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BARNIE F. WINKELMAN
AJEDREZ MODERNO
INTRODUCCION AL ARTE DEL AJEDREZ
CON NUMEROSAS PARTIDAS JUGADAS POR LOS
MAESTROS MODERNOS
TRADUCCION DIRr:CTA DEL iNGLES
DE
ENRIQUE P. FALCON
BUENOS AIR ES
E DITORIAL SoPENA ARGENTINA, S. R. L.
E SMERALDA 116
Es propiedad
Derechos reservados
Corpyright 1947 by Editorial Sopena Argentina, S. R. L.
Hecho el depósito que marca la ley 11723
Prohibida la reproducción total o parcial
PRINTED AND PUBLISHED IN ARGENTINA
IMPRIME ET PUBLIE EN ARGENTINE
STAMPATO E PUBBLICATO NELL'ARGENTINA
DRUCK UND AUSGABE IN ARGENTINIEN
IMPRESSO E EDITADO NA ARGENTINA
PRIMERA EDICION
OCTUBRE DE 1947
IMPRESO Y EDITADO EN LA ARGENTINA
PREFACIO
El «Ajedrez Moderno» es un intento de llegar a bosquejar brevemente
el desarrollo del actual juego de torneo, tomando como punto inicial las
más antiguas partidas realizadas en los siglos XVI y XVII, aunque sabemos
que tal bosquejo ha de parecer inadecuado para aquellos que siguen
las contiendas de los maestros en los numerosos certámenes internacionales
que se realizan actualmente.
Cada uno de los ajedrecistas que mencionamos necesitaría la dedicación
de un trabajo compl_eto para poder valorar en forma adecuada su gram
mérito como artista del tablero. Muchas de las figuras cuyas partidas son
recordadas en las páginas siguientes, han sido actores principales en compactos
volúmenes dedicados al ajedrez.
Varios miles de partidas tuvimos a nuestra disposición para realizar
esta obra,. y la tarea de seleccionarlas nos ha resultado realmente difícil.
Los expertos encontrarán seguramente que en nuestras páginas faltan un
buen número de partidas f amasas de estos artistas, pero debemos aclarar
que ellas fueron omitidas prudentement.e, porque constituyen con tanta
frecuencia una parte de todas las colecciones, que eL aficionado las encontrará
a cada momento. Hemos incluído numerosas partidas brillantes, pero
nuestra mayor atención la dedicamos a las más «rutinarias», es decir, a
aquéllas que si bien carecen de movidas espectaculares, constituyen el
desarrollo de una labor completa, y la consecución de La victoria se ha
obtenido por el empleo de principios estratégicos que estudiaremos aquí
con toda atención.
La literatura ajedrecística progresa actualmente en base a la selección
que efectuamos entre la multitud de partidas brillantes y meritorias'
existentes.
Las lecciones referentes al juego co'rrecto se basan, en la mayoría d.e
los casos, en los principios de Tarrasch, explicados en su Libro «Trescientas
Partidas», traducido por el autor en 1915 e incorporado en aquel entonces
por el señor David A. Mitchell en su «Guía para el Ajedrez».
Vaya nuestro agradecimiento por las numerosas partidas que hemos
obtenido del «American Chess Bulletin» y por el material que el señor
Herman Helms ha puesto a nuestra disposición.
En un solo volumen, únicamente muy pocas de las partidas de la más
alta calidad pueden ser presentadas. Nuestra esperanza estriba en haber
llenado las lagunas existentes, con el estudio particular de los maestros
considerados individualmente, como así del período en que les tocó actuar.
Por otra parte, nos ha causado profunda ·pena no poder dedicar más aten-
6 PREFACIO
ción al final, que tanta importancia ha adquirido en la moderna estrategia
ajedrecística, ya que la tiranía del espacio nos ha compelido a tratar esta
fase como parte general del juego y no en capítulos especiales. Lo mismo·
podemos decir en lo referente a los problemas.
Hemos insistido poco en las máximas o consejos generales, pues duda ..
mas de su valor práctico. Creemos que el método más seguro para adquirir
el conocimiento ajedrecístico consiste en reproducir y estudiar cuidadosa ...
mente las mejores producciones de los maestros modernos.
Filadelfia, 1935.
*
BARNIE F. WINKELMAN.
NOTA PARA LA TERCERA EDICION
Pre'¡><Lrando este volumen para su tercera edición, hemos omitido varias
partidas que tenían un valor más bien histórico que práctico. En su lugar
damos algunos ejemplos de notables encuentros de los últimos tres años.
Filadelfia, enero de 1935.
CAPÍTUI.O I
REGL.AS E INSTRUCCIONES
Dos reglas importantes
Lo primero que debe aprender el
principiante es a jugar con sumo
cuidado. Y para iniciarse con este
fin en vista, conviene que adquiera
el hábito de observar que todas las
piezas se hallen ubicadas en las
casillas que les corresponde en el
DIAGRAMA 1
Negras
cuenta para asegurar la buena ubicación
del rey y de la dama se
enuncia así: «La dama en casilla
de su color». Esto significa que la
dama blanca debe colocarse siempre
en un escaque blanco y la dama
negra en uno negro. Naturalmente,
ello sólo es aplicable al comienzo de
la partida, al colocar las piézas.
«Blanco a la derecha», indica que
la casilla del ángulo inferior derecho
del tablero será bla.nca, si es
colocado en forma correcta. Tales
son las dos reglas, muy fáciles de
recordar y que, de ser observadas
por el principiante, evitarán inútiles
pérdidas de tiempo.
El diagrama 1 demuestra la manera
de colocar las piezas y la posición
de las damas al iniciarse la
partida.
o
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tablero, y que éste, a su vez, se encuentre
bien colocado. Una excelente
regla que debe ser tenida en
El movimiento de los peones
En el ajedrez son usadas las sesenta
y cuatro casillas que contiene
el tablero. El elemento de menor
valor es el peón. Este mueve una
casilla por jugada, con excepción de
la primera vez, que puede moverse
dos casillas. Los peones mueven en
forma vertical, pero capturan en
diagonal.
8
DIAGRAMA 2
Negras
BARNIE F.
WINKELMAN
pasar (captura al paso). Esto sólo
es aplicable a los peones, pues las
piezas no pueden efectuar lo ni con
un peón ni con otra pieza.
Promoción del peón
(4) (J)
Es la única pieza que mueve de
una manera y captura de otra, y
que nunca puede retroceder.
El diagrama 2 ilustra las movidas
de los peones y su método de capturar.
El principiante observará que correspondiéndole
la movida a las
blancas, uno solo de los peones puede
capturar. El peón blanco señalado
con (1) se halla capacitado para tomar
el peón negro señalado con (2).
Ningún otro peón puede ser capturado
por las blancas. Si las blancas
movieran su peón de rey (3) o su
peón de alfil dama ( 4) dos casillas
en la movida inicial, las negras pueden
capturar «al paso» con cualquiera
de los peones que es pasado
(véase Captura al paso) .
Los peones, ocho por cada bando,
son colocados en la segunda fila,
directamente frente a las piezas mayores.
Captura al paso
El peón tiene el privilegio de
mover dos casillas en su primera
jugada, pero en caso de hallarse
ubicado al costado de un peón adversario
que hubiera podido capturar
lo de mover una sola casilla, éste
tiene el privilegio de tomarlo al
Cuando un peón alcanza la octava
fila puede ser promovido a cualquier
pieza, con excepción de un
rey. De tal manera, un jugador puede
poseer en cierto momento tres o
cuatro damas, torres, etc., si consigue
llevar sus peones a la octava.
El jugador, en tal caso, debe pedir
una pieza de mayor valor que el
peón, es decir, que al llegar éste a
la octava no puede quedar como tal.
Además de los peones, existen
ocho piezas en cada bando: un rey,
una dama, dos torres, dos alfiles y
dos caballos. Se colocan en el tablero
en la forma indicada en el diagrama
1, y son representados por
las sigui en tes figuras:
Rey Dama Torre Alfil
El alfil
Caballo
El alfil mueve en diagonal y a
cualquier distancia,. siempre, naturalmente,
que dicha diagonal no se
encuentre. obstruída. Tiene el poder
de capturar cuando mueve. Constantemente
permanece en las casillas
del color en que se halla al iniciar
el juego. De tal manera que un alfil
que se encuentre en una casilla
blanca al colocar las piezas, siempre
mueve a lo largo de diagonales blancas.
El alfil de rey de las blancas
constantemente acciona en casillas
blancas, mientras que el alfil de
dama de las blancas lo hace en casillas
negras; el alfil de rey de las
negras, por casillas negras, y el de
dama de las negras, por casillas
blancas.
La torre
La torre mueve a cualquier distancia
en ángulo recto, adelante, atrás
o lateralmente, pero jamás en diagonal.
También puede capturar al
mover.
La dama
AJEDREZ MODERNO 9
pieza que se halla capacitada para
saltar. El diagrama siguiente demuestra
las movidas del caballo.
DIAGRAMA 3
Nesras
La dama es muy superior a cualquier
otra pieza del tablero, ya que
combina los movimientos del alfil y
de la torre. Mueve a toda distancia,
adelante, atrás, en diagonal o lateralmente,
y se halla habilitada para
capturar cuando mueve.
El rey
El rey mueve solamente una casilla
por jugada y en cualquier dirección,
adelante, atrás, en diagonal o
·lateralmente. También captura cualquier
pieza al mover. Sin embargo,
no tiene capacidad para capturar
una pieza que se halle protegida por
otra, ya que de hacer lo se hallaría
él mismo en situación de ser tomado
-es decir, en jaque-, lo que
resulta contrario a las reglas del
ajedrez. El rey es así la única pieza
que sufre la restricción precitada de
no poder apoderarse de una pieza
defendida. Jamás puede ser capturado.
(Véase el jaque mate.)
El caballo
El movimiento del caballo es el
más difícil de explicar. Mueve dos
casillas en una dirección y una en
la otra; o una casilla en una dirección
y dos en la otra. Moviendo así,
tiene capacidad para saltar sobre
todas las piezas, ya pertenezcan a su
bando o al del adversario. Es la única
Blancas
El caballo blanco, que se indica
en este ejemplo, circundado por
piezas propias y enemigas, tiene la
facultad de moverse a cualqúiera
de las casillas indicadas por las flechas.
También captura toda pieza
adversaria que se encuentre en el
escaque adonde salte. Por consiguiente,
el alfil negro (1) puede ser
tomado por el caballo.
Valor teórico de las piezas
La dama vale 1 O peones; la torre,
5; el alfil, 3 112; el caballo, 3 1/2.
A menudo resulta conveniente entregar
un alfil ó un caballo por tres
peones, pero ello depende en absoluto
de la posición de la partida.
La dama se cambia a veces por
tres piezas y más frecuentemente
por las dos torres.
El cambio de un caballo por un
alfil se estima equivalente.
El rango de las piezas es: primero,
la dama, la de más poder y valor de
todas las existen tes en el tablero;
segundo, la torre; tercero, el alfil y
el caballo. Puesto que el rey no
puede ser capturado, no resulta imprescindible
discutir su valor.
10 BARNIE F. WINKELMAN
Términos usados en ajedrez
Los términos que se usan son los
:Sigui en tes:
Piezas. - Los ocho elementos de
cada bando, excluyendo los peones,
se denominan piezas, aunque en
problemas, etc., actualmente se acostumbra
a llamar así a todas las fuerzas
existen ttes.
Peones doblados. - Dos peones
:.situados en una misma columna se
llaman peones doblados.
«En prise». - Se dice que una pie
. za se halla '1:en prise» cuando ella
puede ser capturada por el adver
.sario.
La calidad. - Ganar la calidad
. significa que uno de los ontendietes
tiene éxito en cambiar un alfil
o un caballo por una torre.
Movida falsa. - Una jugada hecha
contra las reglas del ajedrez.
Movida forzada. - Una jugada
.que debe ser efectuada a la f erza.
Interponer. - Jugar una pieza o
un peón entre la pieza atacante y el
monarca.
Peón aislado. - Es el que se encuentra
solo en una. columna, sin
·que existan otros pnes en las columnas
más cercanas de uno y otro
flanco.
Piezas menores. - Se denominan
piezas menores a los alfiles y caballos
por no ser tan poderosas como
la dama y las torres, que son las
piezas mayores.
La oposición. - Se dice que un
jugador posee la oposición cuano
.su rey se opone al rey adversario,
existiendo una sola casilla entre ambos,
y su oponente se encuentra obli-
_gado a mover.
,
Peón pasado. - Se llama pean
pasado al que no encuentra en su
avance (ya sea en la misma columna
donde se halla o en las laterales
más cercanas, es decir las colindantes)
peones adversarios que puedan
detener lo o tomar lo.
Jaque descubierto. - Es el que se
da al mover un peón o una pieza
que obstruya la acción de otra, la
cual, al desaparecer el impedimeto,
actúa sobre el rey adversario. Por
ejemplo, si colocamos un alfil blanco
en la casilla 1 T D, el rey negro en
1 ';r R y un caballo blanco en cualquier
casilla a lo largo de la diagonal,
la acción del alfil sobre el rey
se encontrará obstruída, pero al sacar
el caballo, el alfil dará jaque .
Mate ahogado. - Se da generalmente
con un caballo cuando el rey
contrario se halla completamente
bloqueado por sus propias piezas .
El jaque
En cualquier momento que uno de
los reyes es a tacado por una de las
piezas del oponente, se dice que se
halla «en jaque» .
Cuando uno de los reyes se halla
en jaque debe ser movido, la pieza
que da el jaque tomada o interponer
otra.
Jaque mate
Cuando el rey se encuentra colocado
en una situación que no puede
mover para salir del jaque, capturar
la pieza enemiga que lo da o interponer
una entre él y la atacante, el
monarca está en jaque mate y la
partida ha terminado.
«Coloco»
«Coloco» es el término que se emplea
para indicar al oponente que se
desea tocar una pieza con el propósito
de ubicar la bien en la casilla
donde se halla, pero no para efectuar
con ella una jugada legal.
Pieza tocada, pieza movida
Una vez que sea tocada una pieza,
a menos que se diga «coloco», ella
a 5 T R. Como se ve, nada puede ha
cerse para evitarlo y, por lo tanto,
la partida finaliza empatada.
debe ser movida. Cuando corresponde
mover a uno de los jugadores y
éste efectúa una jugada ilegal, generalmente
debe anular el movimiento
y mover su rey. (El autor dice que
luego de retirarse la jugada ilegal,
la partida debe ser considerada según
lo establece la Regla N9 5 del
Código Americano de Ajedrez Revisado.)
Partida tablas
Una partida tablas o empatada, es
.aquélla en la que ninguno de los
adversarios conquista la victoria. En
los torneos; cada uno de los contendientes
se anota % punto a su favor.
Se llega a la situación de tablas
cuando cada adversario ha quedado
solamente con su rey; con rey y dos
caballos contra rey; rey y alfil ·contra
rey o rey y caballo contra rey.
El empate puede asegurarse por
medio del jaque perpetuo. Ello se
presenta cuando un jugador opta, en
cierta posición, por dar constantemente
jaque al adversario, sin que
éste pueda evitarlo. Véase el diagrama:
DIAGRAMA 4
Negras
AJEDREZ MODERNO 11
Notación ajedrecística
Todas las casillas del tablero tienen
su designación. Toman sus nombres
de -las piezas que las ocupan al
principio del juego. La casilla «tbrre
de rey» es la del ángulo inferior
derecho, que originariamente se encuentra
ocupad por la torre de rey,
es decir, la torre del flanco del rey .
En la notación. ajedrecística se escribe
1 T R. Así, la segunda casilla
de 1 T R, será 2 T R; la tercera 3 T R;
la. cuarta 4 T R, etc., hasta la octava,
que se indica como 8 T R. Si nos
referimos a la casilla ocupada originariamente
por el rey, su denominación
debe ser 1 R, 2 R, 3 R, etcétera,
que demuestran el nombre
de los esca-que s de la columna
del rey.
Sin embargo, debe tenerse en
cuenta que cada uno de los bandos
posee su propia denominación. Así,
por ejemplo, la casilla 1 R de las
DIAGRAMA 5
Negras
Blancas
La posición del diagrama demuestra
que, aunque las negras poseen
fuerza muy superior, las blancas tienen
asegurado el empate por jaque
perpetuo, moviendo su dama de 8 R
Blancas
12 BARNIE F. WINKELMAN
negras, es al propio tiempo la casilla
8 R de las blancas. El diagrama
cinco indica la denominación que
corresponde a todas las casillas de
los dos bandos.
