LD - 2019-07-20

SÁBADO 20 DE JULIO DE 2019 THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY
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CIENCIA Y TECNOLOGÍA
Sacan provecho
del deshielo local
Por HENRY FOUNTAIN
FIORDO SERMILIK, Groenlandia
— A pocos kilómetros del fiordo
en el suroeste de Groenlandia, el
agua se ha tornado abruptamente
blanquecina, señal de que está cargada
de sedimentos.
Es este material —transportado
aquí en una constante columna de
agua de deshielo del glaciar Sermeq—
el que ha venido a ver Mette
Bendixen, una científica danesa en
la Universidad de Colorado.
Bendixen, una geomorfóloga,
está aquí para investigar una idea:
¿Esta isla de 57.000 habitantes podría
convertirse en un proveedor
de arena para miles de millones de
personas? Arena para playas erosionadas.
Arena para ser utilizada
como lecho para tuberías, cables y
demás infraestructura subterránea.
Pero principalmente, arena
para concreto.
El mundo produce alrededor de
10.000 millones de toneladas de
concreto al año, y está en condiciones
de producir más para una
población, que se pronostica crecerá
en más de un 25 por ciento para
2050. Esto convierte a la arena, que
representa aproximadamente el 40
por ciento del peso del concreto, en
uno de los productos básicos más
utilizados del mundo, y que cada
vez es más difícil de conseguir en
algunas regiones.
Debido al poder erosivo del hielo,
hay mucha arena en Groenlandia.
Y habrá mucho más, porque el
Mette Bendixen
(arr. izq.) lidera
un estudio del
potencial de
vender arena del
agua de deshielo,
de glaciares en
Groenlandia.
cambio climático está acelerando el
derretimiento de la capa de hielo de
1.5 kilómetros de espesor de Groenlandia.
Bendixen tiene previsto un estudio
de dos años para responder a las
preguntas sobre la idea, incluyendo
su viabilidad y los efectos ambientales
de extraer y exportar grandes
cantidades de arena.
El gobierno de Groenlandia, un
territorio autónomo de Dinamarca,
también lo está estudiando.
Correspondería a los empresarios,
posiblemente con ayuda gubernamental,
hacerlo realidad. Su factibilidad
está supeditada a un aumento
en el precio de la arena.
Hoy casi toda la arena se extrae
a menos de 80 kilómetros de donde
se utiliza, dijo Jason C. Willett, especialista
en productos minerales en el
Servicio Geológico de EU. “Una vez
que la mueves a cualquier distancia,
entonces cuesta demasiado”, indicó.
En Groenlandia, una gran industria
exportadora de arena podría
ser crucial para una posible independencia.
Kuupik V. Kleist, primer
ministro de Groenlandia de 2009 a
2013, dijo que la explotación de recursos
minerales era el objetivo
obvio para un mayor crecimiento
económico. “Pero a fin de reemplazar
la mitad del presupuesto del
gobierno se necesitarían muchas
ganancias de cualquier actividad
nueva que pudiera surgir”, señaló.
La capa de hielo de Groenlandia
libera unos 820 millones de toneladas
de sedimento al océano cada
año, alrededor del 10 por ciento de
todo el sedimento descargado a los
océanos de todo el mundo. El glaciar
en el fiordo Sermilik, a 80 kilómetros
al sur de la capital, Nuuk,
libera alrededor de un cuarto del
total de Groenlandia. Bendixen ha
hecho algunos cálculos hipotéticos.
Si solo el 15 por ciento del sedimento
que se vierte a este fiordo cada año
pudiera ser extraído, esa cantidad
—30 millones de toneladas— es el
doble de la demanda anual del condado
de San Diego en California,
uno de los más poblados en EU.
El fiordo Sermilik es solo uno
de una serie de lugares en Groenlandia
con grandes cantidades de
arena.
A nivel mundial, la demanda de
arena está en aumento. La extracción
a menudo es ilegal. Un informe
de la ONU este año señaló que
la extracción de arena alrededor
del mundo excede las tasas en las
que es reabastecida. La remoción
de arena a lo largo de ríos y regiones
costeras, a menudo, causa una
mayor erosión y daño a los ecosistemas,
indicó el informe.
Incluso Nuuk, de 17. 500 habitantes,
quiere expandirse. Hay planes
de construir miles de casas para albergar
a una población que se pronostica
llegue a 30.000 para 2030.
FOTOGRAFÍAS POR BEN C. SOLOMON/THE NEW YORK TIMES
Mike Hoegh extrae arena para su
uso en Nuuk, con su barco de dragado
de 46 metros de eslora, el Masik
Sioraq. En una tarde reciente, el
barco estaba en un pequeño fiordo.
