ESCAPULARIO Febrero 2020

EDITORIAL
JESUCRISTO,
LUZ DE LAS
NACIONES
Día 2 de febrero los cristianos
celebramos la Presentación
de Jesús en el templo. El origen de la
fiesta es judío. Los primogénitos de
los judíos los consagraban al Señor y
eran rescatados por un animal o dos
pichones, si eran pobres (cf. Números
18,15; Lucas 2,23-24).
Jesús fue presentado por sus padres
en el templo. En esta escena aparece
el anciano Simeón y tomando al niño
en sus brazos, exclamó: “Ahora, Señor,
según tu promesa, puedes dejar a tu siervo
irse en paz. Porque mis ojos han visto a
tu Salvador, a quien has presentado ante
todos los pueblos: luz para alumbrar a
las naciones y gloria de tu pueblo Israel”
(Lucas 2,29-32).
En este mundo convulso en que nos
ha tocado vivir estas palabras nos traen
un mensaje de esperanza y consuelo. Van
dirigidas a todos los pueblos de la tierra.
Pero indudablemente para aquellas
personas que tienen fe en Dios, y más
concretamente en Jesucristo.
Necesitamos luz, esperanza, paz,
alegría. Trascendencia. Necesitamos
de Dios. De Él salimos y hacia Él vamos
caminando. Ese Dios se revela y se
manifiesta en Jesús de Nazaret. ¡El
Cristo! ¡El Hijo de Dios vivo! ¡El Amigo! ¡El
Señor Jesús! Él ilumine nuestras vidas y
encontremos la Paz con mayúscula, que
a veces nos resulta tan difícil encontrar.
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