En la notación ajedrecística el acto
de la captura se indica por medio del
signo X.· De tal manera, P X P significa
peón toma peón. P 4 R significa
que el peón se juega a casilla 4:;i.
del rey, etcétera.
El mate llamado «Del loco» se indica
en la siguiente forma, por medio
de la notación ajedrecística:
Blancas
1 P4CR
2 P4AR
Mate del loco
Negras
P4R
D 5 T jaque mate
Mate del estudiante (1)
Blancas
Negras
1 P4R P4R
2 A4A A4A
3 D5T P3D
4 D X P jaque mate.
El enroque
El enroque es un movimiento que
puede ser efectuado por cada bado
DIAGRAMA 6
Negras
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[ Blancas
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(1) Asi lo denomina el autor. Entre nosotros es
conocido por •Mate del Pastor». (Nota del traductor.)
una sola vez en el transcurso de· la
partida. El enroque en el flanco de
rey consiste en colocar al monarca
en la casilla 1 C R y la torre de rey
en 1 A R en una sola operación, y se
considera como una jugada. También
es posible enrocar en el flanco
de dama moviendo el rey a 1 A D y
la torre de dama a 1 D.
Para efectuar elenroque debe primero
tomarse al monarca. No puede
enrocarse hallándose en jaque, ni
pasando bajo la acción de una pieza
adversaria, y únicamente cuando las
casillas que existen entre el rey y
la torre se hallan desocupadas (véase
el diagrama 6) .
En esa posición, si les correspondiera
la movida a las blancas, podrían
enrocar en el flanco de rey
(llamado asimismo enroque corto)
pero no en el de dama, porque el rey
no puede cruzar la casilla 1 D, que
se encuentra bajo la acción de la
dama adversaria.
Por otra parte, de corresponderle
el movimiento a las negras, se hallarían
habilitadas para enrocar en el
ala del rey o en el ala de la dama
(a éste también se lo denomina enroque
largo).
El diagrama que sigue demuestra
a los dos reyes enrocados, el blanco
en el flanco de rey y el negro en el
de dama .
DIAGRAMA 7
' --%"'º// -- z -%''0,
Negras
••• ///); •/ /////. 0, /,::;
11 1 fFi '·'' -a 1 .'I ,¡;; 1
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1BJ!fl. B m
- B m
llB. ( -. B
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(/. m //'h'.W
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I é ---•
Blancas
El ahogado
Cuando uno de los jugadores no
puede mover ninguna de sus piezas
ni su rey, sin que éste se encuentre
en jaque, se dice que está en «posición
de ahogado» y por tal causa la
partida es tablas.
Sucede a menudo que uno de los
bandos sacrifica hasta varias piezas
para obligar a su oponente a colocar
lo en la posición de ahogado y
así asegurar un .empate, en un encuentro
que de otra manera terminaría
en derrota. El diagrama que
DIAGRAMA 8
Negras
Blancas
Juegan las blancas.
AJEDREZ MODERNO 13
sigue indica cómo una pos1c10n de
ahogado puede salvar de un desastre
evidente:
En esta partida las negras se hallaban
aparentemente perdidas, pero
jugaron T 3 C D; y al responder
las blancas D X T el rey negro se
encontró «ahogado».
Las 50 jugadas
Si uno de los contendientes persiste
repetidamente en dar jaques o
en efectuar la misma línea de juego,
puede requerirse que la partida sea
limita da a 50 movidas más por cada
bando y al llegarse a este límite,
si la victoria no se inclina a favor
de ninguno, declararse un empate.
Cuando existe en el tablero uno de
los reyes solo (robado), el bando del
mismo puede exigir que se cuenten
los 50 movimientos y al cabo de los
cuales declarar tablas.
Esto también es aplicable a aquellos
casos en que un bando posee
rey y dama; rey y torre; rey y alfil
o rey y caballo, contra fuerzas iguales
o superiores.
CAPÍTULO II
EL FINA L
La forma más simple de dar jaque
mate se presenta con rey y dama
contra rey.
Este mate puede ser forzado en
pocas jugadas, confinando al monarca
adversario a una de las bandas
por medio de la acción de la dama,
y luego llevando al propio rey para
apoyarla en el momento oportuno.
Debe tenerse especial cuidado en el
ahogado.
El diagrama demuestra una posición
en la cual las blancas dan mate
en dos jugadas.
DIAGRAMA 9
Negras
En esta posición,. el principiante
notará que el rey negro no puede
moverse y que si rio les correspondiera
la jugada a las blancas, se
encontraría en la posición de ahogado.
Sin embargo, moviendo éstas
dan mate en la forma sigui en te:
D7T, RlD; D7D mate.
Rey y torre contra rey
Para forzar el jaque mate con rey
y torre, la primera regla que debe
observarse consiste en reducir los
movimientos del monarca oponente
todo lo más que sea posible. No debe
perderse tiempo en dar jaques inútiles
que a nada conducen.
El diagrama siguiente indica una
situación donde las blancas, con su
primera jugada, cofinan al rey negro
en las casillas de la octava fila y
luego llevan al propio hasta una posición
que permita a la pieza dar
jaque mate:
DIAGRAMA 10
Negras
Blancas
Juegan las blancas y dan mate en dos jugadas.
Blancas
Juegan las blancas.
AJEDREZ MODERNO
El é ? do para forzar el mate en 3 R 2 R
l P os1c10n de este diagrama es el 4 R 3 A R
.
s1gmente: 5 A5AR
Blancas
1 T7TR
2 R2R
3 T7TD
4 R3R
5 R4R
6 R5D
7 R6D
8 T7AD
Negras
RIA
RIC
RIA
RIR
RID
RIA
RIC
RIT
9 R6AD RIC
10 R6C RIT
11 T8 A mate.
Rey Y dos alfiles contra rey
E! .
?iagrama 11 demuestra una
os1c10n .en la que rey y dos alfiles
blancos dan mate al monarca
negro:
DIAGRAMA 11
Negras
6 R4CR
7 R5C
8 R6A
9 A7AD
10 A7D
11 R6C
I2 A 6 D jaque
I3 A6R jaque
I4 A5R mate
R3AR
R2R
R3AR
R2R
RlD
RIR
RIA
RIC
RIA·
RIC
RlT
Rey,, alfil Y caballo contra rey
15
El mate con rey, alfil y caballo
es muy difícil.
El iagra ma I2 con la solución
que sigue, Ilustra _ el procedimiento
que deben seguir las blancas para
dar mate al rey de las negras.
DIAGRAMA 12
Negras
Juegan las blancas.
Juegan las blancas.
Las maniobras que efectúan las
blancas para llevar al rey de las
negras a una posición de mate se
desarrollan en la forma que a continuación
se indica:
Blancas
I A3TR
2 A4AR
Negras
RID
R2 R
Blancas
Negras
1 C 7 A jaque RIC
2 A4R RIA
3 A7TR RIR
4 C5R RIA
5 C 7 D jaque RIR
6 R6R RID
7 R6D RIR
8 A6C jaque RID
9 C5AD RlAD
10 A7A Rl D
16 BARNIE F. WINKELMAN
11 e 7 e jaque
12 R6AD
13 R 6 CD
14 A 6 R jaque
15 C5AD
Rl AD
RlCD
Rl .AD
Rl CD
RlTD
Ya hemos conseguido llevar al rey
negro a una casilla que puede ser
atacada por el alfil. Ello debe llevarse
a cabo como condición previa
para dar el mate.
Veamos ahora el golpe final.
16 A7D
17 C 6 T jaque
18 A6A mate
Rl CD
Rl T-D
Rey y dos caballos contra rey
No es posible dar mate con rey y
dos caballos contra rey solo. No obstante,
si el rey de la defensa se halla
acompañado por un peón, no sólo es
factible dar le mate con dos caballos,
sino que en algunas posiciones, un
caballo y el rey se encuentran habilitados
para ello.
Véase a continuación la posición
en el diagrama siguiente:
esta manera consiguen dar mate en
dos jugadas, por medio de R 1 A,
P 7 T; C 2 A mate.
Rey y peones contra rey y peones
En ajedrez los finales de peones'
se presentan con más frecuencia que
cualquiera de los otros que ya hemos
visto. Estos finales deben ser
jugados con sumo cuidado, pues raramente
se ofrece la oportunidad de
corregir un error en una línea de
juego que se haya adoptado, porque,
como lo hemos indicado anteriormente,
es la única pieza del ajedrez
que no tiene la facultad de retroceder.
A continuación veremos algunas
posiciones, sumamente interesantes:
DIAGRAMA 14
Negras
DIAGRAMA 13
Negras
Blancas
Juegan las blancas.
Blancas
Juegan las blaacas.
En esta posición las blancas son
ampliamente ayudadas por el único
peón adversario ubicado en 6 T, y de
Blancas
Negras
1 P4D RlA
2 R7R P4D
(lo mejor)
3 R6R RlD
4 RXP R 2 D tablas
La lección que sigue nos demuestra
que aunque las negras tienen un
peón de ventaj a, no consiguen obtener
más que tablas.
DIAGRAMA 15
Negras
AJEDREZ MODERNO 17
pueden obtener otra cosa mejor que
el empate:
DIAGRAMA 16
Negras
Blancas
.Juegan las negras
Blancas
Negras
1 R3R
2 R 4 D R2D
3 R5D R2R
4 R4AD R3 R
5 R 4 D Tablas.
' Rey, alfil y peón contra rey
Veremos ahora una situación muy
curiosa en la que, a pesar del hecho
de que las blancas poseen un alfil
y un peón más que las negras, no
Blancas
Juegan las blancas.
Aquí todo lo que necesitan hacer
las rlegras es mover su monarca a
las casillas 1 C R, 1 T R y 2 T R de
acuerdo a lo que juegue su adversario.
El alfil blanco, por ser de color
opuesto al de la casilla 8 T R, se encuentra
en la imposibilidad de forzar
al rey negro a que salga de ella
y poder así coronar el peón, restándole
a las blancas, como único recurso,
hacer tablas por ahogado o entregar
su peón.
ÜAPÍ'rULo III
LAS MOVIDAS DE LA .APERTURA
Tan pronto como el estudioso ha
dominado los simples elementos del
juego, debe adquirir un buen conocimiento
general de las aperturas.
A tal fin hemos incluído algunas
variantes de las mismas, presentándolas
en la forma en que se juegan
actualmente y, en algunos casos,
ejemplificamos una línea antigua,
una moderna y una hipermoderna,
de las consideradas actualmente más
populares.
También damos algunas partidas
con anotaciones del maestro alemán
Dr. Siegbert Tarrasch. Hemos tratado
de evitar la duplicación de variantes
y aconsejamos estudiar cuidadosamente
aquéllas que dió este
gran maestro, con sus comentarios
críticos.
Giuoco piano
Esta forma de planteo ha sido
denominada la más simple de todas
las aperturas; pero es simple únicamente
en razón de que las jugadas
que la constituyen resultan las más
obvias. Es en verdad la apertura
más directa, pero las posiciones a
que da lugar pueden ser consideradas
entre las más difíciles. El juego
de los contendores se encuentra balanceado,
ya que la ventaja derivada
de la movida inicial es muy pequeña.
Sin embargo, debe señalarse que una
sol9, jugada débil puede ser suficiente
para cambiar todo el panorama.
En su línea más lenta el Giuoco
piano constituye esencialmente un
combate entre la caballería. La ubicación
de un caballo en la casilla
5 A R, casi invariablemente da lugar
a un ataque exitoso sobre el flanco
del rey adversario. El alfil rey también
tien un pondera ble valor, y
el avance oportuno del P A R resulta
de lo más efectivo para tal
objeto.
Después de efectuadas pocas movidas,'
las blancas o las negras por
medio de A 3 R pueden ofrecer el
cambio de alfiles. Capturando el de
3 R · queda abierta la columna para
ser empleada en el ataque, pero, por
otra parte, el centro de peones resultante
queda debilitado (véase la
nota correspondiente de la partida
1). Si en lugar de capturar el
alfil, las blancas retroceden con el
suyo a 3 C, las negras a su ·vez pueden
tomarlo, doblando los peones
adversarios, pero al propio tiempo
abren la columna de T D, lo que
beneficiaría a este bando en el medio
juego, pero es más probable que la
torre sea trasladada al flanco de
rey para colaborar en el ataque. No
obstante, la columna abierta podría
inclinar el final de partida en favor
del primer jugador.
En la anotación que usamos el
signo O - O significa enroque corto
AJEDREZ MODERNO 19
o de rey, mientras que O - O - O la movida A 3 R no posee su anterior
indica que este movimiento se _efec- valor (al menos subjetivamente) , y
túa en el ala de la dama.
por ello esperaba evitar el cambio
· de alfiles.
VARIANTE I
EL ATAQUE MOLLER
Blancas
Giuoco piano
Negras
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A4A A4A
4 P3AD C3A
5 P4D PXP
6 PXP A 5 C jaque
7 C3A CXPR
8 0-0 Axe
9 P5D
PARTIDA 1
Partida de match, 1894
Blanca$
Walbrodt
1 P4R
2 C3AR
3 A4A
4 0-0
5 P3D
6 P3AD
Giuoco piano
Negras
P4R
C3A D
A4 A
C3A
P3D
A3C
U na movida psicológica. Jugando
en la creencia de que mi oponente
se hallaba inclinado a efectuar todos
sus esfuerzos para obtener un empate,
yo procuré (como es mi costumbre)
evitar el cambio de piezas en
todo lo posible. Si aquí hubiera efectuado
alguna otra movida, las blancas
hubieran jugado su alfil a 3 R
y las negras se encontrarían obligadas
. a retirar el suyo. Pero si esta
pieza se encuentra ya situada en 3 C,
7 P4CD
Esto conduce, por una trasposición
de jugadas, al Gambito Evans Rehusado.
7 A3R
8 AXA
En tal posición Stéinitz siempre
cambiaba los alfiles, pues consideraba
los peones doblados resultantes,
como una gran desventaja. Para
mí, al contrario, esta desventaja me
parece más que compensada por la
obtención de la columna abierta de
AR para la torre, y también estimo
de mayor valor el libre desenvolvimiento
y eficiencia de las piezas que
la posición de los peones. Probablemente
ambos tengamos razón, aunque
de cualquier manera no puedo
creer de provecho ceder sin necesidad
una columna abierta.
8
9 P4TD
10 A3R
PXA
P3TD
Ahora queda efectuada la jugada
del alfll, pero en un momento menos
favorable para las negras que
anteriormente, a causa del avance
de su peón de torre que ha debilitado
la situación de su pieza. Lo más
simple sería aquí cambiar los alfiles,
pero en tal caso ambos bandos tendrían
casi idéntica posición y yo
difícilmente hubiera podido evitar
el empate. Por ello resolví retroceder
con el alfil, lo que parece más
débil, por el desplazamiento de la
torre y la consecuente pérdida de
tiempo que implica. Jugué, por con-
20 BARNIE F. WINKELMAN
siguiente para ganar, como se dice
en estos casos o, como podría decirse,
para perder.
10
11 AXA
12 D3C
A2T
TXA
17 T D 1 R
Preparando un ataque ulterior sobre
el punto 5 R.
17
18 C3AR
T (2 T) 1 T
R2T
Con ésta y las jugadas sigui en tes
las blancas establecen un ataque
muy lógico contra el débil centro
negro y conducen,- hasta cierto momento,
sus acciones con toda corrección.
12
13 C5C
14 P4AR
D2D
CID
P3TR
Para desalojar al caballo, que no
puede retirarse a 3 A R. Naturalmente,
a causa de ello, se debilita
el punto 3 c R.
15 C3TR
Si P X P R, las negras hubieran
ganado el P D después de que el
PD tome el P.
15 0-0
No debe· temerse demasiado la
formación de peones aislados y doblados;
en el presente caso las negras
hubieran obtenido un ataque
sobre el P D. Por otra parte, la
jugada P X P A (de parte de las
negras¡) llevaría al caballo, aht>ra
muy mal ubicado, a la casilla más
conveniente para presionar el punto
6 c R.
16 C2D C2AR
Si C 3 AD, el caballo no constituiría
segura protección para el centro,
a causa de la constante posibilidad
del golpe P 5 C D.
A fin de proteger el punto 3 C R
contra la entrada del caballo. Las
negras siempre deben abstenerse de
capturar el P A.
