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Ajedrez Moderno – Barnie F. Winkelman (ryj)

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BARNIE F. WINKELMAN

AJEDREZ MODERNO

INTRODUCCION AL ARTE DEL AJEDREZ

CON NUMEROSAS PARTIDAS JUGADAS POR LOS

MAESTROS MODERNOS

TRADUCCION DIRr:CTA DEL iNGLES

DE

ENRIQUE P. FALCON

BUENOS AIR ES

E DITORIAL SoPENA ARGENTINA, S. R. L.

E SMERALDA 116


Es propiedad

Derechos reservados

Corpyright 1947 by Editorial Sopena Argentina, S. R. L.

Hecho el depósito que marca la ley 11723

Prohibida la reproducción total o parcial

PRINTED AND PUBLISHED IN ARGENTINA

IMPRIME ET PUBLIE EN ARGENTINE

STAMPATO E PUBBLICATO NELL'ARGENTINA

DRUCK UND AUSGABE IN ARGENTINIEN

IMPRESSO E EDITADO NA ARGENTINA

PRIMERA EDICION

OCTUBRE DE 1947

IMPRESO Y EDITADO EN LA ARGENTINA


PREFACIO

El «Ajedrez Moderno» es un intento de llegar a bosquejar brevemente

el desarrollo del actual juego de torneo, tomando como punto inicial las

más antiguas partidas realizadas en los siglos XVI y XVII, aunque sabemos

que tal bosquejo ha de parecer inadecuado para aquellos que siguen

las contiendas de los maestros en los numerosos certámenes internacionales

que se realizan actualmente.

Cada uno de los ajedrecistas que mencionamos necesitaría la dedicación

de un trabajo compl_eto para poder valorar en forma adecuada su gram

mérito como artista del tablero. Muchas de las figuras cuyas partidas son

recordadas en las páginas siguientes, han sido actores principales en compactos

volúmenes dedicados al ajedrez.

Varios miles de partidas tuvimos a nuestra disposición para realizar

esta obra,. y la tarea de seleccionarlas nos ha resultado realmente difícil.

Los expertos encontrarán seguramente que en nuestras páginas faltan un

buen número de partidas f amasas de estos artistas, pero debemos aclarar

que ellas fueron omitidas prudentement.e, porque constituyen con tanta

frecuencia una parte de todas las colecciones, que eL aficionado las encontrará

a cada momento. Hemos incluído numerosas partidas brillantes, pero

nuestra mayor atención la dedicamos a las más «rutinarias», es decir, a

aquéllas que si bien carecen de movidas espectaculares, constituyen el

desarrollo de una labor completa, y la consecución de La victoria se ha

obtenido por el empleo de principios estratégicos que estudiaremos aquí

con toda atención.

La literatura ajedrecística progresa actualmente en base a la selección

que efectuamos entre la multitud de partidas brillantes y meritorias'

existentes.

Las lecciones referentes al juego co'rrecto se basan, en la mayoría d.e

los casos, en los principios de Tarrasch, explicados en su Libro «Trescientas

Partidas», traducido por el autor en 1915 e incorporado en aquel entonces

por el señor David A. Mitchell en su «Guía para el Ajedrez».

Vaya nuestro agradecimiento por las numerosas partidas que hemos

obtenido del «American Chess Bulletin» y por el material que el señor

Herman Helms ha puesto a nuestra disposición.

En un solo volumen, únicamente muy pocas de las partidas de la más

alta calidad pueden ser presentadas. Nuestra esperanza estriba en haber

llenado las lagunas existentes, con el estudio particular de los maestros

considerados individualmente, como así del período en que les tocó actuar.

Por otra parte, nos ha causado profunda ·pena no poder dedicar más aten-


6 PREFACIO

ción al final, que tanta importancia ha adquirido en la moderna estrategia

ajedrecística, ya que la tiranía del espacio nos ha compelido a tratar esta

fase como parte general del juego y no en capítulos especiales. Lo mismo·

podemos decir en lo referente a los problemas.

Hemos insistido poco en las máximas o consejos generales, pues duda ..

mas de su valor práctico. Creemos que el método más seguro para adquirir

el conocimiento ajedrecístico consiste en reproducir y estudiar cuidadosa ...

mente las mejores producciones de los maestros modernos.

Filadelfia, 1935.

*

BARNIE F. WINKELMAN.

NOTA PARA LA TERCERA EDICION

Pre'¡><Lrando este volumen para su tercera edición, hemos omitido varias

partidas que tenían un valor más bien histórico que práctico. En su lugar

damos algunos ejemplos de notables encuentros de los últimos tres años.

Filadelfia, enero de 1935.


CAPÍTUI.O I

REGL.AS E INSTRUCCIONES

Dos reglas importantes

Lo primero que debe aprender el

principiante es a jugar con sumo

cuidado. Y para iniciarse con este

fin en vista, conviene que adquiera

el hábito de observar que todas las

piezas se hallen ubicadas en las

casillas que les corresponde en el

DIAGRAMA 1

Negras

cuenta para asegurar la buena ubicación

del rey y de la dama se

enuncia así: «La dama en casilla

de su color». Esto significa que la

dama blanca debe colocarse siempre

en un escaque blanco y la dama

negra en uno negro. Naturalmente,

ello sólo es aplicable al comienzo de

la partida, al colocar las piézas.

«Blanco a la derecha», indica que

la casilla del ángulo inferior derecho

del tablero será bla.nca, si es

colocado en forma correcta. Tales

son las dos reglas, muy fáciles de

recordar y que, de ser observadas

por el principiante, evitarán inútiles

pérdidas de tiempo.

El diagrama 1 demuestra la manera

de colocar las piezas y la posición

de las damas al iniciarse la

partida.

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tablero, y que éste, a su vez, se encuentre

bien colocado. Una excelente

regla que debe ser tenida en

El movimiento de los peones

En el ajedrez son usadas las sesenta

y cuatro casillas que contiene

el tablero. El elemento de menor

valor es el peón. Este mueve una

casilla por jugada, con excepción de

la primera vez, que puede moverse

dos casillas. Los peones mueven en

forma vertical, pero capturan en

diagonal.


8

DIAGRAMA 2

Negras

BARNIE F.

WINKELMAN

pasar (captura al paso). Esto sólo

es aplicable a los peones, pues las

piezas no pueden efectuar lo ni con

un peón ni con otra pieza.

Promoción del peón

(4) (J)

Es la única pieza que mueve de

una manera y captura de otra, y

que nunca puede retroceder.

El diagrama 2 ilustra las movidas

de los peones y su método de capturar.

El principiante observará que correspondiéndole

la movida a las

blancas, uno solo de los peones puede

capturar. El peón blanco señalado

con (1) se halla capacitado para tomar

el peón negro señalado con (2).

Ningún otro peón puede ser capturado

por las blancas. Si las blancas

movieran su peón de rey (3) o su

peón de alfil dama ( 4) dos casillas

en la movida inicial, las negras pueden

capturar «al paso» con cualquiera

de los peones que es pasado

(véase Captura al paso) .

Los peones, ocho por cada bando,

son colocados en la segunda fila,

directamente frente a las piezas mayores.

Captura al paso

El peón tiene el privilegio de

mover dos casillas en su primera

jugada, pero en caso de hallarse

ubicado al costado de un peón adversario

que hubiera podido capturar

lo de mover una sola casilla, éste

tiene el privilegio de tomarlo al

Cuando un peón alcanza la octava

fila puede ser promovido a cualquier

pieza, con excepción de un

rey. De tal manera, un jugador puede

poseer en cierto momento tres o

cuatro damas, torres, etc., si consigue

llevar sus peones a la octava.

El jugador, en tal caso, debe pedir

una pieza de mayor valor que el

peón, es decir, que al llegar éste a

la octava no puede quedar como tal.

Además de los peones, existen

ocho piezas en cada bando: un rey,

una dama, dos torres, dos alfiles y

dos caballos. Se colocan en el tablero

en la forma indicada en el diagrama

1, y son representados por

las sigui en tes figuras:

Rey Dama Torre Alfil

El alfil

Caballo

El alfil mueve en diagonal y a

cualquier distancia,. siempre, naturalmente,

que dicha diagonal no se

encuentre. obstruída. Tiene el poder

de capturar cuando mueve. Constantemente

permanece en las casillas

del color en que se halla al iniciar

el juego. De tal manera que un alfil

que se encuentre en una casilla

blanca al colocar las piezas, siempre

mueve a lo largo de diagonales blancas.

El alfil de rey de las blancas

constantemente acciona en casillas

blancas, mientras que el alfil de

dama de las blancas lo hace en casillas

negras; el alfil de rey de las


negras, por casillas negras, y el de

dama de las negras, por casillas

blancas.

La torre

La torre mueve a cualquier distancia

en ángulo recto, adelante, atrás

o lateralmente, pero jamás en diagonal.

También puede capturar al

mover.

La dama

AJEDREZ MODERNO 9

pieza que se halla capacitada para

saltar. El diagrama siguiente demuestra

las movidas del caballo.

DIAGRAMA 3

Nesras

La dama es muy superior a cualquier

otra pieza del tablero, ya que

combina los movimientos del alfil y

de la torre. Mueve a toda distancia,

adelante, atrás, en diagonal o lateralmente,

y se halla habilitada para

capturar cuando mueve.

El rey

El rey mueve solamente una casilla

por jugada y en cualquier dirección,

adelante, atrás, en diagonal o

·lateralmente. También captura cualquier

pieza al mover. Sin embargo,

no tiene capacidad para capturar

una pieza que se halle protegida por

otra, ya que de hacer lo se hallaría

él mismo en situación de ser tomado

-es decir, en jaque-, lo que

resulta contrario a las reglas del

ajedrez. El rey es así la única pieza

que sufre la restricción precitada de

no poder apoderarse de una pieza

defendida. Jamás puede ser capturado.

(Véase el jaque mate.)

El caballo

El movimiento del caballo es el

más difícil de explicar. Mueve dos

casillas en una dirección y una en

la otra; o una casilla en una dirección

y dos en la otra. Moviendo así,

tiene capacidad para saltar sobre

todas las piezas, ya pertenezcan a su

bando o al del adversario. Es la única

Blancas

El caballo blanco, que se indica

en este ejemplo, circundado por

piezas propias y enemigas, tiene la

facultad de moverse a cualqúiera

de las casillas indicadas por las flechas.

También captura toda pieza

adversaria que se encuentre en el

escaque adonde salte. Por consiguiente,

el alfil negro (1) puede ser

tomado por el caballo.

Valor teórico de las piezas

La dama vale 1 O peones; la torre,

5; el alfil, 3 112; el caballo, 3 1/2.

A menudo resulta conveniente entregar

un alfil ó un caballo por tres

peones, pero ello depende en absoluto

de la posición de la partida.

La dama se cambia a veces por

tres piezas y más frecuentemente

por las dos torres.

El cambio de un caballo por un

alfil se estima equivalente.

El rango de las piezas es: primero,

la dama, la de más poder y valor de

todas las existen tes en el tablero;

segundo, la torre; tercero, el alfil y

el caballo. Puesto que el rey no

puede ser capturado, no resulta imprescindible

discutir su valor.


10 BARNIE F. WINKELMAN

Términos usados en ajedrez

Los términos que se usan son los

:Sigui en tes:

Piezas. - Los ocho elementos de

cada bando, excluyendo los peones,

se denominan piezas, aunque en

problemas, etc., actualmente se acostumbra

a llamar así a todas las fuerzas

existen ttes.

Peones doblados. - Dos peones

:.situados en una misma columna se

llaman peones doblados.

«En prise». - Se dice que una pie­

. za se halla '1:en prise» cuando ella

puede ser capturada por el adver­

.sario.

La calidad. - Ganar la calidad

. significa que uno de los ontendietes

tiene éxito en cambiar un alfil

o un caballo por una torre.

Movida falsa. - Una jugada hecha

contra las reglas del ajedrez.

Movida forzada. - Una jugada

.que debe ser efectuada a la f erza.

Interponer. - Jugar una pieza o

un peón entre la pieza atacante y el

monarca.

Peón aislado. - Es el que se encuentra

solo en una. columna, sin

·que existan otros pnes en las columnas

más cercanas de uno y otro

flanco.

Piezas menores. - Se denominan

piezas menores a los alfiles y caballos

por no ser tan poderosas como

la dama y las torres, que son las

piezas mayores.

La oposición. - Se dice que un

jugador posee la oposición cuano

.su rey se opone al rey adversario,

existiendo una sola casilla entre ambos,

y su oponente se encuentra obli-

_gado a mover.

,

Peón pasado. - Se llama pean

pasado al que no encuentra en su

avance (ya sea en la misma columna

donde se halla o en las laterales

más cercanas, es decir las colindantes)

peones adversarios que puedan

detener lo o tomar lo.

Jaque descubierto. - Es el que se

da al mover un peón o una pieza

que obstruya la acción de otra, la

cual, al desaparecer el impedimeto,

actúa sobre el rey adversario. Por

ejemplo, si colocamos un alfil blanco

en la casilla 1 T D, el rey negro en

1 ';r R y un caballo blanco en cualquier

casilla a lo largo de la diagonal,

la acción del alfil sobre el rey

se encontrará obstruída, pero al sacar

el caballo, el alfil dará jaque .

Mate ahogado. - Se da generalmente

con un caballo cuando el rey

contrario se halla completamente

bloqueado por sus propias piezas .

El jaque

En cualquier momento que uno de

los reyes es a tacado por una de las

piezas del oponente, se dice que se

halla «en jaque» .

Cuando uno de los reyes se halla

en jaque debe ser movido, la pieza

que da el jaque tomada o interponer

otra.

Jaque mate

Cuando el rey se encuentra colocado

en una situación que no puede

mover para salir del jaque, capturar

la pieza enemiga que lo da o interponer

una entre él y la atacante, el

monarca está en jaque mate y la

partida ha terminado.

«Coloco»

«Coloco» es el término que se emplea

para indicar al oponente que se

desea tocar una pieza con el propósito

de ubicar la bien en la casilla

donde se halla, pero no para efectuar

con ella una jugada legal.

Pieza tocada, pieza movida

Una vez que sea tocada una pieza,

a menos que se diga «coloco», ella


a 5 T R. Como se ve, nada puede ha­

cerse para evitarlo y, por lo tanto,

la partida finaliza empatada.

debe ser movida. Cuando corresponde

mover a uno de los jugadores y

éste efectúa una jugada ilegal, generalmente

debe anular el movimiento

y mover su rey. (El autor dice que

luego de retirarse la jugada ilegal,

la partida debe ser considerada según

lo establece la Regla N9 5 del

Código Americano de Ajedrez Revisado.)

Partida tablas

Una partida tablas o empatada, es

.aquélla en la que ninguno de los

adversarios conquista la victoria. En

los torneos; cada uno de los contendientes

se anota % punto a su favor.

Se llega a la situación de tablas

cuando cada adversario ha quedado

solamente con su rey; con rey y dos

caballos contra rey; rey y alfil ·contra

rey o rey y caballo contra rey.

El empate puede asegurarse por

medio del jaque perpetuo. Ello se

presenta cuando un jugador opta, en

cierta posición, por dar constantemente

jaque al adversario, sin que

éste pueda evitarlo. Véase el diagrama:

DIAGRAMA 4

Negras

AJEDREZ MODERNO 11

Notación ajedrecística

Todas las casillas del tablero tienen

su designación. Toman sus nombres

de -las piezas que las ocupan al

principio del juego. La casilla «tbrre

de rey» es la del ángulo inferior

derecho, que originariamente se encuentra

ocupad por la torre de rey,

es decir, la torre del flanco del rey .

En la notación. ajedrecística se escribe

1 T R. Así, la segunda casilla

de 1 T R, será 2 T R; la tercera 3 T R;

la. cuarta 4 T R, etc., hasta la octava,

que se indica como 8 T R. Si nos

referimos a la casilla ocupada originariamente

por el rey, su denominación

debe ser 1 R, 2 R, 3 R, etcétera,

que demuestran el nombre

de los esca-que s de la columna

del rey.

Sin embargo, debe tenerse en

cuenta que cada uno de los bandos

posee su propia denominación. Así,

por ejemplo, la casilla 1 R de las

DIAGRAMA 5

Negras

Blancas

La posición del diagrama demuestra

que, aunque las negras poseen

fuerza muy superior, las blancas tienen

asegurado el empate por jaque

perpetuo, moviendo su dama de 8 R

Blancas


12 BARNIE F. WINKELMAN

negras, es al propio tiempo la casilla

8 R de las blancas. El diagrama

cinco indica la denominación que

corresponde a todas las casillas de

los dos bandos.

En la notación ajedrecística el acto

de la captura se indica por medio del

signo X.· De tal manera, P X P significa

peón toma peón. P 4 R significa

que el peón se juega a casilla 4:;i.

del rey, etcétera.

El mate llamado «Del loco» se indica

en la siguiente forma, por medio

de la notación ajedrecística:

Blancas

1 P4CR

2 P4AR

Mate del loco

Negras

P4R

D 5 T jaque mate

Mate del estudiante (1)

Blancas

Negras

1 P4R P4R

2 A4A A4A

3 D5T P3D

4 D X P jaque mate.

El enroque

El enroque es un movimiento que

puede ser efectuado por cada bado

DIAGRAMA 6

Negras

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-4'6 B B

B B m B

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lBJ!B B B

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11 ,,,,,M :t /•?%,;::a:·

[ Blancas

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(1) Asi lo denomina el autor. Entre nosotros es

conocido por •Mate del Pastor». (Nota del traductor.)

una sola vez en el transcurso de· la

partida. El enroque en el flanco de

rey consiste en colocar al monarca

en la casilla 1 C R y la torre de rey

en 1 A R en una sola operación, y se

considera como una jugada. También

es posible enrocar en el flanco

de dama moviendo el rey a 1 A D y

la torre de dama a 1 D.

Para efectuar elenroque debe primero

tomarse al monarca. No puede

enrocarse hallándose en jaque, ni

pasando bajo la acción de una pieza

adversaria, y únicamente cuando las

casillas que existen entre el rey y

la torre se hallan desocupadas (véase

el diagrama 6) .

En esa posición, si les correspondiera

la movida a las blancas, podrían

enrocar en el flanco de rey

(llamado asimismo enroque corto)

pero no en el de dama, porque el rey

no puede cruzar la casilla 1 D, que

se encuentra bajo la acción de la

dama adversaria.

Por otra parte, de corresponderle

el movimiento a las negras, se hallarían

habilitadas para enrocar en el

ala del rey o en el ala de la dama

(a éste también se lo denomina enroque

largo).

El diagrama que sigue demuestra

a los dos reyes enrocados, el blanco

en el flanco de rey y el negro en el

de dama .

DIAGRAMA 7

' --%"'º// -- z -%''0,

Negras

••• ///); •/ /////. 0, /,::;

11 1 fFi '·'' -a 1 .'I ,¡;; 1

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I é ---•

Blancas


El ahogado

Cuando uno de los jugadores no

puede mover ninguna de sus piezas

ni su rey, sin que éste se encuentre

en jaque, se dice que está en «posición

de ahogado» y por tal causa la

partida es tablas.

Sucede a menudo que uno de los

bandos sacrifica hasta varias piezas

para obligar a su oponente a colocar

lo en la posición de ahogado y

así asegurar un .empate, en un encuentro

que de otra manera terminaría

en derrota. El diagrama que

DIAGRAMA 8

Negras

Blancas

Juegan las blancas.

AJEDREZ MODERNO 13

sigue indica cómo una pos1c10n de

ahogado puede salvar de un desastre

evidente:

En esta partida las negras se hallaban

aparentemente perdidas, pero

jugaron T 3 C D; y al responder

las blancas D X T el rey negro se

encontró «ahogado».

Las 50 jugadas

Si uno de los contendientes persiste

repetidamente en dar jaques o

en efectuar la misma línea de juego,

puede requerirse que la partida sea

limita da a 50 movidas más por cada

bando y al llegarse a este límite,

si la victoria no se inclina a favor

de ninguno, declararse un empate.

Cuando existe en el tablero uno de

los reyes solo (robado), el bando del

mismo puede exigir que se cuenten

los 50 movimientos y al cabo de los

cuales declarar tablas.

Esto también es aplicable a aquellos

casos en que un bando posee

rey y dama; rey y torre; rey y alfil

o rey y caballo, contra fuerzas iguales

o superiores.


CAPÍTULO II

EL FINA L

La forma más simple de dar jaque

mate se presenta con rey y dama

contra rey.

Este mate puede ser forzado en

pocas jugadas, confinando al monarca

adversario a una de las bandas

por medio de la acción de la dama,

y luego llevando al propio rey para

apoyarla en el momento oportuno.

Debe tenerse especial cuidado en el

ahogado.

El diagrama demuestra una posición

en la cual las blancas dan mate

en dos jugadas.

DIAGRAMA 9

Negras

En esta posición,. el principiante

notará que el rey negro no puede

moverse y que si rio les correspondiera

la jugada a las blancas, se

encontraría en la posición de ahogado.

Sin embargo, moviendo éstas

dan mate en la forma sigui en te:

D7T, RlD; D7D mate.

Rey y torre contra rey

Para forzar el jaque mate con rey

y torre, la primera regla que debe

observarse consiste en reducir los

movimientos del monarca oponente

todo lo más que sea posible. No debe

perderse tiempo en dar jaques inútiles

que a nada conducen.

El diagrama siguiente indica una

situación donde las blancas, con su

primera jugada, cofinan al rey negro

en las casillas de la octava fila y

luego llevan al propio hasta una posición

que permita a la pieza dar

jaque mate:

DIAGRAMA 10

Negras

Blancas

Juegan las blancas y dan mate en dos jugadas.

Blancas

Juegan las blancas.


AJEDREZ MODERNO

El é ? do para forzar el mate en 3 R 2 R

l P os1c10n de este diagrama es el 4 R 3 A R

.

s1gmente: 5 A5AR

Blancas

1 T7TR

2 R2R

3 T7TD

4 R3R

5 R4R

6 R5D

7 R6D

8 T7AD

Negras

RIA

RIC

RIA

RIR

RID

RIA

RIC

RIT

9 R6AD RIC

10 R6C RIT

11 T8 A mate.

Rey Y dos alfiles contra rey

E! .

?iagrama 11 demuestra una

os1c10n .en la que rey y dos alfiles

blancos dan mate al monarca

negro:

DIAGRAMA 11

Negras

6 R4CR

7 R5C

8 R6A

9 A7AD

10 A7D

11 R6C

I2 A 6 D jaque

I3 A6R jaque

I4 A5R mate

R3AR

R2R

R3AR

R2R

RlD

RIR

RIA

RIC

RIA·

RIC

RlT

Rey,, alfil Y caballo contra rey

15

El mate con rey, alfil y caballo

es muy difícil.

El iagra ma I2 con la solución

que sigue, Ilustra _ el procedimiento

que deben seguir las blancas para

dar mate al rey de las negras.

DIAGRAMA 12

Negras

Juegan las blancas.

Juegan las blancas.

Las maniobras que efectúan las

blancas para llevar al rey de las

negras a una posición de mate se

desarrollan en la forma que a continuación

se indica:

Blancas

I A3TR

2 A4AR

Negras

RID

R2 R

Blancas

Negras

1 C 7 A jaque RIC

2 A4R RIA

3 A7TR RIR

4 C5R RIA

5 C 7 D jaque RIR

6 R6R RID

7 R6D RIR

8 A6C jaque RID

9 C5AD RlAD

10 A7A Rl D


16 BARNIE F. WINKELMAN

11 e 7 e jaque

12 R6AD

13 R 6 CD

14 A 6 R jaque

15 C5AD

Rl AD

RlCD

Rl .AD

Rl CD

RlTD

Ya hemos conseguido llevar al rey

negro a una casilla que puede ser

atacada por el alfil. Ello debe llevarse

a cabo como condición previa

para dar el mate.

Veamos ahora el golpe final.

16 A7D

17 C 6 T jaque

18 A6A mate

Rl CD

Rl T-D

Rey y dos caballos contra rey

No es posible dar mate con rey y

dos caballos contra rey solo. No obstante,

si el rey de la defensa se halla

acompañado por un peón, no sólo es

factible dar le mate con dos caballos,

sino que en algunas posiciones, un

caballo y el rey se encuentran habilitados

para ello.

Véase a continuación la posición

en el diagrama siguiente:

esta manera consiguen dar mate en

dos jugadas, por medio de R 1 A,

P 7 T; C 2 A mate.

Rey y peones contra rey y peones

En ajedrez los finales de peones'

se presentan con más frecuencia que

cualquiera de los otros que ya hemos

visto. Estos finales deben ser

jugados con sumo cuidado, pues raramente

se ofrece la oportunidad de

corregir un error en una línea de

juego que se haya adoptado, porque,

como lo hemos indicado anteriormente,

es la única pieza del ajedrez

que no tiene la facultad de retroceder.

A continuación veremos algunas

posiciones, sumamente interesantes:

DIAGRAMA 14

Negras

DIAGRAMA 13

Negras

Blancas

Juegan las blancas.

Blancas

Juegan las blaacas.

En esta posición las blancas son

ampliamente ayudadas por el único

peón adversario ubicado en 6 T, y de

Blancas

Negras

1 P4D RlA

2 R7R P4D

(lo mejor)

3 R6R RlD

4 RXP R 2 D tablas

La lección que sigue nos demuestra

que aunque las negras tienen un

peón de ventaj a, no consiguen obtener

más que tablas.


DIAGRAMA 15

Negras

AJEDREZ MODERNO 17

pueden obtener otra cosa mejor que

el empate:

DIAGRAMA 16

Negras

Blancas

.Juegan las negras

Blancas

Negras

1 R3R

2 R 4 D R2D

3 R5D R2R

4 R4AD R3 R

5 R 4 D Tablas.

' Rey, alfil y peón contra rey

Veremos ahora una situación muy

curiosa en la que, a pesar del hecho

de que las blancas poseen un alfil

y un peón más que las negras, no

Blancas

Juegan las blancas.

Aquí todo lo que necesitan hacer

las rlegras es mover su monarca a

las casillas 1 C R, 1 T R y 2 T R de

acuerdo a lo que juegue su adversario.

El alfil blanco, por ser de color

opuesto al de la casilla 8 T R, se encuentra

en la imposibilidad de forzar

al rey negro a que salga de ella

y poder así coronar el peón, restándole

a las blancas, como único recurso,

hacer tablas por ahogado o entregar

su peón.


ÜAPÍ'rULo III

LAS MOVIDAS DE LA .APERTURA

Tan pronto como el estudioso ha

dominado los simples elementos del

juego, debe adquirir un buen conocimiento

general de las aperturas.

A tal fin hemos incluído algunas

variantes de las mismas, presentándolas

en la forma en que se juegan

actualmente y, en algunos casos,

ejemplificamos una línea antigua,

una moderna y una hipermoderna,

de las consideradas actualmente más

populares.

También damos algunas partidas

con anotaciones del maestro alemán

Dr. Siegbert Tarrasch. Hemos tratado

de evitar la duplicación de variantes

y aconsejamos estudiar cuidadosamente

aquéllas que dió este

gran maestro, con sus comentarios

críticos.

Giuoco piano

Esta forma de planteo ha sido

denominada la más simple de todas

las aperturas; pero es simple únicamente

en razón de que las jugadas

que la constituyen resultan las más

obvias. Es en verdad la apertura

más directa, pero las posiciones a

que da lugar pueden ser consideradas

entre las más difíciles. El juego

de los contendores se encuentra balanceado,

ya que la ventaja derivada

de la movida inicial es muy pequeña.

Sin embargo, debe señalarse que una

sol9, jugada débil puede ser suficiente

para cambiar todo el panorama.

En su línea más lenta el Giuoco

piano constituye esencialmente un

combate entre la caballería. La ubicación

de un caballo en la casilla

5 A R, casi invariablemente da lugar

a un ataque exitoso sobre el flanco

del rey adversario. El alfil rey también

tien un pondera ble valor, y

el avance oportuno del P A R resulta

de lo más efectivo para tal

objeto.

Después de efectuadas pocas movidas,'

las blancas o las negras por

medio de A 3 R pueden ofrecer el

cambio de alfiles. Capturando el de

3 R · queda abierta la columna para

ser empleada en el ataque, pero, por

otra parte, el centro de peones resultante

queda debilitado (véase la

nota correspondiente de la partida

1). Si en lugar de capturar el

alfil, las blancas retroceden con el

suyo a 3 C, las negras a su ·vez pueden

tomarlo, doblando los peones

adversarios, pero al propio tiempo

abren la columna de T D, lo que

beneficiaría a este bando en el medio

juego, pero es más probable que la

torre sea trasladada al flanco de

rey para colaborar en el ataque. No

obstante, la columna abierta podría

inclinar el final de partida en favor

del primer jugador.

En la anotación que usamos el

signo O - O significa enroque corto


AJEDREZ MODERNO 19

o de rey, mientras que O - O - O la movida A 3 R no posee su anterior

indica que este movimiento se _efec- valor (al menos subjetivamente) , y

túa en el ala de la dama.

por ello esperaba evitar el cambio

· de alfiles.

VARIANTE I

EL ATAQUE MOLLER

Blancas

Giuoco piano

Negras

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A4A A4A

4 P3AD C3A

5 P4D PXP

6 PXP A 5 C jaque

7 C3A CXPR

8 0-0 Axe

9 P5D

PARTIDA 1

Partida de match, 1894

Blanca$

Walbrodt

1 P4R

2 C3AR

3 A4A

4 0-0

5 P3D

6 P3AD

Giuoco piano

Negras

P4R

C3A D

A4 A

C3A

P3D

A3C

U na movida psicológica. Jugando

en la creencia de que mi oponente

se hallaba inclinado a efectuar todos

sus esfuerzos para obtener un empate,

yo procuré (como es mi costumbre)

evitar el cambio de piezas en

todo lo posible. Si aquí hubiera efectuado

alguna otra movida, las blancas

hubieran jugado su alfil a 3 R

y las negras se encontrarían obligadas

. a retirar el suyo. Pero si esta

pieza se encuentra ya situada en 3 C,

7 P4CD

Esto conduce, por una trasposición

de jugadas, al Gambito Evans Rehusado.

7 A3R

8 AXA

En tal posición Stéinitz siempre

cambiaba los alfiles, pues consideraba

los peones doblados resultantes,

como una gran desventaja. Para

mí, al contrario, esta desventaja me

parece más que compensada por la

obtención de la columna abierta de

AR para la torre, y también estimo

de mayor valor el libre desenvolvimiento

y eficiencia de las piezas que

la posición de los peones. Probablemente

ambos tengamos razón, aunque

de cualquier manera no puedo

creer de provecho ceder sin necesidad

una columna abierta.

8

9 P4TD

10 A3R

PXA

P3TD

Ahora queda efectuada la jugada

del alfll, pero en un momento menos

favorable para las negras que

anteriormente, a causa del avance

de su peón de torre que ha debilitado

la situación de su pieza. Lo más

simple sería aquí cambiar los alfiles,

pero en tal caso ambos bandos tendrían

casi idéntica posición y yo

difícilmente hubiera podido evitar

el empate. Por ello resolví retroceder

con el alfil, lo que parece más

débil, por el desplazamiento de la

torre y la consecuente pérdida de

tiempo que implica. Jugué, por con-


20 BARNIE F. WINKELMAN

siguiente para ganar, como se dice

en estos casos o, como podría decirse,

para perder.

10

11 AXA

12 D3C

A2T

TXA

17 T D 1 R

Preparando un ataque ulterior sobre

el punto 5 R.

17

18 C3AR

T (2 T) 1 T

R2T

Con ésta y las jugadas sigui en tes

las blancas establecen un ataque

muy lógico contra el débil centro

negro y conducen,- hasta cierto momento,

sus acciones con toda corrección.

12

13 C5C

14 P4AR

D2D

CID

P3TR

Para desalojar al caballo, que no

puede retirarse a 3 A R. Naturalmente,

a causa de ello, se debilita

el punto 3 c R.

15 C3TR

Si P X P R, las negras hubieran

ganado el P D después de que el

PD tome el P.

15 0-0

No debe· temerse demasiado la

formación de peones aislados y doblados;

en el presente caso las negras

hubieran obtenido un ataque

sobre el P D. Por otra parte, la

jugada P X P A (de parte de las

negras¡) llevaría al caballo, aht>ra

muy mal ubicado, a la casilla más

conveniente para presionar el punto

6 c R.

16 C2D C2AR

Si C 3 AD, el caballo no constituiría

segura protección para el centro,

a causa de la constante posibilidad

del golpe P 5 C D.

A fin de proteger el punto 3 C R

contra la entrada del caballo. Las

negras siempre deben abstenerse de

capturar el P A.

19 P X PR

El inmediato avance del P D también

era de considerar. Es difícil

decir qué jugada es mejor.

19

20 P4D

21 P5R

PD XP

PXP

Esto transforma al peón de rey

negro en un punto retrasado y débil.

Las blancas parecen ahora tener la

iniciativa.

21 C4D

22 C X PD

Para mantener la presión sobre

el P R. Las blancas poseen un juego

muy libre, mientras que su oponente

se halla trabado.

22 TDlR

23 T4·R

Con el objeto de llevar la otra

torre a la columna de dama. Mucho

mejor, sin embargo, hubiera sido

T 2 R (con el mismo propósito) como

pronto se verá.

23 CID

24 TlD


DIAGRAMA 17

Negras

(Tarrasch)

AJEDREZ MODERNO 21

25 P4CD

Para mantener el caballo en 4 D.

26 PXP

Blancas

(Walbrodt)

Posición después de la jugada 24. T 1 D

Se amenaza C X P R seguido de D

o T X C, y si las negras paran el

golpe por medio de P 3 AD, entonces

el primer jugador podrá colocar

su caballo en 6 D consiguiendo

una posición superior. Por ejemplo,

24 . . ...., P3AD ; 25. P4AD rechazando

el caballo negro, seguido de

26. e 5 e y 21. e 6 n.

24 C3AD

Esta oculta maniobra salva la partida

de las negras. Si 25. C X P R, seguiría

25 ......, D X C, y a 26. D X C

las negras ganan la dama o dan

mate mediante T 1 D. Si 26. T XC,

se gana la calidad con 26. . ....,

C 2 R. Sin embargo, no existiría este

sorprendente recurso si las blancas,

en su 23 jugada hubieran colocado

su torre en 2 R en lugar de 4 R, ya

que en tal caso toda la combinación

fallaba · a causa del jaque con la

dama.

25 C 3 AR

La posición de las blancas declina

más y más desde este momento. El

golpe P 4 A D no es posible en. razón

de 25 . . ...., e X PCD; 26. e X e,

D X C; 27. D X C, D X T. Como se

ve, la torre se halla muy mal situada

en 4R.

No recomendable, ya que la apertura

de la columna de torre de dama

redundará en beneficio de las negras.

Las blancas debían haber jugado

P 4 A D en seguida, aislando, de

esta manera, otro peón al adversario.

26

27 P4AD

28 TXP

Las blancas ahora amenazan ganar

el caballo de 3 A D, por medio de

un jaque en 2 A D.

28 RlC

29 C4AR

Finalmente el caballo consigue de

nuevo entrar en juego.

29

30 D3D

C (3 A) 2 R

P3AD

La venganza por la perfidia de la

jugada 28. Las negras amenazan

jaque en 2 T D ganando el caballo

de 4A.

31 D4D

Esto pierde la calidad.

31

C4AR

32 D 5AD C (4 A) 6R

Evidentemente, las blancas no vieron

que después de 33. D X C, C X D;

34. T X D, la torre de 4AD se encuentra

atacada, o que el caballo

puede entrar nuevamente en juego

desde 8D.

33 ex e

34 C4A

C X T (1 D)


22 BARNIE F. WINKELMAN

El caballo negro se encuentra No sirve T 4 R a causa de D X P

ahora bajo la amenaza de T 4 D, y si jaque.

mueve a 7 C, será capturado por

medio de T 4 D, seguido por D 2 A D.

42 . . . . • TXT

Abandonan.

34 ..... C6AD

Este expediente tuvo que ser

calculado antes de la jugada 31. El

caballo, cargado de gloria, vuelve a

juntarse con sus camaradas.

35 T(4 A)4D

Las blancas no pueden jugar

C 6 C R recuperando la calidad a

causa de que 35 . . ...., D 8 D jaque,

hubiera forzado la obtención del

triunfo: 36. R 2 A, D 7 AD jaque;

37. R 1 A?, D 7 R jaque ; 38. R 1 C,

D 8 R jaque, seguido de C 7 R jaque

y mate en dos; o si 37 RlC, entonces

T X C (6 A) seguido de D X C (6 C) .

35

. . . . .

36 C3D T 1 T

C4D

Las negras ahora obtienen un ataque

decisivo.

37 P3TR

38 R2T

39 Rl T

T 8 T jaque

T7T

Hubiera sido mejor proteger al

caballo de 3 A, que se encuentra

amenazado, por medio de C(3D) lR.

39 .....

40 PXT

TXC

D2AR

Las piezas blancas se encuentran

muy mal ubicadas para poder proteger

a su aislado monarca. Si evitan

el mate, que se amenaza con D X P

jaque y D 7 C, con la jugada P 4 A,

las negras llevan su dama a 4 T, con

las nuevas amenazas D X P T jaque,

D 6 A jaque y D 8 D jaque.

Blancas

PARTIDA 2

Giuoco piano

Negras

H. Hausler S. Tarrasch

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A4A A4A

4 0-0 C3A

5 P3D P3D

6 A3R A3C

7 P3TR?

Esta jugada da a las negras una

buena oportunidad para el ataque.

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

18

P3TR

C3AD P4CR

AX A

PTXA

D2D

P5 CR

PXP

AXP

C2TR

D2D

C5 D

C4TR

A5C

TlCR

P3AR

A6T

T2A 0-0-0

ClA

T3C

R2T

DIAGRAMA 18

Negras

(Tarrasch)

41 C lR

42 TlD

T8T

Blancas (Hausler)

Posición después de la jugada 18. R 2 T


AJEDREZ MODERNO 23

18 ..... TDlC ·

Un sacrificio pleno de posibilidades.

19 PXA

20 D X PT

TBC

Esto conduce al desastre inmediato.

20

21 RXT

22 C2 T

Abandonan.

T8T jaque

D X P jaque

C6C jaque

14 P3TR

Esto debilita la posición del rey e

invita al ataque.

14. . . . . .

15 T5 AR

P4TR

0-0-0

Naturalmente, en este momento

las negras no podían jugar C X P,

pero el adversario pasa por alto la

amenaza latente.

16 P4TD?

DIAGRAMA 19

Negras

(Tarrasch)

PARTIDA 3

Giuoco piano

Blancas

Negras

Schottlander

Tarraseh

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A4A A4A

4 P3D P3D

5 C3A A3R

6 A3C D2 D

7 A3R A3C

8 P4D A5CR!

El cambio de alfiles hubiera dado

a las blancas un juego más libre.

9 PXP

10 PXA

11 DXA

Las blancas debían haber retomado

con el . peón, con juego igual.

Ahora poseen dos peones doblados

y aislados que, a la larga, no podrán

ser defendidos. Por otra parte, ello

permite a las negras apoderarse del

fuerte puno 5 R.

11

12 D2R

13 o.-o

CXP

C3AR

P3AD

Para prevenir el golpe T X C, seguido

por C 5 D.

Blancas (Schottlii.nder)

Posición después de la jugada 16. P 4 T D

16

17 T4AR

18 PXC

19 T4D

20 TD 1 D

CXP

cxc

P4CR

P5CR

D2 R

Las blancas no quisieron esperar

el ulterior desarrollo del ataque sobre

la desolada posición de su rey, y

abandonaron en este momento.

Apertura Ruy López

La apertura Ruy López, anteriormente

la más popular de todas, no

resulta en modo alguno fácil de

explicar. Las diferentes variantes

nacen de la quinta jugada de las

negras, A 2 R o C X P R, que conducen

a partidas completamente distintas.


24 BARNIE F. WINKELMAN

Las blancas, por medio de su ter- 10 C 3 A D

cera jugada, A 5 C, inician un ataque 11 C 4 D

sobre el P R del adversario. Este 12 A 3 R

ataque es, sin embargo, sólo aparen- 13 A X C

te, ya que las negras pueden reco- 14 A 3 R

brar el peón sin mayor esfuerzo. 15 P ,x.P a. p.