La tripulación de cuatro hombres
había bajado un tubo de 18 metros
de largo al lecho marino, al tiempo
de encender una bomba y un flujo
constante de arena y agua que era
disparado a través de un filtro hacia
la bodega del barco. Después
de unas cuantas horas el agua en la
bodega sería desplazada completamente
por la arena, cerca de 345
metros cúbicos.
Lo que Bendixen y otros imaginan
sería a una escala mucho mayor,
al extraer arena de fiordos como
Sermilik y abastecer a grandes
buques cargueros para el envío a
otras zonas.
Bendixen indicó que el objetivo
de sus estudios es ofrecer a los
groenlandeses un análisis exhaustivo
de las perspectivas para desarrollar
una industria de la arena.
“Le corresponde a Groenlandia
decidir si esto es algo que quiere
hacer”, apuntó.
Caza furtiva de elefantes llega a Botswana
Por RACHEL NUWER
En septiembre, unos conservacionistas
en Botswana descubrieron 87
elefantes muertos, con los rostros
cercenados y sin colmillos. La caza
furtiva, advirtieron, iba en aumento.
La noticia tuvo repercusiones
internacionales. Botswana era uno
de los últimos grandes refugios para
elefantes, que en buena medida,
había escapado de la crisis de caza
furtiva que se ha extendido a través
de gran parte de África.
El país es hogar de alrededor de
126.000 elefantes africanos de sabana,
aproximadamente un tercio
de la población de elefantes que
queda en África —suficientemente
abundante como para entrar en
conflicto con aldeanos en la parte
norte del país.
A raíz del anuncio en septiembre,
el ministerio de Medio Ambiente
de Botswana negó que hubiese una
crisis de caza furtiva y, en mayo, el
gobierno levantó una prohibición
sobre la caza de trofeos que había
estado en vigor durante cinco años,
lo que despertó una condena en todo
el mundo.
Ahora, investigadores han dado
a conocer datos en la publicación
Current Biology que muestran que,
con base en sondeos aéreos y visitas
al campo, los cadáveres nuevos
de elefantes aumentaron en casi
600 por ciento entre 2014 y 2018.
El estudio fue dirigido por Michael
Chase, fundador y director
de Elephants Without Borders, una
Crece la cifra en
uno de los últimos
refugios en África.
organización sin fines de lucro con
sede en Kasane, Botswana.
Apiñados dentro de un avión
Cessna, Chase y sus colegas recorrieron
de un lado a otro 9. 400 kilómetros
cuadrados de hábitat, para
contar y fotografiar a todos los elefantes
vivos y muertos divisados
desde una altura de 90 metros.
Registraron 156 cadáveres que
creían que eran resultado de la caza
SIPHIWE SIBEKO/REUTERS
Botswana ha negado que exista una crisis de caza furtiva, pero
nuevos datos demuestran un aumento en muertes de elefantes.
furtiva, agrupados en cinco puntos
conflictivos.
Los investigadores calcularon
que un mínimo de 385 elefantes habían
sido víctimas de la caza furtiva
en Botswana entre 2017 y 2018.
Aunque cerca de 400 elefantes
muertos, de una población de
126.000 no parece demasiado, los
autores del estudio advierten que
la situación podría escalar con rapidez.
Pequeños incrementos en la
caza furtiva han precedido caídas
pronunciadas en el número de elefantes
en otros lugares.
“La caza furtiva no desaparece
por sí sola”, dijo Scott Schlossberg,
analista de datos en Elephants Without
Borders y coautor del estudio.
“Basados en escenarios de otros
países, empieza en pequeña escala
y se vuelve cada vez más grande”.
Los registros de arrestos y datos
de decomisos indican que los
cazadores furtivos, detrás de las
matanzas recientes de elefantes en
Botswana, en su mayoría, tienen su
origen en Zambia. Aunque tal vez
las redes del crimen organizado están
establecidas fuera de Botswana,
los cazadores furtivos no pueden
funcionar de forma aislada.
“Por lo general hay apoyo local”,
señaló Mary Rice, directora de Environmental
Investigation Agency,
una organización sin fines de lucro.
Para los aldeanos en Botswana,
la tentación podría estar aumentando.
Condiciones poco seguras
en países vecinos han hecho que los
elefantes se aglomeren en el norte,
lo que eleva el conflicto, dijo Neil
Fitt, un consultor de conservación
en Botswana. Hace poco, relató,
los elefantes causaron la muerte de
tres personas en una semana.
“No estoy diciendo que la caza
furtiva esté bien, pero mientras
tengamos estos problemas, es difícil
hacer que las comunidades estén
dispuestas a ayudar para proteger
la vida silvestre”, añadió Fitt.
“Abordar la pobreza y el desempleo
en zonas rurales haría mucho para
proteger nuestra fauna”.