19 P X PR
El inmediato avance del P D también
era de considerar. Es difícil
decir qué jugada es mejor.
19
20 P4D
21 P5R
PD XP
PXP
Esto transforma al peón de rey
negro en un punto retrasado y débil.
Las blancas parecen ahora tener la
iniciativa.
21 C4D
22 C X PD
Para mantener la presión sobre
el P R. Las blancas poseen un juego
muy libre, mientras que su oponente
se halla trabado.
22 TDlR
23 T4·R
Con el objeto de llevar la otra
torre a la columna de dama. Mucho
mejor, sin embargo, hubiera sido
T 2 R (con el mismo propósito) como
pronto se verá.
23 CID
24 TlD
DIAGRAMA 17
Negras
(Tarrasch)
AJEDREZ MODERNO 21
25 P4CD
Para mantener el caballo en 4 D.
26 PXP
Blancas
(Walbrodt)
Posición después de la jugada 24. T 1 D
Se amenaza C X P R seguido de D
o T X C, y si las negras paran el
golpe por medio de P 3 AD, entonces
el primer jugador podrá colocar
su caballo en 6 D consiguiendo
una posición superior. Por ejemplo,
24 . . ...., P3AD ; 25. P4AD rechazando
el caballo negro, seguido de
26. e 5 e y 21. e 6 n.
24 C3AD
Esta oculta maniobra salva la partida
de las negras. Si 25. C X P R, seguiría
25 ......, D X C, y a 26. D X C
las negras ganan la dama o dan
mate mediante T 1 D. Si 26. T XC,
se gana la calidad con 26. . ....,
C 2 R. Sin embargo, no existiría este
sorprendente recurso si las blancas,
en su 23 jugada hubieran colocado
su torre en 2 R en lugar de 4 R, ya
que en tal caso toda la combinación
fallaba · a causa del jaque con la
dama.
25 C 3 AR
La posición de las blancas declina
más y más desde este momento. El
golpe P 4 A D no es posible en. razón
de 25 . . ...., e X PCD; 26. e X e,
D X C; 27. D X C, D X T. Como se
ve, la torre se halla muy mal situada
en 4R.
No recomendable, ya que la apertura
de la columna de torre de dama
redundará en beneficio de las negras.
Las blancas debían haber jugado
P 4 A D en seguida, aislando, de
esta manera, otro peón al adversario.
26
27 P4AD
28 TXP
Las blancas ahora amenazan ganar
el caballo de 3 A D, por medio de
un jaque en 2 A D.
28 RlC
29 C4AR
Finalmente el caballo consigue de
nuevo entrar en juego.
29
30 D3D
C (3 A) 2 R
P3AD
La venganza por la perfidia de la
jugada 28. Las negras amenazan
jaque en 2 T D ganando el caballo
de 4A.
31 D4D
Esto pierde la calidad.
31
C4AR
32 D 5AD C (4 A) 6R
Evidentemente, las blancas no vieron
que después de 33. D X C, C X D;
34. T X D, la torre de 4AD se encuentra
atacada, o que el caballo
puede entrar nuevamente en juego
desde 8D.
33 ex e
34 C4A
C X T (1 D)
22 BARNIE F. WINKELMAN
El caballo negro se encuentra No sirve T 4 R a causa de D X P
ahora bajo la amenaza de T 4 D, y si jaque.
mueve a 7 C, será capturado por
medio de T 4 D, seguido por D 2 A D.
42 . . . . • TXT
Abandonan.
34 ..... C6AD
Este expediente tuvo que ser
calculado antes de la jugada 31. El
caballo, cargado de gloria, vuelve a
juntarse con sus camaradas.
35 T(4 A)4D
Las blancas no pueden jugar
C 6 C R recuperando la calidad a
causa de que 35 . . ...., D 8 D jaque,
hubiera forzado la obtención del
triunfo: 36. R 2 A, D 7 AD jaque;
37. R 1 A?, D 7 R jaque ; 38. R 1 C,
D 8 R jaque, seguido de C 7 R jaque
y mate en dos; o si 37 RlC, entonces
T X C (6 A) seguido de D X C (6 C) .
35
. . . . .
36 C3D T 1 T
C4D
Las negras ahora obtienen un ataque
decisivo.
37 P3TR
38 R2T
39 Rl T
T 8 T jaque
T7T
Hubiera sido mejor proteger al
caballo de 3 A, que se encuentra
amenazado, por medio de C(3D) lR.
39 .....
40 PXT
TXC
D2AR
Las piezas blancas se encuentran
muy mal ubicadas para poder proteger
a su aislado monarca. Si evitan
el mate, que se amenaza con D X P
jaque y D 7 C, con la jugada P 4 A,
las negras llevan su dama a 4 T, con
las nuevas amenazas D X P T jaque,
D 6 A jaque y D 8 D jaque.
Blancas
PARTIDA 2
Giuoco piano
Negras
H. Hausler S. Tarrasch
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A4A A4A
4 0-0 C3A
5 P3D P3D
6 A3R A3C
7 P3TR?
Esta jugada da a las negras una
buena oportunidad para el ataque.
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
P3TR
C3AD P4CR
AX A
PTXA
D2D
P5 CR
PXP
AXP
C2TR
D2D
C5 D
C4TR
A5C
TlCR
P3AR
A6T
T2A 0-0-0
ClA
T3C
R2T
DIAGRAMA 18
Negras
(Tarrasch)
41 C lR
42 TlD
T8T
Blancas (Hausler)
Posición después de la jugada 18. R 2 T
AJEDREZ MODERNO 23
18 ..... TDlC ·
Un sacrificio pleno de posibilidades.
19 PXA
20 D X PT
TBC
Esto conduce al desastre inmediato.
20
21 RXT
22 C2 T
Abandonan.
T8T jaque
D X P jaque
C6C jaque
14 P3TR
Esto debilita la posición del rey e
invita al ataque.
14. . . . . .
15 T5 AR
P4TR
0-0-0
Naturalmente, en este momento
las negras no podían jugar C X P,
pero el adversario pasa por alto la
amenaza latente.
16 P4TD?
DIAGRAMA 19
Negras
(Tarrasch)
PARTIDA 3
Giuoco piano
Blancas
Negras
Schottlander
Tarraseh
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A4A A4A
4 P3D P3D
5 C3A A3R
6 A3C D2 D
7 A3R A3C
8 P4D A5CR!
El cambio de alfiles hubiera dado
a las blancas un juego más libre.
9 PXP
10 PXA
11 DXA
Las blancas debían haber retomado
con el . peón, con juego igual.
Ahora poseen dos peones doblados
y aislados que, a la larga, no podrán
ser defendidos. Por otra parte, ello
permite a las negras apoderarse del
fuerte puno 5 R.
11
12 D2R
13 o.-o
CXP
C3AR
P3AD
Para prevenir el golpe T X C, seguido
por C 5 D.
Blancas (Schottlii.nder)
Posición después de la jugada 16. P 4 T D
16
17 T4AR
18 PXC
19 T4D
20 TD 1 D
CXP
cxc
P4CR
P5CR
D2 R
Las blancas no quisieron esperar
el ulterior desarrollo del ataque sobre
la desolada posición de su rey, y
abandonaron en este momento.
Apertura Ruy López
La apertura Ruy López, anteriormente
la más popular de todas, no
resulta en modo alguno fácil de
explicar. Las diferentes variantes
nacen de la quinta jugada de las
negras, A 2 R o C X P R, que conducen
a partidas completamente distintas.
24 BARNIE F. WINKELMAN
Las blancas, por medio de su ter- 10 C 3 A D
cera jugada, A 5 C, inician un ataque 11 C 4 D
sobre el P R del adversario. Este 12 A 3 R
ataque es, sin embargo, sólo aparen- 13 A X C
te, ya que las negras pueden reco- 14 A 3 R
brar el peón sin mayor esfuerzo. 15 P ,x.P a. p.
Pero el primer jugador, con las mo- 16 C 4 R
vidas subsiguientes, todas las cuales 17 C X A
favorecen su desarrollo, amenaza 18 T D 1 D
convertir el ataque aparente en. real, 19 P 4 AD
y capturar el peóll impunem8nte. 20 P 3 A
Las negras se hallan por ello forzadas
a efectuar una serie de movidas
que restan agilidad a su posición.
Al propio tiempo, las blancas desarrollan
sus piezas en forma tal que
se encuentran admirablemente colocadas
para un ataque sobre el rey
enemigo.
Desde 5 C ó 4 T y 2 A D el alfil
actúa con gran eficiencia, mientras
que el C D es llevado al flanco de
rey con el mismo propósito.
Esta teoría del Ruy López, basada
en el ataque sobre la posición del
rey negro, enmascarado por otro
ataque aparente sobre el centro,
ayudará a explicar muchas de las
jugadas, pero debe repetirse que la
evolución de la apertura se extiende
tan lejos,· que las posiciones resul-
tantes deben ser consideradas muy
especialmente por el estudiante.
Blancas
1 P4R
2 C3AR
3 A5C
4 A4T
5 P4D
6 C3AD
7 0-0
8 CXP
g Axe
10 A5CR
11 A4T
12 D3D
13 TR 1 R
14 A XA
VARIANTE II
C4A
C3R
cxc
P4AD
P4D
AXP
A2C
PXC
D3A
TRlR
D3 C
Negras
P4R
C3AD
P3TD
P3D
C3AR
A2R
PXP
A2D
PXA
P3TR
0-0
TlR
C2T
TXA
y la posición es equivalente.
Ruy López
VARIANTE III
VARIANTE I Blancas Negras
1 P4R P4R
Blancas Negras
2 C3AR C3AD
1 P4R P4R 3 A5C P3TD
2 C3AR C3AD 4 A4T C3A
3 A5C C3A 5 0-0 CXP
4 0-0 cxP 6 P4D P4CD
5 P4D A2R 7 A3C P4D
6 D2R C3D 8 PX P A3R
7 AXC PCXA 9 P3AD A2R
8 PXP C2 C 10 CD2D C4A
9 TlR 0-0 11 A2A P5D
Blancas
VARIANTE IV
Negras
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C P3TD
4 A4T C3A
5 0-0 A2R
6 TlR P4CD
7 A3C P3D
8 P3A C4TD
9 A2A P4AD
10 P 4 D o P 3 D, que conducen
a dos diferentes tipos de juego.
Blancas
VARIANTE V
Negras
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C P3TD
4 A4T C3A
5 D2R A2R
6 P3AD P3D
7 0-0 0-0
8 P4D PXP
9 PXP A5CR
10 T 1 D con una poderosa posición.
Blancas
VARIANTE VI
Negras
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C P3TD
4 A4T P3D
5 P3A P4AR
Una jugada que debe ser cuidado:samente
neutralizada.
6 PXPA AXP
7 P4D P5R
8 P5D PXC
9 PXC P4CD !
Las negras tienen mejor juego.
(Capablanca-Stéiner, Nueva York,
año 1931.)
AJEDREZ MODERNO
Blancas
Tarrasch
PARTIDA 4
Ruy López
Negras
Blackborne
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C P3D
4 P4D PXP
25-
Simpre es mejor mantener el
centro todo el tiempo que sea posible
y no cederlo innecesariamente.
5 CXP A2D
6 C3AD
Con el objeto de mantener la presión
las blancas no capturan el caballo,
pero tanto A X C como C X C
les concede mejor partida.
6
7 0-0
8 P3CD
C3AR
A2R
Una buena maniobra; el alfil, que
en esta variante del Ruy López se
halla pobremente colocado en la
diagonal 1 A D - 6 T R, se encuentra
admirablemente ubicado en 2 c y
colabora con gran eficacia en el
ataque. Esta forma de desarrollar
la pieza fué muy común después deesta
partida.
8 .....
9 A2C
0-0
ClR
Como consecuencia de sus jugadas
en la apertura, las negras tienen un
juego restringido, que no queda libre
con T 1 R seguido de A 1 A, como
recomendó Stéinitz.
10 C5D!
11 AXA
c x c
DXA
No CXPAD a causa de 12. AXC
c X T; 13. A 5 c D.
12 DX C
26 BARNIE F. WINKELMAN
El valor del alfil de 2 C es ahora
ievidente.
DIAGRAMA 20
Negras (Blackburne)
12 AlD
13 TD 1 D
Las negras amenazaban P 3 AD,
seguido por A 3 A R luego de rechazar
al caballo. Pero si ahora juegan
A3AR, las blancas replican 15. P5R,
A X P; 16. D X A, etcétera.
13
14 D3D
D3R
P3AD
Esto debilita el peón de dama que,
en consecuencia, se transforma en
un excelente punto de ataque para
las blancas. Pero si en lugar de ello
las negras jugaran 14 . . ...., P4AR,
:su oponente obtendría posición superior
mediante T R 1 R o P 3 A R.
15 C3R P3AR
Naturalmente, una fea jugada,
pero difícil de evitar. El caballo se
encuentra ahora muy mal situado
en 1 R. Si las negras juegan 15 . . .... ,
A 3 AR, las blancas pueden continuar
el ataque con 16. A 3 To A X A,
D X A; 17. C 4 AD, T 1 D; 18. P 5 R.
16 C5AR
17 TR 1 R
18 P4AD
A2AD
TlD
A cada movida la posición de las
blancas se hace más fuerte. En lugar
de la del texto, hubieran podido jugar
inmediatamente D 3 T, con la
amenaza de C 6 T jaque, pero en tal
caso las negras evitarían toda desventaja
llevando su rey a 1 T.
18 T2AR
19 D3T!
Blancas
(Tarrasch)
Posición después de la. jugada 19. D 8 T
Ha llegado ahora el momento oportuno
para esta jugada, pues a la
respuesta más natural de las negras,
sigue una sorpresa.
19 RlT
Perdiendo la calidad; la única movida
era D 1 A.
20 C6T DXD
Si T 2 R, las blancas igualmente
ganan la calidad por medio de D X D,
seguido por C 7 A jaque.
21 CXT jaque
22 PXD
RlC
RXC
Las blancas han ganado la calidad,
pero les resulta difícil hacer
efectiva esta ventaja, a causa de que
no existen columnas abiertas para
sus torres y la posición de sus peones
se halla destrozada.
23 P4AR R3R
Esto puede parecer inútil, puesto
que el rey debe dejar la casilla pocas .
movidas más tarde, para dar lugar
al caballo, pero si juegan 23. . ....,
P 3 C R inmediatamente, las blancas
pueden avanzar el P R a 5 R
con ventaja: 24 ......, PAR X P;
25. P A X P, P 4 D; 26. P 6 R jaque,
R2R; 27. P X P, P X P; 28. Al AD
con excelentes oportunidades para
el ataque. Por otra parte, después de
la movida del rey a 3 R, este avance
no es tan bueno a causa de 24 .... . .1:,
PAR X P; 25. P X P jaque, P4D ;
26. P X P y el peón pasado de las
negras, apoyado por su monarca, resulta
más poderoso que el de las
blancas, cuyo avance está bloqueado.
24 R2C
25 R3 A
26 T2R
27 TR2D
P3CR
C2C
R2 A
Aquí tampoco el avance en el
centro hubiera resultado favorable
para las blancas, a causa de la misma
continuación indicada anteriormente,
pero ahora resulta una fuerte
amenaza, puesto que las negras no
pueden avanzar el P D .
27 .....
28 A3T
TlR
Esto hace definitiva la debilidad
del P D y restringe la libertad de
acción del alfil negro.
28
29 A2C
30 P4TR
P4 AD
C3R
Preparando la rotura en la columna
e R.
30
31 T2CR
32 A3AD
Superfluo.
32
33 A2C
34 T(l D)lCR
P3TD
P4CD
P5CD
P4TD
AJEDREZ MODERNO 27
Ahora se amenaza 35. P 5 A R,
e 1 AR!; 36. p 5 T R, p 4 e R;
37. P 6 T R, seguido por P 4 T R. Como
esta maniobra no puede ser evitada,
las negras se hallan obligadas
a tomar una decisión desesperada.
34
35 PA X P
36 T2D
Se amenazaba P 6 D.
37 T (2 D) 1 D
Para jugar A 1 A.
37
38 AlA
39 T<l C) l R
40 T2R
41 PX P
42 T(l D)l R
43 A4AR
44 TXT
45 T 1 TD
P4D
CXPAR
A3D
P5TD
C4TR
TlTD
PXP
T8T
C2C
TXT
R2 R
Y ahora que las blancas han conquistado
la columna abierta de T D
para su torre, el juego del adversario
se halla perdido· sin remedio.