Pero el primer jugador, con las mo- 16 C 4 R

vidas subsiguientes, todas las cuales 17 C X A

favorecen su desarrollo, amenaza 18 T D 1 D

convertir el ataque aparente en. real, 19 P 4 AD

y capturar el peóll impunem8nte. 20 P 3 A

Las negras se hallan por ello forzadas

a efectuar una serie de movidas

que restan agilidad a su posición.

Al propio tiempo, las blancas desarrollan

sus piezas en forma tal que

se encuentran admirablemente colocadas

para un ataque sobre el rey

enemigo.

Desde 5 C ó 4 T y 2 A D el alfil

actúa con gran eficiencia, mientras

que el C D es llevado al flanco de

rey con el mismo propósito.

Esta teoría del Ruy López, basada

en el ataque sobre la posición del

rey negro, enmascarado por otro

ataque aparente sobre el centro,

ayudará a explicar muchas de las

jugadas, pero debe repetirse que la

evolución de la apertura se extiende

tan lejos,· que las posiciones resul-

tantes deben ser consideradas muy

especialmente por el estudiante.

Blancas

1 P4R

2 C3AR

3 A5C

4 A4T

5 P4D

6 C3AD

7 0-0

8 CXP

g Axe

10 A5CR

11 A4T

12 D3D

13 TR 1 R

14 A XA

VARIANTE II

C4A

C3R

cxc

P4AD

P4D

AXP

A2C

PXC

D3A

TRlR

D3 C

Negras

P4R

C3AD

P3TD

P3D

C3AR

A2R

PXP

A2D

PXA

P3TR

0-0

TlR

C2T

TXA

y la posición es equivalente.

Ruy López

VARIANTE III

VARIANTE I Blancas Negras

1 P4R P4R

Blancas Negras

2 C3AR C3AD

1 P4R P4R 3 A5C P3TD

2 C3AR C3AD 4 A4T C3A

3 A5C C3A 5 0-0 CXP

4 0-0 cxP 6 P4D P4CD

5 P4D A2R 7 A3C P4D

6 D2R C3D 8 PX P A3R

7 AXC PCXA 9 P3AD A2R

8 PXP C2 C 10 CD2D C4A

9 TlR 0-0 11 A2A P5D


Blancas

VARIANTE IV

Negras

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C P3TD

4 A4T C3A

5 0-0 A2R

6 TlR P4CD

7 A3C P3D

8 P3A C4TD

9 A2A P4AD

10 P 4 D o P 3 D, que conducen

a dos diferentes tipos de juego.

Blancas

VARIANTE V

Negras

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C P3TD

4 A4T C3A

5 D2R A2R

6 P3AD P3D

7 0-0 0-0

8 P4D PXP

9 PXP A5CR

10 T 1 D con una poderosa posición.

Blancas

VARIANTE VI

Negras

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C P3TD

4 A4T P3D

5 P3A P4AR

Una jugada que debe ser cuidado:samente

neutralizada.

6 PXPA AXP

7 P4D P5R

8 P5D PXC

9 PXC P4CD !

Las negras tienen mejor juego.

(Capablanca-Stéiner, Nueva York,

año 1931.)

AJEDREZ MODERNO

Blancas

Tarrasch

PARTIDA 4

Ruy López

Negras

Blackborne

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C P3D

4 P4D PXP

25-

Simpre es mejor mantener el

centro todo el tiempo que sea posible

y no cederlo innecesariamente.

5 CXP A2D

6 C3AD

Con el objeto de mantener la presión

las blancas no capturan el caballo,

pero tanto A X C como C X C

les concede mejor partida.

6

7 0-0

8 P3CD

C3AR

A2R

Una buena maniobra; el alfil, que

en esta variante del Ruy López se

halla pobremente colocado en la

diagonal 1 A D - 6 T R, se encuentra

admirablemente ubicado en 2 c y

colabora con gran eficacia en el

ataque. Esta forma de desarrollar

la pieza fué muy común después deesta

partida.

8 .....

9 A2C

0-0

ClR

Como consecuencia de sus jugadas

en la apertura, las negras tienen un

juego restringido, que no queda libre

con T 1 R seguido de A 1 A, como

recomendó Stéinitz.

10 C5D!

11 AXA

c x c

DXA

No CXPAD a causa de 12. AXC

c X T; 13. A 5 c D.

12 DX C


26 BARNIE F. WINKELMAN

El valor del alfil de 2 C es ahora

ievidente.

DIAGRAMA 20

Negras (Blackburne)

12 AlD

13 TD 1 D

Las negras amenazaban P 3 AD,

seguido por A 3 A R luego de rechazar

al caballo. Pero si ahora juegan

A3AR, las blancas replican 15. P5R,

A X P; 16. D X A, etcétera.

13

14 D3D

D3R

P3AD

Esto debilita el peón de dama que,

en consecuencia, se transforma en

un excelente punto de ataque para

las blancas. Pero si en lugar de ello

las negras jugaran 14 . . ...., P4AR,

:su oponente obtendría posición superior

mediante T R 1 R o P 3 A R.

15 C3R P3AR

Naturalmente, una fea jugada,

pero difícil de evitar. El caballo se

encuentra ahora muy mal situado

en 1 R. Si las negras juegan 15 . . .... ,

A 3 AR, las blancas pueden continuar

el ataque con 16. A 3 To A X A,

D X A; 17. C 4 AD, T 1 D; 18. P 5 R.

16 C5AR

17 TR 1 R

18 P4AD

A2AD

TlD

A cada movida la posición de las

blancas se hace más fuerte. En lugar

de la del texto, hubieran podido jugar

inmediatamente D 3 T, con la

amenaza de C 6 T jaque, pero en tal

caso las negras evitarían toda desventaja

llevando su rey a 1 T.

18 T2AR

19 D3T!

Blancas

(Tarrasch)

Posición después de la. jugada 19. D 8 T

Ha llegado ahora el momento oportuno

para esta jugada, pues a la

respuesta más natural de las negras,

sigue una sorpresa.

19 RlT

Perdiendo la calidad; la única movida

era D 1 A.

20 C6T DXD

Si T 2 R, las blancas igualmente

ganan la calidad por medio de D X D,

seguido por C 7 A jaque.

21 CXT jaque

22 PXD

RlC

RXC

Las blancas han ganado la calidad,

pero les resulta difícil hacer

efectiva esta ventaja, a causa de que

no existen columnas abiertas para

sus torres y la posición de sus peones

se halla destrozada.

23 P4AR R3R

Esto puede parecer inútil, puesto

que el rey debe dejar la casilla pocas .

movidas más tarde, para dar lugar

al caballo, pero si juegan 23. . ....,

P 3 C R inmediatamente, las blancas

pueden avanzar el P R a 5 R


con ventaja: 24 ......, PAR X P;

25. P A X P, P 4 D; 26. P 6 R jaque,

R2R; 27. P X P, P X P; 28. Al AD

con excelentes oportunidades para

el ataque. Por otra parte, después de

la movida del rey a 3 R, este avance

no es tan bueno a causa de 24 .... . .1:,

PAR X P; 25. P X P jaque, P4D ;

26. P X P y el peón pasado de las

negras, apoyado por su monarca, resulta

más poderoso que el de las

blancas, cuyo avance está bloqueado.

24 R2C

25 R3 A

26 T2R

27 TR2D

P3CR

C2C

R2 A

Aquí tampoco el avance en el

centro hubiera resultado favorable

para las blancas, a causa de la misma

continuación indicada anteriormente,

pero ahora resulta una fuerte

amenaza, puesto que las negras no

pueden avanzar el P D .

27 .....

28 A3T

TlR

Esto hace definitiva la debilidad

del P D y restringe la libertad de

acción del alfil negro.

28

29 A2C

30 P4TR

P4 AD

C3R

Preparando la rotura en la columna

e R.

30

31 T2CR

32 A3AD

Superfluo.

32

33 A2C

34 T(l D)lCR

P3TD

P4CD

P5CD

P4TD

AJEDREZ MODERNO 27

Ahora se amenaza 35. P 5 A R,

e 1 AR!; 36. p 5 T R, p 4 e R;

37. P 6 T R, seguido por P 4 T R. Como

esta maniobra no puede ser evitada,

las negras se hallan obligadas

a tomar una decisión desesperada.

34

35 PA X P

36 T2D

Se amenazaba P 6 D.

37 T (2 D) 1 D

Para jugar A 1 A.

37

38 AlA

39 T<l C) l R

40 T2R

41 PX P

42 T(l D)l R

43 A4AR

44 TXT

45 T 1 TD

P4D

CXPAR

A3D

P5TD

C4TR

TlTD

PXP

T8T

C2C

TXT

R2 R

Y ahora que las blancas han conquistado

la columna abierta de T D

para su torre, el juego del adversario

se halla perdido· sin remedio.

45

46 RXA

47 T 7 T jaque

48 T 6 T jaque

49 P5R

50 R XP

51 T6AD

52 TXPA

53 T5T

54 T 7 T jaque

55 P6D

Blancas

Tarrasch

PARTIDA 5

Ruy López

AXA

ClR

R3D

R2D

P X P jaque

C2 AD

C4C

C6AD

C7R

RIA

Abandonan.

Negras

Tch:gorin

1 P4R P4R

2 C3 AR C:3AD

3 A5C P3TD

4 A4T C3 A

5 0-0 CXP


28 BARNIE F. W!NKELMAN

Esto no se considera ahora una

defensa adecuada; en este momento

se estima mejor A 2 R (aunque la

línea derivada de 5. . ...., C X P ha

sido muy mejorada por los últimos

análisis, las partidas de los torneos

jugados desde hace diez años indican

que cada vez se emplea menos).

principal obstáculo para que las negras

utilicen su preponderancia de

peones en el flanco de dama.

11 C4AD

Si P 4 AD ? ; seguiría 12. C X P C,

T X C; 13. A 4 T, A 2 D; 14. P 3 A R.

6 P4D

7 A3C

8 PXP

P4CD

P4D

C2R

Con este golpe tan poco natural,

las negras pierden dos tiempos: uno

por no emplear la movida para su

desarrollo, y el otro por ubicar su

caballo en una mala casilla. El ataque

que sigue, es la mejor refutación

a esta forma de jugar.

9 P4TD TlCD

Si 9 . ....., A5C, seguiría 10. A3R,

ó 10. P3TR, A4T; 11. P4CR,

A 3 C; 12. P X P, P X P; 13. T X T,

DXT; 14. C 4 D, P 3 AD; 15. P 4AR,

con mejor juego para las blancas.

Si las negras juegan 9. P 5 C, la posición

de sus peones se debilita y

entonces 10. P3AD o P4AD resultaría

muy efectivo.

10 PXP PXP

Aparte de su desarrollo más completo,

las blancas tienen ahora la

mejor partida, en razón de poseer la

columna abierta de T D, sobre la

cual la torre ejerce una tranquila

aunque permanente acción.

11 C4D

Amenazando 12. C 6 AD, C XC;

13. A X P D; la partida desde el

comienzo se presenta muy movida

y llena de combinaciones. La jugada

del caballo ( C 2 R) constituye el

12 A5C

Amenazando de nuevo C 6 AD, lo

que obliga al bloqueo del alfil de

dama.

12 D2D

13 C3AD

La más regular y cauta continuación

hubiera sido 13. P 3 A D. No

obstante, la movida del caballo es·

más agresiva e impide el cambio

de C X A, pues en tal caso, las blancas

retomarían con el C de 4 D y entonces,

como las negras deben apoyar

al P D, les daría la oportunidad

de ubicarlo fuertemente en 5 A D.

13 P3AD

14 D5T

Un golpe aventurado que, si bien

obtuvo la aprobación de los críticos,

de ser refutado en forma correcta,

debe dar como resultado la pérdida

de toda la ventaja adquirida hasta

ahora. En una partida de torneo, yo

hubiera seguramente elegido el más

sólido y correcto ataque que tiene

por base a P 4 A R y P 5 A R, luego

de A X C para evitar C 4 A, que

bloquearía el avance del PAR.

14 C3CR

No C X A, a causa de P 6 R. La

jugada 14 . . ...., C 3 R también hubiera

sido mala por la siguiente

continuación: 15. C XC, D XC;


16. P4AR, C4A; 17. P4CR, A4A

jaque; 18. R 1 T, C 6 R; 19. P 5 A. Por

otra parte, la movida más brillante

que correcta 15. C 4 R (después de

14 . . ...., C 3 R) no daría ventaja a

las blancas, en razón de 15. . ....,

e 3 C; 16. e X e, p X C; 17. e 3 C.

La jugada del texto es la mejor, ya

que elimina la presión de la dama

sobre 2 AR y facilita el desarrollo

de las negras.

15 TR 1 R

Para jugar P 6 R si las negras capturan

el alfil de 3 C.

15 C3R

16 A3R

Esta, que de ninguna manera constituye

una retirada obvia, es la jugada

más difícil de toda la partida

y el resulta do de media hora de

profundos y exactos cálculos. Si

16. C X C, después de P X C las

negras, lenta pero seguramente, obtendrían

mejor juego, pues el punto

4 D se hallaría perfectamente protegido

y podrían avanzar el P A D,

haciendo irresistible la falange de

peones. El P A R de las blancas -

su · arma para el contraataque- se

hallaría bloqueado por el peón de

3 R, por lo que, limitadas a un juego

totalmente pasivo, perderían el final.

La jugada del texto ofrece varias

oportunidades de sacrificio.

AJEDREZ MODERNO 29

ganancia de una pieza, a causa de

18. P 6 R, P X P; 19. A 5 R seguido

de C o A X P D. Sin embargo, con

D 5 C hubieran forzado el cambio

de damas obteniendo una partida

igual.

18 D3A

19 A3R

C3R

A5C

Por fin las negras desarrollan su

alfil de rey, y lo hacen ganando un

tiempo, ya que amenazan, con el

cambio del· alfil por el caballo, doblar

los peones blancos y dejar bloqueado

el alfil en 3 e para siempre.

20 A2D

21 D3C

0-0

Amenazando 22. C X P D, A X A;

23. C 6 A jaque, etcétera.

21 P4AR

DIAGRAMA 21

Negras

(Tchigorin)

16 cxc

Si 16. . ...., P 4 A D ?; 17.

C (4 D) X P, P 5 D, a lo que las

blancas ganan por medio de 18. C 6 D

jaque, amenazando A 4 T.

17 AX C C5A

Las negras tampoco se atreven a

jugar ahora P 4 A D con vistas a la

Las negras creyeron, probablemente,

que paraban la amenaza dando

acción a la torre sobre su punto

3 A R, pero ello es un error, pues

luego de 22. CXPD, AXA; 23. C6A

jaque, T X C; 24. P X T, A X T, las

blancas ganan inmediatamente por

medio de 25. A X C jaque ! Debió

retirarse el expuesto alfil de 5 e, en


30 BARNIE F. WINKELMAN

lugar de la jugada del texto. No estoy

de acuerdo con la opinión de

Tchigorin, de que hubiera obtenido

mejor partida con 21. ....., A 4 A,

pues a ello seguiría 22. A 3 R, A X A;

23. T X A con una posición rica en

posibilidades para ambos bandos,

basada, para las negras, en el avance

del P A D, y para las blancas en

el de AR.

22 C X PD

Esto no sólo conduce a la ganancia

de un peón, sino también al inmediato

colapso de la posición de las

negras.

22 PXC

Si 22. . ...., P 5 AR, las blancas

pueden mantener la posición mediante

D 4 C.

23 AXA

24 A6D

25 A X PD

TlD

T3C

D2AR

Se amenaza ganar la calidad con

A X C jaque, seguido de A 7 A D.

26 D3R

27 TX T

28 D6C

29 Axe

Blancas

IJ>r. Noa

PARTIDA 6

Ruy López

T3T

AXT

Al AD

Abandonan.

Negras

Tarrasch

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C C3A

4 0-0 CXP

5 TlR

El golpe 5. P 4 D conduce a un

ataque mucho más poderoso.

5

6, A4T

C3D

A2R

El peón sólo podría mantenerse

a costa de la posición y, aun así,

por poco tiempo: 6 . ....., P 3 AR;

7. P4D, P5R; 8. CR2D, P4AR;

9. P 3 AR, etc. Si 8. . ...., C X P D;

9. C X P R, C 3 R; 10. C X C jaque,

seguido de T XC jaque, o si 7 . . ....,

C2AR; 8. PXP, CXP; 9. C4D,

amenazando C 6 R y P 4 A R.

7 CXPR

8 TX C

9 P4D

10 TlR

cxc

0-0

C5AD

P4D

La pos1c10n se en cu entra ahora

completamente equilibrada.

11 P3AD

12 C2D

13 AX C

14 D 5T

15 D3T

A4AR

cxc

A3D

A3C

Aquí la dama se halla algo fuera

de juego (desplazada). Las blancas

debían jugarla a 5 e, a lo que las

negras no podrían evitar, sin desventaja,

el cambio, arribándose a

una posición casi segura de tablas.

15 P3AD

16 T2R

Las blancas no consideran el propósito

agresivo que lleva la movida

del P A D. Las maniobras subsiguientes

se desarrollan en base a la

falta de protección del alfil y de

la torre.

16 D3C

17 A3C

Si A 3 R, que era algo mejor; hubiera

seguido D 3 T, forzando la jugada

Al D.

17 P4TD


AJEDREZ MODERNO

Después de todo, las blancas de-

DIAGRAMA 22

ben efectuar ahora la movida A 3 R.

Negras

(Tarrasch)

31

18 A3R

19 AlD

P5TD

Podría haberse retirado al alfil

a 2 A y, luego de D X P C, recuperar

el peón mediante D X P T jaque,

seguido por A X A jaque y T X D.

Ahora las blancas se hallan muy retrasadas

en su desarrollo, mientras

las negras, paso a paso, consiguen

hacer más poderosa su ofensiva.

Blancas

(Dr. Noa)

Posición después de la. jugada. 25 • • • ,

T 5 R

19

20 T 1 AD

21 P4AR

TRIR

P4AR

Si 21. D 3 A, las negras obtienen

posición preferible con 21. .....,

P 5 AR; 22. A X P, D X P C !, o

TRIA.

21 T2R

El golpe 22. . ...., T 5 R, hubiera

sido malo a causa de 22. A 2 AD,

D X P C; 23. A 3 D, habría seguido

AXT.

22 TD2A

Todas las piezas blancas se encuentran

en una situación antinatural.

22

23 A 1 AD

TDlR

D4C

La entrada de la dama poco a

poco resulta interesante. Si las blancas

cambian la torre) entregan el

dominio de la columna de rey y deben

prevenir el jaque de la torre

en 8 R.

24 D3A

25 P3TD

D5AD

T5R

26 P3CR

Las blancas no pueden capturar

la torre inmediatamente, pues si

26. T X T, P A X T; 27. D 3 R (si

27. D2R, P6R !; 28. D X D, P X D;

29. T 2 R, A X P A) las negras· consiguen

una ventaja decisiva con

27 . . ...., AXPA; 28. DXA, TlAR;.

29. A 2 R !, D 6 C; 30. D 2 D, P 6 R !

26 .....

27 TXT

P4AD !

27. P. X P, A X P jaque !; 28. R2 Ct

P5D; 29. P X P, D X P abriría a las

negras nuevas líneas de ataque.

27 .....

28 D3R

PAXT

Si D 2 R; seguiría 28 . . ...., P 6 R;

29. D X D, P X D; 30. T2R, A4T;

31. TlR, AXA; 32. TXA, PXPD;

33. P X P D, A 2 AD; 34. T 1 R, A 3 C;

35. A X P (6 R) , A X P (4 D) ; 36.

R 2 A, A X P con ventaja para las

negras, ó 33 . . ...., P 4 CD; 34. T 1 Rt

p 5 e D; 35. p X pe, A X P; 36.

TXPR, TXT; 37. AXT1 P6TD ;

38. P X P, A X P, y las blancas deben

sacrificar el alfil por el P AD

28 D6D

29 DXD


:32

El cambio de damas sólo podría

haberse evita do temporariamente

con A2D.

29

Este fuerte peón pasado constituye

la principal ventaja de las negras.

30 T2AR

31 A2D

32 P 5AR

33 T 1 AR

BARNIE F. WINKELMAN

P4CD

A2R

A2AR

T 3 A R hubiera concedido mayores

probabilidades de empate.

33

34 PXP

35 A3AD

36 A3A

PXPD

A3A

T5R

Si T 4 AR, las negras obtienen

la. victoria por medio de 36. . ....,

A 4 C; 37. T 1 AR, A 6 R jaque, seguido

por A X PD, o si 37. T4C,

A 6 R jaque, y luego P 4 T R; o si

37. T 3 A, P 7 D.

36 A X PD j.

37 R2C

Era mejor 37. A X A, T X A;

"38. T 1 D. En tal caso las negras tendrían

solamente la siguiente continuación,

que prometía el triunfo :

:38. ....., T5AD ! ; 39. T X P,

T 8 AD jaque ; 40. R 2 A, T 7 A jaque,

seguido por T X P C.

37

38 AXT

39 PX A

40 R 2·A

41 R3R

AXA

PXA

A6CD

P7D

Si R 2 R seguiría A 4 A jaque.

41 P8D=D

Y las negras ganaron.

La apertura del peón de dama

Esta es la más difícil de todas las

aperturas. Por medio del avance del

P D se produce un juego «cerrado>;

los cambios en la primera parte del

juego son raros y todas las fuerzas

de ambos bandos, esto es, · tanto

las piezas como los peones, se hallan

activamente empeñados en la

·

a.cción.

Por medio de esta apertura pueden

desarrollarse tres líneas de juego,

y cada una o todas ellas, han sido

aconsejadas por los maestros:

(1) Se presenta un ataque sobre

el enroque de las negras, que es facilitado

por la eficiente colocación

del alfil de rey blanco en 3 D o en

1 C D y el de dama en 5 C R ó. 2 C D.

Esta fué la idea de los primeros

maestros de la escuela moderna, especialmente

de Pillsbury, que utilizó

la interclusión del C R con gran efectividad.

(2) Colocando la Ten 1 AD, existen

posibilidades de un ataque sobre

los peones adversarios del ala de

dama. Este aspecto del juego resulta

generalmente bastante aceptable para

las negras, en razón de que ellas

tienen muy pocas perspectivas de

éxito en un ataque sobre el reducto

del monarca adversario y, además,

porque con frecuencia poseen preponderancia

de peones en este flanco

del tablero.

(3) Por medio de C 5 R las blancas

obtienen un ataque promisorio, que

armoniza tanto con un plan de acción

sobre el flanco derecho como

sobre el izquierdo.

Ambos contendientes deben, por

consiguiente, hallarse preparados

contra cualquiera o todos estos ataques,

y por ello bien puede decirse

que la apertura del peón de dama

conduce a las posiciones más sutiles

y difíciles.


AJEDREZ MODERNO 33

Gambito de dama rehusado 4 A2D D2R

5 C3AD P3CD

VARIANTE I

6 P3R AXC

7

'Blancas Negras

AXA C5R

1 P4D P4D

2 P4AD P3R VARIANTE V

3 C3AD C3AR

Blancas Negras

4 A5C CD2D

5

1 P4D

C3AR A2R

P4D

2 P4AD

6 P3R P3AD

P3R

3

7 TDIA

C3AD

0-0

C3AR

8 A3D PXP

4 A5C CD2D

9 AXP C4D

5 C3AR A2R

10 AXA DXA

6 P3R P3AD

7 TDIA 0-0

y l posición resulta equivalente. 8 A3D PXP

9 AXP P4CD

10 A3D

VARIANTE 11

P3TD

11 P4TD A2C

Blancas

Neg·ras

1 P4D P4D

con una partida difícil.

2 P4AD P3AD

3 C3AR C3AR VARIANTE VI

4 C3AD PXP Defensa . Cambridge Springs

5 P4TD A4A

6 C5R CD2D Blancas Negras

7 C X P(4 A) D2A 1 P4D P4D

8 P3CR P4R 2 C3AR C3AR

9 PXP CXP 3 P4AD P3R

10 A4AR CR2D 4 C3AD CD2D

5 A5C P3AD

VARIANTE III 6 P3R D4T

7 PXP CXP

Blancas Negras 8 D3C A5C

1 P4D C3AR 9 TlA P4R!

2 P4AD P3R

3 C3AD A 5C VARIANTE VII

4 D2A P4D

5 P3TD A XC jaque Blancas Negras

6 DXA C5R 1 P4D P4D

7 D2A 0-0 2 C2D P3R

3 P3AD C3AR

VARIANTE IV 4 P3R P4AD

5 A3D CD3A

Blancas Negras

6 CR3A A3D

1 P4D C3AR 7 P4R PXP

2 C3AR P3R 8 CXP cxc

3 P4AD A5C jaque 9 A XC etc.


34 BARNIE F. WINKELMAN

Blancas

Scheve

1 P4D

2 C3AR

PARTIDA 7

Peón de dama

Negras

Tarrasch

P4D

P4AD

Jugando, de este modo, el Gambito

de dama con las negras.

3 P3AD

4 A4A

5 D2A

P3R

D3C!

Era malo D 2 D a causa de C 3 A R

y C 5 R; pero la dama también se

halla mal ubicada en 2 A, pues estará

muy pronto expuesta al ataque

de la torre negra desde 1 A D. D 3 C

era lo mejor. Las negras, sin embargo,

hubieran obtenido pronto alguna

ventaja de posición por medio

del rápido desarrollo de su flanco

de dama, que luego sería más y más

acentuado.

5

6 PXP

Si el caballo captura, las negras

consiguen establecer más pronto o

más tarde un fuerte centro por el

avance del P R.

6

7 P3R

8 C3A

9 A2R

10 0-0

11 P3TD

C3AD

A2D

TIA

C.3A

A2R

Esto debilita la posición de los

peones del ala de la dama; era mejor

preparar una segura retirada para

el alfil de 4 A, que se encuentra tan

bien colocado, por medio de P 3 T R.

11

12 A3C

C4TR

CXA

13 PT XC

14 A3D

0-0

Las blancas dirigen su ataque sobre

el flanco de rey, y las negras

operan en el centro y en el ala de

dama. Estas conducen las operaciones

con mayor cantidad de fuerzas

en este sector que las que puede

concentrar su oponente en el otro

y, por tal causa, obtienen éxito,

mientras que el primer jugador es

rechazado en su intento.

14 P3CR

15 R2T

Para continuar el ataque con T 1 T.

Las negras ahora contemplan el

avance central mediante P 3 A R,

A 1 R, A 2 A R y P 4 R, que resulta

un plan lleno de promesas. Sin embargo,

primero inducen a su adversario

a jugar C 5 R.

15 C4TD

16 C5R

Un error, a causa del cual las

negras ganan por lo menos dos tiempos

para la ejecución de su idea.

16

17 TR 1 T

18 C 3 A

AlR

P3AR

El sacrificio en 6 C R resulta, naturalmente,

fútil.

18 C5A

Este golpe resulta ahora más fuerte

que el avance en el centro, ya

que conduce finalmente al cambio

del alfil blanco y, como consecuencia,

las perspectivas de ataque al

enroque desaparecen por entero.

Además las negras obtienen la decisiva

ventaja de dos activos alfiles

contra dos caballos.

19 TD 1 C D4TD


Amenazando C X PT o C X P C.

La posición de las blancas en el flanco

de dama se vuelve más y más

precaria.

20 Axe

21 D2D

22 T 1 TD

TXA

A2A

TRlA

Las negras nunca llevan a cabo la

maniobra central que habían imaginado,

porque su acción en la columna

de AD es mucho más decisiva.

23 P4CR

Para poder jugar P 3 C R y R 2 C.

Las blancas insisten en su plan de

ataque a lo largo de la columna de

T R. Era mejor abandonarlo llevando

la T R a 1 AD, para oponerse a

las torres adversarias dobladas.

23 P3CD

Las negras tomaron el peón con

la idea de jugarlo a 4 e, pero a último

momento advirtieron que entonces

su oponente podría responder

con C X PD.

24 P3 CR P4CR

AJEDREZ MODERNO

35

A D, expulsando al caballo de 3 A,

luego de lo cual la entrada de la

torre debe ser de efectos. decisivos.

26 CR2R

27 R2C

28 T2TD

D3C

P4TD

A fin de defenderse contra

28. . ...., P 5 C; con 29. P X P,

P X P; 30. C 4 T, D 3 A (si 30 . . .... ,

D 4 C; 31. P 3 C) ; 31. D 1 D, T 2 A;

32. e 5 A, ó 31. p 3 e, T 7 A; 32. TXT,

D X T; 33. D X D, T X D; 24. T 1 R.

28

29 DlD

D3A

A3C

Aquí también P 5 C podía haber

sido prematuro a causa 30. P X P,

PXP; 31. C4T, T2A; 32. C5A.

30 D 1 T

31 PX P

32 T6T

DIAGRAMA 23

Negras

(Tarrasch)

P5C

PXP

DlR

Impidiendo que las blancas mejoren

su posición en base al sacrificio

.P 5 C R y, a P X P, C 5 R. Si hubieran

intentado esta maniobra en la

movida previa, el caballo de 5 R podría

haber sido interpuesto por medio

de A 3 D. Con la jugada del

texto las negras obtienen también

una excelente casilla en 3 C para su

AD,· que podrá actuar desde allí

tanto en el ataque como en la defensa.

25 CR 1 C P4CD

El único procedimiento que tienen

las negras es abrir la columna de

Blancas

(Scheve)

Posición después de la jugada 32. T 6 T

Por medio de la gran presión en

la columna abierta, las negras han

nevado a su oponente a una posición

perdida. Si las blancas mueven el

caballo amenazado, con T 7 A comienza

el ataque final, tan largamente

preparado.


36 BARNIE F. WINKELMAN

33

34

35

36

TXPR

CXP

T6C

T6TD

DIAGRAMA 24

Negras

(Tarrasch)

PXC

D2D

AlD

DXPC

El primer error, que concede a las

blancas alguna ventaja posicional.

7 PXP

8 0-0

9 CD2D

10 P4AD

11 TlAD

A3D

0-0

A2D

TlAD

A5A

Evidentemente, esto induce a jugar

P 3 C R, que debilita la posición

del flanco de rey para iniciar luego

un ataque en la diagonal 3 AD -

8 T R, con la dama y el alfil. Las

blancas ya poseen un juego algo

mejor, cualquiera sea la respuesta

de su adversario.

Blancas

(Scheve)

Posición después de la jugada 36 . . ., D X P C

37 P3AR

38 P4R

39 PXP

40 DlR

41 T7T

42 RlC

D4A

PXP

D5C

TXPD

A X P jaque

A3CD

Las blancas abandonan; ésta es

una de mis mejores partidas.

Blancas

Tarrasch

PARTIDA 8

Peón de dama

Negras

Tchigorin

1 P4D P4D

2 P3R C3AR

3 A3D P3R

Es más fuerte C 3 AD, preparándose

para P 4 R, como el propio

Tchigorin jugó contra mí más tarde,

en el Torneo de Hástings.

4 C3AR

5 P3CD

6 A2C

P4AD

C3A

PXP

12 T l R

Para impedir C 5 R; ahora la columna

de rey resulta valiosa.

12

13

P 3 C R

C2R

AlC

Si el alfil se retira a 3 T R, se hallará

mal ubicado después del golpe

C 5 R y P 4 A R, aunque las negras

maniobren en base a P 3 C R y A 2 C.

14 C5R

La posición de las blancas es, a

cada movida, más favorable, y las

negras se encuentran ya luchando

contra varias dificultades.

14

15 A 1 CD

A3A

Axe

Este cambio es malo, ya que deja

a las blancas con dos alfiles ; aumenta

la eficacia del que está en 2 e y,

como resultado de la expulsión del

caballo de 3 AR, se presenta la oportunidad

para un ataque sobre el rey

negro. Probablemente Tchigorin quiso

evitar el cambio del alfil de 3 A.


No creo que otra continuación, como,

por ejemplo, C 3 C o C 2 D, pudiera

dar la igualdad. Las blancas,

a esta altura de la lucha, tienen una

posición tan poderosa, que si no se

les presentara nada mejor podrían

obtener la preponderancia de peones

en el ala de dama, por medio

de P5AD.

16 PXA

17 D5T

18 TDlD

C2D

P3TR

Una jugada modesta pero sutil,

por la cual el primer jugador fortifica

su posición, haciéndola más

efectiva. Un ataque directo, con

C 3 A, por ejemplo, con la idea de

llevarlo a 5 C, 7 T y 6 A, hubiera

resultado menos bueno, ya que permitiría

a las negras defenderse más

fácilmente.

18 DlR

19 D2R

Las negras intentan aliviar su situación,

en gran parte, con P 4 A R.

La dama atacaría ahora desde la casilla

3 D.

19 C4AD

20 PX P

AJEDREZ MODERNO 37

Otra vez las negras sólo pueden

elegir entre varios males. Se encuentran

en la disyuntiva de permitir

que el caballo se ubique en 6 D o

cambiar su alfil con el que esperaron

obtener su contraataque. En este caso,

las blancas se hallarían aseguradas

contra todo peligro y lucharían

ventajosamente con dos activísimos

alfiles contra dos caballos. Por otra

parte, no tardaría en producirse el

ulterior desarrollo del ataque (quizá

por medio de P 4 A R y P 4 C R) .

21

22 C6D

D3A

TDlD

Si 22 .. ...., A 6 A, las blancas obtendrían

el triunfo con 22. D 2 A,

C 3 C; 23. C X T, A X T, C 7 R jaque,

o con 23. C X T, amenazando C X C

jaque. Mejor que la jugada del texto

era T 2 A, pero de cualquier manera

la partida no tenía ya salvación.

23 T 1 AD

DIAGRAMA 25

Negras

(Tchigorin)

De nuevo la jugada justa.

20

Si toma el caballo, seguiría C 4 A

y 6 D. Si captura el peón, las blancas

continuarían el ataque mediante

P4AR-5AR

21 C4A

Blancas

(Tarrasch)

Posición después de la jugada 23. T 1 A D

La jugada decisiva. Las blancas

ahora amenazan ganar el caballo de

5 A, con P 4 C D y con D 2 A. Por

consiguiente, la pieza está perdida.

23

24 P4CD

25 D2D

26 PX C

27 D X PT

28 A4R

P3CR

A6A

P3CD

PXP

TIC

TXA


38 BARNIE F. WINKELMAN

En caso de A X A, las blancas ga-

VARIANTE III

nan fácilmente por medio de T X A

y T4TR. Blancas Negras

1 P4R P3R

29 AXD CXA 2 P4D P4D

30 C4R AXC 3 C3AD A5C

31 TXA Abandonan. 4 P5R P4AD

5 A2D PXP

Defensa Siciliana

6 C5C

Blancas

Negras

VARIANTE IV

1 P4R P4AD

2 C3AR C3AD Blancas Negras

3 P4D PXP

1 P4R P3R

4 CXP P3D

2 P4D P4D

5 A2R P3CR

6 A3R A2C

3 C3AD C3AR

7 0-0 C3AR

4 A5CR A2R

8 C3AD P3TD 5 P5R CR2D

6 AXA DXA

con un juego excelente. 7 D2D 0-0

Defensa Francesa

La jugada P 3 T D no se considera

ya necesaria.

Blancas

VARIANTE I 8 CID P4AD

9 P3AD C3AD

Negras

1 P4R P3R

2 P4D P4D Gambito Muzio

3 C3AD C3AR

4 A5C A5C Blancas Negras

5 P5R A XC jaque 1 P4R P4R

6 PXA P3TR 2 P4AR PXP

7 A2D C5R

3 C3AR P4CR

8 D4C P3CR

4 A4A P5C

9 P4TR

5 0- 0 PXC

6 DXP D3A

VARIANTE II

Blancas Negras Gambito Evans Rehusado

1 P4R P3R

Blancas

Negras

2 P4D P4D

3 C3AD A5C 1 P4R P4R

4 CR2R PXP 2 C3AR C3AD

5 P3TD A2R 3 A4A A4A

6 CXP 4 P4CD A3C


Apertura Ponziani

AJEDREZ MODERNO 39

Apertura Zúkertort

Blancas Negras Blancas Negras

1 P4R

P4R

2 C3AR C3AD

3 P3AD C3A

4 P4D CXPR

5 P5D ClC

Apertura del alfil de rey

Blancas

Negras

1 C3AR P4D

2 P4D P3R

3 P3R C3AR

4 A3D P3CD

5 P3A A2C

Blancas

Defensa Caro-Kann

VARIANTE I

Negras

1 P4R P4R 1 P4R P3AD

2 A4A C3AR 2 P4D P4D

3 C3AD C3A 3 P5R A4A

4 P3D A5C 4 A3D AXA

5 A5CR P3D 5 DXA P3R

Gambito Sal vio

VARIANTE II

Blancas

Negras

Blancas

Negras

1 P4R P3AD

·1 P4R P4R 2 P4D P4D

2 P4AR PXP 3 PXP PXP

3 C3AR P4CR 4 A3D C3AD

4 A4A P5C 5 C3AR C3A

5 C5R 6 C3A A5C

Contragarnbito Central

VARIANTE III

Blancas

Negras

Blancas

Negras

1 P4R P3AD

1 P4R P4D

2 P4D P4D

2 PXP DXP

3 C3AD PXP

3 C3AD DlD

4 CXP A4A

4 P4D C3AR

5 C3C A3C

5 A4AD A5C 6 C 3 A, etc. o

4 C3A

5 cxc PR o

Gambito Evans

PCXC!

Blancas

Negras

Apertura Inglesa

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

Blancas Negras

3 A4A A4A 1 P4AD C3AR

4 P4CR AXPC 2 C3AR P4D


40 BARNIE F. WINKELMAN

3 P3CD A4A 4 C3AR CXP

4 A2C P3R 5 P4D P4D

5 P3CR A3D

6 A2C 0-0

6 A3D A2R

7 P3D P3AD

8 0-0 CD2D Gambito Allgaier

9 CD2D D2R

Blancas

Negras

1 P4R P4R

Apertura Central 2 P4AR PXP

VARIANTE I

3 C3AR P4CR

4 P4TR P5C

Blancas Negras

5 C5C P3TR

6 C XPA RXC

1 P4R P4R

2 P4D PXP

3 DXP C3AD

4 D3R C3A

Gambito Kieseritzky

5 A2D P3CR Blancas Negras

6 C3AD A2C 1 P4R P4R

2 P4AR PXP

VARIANTE II

3 C3AR P4CR

4 P4TR P5C

Blancas Negras 5 C5R CR3A

6 A4A P4D

1 P4R P4R

7 PXP A3D

2 P4D PXP

8 0-0 Axe

3 DXP C3AD

(Gambito Rice)

4 D3R C3A

9 TlR D2R

5 P5R C5C

10 P3A P6C

6 D4R P4D

7 P X P a. p. jaque A 3 R

8 PXP D 8D jaque

9 RXD C X P jaque

Gambito del Rey Rehusado

Blancas

Negras

1 P4R P4R

Gambito del Rey

2 P4AR P4D

Blancas Negras 3 PXPD P5R

1 P4R P4R 4 P3D C3AR

2 P4AR PXP 5 PXP CXP

3 C3AR P4CR

Defensa Petrov

Blancas

Apertura Vienesa

Negras

Blancas Negras 1 P4R P4R

1 P4R P4R 2 C3AD C3AD

2 C3AR C3AR 3 P4AR PXP

3 CXP P3D 4 C3A CR2R


Apertura de los Cuatro Caballos

AJEDREZ MODERNO 41

Blancas

VARIANTE IV

Negras

VARIANTE I

1 P4R P4R

Blancas Negras 2 C3AR C3AD

1 P4R P4R 3 C3A C3A

2 C3AR C3AD 4 A5C A5 C

3 C3A C3A 5 0-0 0-0

4 A5C A5C 6 P3D P3D

5 0-0 0-0 7 A5C AXC

6 P3D P3D

7 A5CR AXC

8 PXA C2R

8 PXA D2R

9 TlR ClD

10 P4D P3A Defensa Alekhine

11 Al AR C3R

12 Al A

VARIANTE I

Blancas

Negras

VARIANTE II

1 P4R C3AR

Blancas Negras 2 P5R C4D

1 P4R P4R 3 P4D P3D

2 C3AR C3AD

3 C3A C3A

4 A5C A5C

5 0-0 0-0

VARIANTE II

6 P3D P4D

Blancas Negras

7 AXC PXA

8 CXPR D3D 1 P4R C3AR

9 P4D PXP 2 P5R C4D

10 P4TD !, A3T, etc. 3 P4AD C3C

4 P4D C3AD

5 A3R P3D

VARIANTE III 6 P4AR

Blancas

Negras

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

Apertura Reti

3 C3A C3A Blancas Negras

4 A5C C5D

1 C3AR P4D

Las blancas pueden elegir entre

2 P4A P3AD

3 P3CD C3AR

5 A4T, A4A, CXC y CXPR 4 A2C A4A

5 P3D P3R

que dan posiciones equivalente. 6 CD2D A3D


42

Blancas

Defensa Holandesa

VARIANTE I

BARNIE F. WINKELMAN

Negras

1 P4D P4AR

2 P4R PXP

3 P3AR PXP

4 CXP C3AR

Blancas

VARIANTE II

Negras

1 P4D P4AR

2 C3AR C3AR

3 P3CR P3R

4 A2C A2R

5 P4AD C3AD

Blancas

VARIANTE II

Negras

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A4A C3A

4 C5C P4D

5 PXP C4TD

6 A5C jaque P3A

7 PXP PXP

8 A2R P3TR

9 C3A P5R

10 C5R D2A

Blancas

Apertura Escocesa

Negras

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 P4D PXP

Defensa de los Dos Caballos

Blancas

1 P4R

2 C3AR

3 A4A

4 P4D

VARIANTE I

Negras

P4R

C3AD

C3A

PXP

Las negras no tienen nada mejor

que la captura.

