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Edicion 20190705

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w w w. f a c e b o o k . c o m / p a g i n a s i e te<br />

@ p a g i n a _ s i e te<br />

Opinión<br />

Página SIETE Vi e r n e s 5 de julio de 2019<br />

o p i n i o n @ p a g i n a s i e te . b o<br />

13<br />

Frase del día<br />

“No me doblegaré ante las injusticias y adversidades que vivimos, porque en ustedes<br />

resplandece la dignidad de nuestro pueblo yungueño”. Franclin Gutiérrez, presidente Adepcoca<br />

Agua de mote / Puka Reyesvilla<br />

Financiamiento: la paja y la viga<br />

Si hay un asunto en extremo<br />

delicado en época de<br />

campañas electorales ese<br />

es el del financiamiento<br />

de las mismas. A mi manera de ver,<br />

el problema no es el monto –tanto<br />

la proclamación de austeridad como<br />

la confesiónde éxito recaudatorio<br />

son sospechosas; la primera<br />

por lo de “quién les cree que gastarán<br />

tan poquito”, la segunda por lo<br />

de “de dónde sale tanta plata”–.<br />

Para evitar estas suspicacias sólo<br />

hay una fórmula, difícil de conseguir,<br />

sin embargo: se llama transp<br />

a re n c i a .<br />

Me refiero al tema a raíz del revuelo<br />

causado por la revelación<br />

–infidencia, acaso– de una respetable<br />

cantidad de morlacos recolectados<br />

por una tienda política<br />

supuestamente en kermesses.<br />

No era necesario el eufemismo.<br />

Mejor llamar a las cosas por su<br />

nombre: si uno va con una encuesta<br />

favorable en una mano y<br />

un sombrero en la otra, los quibos<br />

empiezan a caer y sumar.<br />

Por eso me parecieron muy<br />

oportunistas las reacciones de<br />

unos y otros ante tal cuestión.<br />

Por un lado, el señor García, nada<br />

menos que el operador más conspicuo<br />

del régimen más corrupto<br />

de la historia, juzgaba la paja en el<br />

ojo del rival cuando es inocultable<br />

la viga que cubre el suyo. Atribuía<br />

tal cifra a aportes del narcotráfico…<br />

¿Acaso fue el opositor<br />

quien se chanceaba con Montenegro?<br />

¿Acaso fue el opositor<br />

quien andaba vinculado al clan<br />

Castedo? ¿Acaso fue el opositor<br />

quien nombró Jefe de Inteligencia<br />

a Sanabria? El exabrupto alcanza<br />

su máximo grado de cinismo<br />

cuando está claro que la campaña<br />

del régimen maneja recursos<br />

astronómicos y no hablo de<br />

los provenientes de los descuentos<br />

a los funcionarios públicos.<br />

Por suparte, otro partido en<br />

carrera aprovechaba para hacerse<br />

el ofendido, cuando no da la<br />

menor muestra de estrecheces y,<br />

por el contrario, parecería que<br />

goza de buena salud financiera.<br />

Pero la reacción menos inteligente<br />

ha sido la de la propia organización<br />

que generó la polémica.<br />

Lejos de asumir que como candidatura<br />

exitosa puede conseguir<br />

inclusive más apoyo monetario<br />

que el barajado hasta ahora, se<br />

hizo la estrecha y poco le faltó para<br />

declararse en quiebra.<br />

Si la transparencia fueraabsoluta,<br />

nadie tendría que andar<br />

dando explicaciones a cada paso.<br />

Simplemente se conocerían<br />

las cantidades de los aportes, los<br />

nombres de las personas, empresas<br />

o entidades que los abonaron<br />

y el destino que corrieron. La eliminación<br />

del anonimato debería<br />

ser una condición, así se evitarían<br />

los “donativos” demasiado<br />

generosos, de dudoso origen y, a<br />

la vez, condicionados.<br />

Si esto le suena ademasiado<br />

cándido, recuerde la hábil estrategia<br />

de Barack Obama para obtener<br />

fondos: redes, centavo a<br />

centavo. Se dirá que es otro contexto<br />

–cada vez que alguien<br />

quiere desoír algo, dice que “es<br />

otro contexto”– pero lo bueno<br />

puede ser adaptado, mejorado,<br />

incluso, aotra realidad. Para el<br />

caso, la nuestra.<br />

Hace aproximadamente una<br />

década, Julio Aliaga, mi persona<br />

y un desarrollador diseñamos<br />

una herramienta que garantizaba<br />

a quien quisiera emplearlo<br />

–obviamente tenía un costo opera<br />

t i v o – una recaudación de fondos<br />

totalmente transparente<br />

proveniente de adherentes a una<br />

campaña, desde el registro hasta<br />

el destino de los recursos (ac-<br />

countabilit y), pasando por el abono.<br />

Dicha herramienta iba “casa-<br />

da”con un sistema de peticiones<br />

similar al Avaaz.<br />

La conclusión a la que llegamos<br />

es que a nadie le interesó un instrumento<br />

que transparentara los<br />

aportes (ni siquiera a algunos potenciales<br />

aportantes, quienes<br />

preferían sus nombres en reserva,<br />

en pruebas piloto que hicimos).<br />

Esta es la neta, estimado(a)<br />

lector(a). Lo demás, son pajas y<br />

en el caso del régimen, vigas.<br />

Puka Reyesvilla es docente<br />

u n iv e r s i t a r i o.<br />

Desde el faro / Erika Brockmann Quiroga<br />

Volver a los 17… después de vivir<br />

Por honestidad intelectual<br />

hoy me sincero con<br />

los lectores de “Desde el<br />

fa ro”, con quienes, he<br />