45
46 RXA
47 T 7 T jaque
48 T 6 T jaque
49 P5R
50 R XP
51 T6AD
52 TXPA
53 T5T
54 T 7 T jaque
55 P6D
Blancas
Tarrasch
PARTIDA 5
Ruy López
AXA
ClR
R3D
R2D
P X P jaque
C2 AD
C4C
C6AD
C7R
RIA
Abandonan.
Negras
Tch:gorin
1 P4R P4R
2 C3 AR C:3AD
3 A5C P3TD
4 A4T C3 A
5 0-0 CXP
28 BARNIE F. W!NKELMAN
Esto no se considera ahora una
defensa adecuada; en este momento
se estima mejor A 2 R (aunque la
línea derivada de 5. . ...., C X P ha
sido muy mejorada por los últimos
análisis, las partidas de los torneos
jugados desde hace diez años indican
que cada vez se emplea menos).
principal obstáculo para que las negras
utilicen su preponderancia de
peones en el flanco de dama.
11 C4AD
Si P 4 AD ? ; seguiría 12. C X P C,
T X C; 13. A 4 T, A 2 D; 14. P 3 A R.
6 P4D
7 A3C
8 PXP
P4CD
P4D
C2R
Con este golpe tan poco natural,
las negras pierden dos tiempos: uno
por no emplear la movida para su
desarrollo, y el otro por ubicar su
caballo en una mala casilla. El ataque
que sigue, es la mejor refutación
a esta forma de jugar.
9 P4TD TlCD
Si 9 . ....., A5C, seguiría 10. A3R,
ó 10. P3TR, A4T; 11. P4CR,
A 3 C; 12. P X P, P X P; 13. T X T,
DXT; 14. C 4 D, P 3 AD; 15. P 4AR,
con mejor juego para las blancas.
Si las negras juegan 9. P 5 C, la posición
de sus peones se debilita y
entonces 10. P3AD o P4AD resultaría
muy efectivo.
10 PXP PXP
Aparte de su desarrollo más completo,
las blancas tienen ahora la
mejor partida, en razón de poseer la
columna abierta de T D, sobre la
cual la torre ejerce una tranquila
aunque permanente acción.
11 C4D
Amenazando 12. C 6 AD, C XC;
13. A X P D; la partida desde el
comienzo se presenta muy movida
y llena de combinaciones. La jugada
del caballo ( C 2 R) constituye el
12 A5C
Amenazando de nuevo C 6 AD, lo
que obliga al bloqueo del alfil de
dama.
12 D2D
13 C3AD
La más regular y cauta continuación
hubiera sido 13. P 3 A D. No
obstante, la movida del caballo es·
más agresiva e impide el cambio
de C X A, pues en tal caso, las blancas
retomarían con el C de 4 D y entonces,
como las negras deben apoyar
al P D, les daría la oportunidad
de ubicarlo fuertemente en 5 A D.
13 P3AD
14 D5T
Un golpe aventurado que, si bien
obtuvo la aprobación de los críticos,
de ser refutado en forma correcta,
debe dar como resultado la pérdida
de toda la ventaja adquirida hasta
ahora. En una partida de torneo, yo
hubiera seguramente elegido el más
sólido y correcto ataque que tiene
por base a P 4 A R y P 5 A R, luego
de A X C para evitar C 4 A, que
bloquearía el avance del PAR.
14 C3CR
No C X A, a causa de P 6 R. La
jugada 14 . . ...., C 3 R también hubiera
sido mala por la siguiente
continuación: 15. C XC, D XC;
16. P4AR, C4A; 17. P4CR, A4A
jaque; 18. R 1 T, C 6 R; 19. P 5 A. Por
otra parte, la movida más brillante
que correcta 15. C 4 R (después de
14 . . ...., C 3 R) no daría ventaja a
las blancas, en razón de 15. . ....,
e 3 C; 16. e X e, p X C; 17. e 3 C.
La jugada del texto es la mejor, ya
que elimina la presión de la dama
sobre 2 AR y facilita el desarrollo
de las negras.
15 TR 1 R
Para jugar P 6 R si las negras capturan
el alfil de 3 C.
15 C3R
16 A3R
Esta, que de ninguna manera constituye
una retirada obvia, es la jugada
más difícil de toda la partida
y el resulta do de media hora de
profundos y exactos cálculos. Si
16. C X C, después de P X C las
negras, lenta pero seguramente, obtendrían
mejor juego, pues el punto
4 D se hallaría perfectamente protegido
y podrían avanzar el P A D,
haciendo irresistible la falange de
peones. El P A R de las blancas -
su · arma para el contraataque- se
hallaría bloqueado por el peón de
3 R, por lo que, limitadas a un juego
totalmente pasivo, perderían el final.
La jugada del texto ofrece varias
oportunidades de sacrificio.
AJEDREZ MODERNO 29
ganancia de una pieza, a causa de
18. P 6 R, P X P; 19. A 5 R seguido
de C o A X P D. Sin embargo, con
D 5 C hubieran forzado el cambio
de damas obteniendo una partida
igual.
18 D3A
19 A3R
C3R
A5C
Por fin las negras desarrollan su
alfil de rey, y lo hacen ganando un
tiempo, ya que amenazan, con el
cambio del· alfil por el caballo, doblar
los peones blancos y dejar bloqueado
el alfil en 3 e para siempre.
20 A2D
21 D3C
0-0
Amenazando 22. C X P D, A X A;
23. C 6 A jaque, etcétera.
21 P4AR
DIAGRAMA 21
Negras
(Tchigorin)
16 cxc
Si 16. . ...., P 4 A D ?; 17.
C (4 D) X P, P 5 D, a lo que las
blancas ganan por medio de 18. C 6 D
jaque, amenazando A 4 T.
17 AX C C5A
Las negras tampoco se atreven a
jugar ahora P 4 A D con vistas a la
Las negras creyeron, probablemente,
que paraban la amenaza dando
acción a la torre sobre su punto
3 A R, pero ello es un error, pues
luego de 22. CXPD, AXA; 23. C6A
jaque, T X C; 24. P X T, A X T, las
blancas ganan inmediatamente por
medio de 25. A X C jaque ! Debió
retirarse el expuesto alfil de 5 e, en
30 BARNIE F. WINKELMAN
lugar de la jugada del texto. No estoy
de acuerdo con la opinión de
Tchigorin, de que hubiera obtenido
mejor partida con 21. ....., A 4 A,
pues a ello seguiría 22. A 3 R, A X A;
23. T X A con una posición rica en
posibilidades para ambos bandos,
basada, para las negras, en el avance
del P A D, y para las blancas en
el de AR.
22 C X PD
Esto no sólo conduce a la ganancia
de un peón, sino también al inmediato
colapso de la posición de las
negras.
22 PXC
Si 22. . ...., P 5 AR, las blancas
pueden mantener la posición mediante
D 4 C.
23 AXA
24 A6D
25 A X PD
TlD
T3C
D2AR
Se amenaza ganar la calidad con
A X C jaque, seguido de A 7 A D.
26 D3R
27 TX T
28 D6C
29 Axe
Blancas
IJ>r. Noa
PARTIDA 6
Ruy López
T3T
AXT
Al AD
Abandonan.
Negras
Tarrasch
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C C3A
4 0-0 CXP
5 TlR
El golpe 5. P 4 D conduce a un
ataque mucho más poderoso.
5
6, A4T
C3D
A2R
El peón sólo podría mantenerse
a costa de la posición y, aun así,
por poco tiempo: 6 . ....., P 3 AR;
7. P4D, P5R; 8. CR2D, P4AR;
9. P 3 AR, etc. Si 8. . ...., C X P D;
9. C X P R, C 3 R; 10. C X C jaque,
seguido de T XC jaque, o si 7 . . ....,
C2AR; 8. PXP, CXP; 9. C4D,
amenazando C 6 R y P 4 A R.
7 CXPR
8 TX C
9 P4D
10 TlR
cxc
0-0
C5AD
P4D
La pos1c10n se en cu entra ahora
completamente equilibrada.
11 P3AD
12 C2D
13 AX C
14 D 5T
15 D3T
A4AR
cxc
A3D
A3C
Aquí la dama se halla algo fuera
de juego (desplazada). Las blancas
debían jugarla a 5 e, a lo que las
negras no podrían evitar, sin desventaja,
el cambio, arribándose a
una posición casi segura de tablas.
15 P3AD
16 T2R
Las blancas no consideran el propósito
agresivo que lleva la movida
del P A D. Las maniobras subsiguientes
se desarrollan en base a la
falta de protección del alfil y de
la torre.
16 D3C
17 A3C
Si A 3 R, que era algo mejor; hubiera
seguido D 3 T, forzando la jugada
Al D.
17 P4TD
AJEDREZ MODERNO
Después de todo, las blancas de-
DIAGRAMA 22
ben efectuar ahora la movida A 3 R.
Negras
(Tarrasch)
31
18 A3R
19 AlD
P5TD
Podría haberse retirado al alfil
a 2 A y, luego de D X P C, recuperar
el peón mediante D X P T jaque,
seguido por A X A jaque y T X D.
Ahora las blancas se hallan muy retrasadas
en su desarrollo, mientras
las negras, paso a paso, consiguen
hacer más poderosa su ofensiva.
Blancas
(Dr. Noa)
Posición después de la. jugada. 25 • • • ,
T 5 R
19
20 T 1 AD
21 P4AR
TRIR
P4AR
Si 21. D 3 A, las negras obtienen
posición preferible con 21. .....,
P 5 AR; 22. A X P, D X P C !, o
TRIA.
21 T2R
El golpe 22. . ...., T 5 R, hubiera
sido malo a causa de 22. A 2 AD,
D X P C; 23. A 3 D, habría seguido
AXT.
22 TD2A
Todas las piezas blancas se encuentran
en una situación antinatural.
22
23 A 1 AD
TDlR
D4C
La entrada de la dama poco a
poco resulta interesante. Si las blancas
cambian la torre) entregan el
dominio de la columna de rey y deben
prevenir el jaque de la torre
en 8 R.
24 D3A
25 P3TD
D5AD
T5R
26 P3CR
Las blancas no pueden capturar
la torre inmediatamente, pues si
26. T X T, P A X T; 27. D 3 R (si
27. D2R, P6R !; 28. D X D, P X D;
29. T 2 R, A X P A) las negras· consiguen
una ventaja decisiva con
27 . . ...., AXPA; 28. DXA, TlAR;.
29. A 2 R !, D 6 C; 30. D 2 D, P 6 R !
26 .....
27 TXT
P4AD !
27. P. X P, A X P jaque !; 28. R2 Ct
P5D; 29. P X P, D X P abriría a las
negras nuevas líneas de ataque.
27 .....
28 D3R
PAXT
Si D 2 R; seguiría 28 . . ...., P 6 R;
29. D X D, P X D; 30. T2R, A4T;
31. TlR, AXA; 32. TXA, PXPD;
33. P X P D, A 2 AD; 34. T 1 R, A 3 C;
35. A X P (6 R) , A X P (4 D) ; 36.
R 2 A, A X P con ventaja para las
negras, ó 33 . . ...., P 4 CD; 34. T 1 Rt
p 5 e D; 35. p X pe, A X P; 36.
TXPR, TXT; 37. AXT1 P6TD ;
38. P X P, A X P, y las blancas deben
sacrificar el alfil por el P AD
28 D6D
29 DXD
:32
El cambio de damas sólo podría
haberse evita do temporariamente
con A2D.
29
Este fuerte peón pasado constituye
la principal ventaja de las negras.
30 T2AR
31 A2D
32 P 5AR
33 T 1 AR
BARNIE F. WINKELMAN
P4CD
A2R
A2AR
T 3 A R hubiera concedido mayores
probabilidades de empate.
33
34 PXP
35 A3AD
36 A3A
PXPD
A3A
T5R
Si T 4 AR, las negras obtienen
la. victoria por medio de 36. . ....,
A 4 C; 37. T 1 AR, A 6 R jaque, seguido
por A X PD, o si 37. T4C,
A 6 R jaque, y luego P 4 T R; o si
37. T 3 A, P 7 D.
36 A X PD j.
37 R2C
Era mejor 37. A X A, T X A;
"38. T 1 D. En tal caso las negras tendrían
solamente la siguiente continuación,
que prometía el triunfo :
:38. ....., T5AD ! ; 39. T X P,
T 8 AD jaque ; 40. R 2 A, T 7 A jaque,
seguido por T X P C.
37
38 AXT
39 PX A
40 R 2·A
41 R3R
AXA
PXA
A6CD
P7D
Si R 2 R seguiría A 4 A jaque.
41 P8D=D
Y las negras ganaron.
La apertura del peón de dama
Esta es la más difícil de todas las
aperturas. Por medio del avance del
P D se produce un juego «cerrado>;
los cambios en la primera parte del
juego son raros y todas las fuerzas
de ambos bandos, esto es, · tanto
las piezas como los peones, se hallan
activamente empeñados en la
·
a.cción.
Por medio de esta apertura pueden
desarrollarse tres líneas de juego,
y cada una o todas ellas, han sido
aconsejadas por los maestros:
(1) Se presenta un ataque sobre
el enroque de las negras, que es facilitado
por la eficiente colocación
del alfil de rey blanco en 3 D o en
1 C D y el de dama en 5 C R ó. 2 C D.
Esta fué la idea de los primeros
maestros de la escuela moderna, especialmente
de Pillsbury, que utilizó
la interclusión del C R con gran efectividad.
(2) Colocando la Ten 1 AD, existen
posibilidades de un ataque sobre
los peones adversarios del ala de
dama. Este aspecto del juego resulta
generalmente bastante aceptable para
las negras, en razón de que ellas
tienen muy pocas perspectivas de
éxito en un ataque sobre el reducto
del monarca adversario y, además,
porque con frecuencia poseen preponderancia
de peones en este flanco
del tablero.
(3) Por medio de C 5 R las blancas
obtienen un ataque promisorio, que
armoniza tanto con un plan de acción
sobre el flanco derecho como
sobre el izquierdo.
Ambos contendientes deben, por
consiguiente, hallarse preparados
contra cualquiera o todos estos ataques,
y por ello bien puede decirse
que la apertura del peón de dama
conduce a las posiciones más sutiles
y difíciles.
AJEDREZ MODERNO 33
Gambito de dama rehusado 4 A2D D2R
5 C3AD P3CD
VARIANTE I
6 P3R AXC
7
'Blancas Negras
AXA C5R
1 P4D P4D
2 P4AD P3R VARIANTE V
3 C3AD C3AR
Blancas Negras
4 A5C CD2D
5
1 P4D
C3AR A2R
P4D
2 P4AD
6 P3R P3AD
P3R
3
7 TDIA
C3AD
0-0
C3AR
8 A3D PXP
4 A5C CD2D
9 AXP C4D
5 C3AR A2R
10 AXA DXA
6 P3R P3AD
7 TDIA 0-0
y l posición resulta equivalente. 8 A3D PXP
9 AXP P4CD
10 A3D
VARIANTE 11
P3TD
11 P4TD A2C
Blancas
Neg·ras
1 P4D P4D
con una partida difícil.
2 P4AD P3AD
3 C3AR C3AR VARIANTE VI
4 C3AD PXP Defensa . Cambridge Springs
5 P4TD A4A
6 C5R CD2D Blancas Negras
7 C X P(4 A) D2A 1 P4D P4D
8 P3CR P4R 2 C3AR C3AR
9 PXP CXP 3 P4AD P3R
10 A4AR CR2D 4 C3AD CD2D
5 A5C P3AD
VARIANTE III 6 P3R D4T
7 PXP CXP
Blancas Negras 8 D3C A5C
1 P4D C3AR 9 TlA P4R!
2 P4AD P3R
3 C3AD A 5C VARIANTE VII
4 D2A P4D
5 P3TD A XC jaque Blancas Negras
6 DXA C5R 1 P4D P4D
7 D2A 0-0 2 C2D P3R
3 P3AD C3AR
VARIANTE IV 4 P3R P4AD
5 A3D CD3A
Blancas Negras
6 CR3A A3D
1 P4D C3AR 7 P4R PXP
2 C3AR P3R 8 CXP cxc
3 P4AD A5C jaque 9 A XC etc.
34 BARNIE F. WINKELMAN
Blancas
Scheve
1 P4D
2 C3AR
PARTIDA 7
Peón de dama
Negras
Tarrasch
P4D
P4AD
Jugando, de este modo, el Gambito
de dama con las negras.
3 P3AD
4 A4A
5 D2A
P3R
D3C!