4 A4A

5 0-0

C3A

A4A

En este momento, en lugar de

5. . ...., A 4 A, puede emplearse

C X P, con buen juego.


CAPÍTULO IV

EL DESARROLLO DEL AJEDREZ MODERNO

El estudiante ha aprendido ya lo

esencial del juego; ha analizado varias

variantes de las aperturas y ha

reproducido las partidas que hemos

dado como ejemplos de táctica correcta.

Ahora se encuentra preparado

para asimilar los principios que

sustentan el juego de los maestros

modernos. Persiguiendo este propósito,

en los siguientes capítulos daremos

un pequeño sumario de sus

principales características desde los

días de Pablo Morphy y Howard

Staunton. Sin embargo, podrá comprender

mejor los métodos empleados

por los modernos expertos, si

aclaramos las condiciones en que se

celebran los torneos y la tarea que

en ellos realizan.

El maestro de ajedrez, por lo general,

es un hombre de aguda inteligencia

que se ha dedicado al juego

desde temprana edad, manifestando

muy pronto un poderoso talento ajedrecístico.

Fascinado por su belleza,

le entrega todo su tiempo y esfuerzos,

participando en torneos y complementando

esas tareas con exhibiciones

y lecciones. Le son familiares

todos los libros importantes que se

han escrito sobre el ajedrez, conoce

todas las partidas de torneos y

matches jugados en muchos años;

posee alguna nueva línea que ha

preparado cuidadosamente, siempre

se halla estudiando y, en esos torneos,

prueba su propia habilidad enfrentando

a los mejores expertos del

mundo. Sus métodos son comparables

a los del abogado que se informa

de las últimas decisiones de las

Cortes. También pueden compararse

con los del científico o con los del

médico especialista, que trabaja en

su laboratorio y, al propio tiempo,

s'e mantiene en contacto con los últimos

descubrimientos de sus colegas

a través de las diferentes publicaciones

científicas.

El maestro de ajedrez es esencialmente

un científico y los torneos

constituyen el campo de batalla de

nuevas ideas. Conoce prácticamente

todas las viejas líneas de juego y,

a menos que haya preparado una

nueva, prefiere actuar en un terreno

sólido. Desea siempre dominar

ampliarriente lo que juega y trata

de evitar las aventuras que entraña

lo desconocido. Naturalmente, muchos

de ellos poseen su propia idiosincrasia,

pero tienen gran respeto

por sus adversarios y se conducen

cautelosamente. Tal es la causa del

gran número de empates que se registran.

Por otra parte, en los primeros

tiempos de la historia del

ajedrez, la diferencia entre los jugadores

era mayor que en la actualidad.

Las partidas brillantes, plenas

de colorido, que sólo pueden presentarse

en base a la gran superioridad

establecida por uno de los contendores,

eran muy frecuentes. Hoy>


44 BARNIE F. WINK.ELMAN

que el conocimiento ajedrecístico se mundo durante veintiséis años, fué

halla mucho más ampliamente ex- también un gran exponente del estendido,

debido a los frecuentes co- tilo simple. Nunca demostró desear

tejos que se realizan, la diferencia las complejidades en las que el reexistente

entre los maestros es tan sultado podría presentarse dudoso.

pequeña, que las victorias deben ser Pero de Lásker se ha dicho que juforjadas

en base a ventajas míni- gaba P 4 R con vistas al final, y como

mas. Por ello el juego espectacular la confianza en su propia fuerza es

casi ha desaparecido.

otra de las características del maes-

Como una resultante de su talen- tro de ajedrez, siempre deseaba el

to, complementado por el estudio y combate pleno'. Quería entrar en el

las partidas magistrales, el experto medio juego con todas sus piezas y

alcanza un alto grado de eficiencia movilizarlas con el fin de efectuar

y. por ello, el más pequeño error operaciones en gran escala. Y de su

de parte de sus adversarios, los lleva estilo y simplicidad, un maestro congeneralmente

al desastre. Por lo temporáneo escribió: «Es agua límtanto,

es natural que su proceso pida y pura, con un rastro de veneno

mental sea diferente al del aficio- en ella».

nado común o al del principiante. La generación más joven de maes­

Sabe que el ajedrez se encuentra tros desdeña la simplicidad. Llenos

lleno de las sorpresas más inespera- de confianza en sus conocimientosr

das, y que la derrota puede acechar buscan las complicaciones, más bien

en las más inocentes combinaciones. que las evitan, entrando en posicio­

Por consiguiente, su juego en la nes de extraordinaria profundidad.

apertura es un esfuerzo para actuar Un jugador de esta clase era Alekhien

líneas ya conocidas y ev:itar los ne. Sus encuentros con los maestros

mil lazos que sabe existen a cada más viejos, cuidadosos de la simplipaso.

Siempre está precavido contra cidad, constituyen un gran estudio.

variantes especialmente preparadas Una notable partida jugada por él

o nuevas ideas que pueda traer a contra Capablanca en el Torneo de

la lucha su adversario. Traducido al Nueva York, de 1927, es un notable

lenguaje de la ley, su reacción ante ejemplo del más joven invitando a

cualquier movida se asemeja a una las complicaciones, en un intento de

verdadera pesquiza. Su primer im- avasallar al simple estilo del entonpulso

consiste en revocar lo que los ces campeón mundial. En tal enmaestros

han jugado anteriormente cuentro la simplicidad rechazó el

en la misma situación. Su juicio ori- ataque y triunfó, pero Alekhine ha

ginal comienza después de haber conquistado muchas espléndidas parcomparado

mentalmente las dife- tidas empleando esa táctica. El más

rentes líneas adoptadas por aquéllos reciente adversario de la simplicien

el pasado. Sin embargo, no debe dad fué Nimzóvitch, cuyo estilo era

inferirse de lo expuesto que el juga- más hipermoderno que el de los

dor maestro siempre busca la segu- hipermodernos, y puede ser definiridad.

Existe cierto número de ju- do como temerario. El maestro dagadores

cuya táctica parece ser la nés no sólo invitaba a las compli­

«simplicidad a toda costa». Ello ha caciones, sino que a sabiendas coconstituído

la notable característica rría peligros y permitía la creación

de Capablanca. Emanuel Lásker, de debilidades y presiones en su

que mantuvo el campeonato del campo, con el objeto de obtener


AJEDREZ MODERNO 45

pos1c10nes en las que, fuera de las calidad menor». La calidad, naturalsendas

conocidas, poder evitar las mente, consiste en cambiar una torre

variantes de tablas, en la creencia del adversario por un alfil o caballo

de que podría eliminar todos los del propio bando. En la actualidad,

peligros en base a su poder de com- la posesión de dos alfiles contra alfil

binación superior, y mayor capaci- y caballo del enemigo, se considera

dad para juzgar la posición resul- prácticamente suficiente para forzar

tante. Tales partidas son ganadas o la conquista de la victoria, en las

perdidas por un pequeñísimo mar- fases combinadas del medio juego

gen, y un ataque victorioso es lle- y el final.

vado a cabo por el maestto cuya El mayor conocimiento general de

propia posición se halla peligrosa- las aperturas por parte del público,

mente suspendida al borde del abis- y su conocimiento de las tácticas del

mo. Naturalmente, esas partidas medio juego, han obligado al maesson

las más difíciles del ajedrez tro a dedicarse al final, que resulta

moderno.

la parte más difícil. Los recientes

Según juegue la apertura, el ex- trabajos de Henri Rink, del profeperto

tiene un bosquejo general de sor Berger y otros notables compolas

posiciones que se presentarán en sitores de finales, han llevado a la

la fase media, y sabe el tipo general generalidad de los maestros a condel

final que desea obtener. El co- siderar la realización de las posibinocimiento

de las aperturas se ha lldades que ofrece esta parte del

hecho más y más profundo, y las juego, y actualmente es el final lo

maniobras en las posiciones del me- que constituye la diferencia entre el

dio juego han sido estudiadas año gran maestro y el experto. El que

tras año cada vez más intensiva- fuera campeón de Gran Bretaña,

mente. Los varios métodos por los Mir Sultan Khan, ha llamado la

cuales los maestros del pasado han atención de los europeos sobre la

transformado ciertas pequeñas ven- gran importancia que se le ha dado

tajas del medio juego en finales en la India al final de partida. Es

ganadores, han sido estudiados, y mi creencia que esta fase del juego

constituyen lo que se conoce por la constituye un gran territorio inex­

<{técnica» del juego. Con este cono- plorado, y que la tarea de los maescimiento,

el ajedrez se ha hecho más tros en las próximas décadas conprofundo

y las ventajas han llegado sjstirá en sistematizar y clasificar

a ser más sutiles de década en déca- los diferentes tipos de finales y desda.

Hace treinta años, se conside- arrollar los métodos ganadores en

raba a un maestro de un tempera- varias de las posiciones que hoy se

mento especial, porque retenía sus estiman como empates.

dos alfiles a toda costa, creyendo Con este bosquejo general, volvaque

su posesión constituía una ven- mos a los días de Ruy López y Filitaja

sobre el caballo y alfil de su dor, y examinemos la contribución

adversario. Una década más tarde, de los grandes maestros del pasado

el cambio de un caballo por el alfil al desarrollo del ajedrez moderno,

oponente era considerado una ven- reproduciendo algunas de sus partaja

y, al respecto, una notable au- tidas y notas, y también, la peculiar

toridad lo definió como «ganancia de calidad de su obra.


CAPÍTULO V

DAMIA NO, RUY LOPEZ Y SALVIO

En el año 1813 fué publicado en

Inglaterra un volumen especial incorporando

al idioma una traducción

sobre Damiano, Ruy López y

Salvio. El libro es de gran interés,

ya que Damiano fué de los primeros

en escribir un tratado refer'ente

al ajedrez, el cual apareción en Roma

en 1512, en italiano. La primera

edición de Ruy López se imprimió

en España en 1651. Su influencia

sobre nuestro juego puede inferirse

teniendo en cuenta las numerosas

traducciones que del mismo se han

llevado a cabo. Aun puede verse

una traducción francesa de 1655 que,

aparentemente, tuvo amplia difusión.

El trabajo de Salvio fué publicado

en el año 1604.

El valor de este volumen se acrecentó

por los comentarios agregados

por el editor, referentes al estado

del ajedrez en 1813.

Para los expertos modernos las

aperturas y variantes tratadas presentan

una apariencia extraña y

desusada. Sin embargo, esas movidas

de apertura no indican la fuerza

ajedrecística de los antiguos. Es en

el juego de las aperturas donde se

han efectuado los más grandes adelantos

de década en década, y una

vez terminada esta fase del juego,

esos autores hubieran presentado

una lucha muy difícil a los maestros

modernos. Esas viejas partidas nos

recuerdan que el ajedrez de hoy

posee la experiencia acumulada de

las investigaciones de cuatro centurias

de jugadores, sin entrar a considerar

los mil años de juego adicionales,

antes de que las variantes

hayan llegado a ser como las presentaran

Damiano y Ruy López.

La fuerza ajedrecística actual que

tendrían esos maestros, puede ser

medida por su medio juego y por

los finales y problemas que han

llegado hasta nosotros. Algunos de

ellos contienen ideas de extraordinaria

profundidad que aun no han

sido sobrepujadas. En cierto sentido,

debemos considerar a estos jugadores

y analizadores como explotadores

y descubridores, que en el

siglo XVII se aventuraran sobre los

entonces desconocidos mares del

ajedrez.

Advierto al estudiante contra el

empleo abusivo de estas viejas variantes.

Es mi creencia que jugar

bien es materia de hábito, y que

el instinto de imitación es muy poderoso

en ajedrez, como sucede también

en otros juegos como ser el golf

y el tenis. El estilo de estas viejas

variantes resulta arcaico y sólo tienen

interés histórico. Debe efectuarse

un trabajo intensivo con las partidas

más modernas, y es por tal

razón que las mismas constituyen

la parte principal de este volumen.


Blancas

DE DAMIANO

Primera Partida

Negras

1 P4R P4R

2 C3AR C3AR

3 CXP CXP

4 D2R D2R

5 nxc P3D

6 P4D P3AR

7 P4AR PDXC

8 PDXP CD2D

9 C3AD PARXP

10 CD5D D3D

11 PARXP D3AD

12 A5CD D4AD

13 A 3 R ganando la dama.

AJEDREZ MODERNO 47

5 A5CD P3D

6 P4D PXP

7 P X P A 5 C jaque

8 C3A A2D

9 O - O «Y vuestra partida es

muy buena>.

Completamente cierto, señor López,

aunque fuera jugada en la actualidad.

DIAGRAMA 26

Negras

Segunda Partida

Blancas

1 P4D.

2 P4AD

3 P4R

4 P4TD

5 PTXP

6 P3CD

7 AR X P jaque

8 DXP

9 D X A jaque

10 DXD

Negras

P4D

PXP

P4CD

P3AD

PAD XP-

PXP

A2D

ADXA

D2D

CD X D etc.

Ambas variantes se hallan completamente

fuera de uso.

Blancas

Blancas

Primera partida

De Ruy López

Segunda Partida

1 P4R

2 P3AD

3 D2A

4 P4AR

5 C3AR

6 P4D

7 D X C y ganan.

Negras

P4R

C3AR

A4A

C5C

C7A

PXPD

Blancas

DE RUY LOPEZ

1 P4R

2 P3AD

3 D2A

4 C3AR

Primera Partida

Negras

P4R

C3AR

A4AD

C3AD

Blancas

Tercera Partida

Negras

1 P4R P4R

2 A4A A4A

3 P3AD C3AR

4 P4D PXP

5 PXP A5C jaque

6 A2D A X A jaque·

7 C X A etc.


48 BARNIE F, WINKELMAN

Blancas

Cuarta Partida

1 P4R

2 A4A

3 P3AD

4 P4D

5 PXP

6 A X PA jaque

7 D 5 D jaque

8 D XC etc.

Quinta Partida

Negus

P4R

A4A

C3AR

A3C

CXP

RXA

RlR

5 P4AR PXPAR

6 P4D A3C

7 A D X P y las blancas están

mejor.

Trigésimacuarta Partida

Blancas

Negras

1 P4R P4D

2 PXP DXP

3 C3AD DlD

4 P 4 D con mejor partida.

Blancas

1 P4R

2 A4A

3 P3AD

Blancas

Séptima

1 P4R

2 A4A

3 D2R

4 P3AD

Partida

Negras

P4R

A4A

D 2 R etc.

Negras

P4R

A4A

P3D

C3AR

Cuadragésimasegunda Partida

Blancas

1 P4R

2 C3AR

3 A5C

4 Axe

5 CXPR

6 RXA

7 RlR

con mucho mejor juego.

Negras

P4R

C3AD

A4A

PD XA

A X PAR jaque

D 5 D jaque

nxc

Quincuagésimasegunda partida en la forma que fué anotada por Ruy López

1 B. P R 2 casillas

2 B. C R a su casilla 3 A

3 B. A R a su casilla 4 A D

4 B. P A D 1 casilla

5 B. PR lo toma

6 B. AR a la casilla adversaria

4 CD y jaque.

7 B. D a su casilla 3 C

8 B. D toma AD y jaque

9 B. D a su casilla 2 R

Estas variantes del Ruy López

son muy instructivas. Difieren de

las aperturas modernas en, la forma

N. Igual

N. P D 1 casilla

N. P AD 1 casilla

N. P D 1 casilla

N. PAD toma PR

N. A D a su casilla 2 D

N. AD toma AR

N. D a su casilla 2

N. P A R 1 casilla y las negras

tienen un buen juego.

más bien que en substancia, y la

posición alcanzada es digna de un

estudio cuidadoso.


DE SALVIO

Algunas de las variantes de Salvia

carecen de valor actualmente, a causa

de que el método que entonces se

empleaba para enrocar era diferente.

No obstante daremos algunas aperturas

del mismo.

AJEDREZ MODERNO 49

3 C2R A4AR

4 CD3AD D2D

5 P4D P3R

6 C3CR A3CR

7 A4AD C3AR

8 enroque al estilo antiguo.

PARTIDA 3

Blancas

PARTIDA 1

Negras

1 P4R P4AD

2 A4AD C3AD

3 P3AD P3R

4 C3A P4D

5 PRXP PRXP

Blancas

1 P4R

2 PXPD

PARTIDA 2

Negras

P4D

D X P

Blancas

1 P4D

2 P4AD

3 P4R

4 P4TD

5 PXPCD

6 P3CD

7 PCDXP

8 A4AR

9 CR3A

10 P5D

Negras

P4D

PXP

P4CD

P3AD

PADXP

P5CD

P4TD

D2D

P3AR

Las negras tienen sus piezas sin

agilidad, trabadas, y por tanto una

mala partida.


CAPÍTULO VI

Lf ESTRATEGIA. DE LOS TORNEOS MODERNOS

El torneo moderno de ajedrez

constituye uno de los pocos encuentros

al margen del atletismo físico,

donde los hOmbres pueden batirse

en un terreno de probabilidades

equivalentes, sin mayor ayuda de

la suerte. El público cree generalmente

que estos cotejos son puramente

mentales, pero no es así.

Daremos algunas sugestiones al estudiante

que pueda alguna vez tomar

parte en uno de ellos.

En primer lugar, el ajedrez resulta

una lucha tanto física como

mental. Un torneo o «match» es una

sucesión de diarias batallas y, a

menos que los contendores se encuentren

en la mejor condición física,

el esfuerzo de la mente y del

cuerpo resultarán una carga demasiado

pesada para resistirla. Un

cuerpo sano tanto como una mente

en igual condición, es el requisito

previo del maestro de ajedrez. Alekhine,

Lásker, Capablanca, etc., no

sólo constituyeron espléndidos ejemplares

de virilidad física, sino que

tuvieron también una extraordinaria

coordinación de la mente y el

cuerpo. Todos ellos se mantenían en

<(training» físico para sus encuentros

ajedrecísticos. Lo mismo podemos

decir de Euwe.

La tarea de jugar durante cuatro

o cinco horas resulta realmente difícil;

aun con la preparación adecuada,

se encuentran dificultades para

asegurar el balance de la acción física

y mental que requiere el cuerpo

humano. Para alcanzar este propósito,

hay maestros que ejercitan alguna

especie de actividad física coincidente

con las partidas que deben

jugar.

El ajedrez es además materia de

temperamento y de juicio. El jugador

que permite que pequeños inciden

tes actúen sobre sus nervios o

deja que la pérdida de una partida

lo descorazone, o una mala iniciación

incida sobre su moral, actuará

deficientemente aunque posea gran

habilidad ajedrecística.

En esta clase de encuentros, como

sucede también en otras actividades

deportivas, algunos j u g adores se

desempeñan mejor bajo un estado

de tensión -«corazón luchador» denominan

los atletas a esta condición-

y esta cualidad les resulta

esencial para obtener la victoria.

Sin embargo, el jugador hábil que

permite que la excitación nerviosa

del cotejo afecte su desempeño, podrá

ser considerado como un talentoso

experto, pero raramente figurará

a la cabeza de un torneo.

Emanuel Lásker, en una entrevista

efectuada hace muchos años, dijo

que los maestros eran tan igualmente

fuertes, que en un gran torneo la

victoria podría ser alcanzada por.

cualquiera de ellos, y que el jugador

que permite que el triunfo se le

suba a la cabeza, pronto se encontrará

figurando al final de la lista


cho antes que comience el juego.

De esta manera, el tiempo es con­

servado desde las movidas de la

apertura, para ser empleado en al­

gún momento crítico. El maestro ve

por instinto muy profundamente, y

aun así, en una posición crítica, re­

sulta corto el empleo de media hora

para efectuar una sola movida. Las

numerosas partidas que ha perdido

Rúbinstein por excederse del tiem­

po límite en posiciones complejas,

indica que tales situaciones se en­

cuentran llenas de dificultades hasta

para un jugador talentoso.

El ajedrez es un juego fácil de

aprender, pero entre los maestros re­

sulta un cotejo extraordinariamente

difícil. El doctor Lásker hizo notar

cierta vez, refiriéndose a un torneo

magistral llevado a cabo en Berlín,

su sorpresa por las pocas partidas

jugadas entre maestros que se en­

de los contendores. En ajedrez, como

en otros cotejos, la victoria es intoxicación,

y muchos de los maestros

han confesado que después de una

sucesión de triunfos, principiaban a

creer que eran imbatibles, hasta ser

llevados bruscamente de nuevo a la

realidad por una derrota administrada

adecuadamente. Tarrasch, cuyas

observaciones de las condiciones

psicológicas y humanas de los torneos

eran de lo más estimulantes,

expresó el pensamiento de manera

diferente: «El maestro de ajedrez

-dijo-, no sólo debe ser un fuerte

jugador, sino que debe actuar siempre

enérgicamente». El maestro, aunque

estime la partida ganada a las

pocas movidas de su iniciación, ha

de tener el mayor respeto por la

habilidad de su contendor. Algunos

de ellos, como por ejemplo Zúkertort

y J anovski, henchidos de

AJEDREZ MODERNO 51

la arrogancia que frecuentemente cuentran libreE'1 de algún grueso error

acompaña al genio, algunas veces de ambas partes. La habilidad para

jugar una sola partida sin cometer

algún error de juicio evidente es

patrimonio de muy pocos en el

mundo. Pasando algunas de las par­

tidas jugadas en un torneo llevado

a cabo en Londres, he quedado pas­

mado de la cantidad de las que se

perdieron en base a simples errores,

y esto resulta también cierto si examinamos

las de los más grandes expertos.

Tal aspecto del juego es expli­

cado completamente en un capítulo

posterior. Sin embargo, en términos

generales, el juego del maestro es

profundo y exacto, y su solidez re­

sulta esencial, ya que el más pequefio

error de cálculo en cualquier

combinación, será descubierto y

aprovechado por su adversario.

Debe recordarse también que una

buena partida de ajedrez es una

obra de arte que puede ser reprodu­

cida por generaciones y gozada por

todo el mundo en cualquier lugar y

tuvieron como práctica, al jugar,

hacerlo casi sin meditar, provocando

en sus adversarios el pensamiento

que ellos podrían vencerlos con

pequeño esfuerzo. Tales tácticas desconciertan

a un jugador sin experiencia,

y dan ocasionalmente la

victoria contra un maestro, pero a

la larga, con su empleo, se pierden

:rr.ás partidas que las que se ganan.

Asimismo, el tomar muy poco tiem-

po para efectuar el planteo, fre-

cuentemente trae como resultado la

necesidad de efectuar serias reíle-

xiones más tarde, por las dificulta-

des que presentará la partida.

El ajedrez actual es jugado con

reloj, y el tiempo usual de dieciocho

o veinte movidas por hora o también

de quince, proporciona pocas posibilidades

para desarrollar pensamientos

profundos en todas las fases

del juego. Hoy en día, la mayor parte

del trabajo de un maestro es he-


52 BARNIE F.. WINKELMAN

época, sin perder en absoluto su ori- la más curiosa naturaleza. Movidas

ginal frescura. Al igual que un ar- sobre las cuales los maestros han

tista, el gran maestro merece un pensado profundamente, son critilugar

de privilegio en la estimación cadas con dureza por jugadores de

pública. Su obra es digna de ocupar tercer orden y se ofrecen sugestioun

alto rango entre todas las artes, nes que en la mayoría de los casos

porque no sólo personifica al genio tienen muy pequeño mérito. Que los

creativo del artista, sino también la maestros acepten todos esos comenhabilidad

para conquistar toda opo- tarios en buena forma, como suele

sición. Una persona puede estudiar suceder, es un tributo a su alta inajedrez

durante toda su vida y lle- teligencia, cultura y paciencia.

gar a ser un excelente jugador y, a En pocos campos de la actividad

pesar de ello, sus partidas jamás po- humana, como en el ajedrez, resulta

drán ser consideradas como parte tan grande la brecha que separa al

de la literatura ajedrecística, porque maestro profesional del más talenen

los encuentros con los otros maes- toso aficionado. Más allá del gran

tras de su época, nunca tiene ocasión talento que ambos puedan tener,

de demostrar su habilidad, a causa existen los factores del conocimiende

una pequeña inferioridad de su to, de la experiencia y del poder de

fuerza ajedrecística. Las produccio- concentración. El ajedrez se parece

nes artísticas ·de muchos talentosos a una dama celosa, y en un encuenexpertos

se hallan sólo limitadas a tro entre aquellos cuya mente se

partidas llevadas a cabo contra ju- halla dedicada por entero al juego

gadores débiles y, por tanto, no son y los que además tienen sus ocupamuy

apreciadas en la literatura. ciones particulares, ella se inclina

Además, debe tenerse presente necesariamente hacia los aue le son

que son necesarias dos partes para más adeptos. De cualquie manera,

producir una obra de arte en aje- no deberían existir envidiosas comdrez.

El vencedor debe jugar bien, paraciones entre la tarea del profepero

el vencido, por su parte, debe sional y la del aficionado; hay amofrecer

el máximo de la oposición plio campo para ambos.

en todo momento. De lo contrario, Afortunadamente, las barreras que

el juego pierde su valor y las notas existen entre el veterano maestro

referentes a las brillantes variantes y los mejores aficionados que surque

podrían haberse presentado, re- gen, no resultan infranqueables. Casultan

una pobre substitución de una da año las partidas de los torneos

partida real. Por tal causa, el aje- demuestran la existencia de nuevos

drecista debe tener en alta consi- valores de la naciente generación

deración a un meritorio adversario que logran mantener su jerarquía al

y ser condescendiente hacia los erro- enfrentarse con la acumulada experes

de los otros. Esto es aplicable no riencia de los más viejos expertos.

sólo a los que juegan, sino también Por otra parte, el gran número de

a aquellos que en un importante tor- entusiastas dél ajedrez, que poseen

neo no son más que simples especta- una fuerza escasamente menor que

dores. Los últimos deberían tener la de los maestros y que desarrollan

asimismo un sano respeto por los sus verdaderas actividades en otros

conocimientos que poseen los con- campos, constituye un excelente

tendores. A menudo, en encuentros concurso público para el trabajo

importantes, se oyen comentarios de realizado por los grandes del tablero.


CAPÍTULO VII

FILlDOR (FRANCISCO ANDRES DANICAN)

(1726-1795)

Uno de los más importantes tratados

escritos sobre nuestro juego

se debe a Filidor y salió a luz en el

año 1749.

Filidor, que era . un músico talentoso,

hizo mucho en favor del

incremento del ajedrez. Jugó muchas

partidas en la corte francesa

y vivió bastante tiempo en Londres,

creando gran afición en toda Inglaterra.

Enunció el principio de que «los

peones constituyen el alma del ajedrez».

Esto será aparente en las pocas

partidas que damos como ilustración

y también en la jugada «a

ciegas», donde podrá apreciarse su

habilidad en esta clase de exhibiciones.

Indicarán además los progresos

efectuados en la táctica ajedrecística

desde los días de Ruy

López.

El gran poder de los peones indicado

por Filidor, no es aceptado

plenamente por los maestros modernos.

Sólo contra adversarios débiles

pueden ser empleados en la forma

que él lo hacía. Más adelante, en el

capítulo correspondiente, veremos

que la jugada P 4 A R era una de

las favoritas de Morphy. Sin embargo,

esas tácticas son tan bien conocidas,

que raramente se emplean con

ventaja. Sin un definido premio, los

maestros modernos son enemigos de

avanzar los peones prematuramente,

ya que estos avances son irrevocables

y, por otra parte, cada uno

de ellos crea debilidades en el propio

campo, que son luego muy difíciles

de ·subsanar.

El aficionado, en la primera etapa

de su conocimiento, aprende el valor

que tienen los peones en sus ataques

y sólo abandona esas maniobras en

una etapa posterior y naturalmente

más elevada de su desarrollo ajedrecístico.

Pasando partidas de matches intercolegiales,

se encuentran jugadas

similares de peones. Damos uno

de tales juegos en las páginas siguientes.

Entre los inmediatos predecesores

de Filidor, que ejercieron ponderable

influencia sobre el ajedrez del

siglo XVIII, debe citarse a Greco

(El Calabrés) que jugó hacia el año

1650, y Lolli, que lo hizo hacia 1700.

Contemporáneo de Filidor y al propio

tiempo su crítico severo fué Ercole

del Río.

Veremos ahora diversas variantes

de los citados maestros, algunas de

las cuales y con algunas mejoras,

se juegan todavía.


54 BARNIE F. WINKELMAN

De Lolli. - Una variante que es

buena todavía.

Blancas

1 P4R

2 C3AR

3 A4AD

4 P3AD

5 P4D

6 PXP

7 A2D

8 CD XA

9 PXP

10 D3C

De Greco.

gambito Greco.

Blancas

1 P4R

2 C3AR

3 PXP

5 C5R

5 P4CR

6 C4AD

7 C3TD

8 A2CR

Negras

P4R

C3AD

A4AD

C3AR

PXP

A5 C jaque

AXA

P4D

CXP

CD2R

El famoso Contra-

Negras

P4R

P4AR

P5R

C3AR

P3D

P4CD

P3TD

P4D etc.

De Filidor. - La muy conocida

Defensa Filidor que, con algunas

mejoras, se juega todavía.

Blancas

1 P4R

2 C3AR

3 A4AD

4 P3D

5 PXP

6 A5CR

7 CD2D

8 A3C

9 D2R

10 0-0

Negus

P4R

P3D

P4AR

P3AD

AXP

C3AR

P4D

A3D

D2R

CD2D

y la partida continuó hasta la jugada

32, imponiéndose, en definitiva,

las negras.

De Filidor:

Blancas

1 P4R

2 C3AR

3 P4D

4 PXPR

5 C5C

6 P6R

También de Filidor:

Blancas

1 P4R

2 A4AD

3 P3AD

4 P4D

5 PXP

6 A2D

7 CDXA

8 PXP

9 D3C

Negras

P4R

P3D

P4AR

PAXPR

P4D

Negras

P4R

A4AD

C3AR

PXP

A5 C jaque

AXA

P4D

CXP

P3AD etc.

El Gambito de Dama es jugado en

la sigui en te forma:

Blancas

1 P4D

2 P4AD

3 P4R

4 P5D

5 C3AD

6 P3AR

7 C4TD

8 TXA

Negras

P4D

PXP

P4R

P4AR

C3AR

A4AD

AXCR

0-0 etc.

La partida siguió hasta la jugada

54 y fué declarada tablas.

Filidor también presenta algunos

finales muy interesantes, que demuestran

gran habilidad.

La partida que sigue se da como

una ilustración de la destreza de

Filidor en el juego «a ciegas». Las

jugadas se hallan anotadas al estilo

antiguo.


Blanca (Sheldon)

AJEDREZ MODERNO

PARTIDA 9

1 Peón rey dos casillas

2 Alfil R a la 4lil de alfil D

a Caballo R a 3 A

4 Peón toma peón

5 Alfil R a 3 C D

6 Peón D 2 casillas

7 Caballo a 4 R del adversario

8 Enroque

9 Caballo cambia

10 PAR 1 casilla (nótese la jugada

del peón)

11 Alfil D a 3 R

12 Caballo D a 2 D

13 Peón A D 2 casillas

14 Alfil R a 4 T D

15 Peón AR otra casilla

16 Dama a 2R

Negras (Filidor)

Lo mismo

Peón A D 1 casilla

Peón D 2 casillas

Peón retoma

Caballo D a 3 A

Peón R ataca C

Alfil D a 3 R

P A R 1 casilla

Peón toma caballo

Peón A R otra casilla

Caballo de R a 3 A

Alfil R a 3D

Enroque

Dama a 2A

Caballo a 4 del adversario

Caballo toma A

55

DIAGRAMA 27

Negras

(Filidor)

17 Dama retoma

18 Caballo a 3 C D

19 Caballo gana P _

20 Peón retoma

21 Peón pasa al adv. 3

22 Torre R a D

23 Cambia torre

24 Alfil a 3 C D

25 Peón toma alfil

26 Rey a 2 A

27 Rey toma dama

28 Torre gana peón

29 Rey a 2 D

30 Rey lo toma

31 Torre a T

32 Torre toma dama

Blancas (Sheldon)

Posición después de la jugada 16. D 2 B

Peón A otra casilla

Peón D gana peón

Alfil toma C

Torre D a AD

Torre R a D

Torre R a adv. 3 D (buena jugada)

Peón A D toma torre

Alfil cambia

Dama a 3C

Dama cambia

Torre gana peón

Torre a 3D

Peón R jaque

Peón D a 2 del adv.

Peón pide dama

Torre retoma y ganan.


56 BARNIE F. WINKELMAN

Por esta partida el principiante

podrá ver la importancia que Filidor

daba al juego de los peones.

La partida siguiente, jugada en

un «match» intercolegial, demuestra

la tendencia natural del aficionado

a avanzar sus peones.

PARTIDA 10

8

9 A2C

10 PXP

11 D2D

12 TD 1 A

13 A3D

14 C3A

15 AlC

16 D2AR

17 RXD

D2A

0-0

DXP

P4C

D 3C

CD2D

A2C

TRlR

DXD

Blancas

1 P4D

2 P5D

Negras

P4AD

No es mala, pero las movidas de

peones en la apertura no resultan

muy recomendables.

2 P3D

3 P4AD

Otra jugada de peón.

3

4 C3AD

5 P4R

C3AR

P3R

De nuevo una movida de peón.

Sin averiguar más, el experto presiente

que nada bueno debe resultar

de esta táctica.

5 A2R

6 P4A

¡Ay!, las blancas saben o que es

bueno, pero demuestran estar demasiado

ansiosas de ganar rápidamente.

Las negras, por otra parte,

responden fríamente y con cautela

y, además, saben lo que hacen.

6

7 PAXP

8 P4CD

PXP

P3TD

Horrible sentencia: otra jugada

de peón.

Las blancas tienen talento y casi

escapan de una mala partida, causada

por el abuso de las movidas

de peones. Lásker dijo: «Una o dos

movidas de peón en la apertura: no

más». Las jugadas de la apertura

deben ser reservadas para el desarrollo

de las piezas, y si ello es

omitido o diferido, resultará un

desastre.

17

18 C2D

19 R3A

Al AR

C4A

El rey entra en la posible esfera

de acción de una pieza contraria, en

este caso del alfil de dama. Por lo

general, ello resulta peligroso

19

20 C2R

21 cxc

22 C3C

P5C

C R XPR

AXP

P4Ayganan

Daremos a continuación otra partida

de esta especie, que será una

lección para el principiante. Las

blancas saben poco de ajedrez y las

negras menos, pero son rápidas en

aprovechar una oportunidad que se

les pres en ta.

Blancas

1 P4R

2 C3AR

PARTIDA 11

Negras

P4R

C3AD


3 A5C

4 P3A?

5 A4T

6 A3C

7 A5D

8 P3D

9 AXC

P3D

P3TD

P4CD

A5C

D2D

C3A

¡Qué pronto el aficionado cambia

un alfil valioso!

9

10 A5C

11 CD2D

12 0-0

13 A3R

14 D2A

15 CXA

Sin sentido.

16 D2R

17 DX C

DXA

A2R

TlD

P3T

0-0

AXC

C,5 C

CXA

A3A

A.JEDREZ MODERNO

-17

;) ,

Las piezas negras se hallan mal

desarrolladas.

18 P4D

19 PXP

20 TD 1 A

21 TXP

22 PXD

23 T7T

PXP

TRlR

DXP

DXD

TXP

TXC

Ambos contendientes se han martillado

el uno al otro como dos

boxeadores que se han puesto los

guantes por primera vez. Ahora uno

de ellos se desploma por un «knockout»

accidental.

24 TXPT

Abandonan.

A X P jaque

El aficionado tomará estas dos

partidas como ejemplos de la forma

en que no debe jugarse al ajedrez.


CAPÍTULO VIII

MACDONNELL Y DE LA BOURDONNLtlS

Después de Filidor, Alejandro

Deschapelles (1780-1847) y su discípulo,

Luis Carlos De La Bourdonnais

(1797-1840), fueron las figuras

más prominentes del ajedrez en

Francia. Este último jugó muchas

partidas con Alejandro MacDonnell,

campeón inglés, en una serie de

«matches», que ganó en su mayoría.

Todas las partidas han llegado hasta

nuestros días, e indican que ambos

maestros poseían gran habilidad. En

Inglaterra el ajedrez se hallaba

representado por nombres como

W. Lewis, el capitán Evans, Perigal,

J" orge Walter y Cochrane. Más adelante,

en el mismo siglo, St. Amant

ocupó el lugar de prominencia en

el ajedrez francés y Gran Bretaña

estaba representada por Staunton,

Buckle, el historiador; Harwitz, Lowenthal

y Bird. St. Amant jugó numerosas

partidas con Staunton, que

fueron debidamente anotadas por

éste, quien, además, contendió en

varios «matches» con el alemán Von

der Lasa, un jugador de gran habilidad,

que alcanzó también en otras

actividades ponderable distinción.

Adolfo Anderssen, un profesor alemán,

se destacó extraordinariamente

a mediados del siglo, extendiendo

sus actividades ajedrecísticas por

Austria, Hungría y otros países de

Europa. Muchos de los maestros del

continente y sus discípulos vinieron

a América, despertando con su llegada

gran interés por nuestro juego,

y así desde el período más temprano

de su existencia, se practicó el arte

de Caissa en los Estados U nidos. En

un interesante volumen denominado

«El Ajedrez en Filadelfia», de

Reichelm y Shipley, se indica claramente

el desarrollo ajedrecístico

en América desde sus primeras etapas.

Tal era el estado del juego

cuando apareció Pablo Morphy.

Daremos a continuación algunas

partidas de los maestros nombrados.

Blancas

MacDonnell

PARTIDA 12

Defensa Siciliana

1 P4R

2 P4AR

3 C3AR

4 P5R

5 P3AD

6 C3TD ?

7 C2A

8 P4D

9 C3R

10 P X P

11 R2A

12 R3C

Negras

De La Bourdonnais

P4AD

P3R

P4D

C3AD

P3AR

C3TR

D3CD

A2D

PXP

A5C jaque

0-0

El juego de las blancas es inferior.

12

13 PA X P

PXP

AlR


14

15

16

R3T

P4CR

A2C

Negras

DIAGRAMA 28

A4T

A3C

A5R

(De La Bonrdonnais)

IIB - ---1

1 R4'm , 16 %.@! • - >

(jifJ

- ª''

!- ,v, - .::uf0-;(;d

/; ;.: %/ ',-/, .. ;,...,2

i'2i: '\(/, '1 Jlg ' -

.,,,,.Y,fi7•1i'•1

, - -I

.(//://,,,,,; %- %' '0'°'. :?:'/

f, , -m-•

- ·- - -----

Blancas (MacDonnell)

Posición después de la jugada 16 .. ., A 5 B.

AJEDREZ MODERNO 59

13 AXA C5R

14 A2C D4T

15 A3D AXC

16 AXA CXA

17 D4T P4AR

18 T3A C5R

19 T3T P3TR

20 TlAR D4A

21 D5T D3D

22 P4CR TDlR

23 A4Ajaque R2T

24 P5C C4T

25 PXP P3CR

26 D2R CXA

DXC

C7D

28 D3A D3ADjaque

29 DXD PXD

27

30 TlD TlDyganan

17 P5C C4A

18 cxc TXC

19 A3R Axe

20 AXA CXPR

21 A4C CXA

22 DXC TDlAR

23 TDlCR A3D

24 Al AD T 6 A jaque

25 R4T TR5AR

y ganan.

