
en el día de las carreras
para todas las suyas de dos años,
a partir del próximo año y ampliar
esa práctica a las carreras “stakes”
—el nivel más alto del deporte— en
2021.
En California, las muertes en
Santa Anita han propiciado una investigación
de la oficina del Fiscal
de Distrito del Condado de Los Ángeles,
censura hacia funcionarios
electos y llamados a favor de suspender
el deporte.
“Tenemos que empezar a demostrar
que estamos haciendo todo lo
posible por el bien de estos caballos”,
expresó Walker Hancock. “Si
no, estamos fuera del negocio, y deberíamos
estarlo”.