Era malo D 2 D a causa de C 3 A R
y C 5 R; pero la dama también se
halla mal ubicada en 2 A, pues estará
muy pronto expuesta al ataque
de la torre negra desde 1 A D. D 3 C
era lo mejor. Las negras, sin embargo,
hubieran obtenido pronto alguna
ventaja de posición por medio
del rápido desarrollo de su flanco
de dama, que luego sería más y más
acentuado.
5
6 PXP
Si el caballo captura, las negras
consiguen establecer más pronto o
más tarde un fuerte centro por el
avance del P R.
6
7 P3R
8 C3A
9 A2R
10 0-0
11 P3TD
C3AD
A2D
TIA
C.3A
A2R
Esto debilita la posición de los
peones del ala de la dama; era mejor
preparar una segura retirada para
el alfil de 4 A, que se encuentra tan
bien colocado, por medio de P 3 T R.
11
12 A3C
C4TR
CXA
13 PT XC
14 A3D
0-0
Las blancas dirigen su ataque sobre
el flanco de rey, y las negras
operan en el centro y en el ala de
dama. Estas conducen las operaciones
con mayor cantidad de fuerzas
en este sector que las que puede
concentrar su oponente en el otro
y, por tal causa, obtienen éxito,
mientras que el primer jugador es
rechazado en su intento.
14 P3CR
15 R2T
Para continuar el ataque con T 1 T.
Las negras ahora contemplan el
avance central mediante P 3 A R,
A 1 R, A 2 A R y P 4 R, que resulta
un plan lleno de promesas. Sin embargo,
primero inducen a su adversario
a jugar C 5 R.
15 C4TD
16 C5R
Un error, a causa del cual las
negras ganan por lo menos dos tiempos
para la ejecución de su idea.
16
17 TR 1 T
18 C 3 A
AlR
P3AR
El sacrificio en 6 C R resulta, naturalmente,
fútil.
18 C5A
Este golpe resulta ahora más fuerte
que el avance en el centro, ya
que conduce finalmente al cambio
del alfil blanco y, como consecuencia,
las perspectivas de ataque al
enroque desaparecen por entero.
Además las negras obtienen la decisiva
ventaja de dos activos alfiles
contra dos caballos.
19 TD 1 C D4TD
Amenazando C X PT o C X P C.
La posición de las blancas en el flanco
de dama se vuelve más y más
precaria.
20 Axe
21 D2D
22 T 1 TD
TXA
A2A
TRlA
Las negras nunca llevan a cabo la
maniobra central que habían imaginado,
porque su acción en la columna
de AD es mucho más decisiva.
23 P4CR
Para poder jugar P 3 C R y R 2 C.
Las blancas insisten en su plan de
ataque a lo largo de la columna de
T R. Era mejor abandonarlo llevando
la T R a 1 AD, para oponerse a
las torres adversarias dobladas.
23 P3CD
Las negras tomaron el peón con
la idea de jugarlo a 4 e, pero a último
momento advirtieron que entonces
su oponente podría responder
con C X PD.
24 P3 CR P4CR
AJEDREZ MODERNO
35
A D, expulsando al caballo de 3 A,
luego de lo cual la entrada de la
torre debe ser de efectos. decisivos.
26 CR2R
27 R2C
28 T2TD
D3C
P4TD
A fin de defenderse contra
28. . ...., P 5 C; con 29. P X P,
P X P; 30. C 4 T, D 3 A (si 30 . . .... ,
D 4 C; 31. P 3 C) ; 31. D 1 D, T 2 A;
32. e 5 A, ó 31. p 3 e, T 7 A; 32. TXT,
D X T; 33. D X D, T X D; 24. T 1 R.
28
29 DlD
D3A
A3C
Aquí también P 5 C podía haber
sido prematuro a causa 30. P X P,
PXP; 31. C4T, T2A; 32. C5A.
30 D 1 T
31 PX P
32 T6T
DIAGRAMA 23
Negras
(Tarrasch)
P5C
PXP
DlR
Impidiendo que las blancas mejoren
su posición en base al sacrificio
.P 5 C R y, a P X P, C 5 R. Si hubieran
intentado esta maniobra en la
movida previa, el caballo de 5 R podría
haber sido interpuesto por medio
de A 3 D. Con la jugada del
texto las negras obtienen también
una excelente casilla en 3 C para su
AD,· que podrá actuar desde allí
tanto en el ataque como en la defensa.
25 CR 1 C P4CD
El único procedimiento que tienen
las negras es abrir la columna de
Blancas
(Scheve)
Posición después de la jugada 32. T 6 T
Por medio de la gran presión en
la columna abierta, las negras han
nevado a su oponente a una posición
perdida. Si las blancas mueven el
caballo amenazado, con T 7 A comienza
el ataque final, tan largamente
preparado.
36 BARNIE F. WINKELMAN
33
34
35
36
TXPR
CXP
T6C
T6TD
DIAGRAMA 24
Negras
(Tarrasch)
PXC
D2D
AlD
DXPC
El primer error, que concede a las
blancas alguna ventaja posicional.
7 PXP
8 0-0
9 CD2D
10 P4AD
11 TlAD
A3D
0-0
A2D
TlAD
A5A
Evidentemente, esto induce a jugar
P 3 C R, que debilita la posición
del flanco de rey para iniciar luego
un ataque en la diagonal 3 AD -
8 T R, con la dama y el alfil. Las
blancas ya poseen un juego algo
mejor, cualquiera sea la respuesta
de su adversario.
Blancas
(Scheve)
Posición después de la jugada 36 . . ., D X P C
37 P3AR
38 P4R
39 PXP
40 DlR
41 T7T
42 RlC
D4A
PXP
D5C
TXPD
A X P jaque
A3CD
Las blancas abandonan; ésta es
una de mis mejores partidas.
Blancas
Tarrasch
PARTIDA 8
Peón de dama
Negras
Tchigorin
1 P4D P4D
2 P3R C3AR
3 A3D P3R
Es más fuerte C 3 AD, preparándose
para P 4 R, como el propio
Tchigorin jugó contra mí más tarde,
en el Torneo de Hástings.
4 C3AR
5 P3CD
6 A2C
P4AD
C3A
PXP
12 T l R
Para impedir C 5 R; ahora la columna
de rey resulta valiosa.
12
13
P 3 C R
C2R
AlC
Si el alfil se retira a 3 T R, se hallará
mal ubicado después del golpe
C 5 R y P 4 A R, aunque las negras
maniobren en base a P 3 C R y A 2 C.
14 C5R
La posición de las blancas es, a
cada movida, más favorable, y las
negras se encuentran ya luchando
contra varias dificultades.
14
15 A 1 CD
A3A
Axe
Este cambio es malo, ya que deja
a las blancas con dos alfiles ; aumenta
la eficacia del que está en 2 e y,
como resultado de la expulsión del
caballo de 3 AR, se presenta la oportunidad
para un ataque sobre el rey
negro. Probablemente Tchigorin quiso
evitar el cambio del alfil de 3 A.
No creo que otra continuación, como,
por ejemplo, C 3 C o C 2 D, pudiera
dar la igualdad. Las blancas,
a esta altura de la lucha, tienen una
posición tan poderosa, que si no se
les presentara nada mejor podrían
obtener la preponderancia de peones
en el ala de dama, por medio
de P5AD.
16 PXA
17 D5T
18 TDlD
C2D
P3TR
Una jugada modesta pero sutil,
por la cual el primer jugador fortifica
su posición, haciéndola más
efectiva. Un ataque directo, con
C 3 A, por ejemplo, con la idea de
llevarlo a 5 C, 7 T y 6 A, hubiera
resultado menos bueno, ya que permitiría
a las negras defenderse más
fácilmente.
18 DlR
19 D2R
Las negras intentan aliviar su situación,
en gran parte, con P 4 A R.
La dama atacaría ahora desde la casilla
3 D.
19 C4AD
20 PX P
AJEDREZ MODERNO 37
Otra vez las negras sólo pueden
elegir entre varios males. Se encuentran
en la disyuntiva de permitir
que el caballo se ubique en 6 D o
cambiar su alfil con el que esperaron
obtener su contraataque. En este caso,
las blancas se hallarían aseguradas
contra todo peligro y lucharían
ventajosamente con dos activísimos
alfiles contra dos caballos. Por otra
parte, no tardaría en producirse el
ulterior desarrollo del ataque (quizá
por medio de P 4 A R y P 4 C R) .
21
22 C6D
D3A
TDlD
Si 22 .. ...., A 6 A, las blancas obtendrían
el triunfo con 22. D 2 A,
C 3 C; 23. C X T, A X T, C 7 R jaque,
o con 23. C X T, amenazando C X C
jaque. Mejor que la jugada del texto
era T 2 A, pero de cualquier manera
la partida no tenía ya salvación.
23 T 1 AD
DIAGRAMA 25
Negras
(Tchigorin)
De nuevo la jugada justa.
20
Si toma el caballo, seguiría C 4 A
y 6 D. Si captura el peón, las blancas
continuarían el ataque mediante
P4AR-5AR
21 C4A
Blancas
(Tarrasch)
Posición después de la jugada 23. T 1 A D
La jugada decisiva. Las blancas
ahora amenazan ganar el caballo de
5 A, con P 4 C D y con D 2 A. Por
consiguiente, la pieza está perdida.
23
24 P4CD
25 D2D
26 PX C
27 D X PT
28 A4R
P3CR
A6A
P3CD
PXP
TIC
TXA
38 BARNIE F. WINKELMAN
En caso de A X A, las blancas ga-
VARIANTE III
nan fácilmente por medio de T X A
y T4TR. Blancas Negras
1 P4R P3R
29 AXD CXA 2 P4D P4D
30 C4R AXC 3 C3AD A5C
31 TXA Abandonan. 4 P5R P4AD
5 A2D PXP
Defensa Siciliana
6 C5C
Blancas
Negras
VARIANTE IV
1 P4R P4AD
2 C3AR C3AD Blancas Negras
3 P4D PXP
1 P4R P3R
4 CXP P3D
2 P4D P4D
5 A2R P3CR
6 A3R A2C
3 C3AD C3AR
7 0-0 C3AR
4 A5CR A2R
8 C3AD P3TD 5 P5R CR2D
6 AXA DXA
con un juego excelente. 7 D2D 0-0
Defensa Francesa
La jugada P 3 T D no se considera
ya necesaria.
Blancas
VARIANTE I 8 CID P4AD
9 P3AD C3AD
Negras
1 P4R P3R
2 P4D P4D Gambito Muzio
3 C3AD C3AR
4 A5C A5C Blancas Negras
5 P5R A XC jaque 1 P4R P4R
6 PXA P3TR 2 P4AR PXP
7 A2D C5R
3 C3AR P4CR
8 D4C P3CR
4 A4A P5C
9 P4TR
5 0- 0 PXC
6 DXP D3A
VARIANTE II
Blancas Negras Gambito Evans Rehusado
1 P4R P3R
Blancas
Negras
2 P4D P4D
3 C3AD A5C 1 P4R P4R
4 CR2R PXP 2 C3AR C3AD
5 P3TD A2R 3 A4A A4A
6 CXP 4 P4CD A3C
Apertura Ponziani
AJEDREZ MODERNO 39
Apertura Zúkertort
Blancas Negras Blancas Negras
1 P4R
P4R
2 C3AR C3AD
3 P3AD C3A
4 P4D CXPR
5 P5D ClC
Apertura del alfil de rey
Blancas
Negras
1 C3AR P4D
2 P4D P3R
3 P3R C3AR
4 A3D P3CD
5 P3A A2C
Blancas
Defensa Caro-Kann
VARIANTE I
Negras
1 P4R P4R 1 P4R P3AD
2 A4A C3AR 2 P4D P4D
3 C3AD C3A 3 P5R A4A
4 P3D A5C 4 A3D AXA
5 A5CR P3D 5 DXA P3R
Gambito Sal vio
VARIANTE II
Blancas
Negras
Blancas
Negras
1 P4R P3AD
·1 P4R P4R 2 P4D P4D
2 P4AR PXP 3 PXP PXP
3 C3AR P4CR 4 A3D C3AD
4 A4A P5C 5 C3AR C3A
5 C5R 6 C3A A5C
Contragarnbito Central
VARIANTE III
Blancas
Negras
Blancas
Negras
1 P4R P3AD
1 P4R P4D
2 P4D P4D
2 PXP DXP
3 C3AD PXP
3 C3AD DlD
4 CXP A4A
4 P4D C3AR
5 C3C A3C
5 A4AD A5C 6 C 3 A, etc. o
4 C3A
5 cxc PR o
Gambito Evans
PCXC!
Blancas
Negras
Apertura Inglesa
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
Blancas Negras
3 A4A A4A 1 P4AD C3AR
4 P4CR AXPC 2 C3AR P4D
40 BARNIE F. WINKELMAN
3 P3CD A4A 4 C3AR CXP
4 A2C P3R 5 P4D P4D
5 P3CR A3D
6 A2C 0-0
6 A3D A2R
7 P3D P3AD
8 0-0 CD2D Gambito Allgaier
9 CD2D D2R
Blancas
Negras
1 P4R P4R
Apertura Central 2 P4AR PXP
VARIANTE I
3 C3AR P4CR
4 P4TR P5C
Blancas Negras
5 C5C P3TR
6 C XPA RXC
1 P4R P4R
2 P4D PXP
3 DXP C3AD
4 D3R C3A
Gambito Kieseritzky
5 A2D P3CR Blancas Negras
6 C3AD A2C 1 P4R P4R
2 P4AR PXP
VARIANTE II
3 C3AR P4CR
4 P4TR P5C
Blancas Negras 5 C5R CR3A
6 A4A P4D
1 P4R P4R
7 PXP A3D
2 P4D PXP
8 0-0 Axe
3 DXP C3AD
(Gambito Rice)
4 D3R C3A
9 TlR D2R
5 P5R C5C
10 P3A P6C
6 D4R P4D
7 P X P a. p. jaque A 3 R
8 PXP D 8D jaque
9 RXD C X P jaque
Gambito del Rey Rehusado
Blancas
Negras
1 P4R P4R
Gambito del Rey
2 P4AR P4D
Blancas Negras 3 PXPD P5R
1 P4R P4R 4 P3D C3AR
2 P4AR PXP 5 PXP CXP
3 C3AR P4CR
Defensa Petrov
Blancas
Apertura Vienesa
Negras
Blancas Negras 1 P4R P4R
1 P4R P4R 2 C3AD C3AD
2 C3AR C3AR 3 P4AR PXP
3 CXP P3D 4 C3A CR2R
Apertura de los Cuatro Caballos
AJEDREZ MODERNO 41
Blancas
VARIANTE IV
Negras
VARIANTE I
1 P4R P4R
Blancas Negras 2 C3AR C3AD
1 P4R P4R 3 C3A C3A
2 C3AR C3AD 4 A5C A5 C
3 C3A C3A 5 0-0 0-0
4 A5C A5C 6 P3D P3D
5 0-0 0-0 7 A5C AXC
6 P3D P3D
7 A5CR AXC
8 PXA C2R
8 PXA D2R
9 TlR ClD
10 P4D P3A Defensa Alekhine
11 Al AR C3R
12 Al A
VARIANTE I
Blancas
Negras
VARIANTE II
1 P4R C3AR
Blancas Negras 2 P5R C4D
1 P4R P4R 3 P4D P3D
2 C3AR C3AD
3 C3A C3A
4 A5C A5C
5 0-0 0-0
VARIANTE II
6 P3D P4D
Blancas Negras
7 AXC PXA
8 CXPR D3D 1 P4R C3AR
9 P4D PXP 2 P5R C4D
10 P4TD !, A3T, etc. 3 P4AD C3C
4 P4D C3AD
5 A3R P3D
VARIANTE III 6 P4AR
Blancas
Negras
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
Apertura Reti
3 C3A C3A Blancas Negras
4 A5C C5D
1 C3AR P4D
Las blancas pueden elegir entre
2 P4A P3AD
3 P3CD C3AR
5 A4T, A4A, CXC y CXPR 4 A2C A4A
5 P3D P3R
que dan posiciones equivalente. 6 CD2D A3D
42
Blancas
Defensa Holandesa
VARIANTE I
BARNIE F. WINKELMAN
Negras
1 P4D P4AR
2 P4R PXP
3 P3AR PXP
4 CXP C3AR
Blancas
VARIANTE II
Negras
1 P4D P4AR
2 C3AR C3AR
3 P3CR P3R
4 A2C A2R
5 P4AD C3AD
Blancas
VARIANTE II
Negras
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A4A C3A
4 C5C P4D
5 PXP C4TD
6 A5C jaque P3A
7 PXP PXP
8 A2R P3TR
9 C3A P5R
10 C5R D2A
Blancas
Apertura Escocesa
Negras
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 P4D PXP
Defensa de los Dos Caballos
Blancas
1 P4R
2 C3AR
3 A4A
4 P4D
VARIANTE I
Negras
P4R
C3AD
C3A
PXP
Las negras no tienen nada mejor
que la captura.