Blancas

MacDonnell

PARTIDA 13

Gambito del Rey

Negras

De La. Bourdonnais

1 P4R P4R

2 A4A A4A

3 P4CD AXP

4 P4AR. P4D

5 PRXP P5R

6 C2R C3AR

7 0-0 0-0

8 C3AD P3AD

9 PD XP CD XP

10 RlT A5CR

11 DlR P6R

12 PXP A XC (2 R)

Blancas

Zúkertort

PARTIDA 14

Giuoco Piano

Negras

Anderssen

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A4A A4A

4 P3AD C3A

5 P4D P XP

6 PXP A 5 C jaque

7 A2D A X A jaque

8 CXA P4D

9 PXP CXP

10 D3C CD2R

11 0-0 0-0

12 TRlR P4TD

13 P4TD P3TR

14 C4R C5A

15 C5R A3R

16 TDlD AXA

17 DXA T3T

18 T3R C4A

19 T3A D5T

20 C5A T3D

21 P3CR CoT jaque

22 R2C D4T

23 P4C T3CR


60 BARNIE F. WINKELMAN

DIAGRAMA 29

Negras (Anderssen)

9 eD2D

10 0-0

11 A3R

12 P4D

13 A3D

14 AXP

15 ex e

16 D2eD

17 e5AD

18 PexA

19 AlA

20 D 2AD

e3e

P3TR

P3AD

P4D

PXPR

ex A

A3R

P4AR

Axe

P5AR

A4D

Blancas (Zúkertort)

Posición después de la. jugada.

24 ex T

25 T3e

26 e 7Rjaque

27 P3AR

28 R2A

29 TX e

23 . . . , T 3 C R

D X Pjaque

exT

RlT

e5A jaque

e 8 T jaque

::JIAGRAMA 30

Negras

(Zúkertort)

Si 29. R 3 R, D 7 e, y mate en

pocas.

y

29

30 R3R

31 Rxe

32 R4R

33 R3D

34 R2A

35 Rl e

36 R2T

ganan. «Una

Blancas

Bird

D 7 e jaque

TlR

D4e jaque

T X e jaque

T6R jaque

D7e jaque

D X Tjaque

DXP

partida magnífica>.

PARTIDA 15

Giuoco Piano

Negras

Zúkertort

1 P4R P4R

2 e3AR e3AD

3 A4A A4A

4 P3AD e3A

5 P4eD A3e

6 D3e 0-0

7 P3D P3D

8 A5eR e2R

Blancas (Bird)

Posición después de la. jugada 20. D 2 A D

20

21 DXC

22 D3D

23 D 4A jaque

24 TlR

25 P3e

26 AXP

27 TD 1 e

28 P5D

29 D4e

30 D X Pe

31 DXTjaque

Abandonan.

Blancas

Anderssen

1 P4R

2 e3AR

PARTIDA 16

Giuoco Piano

Axe

T3A

P5R

RlT

T3C

D5T

DXA

D2AD

D2AR

D2D

D6T

R2T

Negras

Bird

P4R

e3AD


3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

A4A

A4A

P3AD

e3A

P4D

PXP

PXP

A5e jaque

A2D

A X A jaque

eDxA P4D

PXP

CXP

D3C

CD2R

0-0 0-0

TRlR

P3AD

e5R

D3e

Axe

ex A

D3D

DxPe

e4R

e5C

e 6Ajaque

DIAGRAMA 31

Nel'l'as (Bird)

[!-- • .!. •·•1

1• 1 • • 1•1

---.. -. .. .

1 ••• .J .,

m B J m

® ,

1

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1•",M•tit• " - m •.• "

R m / i, i }':', a:i

:

: 1D ,,r,ar - --·,,,,m,,,""· C) ,,

Blancas (Anderssen)

Posición después de la jugada 17. C 6 A jaque

17 Pxe

18 D 3 e jaque A5e

19 DXA jaque RlT

20 D5A e4D

21 TDle D6A

22 · e7D TRlR

23 T(lR)lAD DXP

2 4' TxPe T3R

25 P3TR TlCR

26 C5A T4R

27 D3D (un error) T X P C

jaque y ganan.

Blancas

Dufresne

PARTIDA 17

Gambito Evans

Negras

Anderssen

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

AJEDREZ MODERNO 61

3 A4A A4A

4 P4eD AX Pe

5 P3AD A4T

6 0-0 e3AR

7 P4D 0-0

8 D2A P3D

9 PXP exP

10 cxc Pxe

11 A3T TlR

12 TlD C2D

13 D3e D3A

14 T3D D3C

15 T3e D4T

16 D4T P4eD

17 AXP A3e

18 e2D P3AD

19 AXP D7R

20 TlAR TlC

21 D2A A3T

22 P4AD TRlD

23 A7R C4A

24 AXT TXA

25 A5D A4T

26 TlD Axe

27 T3R D X Tjaque

28 DXD AXT

29 PXA TlCD

30 D5T P3C

31 D3A T8e jaque

32 R2A T7e jaque

33 R3C C3R

34 AXC PXA

D 6A y ganan.

35

Blancas

Buckle

PARTIDA 18

Giuoco Piano

Negras

Harnvitz

1 P4R P4R

2 e3AR C3AD

3 A4A A4A

4 0-0 e3A

5 C3AD P3D

6 P3TR 0-0

7 P3D A3R

8 A3e C2R

9 C2R C3C


62 BARNIE F. WINKELMAN

10 C3C

11 P3AD

12 P4D

13 P XA

14 DXP

15 PTX A

16 C5A

17 P X P

18 P4AD.

19 AXC

20 TRlD

2I D X PA

P3AD

P4D

PD XP

PXC

AXA

C4D

P3CD

DXP

C(4D) 5 A

CXA

D2A

Un golpe inesperado, que, sin embargo,

debería ser evidente para un

maestro.

2t

22 DXD

23 C6D

24 RIA

25 P4CD

TRIA

TXD

C7R jaque

C5D

P4AR

Avanzando en el flanco donde tienen

superioridad.

26 P5A

27 T4T

28 TRI T

29 TX P

30 TXT

TD IC

P3CR

C7A

TXT

33

34

R2R

R2D

R2R

R2D

35 C5T C3T

36 C3C

Bloqueando el avance de su propío

peón.

36 R3A

37 R3A CXP

38 cxc RXC

39 P4T P3T

40 P3A P4C

41 P5T P5R

42 PXP PXP

43 P4CR R4D

44 P4CD R4R

45 P5C R5A

46 P6C Abandonan.

Las blancas ganaron, pero este

final no ha sido convincente en sus

últimas veinte jugadas. La verdad

es que tanto los antiguos como los

modernos, no se desempeñaron en

forma sobresaliente en los finales.

PARTIDA 19

Gambito Evans

Blancas

Negras

Blancas (Buckle)

Posición después de la juada 30. T X T

30 . . . ! •

31 T7C

32 C XT

CXP

TXT

R2A

Mz:ckenzic

Delmar

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A4A A4A

4 P4CD AXP.

5 P3AD A4T

6 P4D PXP

7 0-0 PXP

8 D3C D3A

9 P5R D3C

10 CXP CR2R

11 A3T 0-0

12 C5D cxc

13 AXC P3D

14 PXP PXP

I5 TDID

A2A

16 TRIR CID


17 T7R C3R

18 Axe AXA

19 DXPCD A3C

20 A X P A6T

21 C 5 R A X PAR jaque

22 R X A D 7 AD jaque

23 R3C DX T

24 TXPAR A4A

25 T X P C jaque y mate en pocas

jugadas.

AJEDREZ MODERNO 63

10 P4AD

11 Rl T

12 P4AR

13 P 5 AR jaque

14 A4Ajaque

U na partida relámpago.

PARTIDA 21

Giuoco Piano

C3C

P4TR

P3CR

RXP(4 R)

Abandonan.

Blancas

Cochrane

PARTIDA 20

Gambito Escocés

Negrs

Wálker

1 P4R

P4R

· 2 C3AR C3AD

3 P4D

CXP?

4 CXP

C3R

5 A4A

P3AD

6 0-0 • C3AR

DIAGRAMA 33

Negras (Wálker)

Blancas (Cochrane)

Posición después de la jugada 6 . . . , C 3 A R

7 CXPAR

Un sacrificio interesante.

Blancas

Sta un ton

Negras

Anderssen

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A4A A4A

4 P3AD C3A

5 P4D PXP

6 P5R P4D

7 A5CD C5R

8 PXP A5 C jaque

9 CD2D 0-0

10 0-0 A5CR

11 Axe PXA

12 D2A A XC (3 A)

13 CXA TlCD

14 DX·P T3C

15 D2A P4AR

16 P3TD A2R

17 P4CD P5A

18 ClR T3TR

19 P3A C4C

20 C3D C3R

21 A2C DlR

22 TDlA D4T

23 P3T T3C

24 C2A T6C

25 R2T T4A

26 D6A D3C

27 TlCR T (4 A) 4C

28 C4C P4TR

29 C 6Ajaque R2A

30 D 8 Rmate

7

8 AX Cjaque

9 P5R

RXC

RXA

C4D

El tipo de ataque de las negras, a

base de batería pesada, raramente

resulta exitoso.


CAPÍTULO IX

PABLO MORPHY

(1837-1884)

En 1858 Pablo Morphy, un nativo

de Nueva Orleáns, que había conquistado

el primer premio en el

Congreso de Ajedrez Americano celebrado

en Nueva York el año anterior,

visitó Inglaterra y otras naciones

de Europa, y derrotó a los más

notables maestros en forma decisiva.

Su genio supremo es reconocido por

los modernos expertos de todo el

mundo. Sus partidas hablan de por

sí, e indican un talento ajedrecístico

muy superior a su tiempo y generación.

Su mente, instintivamente, reconocía

los profundos principios del

ajedrez, que los maestros modernos

sólo han ,aprendido a costa de diligentes

estudios y profundas investigaciones.

Su superioridad sobre sus

contemporáneos fué indudablemente

mayor que la que haya poseído

cualquier maestro en su época.

La sorprendente característica de

su carrera fué su brevedad, demostrando

que su talento no crecía lentamente,

sino que se hallaba desarrollado

en forma plena en todas sus

partidas, desde los primeros encuentros

realizados en Nueva York.

Los crítico modernos han especulado

bastan te con respecto a la forma

en que Morphy se hubiera comportado

en las rigurosas pruebas que

constituyen los actuales torneos. En

el esfuerzo necesario para las sucesivas

partidas de torneo, resultan

importantes otras cualidades, además

del talento ajedrecístico. Morphy

demostró su fastidio por ciertos

aspectos del juego de «match» y de

torneo, y gran sensibilidad para las

trivialidades que inciden continuamente

contra la victoria en las competiciones

actuales. También es notable

el hecho de que un campeón

se vuelve más y más vulnerable,

luego que sus métodos han sido cuidadosamente

estudiados por sus adversarios,

y particularmente cuando

empieza a publicarse la historia de

su éxito, con sus partidas, indicando

al lector astuto algunos de los principios

fundamentales de su juego. El

genio en ajedrez, como en otras actividades,

lleva en sí nuevas ideas,

pero ellas son rápidamente asimiladas

por los otros maestros. Esto ha

sucedido con Capablanca. Stéinitz y

Lásker reinaron como campeones

por un cuarto de siglo cada uno,

a pesar de que tuvieron que derrotar

a todos los demás y luchar también

entre ellos. El estilo característico

de un supremo maestro es,

naturalmente, imitado. La treta de

Lásker era colocar una torre en la

tercera fila para darle la máxima

movilidad y la simple jugada D 3 R,

de Capablanca, son ejemplos de ello.

En suma:, Morphy fué un aficionado

a quien le faltó el estímulo de

las continuas competiciones que espolea

al profesional de torneo a

torneo. Con el incremento del nú-


mero de certámenes, un solo éxito

pierde gran parte de su importancia,

y" en la actualidad todo gran maestro

posee u buena colección de primeros

premios.

La carrera de Morphy será siempre

una inspiración para los jugadores

de ajedrez. Sus partidas son clásicas

y deben ser conocidas por todos

los estudiosos.

Blancas

Mol']lhy

PARTIDA 22

Defensa Filidor

Negras

Harrwitz

1 P4R P4R

2 C3AR P3D

3 P4D A5CR

4 PXPR AXC

5 DXA PXP

6 AR4A C3AR

7 D3CD A3D

8 A X PAR jaque R 1 A

9 A5CR CD2D

10 A5T P3CR

11 A 6 T jaque R 2 R

12 A3A C4A

13 D4A P4CD

14 D2R C3R

15 A3R P3TD

16 C2D R2A

17 0-0-0

DIAGRAMA 34

Negras

(Harrwitz)

AJEDREZ MODERNO 65

17 D2R

18 P3CR TRICD

19 A2C P4TD

20 TR lA P5TD

21 P4AR P6TD

22 P3CD R2C

23 PSA C 1 A

24 P4CR D IR

25 A3A D3AD

26 C 1 CD P5CD

27 D2AR CD2D

28 P5CR C 1 CR

29 P 6 A jaque R 1 T

30 P7 A C4A

31 P X C = D jaque R X D

DIAGRAMA 35

Negras

(Harrwib:)

Blancas (Morpby)

Posición después de la jugada 31 . . ., R X D

32 AX C

33 D2R

34 C2D

35 A4C

36 C3A

37 P4TR

38 TX T

39 D4A

40 D6R

41 RlD

42 C2D

43 C4A

44 D5D

45 PX D

46 T3A

47 P3AD

48 P XP

49 R2A

AXA

D3R

RlT

D2R

TlD

T3D

PXT

TlAR

A6R jaque

D2AD

A5A

D4A

DXD

TlD

R2C

TlCD

TXP

RlA


66 BARNIE F. WINKELMAN

50 R3A T4C PARTIDA 24

51 A6R T4AD

Defensa Petrov

52 P4C T2A

53 P5C R2R

Blancas Negras

54 P6C T2C Liiwentahl Morph7

55 ABA TlC

1 P4R P4R

56 P7C Abandonan.

2 C3AR C3AR

3 CXP P3D

PARTIDA 23

4 C3AR CXP

5 P4D P 4D

Ruy López

6 A3D A2R

7 0-0 C3AD

8 TlR P4AR

Blancas Negras

9 P4AD A3R

Morphy

Anderssen

10 PXP AXP

1 P4R P4R 11 C3AD cxc

2 C3AR C 3 AD 12 PXC 0-0

3 A 5C C3A 13 A4AR A 3 D (a)

4 P4D CXP D 14 AXA DXA

5 cxc PXC 15 C5R TDlR

6 P5R P3AD 16 P4AD A3R

7 0-0 PXA

17 cxc PXC

18 Al A A2A

8 A5C! A2R

19 D2D TXT

9 PXC AXP

20 TXT TlD

10 T 1 Rjaque RlA 21 D5T D XP

11 AXA DXA 22 DXPA D3C

12 P3AD P4D 23 D4AR P3C

13 PXPD A3R 24 P3TR D7C

C3A 14 P3TD 25 D7A D3C

15 T5R TD lD 26 T7R T 8 D (b)

16 D3C D2R 27 D 8 A jaque TlD

17 TD lR P4CR 28 D7A T 8D

18 D 1.D D3A

19 TD3R TlCR

DIAGRAMA 36

Negras (Morpby)

\

21 T3A Abandonan.

20 TXA PXT

cm - l•tll

lM ,g ,,,,:

1• m lt..t 1

Un bello juego en todo sentido. -j- ¡rJ:

' ,,,;

:. ..·

B - iB

1 - - -

1· • J -i

La partida parece completamente

simple, pero es la simplicidad que

resulta del arte ajedrecístico en su

más alto grado de expresión. Las

blancas demuestran un absoluto conacimiento

de la posición; sus juga- - -.lJfdas

octava y décimasegunda son muy

Blancas (Lowentahl)

sutiles. Posición después de la Ju1'ada %8 •••, T 8 D


AJEDREZ MODERNO 67

29 D 5R DBC 78 P6A R4C

3(J D2R RIA 79 P7A T8A

31 T5R P5A 80 R6R R3C

32 P3A D8A Abandonan.

33 P4TR P3TR (e)

34 P5A R2C (a) Cambiando un alfil pasivo por

35 T4R D X P jaque el activo del adversario y, al propio

36 R2 T D8AD tiempo, llevando la dama a una de

37 RIC T7D las · mejores casillas, especialmente

38 D6T TXPT por su acción directa en la diagonal

D3D T7D AIR-6TD.

40 D6T T8D (b) Este golpe demuestra que las

41 P3C PXP negras se encuentran completamen-

42 R2C D4A

te identificadas con la posición.

43 RXP D 8 C jaque

Si

27. T X A, T X A jaque ; 28. R X T,

44 A2C T7D

D 8 C jaque, y más tarde, cualquie-

45 DIA nxn

ra sea la casilla a que vaya el rey

46 AXD R3A

blanco, D X P A jaque y D X T.

TXA T3D (e) Morphy lleva ahora las accio-

49 \

R4A T3R

nes al campo enemigo.

50 T4D R2R (d) Con R 4 A hubieran obtenido

51 T4T R3D el empate. Pocos maestros pueden

52 TXP P4A jugar correctamente el final.

TIT

P5A

P5T

PXP

R5A T6R PARTIDA 25

56 R4A TIR

57 T 6 T jaque R4D

Defensa Siciliana

58 TXP P6A

TXPjaque R5D

Blancas

Negras

60 T7T TIAD

M'.orphy

Paulsen

61 T 7 D jaque R5A 1 P4R P4AD

62 R3R TIR jaque 2 C3AR P3R

63 R2A? (d) P7A 3 P4D PXP

64 T 7 A jaque R6D 4 CXP A4A

65 T 7 D jaque R6A 5 A3R D3C

66 T 7 A jaque R7D 6 C5C C3AR

67 T 7 D jaque R8A 7 AXA DXA

68 T7CD T4R 8 C 6 D jaque R2R

69 P4A T5R 9 CXAjaque TXC

70 R3A T5A 10 A3D C3AD

71 T7TR R7D 11 0-0 P4TR

72 TIT P8A==D 12 C2D P5TR

39

47 A4A AXA

48

53

54

55

59

73 TXP TXT 13 P3TR P4CR

74

R4R T8R jaque 14 P3TD TICR

R4D R7R 15 P4CD D3C

76 P5A R6A 16 C4A D2A

R5D R5A 17 P3AR C4R

75

77


68

18 cxc

19 D2D

20 TD lD

21 D2AR

22 P4AR

23 DXP

24 T2A

25 TXD

26 T2D

27 P5R

28 T4D

29 PXPjaque

30 T4AD

31 P4TD

32 A4R

33 A3A

34 T6A

A4C

36 T2R

37 R2T

38 P3CR

35

39 RXP

40 P4T

41 P5T

42 T(6A) X PR

43 AXTjaque

44 A4C

45 Axe

46 T 7 R jaque

47 TXP

48 T6T

49 R3A

50 R2R

BARNIE F. WINKELMAN

nxc

T2C

TlD

P3CD

PXP

D4CR

DXD

TD lCR

Tl TR

C4D

P3AR

CXP

RlD

C4D

C2A

P4D

T2D

T3T

R2R

R2A

P X P jaque

T2R

ClR

C3A

TXT

R2C

C X P jaque

TXA

R3A

R4R

T4C jaque

T4A jaque

P4CD

51

52

PXP

P3AD·

T5A

P5D

DIAGRAMA 37

Negras (Paulsen)

! ••••¡

¡m rJ m B

' :- - - -

'· · ?0

/ !ii B m B B'

¡ 1 B dfil , , m -,, B r,W@

:B B m m

1 B BéR B

iB m B m

Blancas

(Morphy)

Posición después de la jugada 52 ..., P 5 D

53

P4A

T5T

54 P5A T7T jaque

55 R3D T6T jaque

R2A

56

Si 56. R 4 A, T 6 A. mate.

56 T2T jaque

57 R3C T 6T jaque

58 R4T ºR4D

T 6 D jaque R5A

60 P6A T8T

61 TXPjaque RXT

62 P7A TlT

63 P6C R4D

64 P7C Abandonan.

59


CAPÍTULO X

PRINCIPIOS GENERALES CONTRA INS'11RUCCION

ESPECIFICA

Adquirir un conocimiento general

del juego de ajedrez suficiente como

para apreciar el trabajo de los maestros,

resulta relativamente simple.

El término medio de los aficionados

puede conseguirlo en un año, con su

propia instrucción y guía. Llegar a

ser un experto es una cosa diferente.

En ajedrez, como en otros juegos,

iniciarse en los primeros años de la

vida significa una verdadera ventaja.

pues resulta muy difícil para cualquiera

llegar a obtener calidad magistral

a menos que ella se consiga

antes de los quince o dieciséis años

de edad. Todos los maestros han adquirido

loencial del juego cuando

eran aún muchachos y han demostrado

sus aptitudes desde entonces.

Esto, complementado con incesantes

estudios y muchísima práctica, da

como resultado_ un juego sin esfuerzos

ni errores, una instintiva elección

de las líneas estratégicas más correctas

y un fácil dominio de las complejidades

de una posición.

Todos· los expertos saben que bajo

la presión del reloj las combinaciones

no pueden ser «trabajadas» perfectamente.

Las piezas se mueven

simplemente ante los ojos de los

maestros para cumplir sus diferentes

misiones y cuando es requerido un

esfuerzo para tal propósito, el maestro

«Siente» que se encuentra ante

un problema a resolver. Un experto

lo ha dicho: «Yo no muevo las piezas;

ellas se mueven solas». Este dominio

del tablero sólo se obtiene

con varios años de práctica.

Ocasionalmente son defendidos

simples «sistemas» que pretenden

habilitar al estudioso para obtener

el tri un fo contra toda oposición.

Cualquiera de tales sistemas resulta

a la postre una desilusión y un engaño.

No existe camino fácil para

llegar a jugar magistralmente al

ajedrez. Lo mismo puede decirse

con respecto a los consejos que se

dan a los principiantes: jugar con

cuidado, desarrollar las piezas y enrocar

pronto. Todos ellos sólo tienen

el valor de las máximas generales

para la mayoría de los asuntos de la

vida. La creencia común de que se

puede llegar a ser un campeón en

tal forma, ha sido fomentada por la

actitud de algunos de los grandes

expertos. Capablanca lo ha dicho al

referirse a su inmediata maestría

del juego a una tierna edad, y en su

libro rechaza el haber tenido un

temprano conocimiento de la literatura

ajedrecística. También ha querido

demostrar su desdén por el

conocimiento de los libros. Todo ello,

con el debido respeto a su genio,

resulta simple pose. Otros expertos

norteamericanos repudian también

el estudio serio, pero, sin embargo,

se pasan jugando todos los días de

su vida. Alekhine no tenía tal pretensión.

Su genio natural no ha sido


70 BARNIE F. WINKELMAN

sobrepasado por nadie: a los dieciséis

años era campeón de Rusia, pero

sus extraordinarias condiciones fueron

aumentadas por medio de un

continuo e intensivo estudio. El hecho

real es que el proceso para llegar

a ser un gran maestro resulta similar

al que se necesita para llegar a ser

un gran pianista, un gran jugador de

billar, un gran escritor o un gran

médico, con el agregado de que el

campo de lucha ajed .. :ecístico se halla

abierto para todo e. :. mundo y que

en el jaquelado tabLro, ni la alcurnia

ni la riqueza tienen parte alguna

para la consecución del éxito. Son

esenciales para ello una gran habi.;.

lidad natural y una infinita capacidad

para el trabajo.

Los principios generales son valiosos

y necesarios, y podrán ser aprendidos

por el aficionado para hacer lo

capaz de llegar a jugar una partida

que pueda compararse con la de un

jugador de fuerza media. En realidad,

el conocimiento de tales principios

es más esencial hoy que nunca,

porque ellos son tan bien conocidos,

que su ignorancia no es tolerable en

ningún círculo ajedrecístico.

Sin embargo, esto no es suficiente

para ganar partidas. Debe ser complementado

con un profundo estudio

de todas las ramas del juego, de

manera que en una situación dada,

el jugador conozca no solamente las

movidas que son dictadas por los

principios generales, sino la jugada

que corresponde a la situación particular

que se presenta. Esto requiere

el estudio de miles de partidas y

un conocimiento específico, cuyo lugar

no puede ser suplantado por

unas pocas máximas.

Entre los sistemas que han sido

enunciados, uno de los más interesantes

es el que estableció Franklin

K. Y oung, en una serie de libros que

tratan de expresar la estrategia ajedrecística

en vocablos pertenecientes

a la ciencia miiitar. Para explicar

su sistema, el señor Y oung ha ideado

una esmerada y difícil nomenclatura.

Comienza con una explicación

denominada «Tácticas Menores•

donde las blancas son aconsejadas

para colocar sus piezas en cierta posición

ideal, y a las negras le son

suministrados principios defensivos.

Las posiciones resultan interesantes

y dignas de ser conocidas, o dan

al estudiante una errónea impresión

del juego. La idea de que cualquier

formación particular de piezas pueda

neutralizar todas las eventualidades,

reduce al ajedrez a una simplicidad

que no es su característica.

Durante generaciones, los maestros

han estado · desarrollando la disposición

de sus fuerzas para neutralizar

ataques y abatir defensas, y ello

constituye el verdadero estudio de

las aperturas. Pretender reducir miles

de posiciones diferentes a un

número dado de posiciones ofensivas

y defensivas, es buscar la simplicidad

donde no existe. Muchísimas de

las páginas de este sistema son dedicadas

a tuna exposición de hechos

tan sencillos que no necesitan explicación.

Páginas enteras y numerosos

diagramas se emplean para demostrar

que un alfil puede capturar a

una torre ; que un caballo domina

varias casillas y que un peón puede

atacar a dos piezas simultáneamente.

Las ideas más elementales son dadas

en cientos de páginas, y la mayoría

del sistema es sólo una pseudo científica

repetición de lo evidente.

Existe también una comparación

entre la ciencia del ajedrez y la de

la guerra, que puede ser muy lisonjera

para la generalidad de los jugadores,

pero que actualmente carece

de base. El ajedrez no tiene más

contacto con la guerra que el que

podría tener con un negocio, con la


AJEDREZ MODERNO

lidad con que una movida desusada,

hecha por un aficionado de fuerza

media, se descarta como inferior,

mientras que si ella es efectuada por

un campeón despierta la más pro­

funda y respetable consideración.

ley o con fa medicina. Ciertas reglas

generales de la conducta humana,

que pueden denominarse buen sentido

común, afectan toda actividad.

Resulta buen ajedrez, como también

buen negocio, aceptar nuestras pérdidas

rápidamente; liquidar una posición

perdida; complicar cuando se

está inferior y simplificar en caso

contrario.

Es buena táctica, tanto en la sala

de la Corte, como en el tablero, lanzar

un ataque contra el punto más

débil del adversario. Es de la más

alta estrategia en ambos campos,

contener el ataque y emplear la

más pequeña ventaja como un medio

de crear ulteriores debilidades

en la posición del oponente y convertirlas

gradualmente en ventaja

.ganadora. Pero estas ideas generales

sólo tndican que el sentido común

puede ser utilizado en el tablero

tanto como en toda actividad huma·

na. Esto no significa que el gran

abogado o general sea por tal causa

un gran jugador de aj edrez, como

tampoco un gran pianista. Tal grandeza

puede revelar talento artístico,

pero el ajedrez posee su propia técnica

especial.

El uso de términos militares u

otros especiales confunde al estudiante

y no son aconsejables. En

cuanto a la resolución del autOr de

convertir la estrategia de nuestro

juego a una fórmula simple, ello, si

fuera posible, no haría otra cosa que

trabar el desarrollo del verdadero

talento ajedrecístico. En realidad,

cualquier idea preconcebida, que

hace que el jugador prejuzgue una

posición restringe el ejercicio completo

de su eficiencia.

Las partidas siguientes, con notas

nuestras, harán evidente que las

teorías inflexibles inciden sobre el

buen ajedrez. Otro aspecto curioso

de la crítica ajedrecística es la faci-

71 '

Blancas

F. K. Yoon¡

PARTIDA 26

Apertura Irregular

1 P4AD

2 P3TD (a)

3 C3AD

4 P3R

5 P4D

6 PXP

7 A2R

8 C3AR

9 0-0

10 P4CD (e)

11 C4TR

12 P4AR (d)

13 P5AD

14 ex e

15 P5D

16 PX C

17 A4AD

18 P5AR

19 T3TD

20 P4CR

21 T3R

22 A3 CD

23 A3TD

24 AXP

25 D2R

26 RX T

27 P6AD

28 D XP

29 P6D

30 A X P AR

31 D 7 CD

32 AXPD!

(bien jugado) ·

Negras

Prestoli Ware (h)

Campeón de Noeya

Inglaterra

P4R

C3AD

P 3 D (b)

C3AR

PXP

A2R

A4A

P3TR

0-0

P3TD

A2TR

P4D

C5R

P XC (e)

CXPCD

Axe

RlT

A3AR

D2D

TRlR

P4CD

P4TD

PXP

T8TD

T X T jaque

P3CR

DlAD

PXP

PXPD

TlAR

A4R


72 BARNIE F. WINKELMAN

32 A 2 C R Las negras han sido sobrepujadas.

33 A X T D X A La fina evolución efectuada por las

34 P 7 AD D X A blancas en el centro les ha dado

35 P 8 A D=Djaque D 1 C R ventaja en el flanco del rey y com-

36 T 3 T D A 1 A R pelido al oponen te a acudir a esta

37 T 7 T D Abandonan. anticientífica movida del PAR, pa-

(a) N o recomendado en nuestros

ra impedir la ocupación del estratégico

objetivo 6 AR (Young) .

días.

(b) Esta jugada no se halla en

concordancia con la forma de desarrollo

de las blancas.

(e) Es dudoso que el avance de

estos peones en el ala de la dama

tenga alguna significación positiva,

ya que en este sector la disposición

de las fuerzas es equivalente.

( d) Este avance no parece justificado.

(e) ¿Por qué no simplemente

A X C de 4 R o de 4 T, que dej arfa

la posición de las blancas abierta

ampliamente para el ataque?

PARTIDA 27

Apertura del Peón de Dama

Blancas

Negras

C. F. Burille F. K. Young

1 P4D P4D

3 C3AR P4AD

3 P3R e3AD

4 P3eD (a) P3R

5 A2CD C3AR

6 CD2D P3CD

7 A5CD (b) A2CD

8 C5R TlAD

9 exc Axe

10 A3D A2R

11 0-0 0-0

12 D2R D2D

13 P3AR TRlD

14 TDlD e4TR

15 P4AR C3AR

16 P5AR C5R

17 Axe PXA

18 P5D PR XPD

19 exPR P3AR

20 D4CR

21 T3AR

22 C2AR

23 P4R

24 T3TR

25 T D 3 D (e)

26 TD3AR

27 AlA

28 T6TR

29 TD3TR

30 TD 5 T

31 P4TR

32 D X P

33 C4C

34 A5CR

RlT

DlR

P5D

A3D

T2AD

T2R

A2D

P4eR

A4R

T2CR

D2AR

PXP

TDlCR

AlR

Esta es una posición pintoresca. La

situación de las negras es extremadamente

crítica.

DIAGRAMA 38

Negras (Young)

Blancas (Burille)

Posición después de la jugada 34. A á C lt

34

35 D 1 T R

36 T3TR

37 C XA

PXA

D2R

P6D

PXP


38 C3D P5CR

39 T (3 T) 4 T TlAR

40 R2AR P5AD

PXP

A3CR

42 P3CR AXP

41

43 P X A T X P jaque

44 C4AR T X C jaque

45 P X T P6CRjaque

46 R3AR P7CR

47 DlCR D6TDjaque

48 R2R P8AD=C

Abandonan. jaque

(a) El desarrollo de las blancas se

efectúa a la manera de 1890.

(b) Con esta jugada, y la siguiente,

las blancas cambian el caballo

que habrá movido dos veces, y que,

AJEDREZ MODERNO 73

por otra parte, se considera un manantial

de fuerza en esta apertura.

(e) La maniobra de las piezas

blancas es penosa. Las colocan en

masa, a la manera en que lo hacían

los antiguos romanos, tratando así

de sacudir la posición de las negras,

como con un ariete. Los ajedrecistas

expertos, que tienen un conocimiento

instintivo de las posiciones, saben

que las torres no desempeñan

su verdadera función en esta partida,

y que en un ataque de esta especie

no pueden ser manipuladas así. Las

blancas poseen seis piezas útiles

para un ataque que, generalmente,

puede ser llevado a cabo con tres.

Esta partida resulta un buen ejemplo

de cómo no se debe atacar.


CAPÍTULO XI

STEINITZ, LASKER Y TARRASCH

Después del retiro de Morphy,

Guillermo Stéinitz, nacido en Bohemia,

fué campeón del mundo al derrotar

a Anderssen en 1866, y ejerció

una profunda influencia sobre

nuestro juego. Su verdadera contribución

a la ciencia del ajedrez, fué

tratada muy bien por Emanuel Lásker

en una meritoria publicación.

Durante este período, los torneos

efectuados hicieron conocer muchos

nuevos y talentosos expertos, cuyos

nombres se sumaron a aquéllos que

tenían el rango de maestros. Zúkertort,

uno de los más grandes jugadores

de torneo de todos los tiempos,

Blackburne, Winaver, Tchigorin, Kolisch,

Masan, Schállopp, Gúnsberg,

sólo son unos pocos de los que figuran

prominentemente en este período.

Hacia 1880 el doctor Siegbert

Tarrasch, un joven médico de Núremberg,

participó en una serie

de certámenes internacionales obteniendo

éxito extraordinario. Su carrera

ajedrecística se desarrolló hasta

su muerte, acaecida a los 72 años

de edad, a principios de 1934, quedando

como una de las figuras más

interesantes de la historia del noble

juego.

Fué un doctor en medicina, que

jamás permitió que el ajedrez interfiriera

su carrera profesional, y que,

al propio tiempo, obtuvo una serie

de . triunfos que lo colocan en una

situación de privilegio entre todos·

los maestros de la historia. Infortunadamente,

su brillantez quedó obscurecida

por el genio extraordinario

de Lásker, con el cual perdió dos

«matches» por el título de campeón

mundial. Tarrasch, sin embargo, fué

una personalidad notable desde todos

los ángulos en que se le observe.

Perteneció a esa especie de maestros

de los cuales el ajedrez puede verdaderamente

enorgullecerse. Su libro

«Trescientas partidas» es probablemente

la mejor exposición de los

principios del juego que jamás se

haya escrito. He traducido algunos

de sus encuentros, con sus espléndidas

anotaciones.

El genio del doctor Emanuel Lásker,

puede ser valorado por el simple

hecho de que mantuvo el título

mundial desde 1894 hasta 1921. Como

Tarrasch, Lásker desarrolló también

sus actividades en otras esferas,

ya que fué instructor de matemáticas

en la Universidad de Cambridge

y desarrolló en el libro amplios problemas

matemáticos y filosóficos.

Para este maestro, el ajedrez sólo era

uno de los numerosos campos en el

cual se hallaba interesado desde el

punto de vista de la Filosofía de la

Lucha. Su estilo ajedrecístico puede

ser enunciado por los términos ccien-


AJEDREZ MODERNO

tífico y. profundo». A los veinticinco

DIAGRAMA 39

años de edad fué campeón del mundo,

Negras

lo que constituye un hazaña ? º

sobrepujada en estos dias por mnguno

de los jóvenes prodigios.

(Stéinitz)

75

PARTIDA 28

Gambito de Dama

Blancas

Zúkertort

1 P4D

2 P4AD

3 C3AD

4 C3AR

5 P3R

6 AXP

7 PXP

8 0-0

9· D2R

10 A3C

11 A4AR

12 A3C

13 TD 1 A

14 C 5 R

15 D3A

16 A4TR!

17 PX C

18 TRlR

19 D3D

20 AXA

21 A X C

22 P4AD

23 T3R

24 TlD

25 T3T

26 C4C

27 C3R

28 T3A

29 T. 2 D

30 T3C

31 T6C

32 D 3 C D

Negras

Stéinitz

P4D

P3R

C3AR

PXP

P4AD

PXPD

A2R

0-0

CD2D

C3C

CD4D

D4T

A2D

TRlD

AlR

cxc

D2A

TDlA

C4D

DXA

TXA

T(4D) 1D

D3D

P3AR

P3TR

D5A

A5T

D3D

A3A

P4AR

A5R

Blancas (Zúkertort)

Posición después de la jugada 32. D S C D

32

33 P5A

34 TXPR

35 CID

R2T

TXP

T8A jaque

Ahora las negras terminan la partida

mediante algunos poderosos

golpes.

35

36 D2C

37 D3A

38 TXA

Abandonan.

D5A

T8C

TRlAD

DXT

(Match por el campeonato del

mundo, 1886) .

PARTIDA 29

Gambito de Dama Rehusado

Blancas

Lásker

1 P4D

2 P4AD

3 C3AR

4 P3R

5 C3A.

6 A3D

7 D2A

8 P3TD

9 AXPA

10 A3D

11 C4TD

12 PXP

13 T 1 C D

Negras

Schléchter

P4D

P3AD

C3AR

P3CR

A2C

0-0

C3T

PXP

P4CD

P5C

PXP

A2C

D2A


76 BARNIE F. WINKELMAN

DIAGRAMA 40

Negras (Scbléchter)

36 AX T

37 T8A jaque

38 R2A

39 R 1 R

40 T 1 AR

41 R2D

42 D X T

43 D3D

44 RlD

TXA

Al A

D 7 T jaque

D 8 T jaque

D 5 T jaque

TXT

D X P jaque

D 7 A jaque

DIAGRAMA 42

Negras (Schléchter)

Blancas (Lásker)

Posición después de la jugada 13 . . ., D 2 A

14 C5R

15 P4C

16 P XC

17 PX P

18 D4A

19 T 1 C

20 A2D

21 T 1 AD

22 D2A

23 AX P

24 TIA

25 D 3 C jaque

26 D XA

27 D3C

28 P4A

29 D3D

30 PX P

31 R2R

32 T2A

33 T3A

34 TXP

35 T4A

DIAGRA.MA 41

Negras (Scbléchter)

C4T

Ax.e

A2C

PTXP

Al A

D 4 T jaque

D4D

A2C

D4TR

DXP

PXA

T2A

TDlAR

RlT

P4C

PXP

D 5 T jaque

D 7T Jaque

D4T jaque

C2A

C4C

TXP

Blancas (Lásker)

Posición después de la Jugada 35 . . ., T X P

Blancas (Lásker)

Posición después de la jugada 44. R 1 D

44

45 T5A

46 T5D

47 C5A

48 R2A

49 R3C

50 C6R

51 R4T

52 CXA

53 D 3 CD

54 D 8Cjaque

55 D X P

56 D4D

57 R3C

58 R2T

59 D3D

60 T 5 C R

61 T5R

62 T2R

63 T2D

64 D 5 A jaque

65 D2A jaque

66 TXDjaque

67 T2R

68 R3C

C3D

A3T

RlC

D 8 C jaque

D 8 A jaque

A2C

D 7 C jaque

R2A

nxc

RiR

R2A

D 5 C jaque

D 2 D jaque

D 2 C jaque

D3A

R3R

R2D

D 7 C jaque

D5C

D5TD

R2A

DXD

R3C

ClA

R3A


69 T 2 A jaque

70 R4C

71 R5A

AJEDREZ MODERNO 77

R2C

C2T

Abandonan.

En el «match» por el título mundial

jugado en 1921, Lásker no se

desempeñó en la forma que lo había

hecho durante un cuarto de siglo.

Y a sea por efecto de las penurias

sufridas durante la guerra, de sus

años avanzados o por falta de un

estímulo real, las partidas de este

«match» estuvieron lejos de poseer

la calidad de un campeonato mundial.

En algunos de los empates fué

desarrollado excelente ajedrez, pero

los análisis indicaron que el título

lo perdió a causa de su juego indiferente.

En la quinta partida, la

primera ganada por e a p a b 1 anca,

Lásker .que fué el que dirigió las

acciones en todo momento, echó por

tierra sus posibilidades en la décimaquinta

jugada, teniendo tablas a su

disposición. La octava partida fué

declarada tablas cuando poseía una

posición superior, que era probablemente

ganadora, demostrando que si

no le faltaba calidad ajedrecística,

había perdido el deseo de luchar

para la conquista de la victoria. El

décimo encuentro puede ser considerado

el único en que Capablanca

tuvo una posición netamente ganadora.