compartido mi opinión y más sinceras<br />

preocupaciones en torno a<br />

realidades políticas, y sociales de<br />

relevancia. A la luz de este ejercicio<br />

quincenal, que intenta alimentar<br />

la reflexión colectiva, he optado<br />

por comprometer mi apoyo activo<br />

a Comunidad Ciudadana<br />

(CC) y asumir desde el movimiento<br />

ciudadano que lo sostiene la tarea<br />

de enfrentar los desafíos que<br />

entraña la compleja y desigual<br />

disputa electoral con miras al próximo<br />

20 de octubre, y a una eventual<br />

segunda vuelta.<br />

No es fácil abandonar la zona de<br />

confort personal y familiar, pero<br />

para alguien que como yo se impuso<br />

como designio vivir en democracia,<br />

la indiferencia y la observación<br />

de la realidad como “obje-<br />

to de estudio” no son el camino.<br />

Lo hago convencida de contribuir<br />

a neutralizar la tóxica influencia<br />

que sobre el avance democrático<br />

tiene el entramado de<br />

prácticas amorales y el autoritarismo<br />

corporativo, y clientelar<br />

prohijado por el MAS. Lo hago<br />

después de 14 años de desvincularme<br />

de la militancia partidaria,<br />

de toda una vida en el MIR, extinto<br />

legalmente, pero emblema de<br />

la generación de la democracia.<br />

En esta trayectoria atesoré un<br />

cúmulo de experiencias convertidas<br />

en lecciones aprendidas. Lo<br />

bueno lo maloylo feo del espinoso,<br />

pero apasionante oficio de la<br />

política, dejaron una huella indeleble<br />

en quienes vislumbramos el<br />

horizonte estratégico de construir<br />

las bases de convivencia institucional<br />

democrática en el país.<br />

Desde 2006 observé y compartí<br />

públicamente mis temores respecto<br />

al rumbo de un “proceso de<br />

c a m b i o” que sedujo al país y al<br />

mundo tras el colapso del sistema<br />

de partidos que precedió la victoria<br />

inédita de Evo Morales. ¡Qué<br />

paradoja!, las mujeres conquistamos<br />

los primeros espacios visibles<br />

en tiempos residuales del poder<br />

de un sistema político en franca<br />

declinación y desbordado por<br />

He optado por<br />

comprometer mi<br />

apoyo activo a Comunidad<br />

Ciudadana y<br />

asumir desde el movimiento<br />

ciudadano<br />

que lo sostiene.<br />

demandas insatisfechas. Desde el<br />

año 98 los gobiernos debieron<br />

sortear condiciones adversas, no<br />

sólo producto del poder unilateral<br />

de los Estados Unidos tras la<br />

caída del socialismo real, de la crisis<br />

económica global y la ortodoxia<br />

de las imposiciones del Consenso<br />

de Washington, combinadas<br />

con la acumulación de desaciertos<br />

y esfuerzos inclusivos de<br />

una democracia que, en octubre<br />

de 1982 no nació con una marraqueta<br />

bajo el brazo.<br />

Hay coincidencias curiosas. A<br />

mis 17 años pasé de la intuición a<br />

reafirmar una vocación política<br />

como destinopersonal insoslayable.<br />

Ocurrió cuando presencie un<br />

trascendental debate en el Parlamento<br />

canadiense,a la parde sumarme<br />

al movimiento pacifista,<br />

feminista y ola ecologista emergente<br />

durante los años 70. Era difícil<br />

eludir la vigorosa influencia de<br />

eventosdeladécada de los60sobre<br />

el rumbo de las siguientes. 30<br />

años más tarde, tuve el privilegio<br />

de visitar nuevamente Ottawa y su<br />

majestuoso Parlamento en condición<br />

de congresista boliviana. El 17<br />

me persigue. Hace días asumí,<br />

junto aotros ciudadanos, jóvenes<br />

en su mayoría, la condición de delegada<br />

territorial del Distrito 17 de<br />

la ciudad de La Paz, sin descartar<br />

mi aporte aotras tareas en mi ciudad<br />

natal, Cochabamba.<br />

Lo hice pese a reconocer las dificultades,<br />

aciertos y debilidades<br />

que rodean la construcción a marcha<br />

forzada de CC como instrumento<br />

político en un mundo urbano<br />

enojado con el evismo, pero<br />

desconfiado de la política y los políticos.<br />

Implica el retorno al trabajo<br />

menudo, escuchar yejercitar<br />

capacidades persuasivas. La campaña<br />

no sólo es transitar por un<br />

sendero vertiginoso, tortuoso y<br />

sucio, sino también lúdico, donde<br />

el mensaje, contagie humor, alegría<br />

y esperanza a su paso. De alimentar<br />

el “ajay u” de una comunidad<br />

política que se modela bajo<br />

presión y fuego cruzado, aunque<br />

convencida de revertir el influjo<br />

evolátrico complaciente con quienes<br />

destilan autoritarismo, y odio<br />

que envenena el alma.<br />

Hay una juventud que toma la<br />

posta, su entusiasmo es contagioso.<br />

Seguiré con la columna, recordándoles<br />

que hoy me alineo a la<br />

causa de recuperar y reinventar la<br />

política, no desde la soledad de El<br />

faro sino desde el llano. La circunstancia<br />

es propicia. Hoy evoco<br />

la canción de Violeta Parra. Este<br />

retorno, es como “volver a los 17<br />

después de vivir un siglo es como<br />

descifrar signos…”.<br />

Erika Brockmann Quiroga es<br />

politóloga y fue parlamentaria.

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