4 A4A
5 0-0
C3A
A4A
En este momento, en lugar de
5. . ...., A 4 A, puede emplearse
C X P, con buen juego.
CAPÍTULO IV
EL DESARROLLO DEL AJEDREZ MODERNO
El estudiante ha aprendido ya lo
esencial del juego; ha analizado varias
variantes de las aperturas y ha
reproducido las partidas que hemos
dado como ejemplos de táctica correcta.
Ahora se encuentra preparado
para asimilar los principios que
sustentan el juego de los maestros
modernos. Persiguiendo este propósito,
en los siguientes capítulos daremos
un pequeño sumario de sus
principales características desde los
días de Pablo Morphy y Howard
Staunton. Sin embargo, podrá comprender
mejor los métodos empleados
por los modernos expertos, si
aclaramos las condiciones en que se
celebran los torneos y la tarea que
en ellos realizan.
El maestro de ajedrez, por lo general,
es un hombre de aguda inteligencia
que se ha dedicado al juego
desde temprana edad, manifestando
muy pronto un poderoso talento ajedrecístico.
Fascinado por su belleza,
le entrega todo su tiempo y esfuerzos,
participando en torneos y complementando
esas tareas con exhibiciones
y lecciones. Le son familiares
todos los libros importantes que se
han escrito sobre el ajedrez, conoce
todas las partidas de torneos y
matches jugados en muchos años;
posee alguna nueva línea que ha
preparado cuidadosamente, siempre
se halla estudiando y, en esos torneos,
prueba su propia habilidad enfrentando
a los mejores expertos del
mundo. Sus métodos son comparables
a los del abogado que se informa
de las últimas decisiones de las
Cortes. También pueden compararse
con los del científico o con los del
médico especialista, que trabaja en
su laboratorio y, al propio tiempo,
s'e mantiene en contacto con los últimos
descubrimientos de sus colegas
a través de las diferentes publicaciones
científicas.
El maestro de ajedrez es esencialmente
un científico y los torneos
constituyen el campo de batalla de
nuevas ideas. Conoce prácticamente
todas las viejas líneas de juego y,
a menos que haya preparado una
nueva, prefiere actuar en un terreno
sólido. Desea siempre dominar
ampliarriente lo que juega y trata
de evitar las aventuras que entraña
lo desconocido. Naturalmente, muchos
de ellos poseen su propia idiosincrasia,
pero tienen gran respeto
por sus adversarios y se conducen
cautelosamente. Tal es la causa del
gran número de empates que se registran.
Por otra parte, en los primeros
tiempos de la historia del
ajedrez, la diferencia entre los jugadores
era mayor que en la actualidad.
Las partidas brillantes, plenas
de colorido, que sólo pueden presentarse
en base a la gran superioridad
establecida por uno de los contendores,
eran muy frecuentes. Hoy>
44 BARNIE F. WINK.ELMAN
que el conocimiento ajedrecístico se mundo durante veintiséis años, fué
halla mucho más ampliamente ex- también un gran exponente del estendido,
debido a los frecuentes co- tilo simple. Nunca demostró desear
tejos que se realizan, la diferencia las complejidades en las que el reexistente
entre los maestros es tan sultado podría presentarse dudoso.
pequeña, que las victorias deben ser Pero de Lásker se ha dicho que juforjadas
en base a ventajas míni- gaba P 4 R con vistas al final, y como
mas. Por ello el juego espectacular la confianza en su propia fuerza es
casi ha desaparecido.
otra de las características del maes-
Como una resultante de su talen- tro de ajedrez, siempre deseaba el
to, complementado por el estudio y combate pleno'. Quería entrar en el
las partidas magistrales, el experto medio juego con todas sus piezas y
alcanza un alto grado de eficiencia movilizarlas con el fin de efectuar
y. por ello, el más pequeño error operaciones en gran escala. Y de su
de parte de sus adversarios, los lleva estilo y simplicidad, un maestro congeneralmente
al desastre. Por lo temporáneo escribió: «Es agua límtanto,
es natural que su proceso pida y pura, con un rastro de veneno
mental sea diferente al del aficio- en ella».
nado común o al del principiante. La generación más joven de maes
Sabe que el ajedrez se encuentra tros desdeña la simplicidad. Llenos
lleno de las sorpresas más inespera- de confianza en sus conocimientosr
das, y que la derrota puede acechar buscan las complicaciones, más bien
en las más inocentes combinaciones. que las evitan, entrando en posicio
Por consiguiente, su juego en la nes de extraordinaria profundidad.
apertura es un esfuerzo para actuar Un jugador de esta clase era Alekhien
líneas ya conocidas y ev:itar los ne. Sus encuentros con los maestros
mil lazos que sabe existen a cada más viejos, cuidadosos de la simplipaso.
Siempre está precavido contra cidad, constituyen un gran estudio.
variantes especialmente preparadas Una notable partida jugada por él
o nuevas ideas que pueda traer a contra Capablanca en el Torneo de
la lucha su adversario. Traducido al Nueva York, de 1927, es un notable
lenguaje de la ley, su reacción ante ejemplo del más joven invitando a
cualquier movida se asemeja a una las complicaciones, en un intento de
verdadera pesquiza. Su primer im- avasallar al simple estilo del entonpulso
consiste en revocar lo que los ces campeón mundial. En tal enmaestros
han jugado anteriormente cuentro la simplicidad rechazó el
en la misma situación. Su juicio ori- ataque y triunfó, pero Alekhine ha
ginal comienza después de haber conquistado muchas espléndidas parcomparado
mentalmente las dife- tidas empleando esa táctica. El más
rentes líneas adoptadas por aquéllos reciente adversario de la simplicien
el pasado. Sin embargo, no debe dad fué Nimzóvitch, cuyo estilo era
inferirse de lo expuesto que el juga- más hipermoderno que el de los
dor maestro siempre busca la segu- hipermodernos, y puede ser definiridad.
Existe cierto número de ju- do como temerario. El maestro dagadores
cuya táctica parece ser la nés no sólo invitaba a las compli
«simplicidad a toda costa». Ello ha caciones, sino que a sabiendas coconstituído
la notable característica rría peligros y permitía la creación
de Capablanca. Emanuel Lásker, de debilidades y presiones en su
que mantuvo el campeonato del campo, con el objeto de obtener
AJEDREZ MODERNO 45
pos1c10nes en las que, fuera de las calidad menor». La calidad, naturalsendas
conocidas, poder evitar las mente, consiste en cambiar una torre
variantes de tablas, en la creencia del adversario por un alfil o caballo
de que podría eliminar todos los del propio bando. En la actualidad,
peligros en base a su poder de com- la posesión de dos alfiles contra alfil
binación superior, y mayor capaci- y caballo del enemigo, se considera
dad para juzgar la posición resul- prácticamente suficiente para forzar
tante. Tales partidas son ganadas o la conquista de la victoria, en las
perdidas por un pequeñísimo mar- fases combinadas del medio juego
gen, y un ataque victorioso es lle- y el final.
vado a cabo por el maestto cuya El mayor conocimiento general de
propia posición se halla peligrosa- las aperturas por parte del público,
mente suspendida al borde del abis- y su conocimiento de las tácticas del
mo. Naturalmente, esas partidas medio juego, han obligado al maesson
las más difíciles del ajedrez tro a dedicarse al final, que resulta
moderno.
la parte más difícil. Los recientes
Según juegue la apertura, el ex- trabajos de Henri Rink, del profeperto
tiene un bosquejo general de sor Berger y otros notables compolas
posiciones que se presentarán en sitores de finales, han llevado a la
la fase media, y sabe el tipo general generalidad de los maestros a condel
final que desea obtener. El co- siderar la realización de las posibinocimiento
de las aperturas se ha lldades que ofrece esta parte del
hecho más y más profundo, y las juego, y actualmente es el final lo
maniobras en las posiciones del me- que constituye la diferencia entre el
dio juego han sido estudiadas año gran maestro y el experto. El que
tras año cada vez más intensiva- fuera campeón de Gran Bretaña,
mente. Los varios métodos por los Mir Sultan Khan, ha llamado la
cuales los maestros del pasado han atención de los europeos sobre la
transformado ciertas pequeñas ven- gran importancia que se le ha dado
tajas del medio juego en finales en la India al final de partida. Es
ganadores, han sido estudiados, y mi creencia que esta fase del juego
constituyen lo que se conoce por la constituye un gran territorio inex
<{técnica» del juego. Con este cono- plorado, y que la tarea de los maescimiento,
el ajedrez se ha hecho más tros en las próximas décadas conprofundo
y las ventajas han llegado sjstirá en sistematizar y clasificar
a ser más sutiles de década en déca- los diferentes tipos de finales y desda.
Hace treinta años, se conside- arrollar los métodos ganadores en
raba a un maestro de un tempera- varias de las posiciones que hoy se
mento especial, porque retenía sus estiman como empates.
dos alfiles a toda costa, creyendo Con este bosquejo general, volvaque
su posesión constituía una ven- mos a los días de Ruy López y Filitaja
sobre el caballo y alfil de su dor, y examinemos la contribución
adversario. Una década más tarde, de los grandes maestros del pasado
el cambio de un caballo por el alfil al desarrollo del ajedrez moderno,
oponente era considerado una ven- reproduciendo algunas de sus partaja
y, al respecto, una notable au- tidas y notas, y también, la peculiar
toridad lo definió como «ganancia de calidad de su obra.
CAPÍTULO V
DAMIA NO, RUY LOPEZ Y SALVIO
En el año 1813 fué publicado en
Inglaterra un volumen especial incorporando
al idioma una traducción
sobre Damiano, Ruy López y
Salvio. El libro es de gran interés,
ya que Damiano fué de los primeros
en escribir un tratado refer'ente
al ajedrez, el cual apareción en Roma
en 1512, en italiano. La primera
edición de Ruy López se imprimió
en España en 1651. Su influencia
sobre nuestro juego puede inferirse
teniendo en cuenta las numerosas
traducciones que del mismo se han
llevado a cabo. Aun puede verse
una traducción francesa de 1655 que,
aparentemente, tuvo amplia difusión.
El trabajo de Salvio fué publicado
en el año 1604.
El valor de este volumen se acrecentó
por los comentarios agregados
por el editor, referentes al estado
del ajedrez en 1813.
Para los expertos modernos las
aperturas y variantes tratadas presentan
una apariencia extraña y
desusada. Sin embargo, esas movidas
de apertura no indican la fuerza
ajedrecística de los antiguos. Es en
el juego de las aperturas donde se
han efectuado los más grandes adelantos
de década en década, y una
vez terminada esta fase del juego,
esos autores hubieran presentado
una lucha muy difícil a los maestros
modernos. Esas viejas partidas nos
recuerdan que el ajedrez de hoy
posee la experiencia acumulada de
las investigaciones de cuatro centurias
de jugadores, sin entrar a considerar
los mil años de juego adicionales,
antes de que las variantes
hayan llegado a ser como las presentaran
Damiano y Ruy López.
La fuerza ajedrecística actual que
tendrían esos maestros, puede ser
medida por su medio juego y por
los finales y problemas que han
llegado hasta nosotros. Algunos de
ellos contienen ideas de extraordinaria
profundidad que aun no han
sido sobrepujadas. En cierto sentido,
debemos considerar a estos jugadores
y analizadores como explotadores
y descubridores, que en el
siglo XVII se aventuraran sobre los
entonces desconocidos mares del
ajedrez.
Advierto al estudiante contra el
empleo abusivo de estas viejas variantes.
Es mi creencia que jugar
bien es materia de hábito, y que
el instinto de imitación es muy poderoso
en ajedrez, como sucede también
en otros juegos como ser el golf
y el tenis. El estilo de estas viejas
variantes resulta arcaico y sólo tienen
interés histórico. Debe efectuarse
un trabajo intensivo con las partidas
más modernas, y es por tal
razón que las mismas constituyen
la parte principal de este volumen.
Blancas
DE DAMIANO
Primera Partida
Negras
1 P4R P4R
2 C3AR C3AR
3 CXP CXP
4 D2R D2R
5 nxc P3D
6 P4D P3AR
7 P4AR PDXC
8 PDXP CD2D
9 C3AD PARXP
10 CD5D D3D
11 PARXP D3AD
12 A5CD D4AD
13 A 3 R ganando la dama.
AJEDREZ MODERNO 47
5 A5CD P3D
6 P4D PXP
7 P X P A 5 C jaque
8 C3A A2D
9 O - O «Y vuestra partida es
muy buena>.
Completamente cierto, señor López,
aunque fuera jugada en la actualidad.
DIAGRAMA 26
Negras
Segunda Partida
Blancas
1 P4D.
2 P4AD
3 P4R
4 P4TD
5 PTXP
6 P3CD
7 AR X P jaque
8 DXP
9 D X A jaque
10 DXD
Negras
P4D
PXP
P4CD
P3AD
PAD XP-
PXP
A2D
ADXA
D2D
CD X D etc.
Ambas variantes se hallan completamente
fuera de uso.
Blancas
Blancas
Primera partida
De Ruy López
Segunda Partida
1 P4R
2 P3AD
3 D2A
4 P4AR
5 C3AR
6 P4D
7 D X C y ganan.
Negras
P4R
C3AR
A4A
C5C
C7A
PXPD
Blancas
DE RUY LOPEZ
1 P4R
2 P3AD
3 D2A
4 C3AR
Primera Partida
Negras
P4R
C3AR
A4AD
C3AD
Blancas
Tercera Partida
Negras
1 P4R P4R
2 A4A A4A
3 P3AD C3AR
4 P4D PXP
5 PXP A5C jaque
6 A2D A X A jaque·
7 C X A etc.
48 BARNIE F, WINKELMAN
Blancas
Cuarta Partida
1 P4R
2 A4A
3 P3AD
4 P4D
5 PXP
6 A X PA jaque
7 D 5 D jaque
8 D XC etc.
Quinta Partida
Negus
P4R
A4A
C3AR
A3C
CXP
RXA
RlR
5 P4AR PXPAR
6 P4D A3C
7 A D X P y las blancas están
mejor.
Trigésimacuarta Partida
Blancas
Negras
1 P4R P4D
2 PXP DXP
3 C3AD DlD
4 P 4 D con mejor partida.
Blancas
1 P4R
2 A4A
3 P3AD
Blancas
Séptima
1 P4R
2 A4A
3 D2R
4 P3AD
Partida
Negras
P4R
A4A
D 2 R etc.
Negras
P4R
A4A
P3D
C3AR
Cuadragésimasegunda Partida
Blancas
1 P4R
2 C3AR
3 A5C
4 Axe
5 CXPR
6 RXA
7 RlR
con mucho mejor juego.
Negras
P4R
C3AD
A4A
PD XA
A X PAR jaque
D 5 D jaque
nxc
Quincuagésimasegunda partida en la forma que fué anotada por Ruy López
1 B. P R 2 casillas
2 B. C R a su casilla 3 A
3 B. A R a su casilla 4 A D
4 B. P A D 1 casilla
5 B. PR lo toma
6 B. AR a la casilla adversaria
4 CD y jaque.
7 B. D a su casilla 3 C
8 B. D toma AD y jaque
9 B. D a su casilla 2 R
Estas variantes del Ruy López
son muy instructivas. Difieren de
las aperturas modernas en, la forma
N. Igual
N. P D 1 casilla
N. P AD 1 casilla
N. P D 1 casilla
N. PAD toma PR
N. A D a su casilla 2 D
N. AD toma AR
N. D a su casilla 2
N. P A R 1 casilla y las negras
tienen un buen juego.
más bien que en substancia, y la
posición alcanzada es digna de un
estudio cuidadoso.
DE SALVIO
Algunas de las variantes de Salvia
carecen de valor actualmente, a causa
de que el método que entonces se
empleaba para enrocar era diferente.
No obstante daremos algunas aperturas
del mismo.