El décimoprimero indica claramente

una tensión nerviosa de

parte de Lásker y el décimocuarto

fué perdido por un error evidente,

después de tener un juego superior.

Capablanca es digno de gran alabanza

por haber · desarrollado un

juego exacto en todo momento durante

este difícil «match» y por la

forma de aprovechar los errores cometidos

por su adversario. El décimo

encuentro, que fué ganado en

estilo espléndido, se ve a continuación.

No obstante, en esta partida,

como Bréyer lo indicó, Lásker pasó

por al to un claro tti unfo ( 1) •

(Ultima partida del «match»).

PARTIDA 30

Gambito de Dama Rehusado

Blancas

Lásker

1 P4D

2 P4AD

3 C3AD

4 A5C

5 P3R

6 C3A

7 D2A

8 TlD

9 A3D

10 A4T

11 PR X P

12 AX P

13 A3CD

14 0-0

15 C5R

16 TRlR

DIAGRAMA 43

Negras (Capablanca)

Negras

Capablanca

P4D

P3R

C3AR

A2R

0-0

CD2D

P4A

D4T

P3TR

PAXP

PXP

C3C

A2D

TDlA

A4C

CD4D

Blancas (Lásker)

Posición después de la jugada 16 ..., C D 4 D

17 A X CD

18 AXA

19 D3 C

20 C XA

CXA

CXA

A3A

PXC

(1¡ Posteriormente, el análisis de Bréyer fué refutado

por el propio Capablanca, y también por

Bogolj ubow, quienes demostraron que en ningún

momento el negro estuvo perdido. (Nota del traductor.J


78 BARNIE F. WINKELMAN

21 T5R D3C 6 DXP DXD

22 D2A TRlD 7 CXD A3D

23 C2R T4D 8 C3AD C2R

24 TXT PAXT 9 0-0 0-0

25 D2D C4A 10 P4A TlR

26 P3CD P4TR 11 C3C P3A

27 P3TR P5T 12 P5A P3CD

28 D3D T3A 13 A4A A2C

29 RlA P3C 14 AXA PXA

30 DlC D5C 15 C4D TDlD

31 RlC P4T 16 C6R T2D

32 D2C P5T 17 TDlD ClA

33 D2D DXD 18 T2A P4CD

TR2D

TD2R

PXP T3C 20 P4CD R2A

36 T3D T3T 21 P3TD AlT

34 TXD PXP

35

37 P4CR P X P a. p. 22 R2A T2T

38 PXP T7T 23 P4C P3T

39 C3A T7AD 24 T3D P4TD

40 ClD C2R 25 P4TR PXP

41 C3R TSA jaque 26 PXP TD2R

42 R2A C3A 27 R3A TIC

ClD T8C 28 R. 4A P3CR

43

44 R2R TXP 29 T3C p 4 e jaque

y las negras ganaron.

30 R3A C3C

31 PXP PTXP

Ruy López

32 T3T T2D

33 R3C RlR

Blancas Negras

34 TDlTR T2C

Lásker Capa blanca.

35 P5R PD XP

1 P4R P4R 36 C4R C4D

2 C3AR C3AD 37 C (6 R) 5 A RlA

3 A5C P3TD 38 CXT

4 AXC PDXA

5 P4D PXP y ganaron en pocas jugadas más.

19


CAPÍTULO XII

ESPACIO Y TIEMPO

El estudiante que ha pasado las

partidas incluídas en la primera parte

de este volumen, encontrará una

diferencia entre ellas y las modernas,

que le resultará algo desconcertante.

Las agudas diferencias entre

las posiciones opuestas parecen desaparecer

en el juego moderno, y un

equilibrio general, simetría o balance

de la posición existe por largo

tiempo, hasta que una de las fuerzas

en pugna obtiene una ventaja decisiva.

El aficionado comprenderá estas

tácticas de manera más clara si recuerda

que la gran fuerza de expresión

de las más viejas escuelas se

basaba en el elemento «tiempo». Por

ello los peones, como también las

piezas, eran entregadas con una generosidad

que resulta repugnante

para el maestro de nuestros días. No

obstante, los más hipermodernos expertos

actuales comprenden perfectamente

la importancia del factor ·

tiempo y que la más pequeña ventaja

en este elemento puede ser

transformada en triunfo de la manera

más científica. Pillsbury, Charusek

y Capablanca, han sido los más

notables exponentes de la importancia

del elemento «tiempo» en la

partida moderna.

Con el creciente conocimiento y la

mayor técnica de las últimas décadas,

el arte de la defensa ha sido fortalecido

y un nuevo procedimiento,

basado en la idea de «espacio», resulta

aparente en el juego de los

grandes maestros.

Por ello los expertos modernos,

particularmente en la apertura y

medio juego, buscan dominar la mayor

parte del tablero que sea posible,

con la confianza de que en las

ulteriores complicaciones que se

presenten, el bando que posea bajo

la acción de sus fuerzas el mayor

número de casillas obtendrá el

triunfo.

La correcta coordinación de «espacio»

y «tiempo» parecería ser la

estrategia ideal, pero frecuentemente

existe un conflicto · entre ambos

y en las posiciones donde debe hacerse

una elección para obtener una

permanente ventaja en espacio o en

tiempo, el maestro actual generalmente

prefiere la primera, mientras

que hace dos décadas, hubiera sido

elegido el tiempo. Esta elección se

basa en que una desventaja en tiempo

puede recuperarse en las futuras

acciones de la partida, y que con

una correcta defensa, ello sólo traerá

aparejado una temporaria inhabilidad,

mientras que las ventajas en

espacio, si pueden ser aseguradas,

durarán a través de toda la partida.

Esto resulta particularmente cierto

de la ventaja que surge del esqueleto

de peones, y la lucha por obtenerla

constituye la batalla de las aperturas

en los cotejos más modernos.


80 BARNIE F. WINKELMAN

Con el valor del espacio, ha sido

estudiado también el valor de las diferentes

casillas, llegándose a la conclusión

de que las centrales son de la

más grande importancia. La ocupación

de tales casillas por peones o

piezas es base de futuros beneficios,

que aunque no pueden ser indicados,

forman el credo de la moderna ciencia

ajedrecística. Dudo que esto sea

tan moderno como parece, aunque

se halla expresado en nuevos términos,

por expertos maestros, tales como

Nimzóvi tch y Reti. Los buenos

jugadores siempre han «Sentido» la

importancia de la centralización, pero

nunca han expresado esta técnica

en los términos exactos que lo han

hecho los más recientes exponentes.

En ajedrez, como en otras actividades,

la exposición de ideas bien conocidas

con una nueva terminología,

es a menudo considerada como nueva

doctrina. La real contribución de tal

trabajo consiste en una más pura y

cuidadosa definición y comprensión

de viejas ideas, y por ello la escuela

hipermoderna es digna de crédito.

Un punto en conexión con importantes

casillas o diagonales debe ser

señalado: su contralor a la distancia

se considera de más importancia estratégica

que la ocupación de la misma.

La función de una pieza tiene

que ser empeñada por mucho tiempo

para la ocupación, y además se

convierte en punto de ataque del

adversario. El contralor, por otra

parte, ofrece mayor flexibilidad.

También se admite que esta función,

ejercida por peones, resulta más importante

que si lo es por piezas. Esto

último con frecuencia da una sensación

de superioridad que es más

aparente que real.

El vocablo «elasticidad» ha sido

usado para designar una libre elección

de movidas y variantes, y constituye

un importante principio del

juego moderno de las aperturas. Las

jugadas que encierran la posición o

dictan las futuras acciones, deben

evitarse en la manera de lo posible.

Alekhine le ha dado mucha importancia

a este principio en la estrategia

del planteo. En varias formas

del Gambito de Dama la elasticidad

juega una parte de suma importancia.

La fineza de las movidas de la

apertura se basa en tales tácticas y

puede asegurarse que muchas partidas

se hallan estratégicamente perdidas

en su planteo, antes de que la

verdadera batalla haya dado comienzo,

a causa de las derivaciones del

juego por cauces favorables a uno

de los bandos, que tienen como base

fundamental la «elasticidad».

Cuando existe una pequeña superioridad

de espacio o tiempo, puede,

en algunos casos, ser capitalizada

por el empleo de todas las fuerzas

existentes en el tablero. Esto resulta

particularmente cierto en la ventaja

de tiempo. No obstante, a menudo,

una pequeña ventaja limitada a una

sola pieza, puede ser traducida en

victoria por la eliminación de todas

las fuerzas. Tal procedimiento ha sido

una frecuente maniobra del famoso

maestro Capablanca. Al explicarlo

parece un proceso simple y

casi matemático, pero su empleo y

aplicación por el gran maestro surge

de un profundo conocimiento al juzgar

la posición.


CAPÍTULO XIII

PILLSBURY, CHARUSEK, BREYER, RETI Y TORRE

En el año 1895 despertó gran interés

en el mundo ajedrecístico la victoria

de Harry N elson Pillsbury, de

Boston, en el Torneo Internacional

de Hastings, en el que actuaron los

más grandes valores de la época.

Entre los inscriptos pueden citarse

a Lásker, Tarrasch, Stéinitz, Tchigorin

y prácticamente a todos los

grandes maestros. Desde los días de

Morphy, no se había sentido una

excitación ajedrecística semejante

en el continente europeo. La carrera

posterior de Pillsbury colmó la promesa

de esta espléndida hazaña. Empató

con Tarrasch en Viena y siempre

figuró a la cabeza o entre los

primeros puestos en todos los torneos

en que tomó parte en su breve

carrera. En partidas simultáneas sobresalió

notablemente, y en las exhibiciones

«a la ciega» estableció un

nuevo «récord» en su época, sólo

superado posteriormente por Alekhine

y Reti (1). Sin embargo, al poco

tiempo, Pillsbury fué herido por una

fatal enfermedad, dejando tras de

sí una actuación sólo superada por

la de Morphy. Como éste, su carrera

se desarrolló totalmente en unos pocos

años, y aun así, sus brillantes

(1) El maestro Miguel Najdorf radicado entre

:aosotros superó todas las marcas existentes, llegando

a jugar en San Pablo (Brasil) cuarenta y

cinco · partidas simultáneas sin ver los tableros.

(Nota del traductor.)

partidas llenan varios grandes volúmenes.

Aunque en grado menor, la carrera

de Rodolfo Charusek, brillante

hijo de Hungría, fué paralela a la

de Pillsbury. El también fué notable

por su estilo de ataque, y en su breve

actuación jugó muchas partidas que

se admiran en nuestros días.

Entre los modernos, Ricardo Reti

y Julio Bréyer fueron los líderes del

desarrollo del juego, que es conocido

con la denominación de «ideas hipermodernas

en ajedrez». Ambos eran

formidables jugadores de poderosa

originalidad, y dejaron grabado

su nombre como extraordinarios

maestros.

En los últimos tiempos, Carlos Torre,

un joven mexicano, impresionó

a los expertos del Club Manhattan

de Nueva York, como un real artista

del ajedrez. Fué pronto a tomar

parte en los torneos de Marienbad,

Baden-Baden y Moscú,· y a los veintidós

años de edad demostró poseer

un superlativo talento ajedrecístico.

En el Torneo de Moscú tuvo un extraordinario

desempeño en las tres

partidas sucesivas jugadas contra

Lásker, Capablanca y Márshall. Infortunadament.

por razones de salud,

Torre qualó inhabilitado para

competir en los torneos internacionales.


82

PARTIDA 31

BARNIE F. WINKELMAN

16 D4C P3CR

Gambito de Dama Rehusado Se amenaza A X P jaque.

Blancas

Pillsbory

Negras

Walbrodt

1 P4D P4D

2 P4AD P3R

3 C3AD P3AD

4 C3A A3D

5 P4R

· Una táctica similar fué empleada

por Alekhine en uno de sus «matches»

con Bogoljubow.

5

6 CXP

7 A2D

8 DXA

9 A3D

PXPR

A5C jaque

A X A jaque

C3A

cxc

Cambiando la única pieza desarrollada.

10 Axe

11 0-0

12 A2A

13 TD ID

I4 C5R

I5 TRIR

C2D

C3A

0-0

A2D

AIR

C4T

I7 DXP TIC

18 DXPT TXP

19 A3C C5A

20 C3D ! D4C

21 cxc DXC

22 TIAR P4T

23 D5T P5T

24 D3A T7R

25 D3D T7C

26 P3TR P4AD

27 D3R D4A

28 P5D P4R

29 DXPA P4C

30 D3R A2D

31 TDIR P3A

32 D3AD P5C

33 P X P y ganan.

Típico triunfo de Pillsbury

DIAGRAMA 45

Negras

(Gúnsberg)

Un error. Sin embargo, la réplica

de las blancas no es evidente.

DIAGRAMA 44

Negras

(Walbrodt)

Posición

Blancas

(Pillsbnry)

después de la jugada 21 . . . , A 1 A

Las blancas ganaron brillantemente

con 22. T X P, P X T; 23. C4A,

etcétera.

PARTIDA 32

Gambito de Dama Rehusado

Blancas

(Pillsbury)

Posición después de la jugada 15 . . . , C 4 T

Compárese eon el diagrama NI.' 75 (Capablanca

contra Torre)

Blancas

Bréyer

I P4D

2 P4AD

Negras

Dr. Esser

P4D

P3R


3 C3AD

4 P3R

5 A3D

6 P4AR

7 C3AR

AJEDREZ MODERNO 83

P3AD

C3AR

A3D

0-0

PXPAD

Con la intención de jugar, después

de A X P: p 4 e D, p 5 e D y A 3 T.

8 AlC

Entregando un peón por el ataque.

¡Concepto de posición que indica al

maestro!

8

9 P4R

10 C5CR

11 P4 TR

P4CD

A2R

P3TR

Amenazan do 12. P 5 R, C 4 D;

13. D 2 A, P 3 C; 14. P 5 T R, etcétera.

11 P3CR

12 P5R P XC

13 PTXP

Si 13. P XC, AXP; 14. PTXP,

A X P D, las negras hubieran obtenido

la ventaja.

13 C4D

DIAGRAMA 46

Negras

(Dr. Esser)

17 T 7 T jaque

18 D5T jaque

19 D 6 Tjaque

20 A X PC

21 D X P jaque

22 D 6 T jaque

23 P6C

RXT

R2C

RlC

PXA

Rl T

RlC

Si el monarca blanco se encontrara

ahora en 1 R, las negras ganarían

por medio de A 5 T jaque y D 2 R.

23 T2A

24 P X T jaque R X P

25 D 5 T jaque R 2 C

26 P5A PX PA

27 A 6 T jaque y ganan.

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

Blancas

Blackburne

PARTIDA 33

Negras

Cbarusek

P4D

P4D

C3AR

P3R

A4A

A3D

AXA

DXA

C2D

C3AR

P3AD

CD2D

·D 2AD P4R

P3R 0-0

PXPR CX P

A2R

A5C

P3TR

A4T

c x c

DIAGRAMA 47

Negras

(Cbarusek)

14 R 1 A !

15 P XC

16 D4C

cxc

A2C

R2C

Blancas (Blackburne)

Posición después de la jugada 12. · C X C


84 BARNIE F. WINKELMAN

12

13 C (5 R) 3 AR

14 C3C

15 D l D

16 ClA

17 -C5R

18 D2A

19 C2R

20 CXA

21 0-0

22 n xn

23 TRlD

24 C4D

25 C3AR

26 ClR

27 C3AR

28 RlA

AXA

D3T

A6D

P3CD

A5A

TD lD

D2C

TR lR

PXC

D5R

cxn

P4CR

T4D

T6D

TlD

P4A D

Y las blancas hicieron tablas.

PARTIDA 34

Defensa de los dos Caballos

Blancas

Euwe

1 P4R

2 C3AR

3 A4A

4 P4D

5 0-0

6 Tl R

7 AXP

8 C3A

9 CXP

10 D XC

11 A5C

12 D 8 D jaque

13 e x e

14 T D 1 D

15 D XT

16 P4AR

17 TX P

18 DXT

19 Rl T

Y mate en tres jugadas.

Negras

Reti

P4R

C3AD

C3A

PXP

CXP

P4D

DXA

D4TD

cxc

P4AR

D4A

R2A

PXC

A3D

DXA

D5T

A6TR

A4A jaque

A X P jaque

Blancas

Torre

1 P4D

2 C3AR

3 A5C

4 P3R

5 PXP

6 CD2D

7 P3AD

8 A3D

9 C4AD

10 D2R

11 0-0

12 TR 1 R

13 TD 1 D

14 AlA

15 C5C

16 CD3T

17 PXP

18 D5T

19 AXA

20 TX C

21 P4CD !

PARTIDA 35

Peón de Dama

DIAGRAMA 48

Nerras

(Lásker)

Blanca• (Torre)

Negras

Lásker

C3AR

P3R

P4AD

PXP

A2R

P3D

CD2D

P3CD

A2 C

D2A

0-0

TRlR

ClA

C4D

P4CD

P5CD

CXP

AXC

CXA

D4T

Posición despuél de la jurada 21. P 4 C D

21

22 T3 CR

23 C4AD

24 C3R

25 A6A

26 T X P jaque

27 T X P A jaque

28 T 7 C jaque

D4A R

P3TR

D4D?

D4CD

DXD

RlT

RlC

RlT


AJEDREZ MODERNO 85

29 T X A jaque RlC 3 C3AD PXP

30 T 7 C jaque RlT 4 cxP· C3AR

31 T 5 C jaque R2T 5 D3D P4R?

32 T D y ganaron.

6 PXP D4T jaque

Defensa Caro-Kann 7 A2D DXP

Blancas Negras

8 0-0-0 cxc

Re ti Tartakówer 9 D 8D jaque ! ! RXD

1 P4R P3AD 10 A 5 Cjaque dobleR 2 A

2 P4D P4D 11 A 8D mate.


CAPÍTULO XIV

NIMZOVITCH, ]f AROCZ, BOGOLJUBOW, RUBINSTEIN,

VIDMAR, SPIELMAN, TARTAKOWER

Aarón Nimzóvitch, por mucho

tiempo uno de los principales competidores

en el campo internacional,

había aumentado su fuerza ajedrecística

en los últimos tiempos hasta

llegar a compararse con Alekhine y

Capablanca. Como Alekhine, era un

entusiasta devoto del juego y en sus

escritos, la lucha del tablero se transforma

en una verdadera batalla. Para

cada una de sus piezas tenía

afecto real y veía valores éticos y

morales en el conflicto de las fuerzas.

Akiba Rúbinstein fué considerado

en su tiempo como el sucesor lógico

de Lásker. Siempre se comportó como

un formidable oponente.

E. Bogoljubow, obtuvo una extraordinaria

victoria en el Torneo de

Moscú de 1925 y su actuación contra

Alekhine en sus «matches», lo demostraron

como un adversario muy

peligroso.

El Dr. Milan Vidmar es considerado

por muchos como el más fuerte

aficionado del mundo. Es ingeniero

y ha escrito libros técnicos referentes

a su profesión, llegando a ocupar

una cátedra en la Universidad

de Yugoslavia. Su juego se caracteriza

por su inherente pureza.

Géza Maroczi, nacido en Hungría,

fué también un ingeniero de alta

reputación. Su carrera ajedrecística

data de los primeros años de este

siglo y ha obtenido más de un notable

triunfo contra los mejores. Después

de su victoria en Montecarlo

en 1930, fué saludado por muchos

como el futuro campeón. Su estilo

era clásico y digno de cuidadoso estudio.

Rodolfo Spielman, de Austria, ganó

varios primeros premios y muchas

victorias, en las que se incluyen

las dos sensacionales partidas contra

Capablanca.

S. Tartakówer posee una de las

mentes ajedrecísticas más brillantes,

pero su estilo se inclina hacia lo temerario.

Todos ellos han hecho mucho para

acrecentar la buena opinión del mundo

sobre el maestro de ajedrez.

Blancas

Bogoljubow

PARTIDA 36

Defensa Irregular

Negras

Nimzóvitch

1 P4D C3AR

2 P4AD P3R

3 C3AD A5C

4 C3A A XC jaque

5 PXA P3CD

6 P3C A2C

7 A2CR 0-0

8 0-0 TlR

9 TlR P3D


10 D2A A5R

11 D3C C3A

12 Al A P4R

13 PXP CXP

14 cxc TXC

15 A4A TlR

16 P3A A2C

17 TDlD C2D

18 P4R D3A

19 A2C C4R

20 T2D 'l1 2R

21 TRlD A3A

22 T2AR TDlR

23 Al AR P3TR

24 A2R RlT

25 D3T D3R

26 DlA P4A

27 PXP DXPAR

28 D2D D2A

29 D4D

DIAGRAMA 49

Negras (Nimzóvitch)

m m.1• 11

z . <

- -ilr-

/ J // /

-,-%A0.- ri.f 9 B -,?'f m

m,,)'J,:

,ii;. ',,,, !'j

mm a a

m. B am

- - -

-. -1;1- • . • :;¡

Blancas (Bogoljubow)

Posición después de la jugada 29. D 4 D

29 C3C

30 A3D CXA

31 nxc DXD

32 PXD TlAR

33 P5AR A2D

34 TR2D AXP

T2R

TXT

36 AXT TlR

37 R2A T4R

T5D

P4CR

TXT

PXT

40 P5A PXP

41 A6T P5R

42 P4TD R2C

35

38

39

AJEDREZ MODERNO 87

43 P5T P X P jaque

44 RXP R3A

45 R3R R4R

46 A4A A5C

47 A6T P4T

48 A4A P5T

49 A6T A8D

Abandonan.

PARTIDA 37

Gambito de Dama Rehusado

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

Blancas

Spielman

Negras

Thomas

P4D

P3R

P4AD C3AR

C3AD P4D

A5C

CD2D

P3R

P3A

PXP

PRXP

A3D

A2R

D2A 0-0

CR2R

TlR

0-0-0 C5R

AXC

P X A

P4TR

P4AR

D 3 C jaque RlT

C4A

C3A

P5T

C4D

AXA

CXA

DIAGRAMA 50

Negras

(Thomas)

IB.!a.1a - % . m z

-j- - -j

B1B B B

B B L; 1 B

ia n,j

- - - j -

m· · a a

-%,% 0.a ,,"a·a

%,%

B m!;lM a

Negras

(Spielman)

Posición después de la jugada 16 ... , C X A

17 e 6 e jaque cxc

18 PXC A3R

19 TX P jaque RlC

20 P5D PXP


88 BARNIE F. WINKELMAN

21 CXPD TlA jaque

22 RlC D4C

23 TD lT D X P (3 C)

24 T8T jaque Abandonan.

PARTIDA 38

Apertura Peón Dama

Blancas

ogoljubow

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

18

19

20

21

22

23

24

25

Negras

Alekhine

P4D

C3AR

P4AD

P3R

C3AD A5C

D3C

P4A

PXP

C3T

P3TD

A XC jaque

DXA

CXP

P3A

P4TD

P4R 0-0

A4A

D3C

TDlD

ClR

C2R

P3D

A3R

D2A

C4 D

D2R

C5C

T3T

A2R

P4A

P5R

PXP

DXPR C2D

D3A

P4R

0-0 T3CR

DXPT P5A

Al A

D4C

T2A

P5R

PXP

C4R

D8D

DIAGRAMA 51

Negras

(Alekhine)

---.l----¡

z ,, 1

R1B B m11

- - BIRi

-- - -

· · · ·1

\ • •a¡;: •

B A;¿ B m,,,B -

-%-%ª l m " z%,/,

,,,, ,,,,,)/,

Blancas (Bogoljubow)

Posición después de la Jugada 25. D 8 D

25 C3AR

26 AXP C 6A jaque

27 Ax e D XA

28 D6D D5T

29 P3CR D6T

30 P5R P3T

31 A5D jaque R2T

32 DXT CXA

33 PXC A5C

34 T3D D4T

35 C6D A7R

36 C7A T3C

37 T2D A5A

38 D5A Abandonan.

PARTIDA 39

Gambito de Dama Rehusado

Blancas

Tartakówer

Negras

Bogoljubow

1 P4D P4D

2 P4AD P3AD

3 C3AD C3AR

4 A5C PXP

5 Ax e PRXA

6 P;3R P4CD

7 P4TD P5 C

8 ClC A3T

9 DlA P6A

10 PXP AXA

11 RXA " A2R

12 C3A P4AD

13 P3C PXPD

14 CXP D 4D

15 RlC C 3A

16 C2D TlD

17 P4AD D2D

18 CD3C D2C

19 P4A P4TR

20 DlA cxc

21 PXC P4A

22 TlR RIA

23 D3D P5T

24 DXP A3A

25 D3D PXP

26 P5D P7C

27 RXP D2D

28 P5T A5T

29 T4R D5C jaque


30 RlA

31 T3R

32 C5A

33 C6R

34 T 1 C

35 T X D y ganan.

AJEDREZ MODERNO

P4A

DIAGRAMA 52

A3A

R2A

TlCD

P6C

Negras

(Euwe)

89

PARTIDA 40

Defensa Irregular

Blancas

Vidmar

1 P4D

2 C3AR

3 A5 C

4 CD2D

5 P3R

6 A3D

7 0-0

8 A4AR

9 P3A

10 D3C

11 PX C

12 TD 1 D

13 AlC

14 PXP

15 C4R

16 D3T

17 T2D

18 C3C

19 PAXC

20 P4CR

21 P5A

22 PXP

23 TlR

24 P3T

25 TD lD

26 P5D

27 C2D

28 Rl T

29 A4R

30 CXT

31 C X P D

32 RXA

33 Rl T

Negras

J:uwe

C3AR

P3CR

A2C

P4A

P3C

A2C

P3TR

P3D

C4T

CXA

0-0

C3A

PXP

P3R

C2R

C4A

D2R

cxc

TRlA

T2A

PRXP

P4CR

D3A

TDlAD

T5A

P4TD

D5D jaque

DXPD

T XA

DXPA

A X P jaque

T7 A jaque

D5A

Blancas

(Vidmar)

Posición después de la jugada 33 . . ., D 5 A

34

T 8 R jaque

35 T X A jaque

36 C5Ajaque

37 D8A jaque

PARTIDA 41

Al A

RXT

RlC

Abandonan.

Apertura del Peón de Dama

Blancas

Boroljubow

1 P4D

2 P4AD

3 C3AD

4 C3A

5 A4A

6 P3R

7 PXPA

8 PXP

9 cxc

10 A3D

11 AXA

12 0-0

13 TlA

14 D3C

15 TR 1 D

16 A2R

17 D4T

18 DXD

19 P3TD

20 P4CD

21 RIA

22 RlR

23 P3T

Negras

Ma.roczi

C3AR

P3R

P4D

A2R

0-0

P4A

AXP

CXP

PXC

A3D

DXA

C3A

P3CR

TlC

A3R

TRIA

D5C

CXD

C3A

RlA

R2R

P3TR

TlTD


90

34

BARNIE F. WINKELMAN

24 R2D TDlC 7 A2R P3CD

25 T5A ClD 8 0-0 A2C

26 C4D TXT 9 D2A CD2D

27 PXT A2D 10 TDlD AXCD

28 A3A TlA 11 AXA C5R

29 TlAD C3R 12 AlR P4AR

30 cxc PXC

D3C

P4A

31 P4R A3 A 14 C2D cxc

32 PXP AXP 15 TXC P4R

33 AXA TlD 16 PXPR PXP

TlCD T X A jaque 17 P3A P4CR

35 R3R T2D 18 A2A C3A

36 R4R R3A 19 TRlD TD lR

37 T3C T2AD 20 D4T AlT

38 T3AD T3A 21 T6D D2CR

39 R4D P3CD 22 Al A P5R

40 P4TD P X P jaque 23 AlR PXP

41 TXP T3D jaque 24 A3A D2R

42 R3A T8D 25 T (6) 3 D PXP

43 T5CD T8TD 26 AXP AXA

44 T5TD T7T 27 AXC D5R

TXP TXPA 28 T (1) 2 D A6T

46 T7T P4T 29 A3A D5C jaque

45

47 P5T TXP Abandonan.

48 P6T T7TD

49 P7T R4C PARTIDA 43

50 T7R R5T Gambito de Dama Rehusado

51 R3C T8T

52 TXP TXP Blancas Negras

53 TXP RXP

Capablanca. Spielmaa.

R2A T2D 1 P4D P4D

55 T5C P5T 2 P4AD P3AD

56 T8C T5D 3 C3AD C3A

R3A T5CR 4 C3A PXP

58 T8TR R7C 5 P3R P4CD

59 R3D P6T 6 P4TD P5C

Abandonan. 7 C2T P3R

PARTIDA 42

8 AXP A2R

9 0-0 0-0

Defensa Irregular 10 P3CD? P4A

11 A2C A2C

Blancas

Negras

12 ClA C3A

Dr. Vidmar Nimzóvitch

13 PXP C4TD

1 P4D C3AR 14 C5R CXA

2 C3AR P3R 15 cxc AXPA

3 P4A A 5 C jaque 16 C3D D4D

4 A2D D2R 17 C4A D4C

5 C3A 0-0 18 AXC DXA

6 P3R P3D 19 TlA TRlD

54

57

13


20 D5T

21 TR 1 D

22 T X T jaque

23 D5R

24 P3T

25 Dl T

26 TlD

DIAGRAMA 53

Negras

(Spielman)

TDlA

P3C

DXT

A2R

T4A

A3AR

T4D

AJEDREZ MODERNO 91

6 PXP

7 A3D

8 CR2R

9 D2A

10 A4T

11 P3TD

12 P4R

13 A3C

14 CXP

15 AX C

16 PT X A

17 0-0-0

18 C3A

19 C5C

20 P5D

21 PXA

PRXP

A3D

ClA

P3TR

D2R

A2D

P4CR

PXP

cxc

AXA?

D3D

A3R

D2A

D2D

PXC

DIAGRAMA 54

Negras (Capablanca)

27 TX T

28 C5R

29 C (4 A) 3D

30 DlR

31 CXA

32 D XP

33 D5A

34 P4CD

35 P5C

36 D3A

37 P4R

38 PXP

39 P5T

Abandonan.

PXT

D3D

A3T

AR XC

nx c

A6D

DlC

D2C

P4TR

A5A

D2R

AXPD

D5R

Blancas (Spielman)

Posición después de la jugada. 21. P X A

21 ..... DlA

Si 21. ....., D X P; 22. T R 1 R,

T 1 A; 23. D X T jaque, D X D jaque;

24. A 6 A jaque doble y mate.

Blancas

Spielman

PARTIDA 44

Peón de Dama

Negrás

Capablanca

1 P4D C3AR

2 P4AD P3R

·3 C3AD P4D

4 A5C CD2D

5 P3R P3AD

22 P X P jaque

23 T6D

24 RXD

25 AXP

26 R3D !

27 T lR

28 A5D jaque

29 T X T jaque

30 T8R

31 T8T

32 PXP

RXP

D X D jaque

TlR

T7R jaque

TXPA

T3A

R3C

RXT

P4TR

P5T

PXP


92 BARNIE F. WINKELMAN

33

34

35

36

37

38

39

40

4I

42

43

44

45

46

47

48

49

50

5I

52

53

54

55

56

TXP

A6A

PXP

R2A

PXP

A4T

T 7 R jaque

T 7 D jaque

A6A

P5C

T7R jaque

T7AD

T8A

R3A

R4A

T 8 D jaque

T 7 D jaque

R5A!

R6C

T 7 A jaque

T 7 D jaque

T4D

A 7 C jaque

T4AD

R4R

P6T

T X P jaque

P5C

C3R

C5A

R3D

R4R

T3T

T3D

T3R

R3D

T7R jaque

T6R jaque

T7R

R2A

RIA

TXP

T7R

RID

RIA

C3R

RIC

Abandonan.

Gambito de Dama Rehusado

Blancas

Rúbinstein

Negras

Reti

1 P4D C3AR

2 P4AD P3R

3 C3AD P4D

4 A5C CD2D

5 P3R P3AD

6 C3AR D4T

7 PXP C5R

8 PXPR PXP

9 D4T DXD

10 cx n A5 C jaque

11 R2R P4C

12 C3A cxc

AXP

I3 PXC

14 TIA P5C

15 RID P4R

I6 PXP

C4A

C3R

18 C3A CXA

19 cxc A5C jaque

20 R2A 0-0-0

I7 C4D

2I A3D

A7R

22 TRID TXA

23 TXT A X T jaque

24 RXA TI D jaque

25 R4A T7D

26 C4R TXPT

27 CXA PXC

28 P4A! TXP

29 TXP R2D

30 T3T R3R

31 T X P y ganaron


CAPÍTULO XV

LA

BRILLANTEZ

Nuestro propósito al anotar los

numerosos ejemplos donde los maestros

han cometido errores, no tiene,

por supuesto, la intención de criticar

su habilidad, sino simplemente

señalar el hecho de que jugar

correctamente en un torneo mundial

o internacional resulta una tarea de

extraordinaria dificultad.

En efecto, hallándose los maestros

que intervenienen en el torneo, supeditados

al tiempo límite de quince

a veinte jugadas por hora, el experto,

al mismo tiempo que considera muy

profundamente la posición, puede

decirse que solamente raspa la superficie

de las numerosas combinaciones

que existen.

Y o creo que la gran mayoría de

los maestros que vuelven a examinar

sus partidas qespués de jugadas, encuentran

con suma frecuencia valiosas

variantes que escaparon a su

atención. Estas omisiones debemos

atribuirlas, indudablemente, al escaso

tiempo que dispusieron para realizar

un estudio más metódico de

la posición.

El reverso de la medalla es más

importante. En todo torneo se juegan

partidas de admirable profundidad

y precisión, y una lista de las

que han sido elegidas para otorgarles

premios de brillantez llenarían

gran cantidad de interesantes volúmenes.

Véase la siguiente extraordinaria

combinación en una partida jugada

en 1911.

DIAGRAMA 55

Ner:ras

Blancas

Posicióp después de la. jugada 19. P i A .lt

19

20 R 1 C

21 PXT

22 R2C

T X PAD jaque

C6R

A6D jaque

C7A!

y ganaron.

Una de las más brillantes partidas

jugadas en los torneos de N orteamérica

tuvo lugar en el realizado por

la «Western Association Meeting•,

en 1933. El final puede compararse

a las mejores de Morphy o de

Pillsbury.

Blancas

Fine

1 P4D

2 P4AD

PARTIDA 45

Defensa India

Negras

Dake

C3AR

P3CR


94 BARNIE F •. WINKELMAN

3 P3A P4D

4 PXP CXP

5 P4R C3C

6 A3R A2C

7 C3A 0-0

8 D2D P4R

9 P5D P3AD

10 P4TD PXP

11 PXP D5T jaque

12 A2A D5CD

13 P5T C5A

14 A x e DXA

15 CR2R C3T

16 0-0 C4A

17 AXC D X A jaque

18 RlT TlD

19 D5C P3A

20 D4T P4CR

21 D4T A4A

22 TRlD TDlA

23 C3C A3C

24 CR4R D5A

25 D3T Al A

26 P6D R2C

27 T5D A2A

28 T2D T3A

29 TD lD T3T

30 DlT P3C

31 DlA TXPT

32 CXPA RXC

33 C4R jaque R2C

34 T2A D5T

35 D X P jaque A3C

36 T 7 A jaque RlC

37 D X A jaque Abandonan.

En el torneo de San Petersburgo,

de 1914, la partida que el doctor

'l'arrasch le ganó a Nimzóvitch constituye

una joya de gran valor, y no

conquistó el primer premio de brillantez,

únicamente a causa de su

similitud con otra en la que triunfó

Lásker contra Bauer, en el Torneo

de Amsterdam, realizado en 1889.

Esta partida debe ser estudiada y

recordada por todos los amantes del

ajedrez.

PARTIDA 46

Apertura del Peón de Dama

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

Blancas

Nimzóvitch

Negras

Tarrasch

P4D

P4D

C3AR

P4AD

P3R

P3R

A3D

C3AR

0-0 A3D

P4AD

C3AD

P3CD 0-0

A2C

P3CD

CD2D

A2C

TlA

D2R

PXPD PRXP

C4T?

P3C

CR3A TDlD

PXP

PXP

A5C

C5R

AXC

AXA

D2A

DIAGRAMA 56

Negras (Dr. Tarrasch)

m m //. m•m </

- - -i-i

mim % -% i B

///,z

B M1B B

B B4'B m

- - --

%. ,ea¡ %

-- - -

· f J. , iUJ

tm B n ;A__·_, Bm.JJ wJ_

Blancas (Nimzóvitch)

Posición después de la Jugad.a 17. D 2 A

17 c xc

18 cxc P5D!

19 PXP A X P jaque

20 RXA D5T jaque

21 RlC AXPC

22 P3A TRlR

23 C4R D8T jaque

24 R2A AXT

25 P5D P4A

26 D3A D7C jaque

27 R3R T XC jaque


28 PX T

29 RXP

30 R5R

31 R6R

Abandonan.

AJEDREZ MODERNO 95

P 5 A jaque

T 1 A jaque

D 7 T jaque

T 1 R jaque

El Torneo de Praga de 1923 parece

haber inspirado a todos los contendientes

para concebir brillantes partidas.

Alekhine, que produjo aquí su

famoso cotejo con Grünfeld, venció

también al· doctor Tarrasch en la

partida que damos a continuación,

donde la fría lógica se encuentra

combinada con la brillantez, para

estructurar una producción del más

alto valor.

Blancas

Dr. Tarrasch

PARTIDA 47

Ruy López

Negras

Alekhine

1 P4R P4R

2 C3 AR C3 AD

3 A5C P3 CR

4 P4D CXP

5 c xc PXC

6 DXP D3A

7 D3D A2C

8 C3 AD P3 AD

9 A4AD C2R

10 A3 R

Aquí debía haberse jugado P 4 T D

para neutralizar el avance de los

peones en el flanco de dama.

10

11 A3 C

12 P4TD

P4CD

P4TD

Correspondía en este momento

P 3 T D. La jugada del texto es mala.

12

13 ClD

14 0-0

P5C

0-0

P4D

Preservando una pequeña superioridad,

Alekhine abre la columna

AD para su torre, y presiona el

centro y el punto 2 A D. Todo su

plan es digno del más cuidadoso

estudio.

15 P X P

16 A4AD

17 DXA

18 D3D

A3 TD

AXA

PXP

P5D

U na posición muy poco usual. Con

piezas y peones iguales fas blancas

se encuentran perdidas, aprisionadas

en una red hábilmente tejida.

19 A2D

20 TlR

21 TD 1 A

22 P3 CD

23 T4R

24 C2C

25 Axe

26 D2R

27 P4CR

28 T 8 R jaque

29 D X T jaque

30 T 1 AR

31 C3 D

32 C5R

33 C7D

34 TlD

35 T lAR

36 D 5 R jaque

37 C XD

38 C4A

39 TlD

40 C X PT

TDlA

T2A

TRIAD

D4A

C4D

C6A

TXA

A3 T

D3A

TXT

R2C

TXPAD

D6AR

D4D

D3D

A6R!

A4C

DXD

A5A

T6A

P6D

R3 A

Con la totalidad de sus piezas en

acción, las negras bien pueden devolver

el peón.

41 P4TR

42 R2C

43 R3 A

44 C4A

45 C3 R

R4R

R5D

A2A

TXPC

T6A y ganan.


96 BARNIE F. WINKELMAN

En el mismo torneo Sir George

Thomas jugó una espléndida partida

contra Spielman. Las que obtuvieron

premio de brillantez fueron

inusitadamente bellas, encontrándose

en esta condición la famosa de

Alekhine contra Bogoljubow. Yates,

representante de Inglaterra, demostró

su fuerza como maestro en su

extraordinaria actuación contra Alekhine.

Como ya lo he indicado en un

capítulo anterior, existen maestros

que sólo se encuentran a un paso

de los diez primeros del mundo, y

que son artistas de consumada habilidad

y conocimiento, pero muy

a menudo no pueden desplegar su

indiscutible talento en razón de la

superioridad -que aunque muy pequeña-

poseen sus oponentes.

Con el objeto de impedir el avance

de las blancas en el ala de dama.

10 A3R

11 A4 D

12 cxc

13 P5AD

14 AXP

15 A4D

16 T lR

17 AlAR

C5C

CR4R

cxc

PXP

P3 CD

A3 TD

D3D

AXA

Ahora las negras tienen posición

superior.

18 TXA

19 AXC

P4AD

DXA

Aquí resulta claro el valor que

tiene una dama colocada en una

fuerte posición.

Blancas

Alekhine

1 P4D

2 P4AD

3 P3CR

PARTIDA 48

Peón de Dama

Negras

Yates

C3AR

P3CR

La técnica más aprobada.

3

4 A2C

5 C3AD

6 C3AR

A2C

0-0

P3D

C3A

Esto procede de Amos Burn, gran

maestro de Inglaterra durante muchos

años. Las negras desean provocar

el avance del peón de dama

para conseguir la casilla 4 R para

su caballo.

7 P5D

8 P4R

9 0-0

ClC

CD2D

P4TD

20 D3C

21 D 5C

22 TD 1 R

23 D7D

24 P XP

TDlC

P4AR

P5AR

.TD lD

Necesario para evitar que las negras

jueguen P 6 A ! !

24

25 D6R jaque

26 P3AR

27 Rl T

DX P

RlT

D4C jaque

Con D 4 C las blancas tenían posibilidades

de tablas; pero juegan para

adjudicarse la victoria y, como sucede

muy a menudo en tales circunstancias,

pierden.

27

28 D3T

29 T2R

30 C 1 D

31 C3 R

T3 D

A4R

TD3AR

T5A

T5T


Las blancas no tienen defensa con- 47 T 3 A

tra la tormenta que se prepara. Las 48 R 3 T

acciones han alcanzado una tensión 49 R 3 C

de rara belleza.

50 R 3 A

AJEDREZ MODERNO 97

D 8 C jaque

D 8A jaque

A 7 A jaque

ABC jaque

32 D6R

33 C4 C

D4T

Las blancas abandonan.

Una obra de arte.

DIAGRAMA 57

Negras (Yates)

En una partida entre Márshall y

Kashdan, jugada en la «Metropolitan

League», las blancas utilizaron

el mismo tema de jaques cruzados.

En la partida viva, este tema tiene

gran dificultad y se halla fuera del

conocimiento de la mayoría de los

aficionados, aun de aquellos considerados

como de primera fuerza.

Blancas

(Alekhine)

Posición después de la jugada 33.

33 .....

Decisivo.

34 PXT

35 R2C

C 4 C

T X T jaque

D X P T jaque.

¡Nótese el formidable poder de

dama y alfil . en manos de un maestro

inspirado!

36 RXT

37 R2A

38 R3C

39 R3T

40 T2C

41 R3C

42 R3T

Amenazando mate.

43 T2AD

44 R2T

45 R3T

46 R3C

D 8 T jaque

A5D jaque

D8C jaque

D 8 A jaque

D 8 T jaque

D SR jaque

P4C

D BA jaque

D 8 C jaque

D 8 T jaque

D8D

14

Blancas

Má.rshall

PARTIDA 49

Peón de Dama

Negras

Kashdan

1 P4D C3AR

2 C3AR P3R

3 P4A A5C jaque

4 A2D D2R

5 C3A P3CD

6 P3R A2C

7 A3D AXCD

8 AXA C5R

9 AXC AXA

10 0-0 0-0

11 C2D A2C

12 P4R P3D

13 D2R C2D

TDlR

P4R

15 P4A PXPD

16 AXP P4AR

17 D3D TDlR

18 D3CR C3A

19 PXP D2A

20 D5C P3TR

21 D4T -·· C5R


98

22 ex e

23 TX T

24 TlR

25 PXP

DIAGRAMA 58

Negras

(Kashdan)

BARNIE F. WINKELMAN

TX C

AX T

P4D

DXP D

En Nueva York, en el año 1924,

tuvo lugar un histórico encuentro

con la concurrencia de la élite mundial

de los maestros, produciéndose

allí gran cantidad de extraordinarios

episodios.

El Dr. Emanuel Lásker y el maestro

de su mismo apellido Eduardo

Lásker, jugaron 103 movidas de un

Ruy López lleno de complicaciones,

de tramas, celadas y contraceladas,

inclinándose la victoria una vez hacia

un bando y luego hacia el otro_

Después de realizadas 92 movidas,

Eduardo Lásker tenía una torre y

peón contra un caballo del ex campeón

mundial. Seguramente más que

suficiente fuerza como para obtener

el triunfo en la contienda. Pero el

fértil cerebro del Dr. Lásker construyó

una posición que podría haber

sido el crédito de cualquier

problemista, y entabló la partida con

el caballo solo.

DIAGRAMA 59

Negras (Eduardo Lásker)

Blancas (Márshall)

Posición después de la jugada 25 . . . , D X P D

26 AX P CR

27 A5R

28 TX A

29 D 7 R jaque

30 D 8R jaque

31 D 7D jaque

32 D 6 R jaque

33 D 7R jaque

34 D 8 R jaque

35 D 8T jaque

36 D 8C jaque

37 D8Rjaque

38 D 6 C jaque

39 A6A jaque

40 p 3 e jaque

41 D 5T mate.

TX P

R2T

DX T

R3C

R2T

R3C

R2T

R3C

R2T

R3C

R4T

R5C

R5T

TX A

R6T

Blancas (Dr. Lásker)

.Juegan las blancas.

¡Tablas!

En 1927 se presentó un final semejante

en Nueva York, donde el campeón

mundial Alekhine obtuvo tablas

en una posición aparentemente

desesperada.

DIAGRAMA 60

Negras

(Alekhine)

Blancas (Vidmar)

Posición después de la jugada 47. A X P'


AJEDREZ MODERNO 99

La partida de .Capablanca contra En Bad Kissingen, empleó nueva-

Subarev en el torneo de Moscú de mente tácticas similares en una de

1925, resultó un bello ejemplo de su las partidas más hermosas del ajeestilo

preciso. La posición crítica se drez moderno. En una posición apada

a continuación.

rentemente simple, y habiéndose ya

cambiado las damas, construyó un

mate de problema:

DIAGRAMA 61

Negras (Subarev)

PARTIDA 50

Defensa Irregular

Blancas (Capablanca)

Posición después de la jugada 23:

!D X P A

Las negras jugaron A X P C y

Capablanca se adjudicó la partida

en forma brillante.

Su partida contra Nimzóvitch en

Nueva York, 1927, fué clásica:· «Una

Capablanca genuina». La posición

desde la cual el otrora campeón

del mundo consiguió crear un final

notable, se ilustra en el diagrama

que sigue.

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

Blancas

Bogoljubow

P4D

P4AD

C3AR

C3A

A5C

P3R

AXA

cxc

C2D

A2R

A3A

DXA

D3C

PT XD

P4CR

P3T

R2R

Negras

Capa.blanca

C3AR

P3R

P3CD

A2C

A2R

C5R

DXA

AXC

A2C

D4C

AXA

C3A

DXD

R2R

P3TR

P3T

DIAGRAMA 62

Negr3s (Capa.blanca)

DIAGRAMA 63

Negras (Capa.blanca,)

Blancas (Nimzóvitch)

Posición después de la jugada 30 . . . , C 4 A

Blancas (Bogoljubow)

Posición después de la jugada 17. R 2 R


100

17

18

19

20

21

22

23

24

25

26

27

28

29

30

31

32

33

34

35

TRlCD

C4R

P4CD

P5A

P4D

P X P a. p. jaque P X P

P4A

TlAD

P5A

C4T

R3D

C5A

TDlCD P4D

C3A

T3A

PXP

PX P

P5C

PX P

T5T

R3A

T3T

TDlAD

C2T

P4T

T3A jaque R3C

P4CR

C3D

C3A

P5C

PXP

PXP

ClD

T7A

BARNIE F. WINKELMAN

DIAGRAMA 64

Negras (Capablanca,)

1 BIR - -

:m B B M

- _i_é_

B ,,/d,,

B m•R B

- .·.//.

--%

m. BwBJ;1.g

mxm m -

-- -

.v,%

Blancas (Bogoljubow)

Posición después de la jugada 35 . . . ,

36 T2A P6C

37 TlT C5R

T2R

TD3A

38

39 TlC P4R

T 7 A

40 TlT TD5A

41 T5T C4A jaque

Abandonan.


CAPÍTULO XVI

FRANK J. MARSHALL, CAMPEON DE ESTA.DOS UNIDOS

DE AMERICA

La actuación del campeón americano

fué realmente brillante, pues

obtuvo una sucesión de primeros y

segundos premios en torneos internacionales

realizados en Europa y

América. Llegó a ser considerado

como el tercero o cuarto entre los

maestros mundiales y su nombre

todavía es único para ser evocado

en ajedrez, ya que su colección de

hermosas partidas lo revelan como

un gran artista del tablero. Naturalmente,

en los últimos tiempos, a

causa de su avanzada edad, su juego

se debilitó, y hubo de perder su corona,

pero fué necesario el esfuerzo

de un maestro de primera magnitud

para derrotar lo.

Márshall fué uno de los más populares

maestros internacionales: un

caballero en el más alto grado, siempre

dispuesto a favorecer el adelanto

de nuestro espléndido juego.

Blancas

Márshall

PARTIDA 51

Gambito del Rey

Negras

Pillsbury

I P4R P4R

2 P4AR PXP

3 C3AR P4 CR

4 A4 A A2C

5 P4TR P3TR

6 P4D P3D

7 D3D

Aquí era mejor 7. C3AD,

7 P5C

8 CIC D3A

9 P3A P4TR

10 C3TD C2R

11 C2R C3C

I2 P3CR

El principio de una combinación.

I2

13 TIA

14 A X P jaque

I5 AX C

16 T2A

I7 A3R

18 AXA

19 CXD

20 RID

21 R2A

22 A2D

23 D3R

PXP

D XPT

RID

p 7 e jaque

TIA

A3T

P 8 C == (D)

jaque

D X T jaque

D XC jaque

T 7 A jaque

DXT

Las blancas están mejor; el flanco

de dama negro se encuentra sin desarrollo

y las jugadas son, en gran

parte, forzadas.

23

24 DXT

T X A jaque

A2D


102 BARNIE F. WINKELMAN

25 D 5 C jaque

26 A5A

RlA

P3C

No A X A, pues entonces 27. D 8 C

jaque, R 2 D; 28. D 7 A jaque.

27 D8C jaque

28 AX A

29

D 5 D jaque

30 D X P D

R2C

CX A

P3A

TlD

3 C3AD C3AR

4 PX P PX P

5 A4A C3AD

6 P3R P3R

7 A3D A2R

8 C3A 0-0

9 C5R

Iniciando un ataque que parece

prematuro.

Las negras pudifron empatar fácilmente

jugando · 1 AR o T 1 AD

en seguida, en lugar de la movida

del texto.

31 P5D TlAR

Demasiado tarde. Es dudoso que

las negras puedan ahora obtener

tablas.

32 P X P jaque

33 PX C

34 R3C

35 R4T

Las negras abandonan.

RlT

T7 A jaque

DX PC

jaque

Si ahora 35. P 4 C jaque ; 36. R 5 T,

D X P jaque; 37. R 6 T, y las negras

tampoco tienen continuación aceptable.

PARTIDA 52

9 cxc

10 P xc C2D

11 D2A P3CR

12 P4TR C4A

13 P5T C X A jaque

14 nx c P4CR

15 A3Q P4AR

16 P X P a. p. AX P

17 TlD D3C

18 T2D A2D

19 0-0 TD lA

20 TlA A4C

Ahora, por un tiempo, las negras

dirigen las acciones e intentan construir

una posición de triunfo.

21 D2A

22 D3C

23 TD2A

24 D3T

25 P3C

T5A

D3A

TlA

A3T

El principio de una combinación

que toma a las negras por sorpresa.

Gambito de Dama Declinado

25

T4A

Blancas

Márshall

1 P4D

2 P4AD

Negras

Atkins

P4D

P3AD

Si en lugar de esto juegan 25 . . .... ,

T X C; entonces 26. T X T, A X T;

27. D 7 R, P 3 T R; 28. T X A, D X T;

29. D X P jaque, ganando.

Atkins a menudo emplea movidas

originales.

26 C X P

27 TX T


DIAGRAMA 65

Negras (Atkins)

Blancas (Márshall)

Posición después de la. jugada. 27. . . • D X T

AJEDREZ MODERNO 103

4 AXP

5 C3AR

6 0-0

7 C3A

8 D2R

9 P3TD

' 10 A2T

11 PXP

12 P4CD

13 A2C

14 TD lA

15 Al C

16 C4R

17 AX C

P3R

P3TD

P4A

D2A

C3A

P4CD

A2C

AXP

A3D

0-0

D2R

TDlA

cx c

28 C X A jaque

29 D 6D !

R2 A

RXC

DIAGRAMA 66

Negras (Schléchter)

Si en este momento las negras jugaran

D 3 A, entonces la réplica sería

30. C 4 R, D X C; 31. D 7 D jaque,

etcétera.

30 A 5 R jaque R4A

Si el rey fuera a 2 A, seguiría

31. D 7 D jaque, R 1 A; 32 . A 6 D jaque,

R 1 C; 33. D X PR jaque, R 2 C;

34. P 6 T jaque, y mate en la próxima

movida. Esta partida deja la sensación

que las negras contra el primer

ataque llevado por Márshall se defendieron

prematuramente. En el

segundo, su posición, que parecía tan

buena, se desmoronó a causa de la

debilidad de los peones del flanco

de rey.

31 P3 A Abandonan.

Blancas

PARTIDA 53

Gambito de Dama

Márshall

1 P4D

2 P4AD

3 P3R

Negras

Schléchter

P4D

PXP

C3AR

Blancas

(Márshll)

Posición después de la. jugada· 17. A X C

17 ..... P4A

La posición de las negras era perfectamente

sólida, pero no obstante

y aunque el curso de las acciones

parece desarrollarse en la forma

más natural, Schléchter, sin notarlo,

pronto se encuentra en manos de su

oponente.

18 AlC

19 TRlD

20 A 2 T jaque

21 C5C

P4R

P5R

RlT

Sin esta elegante jugada, las negras

hubieran tenido tiempo para

defenderse en forma adecuada por

medio de A 4 R. Ahora a 21. .....,

A 4 R, las blancas responderían


104 BARNIE F. WINKELMAN

22. C X P T, ganando por lo menos

la calidad. La amenaza directa es

C 7 A jaque. La posición abunda en

bonitas posibilidades; por ejemplo,

desdeñando las simples líneas precitadas,

podría jugarse: 21. . ....,

A 4 R; 22. D 5 T, P 3 C (no P 3 T a

causa de D 6 C, etc.) ; 23. D 2 R,

A X A; 24. D X A jaque, D 3 A, o

C 4 R; 25 . T 7 D con un hermoso final.

Sin embargo, todo esto no es

forzado, ya que las negras pueden

jugar 23 . A 3 A. 23 . D X C hubiera

perdido, en razón de la réplica

¡ T X C ! Schléchter tuvo que reconocer

que lo mejor que tenía a su

disposición era la entrega a Márshall

de las dos importantes diagonales

.

21

22 TXA

23 P4TR

Dx c

TRlD

Con esta ingeniosa movida, está

sellada la suerte de las negras.

23 . . . . • D5C

Existe la elección entre esta jugada

y D 2 R. A esta última hubiera

seguido T 6 R, para luego con D 5 T

amenazar T 6 T; o más simplemente

aún, P 5 T y P 6 T. Debe notarse que

D 2 A R, en respuesta a T 6 R, se halla

fuera de consideración, a causa

de TR XC, y si D X A, entonces

A X P jaque, ganando la dama.

Si 23 . . ...., D X P; 24. A X P jaque,

R X A; 25. D 2 C jaque, R 1 A;

26. D 8 T jaque, R 2 R; 27. T 6 R jaque,

R 2 A; 28. T 6 A jaque doble y

mate en dos.

Después de esta jugada tranquila,

todo ha terminado. En realidad, la

esperanza de las negras ha desaparecido

con la posesión de la columna

de dama por su oponente. Esta bella

partida constituye uno de los muchos

ejemplos con que el maestro

americano ha contribuído a la literatura

del ajedrez.

27

28 TX C

29 D7R

Blancas

Levihki

PARTIDA 54

Defensa Francesa

P5A

TlAR

Abandonan.

Negras

Márshall

1 P4D P3R

2 P4R P4D

3 C3AD P4AD

4 C3A C3AD

5 PRXP PRXP

6 A2R C 3A

7 0-0 A2R

8 A5CR 0-0

9 PX P A3R

10 C4D AXP

11 CX A PXC

12 A4C D3D

A3T

TDlR

14 D2D A5C

13

Con esta interclusión las negras

obtienen un buen dominio de la posición.

15 AX C TX A

16 TD lD D4A

17 D2R AX C

18 PX A DXP

19 TX P

24 D2D

25 D XT

26 D7A

27 A3C

TX T

TlD

AIT

Recobrando el peón entregado, pero

Márshall vislumbra ocultas posibilidades

en la situación, y procede

en consecuencia.


19

20 D5T

C 5 D

T D 1 A R

Si P 3 C R; 21. D 5 T , etcétera.

21 T5R

22 D5C

23 T5AD

T3T

TXA

Con la intención de continuar con

T 7 A y luego D 5 R o D 7 R.

23 D6CR

AJEDREZ MODERNO 105

Se puede buscar en vano una con-

clusión semejante a ésta. Resulta un

verdadero problema, en el que la

dama se ofrece en sacrificio en tres

formas diferentes. Si 24. P A o

P T X D, C 7 R jaque fuerza el mate.

Si 24. D X D, C 7 R jaque; 25. R 1 T,

C X D jaque; 26. R 1 C, C X T con

un caballo de ventaja.

24 Abandonan.

Algunas partidas más recientes de

Márshall son incluídas en otros capítulos.


CAPÍTULO XVII

EL JUEGO DE APERTURA - EL PRINCIPIO

DE PROPORCION

La apertura debe ser jugada con

el mayor cuidado. El orden en que

se efectúan las movidas resulta de

extrema importancia, y la más pequeña

desviación de las líneas regulares

merece del jugador toda la

atención posible.

En San Remo, en 1930, en una partida

entre los maestros Alejandro

Alekhine y Akiba Rúbinstein, éste

perdió un peón en la movida 13

.a causa de su juego indiferente en

1a apertura.

Blancas

Alekhine

1 P4D

2 C3AR

3 P4A

4 A5C

5 P3R

6 C3A

7 TlA

8 D2A

9 PXP

10 A3D

11 0-0

12 A4AR

13 C X P

Negras

Rúbinstein

P4D

C3AR

P3R

CD2D

A2R

0-0

TlR

P3TD

PXP

P3A

C5R

P4AR

Y el conductor de las blancas consigue

ganar un peón, a causa de la

amenaza A 7 A.

En Cárlsbad, en 1921, el ex campeón

mundial - Capablanca perdió

una pieza en la jugada 12:.t.

Blancas

Saemisch

Negras

Capablanca

1 P4D C3AR

2 P4AD P3R

3 C3AD A5C

4 P3TD A XC jaque

5 PXA P3D

6 P3AR P4R

7 P4R C3AD

8 A3R P3CD

9 A3D A3T

Las negras, conducidas por Capablanca,

incurren aquí en una infortunada

transposición de movidas.

C 4 T debía jugarse primero.

10 D4T

11 P5D

12 P XC

A2C

D2D

Y aunque las negras lucharon valientemente

durante cincuenta movidas

adicionales, no pudieron salvar

su juego.

Naturalmente que una correcta

apertura puede echarse a perder por

el empleo de tácticas indiferentes en

el medio juego o errores en el final.

Pero entre los maestros, cuyo cono-


AJEDREZ MODERNO

DIAGRAMA 67

cimiento de las complicaciones del

Negras

medio juego es uniformemente profundo

y cuya técnica de los finales

se halla situada en un alto plano, la

precisión en la apertura resulta un

factor fundamental. Elegir una variante

inferior es condenarse a sufrir

permanentes dificultades durante

el desarrollo de la partida.

En Pasadena, en 1932, talentosos

expertos americanos se encontraron

con Alekhine. Varias partidas no llegaron

más allá de la apertura. Citaremos

un solo

Blancas (Fink)

ejemplo.

(Alekhine)

Posición después de la jugada 11 ... , T 1 R

107

Blancas

PARTIDA 55

Apertura Ponziani

Negras

A. J. Fink Dr. A. Alekhine

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 P3A P4D

Las blancas, que eligieron esta

apertura, debían haber luchado en

un terreno bien conocido por ellas.

4 D4T C3A

Una movida que se atribuye a

Leonhardt y que constituye la línea

más fuerte para la defensa.

5 C X P

6 ex e

7 P5R

A3D

PX C

Inferior. Lo mejor, en este momento,

es P4D.

7

8 P4D

9 D X P jaque

10 D6T

11 A2R

AX P

A3D

A2D

0-0

TlR

12 C2D

13 P4TD

TlC

A fin de parar la amenaza de A4C.

13

14 C l A

Abandonan.

D2R

A4C!

Pero también un campeón mundial

puede ser sorprendido en líneas

desacostumbradas, y una movida inexacta

resultarle irreparable.

Blancas

Máttison

Apertura Vienesa

Negras

Alekhine

1 P4R P4R

2 C3AD C3AD

3 C3A P3D

4 P4D A2D

5 A4AD PXP

6 CX P C3A

7 º_;º A2R

8 C5A AX C

9 PX A 0-0

10 P4CR C2D

11 P4A C3C

12 A3D P3A

13 P3TD P4D

14 P4TR C5D


108

15 A3R

16 AXC

17 C2R

18 AX C

19 DXP

20 C XD

21 TD 1 D

BARNIE F. WINKELMAN

P4A

DIAGRAMA 68

PXA

C5A

PXA

D X D jaque

A4A

Negras

(Monticelli)

y ganaron con el peón extra, después

de 42 movidas.

Problemas diferentes surgen en

aquellas variantes de aperturas que

se hallan sujetas a corrientes discusiones

y análisis.

Gran número de líneas se encuentran

dentro de esta categoría; no

deben ser consideradas como definitivamente

favorables ni como inferiores,

pues la última palabra

sobre ellas no ha sido aún pronunciada.

Blancas

Sir G. A. Thomas

Negras

H. Monticelli

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C P3TD

4 A4T P3D

5 A XC jaque PXA

6 P4D P3A

7 A3R C2R

8 D2D C3C

9 C3A A2R

10 P4TR! 0-0

11 P5T ClT

12 0-0-0 C2A

13 TD lC A2D

14 P4CR PXP

15 CXP C4R

16 D2R DlA

17 C5A TlR

18 P4A C2A

19 P6 T CXP

Blancas (Thomas)

Posición después de la jugada 19 . . ., C X P

20 C X P C !

Y las blancas obtuvieron el triunfo.

Ciertamente que no es un error

encontrar en el juego de ajedrez

aquellos principios que son la razón

fundamental de toda vocación y de

todo el aspecto de la vida.

Tal es el principio de la proporción,

tan bellamente expresado por

Lásker.

Brevemente explicado, significa

que el objetivo inmediato debe ser

proporcionado por una posición que

justifique un esfuerzo para volverla

ligeramente ventaj osa para nosotros:

una pequeña ventaja justifica, a su

vez, un esfuerzo para obtener una

mayor, y sólo la decisiva superioridad

invita a la intrepidez necesaria

que da el triunfo, en que generalmente

culmina la partida. Su exacto

desarrollo nos indica algo de los procesos

mentales que revelan al ajedrez

magistral, en contraste con el

juego del aficionado.

Un principio resulta claro -expresó

el doctor Tarrasch hace muchos

años-: jugar para ganar cuando la

posición no con tiene los elementos ·

necesarios para ello, es un camino

seguro para la derrota.


Blancas

Dr. A. Alekbine

PART IDA 56

Ruy López

Negras

Bogoljubow

I P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C P3TD

4 A4T C3A

5 A xe PD XA

6 C3A A3D

7 P3D P4A

8 P3TR A3R

9 A3R P3T

10 P4TD P5A

11 P4D PXP

I2 AXPD A5CD

I3 0-0

P3A

Aquí las negras evitan la línea

simplificadora I3 . . ...., A XC;

14. A X A, C X P; I5. D X D jaque,

T X D, pues se encontraban

con puntaje inferior en el segundo

cmatch» por el campeonato del

mundo.

DIAGRAMA 69

Negras (Bogoljubow)

AJEDREZ MODERNO 109

I9 C7C T2D

20 C6D jaque R2R

2I C4D A4D

22 P 3 C R C X P jaque

23 R2T C4C

24 P4A C5R

25 C (6 D) 5 AjaqueR ID

26 C X PC P3A

27 TD ID RIA

28 C ( 4 D) 5 A P X P

29 P X P TIC

30 P6R TD XC

3I e X T

T X e

32 TXA PXT

33 T 8 A ja que R 2 A

34 T 7 A jaque y ganaron.

1

2

3

4

5

6

7

8

9

Blancas

Dake

PARTIDA 57

Apertura Zúkertort

Negras

Sant.asiere

C3AR

C3AR

P4AD P3CR

C3AD A2C

P3CR

P3D

P4D 0-0

A2C

CD2D

0-0 P4R

PXP

PXP

P4CD

DIAGRAMA 70

Negras (Sant.asiere)

Blancas

(Alekbine)

Posición después de la. jugada 13 . . . , P 3 A

I4 P5R

I5 C4R

16 A5A

17 DXDjaque

I8 CXA

C4D

C5A

AXA

T XD

P3CD

Blancas (Dake)

Posición después de la. jo¡ada 9. P 4 C D


110 BARNIE F. WINKELMAN

9

10 P5C

11 C4D

12 P5A

13 A5C

14 AX C

15 C X P

16 C X A jaque

17 D2A

18 P3R

19 TD lA

20 D 5 AD

21 T3A

22 PX P

23 C X P

24 DX C

P4TD

P5R

C4R

D2R

DX P

AX A

D3C

DX C

D3C

TlR

T2R

D3AR

P3A

PX P

T2A

Abandonan.

En el mismo torneo, después de

dieciocho movidas, fué alcanzada la

siguiente posición entre dos de los

más destacados expertos de la ciudad

de Nueva York.

DIAGRAMA 71

Negras

(Kashdan)

Blancas (Kevitz)

Las blancas, juzgando equivocadamente

la posición, jugaron 10. P 6 A

en un intento de forzar la partida,

pero sólo dieron a su fuerte adversario

la oportunidad de ganar brillantemente,

por medio de D X P. En

lugar de esta jugada, 10. T D X C

hubiera probablemente asegurado las

tablas, que es lo máximo que la posición

podía ofrecer a las blancas.


CAPÍTULO XVIII

ALEJANDRO ALEKHINE

En el año 1919, el autor del presente

trabajo se hallaba jugando

algunas partidas con el fuerte aficionado

E. S. Jackson (h.), quien

declaró haber descubierto un jugador-

cuyo estilo le parecía el más

profundo entre el de todos los expertos

existentes. Se refería a Alejandro

Alekhine, una de cuyas partidas

estuvimos analizando. El aserto

resultó profético, pues en menos

de una década Alekhine conquistó

el título de campeón mundial, al

vencer a Capablanca en Buenos Aires,

en un «match» que duró 34 partidas.

Su desempeño de entonces

habló de por sí, particularmente si

recordamos que en el torneo de Nue-·

va York, de 1927, Capablanca había

salido victorioso después de una

exhibición de ajedrez, que indicó

que se encontraba en el más alto

grado de eficiencia y, según la opinión

de muchos críticos, era imbatible.

También debe señalarse que

durante el transcurso de quince años

en «matches» y en torneos, Capablanca

no había sido superado sino

en raras ocasiones, y a grandes intervalos,

pudiendo sólo citarse entre

sus derrotas, la experimentada a

manos de Rúbinstein en San Sebastián,

en 1911; de Lásker y Tarrasch

en San Petersburgo, en 1914, y de

Reti, en Nueva York, durante el

torneo de 1924. U na década pasó

entre las de San Petersburgo y

Nueva York. El término «miedo a

Capablanca» fué inventado .. por los

maestros europeos para indicar la

condición mental de sus adversarios,

cuando se sentaban para oponerse a

una aparente máquina ajedrecística.

En La Habana, Lásker había sido incapaz

de conquistar un solo triunfo

y el destino de Kóstich que, en la

misma ciudad sufrió cinco derrotas,

era motivo suficiente para amedrentar

a un maestro menos decidido que

Alekhine. Ese «match» es ahora historia,

y nosotros sólo hemos incluído

aquí la trigésimasegunda partida,

que demuestra la superioridad de

Alekhine en la contienda.

La inesperada derrota de Capablanca

en la primera partida del

<:match» de Buenos Aires, sin duda

afectó su moral y sólo en pocos jue-·

gos pudo verse actuar al verdadero

Capablanca. Es evidente también,

que el gran maestro cubano se preparó

insuficientemente para la contienda,

ya que su previa experiencia

le había indicado que no era necesaria·

una preparación intensa. No

aceptando como cosa probada que

la superioridad de Alekhine haya

sido establecida por el resultado de

este «match», ella debe ser considerada

por lo menos igual a la demostrada

por Capablanca sobre

aquél anteriormente, en las partidas

jugadas entre ambos.

La notable característica de Ale-


112 BARNIE F. WINKELMAN

khine, era su amor por el juego, la

profundidad de sus trabajos de investigación

y lo más importante, su

.aumento de eficiencia año tras año.

En otro capítulo hemos dado dos de

sus partidas donde cayó derrotado a

manos de Lásker y Capablanca, en

1924 y 1927. En este último año se

llevó a cabo el memorable «match»,

con sorprendente despliegue de poderío

por su parte, y desde entonces

su eficiencia ajedrecística tuvo

un desarrollo ascendente extraordinario.

En el ·· torneo de Bradley Beach,

de 1929, Alekhine derrotó a los mejores

jugadores americanos sin perder

un solo juego, con un empate.

En San Remo, en 1930, se enfrentó

con la crema del talento internacional

y terminó con un puntaje de

trece partidas ganadas y dos tablas,

en un certamen que incluyó a casi

todos los grandes maestros mundiales,

con excepción de Capablanca.

Su actuación en este certamen resultó

sencillamente extraordinaria,

y las partidas jugadas demostraron

evidente superioridad sobre todos

los grandes maestros concurrentes.

Contra esas actuaciones, las de

Capablanca en Budapest, Barcelona

y Nueva York, en 1931, aparecieron

también como notabilísimas, en atención

a la indudable superioridad demostrada.

El estudiante que desea

comparar el poderío ajedrecístico de

estos dos formidables expertos, debe

pasar cuidadosamente todas las partidas

de ambos que damos en este

libro. Resulta evidente una diferencia

en su estilo. Alekhine era agresivo,

turbulento, áspero y preparado

en todo momento para dar la batalla,

tanto en el campo adversario como

en el suyo propio. Capablanca, en

cambio, era más cauto, con una mente

ajedrecística más simple, aunque

quizá más profunda.

Blancas

Alekhine

1 P4D

2 P4AD

3 C3AD

4 A5C

5 P3R

6 PXP

7 A3D

8 CR2R

9 C3C

10 P4TR

11 D2A

12 C5A

13 AXA

14 A3D

15 A4AR

PARTIDA 58

DIAGRAMA 72

Negras (Capablanca)

Blanca

(Alekhlne)

Negras

Capablanea

C3AR

P3R

P4D

CD2D

P3A

PRXP

A2R

0-0

ClR

CD3A

A3R

AXC

e 3 D (a)

P3TR

TIA

Posición después de la jurada 15 . . . , T l A

16 P4CR

17 P5C

18 A X C(5 R)

19 ex e

20 D X PR

2I RIA

22 DXD

23 R2C

24 TRIAD

25 TXT

26 TIC D

C (3 A) 5 R

P4TR

CXA

PXC

D 4 T jaque

D4D

PXD

T7A

TRIA

TXT


DIAGRAMA 73

Negras (Capablanca.)

-• i -• i- •·•¡

- - - -

m a1m mil

- a a a

- "' - 1

- -lf -

m 0.,%.

-I- Jlm -0z--' Ué

Blancas

(Alekhine)

iPosic:ión después de la Jurada. !6.

AJEDREZ MODERNO 113

T 1 C D

26 R2T

27 R3C R3C

28 P3A P3A

29 PXP AXP

30 P4T R4A

:n P5T T7R

32 TlAD TXPC

33 T5A R3R

24 P4R AXP

35 TXP A6A

26 T XP P3T

A7A

A8R jaque

38 R4C T 7 C jaque

39 R3T T7AR

40 R4C T 7 C jaque

41 R3T T7AR

42 P4A T6A jaque

37

43 R2C T7 A jaque

44 R3T T 6 A jaque

45 R2C T7 A jaque

46 RlC T7A

47 A6C T5A

48 R2C P3C

49 T 5 R jaque R2D

50 P5T PXP

51 R3A P5T

52 T5T T 6A jaque

53 R4C T5A

54 R5A AXP

M T 7 T jaque R3A

56 AXA T4A jaque

57 R6R TXA

58 P5A T6T

!)9 P6A T6AR

60 P7A P4C

61 T5T P6T

62 T5A TXT

63 PXT Abandonan.

(a) Todo este sistema defensivo

es artificial; puede solamente atrihuirse

al hecho de que por el puntaje

en su contra Capablanca se ha-

Haba deprimido.

La psicología de la defensa resulta

interesante. Las negras se conforman

con lo menos, y tratan de igualar

las acciones, lo cual es un proceso

ajeno al estilo de Capablanca.

Blancas

Alekhine

PARTIDA 59

Ruy López

Negras

Monticelli

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C P3TD

4 A4T C3A

5 0- 0 A2R

6 D2R P4CD

7 A3C P3D

8 P3A 0-0

9 P4TD TlC

10 PXP PXP

11 P4D PXP

12 PXP A5C

13 TlD P4D

14 P5R C5R

15 C3A c x c

16 PXC D2D

17 P3T A4AR

18 T6T RlT

19 C5C P3T

20 P4C A3C

21 C3A CID

22 ClR P3AD

23 C3D C3R

24 P4AR P4AR

25 P X P a. p. AXP

26 P5A CXP

27 PXC A X P jaque

28 R2C TDlR


114 BARNIE F. WINKELMAN

29 D3A A2A

30 C4A A4R

31 A3T TlCR

32 A5A AlC

33 A2AR T5R

34 DXT Abandonan.

PARTIDA 60

Gambito de Dama Rehusado

Blancas

Bogoljubow

Negras

Alekhine

1 P4D P4D

2 P4AD P3AD

3 C3AR C3AR

4 C3A PXP

5 P4TD A4A

6 C5R CD2D

7 C X P(4 A) D2A

B P3CR P4R

9 PXP CXP

10 A4A CR2D

11 'A 2C A3R

12 cxc cxc

13 0-0 D4T

14 D2A P3A

15 C4R A5CD

16 TRIA TlD

17 P4T 0-0

18 TlD C5A

19 ,A3T A2A

20 TXT TXT

21 TlD T X T jaque

22 DXT D4D

23 D2A D5D

24 A5A

DIAGRAMA 74

Negras

(Alekhine)

B g m•IJ

m1B -- 1

B•B m m

B % B % m.aa % 0%

- --- z-" ,-' %,%

, · " " , m

@ % % %,,;.;;,

%,,}¿:; % %,,%

M•B R

B R m ,,,,, li ,

Blancas (Bogoljubow)

Posición después de la jugada 24. A 5 A.

24 P3TR

25 ABA DXP

26 DXD cxn

27 AXP A4D

2B A2D AXC

29 AXA CXP

30 A6D P4AR

31 ABAD C6A

32 A6T C4C

A5A

R2A

34 P3A A4D

33

35 R2A P3C

36 R3R A5A

37 A7C A4D

3B A6T

A5A

39 P4C PXP

40 PXP C3D

41 A x e AXA

42 A5A Al A

43 P5C PXP

44 PXP R3R

45 AXP R4A

46 R4D Tablas.


CAPÍTULO XIX

EL BALANCE DE POSICION

Uno de los problemas más difíciles

para el aficionado de ajedrez es

el balance de posición. Al jugar

una partida contra un maestro, a

menudo después de veinte o treinta

movidas, se encuentra en una posición

tan grave que pronto le cuesta

material. Si examina y analiza sus

jugadas, se dará cuenta que no ha

cometido error grave alguno. Pero

la verdad es que la posición obtenida

es mala.

Esta situación surge de dos causas

fundamentales. En las partidas abiertas

de ataque, omite efectuar la defensa

exacta que la teoría preconiza.

Por otra parte, ejecuta movidas que

no son «malas», pero sí inferiores, y

la experiencia de los maestros ha

demostrado siempre que bajo la presión

gradual de las fuerzas atacantes,

la posición defensiva poco a poco se

desintegra.

En los más modernos tipos de juego

cerrado, el desastre se produce de

una manera más sutil. Algunas fuertes

columnas son abiertas para las

piezas atacantes -algunas casillas

«pivot» son dominadas -y a menos

que cada una de esas maniobras sea

anulada y se hayan tomado contramedidas

adecuadas, paso a paso se

llega a poseer una posición perdida.

Si nuestro adversario gana una columna

abierta, ella debe ser disputada,

o debe obtenerse alguna ventaja

compensatoria por ello. De otra

manera, la pequeña ganancia dará

lugar a otras mayores, y el resultado

será una decisiva superioridad posicional.

Resulta de lo más desconcertante

encontrarse repentinamente víctima

de un poderoso ataque que es una

formidable tormenta desencadenada

en un claro cielo. Los maestros perciben

estos ataques mucho antes de

que se tornen peligrosos. Ellos resultan

del agrupamiento estratégico de

fuerzas que gradualmente son reunidas

contra un punto dado del tablero.

Por consiguiente, tan pronto como

una sola pieza es dirigida contra el

rey o un punto débil, el maestro

equilibra la acción llevando sus propias

fuerzas al mismo punto. Una

larga experiencia indica que un número

de· piezas atacantes pueden hacer

poco daño cuando se le oponen

igual número de unidades activas.

En la partida siguiente, el negro

demostró ignorar este principio y

por ello el resultado fué un desastre.

Blancas

Capa blanca

1 C3AR

2 P4A

3 P4D

PARTIDA 61

Peón de Dama

Negras

Torre

C3AR

P4A

PXP


116 BARNIE F. WINKELMAN

4 CXP

5 C5C

6 A2D

P4R?

A5C jaque

A X A jaque

Las negras juegan en favor de su

adversario al cambiar su alfil negro,

especialmente necesario a causa de

la debilidad de 6 D, que amenaza

ocupar un caballo blanco.

7 DXA

8 CD3A

9 P3CR

10 A2C

11 C6D

0-0

C3T

C4A

P3TD

D4T

Dirigiéndose al flanco de dama. El

plan de las blancas es decidir la batalla

en el de rey, donde la ausencia

del alfil negro se hará sentir.

I2 0- 0

I3 TR ID

I4 PXP

I5 D5C

TIC

P4CD

PXP

C5T

Ignorando completamente la amenaza.

Deberían llevarse de inmediato

fuerzas al flanco de rey para equilibrar.

El AR y CD son ya útiles

para el ataque.

16 C5A

DIAGRAMA '16

Negras (Torres)

Blancas (Capablanca)

CIR

Poliición después de la Jugada 16 • . . ,

C 1 R

I7 C 6 T jaque

18 D7R

RIT

Abandonan.

Este proceso de mantener el equilibrio

de la posición es la característica

que distingue al ajedrez moderno,

y expiica el gran número de

partidas tablas que resultan entre

los encuentros de los maestros. El

empate en el cotejo internacional

requiere el desarrollo de la técnica

más elevada. Las tablas no se producen

por suerte o por haberse cambiado

todas las fuerzas en lucha, ni

tampoco a causa de que alguno de

los bandos haya quedado al final

con la ventaja de un alfil o un caballo,

que no es suficiente para conquistar

el triunfo. Resulta de la

científica oposición de fuerza a fuerza

-unidad a unidad- y el equilibrio

sostenido, oponiendo a toda acción

otra igual, ya sea en especie

o en grado.

El proceso va algo más lejos. Nimzóvitch

lo denominaba «sobreprotección»

de puntos débiles que resultan

aptos para el ataque o para transformarse

en el centro de futuros

combates. Ello es precaución, una

amortización contra posibles emergencias:

proporciona tiempo; es un

arma sutil, y, naturalmente, puede

llegar a extremarse su empleo, resultando,

en consecuencia, un juego

puramente defensivo más bien que

ofensivo.

El sentido del equilibrio no puede

ser adquirido en un día o un año. Es

el resultado de una aguda apreciación

del «peso» . de las piezas, consideradas

individual o colectivamente.

Diferencia al verdadero maestro del

«jugador de libro». De todo lo expuesto

resultan las siguientes máximas:

Un ataque contra la posición contraria,

que no se encuentre basado

en alguna positiva ventaja que po-


AJEDREZ MODERNO 117

seamos o en alguna desventaja de co de nuestra preponderancia de

las fuerzas defensivas, debe, nece- fuerzas.

sariamente, fracasar.