AJEDREZ MODERNO 49
3 C2R A4AR
4 CD3AD D2D
5 P4D P3R
6 C3CR A3CR
7 A4AD C3AR
8 enroque al estilo antiguo.
PARTIDA 3
Blancas
PARTIDA 1
Negras
1 P4R P4AD
2 A4AD C3AD
3 P3AD P3R
4 C3A P4D
5 PRXP PRXP
Blancas
1 P4R
2 PXPD
PARTIDA 2
Negras
P4D
D X P
Blancas
1 P4D
2 P4AD
3 P4R
4 P4TD
5 PXPCD
6 P3CD
7 PCDXP
8 A4AR
9 CR3A
10 P5D
Negras
P4D
PXP
P4CD
P3AD
PADXP
P5CD
P4TD
D2D
P3AR
Las negras tienen sus piezas sin
agilidad, trabadas, y por tanto una
mala partida.
CAPÍTULO VI
Lf ESTRATEGIA. DE LOS TORNEOS MODERNOS
El torneo moderno de ajedrez
constituye uno de los pocos encuentros
al margen del atletismo físico,
donde los hOmbres pueden batirse
en un terreno de probabilidades
equivalentes, sin mayor ayuda de
la suerte. El público cree generalmente
que estos cotejos son puramente
mentales, pero no es así.
Daremos algunas sugestiones al estudiante
que pueda alguna vez tomar
parte en uno de ellos.
En primer lugar, el ajedrez resulta
una lucha tanto física como
mental. Un torneo o «match» es una
sucesión de diarias batallas y, a
menos que los contendores se encuentren
en la mejor condición física,
el esfuerzo de la mente y del
cuerpo resultarán una carga demasiado
pesada para resistirla. Un
cuerpo sano tanto como una mente
en igual condición, es el requisito
previo del maestro de ajedrez. Alekhine,
Lásker, Capablanca, etc., no
sólo constituyeron espléndidos ejemplares
de virilidad física, sino que
tuvieron también una extraordinaria
coordinación de la mente y el
cuerpo. Todos ellos se mantenían en
<(training» físico para sus encuentros
ajedrecísticos. Lo mismo podemos
decir de Euwe.
La tarea de jugar durante cuatro
o cinco horas resulta realmente difícil;
aun con la preparación adecuada,
se encuentran dificultades para
asegurar el balance de la acción física
y mental que requiere el cuerpo
humano. Para alcanzar este propósito,
hay maestros que ejercitan alguna
especie de actividad física coincidente
con las partidas que deben
jugar.
El ajedrez es además materia de
temperamento y de juicio. El jugador
que permite que pequeños inciden
tes actúen sobre sus nervios o
deja que la pérdida de una partida
lo descorazone, o una mala iniciación
incida sobre su moral, actuará
deficientemente aunque posea gran
habilidad ajedrecística.
En esta clase de encuentros, como
sucede también en otras actividades
deportivas, algunos j u g adores se
desempeñan mejor bajo un estado
de tensión -«corazón luchador» denominan
los atletas a esta condición-
y esta cualidad les resulta
esencial para obtener la victoria.
Sin embargo, el jugador hábil que
permite que la excitación nerviosa
del cotejo afecte su desempeño, podrá
ser considerado como un talentoso
experto, pero raramente figurará
a la cabeza de un torneo.
Emanuel Lásker, en una entrevista
efectuada hace muchos años, dijo
que los maestros eran tan igualmente
fuertes, que en un gran torneo la
victoria podría ser alcanzada por.
cualquiera de ellos, y que el jugador
que permite que el triunfo se le
suba a la cabeza, pronto se encontrará
figurando al final de la lista
cho antes que comience el juego.
De esta manera, el tiempo es con
servado desde las movidas de la
apertura, para ser empleado en al
gún momento crítico. El maestro ve
por instinto muy profundamente, y
aun así, en una posición crítica, re
sulta corto el empleo de media hora
para efectuar una sola movida. Las
numerosas partidas que ha perdido
Rúbinstein por excederse del tiem
po límite en posiciones complejas,
indica que tales situaciones se en
cuentran llenas de dificultades hasta
para un jugador talentoso.
El ajedrez es un juego fácil de
aprender, pero entre los maestros re
sulta un cotejo extraordinariamente
difícil. El doctor Lásker hizo notar
cierta vez, refiriéndose a un torneo
magistral llevado a cabo en Berlín,
su sorpresa por las pocas partidas
jugadas entre maestros que se en
de los contendores. En ajedrez, como
en otros cotejos, la victoria es intoxicación,
y muchos de los maestros
han confesado que después de una
sucesión de triunfos, principiaban a
creer que eran imbatibles, hasta ser
llevados bruscamente de nuevo a la
realidad por una derrota administrada
adecuadamente. Tarrasch, cuyas
observaciones de las condiciones
psicológicas y humanas de los torneos
eran de lo más estimulantes,
expresó el pensamiento de manera
diferente: «El maestro de ajedrez
-dijo-, no sólo debe ser un fuerte
jugador, sino que debe actuar siempre
enérgicamente». El maestro, aunque
estime la partida ganada a las
pocas movidas de su iniciación, ha
de tener el mayor respeto por la
habilidad de su contendor. Algunos
de ellos, como por ejemplo Zúkertort
y J anovski, henchidos de
AJEDREZ MODERNO 51
la arrogancia que frecuentemente cuentran libreE'1 de algún grueso error
acompaña al genio, algunas veces de ambas partes. La habilidad para
jugar una sola partida sin cometer
algún error de juicio evidente es
patrimonio de muy pocos en el
mundo. Pasando algunas de las par
tidas jugadas en un torneo llevado
a cabo en Londres, he quedado pas
mado de la cantidad de las que se
perdieron en base a simples errores,
y esto resulta también cierto si examinamos
las de los más grandes expertos.
Tal aspecto del juego es expli
cado completamente en un capítulo
posterior. Sin embargo, en términos
generales, el juego del maestro es
profundo y exacto, y su solidez re
sulta esencial, ya que el más pequefio
error de cálculo en cualquier
combinación, será descubierto y
aprovechado por su adversario.
Debe recordarse también que una
buena partida de ajedrez es una
obra de arte que puede ser reprodu
cida por generaciones y gozada por
todo el mundo en cualquier lugar y
tuvieron como práctica, al jugar,
hacerlo casi sin meditar, provocando
en sus adversarios el pensamiento
que ellos podrían vencerlos con
pequeño esfuerzo. Tales tácticas desconciertan
a un jugador sin experiencia,
y dan ocasionalmente la
victoria contra un maestro, pero a
la larga, con su empleo, se pierden
:rr.ás partidas que las que se ganan.
Asimismo, el tomar muy poco tiem-
po para efectuar el planteo, fre-
cuentemente trae como resultado la
necesidad de efectuar serias reíle-
xiones más tarde, por las dificulta-
des que presentará la partida.
El ajedrez actual es jugado con
reloj, y el tiempo usual de dieciocho
o veinte movidas por hora o también
de quince, proporciona pocas posibilidades
para desarrollar pensamientos
profundos en todas las fases
del juego. Hoy en día, la mayor parte
del trabajo de un maestro es he-
52 BARNIE F.. WINKELMAN
época, sin perder en absoluto su ori- la más curiosa naturaleza. Movidas
ginal frescura. Al igual que un ar- sobre las cuales los maestros han
tista, el gran maestro merece un pensado profundamente, son critilugar
de privilegio en la estimación cadas con dureza por jugadores de
pública. Su obra es digna de ocupar tercer orden y se ofrecen sugestioun
alto rango entre todas las artes, nes que en la mayoría de los casos
porque no sólo personifica al genio tienen muy pequeño mérito. Que los
creativo del artista, sino también la maestros acepten todos esos comenhabilidad
para conquistar toda opo- tarios en buena forma, como suele
sición. Una persona puede estudiar suceder, es un tributo a su alta inajedrez
durante toda su vida y lle- teligencia, cultura y paciencia.
gar a ser un excelente jugador y, a En pocos campos de la actividad
pesar de ello, sus partidas jamás po- humana, como en el ajedrez, resulta
drán ser consideradas como parte tan grande la brecha que separa al
de la literatura ajedrecística, porque maestro profesional del más talenen
los encuentros con los otros maes- toso aficionado. Más allá del gran
tras de su época, nunca tiene ocasión talento que ambos puedan tener,
de demostrar su habilidad, a causa existen los factores del conocimiende
una pequeña inferioridad de su to, de la experiencia y del poder de
fuerza ajedrecística. Las produccio- concentración. El ajedrez se parece
nes artísticas ·de muchos talentosos a una dama celosa, y en un encuenexpertos
se hallan sólo limitadas a tro entre aquellos cuya mente se
partidas llevadas a cabo contra ju- halla dedicada por entero al juego
gadores débiles y, por tanto, no son y los que además tienen sus ocupamuy
apreciadas en la literatura. ciones particulares, ella se inclina
Además, debe tenerse presente necesariamente hacia los aue le son
que son necesarias dos partes para más adeptos. De cualquie manera,
producir una obra de arte en aje- no deberían existir envidiosas comdrez.
El vencedor debe jugar bien, paraciones entre la tarea del profepero
el vencido, por su parte, debe sional y la del aficionado; hay amofrecer
el máximo de la oposición plio campo para ambos.
en todo momento. De lo contrario, Afortunadamente, las barreras que
el juego pierde su valor y las notas existen entre el veterano maestro
referentes a las brillantes variantes y los mejores aficionados que surque
podrían haberse presentado, re- gen, no resultan infranqueables. Casultan
una pobre substitución de una da año las partidas de los torneos
partida real. Por tal causa, el aje- demuestran la existencia de nuevos
drecista debe tener en alta consi- valores de la naciente generación
deración a un meritorio adversario que logran mantener su jerarquía al
y ser condescendiente hacia los erro- enfrentarse con la acumulada experes
de los otros. Esto es aplicable no riencia de los más viejos expertos.
sólo a los que juegan, sino también Por otra parte, el gran número de
a aquellos que en un importante tor- entusiastas dél ajedrez, que poseen
neo no son más que simples especta- una fuerza escasamente menor que
dores. Los últimos deberían tener la de los maestros y que desarrollan
asimismo un sano respeto por los sus verdaderas actividades en otros
conocimientos que poseen los con- campos, constituye un excelente
tendores. A menudo, en encuentros concurso público para el trabajo
importantes, se oyen comentarios de realizado por los grandes del tablero.
CAPÍTULO VII
FILlDOR (FRANCISCO ANDRES DANICAN)
(1726-1795)
Uno de los más importantes tratados
escritos sobre nuestro juego
se debe a Filidor y salió a luz en el
año 1749.
Filidor, que era . un músico talentoso,
hizo mucho en favor del
incremento del ajedrez. Jugó muchas
partidas en la corte francesa
y vivió bastante tiempo en Londres,
creando gran afición en toda Inglaterra.
Enunció el principio de que «los
peones constituyen el alma del ajedrez».
Esto será aparente en las pocas
partidas que damos como ilustración
y también en la jugada «a
ciegas», donde podrá apreciarse su
habilidad en esta clase de exhibiciones.
Indicarán además los progresos
efectuados en la táctica ajedrecística
desde los días de Ruy
López.
El gran poder de los peones indicado
por Filidor, no es aceptado
plenamente por los maestros modernos.
Sólo contra adversarios débiles
pueden ser empleados en la forma
que él lo hacía. Más adelante, en el
capítulo correspondiente, veremos
que la jugada P 4 A R era una de
las favoritas de Morphy. Sin embargo,
esas tácticas son tan bien conocidas,
que raramente se emplean con
ventaja. Sin un definido premio, los
maestros modernos son enemigos de
avanzar los peones prematuramente,
ya que estos avances son irrevocables
y, por otra parte, cada uno
de ellos crea debilidades en el propio
campo, que son luego muy difíciles
de ·subsanar.
El aficionado, en la primera etapa
de su conocimiento, aprende el valor
que tienen los peones en sus ataques
y sólo abandona esas maniobras en
una etapa posterior y naturalmente
más elevada de su desarrollo ajedrecístico.
Pasando partidas de matches intercolegiales,
se encuentran jugadas
similares de peones. Damos uno
de tales juegos en las páginas siguientes.
Entre los inmediatos predecesores
de Filidor, que ejercieron ponderable
influencia sobre el ajedrez del
siglo XVIII, debe citarse a Greco
(El Calabrés) que jugó hacia el año
1650, y Lolli, que lo hizo hacia 1700.
Contemporáneo de Filidor y al propio
tiempo su crítico severo fué Ercole
del Río.
Veremos ahora diversas variantes
de los citados maestros, algunas de
las cuales y con algunas mejoras,
se juegan todavía.
54 BARNIE F. WINKELMAN
De Lolli. - Una variante que es
buena todavía.
Blancas
1 P4R
2 C3AR
3 A4AD
4 P3AD
5 P4D
6 PXP
7 A2D
8 CD XA
9 PXP
10 D3C
De Greco.
gambito Greco.
Blancas
1 P4R
2 C3AR
3 PXP
5 C5R
5 P4CR
6 C4AD
7 C3TD
8 A2CR
Negras
P4R
C3AD
A4AD
C3AR
PXP
A5 C jaque
AXA
P4D
CXP
CD2R
El famoso Contra-
Negras
P4R
P4AR
P5R
C3AR
P3D
P4CD
P3TD
P4D etc.
De Filidor. - La muy conocida
Defensa Filidor que, con algunas
mejoras, se juega todavía.
Blancas
1 P4R
2 C3AR
3 A4AD
4 P3D
5 PXP
6 A5CR
7 CD2D
8 A3C
9 D2R
10 0-0
Negus
P4R
P3D
P4AR
P3AD
AXP
C3AR
P4D
A3D
D2R
CD2D
y la partida continuó hasta la jugada
32, imponiéndose, en definitiva,
las negras.
De Filidor:
Blancas
1 P4R
2 C3AR
3 P4D
4 PXPR
5 C5C
6 P6R
También de Filidor:
Blancas
1 P4R
2 A4AD
3 P3AD
4 P4D
5 PXP
6 A2D
7 CDXA
8 PXP
9 D3C
Negras
P4R
P3D
P4AR
PAXPR
P4D
Negras
P4R
A4AD
C3AR
PXP
A5 C jaque
AXA
P4D
CXP
P3AD etc.
El Gambito de Dama es jugado en
la sigui en te forma:
Blancas
1 P4D
2 P4AD
3 P4R
4 P5D
5 C3AD
6 P3AR
7 C4TD
8 TXA
Negras
P4D
PXP
P4R
P4AR
C3AR
A4AD
AXCR
0-0 etc.
La partida siguió hasta la jugada
54 y fué declarada tablas.
Filidor también presenta algunos
finales muy interesantes, que demuestran
gran habilidad.
La partida que sigue se da como
una ilustración de la destreza de
Filidor en el juego «a ciegas». Las
jugadas se hallan anotadas al estilo
antiguo.
Blanca (Sheldon)
AJEDREZ MODERNO
PARTIDA 9
1 Peón rey dos casillas
2 Alfil R a la 4lil de alfil D
a Caballo R a 3 A
4 Peón toma peón
5 Alfil R a 3 C D
6 Peón D 2 casillas
7 Caballo a 4 R del adversario
8 Enroque
9 Caballo cambia
10 PAR 1 casilla (nótese la jugada
del peón)
11 Alfil D a 3 R
12 Caballo D a 2 D
13 Peón A D 2 casillas
14 Alfil R a 4 T D
15 Peón AR otra casilla
16 Dama a 2R
Negras (Filidor)
Lo mismo
Peón A D 1 casilla
Peón D 2 casillas
Peón retoma
Caballo D a 3 A
Peón R ataca C
Alfil D a 3 R
P A R 1 casilla
Peón toma caballo
Peón A R otra casilla
Caballo de R a 3 A
Alfil R a 3D
Enroque
Dama a 2A
Caballo a 4 del adversario
Caballo toma A
55
DIAGRAMA 27
Negras
(Filidor)
17 Dama retoma
18 Caballo a 3 C D
19 Caballo gana P _
20 Peón retoma
21 Peón pasa al adv. 3
22 Torre R a D
23 Cambia torre
24 Alfil a 3 C D
25 Peón toma alfil
26 Rey a 2 A
27 Rey toma dama
28 Torre gana peón
29 Rey a 2 D
30 Rey lo toma
31 Torre a T
32 Torre toma dama
Blancas (Sheldon)
Posición después de la jugada 16. D 2 B
Peón A otra casilla
Peón D gana peón
Alfil toma C
Torre D a AD
Torre R a D
Torre R a adv. 3 D (buena jugada)
Peón A D toma torre
Alfil cambia
Dama a 3C
Dama cambia
Torre gana peón
Torre a 3D
Peón R jaque
Peón D a 2 del adv.