Cuando el adversario ya ha inicia-

Antes de iniciar el ataque es nece- do su ataque, contraatacar en el ala

sario adquirir alguna superioridad opuesta es correr el inminente peliposicional.

gro de llegar demasiado tarde. Por

Por lo común, el ataque debe ser consiguiente, un ataque en el flanco

lanzado directamente sobre el flanco se neutraliza mejor por medio de

donde existe nuestra ventaja: por otro central, si ello es posible. Las

ejemplo, donde tengamos una ma- acciones sobre el flanco pueden no

yoría de peones.

ser muy efectivas en la etapa inicial

Tal acción sería contenida por y la presión central, entonces, lo hará

medio de un contraataque en el flan- fracasar.


CAPÍTULO XX

LA COORDINACION DE LAS PIEZAS

Después que el e; tudiante ha adquirido

cierta períc a en el juego y

pone a prueba sus conocimientos

contra adversarios de real fuerza, la

profundidad de las posibles maniobras

en el tablero se le harán más

claras. Entre maestros de alto rango,

tiene lugar una lucha de carácter

peculiar antes de que uno u otro adquiera

alguna ventaja material. Esto

sólo puede ser definido como una

contienda para obtener la máxima

coordinación de las fuerzas, y a causa

de que constituye una de las

partes más difíciles del juego, ha

sido tratado, hasta ahora, muy ligeramente

por parte de los comentaristas,

y con gran misterio por el

experto.

El aficionado talen toso y el maestro,

tienen desarrollado un fino sentido

de la posición y predilección

por ciertas aperturas y determinados

agrupamientos de sus fuerzas. Pero

las razones por las cuales, con equilibrio

de fuerzas sin que exista una

ventaja particular en tiempo o espacio,

uno de los bandos se encuentra

en dificultades para hacer progresos

o llevar a cabo un plan definitivo,

mientras que el otro las puede conducir

fácilmente a una acción fructífera,

se hallan muy lej os de haber

sido analizadas.

Los fundamentos, naturalmente,

son bien conocidos: las piezas no

deben trabarse las unas a las otras ;

las columnas abiertas para las torres;

las diagonales importantes para los

alfiles; las casillas centrales para

los caballos; las piezas agrupadas y

no esparcidas por el tablero; no dejar

líneas abiertas que permitan la

entrada de las fuerzas adversarias.

Todo novicio aprende eso rápidamente.

Con un examen más profundo, las

columnas abiertas para las torres

pueden significar una de varias cosas.

Contra un rey enemigo, una

pieza suelta o alguna palpable debilidad,

la posesión de la columna

abierta constituye de por sí solo, un

fin. Confiere una apreciable ventaja

que puede producir directamente la

victoria. Esto es lo que sucede con

menos frecuencia por la inicial adquisición

de tal columna. En muchos

casos, la columna abierta es sólo un

medio para la consecución de un

fin; es un camino abierto; una línea

de comunicación, y su valor depende

de su longitud y calidad . Si el final

de la columna es un muro de piedra,

tiene poco valor. Lo mismo resulta

cierto para la diagonal de un alfil.

Contra el «fianchetto» del rey, esta

pieza situada en 3 D vale poco, ya

que el objetivo se halla fuertemente

defendido. En tal caso, el alfil se

hallará mejor ubicado en 2 R o 2 C R,

lo primero, particularmente, si existe

la posibilidad de avanzar el peón

torre rey.


AJEDREZ MODERNO 119

Por la misma razón la dama resulta

una pobre pieza como guardia

avanzada del ataque. Tal tarea se

lleva a cabo mej or por medio de los

peones, los caballos y los alfiles, en

el orden mencionado. Los peones,

sin embargo, tienen movimiento lento

y los ataques con ellos sólo son

exitosos si se hallan combinados con

piezas y con otras amenazas que detienen

al adversario, hasta que llegan

lentamente a la escena de la

acción.

A causa de su tremendo alcance

en combinación con las otras piezas,

los caballos constituyen las más mortales

armas de ofensa contra el rey

enrocado. Las torres tienen las mismas

desventajas que la dama; además

sus movimientos son simples y

directos y, por consiguiente, fáciles

de parar. El empleo de las torres a

manera de batería contra el rey, es

también engorrosa y, excepto en

casos de debilidades definitivas, la

torre colocada en la tercera fila,

frente a los peones, para emplearla

en el ataque, resulta una pobre estrategia.

Las columnas abiertas. constituyen

principalmente un medio para un

fin; un paso para las torres hacia

la sexta o séptima fila, desde donde

un ataque contra los peones o el

rey adversario pueda llevarse a cabo

directamente. Tal principio resulta

.asimismo aplicable con respecto a

los alfiles y caballos, que desde las

casillas centrales adquieren su máximo

poder.

El problema de obtener la mayor

coordinación entre esas piezas se

hace más claro una vez que se puntualizan

ciertos principios.

Este problema, incidentalmente, es

mucho más conocido después de la

primera partida del «match» entre

Capablanca y Alekhine, que damos

a continuación.

Blancas

Capa blanca

1 P4R

2 P4D

3 C3AD

4 PXP

5 A3D

6 C2R

7 0-0

8 AXA

9 D3D

10 C l D

11 C3R

12 AX C

13 C4A

14 TRlR

15 D3C

16 TlAD

17 TX C

PARTIDA 62

DIAGRAMA 76

Negras

(Alekhine)

Blancas (Capablanca)

Negras

Alekhine

P3R

P4D

A5C

PXP

C3AD

CR2R

A4AR

CXA

D2D

0-0

cxc

TRlR

A3D

C5C!

D4A

CXP

nxc

Posición después de la jugada 17 . . . , D X C

Y las negras ganaron.

La posición de las blancas es simplemente

mala a causa de que la

colocación de sus piezas carece de

armonía. Por ello caen bajo una

simple combinación de su oponente,

que las tiene mejor coordinadas. Esta

posición es digna de estudio, ya que

luego de trece jugadas todas las

fuerzas estaban perfectamente equi-


120 BARNIE F. WINKELMAN

libradas, aunque el juego de Capa- 11 C 3 C

blanca era inferior. El ajedrez mun- 12 D 2 D

dial ha estudiado profundamente 13 T R 1 D

este problema de coordinación y 14 C 4 T

Capablanca demostró haberlo solu- 15 P 4 T D

cionado perfectamente, como lo evi- 16 T 3 A

denció en la siguiente partida con- 17 P 3 T

tra Márshall, jugada en el Torneo 18 A X A

de Nueva York, de 1931. Aquí, con 19 D 4 A

igualdad de fuerzas, después de eje- 20 T 3 AR

cutadas sólo diez movidas, Márshall 21 P 4 C

se encontró prácticamente atado y 22 T X P

en un esfuerzo para utilizar sus pie- 23 D 5 R

zas, las colocó en situación en que 24 D X T

las unas trababan a las otras, pro- 25 D 5 R

duciendo debilidades que determi- 26 T 3 D

naron la derrota.

27 P 3 A

28 C2D

PARTIDA 63

29 R2A

30 P4 A

Peón de Dama

31

32

T4D

PX P

Blancas

Negras

33 P5 C

Mársha.ll

Capa.blanca.

34 C3C

35 Px e

36 TlD

Abandonan.

1 C3AR

2 P4D

3 P4A

4 P3CR

5 A2C

6 A2D

7 CDXA

8 0-0

9 PXP

C3AR

P3R

P3CD

A2C

A5C jaque

A X A jaque

0-0

P4A

PXP

10 TlA D2A (a)

DIAGRAMA

'17

Negras (Capa.blanca)

P3D

C3A

TRlD

P4TD

TDlC

AlT

C5CD

T XA

D3A

T2D

DXP

CD4D

TXT

C5R

DXP

P5T

CR3A

D 8 A jaque

P3T

P5A

P6A

P6T

P7T

DXPA

nxc

DXT

(a) Dos peones que neutralizan a

tres en el ala de la dama; una columna

abierta para su torre; las casillas

centrales controladas por las

negras.

Las torres blancas situadas detrás

de sus propios peones; caballos que

no tienen dónde ir y que obstaculizan

las acciones.

Sin lugar a dudas, Capablanca se

hallaba satisfecho de su partida.

*

Bla.nca.s (Mársha.ll)

Posición después de la Juada 10 . . . , D 2 A

En el trabajo del señor F. K.

Young, mencionado en un capítulo

anterior, se aconsejaron varias formaciones

conocidas, pero los principios

que fundamentan la verdadera

coordinación de las piezas jamás

fueron mencionados. El señor

H. Perrin, un fuerte aficionado de


Boston, describió la situación real,

cuando dij o que el ajedrez constituye

algo versátil, y su aseveración

sobre la siempre cambiante relación

de las fuerzas que actúan, describe

en forma exacta lo que significa la

coordinación.

l. El primer principio de la cooperación

de las piezas, exige que

tengan un objetivo común o un plan

sobre el cual todas se hallen unidas.

Sin tal plan, aunque se encuentren

muy bien ubicadas, carecerán de cohesión.

En las tácticas militares, ello

indica que un grupo de ejércitos, impropiamente

relacionado a un objetivo

común, no pueden actuar en

armonía. Líneas de comunicación y

otras ventajas militares no tienen

valor si no se relacionan con un fin

preciso.

2. Cuando no existe un plan definido,

las fuerzas podrán ser coordinadas

en el momento decisivo, si

hemos previsto dónde y cómo la acción

general se llevará a cabo, y

hemos dispuesto nuestras fuerzas

para hacer frente a tal contingencia.

La clásica ilustración de una estrategia

semejante, se ve en la siguiente

partida jugada entre Bird

y Morphy.

AJEDREZ MODERNO 121

Las piezas negras accionan en armonía

y todas se aprestan en procura

de un solo propósito, mientras

que las blancas no tienen coordinación.

9 C5TR

10 D2D

11 P4CR

12 ex e

13 C5R

Desarrollo.

14 A2R

0-0

DlR

C )< P

DXC

C3AD

D6T

La dama se halla destinada a desempeñar

un rol heroico desde esta

casilla.

15 ex e

16 A3R

DIAGRAMA 78

Negras

(MorphJ)

PXC

TlCD

PARTIDA 64

Defensa Filidor

Blancas

Bird

Negras

MorphJ

1 P4R P4R

2 C3AR P3D

3 P4D P4AR

4 C3AD PXPR

5 CD XP P4D

6 C3C P5R

7 C5R C3AR

8 A5CR A3D

Preparando la gran maniobra que

sigue.

17 0-0-0 TXPAR

Una entrega espectacular.

18 AXT D6TD


122 BARNIE F. WINKELMAN

La dama atraviesa todo el tablero

para intentar abrir la columna a la

torre, pero las blancas evidentemente

no pueden aceptar el sacrificio.

19 P3AD

20 P4CD

21 R2A

22 R 2" C

D X P T

D 8 T jaque

D 5 T jaque

Después de R 1 A, las negras úni-

camente obtendrían tablas.

22 AXPCD

23 PXA T X P jaque

24 DXT D X D jaque

25 R2A P6R

26 AXP A4A jaque

27 T3D D5A jaque

28 R2D D7T jaque

29 RlD DBC jaque

Abandonan.

La habilidad para anticiparse al

lugar donde se llevará a cabo la

batalla decisiva y el conocimiento de

la exacta naturaleza de esa lucha,

no sólo requiere experiencia y estudio,

sino también imaginación y genio.

Maniobrar de modo que las

acciones futuras ocurran en un terreno

preparado, es asimismo estrategia

de la más alta calidad.

3. El tercer principio resulta claro.

Es evidente que no existe nada

tan importante como una ideal o

buena disposición de nuestras fuerzas,

en relación a las de nuestro

.adversario. Nuestras fuerzas se hallarán

bien colocadas teniendo en

cuenta muy especialmente la situación

de las del oponente. En síntesis,

es la interrelación de nuestras

piezas con las del adversario lo que

constituye la esencia de toda posición

en aj edrez.

En la célebre partida Capablanca

contra Scott, este último tenía una

posición ideal que hubiera alegrado

al señor Young. Pero en relación

con las fuerzas de Capablanca, su

posición no tenía significación alguna.

Scott dirigió sus divisiones como

en una parada y no para el combate

que se presentó. Hasta un experto

puede extrañarse de que con sus

piezas tan bien dispuestas haya perdido

esta partida. La respuesta es

que con relación al plan de su adversario,

las piezas negras no existían.

Todas ellas fueron excelentemente

ubicadas para un imaginario

ataque que no resultaba de valor

alguno para hacer frente o neutralizar

al que lanzó de inmediato

Capablanca. Las fuerzas de Scott

fueron movilizadas para la ofensiva,

cuando en realidad su misión era la

de la defensa.

DIAGRAMA 79

Negras (Scott)

Blancas (Capablanca)

Posición después de la jugada 20 . . . , D 2 A

Con C X P jaque, las blancas ganaron

en pocas jugadas.

4. Esta gran diferencia entre una

posición de ataque y una defensiva

es completamente ignorada por la

mayoría de los jugadores Atacar

cuando es preciso defenderse es

mala estrategia, lo mismo que defenderse

en ocasión en que corresponde

atacar. El jugador, por consiguiente,


debe siempre juzgar la verdadera

naturaleza de la posición. La cerrada

.agrupación de las fuerzas para la

defensa y su amplia dispersión para

el ataque, son, naturalmente, bien

conocidas. Y es también axiomático

que el error al juzgar el verdadero

carácter de una posición bien puede

producir el desastre. Para las negras

llega el momento cuando su oponente,

por error al juzgar la posición,

o por otra causa, ha permitido

que la iniciativa pase a sus manos.

Las negras deben darse perfecta

cuenta del momento en que cualquier

transferencia de ventaja en

espacio o tiempo las favorezca, y

entonces asumir la iniciativa. Esto

se realiza en la siguiente partida en

convincente estilo.

Blancas

Dr. B. M. Neil

PARTIDA 65

Ruy López

Negras

Wínkelman

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C P3TD

4 A4T C3A

5 0-0 A2R

6 TlR P4CD

7 A3C P3D

8 P4TD P5C

9 P4D A5C

10 P3A PXPA

11 PCXP PXPD

12 PXP 0-0

13 A2C

La partida blanca no es buena. Las

negras se han desarrollado en forma

ejemplar.

13 TlC

AJEDREZ MODERNO 123

Las negras presionan inmediatamente

el punto vulnerable. La manera

en que actúan hasta llegar a

su lógica conclusión resulta muy

convincente.

14 CD2D

15 T 1 C

C4T

CXA

El caballo es cambiado por el alfil

por dos razones: ( 1) El alfil de rey

es más valioso que el caballo de

dama; (2) el caballo en 3 C D está

peor colocado y más expuesto que

el alfil.

16 ex e P4D

Teniendo una pequeña ventaja,

las negras proceden rápidamente a

llevar todas sus fuerzas a la acción.

La movida del texto «golpea» el centro

y cambia la misión del alfil de

rey, de pieza defensiva en ofensiva.

En el Ruy López el juego de las

negras es defensivo y sólo cuando

las blancas no se han desempeñado

en la mejor forma, se halla justificada

la ofensiva del segundo jugador.

17 P 3 T R

18 P5R

19 T3R

A4T

C5R

D2D

Una típica maniobra donde existe

una definitiva superioridad. La dama

amenaza ambos flancos del tablero.

El ataque es dirigido ahora directamente,

tanto contra el rey como a

las debilidades que presenta el ala

de la dama; pero el ataque al flanco

de rey se halla subordinado al tema

fundamental: la explotación de la

debilidad en la columna de C D.

20 P5T

21 P 3 C R

22 T3D

A5T

A4C

DXP


124 BARNIE F. WINKELMAN

23 CXA

24 P4CR

cxc

PARTIDA 66

Gambito de Dama Rehusado

Un desesperado intento de escapar

complicando el juego.

24

25 D xn

26 T3C

DIAGRAMA 80

Negras (Wínkelman)

Blancas

(Dr. Neil)

Posición después de la jugada 26.

D X P jaque

AXD

T 3 C

26 ..... C 6 A jaque

Las blancas parecen haber sorteado

sus dificulta des, pero la última

movida de las negras completa la

tarea de explotación de la debilidad

original, y da lógica conclusión a toda

la partida.

27 R2C

28 TXA

Abandonan.

TXC

C7D!

La siguiente partida, jugada en

Zurich en el año 1934, ofrece un notable

contraste con la N9 67. Ciertamente,

los diez años transcurridos

entre ambos torneos establecieron

un cambio fundamental en la relativa

fuerza de estos dos grandes

maestros.

Blancas

Dr. A. Alekhine

Negras

Dr. E. Lásker

1 P4D P4D

2 P4AD P3R

3 C3AR C3AR

4 C3A A2R

5 A5C CD2D

6 P3R 0- 0

7 TlAD P3A

8 A3D PXP

9 AXPA C4D

10 AXA DXA

11 C4R CR3A

12 C3C P4R

13 0-0

'i 13. C 5 A hubiera sido prematuro

a causa de 13 . . . .. . , D 1D; 14. P X P,

e x P ! ; 15. e x e, A x e, y las

blancas han perdido la iniciativa.

13

14 C5A

15 C (3 A) X P

16 A3C

17 CXA

PXP

DlD

C4R

AXC

D3C

Muchos comentaristas han indicado

que las negras podrían haber asegurado

un juego igual por medio

de 17 . . ...., D X D. A nuestro juicio,

en tal evento, el final hubiera resultado

igualmente perdido para ellas.

18 D6D !

19 T RlD

20 D 3 C ! !

21 D5C

22 C6D

23 P4R

24 T3D

C(4R)2D

TDlD

P3C

RlT

R2C

ClC

P3A

Ahora sigue una bonita combinación

de mate, que no es muy evidente.


25 C5Ajaque

26 D X PC

AJEDREZ MODERNO 125

R 1 T

Abandonan.

El poder y la precisión de las movidas

de las blancas es realmente

notable.

5. Se infiere de la partida preceden

te, que no existe un agrupamiento

ideal de nuestras piezas que

pueda neutralizar todas las posibles

eventualidades. Pero es cierto · que

las posiciones en las que cada una

de las piezas se encuentra bien colocada,

resultarán probablemente

efectivas.

Después de ofrecer las siguientes

jugadas en el Gambito Escocés,

1 P4R

2 C3AR

3 P4D

4 CXP

5 cxc

6 C3AD

7 PXP

8 A3D

9 0-0

10 .A5CR

11 TlR

DIAGRAMA 81

Negras

Blancas

P4R

C3AD

PXP

C3AR

PCXC

P4D

PXP

A3D

0-0

P3AD

TlC·D

Posición después de la. jugada 11 . . . , T I C D

las piezas negras cooperarán admirablemente.

La formación de peones

resulta una cubierta protectora

para los alfiles, que poseen un radio

de acción que se extiende hacia ambos

flancos del tablero y la columna

abierta de caballo otorga efectiva

acción a la torre. Por todos conceptos

el juego de las negras es excelente.

No obstante, debe tenerse presente

que una jugada es fuerte o

débil en relación con la posición adversaria.

Una movida que obliga a

una acción de parte del oponente,

resultará tan fuerte tanto como nos

permita llevar adelante nuestros planes

para impedir que tengan buen

término los del contrario. Por otra

parte, nuestra movida, no importa

su naturaleza, si deja libertad al

adversario, no tendrá mayor valor.

De esto se desprende que una posic10n

debe ser siempre juzgada en

relación con las fuerzas hostiles.

6. Cuando ninguno de los bandos

en pugna tiene un objetivo definido,

el final resulta la meta de ambas

partes. De hecho, esta fase de la

partida constituye una amenaza directa

sobre los dos contendientes. Su

sombra se extiende por encima del

tablero desde el comienzo hasta la

terminación. La perspectiva de la

completa liquidación de las fuerzas

entra en nuestros cálculos en todo

momento. El final es parte de toda

combinación y de todo plan, y hasta

donde dicte las movidas de ambos

bandos, constituye una parte integral

de lo intangible que tenemos

en discusión: la coordinación de las

piezas.

7. Cuando faltan objetivos definidos

en ambas partes, las fuerzas

dejan de existir como ejércitos y se

convierten en simples unidades esparcidas.

Estas unidades, por ser

matemáticamente iguales, dan como

resultado el empate. Tal es el final

de muchas partidas maestras.

En 1924 se jugó en Nueva York la

siguiente famosa partida.


126 BARNIE F. WINKELMAN

PARTIDA 67

Apertura del Peón de Dama

Blancas

Alekbine

Negras

Dr. Lásker

1 P4D P4D

2 P4AD P3R

3 C3AR C3AR

4 C3A CD2D

5 PXP PXP

6 A4A P3A

7 P3R C4T

8 A3D CXA

9 PXC A3D

10 P3CR 0-0

11 0-0 TlR

12 D2A ClA

13 ClD P3A

14 C3R A3R

15 C4T A2AD

16 P4CD A3C

17 C3A A2AR

18 P5C A4TR

19 P4C A2AR

20 PXP TlA

21 D2C PXP

22 P5A D3D

23 C2C A2A

24 TRlR P4TR

25 P3TR e 2 T (a)

DIAGRAMA 82

Negras (Lásker)

26 T X T jaque TXT

27 TlR

28 DlA

29 C5R

30 D XC

31 P6A

32 P4A

33 A2R

34 A5T

35 C4T

36 D XD

Abandonan.

TIC

C4C

PXC

P5R

P3C

PTXP

PXP

T7C

DXPA

AXD

(a) Nótese el poder penetrativo

de las fuerzas negras en las últimas

15 jugadas. Cada pieza ha producido

alguna debilidad con su movida. La

dama, alfil, caballo y torre dominan

espacio vital del campo enemigo,

provocando la formación de puntos

mal defendidos.

Lo extraordinario de esta partida

es la forma fría y científica con la

que, el ex campeón del mundo, toma

ventaja sobre una posición que no

ofrece defectos reales, excepto una

falta de coordinación entre las piezas

y una intangible, casi indefinible

debilidad. La técnica esencial de ese

juego sólo puede ser bien juzgada

comparándola con otra partida del

mismo patrón: Capablanca contra

Bécker.

El sentido de coordinación es una

importante parte del equipo mental

del experto en ajedrez. El hecho de

que ciertas aperturas y variantes,

que se indican por lo general en los

libros de texto como equivalentes y

que en realidf.d son muy desigual s

desde el punto de vista de la coordinación,

explica la causa de muchas

victorias entre los maestros.

La siguiente variante de la Defensa

Budapest, del Gambito de Dama,

es dada generalmente en los libros

como «igualdad» y algunos se inclinan

a considerarla como favorable

para las blancas.


AJEDREZ MODERNO 127

Blancas

Negras

1 P4D C3AR

2 P4AD P4R

3 PXP C5C

4 P4R CXP

5 P4AR CR3AD ! !

Y tenemos ahora el diagrama 83.

La posición de las blancas se estima

actualmente inferior. Se halla

abierta y expuesta, y esas debilidades

dan a las fuerzas negras gran

poder.

DIAGRAMA 83

Negras

ma.nca.s

Posición después de la. jugada. 5 . . ., C R 3 AD


CAPÍTULO XXI

JOSE R4- UL CAP.ABLANO.A

En los certámenes atléticos, es

bien conocido el peligro que entraña

la presión. En el golf, un gracioso,

cómodo y rítmico balanceo no

sólo es deseable, sino que resulta

esencial; y el golfer que trata de enviar

muy lejos la pelota con sus

golpes o sus esfuerzos para hacer un

hoyo perdido, actuará deficientemente

y obtendrá un «Score:. peor que

el usual. La gracia y el ritmo en el

billar y en el tenis se hallan sobreentendidos.

En razón de que el aj e­

drez consiste principalmente en una

lucha mental, parece extraño hablar

de gracia, de reposo y de ritmo en

conexión con el mismo. Sin embargo,

esas son las verdaderas esencias

del juego maestro.

Tales cualidades indican el genio

ajedrecístico, porque demuestran

confianza en sí mismo, perfecto dominio

de la posición y maestría en

las complicaciones inherentes al juego.

Ellas contrastan poderosamente

con la tensión nerviosa del experto

que, no habiendo estudiado a fondo

la variante planteada, se encuentra

abrumado por las múltiples complejidades

existentes y carece de la

seguridad del adversario. Esos jugadores

intentan ganar rápidamente y

sus movidas son precipitadas y forzadas.

Para el maestro, una partida

es un completo drama en tres actos:

la apertura, el medio juego y el final,

y sabe que tendrá amplias oportunidades

para desplegar su superioridad.

La apertura es un campo de batalla

del conocimiento ajedrecístico.

Aquí un poco de segura información

vale tanto como sutileza. Afortunadamente,

los libros y los estudios

previos de las aperturas o de una

varían te particular, no pesan en forma

absoluta en el resultado final,

como lo ha demostrado Mir Sul tan

Khan, y un jugador de recursos puede

generalmente navegar entre las

numerosas trampas existentes en los

planteas. Pero un real conocimiento

de las aperturas constituye un elemento

de éxito y una particular ayuda.

Sin embargo, el ajedrez tiene sus

compensaciones y el «jugador de libro»,

que prepara celadas y estratagemas

y espera abrumar a su adversario

con alguna varían te mortal,

pierde mucho en fuerza ajedrecística

real y la actitud mental resultante

le impedirá llegar a ser un maestro

de primera clase. Esa categoría de

jEgadores pretende ganar en las primeras

quince movidas y revelan su

extremo mal humor al encontrar que

la victoria sólo puede ser alcanzada

en base a un verdadero trabajo, a

través de una larga partida.

Cuando ambos expertos conocen

plenamente las variantes que se juegan,

ninguno de ellos puede obtener

ventaja alguna y se entrará en el

medio juego _en iguales términos. Si


AJEDREZ MODERNO

alguno consiguiera en la apertura la.

más pequeña ventaja, será suficiente

DIAGRAMA 84

Negras (Capablanca)

para producir alguna otra adicional

en el medio juego, y por pequeña

que ella sea, llevada al final, aportará

el triunfo. Ello es lo que indican

las más hermosas partidas del aj e-

drez moderno.

El estilo de Capablanca es particularmente

notable por la serie de graciosas

y rítmicas jugadas: buenas

jugadas, no muy agresivas ni muy

brillantes. Con frecuencia este aj e­

Blancas (Euwe)

drez siempre correcto de su parte, Posición después de la jugada 16 . . ., C 2 D

da como resultado un juego erróneo

por parte de su adversario y la derrota

17 P3CR

subsiguiente.

Perdiendo un peón; P 4 A R era

lo indicado.

Blancas

Euwe

PARTIDA 68

Ruy López

Negras

Capa blanca

1 P4R P4R

2 C3AR C3AD

3 A5C C3A

4 0-0 P3D

5 P4D A2D

6 C3A PXP

7 CXP A2R

8 TlR 0- 0

9 Al A TlR

10 P3A cx c

11 DXC A3R

12 D2A P3A

13 A2D D3C

14 C4T

Apresurado: el resultado de la tensión

nerviosa; 14. D X D, P X D;

15. A 3 R o P 4 T D era el camino

más simple y natural

14

15 R X D

16 P5R

D X D jaque

P4D

C2D

17

18 TDlA

19 C3A

20 R2C

Y las negras ganaron.

129

A4A

P4CD

A4A jaque

CXP

Podemos observar el efecto de la

tensión nerviosa en las movidas, que

traban las acciones: ataques apresurados;

y a veces, errores obvios de

parte de sus oponentes. El juego de

Capablanca es profundísimo, aunque

parece simple. La más pequeña

oportunidad ofrecida por sus adversarios

es aprovechada en el acto. La

partida que sigue, jugada por el

Campeonato del Mundo en la ciudad

de Buenos Aires, es un espléndido

ejemplo de su estilo, gracioso y pujante

al propio tiempo, que conduce

a través de las tres etapas del cotejo,

a la culminación de un final ganador.

PARTIDA 69

Defensa Cambridge Springs

Blancas

Capablanca

1 P4D

2 P4AD

Negras

Alekhine

P4D

P3R


130 BARNIE F. WINKELMAN

3 C3AD

4 A5C

5 P3R

6 C3A

7 C2D

8 D2A

9 Axe

10 C X P

11 P3TD

12 P3CR

13 A2C

14 P4CD

15 0-0

16 C5R

C3AR

CD2D

P3A

D4T

A5C

PXP

CXA

D2A

A2R

0-0

A2D

P3CD

P4TD

36 T6T

37 T6A

DIAGRAMA 86

Negras

(Alekhine)

Al A

T2A

DIAGRAMA 85

Negras

(Alekbine)

Blancas (Capablanca)

Posición después de la jugada 37 . . . , T 2 A

Blancas (Capa _

blanca)

Posición después de la jugada. 16. C 5 R

16

17 PX P

18 TXT

rn cxA

20 C4T

21 D3C

22 P5C

23 DXP

24 T lAD

25 D6A

26 T 1 C

27 AXC

28 C XP

29 D7C

30 C4A

31 D4R

32 C5R

33 R2C

34 T 1 TD

35 C3D

PXP

TXT

TlA

nxc

DlD

C4D

PXP

TlT

T4T

A6T

Al A

TXA

T3D

P4T

T2D

T2A

DlA

A3D

T2C

P3C

38 TXT

39 C5R

40 D 8 T jaque

41 C3A

42 D6T

43 D3D

44 P4R

45 P3T

46 P5D

47 PX P

48 D XD

49 RlA

50 R2R

51 C4D

52 C6A

53 R3A

54 P4C

55 PXP

56 C5R

57 C X P jaque

58 C8D

59 C6A

60 R4A

61 p 5 e jaque

62 C 5 R jaque

63 C X P jaque

64 R4R

65 C4A

66 R5R

67 P 6 D jaque

68 P6C

DXT

A2C

R2T

A3A

R2C

D2C

D3A

D2A

PXP

D6A

AXD

R3A

A5C

A4A

R4A

R3A

P X P jaque

R4C

A5D

R3A

A3C

A4A

AXP

R2A

R2R

R3D

A6C

R2R

A8R

R2D

A5C


69 R5D

70 P 7 D jaque

AJEDREZ MODERNO 131

RlR

Abandonan.

El estilo de Alekhine es generalmente

más áspero, pero en la partida

siguiente, que no ha sido valorada

en todo su alto significado, la infinitesimal

ventaja de la apertura_ es

sostenida en el medio juego y llevada

hasta el final, en forma realmente

clásica. Pocos maestros han jugado

ajedrez de tal calibre.

PARTIDA 70

Gambito de Dama Rehusado

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

Blancas

Alekhine

Negras

Maroczi

P4D

C3AR

C3AR

P4D

P4A

P3R

A5C

CD2D

P3R

A2R

C3A 0-0

TlA

P3A

A3D

PXP

AXP

C4D

AXA

DXA

C4R

P3CD

0-0 A2C

C3C

P4AD

P4R

CR3A

TlR

PXP

A5C

DIAGRAMA 87

Negras

(Maroczi)

16

17 DXP

18 AX C

19 P4C

20 TX T

21 T X T jaque

22 D3A

23 C4D

24 P3A

25 C lA

26 C3R

27 P4TD

28 P3T

29 P5T

30 P X P

31 C3C

32 P5R

33 C 5AD

34 P4A

35 P5A

36 C X PA

37 C4D

38 C3A

39 R2A

40 D2D

41 C4R

DIAGRAMA. 88

Negras (Maroc:ci)

TRIA

T4A

CXA

TXT

TlAD

AXT

DlD

A2C

C3A

ClR

P3TD

P3T

P4TR

PXP

D3D

A3A

D- 2A

A4C

DlD

PXP

D4C

C2A

D5A

D4A

R2T

Blancas

(Alekhine)

Posición después de la jugada 41.

C 4 R

Blancas (Alekhine)

Posición después de l jugada 16. A 5 C

C3R

42 e 6D n 8 e

43 CXP A3A

44 C(7 A) 5 C jaque C XC

45 C X C jaque R 3 C

46 P4T R4A

47 P6R D4C

48 D 2 A jaque R 4 R

41


132 BARNIE F. WINKELMAN

49 D 3 A jaque

50 D 3 C jaque

51 D 3 A jaque

52 D3Rjaque

53 D 3 A D jaque

54 P7R

55 R3R

56 D4D

57 D 6 D jaque

58 C4R

R3D

R4D

R4R

R3A

R3C

D4AR jaque

AlR

A4C

D3A

Abandonan.

cada una de sus partidas parece la

personificación de un solo tema. Esta

es la mayor contribución del gran

maestro cubano a la literatura del

ajedrez.

Blancas

PARTIDA 71

Defensa Irregular

Negras

La esencia de las dos partidas que

acabamos de ver, radica en que no

se llevan a cabo esfuerzos presurosos

de ninguna clase para transformar

una pequeña ventaja en una

victoria inmediata; por lo contrario,

la ventaja es conservada durante la

partida, para culminar gradualmente

en un final ganador. Tal comportamiento

indica gran confianza en

sí mismo, como también gran habilidad

técnica y seguridad.

Capablanca tiene muchas partidas

en las que la presión gradual de su

posición ha dado como resulta do. el

colapso del juego de sus adversarios.

De cierto modo, tales juegos han sido

perdidos por sus oponentes. Sin embargo,

esta descripción sólo indica la

mitad de lo que sucede. Es fácil encontrar

la continuación correcta contra

un adversario que se expone;

contra el ajedrez simple y preciso, la

tarea de jugar resulta trementa y es

por esta razón que ocurren muchos

de esos errores en las partidas contra

Capablanca. Ellas indican también

que si jugamos correctamente,

los dioses nos presentarán un camino

que no exigirá muchos esfuerzos.

Durante veinte años, Capablanca

intervino en sucesivos torneos y sus

partidas son clásicas, notables principalmente

por su gracia y originalidad

Esta simplicidad es, naturalmente,

verdadero arte ajedrecístico

y sus juegos demuestran tal posesión

de la esencia de las aperturas, que

Gothilf

Capablanca

1 P4D C3AR

2 P4AD P3R

3 C3AR P3CD

4 P3CR A2C

5 A2C P4A

6 PXP AXP

Por medio de esta movida se obtiene

para el alfil de las negras una

posición dominante.

7 C3A

8 cxc

9 O-O·

10 C2D

11 RXA

12 D4T

C5R

Axe

C3A

AXA

P4D

Esta jugada no es buena, ya que

no constituye una amenaza real, y

por otra parte, la réplica de las negras

favorece su desarrollo.

12

13 C3C

14 T 1 D

·T lAD

0-0

P 5D

Con la certidumbre que su posición

es superior, las negras inician

el ataque.

15 C X A

16 P3TD

17 A2D

P xc

D3C

P4TD

Los dos peones negros contienen

a los tres de las blancas en el flanco

de dama y las dejan en libertad para


AJEDREZ MODERNO 133

m1ciar operaciones ofensivas en el 15 C5D P3C

otro costado del tablero, con fuerza 16 P4A C3A

superiores. 17 AXA RXA

18 D2A P4R

18 D 2 C jaque P3A

19 P4CR C5C

DIAGRAMA 89 20 P5C cxc

Negras (Capablanca) 21 PXC TDlA

22 P4R P3A

1 •.1• lj••1 PD XP

23

TXP

B m B1m1 24 P X P jaque R2A

25 P5R TXT

- B m,

,/,,,, -¡

26 TXT PXP

l i R B

27 PXP DlC

-· . •1

28 D4D A4A

aii¿ % m%-h . a.

' Y/,/,% r 29 A5D jaque RIA

f - -él1 30 D4AR TXP

ml;lm m .

3I D 6 T jaque RlR

///, ,,,, 0. ,;;'¿¿ / ,

Blancas

(Gothilf)

Posición después de la jugada 18 . . ., P 4 R

32 P 7 A jaque Abandonan.

19 TD lC P4A PARTIDA 73

20 P3T P3T Defensa Irregular

2I P3C

TlC

22 T2C D2C

Blancas Negras

23 R2T TDlD

l\'.lonticelli Capa blanca

24 P4CD P6D 1 P4D C3AR

2 C3AR P3CD

Muy simple y lógico.

3 P3CR A2C

Las blancas abandonan.

4 A2C P4A

PARTIDA 72

5 PXP PXP

6 P4A P3C

Apertura Zúkertort 7 P3C A2C

8 A2C 0-0

Blancas Negras

9 0-0 P3D

Capa blanca Yates

10 C3A C5R

I C3AR C3AR 11 DlA cxc

2 P4A P3CR 12 AXC AXA

3 P3CD A2C 13 DXA P4TD

4 A2C 0-0 14 TRlD C2D

5 P3C P3D 15 D3R R2C

6 A2C C3A I6 P3TR C3A

7 0-0 P4R 17 P4CR P3T

8 P4D C2D 18 CIR D2A

9 PXP CRXP 19 C3D AXA

10 C3A TlR 20 RXA P5T

11 cxc cxc 2I C4A TRlCD

I2 D2D P4TD 22 P3A PXF

13 TD lA TIC 23 PXP TXT

I4 P3TR A2D 24 TXT P4R


134 BARNIE F. WINKELMAN

25

26

27

28

29

30

31

32

33

e5D

P xe

D3D

D6T

D8A

D8D

D7D

D6A

T6T

Abandonan .

exe

T5e

D2e

DXP

D2e

Dle

T2e

TXP

T7e

17

18 D3e

19 P3TD

20 Axe

eR5C

P4R

e3T

Abandonan.

El mérito de la partida que damos

seguidamente, jugada en Nueva

York en el año 1927, no ha sido todavía

apreciado en lo que realmente

vale.

Blancas

Capablanca

1

2

3

4

5

6

7

8

9

10

11

12

13

14

15

16

17

PARTIDA 74

Defensa Irregular

Negras

Máttison

P4D

e3AR

P4AD

P3R

e3AD A5e

D2A

P4A

PXP

e3A

e3A

AXP

A4A

P4D

P3R

D4T

A2R

A5e

0-0 Axe

PXA 0-0

TDle

D6T

TRlD

P3eD

PXP

exP

e5e

P4A

A3A

D4A

P4A

DIAGRAMA 90

Negras

(Máttison)

Blancas (Capablanca)

Posición después de l:i, jugada 17. P 4 A

Blancas

Márshall

PARTIDA 75

Negras

Capablanca.

1 P4R P3AD

2 P4D P4D

3 e3AD PXP

4 exP A4A

5 e3e A3e

6 P4AR

Una vigorosa jugada de peón que,

sin embargo, constituye una debilidad,

como se encargan de demostrar

muy pronto las negras.

6

7 e3A

8 A3D

9 0-0

10 R 1 T

11 e5R

P3R

A3D

e2R

e2D

D2A

TlD

Preparando la artillería en el futuro

campo de batalla: una maniobra

favorita de eapablanca.

12 D2R

13 exA

14 A2D

15 e4R

16 P X P

11 e (3) x e

18 A3A

AXA

0-0

P4AD

e4A

exP

Axe

Una posición aparentemente simple

y equivalente. Aunque las negras

mantienen una pequeña presión


que usarán en notable estilo para

obtener una clásica victoria.

El hecho saliente de esta partida

es el gran valor de un caballo situado

en 4 A R, especialmente cuando

·el P AR contrario ha sido avanzado.

18

19 TDlD

20 CXA

21 C X T

DIAGRAMA 91

Negras (Capablanca.)

A5D

AXA

TXT

AJEDREZ MODERNO 135

35 C5T

36 C6A

37 C XP

38 C 6 A jaque

39 RlC

40 R2A

41 C8D

42 C7C

43 C5T

44 R3A

CXP

RlA

R2R

R3D

P3A

P4R

R2D

R2A

C6A

CXP

El peón cae y con él también se dérrumba

la resistencia de las blancas.

Durante el torneo de Nueva York

en el año 1927, en una célebre partida

jugada entre Alekhine y Capablanca,

se llegó a la siguiente posición:

DIAGRAMA 92

Negras (Capablanca.)

Blancas (Márshall)

Posición después de la jugada 21. C X T

N átese lo que representa para las

blancas la debilidad de su P AR.

21 TlD

La jugada C 5 D es realmente fuerte,

pero Capablanca hace una jugada

más poderosa aún.

22 C3A

23 TlD

24 C XT

25 D2A

26 P3TD

27 C3A

28 DXD

29 C4R

30 C6D

31 P4TD

32 CXPC

33 P4CD

34 P5C

D3C

T X T jaque

D5C

P4TR

D3D

D5D

CXD

CXP

C6R

C4D

CXP

C4D

C6A

Alekhine jugó 11. A 4 A, y Capablanca

ganó la partida después de

una lucha difícil y prolongada.

La misma posición se presentó

entre muchos de los grandes maestros

en los torneos europeos, con

diversos resultados. Capablanca, sin

embargo, había estudiado perfectamente

la posición y supo apreciarla

como ninguno. En un cotejo posterior

contra Márshall, se llegó a una

situación idéntica, llevando el ex

campeón mundial las blancas. El

jugó:

11 CXPD


136 BARNIE F. WINKELMAN

12 A XC D X A

13 D X A C3A

14 D X P D y ganó.

Contra Maroczi obtuvo la siguiente

posición en un Gambito de Dama

Rehusado.

DIAGRAMA 93

Negras

(Maroczi)

Blancas (Capablanca)

Posición después de la jugada 19. C 6 D-

El efecto coordinado del alfil, caballo

y torre sobre la casilla 6 D es

notable, y fué bellamente traducido

en triunfo por Capablanca.

Contra Jóhner, llevando las negras,

empleó la Variante Nimzóvitch,

demostrando la debilidad de los peones

doblados de A D en un estilo

magnífico:

DIAGRAMA 94

Negras (Capablanca)

Blancas (Jóhner)

Posición después de la, jugada 14 . . . , D 3 A

La forma en que el caballo negro

de 1 R neutraliza el ataque de las

blancas, mientras las fuerzas de su

bando son movilizadas contra las

debilidades del adversario en el flanco

de dama, muestra a Capablanca

en su más alta eficiencia.

El examen de estas partidas revelan

que la simplicidad y la lógica

más pura constituyen la esencia del

estilo de Capablanca. El valor real

de sus partidas como obras de arte,

radica .en su frecuente contribución

con una simple y nueva idea a nuestra

técnica ajedrecística. Ganar una

partida -no es suficiente para producir

un trabajo artístico. Ciertos errores

en el tablero han sido hechos y

expiados incontables veces en el pasado,

y una partida que se reproduce

simplemente en ese terreno tiene

poco interés. Resulta digno de atención

que frecuentemente sus concepciones

se hallen basadas en la

idea principal de obtener una buena

posición, que se convierte en victoria

cuando su oponen te cae en el

más leve error, siendo el gran número

de partidas que ejemplifican este

nuevo y sorprendente tema -a menudo

de una extraordinaria simplicidad-

probablemente el mayor

aporte hecho por cualquier maestro

en la historia del ajedrez. En la Nimzóvitch

se destaca el uso de la columna

de A D para sus torre; en el

juego con Márshall, la simple presión

que ejerce un caballo bien ubicado

en 4 A R, y de tal manera un

solo tema domina cada una de las

partidas. Tal simplicidad es el resultado

de un notable dominio de las

aperturas y de la posición.

En razón de poseer esta calidad,

sus obras se caracterizan por una

lógica inexorable, que es el «ingrediente»

necesario de toda partida

bien jugada. Un pequeño, .,casi infinitesimal

error de concepto por parte

de uno de los adversarios en lucha

y la lógica explotación del mismo por


el otro, constituye el tema básico de

una excelente lucha ajedrecística.

Daremos unos pocos ejemplos: el

primero es una partida realizada

entre dos destacados maestros europeos.

Blancas

PARTIDA 76

Defensa Caro-Kann

Negras

M. Botwinnik Salo Flohr

1 P4R P3AD

2 P4D P4D

3 PXP PXP

4 P4AD

AJEDREZ MODERNO 137

16 DXPA

17 D X P T

18 C2D

19 D6T

20 C4A

21 CXA

22 D 5 C jaque

23 D X PR

24 T XD

25 T 1 AR

26 P3A

27 PX P

28 P3T

29 RX T

30 RlR

31 C4R

32 P4CR

33 T6R

TlAR

P5C

D2A

D2A

A4R

PXC

D2R

DXD

A4A

R2D

P4C

AXP

T X T jaque

TlAR jaque

P5C

A4A

A3C

Abandonan.

Esta jugada es ahora considerada

como la continuación más fuerte.

4

5 C3AD

6 A5CR

C3AR

C3A

Probablemente más poderoso que

C3A.

6

7 P5D

8 D4D

9 ARXC

10 C3A

PXP

C4R

C6D jaque

PXA

Mejor que 10. A X C, como se jugó

en la primera partida del «match»

entre los mismos contendientes.

10 ..... P3CR

Un error: D 3 C ha sido sugerido

como una mejora en esta posición.

11 AX C

12 0-0

13 T R 1 R jaque

14 D4TR

15 D5T

PXA

D3C

Rlb

P4CR

A3D

La lógica explotación del poder de

nuestro juego, o la debilidad del de

nuestro contrincante, requiere una

singular maestría en el tablero y

cuidadosa vigilancia en todos los pasos

de su desarrollo. Resultará, sin

duda, un consuelo para un jugador

de fuerza media, comprobar que

también el gran cubano alguna vez

ha equivocado el camino.

En el Torneo de Hastings, de 1935,

sus primeras movidas de la apertura

en la partida contra Sir Jorge

Thomas no tuvieron defecto.

1 P4D

2 P4AD

3 C3AD

4 A5C

5 P3E

6 P3TD

7 D2A

8 C3A

9 TlD

10 A3D

11 AX P

12 AXA

13 0-0

14 C2R

15 P4R

C3AR

P3R

P4D

CD2D

P3A

A2R

0-0

. TlR

ClA

PXP

C4D

DXA

P3CD

A2C

C(4D)3A.


138 BARNIE F. WINKELMAN

16 ·e 3 e

17 TR 1 R

DIAGRAMA 95

Negras (Thomas)

TRlD

TD lA

duda que esto será bien analizado

en el futuro.

Ahora permítasenos considerar un

enérgico remate de partida, en el

que puede apreciarse claramente el

lógico estilo del gran maestro cubano.

Gambito de Dama Rehusado

Blancas (Capablanca)

Posición después de la jugada 17 . . . , T D 1 A

La posición alcanzada es digna dé

estudio. Se asemeja a la variante

más usual que surge de 7. T 1 A D

(véase Alekhine contra Lásker, partida

66) , pero con importantes diferencias

a favor de las blancas.

Aquí Capablanca continuó con

18. D 3 C, y pronto se encontró frente

a serias dificultades. Sir Jorge

Thomas ganó el cotejo en brillante

forma.

Generalmente, en tales posiciones,

la dama no se encuentra bien colocada

en 3 C D, a menos que el peón

de caballo haya sido avanzado (véase

el diagrama 114) .

Nosotros sugerimos 18. P 4 CD, .y

tenemos la sensación de que las blancas

poseen un juego poderoso. Sin

Blancas

Capablanca

1 P4D

2 P4AD

3 C3AR

4 C3A

5 A4A

6 P3R

7 ARXP

s Pxc

9 P3CR

10 0-0

11 D2R

12 TR 1 D

13- TD lA

14 A3D

15 C4R

16 CR5C

l7 C X PT

18 CR5C

Negras

Bécker

P4D

P3R

C2D

CR3A

PXP

C4D

CXA

A3D

C3A

0-0

P3CD

A2C

P3TD

A5C

D4D

ClR

P4AR

Abandonan.

Esto constituye la quintaesencia

del razonamiento, y puede examinarse

efectuando una cuidadosa comparación

con la partida de Alekhine

contra Lásker, que tiene el N9 6.7 en

esta obra.


CAPÍTULO XXII

GANAR UNA' P. .. 4-RTIDA. GANADA

U na de las partes más difíciles del

ajedrez consiste en convertir una

ventaja ganadora en triunfo. La razón

de ello es doble. En primer lugar,

el esfuerzo realizado para obtener

una ventaja, generalmente es

grande, y con el objetivo alcanzado

sigue una especie de relajación. En

este momento una jugada indiferente

es, con frecuencia, suficiente para

anular la ventaja conquistada después

de horas de difíciles esfuerzos.

En segundo lugar, el adversario que

se encuentra en desventaja lucha

desesperadamente, y no teniendo ya

nada que perder, busca complicaciones

que pueden trastrocar el balance

de la posición. Desde todo punto de

vista la consecución de una pequeña

ventaja debe significar el aumento

más bien que la disminución

de los esfuerzos, si ella debe ser traducida

en triunfo. En el tablero, como

en otras actividades, la eterna

vigilancia es el precio del éxito.

Muy pocos expertos, sin excluir

los maestros, juegan con precisión

en un final difícil. En su tratamiento,

todos caen en serios errores.

En la siguiente partida St. Amant

pierde el control de la posición.

3 C3AR

4 P3R

5 C3A

6 P3TD

7 PXPD

8 A5CD

9 C5R

10 D4T

11 DXPT

12 A X C jaque

13 D XD

14 CXA

P4AD

C3AR

C3AD

P3CD

PRXP

A2C

TlAD

D2A

A2R

AXA

TXD

TXC

La partida se halla, a esta altura,

ganada por las blancas. Sólo resta

ganarla.

15 0-0

16 TlD

17 P3AR

18 A2D

19 C2T

20 A4C

21 AXA

22 R2A

DIAGRAMA 96

Negras

(Staunton)

R2D

P5AD

TlD

P3T

P4CR

T3R

TXA

PARTIDA 77

Gambito de Dama Rehusado

Blancas

St. Amant

1 P4D

2 P4AD

Negras

Staunton

P4D

P3R

Blancas (St. Amant)

Posición después de la jugada 22. R 2 A


140

22

23 C3AD

24 T lR

25 T2R

26 T D 1 R

27 P4R

28 R 1 C

29 C X P

30 PX C

31 P X PC

32 T3R

33 T (1) 2 R

34 RIA

35 RlR

36 R2D

37 TX P

38 TXT

39 R3A

40 T3A

BARNIE F. WINKELMAN

P5C

P4TR

TRlR

P5T

TlCR

P6CR jaque

PXPR

cx c

T5C

PXP

P4CD

TlR

R3D

T5A

P4A

T (5) X P

TXT

R4D

P5A

DIAGRAMA 98

Negras (Lásker)

Blancas (Tarrasch)

La partida continuó así:

39 R3A

40 R4R

41 R5A

P6A

R5A

DIAGRAMA 97

Negras

(Staunton)

El error N9 l. Con C X P las blancas

se aseguraban las tablas.

41 R6D

Error N9 2. P 7 A ganaba.

Blancas (St. Amant)

Posición después de la jugada 40 . . . , P 5 A

42 ex P

43 P5C

44 P4TR

45 P5T

46 P6T

47 P6C

48 P7C

49 P8 C = D

RXC

A3C

A5D

P4C

P5C

P4T

P5T

Abandonan.

Aquí el comentarista de la partida

indica que las blancas perdieron por

una equivocación (no da la jugada

hecha.) Por medio de 41. T 3 T,

T 6 R jaque; 42. R 2 D, R X P;

43. T X T, las blancas deben adjudicarse

la victoria.

En Hastings, durante el torneo de

1895, los doctores Lásker y Tarrasch,

que eran en aquel entonces los dos

más grandes exponentes como finalistas,

llegaron en su partida a la

posición siguiente:

Y así, bajo la tensión de la lucha,

las blancas perdieron sus posibilidades

de obtener el empate, y su

éldversario echó por tierra una victoria

asegurada.

En el Torneo de Nueva York, de

1931, Capablanca se encontró varias

veces en dificultades, especialmente

en sus partidas contra Kevitz, Dake

y Turóver, y sólo escapó a la derrota·

en cada una de esas ocasiones, a causa

de que la tensión nerviosa afectó

el juego de sus oponentes, una vez


AJEDREZ MODERNO

que la victoria se hallaba al alcance

DIAGRAMA 99

de ellos.

Turóver superó claramente a su

famoso antagonista, a despecho de

su propio juego indiferente en la

apertura. La partida es la siguiente:

Negras (Turóver)

141

PARTIDA 78

Apertura Holandesa

Blancas

Capa blanca

1 P4AR

2 C3AR

Negras

Turóver

P4D

P4AD

Un serio error que permite el

cambio del valioso alfil negro por

el de las blancas, que resulta de

poco uso en esta apertura. P 4 A D

debía ser diferido por unas movidas,

para que el golpe A 5 C jaque, no

resultara conveniente para las blancas,

en razón de la réplica P 3 A D.

3 P3R

4 A 5 C jaque

5 A X A jaque

6 C3A

7 P4R

8 C2R

9 C3C

10 P3D

11 0-0

12 C2R

13 P3A

14 C X PA

15 P3CR

P3CR

A2D

CXA

P3R

P5D

CR3A

P4TR

A3T

P5T

A2C

PXP

P6T

P3T

A efecto de impedir P5R, C 5 C D;

pero ello crea debilidades en 3 C.

16 P5R

11 ex e

18 D3C

19 A3R

20 A2D

21 e 5 e

C4D

PXC

C3C

P5D

TDlA

Blancas (Capablanca)

Posición después de la jugada 21. C 5 C

21 D4D

T D 1 A y A 5 T, por parte de las

blancas, era más fuerte.

22 DXD CXD

La fineza de las jugadas de las

negras han inclinado el fiel de la

balanza a su favor. Las blancas deben

luchar ahora para evitar la

derrota.

23 P6R

24 C7 A

25 TD 1 A

26 T R 1 R

27 P4CD

P4A

0-0

P3C

T3A

TlR

Las · negras han maniobrado en

forma espléndida en sus últimas cinco

movidas.

28 C5C

29 PXP

30 T2A

31 PX P

32 AX C

C6A

PXP

P5A

TXPA

Forzado, a causa de la amenaza

P6D.

32

Aquí las negras pasaron por alto

el golpe P 6 D, que les hubiera dado

un hermoso triunfo. Sin embargo,


debe dejarse constancia que se encontraban

bajo la presión del tiempo

y que, además, no es fácil de ver

la jugada ganadora, teniendo a mano

PXA.

33 CXP

34 TX T

35 C5C

36 RIA

BARNIE F. WINKELMAN

T5R

PXT

RIA

TIC

Con esta amenaza las negras tienen

asegurada las tablas.

37 CXP T7C

DIAGRAMA 100

Negras

(Turóver)

Se ha llegado ahora a una posición

teórica de tablas.

42 T6A

43 T6T

44 RIA

45 TX P

46 R2A

47 R3A

48 T 6 T jaque

49 P4C

50 T6D

5I R3C

52 T6AD

53 T6R

54 T6D

55 R4T

56· T 6T

57 R5C

58 P5A

59 PXP

P4T

R2R

TXP

R3A

T2R

T2CD

R2C

T2R

R2A

R2C

T2T

R2A

R2C

T2C

T2AD

T4A jaque

PXP

T8A

Blancas (Capablanca)

Posición después de la jugada 37 . . , T 7 C

38 TIA

T X T, etc., da a las negras un final

ganador.

Un desatino para el que no hay

excusas. La partida es un empate

del tipo más simple.

Arturo Dake, una naciente estrella

americana, obtuvo una decisiva ventaja,

pero a causa de una serie de

errores extraordinarios, perdió finalmente

su juego. Kevitz tuvo una

tarea más difícil:

DIAGRAMA 101

Negras (Capablanca)

38

39 RIC

TX_P TR

TXP

Los peones de las blancas caen como

manzanas maduras. Tácticas similares

fueron empleadas por el

mismo Capablanca muchas veces.

Por ejemplo, contra Tartakówer en

el Torneo de Nueva York, de I924.

Blancas (Kevitz)

Posición después de la jugada 15. C 1 A

40 CXP

41 TXA

A x e

T7R

Luego de que las negras jugaron

A 6 T, las blancas ganaron el peón


central: todas las piezas menores se

cambiaron, excepto _ los alfiles de

2 C R y 3 R. Basado en la circunstancia

de que su alfil domina el

flanco de dama, y que el de las blancas

se encuentra alejado y sin mayor

acción en el campo de lucha,

Capablanca avanzó sus peones de

dicho sector y ganó la partida, ayudado

por un descuido de su adversario,

que se tradujo en una pérdida

de tiempo. En todo su conjunto, por

la estrategia empleada, este final

tiene gran analogía con el que Capablanca

jugó contra Mieses, en la famosa

partida donde, con calidad de

menos, movilizó su alfil con mayor

efectividad que la torre adversaria,

conquistando la victoria.

Todo lo precedentemente expuesto

puede ser definido con el término

«el vigor de lo menos», el pleno

recurso de la desesperación, que

siempre debe ser tenido en cuenta

cuando tengamos una superioridad

ganadora.

En el año 1921 se presentó entre

los contendores que se citan la siguiente

posición:

AJEDREZ MODERNO 143

La partida continuó así:

23 TXA

24 e 6 e jaque

25 C X T

26 D4C

27 TlR

28 PX P

29 D 4A jaque

PXT

RlC

T3R

D3A

P6R

TXP

RXC

Y las negras tienen un juego muy

superior. Después de diez horas de

lucha en una sola sesión, en la cual

luego de cambiarse las damas, se

conquistaron nuevamente por promoción,

la victoria parece estar cerca

para las negras.

DIAGRAMA 103

Negras (Winkelman)

DIAGRAMA 102

Negras (Winkelman)

Blancas (Ruth)

Posición después de la jugada 77. D 7 A R jaque

77 .....

R6D?

Por medio de R 5 C, etc., las negras

ganan.

78 D 5A jaque

79 D3Ajaque

R6R??

Tablas.

Pues si R X D, el rey blanco está

ahogado.

_

La estratagema debería ser recordada

por los estudiosos.


CAPÍTULO XXIII

ERRORES DE LOS MAESTROS

Todo torneo importante, ya sea nacional

o internacional, tiene su cuota

de errores; de partidas perdidas que

debían ganarse; de oportunidades

pasadas por alto; de simples errores,

y de desatinos. Ello indica que el

ajedrez entre los maestros es un

juego complejo y difícil, y que la

posición más sencilla debe ser estudiada

con toda atención.

En el memorable Torneo de San

Petersburgo, de 1914, se presentó esta

posición:

DIAGRAMA 104

Negras

(Janovski)

Las negras jugaron 17 . . ..., D 3 D,

que constituye un error evidente. El

futuro campeón mundial, en base a

ello, pudo ganar una pieza por medio

de T X A, P X T y A X C, pero

jugó 18. A 7 T jaque, y la partida

terminó en un empate.

En el mismo certamen, Lásker obtuvo

tablas contra Nimzóvitch después

que éste había ganado dos peones;

Alekhine perdió una pieza con

Blackburne y consiguió también dividir

el punto. Tarrasch y J anovski

efectuaron una similar comedia de

errores; Lásker le regaló a Márshall

medio punto, y así sucesivamente.

Diez años después, en Nueva York,

Lásker, que finalmente fué el vencedor,

enfrentó y derrotó a Reti, que

se encontraba fortalecido por su victoria

sobre Capablanca.

DIAGRAMA 105

Negras (Lásker)

Blancas (Alekhine)

Posición después de la jugada 17. A 5 A

Blancas (Reti)

Aquí las blancas jugaron:

22 C3A

23 C4D

24 R2T

25 Dl T

26 e x P

27 P XP

2s A x e

A2R

D2D

P4T

P5T

P X P jaque

cxc

A3 A etc., .Y

ganaron.


En lugar de ello, con el golpe

22. e (5 R) 4 e, e x e; 23. P x e,

hubieran obtenido otro peón de ventaja

y, por lo menos, el empate.

En Londres, durante el certamen

de 1922, el talentoso conductor de

las piezas negras, en la posición

que se ilustra en el diagrama siguiente,

por extraño que parezca,

jugó 26 . ....., D 5 T, y el resto no

merece mencionarse.

DIAGRAMA 106

Negras (Z. Borovski)

AJEDREZ MODERNO 145

Mórrison obtuvo una posic1on

abrumadora contra Reti ( diagrama

108) . La jugada de las negras

29 . . ...., A 6 R jaque, fué el resultado

de la desesperación, ya que con

30. T X A, T 8 A jaque; 31. R 2·c,

las blancas ganaban.

DIAGRAMA 108

Negras

(Reti)

Blancas (Mórrison)

Posición después de la jugada. 29 . . . , A 6 R jaque.

Blancas (Tartakówer)

Posición después de la jugada. 26. D 4 B

En el mismo torneo, dos grandes

maestros llegaron a esta posición:

DIAGRAMA 107

Negras (Bogoljubow)

En lugar de ello, aparentemente

sospechando la existencia de un profundo

plan enemigo, jugaron

30 Rl T

31 TXT

32 R2C

33 R3A

T8A jaque

T X T jaque

T 8 C jaque

D3T!

Y las negras consiguieron el punto.

Lo que se ejemplifica seguidamente

resulta, en verdad, inexplicable:

DIAGRAMA 109

Negras (Watson)

Blancas (Reti)

Posición después de la jugada 23. T 1 A

Las negras, que habían desarrollado

un ajedrez superlativo, alcanzaron

su propósito, pero aquí movieron

D 1 D, y el cotejo fué tablas. Con

D 5 A, el triunfo era bien claro.

Blancas (Atkins)

Posición después de la Jugada 40. D 3 T


146 BARNIE F. WINKELMAN

Las negras, generosamente, movieron

40

41 DXP

42 P3CD

C3T

D2C

¡La generosidad debe ser recíproca!

42

Abandonan.

C2A!

Uno de los más notables finales

que jamás se han presentado en una

partida de ajedrez, es el de la vigésimoséptima

del «match» Capablanca-Alekhine,

jugado en Buenos Aires.

Damos la partida y la posición

del final, al efectuarse la jugada 38.

Aquí ambos contendores por el título

mundial, sin duda los más extraordinarios

maestros de su generación,

acordaron declarar tablas. Al

llegar a esta posición, Capablanca

tenía el triunfo en sus manos por

medio de la línea de juego que por

primera vez me indicó en Nueva

York Isaac Kashdan (1).

PARTIDA 79

Gambito de Dama Rehusado

Blancas

Capa blanca

1 P4D

2 P4AD

Negras

Alekhine

P4D

P3R

3 C3AD

4 A5C

5 P3R

6 C3A

7 TlA

8 PXP

9 A3D

10 D2A

11 A4T

12 A3C

13 0-0

14 PTX A

15 C4TD

16 TRlR

17 C5R

18 D3C

19 C5A

20 PX C

21 P4T

22 AlC

23 C3A

24 P4R

25 TXP

26 TD IR

27 D2A

28 A2T !

29 C5R

30 CXA

31 AXC

32 T4CR

33 TD X P

34 D4R

35 P4A

36 TRXP

DIAGRAMA 110

Negras (Alekhine)

C3AR

CD2D ·

A2R

0-0

P3TD

PXP

P3A

P3TR

ClR

A3D

AXA

C3D

TlR

C3A

CD5R

A3R

cxc

C4C

C2A!

Al A

C3R

PXP

T2R

A2D

P3CR

DlAR

D2C

TXC

PXA

R2T

TlCR

T2AR

DlA

D X P jaque

( 1) Recuerdo perfectamente que en el Club Argentino

de Ajedrez, donde se llevó a cabo el célebre

match, la misma noche en que se jugó esta

partida, los aficionados que seguian sus alternativas

en los salones y en el tablero mural, hallaron

en el acto la variante ganadora, que consiste simplemente

en salir de los jaques de la dama negra

por medio de 38. R 2 R. Aun más, uno de ellos·,

encargado de la transmisión radial, se adelantó a

los acontecimientos, irradiando la noticia del triunfo

p; m1r:ebi!i n }iaJ!rªu e f r Jr!6ios errores

del gran maestro cubano en este match no

fueron sino el resultado de factores ajenos a su

capacidad ajedrecística, derivados de su estado

psicofisico. Ello puede dar la explicación exacta

de su derrota en la magna lucha por el preciado

título en disputa. (Nota del traductor.)


AJEDREZ MODERNO 147

37 R 1 A D 8 A jaque El cotejo continuó en la forma que

38 R 2 A ? D 7 D jaque se ilustra seguidamente:

(Véase el diagrama 110)

Y el juego fué declarado tablas.

En lugar de la movida R 2 A ?,

las

blancas ganaban maniobrando con

el rey hasta salir de los jaques. Capablanca

echó a perder una bien

ganada victoria.

No es suficiente para el maestro

efectuar una buena movida. Generalmente

debe hacer la mejor, para

ganar.

En el Torneo de Nueva York,

de 1924, después de una Defensa

Siciliana obstinadamente disputada

(diagrama 111), el ex campeón mundial

jugó en seguro y magistral estilo:

49 P4D

El doctor Alekhine en su nota

aprobó la movida, que resulta suficiente

para dar el triunfo.

DIAGRAMA 111

Negras (Lásker)

Blancas (Janovski)

50 R2C

51 C4C

52 C2A

53 P4A

54 C (3 C) 4R

55 CXA

56 C3D

57 R3C

58 R2A

59 P3T

60 R3C

61 R2A

62 C5R

63 P4CD

64 DlD

65 C3D

66 C5A

67 C3D

68 C XP

Abandonan.

P5D

A3D

D4D .

DXPA

D4D

DXC

D4D

T3A

T3T

T3AR

T 3 C jaque

T6R

D5R

P4TR

T3AR

P4CR

D4D

PXP

D5R

Todo esto constituye ajedrez superior.

El peón central es avanzado. Se

debilita el flanco de rey. Las piezas

convergen en el centro y accionan

sobre el rey enemigo y sobre las debilidades

creadas, hasta conseguir

un colapso general.

Pero, en realidad, dicho plan era

completamente innecesario. En la

movida 49 debían haber efectuado

simplemente el exótico golpe

P 4 C R !, y entonces Janovski no

tenía nada mejor que abandonar.

Esta jugada escapó a todos los críticos.

Aquí la movida rutinaria es

suficiente para ganar, y gana. Ello

debe suprimir toda censura.


CAPÍTULO XXIV

ESTRA.TEGIA. DEFENSIVA

La confianza es el principal requisito

para una defensa exitosa. Ella

surge de la certidumbre de haber

jugado correctamente. mantenido el

equilibrio de la posición y no haber

creado debilidades en su campo.

En tales circunstancias, algunos

maestros, en especial Capablanca y

Nimzóvitch, recibían con satisfacción

el ataque de sus adversarios,

seguros de que lo rechazarían y

que, en la subsiguiente reacción,

sus propias piezas actuarían poderosamente.

En su «match» contra Márshall,

fué la defensa opuesta por Capa.:.

blanca en posiciones difíciles, la que

lo señaló como un maestro del más

alto rango.

Las limitaciones de un solo volumen

nos obligan a tratar el arte de

la defensa en forma muy breve.

Defender una posición contra un

ataque, resulta una de las más difíciles

tareas del jugador de alta

calidad, y contra las complicaciones

que trae aparejado el que ejecuta

un maestro, sólo el genio ajedrecístico

es capaz de encontrar las líneas

defensivas para neutralizarlo.

En la primera partida jugada en

Zurich en 1934, entre Euwe y Lásker,

las negras se defendieron cuidadosamente

y luego construyen su

propio ataque.

Veamos su desarrollo:

PARTIDA 80

Gambito de Dama Rehusado

Blancas

Dr. M. Euwe

1 P4D

2 P4AD

3 C3AD

4 A5C

5 P3R

6 C3A

7 D2A

8 P3TD

9 TDlA

10 AXP

11 A XA

12 C4R

13 C3C

14 0-0

15 ex P

16 A2T

17 P4R

18 TRlD

19 P5R

20 AlC

21 D4R

Negras

Dr. E. Lásker

P4D

P3R

C3AR

CD2D

P3A

A2R

0-0

TlR

PXP

C4D

DXA

CR3A

P4AD

PXP

C3C

TlC

TlD

A2D

ClR

P3CR

A5T


DIAGRAMA 112

Negras (Lásker)

II! II!Ul //. --1

R1B / % - - iBi

. ,,¿,

• • • • "I

- B1B 1 B!

.im a•m n

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, .

L

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tff·a g.,,.%-:¿,.%qL%\

"'t u l!l , f _ i

Blancas (Euwe)

Posición después de la jugada 21 . . . , A 5 T

22 P3CD A2D

23 P4TD C4D

24 A3D TDlA

25 A4A A3A

26 CXA PXC

27 T3D. C5C

28 T3AR T2A

29 P4TR TD2D

30 P5T D4C

31 TlR T5D

32 PXP! PTXP

33 D2R T7D

34 DlA C7A

35 C4R DXPR!

contra-

Ahora se desarrolla el

ataque.

36 C 6 A jaque nxc

AJEDREZ ::MODERNO 149

37 TXD C X T (3 A)

38 TlAD C5R

39

A2R

C5D

40 A3A CXPA

41 D4A C6D

42 TlAR C4R

43 D4C C (4 R) X A

jaque

44 PXC C 7 R jaque

45 R2T C 5A jaque

descubierto

46 RlT T (7 D) 5D

47 D7R R2C

48 D7A T (l D) 4D

49 TlR T4CR

50 D X P(6A) TlD

Abandonan.

PARTIDA 81

Apertura del Peón de Dama

Blancas

Wínkelman

Negras

Whitaker

1 P4D C3AR

2 P4AD P4R

3 C3AR P5R

4 ClC A 5 C jaque

5 C3A P4A

6 P3R 0-0

7 C2R C3A

8 P3TD A X Cjaque

9 CXA D2R

10 A2R P3D

11 0-0 A4A

12 P3A PXPD

13 PXPD P6R

14 P5D C4R

15 D4D TRlR

16 ClD TDlA

17 CXP A3C

18 P4A CD2D

19 P5AR C4A

20 AlD A4T

21 P4CR A X P

22 CXA cxc

23 DXCR D3A

24 A2A C5R


150 BARNIE F. WINKELMAN

25 A3R

26 AXC

27 P6A

DIAGRAMA 113

Negras (Whitaker)

DXPC

TXP

P3C

3 C3AD

4 D3C

A5C

P4A

En este momento también ha sido

jugado C3A.

5 PXP

6 C3A

7 A2D

C3A

C5R

C X P kf>

El golpe 7 . ....., C X A fué empleado

por J óhner contra Spielman,

en Cárlsbad, durante el certamen

de · 1929, pero demostró ser inferior.

Blancas (Winkelman)

Po5lición después de la jugada 21 . . ., l' S C

28 TD lA

29 TXT

30 T8A

3I R2C

32 A2AR

33 D X T jaque

34 D2A

35 A4D jaque

36 D2C

TXT

DXPA

D 8 T jaque

D 7 C jaque

TXT

R2C

DXP

P3A

Abandonan.

En la próxima partida, una cuidadosa

defensa recoge el premio

usual, por medio de un poderoso

contraataque dirigido sobre las desorganizadas

fuerzas adversarias.

Esta partida, jugada en el Torneo

Internacional de México, de 1935, es

comparable a las mejores llevadas a

cabo en Europa y constituye también

una importante contribución a la

teoría de las aperturas.

Blancas

Arturo Dake

I P4D

2 P4AD

PARTIDA 82

Negras

Herman Stéiner

C3AR

P3R

8 D2A

9 P3TD

10 AXA

11 P4CD

12 A2C

I3 P3R

14 A2R

I5 0-0

16 TD ID

17 D4T

18 P5A

19 P5C

20 DXP

2I D4T

22 D2A

23 CIR

24 P XP

25 P4TR

26 T4A

27 PXT

28 A3AR

29 A X C(4 C)

30 R2T

3I RIC

32 C3A

33 T3D

34 D2A

Abandonan.

0-0

AXC

P4A

C5R

P3CD

A2C

TIA

C2R

DIR

C3AD

PXP

CID

P3D

D3C

P5AR

PXP

C2A

C3T

TXT

D6C

C5C

D6R jaque

D X P jaque

DXA

TIA

C6C

P4R

En la próxima posición el ataque

recién ha sido rechazado y se inicia

la contraofensiva.


DIAGRAMA 114

Negras (Wínkelman)

.1mm1 m.1a•m

m B m1a

im mm m

Bim m B %

- - m - -

-----

L W@

i' %/.

an - --

@ %

m ,, 0a !!i.B ,/. 0m

,

0

% , -

Blancas

(Bornholz)

Po1ici6n después de la jugada 20 . . . , P 6 D

AJEDREZ MODERNO 151

El juego prosiguió así:

21 PXP CXP

22 cxc AXC

23 C5A AXC

24 TXA A3R

T(5 A)5D A X T

26 D XA D2R

27 P3C R TDID

28 D3A T X T jaque

29 DXT D-8 R jaque

Abandonan.

25


CAPÍTULO XXV

CREACION Y EXPLOT ACION DE DEBILID.._4-DES

Cuando uno de los adversarios ha

jugado violando los principios ajedrecístico,

y su posición se encuentra

llena de debilidades, sólo

es necesario dirigir las fuerzas contra

las mismas.

En la posición siguiente, las negras

han accionado débilmente y por

ello corresponde un juego enérgico

por parte del oponente.

DIAGRAMA 115

Negras

Blancas

Posición después de la jugada 19 . . . , P f C

20 P4D PA X P

21 A X A D X A

22 DXPD 0-0

23 D4CD C2A

24 P4TD ! D6D

25 D4R D X D

26 T X D C3T?

27 P4T P4A

28 T 4 C D y ganan un peón.

Sin embargo, en aquellos casos

donde no existen reales debilidades,

el experto procura de alguna manera

crear un blanco para el ataque.

Daremos solamente un simple ejemplo

de estos casos.

PARTIDA 83

Apertura del Peón de Dama

Blancas

Negras

1 P4D P4AR

2 P4AD C3AR

3 C3AD P3R

4 P3CR A5C

5 A2C 0-0

6 P3TD A XC jaque

7 PXA C 5R

8 D2A P4D

9 PXP PXP

10 C3A P3A

11 0-0 A3R

12 C5R C 2D

13 A4AR

Este golpe -no es de estilo clásico,

pero ha sido efectuado en conjunción

con las próximas movidas, para

crear debilidades en el campo enemigo


1 N .D 1 C E

Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . 5

Nota para la tercera edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6

CAPÍTULO I. - Reglas e Instrucciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Dos reglas importantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 7

El movimiento de los peones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7

Captura al paso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

Promoción del peón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

El alfil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8

La torre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

La dama . . . . . . . . ... ... . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . .. ... . .. 9

El rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·.; . . . . . . . . 9

El caballo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Valor teórico de las piezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9

Términos us·ados en aj edrez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

El jaque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

.Jaque mate . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

cColoco» .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

Pieza tocada, pieza movida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10

Partida tablas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Notación ajedrecística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11

Mate del loco . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

Mate del estudia;te . . . . ·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

El enroque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12

El ahogado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

Las 50 jugadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13

CAPÍTULO II. - El Final . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

Rey y torre contra. rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14

Rey y dos alfiles contra rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

Rey, alfil y caballo contra rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15

Rey y dos caballos contra rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

Rey y peones contra rey y peones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16

Rey, alfil y peón contra rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 17

CAPÍTULO III. - Las movidas de la apertura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18

Giuoco Piano . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . 18

Variante I-El ataque Moller . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Walbrodt-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19

Hausler-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22

Schottlander-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 23

Apertura Ruy López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23

Tarrasch-Blackburne . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25


156 ÍNDICE

Tarrasch-Tchigorin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27

Noa-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30

La apertura del peón de dama . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32

. Gambito de dama rehusado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Defensa Cambridge Springs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33

Scheve-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34

Tarrasch-Tchigorin . . ..... . ......... ... . . ...... ......... . , . . . . . . . . . . . 36

Defensa Siciliana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Defensa Francesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

Gambito Muzio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

Gambito Evans rehusado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38

Apertura Ponziani . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Apertura del alfil de rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Gambito Sal vio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·39

Contragambito Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

Gambito Evans . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Apertura Zúkertort . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Defensa Caro-Kann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Apertura Inglesa ... ...... . . .... ..... . . ...... ...: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39

Apertura Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Gambito del Rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Defensa Petrov . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Gambito Allgaier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . 40

Gambito Kieseritzky . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Gambito del Rey rehusado ............................................. 40

Apertura Vienesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40

Apertura de los Cuatro Caballos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Defensa Alekhin:e . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Apertura Reti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41

Defensa Holandesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

Defensa de los Dos Caballos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

Apertura Escocesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42

CAPÍTULO IV. -El Desarrollo del Aj edrez Moderno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43

CAPÍTULO V. - Damiano, Ruy López y Salvio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46

D·e Damiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

De Ruy López ... . . . ... ........... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47

De Salvio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49

CAPÍTULO VI. - La estrategia de los torneos modernos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50

CAPÍTULO VII. Filidor (Francisco · Andrés Danican) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53

33

38

39

CAPÍTULO VIII. - Mac Donnell y De La · Bourdonnais . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58

Zúkertort-Anderssen .. .............. . . .... ...- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59

Bird-Zúkertort . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

Anderssen-Bird . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60

Dufresne-Anderss:en . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

Buckle-Harwitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61

Mackenzie-Delmar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62

Cochrane-W álker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

Staunton-Anderssen . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63

CAPÍTULO IX. - Pablo Morphy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64

Morphy-Harrwitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65


ÍNDICE 157

Morphy-Anderssen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66

Lowenthal-Morphy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66

Morphy-Paulsen ... ...... . ., . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67

CAPÍTULO X. - Principios Generales contra Instrucción esp·ecífica . . . . . . . . . . . . 69

Young-Preston War.e . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71

Burille-Young ... .... ........ ... . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .

CAPÍTULO XI. - Stéinitz, Lásker y Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74

Zúkertort-Stéinitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

Lásker-Schléchter . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75

Lásker-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77 Y 78

'

CAPÍTULO XII. - Espacio y Tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79

CAPÍTULO XIII. - Pillsbury, Charusek, Bréyer, Reti y Torre . . . . . . . . . . . . . . . . 81

Pillsbury-Walbrodt . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

Bréyer-Ess.er . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82

Blackburne-Charus.ek . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83

Euwe-Reti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84

Torre-Lásker .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84

Reti-TartakóWtr . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85

CAPÍTULO XIV. - Nimzóvitch, Maroczi, Bogoljubow, Rúbinstein, Vid.mar, Spielman,

Tartakówer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86

Bogolj ubow-Nimzóvitch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86

Spielman-Thomas ........ ·.· . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87

Bogoljubow-AI;ekhine . . . . . . . ... . ...... ... . .... ............. . . . ..... : . . . 88

Tartakówer-Bogoljubow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88

Vidmar-Euwe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

Bogoljubow-Maroczi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89

Vidmar-Nimzóvitch .. . ... . ............. . . . . . ..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

C11pablanca-Spielman . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90

Spielman-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91

Rúbinstein-Reti ...... ....... ..... . . ..... . . ·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92

CAPÍTULO XV. - La brillantez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

Fine-Dake . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93

Nimzóvitch-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94

Tarrasch-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95

Alekhine-Yates . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96

Márshall-Kashdan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97

Bogoljubow-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99

CAPÍTULO XVl. - Frank J. Márshall, campeón de Estados Unidos de América 101

Márshall-Pillsbury . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101

Márshall-Atkins . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102

Márshall-Schléchter . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103

Levitzki-Márshall . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104

CAPÍTULO XVII. - El juego de apertura. . El principio de proporción . . . . . . . 106

Alekhine-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106

Saemisch-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106

Fink-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107

Máttison-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107

Thomas-Monticelli . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108

Alekhine-Bogoljubow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

Dake-Santasiere . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109

72


158 ÍNDICE

CAPÍTULO XVIII. - Alejandro Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111

Alekhine-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112

Alekhine-Monticelli . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113

Bogolj ubow-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114

CAPÍTULO XIX. - El balance de posición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115

Capablanca-Torre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115

CAPÍTULO XX. - La coordinación de las piezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118

Capablanca-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119

Márshall-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120

Bird-Morphy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121

Neil-Wínkelman . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123

Alekhine-Lásker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124 y 126

CAPÍTULO XXI. - José Raúl Capa blanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128

Euwe-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . 129

Capablanca-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129

Alekhine-Maroczi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131

Gothilf-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132

Capablanca-Yates . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 133

Monticelli-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133

Capablanca-Máttison . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134

Márshall-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134

Botwinnik-Salo Flohr . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137

Capablanca-Bécker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138

CAPÍTULO XXII. - Ganar una partida ganada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139

St. Amant-Staunton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139

Capablanca-Turóver . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141

CAPÍTULO XXIII. -Errores de los maestros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 144

Capablanca-Al'ekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146

CAPÍTULO XXIV. - Estrategia Defensiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148

Euwe-Lásker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148

Wínkelman-Whitaker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149

Dake-Stéiner . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15(

CAPÍTULO XXV. - Creación y explotación de debilidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152


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