Peón pide dama
Torre retoma y ganan.
56 BARNIE F. WINKELMAN
Por esta partida el principiante
podrá ver la importancia que Filidor
daba al juego de los peones.
La partida siguiente, jugada en
un «match» intercolegial, demuestra
la tendencia natural del aficionado
a avanzar sus peones.
PARTIDA 10
8
9 A2C
10 PXP
11 D2D
12 TD 1 A
13 A3D
14 C3A
15 AlC
16 D2AR
17 RXD
D2A
0-0
DXP
P4C
D 3C
CD2D
A2C
TRlR
DXD
Blancas
1 P4D
2 P5D
Negras
P4AD
No es mala, pero las movidas de
peones en la apertura no resultan
muy recomendables.
2 P3D
3 P4AD
Otra jugada de peón.
3
4 C3AD
5 P4R
C3AR
P3R
De nuevo una movida de peón.
Sin averiguar más, el experto presiente
que nada bueno debe resultar
de esta táctica.
5 A2R
6 P4A
¡Ay!, las blancas saben o que es
bueno, pero demuestran estar demasiado
ansiosas de ganar rápidamente.
Las negras, por otra parte,
responden fríamente y con cautela
y, además, saben lo que hacen.
6
7 PAXP
8 P4CD
PXP
P3TD
Horrible sentencia: otra jugada
de peón.
Las blancas tienen talento y casi
escapan de una mala partida, causada
por el abuso de las movidas
de peones. Lásker dijo: «Una o dos
movidas de peón en la apertura: no
más». Las jugadas de la apertura
deben ser reservadas para el desarrollo
de las piezas, y si ello es
omitido o diferido, resultará un
desastre.
17
18 C2D
19 R3A
Al AR
C4A
El rey entra en la posible esfera
de acción de una pieza contraria, en
este caso del alfil de dama. Por lo
general, ello resulta peligroso
19
20 C2R
21 cxc
22 C3C
P5C
C R XPR
AXP
P4Ayganan
Daremos a continuación otra partida
de esta especie, que será una
lección para el principiante. Las
blancas saben poco de ajedrez y las
negras menos, pero son rápidas en
aprovechar una oportunidad que se
les pres en ta.
Blancas
1 P4R
2 C3AR
PARTIDA 11
Negras
P4R
C3AD
3 A5C
4 P3A?
5 A4T
6 A3C
7 A5D
8 P3D
9 AXC
P3D
P3TD
P4CD
A5C
D2D
C3A
¡Qué pronto el aficionado cambia
un alfil valioso!
9
10 A5C
11 CD2D
12 0-0
13 A3R
14 D2A
15 CXA
Sin sentido.
16 D2R
17 DX C
DXA
A2R
TlD
P3T
0-0
AXC
C,5 C
CXA
A3A
A.JEDREZ MODERNO
-17
;) ,
Las piezas negras se hallan mal
desarrolladas.
18 P4D
19 PXP
20 TD 1 A
21 TXP
22 PXD
23 T7T
PXP
TRlR
DXP
DXD
TXP
TXC
Ambos contendientes se han martillado
el uno al otro como dos
boxeadores que se han puesto los
guantes por primera vez. Ahora uno
de ellos se desploma por un «knockout»
accidental.
24 TXPT
Abandonan.
A X P jaque
El aficionado tomará estas dos
partidas como ejemplos de la forma
en que no debe jugarse al ajedrez.
CAPÍTULO VIII
MACDONNELL Y DE LA BOURDONNLtlS
Después de Filidor, Alejandro
Deschapelles (1780-1847) y su discípulo,
Luis Carlos De La Bourdonnais
(1797-1840), fueron las figuras
más prominentes del ajedrez en
Francia. Este último jugó muchas
partidas con Alejandro MacDonnell,
campeón inglés, en una serie de
«matches», que ganó en su mayoría.
Todas las partidas han llegado hasta
nuestros días, e indican que ambos
maestros poseían gran habilidad. En
Inglaterra el ajedrez se hallaba
representado por nombres como
W. Lewis, el capitán Evans, Perigal,
J" orge Walter y Cochrane. Más adelante,
en el mismo siglo, St. Amant
ocupó el lugar de prominencia en
el ajedrez francés y Gran Bretaña
estaba representada por Staunton,
Buckle, el historiador; Harwitz, Lowenthal
y Bird. St. Amant jugó numerosas
partidas con Staunton, que
fueron debidamente anotadas por
éste, quien, además, contendió en
varios «matches» con el alemán Von
der Lasa, un jugador de gran habilidad,
que alcanzó también en otras
actividades ponderable distinción.
Adolfo Anderssen, un profesor alemán,
se destacó extraordinariamente
a mediados del siglo, extendiendo
sus actividades ajedrecísticas por
Austria, Hungría y otros países de
Europa. Muchos de los maestros del
continente y sus discípulos vinieron
a América, despertando con su llegada
gran interés por nuestro juego,
y así desde el período más temprano
de su existencia, se practicó el arte
de Caissa en los Estados U nidos. En
un interesante volumen denominado
«El Ajedrez en Filadelfia», de
Reichelm y Shipley, se indica claramente
el desarrollo ajedrecístico
en América desde sus primeras etapas.
Tal era el estado del juego
cuando apareció Pablo Morphy.
Daremos a continuación algunas
partidas de los maestros nombrados.
Blancas
MacDonnell
PARTIDA 12
Defensa Siciliana
1 P4R
2 P4AR
3 C3AR
4 P5R
5 P3AD
6 C3TD ?
7 C2A
8 P4D
9 C3R
10 P X P
11 R2A
12 R3C
Negras
De La Bourdonnais
P4AD
P3R
P4D
C3AD
P3AR
C3TR
D3CD
A2D
PXP
A5C jaque
0-0
El juego de las blancas es inferior.
12
13 PA X P
PXP
AlR
14
15
16
R3T
P4CR
A2C
Negras
DIAGRAMA 28
A4T
A3C
A5R
(De La Bonrdonnais)
IIB - ---1
1 R4'm , 16 %.@! • - >
(jifJ
- ª''
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.(//://,,,,,; %- %' '0'°'. :?:'/
f, , -m-•
- ·- - -----
Blancas (MacDonnell)
Posición después de la jugada 16 .. ., A 5 B.
AJEDREZ MODERNO 59
13 AXA C5R
14 A2C D4T
15 A3D AXC
16 AXA CXA
17 D4T P4AR
18 T3A C5R
19 T3T P3TR
20 TlAR D4A
21 D5T D3D
22 P4CR TDlR
23 A4Ajaque R2T
24 P5C C4T
25 PXP P3CR
26 D2R CXA
DXC
C7D
28 D3A D3ADjaque
29 DXD PXD
27
30 TlD TlDyganan
17 P5C C4A
18 cxc TXC
19 A3R Axe
20 AXA CXPR
21 A4C CXA
22 DXC TDlAR
23 TDlCR A3D
24 Al AD T 6 A jaque
25 R4T TR5AR
y ganan.
Blancas
MacDonnell
PARTIDA 13
Gambito del Rey
Negras
De La. Bourdonnais
1 P4R P4R
2 A4A A4A
3 P4CD AXP
4 P4AR. P4D
5 PRXP P5R
6 C2R C3AR
7 0-0 0-0
8 C3AD P3AD
9 PD XP CD XP
10 RlT A5CR
11 DlR P6R
12 PXP A XC (2 R)
Blancas
Zúkertort
PARTIDA 14
Giuoco Piano
Negras
Anderssen
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A4A A4A
4 P3AD C3A
5 P4D P XP
6 PXP A 5 C jaque
7 A2D A X A jaque
8 CXA P4D
9 PXP CXP
10 D3C CD2R
11 0-0 0-0
12 TRlR P4TD
13 P4TD P3TR
14 C4R C5A
15 C5R A3R
16 TDlD AXA
17 DXA T3T
18 T3R C4A
19 T3A D5T
20 C5A T3D
21 P3CR CoT jaque
22 R2C D4T
23 P4C T3CR
60 BARNIE F. WINKELMAN
DIAGRAMA 29
Negras (Anderssen)
9 eD2D
10 0-0
11 A3R
12 P4D
13 A3D
14 AXP
15 ex e
16 D2eD
17 e5AD
18 PexA
19 AlA
20 D 2AD
e3e
P3TR
P3AD
P4D
PXPR
ex A
A3R
P4AR
Axe
P5AR
A4D
Blancas (Zúkertort)
Posición después de la. jugada.
24 ex T
25 T3e
26 e 7Rjaque
27 P3AR
28 R2A
29 TX e
23 . . . , T 3 C R
D X Pjaque
exT
RlT
e5A jaque
e 8 T jaque
::JIAGRAMA 30
Negras
(Zúkertort)
Si 29. R 3 R, D 7 e, y mate en
pocas.
y
29
30 R3R
31 Rxe
32 R4R
33 R3D
34 R2A
35 Rl e
36 R2T
ganan. «Una
Blancas
Bird
D 7 e jaque
TlR
D4e jaque
T X e jaque
T6R jaque
D7e jaque
D X Tjaque
DXP
partida magnífica>.
PARTIDA 15
Giuoco Piano
Negras
Zúkertort
1 P4R P4R
2 e3AR e3AD
3 A4A A4A
4 P3AD e3A
5 P4eD A3e
6 D3e 0-0
7 P3D P3D
8 A5eR e2R
Blancas (Bird)
Posición después de la. jugada 20. D 2 A D
20
21 DXC
22 D3D
23 D 4A jaque
24 TlR
25 P3e
26 AXP
27 TD 1 e
28 P5D
29 D4e
30 D X Pe
31 DXTjaque
Abandonan.
Blancas
Anderssen
1 P4R
2 e3AR
PARTIDA 16
Giuoco Piano
Axe
T3A
P5R
RlT
T3C
D5T
DXA
D2AD
D2AR
D2D
D6T
R2T
Negras
Bird
P4R
e3AD
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
A4A
A4A
P3AD
e3A
P4D
PXP
PXP
A5e jaque
A2D
A X A jaque
eDxA P4D
PXP
CXP
D3C
CD2R
0-0 0-0
TRlR
P3AD
e5R
D3e
Axe
ex A
D3D
DxPe
e4R
e5C
e 6Ajaque
DIAGRAMA 31
Nel'l'as (Bird)
[!-- • .!. •·•1
1• 1 • • 1•1
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1 ••• .J .,
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1
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R m / i, i }':', a:i
:
: 1D ,,r,ar - --·,,,,m,,,""· C) ,,
Blancas (Anderssen)
Posición después de la jugada 17. C 6 A jaque
17 Pxe
18 D 3 e jaque A5e
19 DXA jaque RlT
20 D5A e4D
21 TDle D6A
22 · e7D TRlR
23 T(lR)lAD DXP
2 4' TxPe T3R
25 P3TR TlCR
26 C5A T4R
27 D3D (un error) T X P C
jaque y ganan.
Blancas
Dufresne
PARTIDA 17
Gambito Evans
Negras
Anderssen
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
AJEDREZ MODERNO 61
3 A4A A4A
4 P4eD AX Pe
5 P3AD A4T
6 0-0 e3AR
7 P4D 0-0
8 D2A P3D
9 PXP exP
10 cxc Pxe
11 A3T TlR
12 TlD C2D
13 D3e D3A
14 T3D D3C
15 T3e D4T
16 D4T P4eD
17 AXP A3e
18 e2D P3AD
19 AXP D7R
20 TlAR TlC
21 D2A A3T
22 P4AD TRlD
23 A7R C4A
24 AXT TXA
25 A5D A4T
26 TlD Axe
27 T3R D X Tjaque
28 DXD AXT
29 PXA TlCD
30 D5T P3C
31 D3A T8e jaque
32 R2A T7e jaque
33 R3C C3R
34 AXC PXA
D 6A y ganan.
35
Blancas
Buckle
PARTIDA 18
Giuoco Piano
Negras
Harnvitz
1 P4R P4R
2 e3AR C3AD
3 A4A A4A
4 0-0 e3A
5 C3AD P3D
6 P3TR 0-0
7 P3D A3R
8 A3e C2R
9 C2R C3C
62 BARNIE F. WINKELMAN
10 C3C
11 P3AD
12 P4D
13 P XA
14 DXP
15 PTX A
16 C5A
17 P X P
18 P4AD.
19 AXC
20 TRlD
2I D X PA
P3AD
P4D
PD XP
PXC
AXA
C4D
P3CD
DXP
C(4D) 5 A
CXA
D2A
Un golpe inesperado, que, sin embargo,
debería ser evidente para un
maestro.
2t
22 DXD
23 C6D
24 RIA
25 P4CD
TRIA
TXD
C7R jaque
C5D
P4AR
Avanzando en el flanco donde tienen
superioridad.
26 P5A
27 T4T
28 TRI T
29 TX P
30 TXT
TD IC
P3CR
C7A
TXT
33
34
R2R
R2D
R2R
R2D
35 C5T C3T
36 C3C
Bloqueando el avance de su propío
peón.
36 R3A
37 R3A CXP
38 cxc RXC
39 P4T P3T
40 P3A P4C
41 P5T P5R
42 PXP PXP
43 P4CR R4D
44 P4CD R4R
45 P5C R5A
46 P6C Abandonan.
Las blancas ganaron, pero este
final no ha sido convincente en sus
últimas veinte jugadas. La verdad
es que tanto los antiguos como los
modernos, no se desempeñaron en
forma sobresaliente en los finales.
PARTIDA 19
Gambito Evans
Blancas
Negras
Blancas (Buckle)
Posición después de la juada 30. T X T
30 . . . ! •
31 T7C
32 C XT
CXP
TXT
R2A
Mz:ckenzic
Delmar
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A4A A4A
4 P4CD AXP.
5 P3AD A4T
6 P4D PXP
7 0-0 PXP
8 D3C D3A
9 P5R D3C
10 CXP CR2R
11 A3T 0-0
12 C5D cxc
13 AXC P3D
14 PXP PXP
I5 TDID
A2A
16 TRIR CID
17 T7R C3R
18 Axe AXA
19 DXPCD A3C
20 A X P A6T
21 C 5 R A X PAR jaque
22 R X A D 7 AD jaque
23 R3C DX T
24 TXPAR A4A
25 T X P C jaque y mate en pocas
jugadas.
AJEDREZ MODERNO 63
10 P4AD
11 Rl T
12 P4AR
13 P 5 AR jaque
14 A4Ajaque
U na partida relámpago.
PARTIDA 21
Giuoco Piano
C3C
P4TR
P3CR
RXP(4 R)
Abandonan.
Blancas
Cochrane
PARTIDA 20
Gambito Escocés
Negrs
Wálker
1 P4R
P4R
· 2 C3AR C3AD
3 P4D
CXP?
4 CXP
C3R
5 A4A
P3AD
6 0-0 • C3AR
DIAGRAMA 33
Negras (Wálker)
Blancas (Cochrane)
Posición después de la jugada 6 . . . , C 3 A R
7 CXPAR
Un sacrificio interesante.
Blancas
Sta un ton
Negras
Anderssen
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A4A A4A
4 P3AD C3A
5 P4D PXP
6 P5R P4D
7 A5CD C5R
8 PXP A5 C jaque
9 CD2D 0-0
10 0-0 A5CR
11 Axe PXA
12 D2A A XC (3 A)
13 CXA TlCD
14 DX·P T3C
15 D2A P4AR
16 P3TD A2R
17 P4CD P5A
18 ClR T3TR
19 P3A C4C
20 C3D C3R
21 A2C DlR
22 TDlA D4T
23 P3T T3C
24 C2A T6C
25 R2T T4A
26 D6A D3C
27 TlCR T (4 A) 4C
28 C4C P4TR
29 C 6Ajaque R2A
30 D 8 Rmate
7
8 AX Cjaque
9 P5R
RXC
RXA
C4D
El tipo de ataque de las negras, a
base de batería pesada, raramente
resulta exitoso.
CAPÍTULO IX
PABLO MORPHY
(1837-1884)
En 1858 Pablo Morphy, un nativo
de Nueva Orleáns, que había conquistado
el primer premio en el
Congreso de Ajedrez Americano celebrado
en Nueva York el año anterior,
visitó Inglaterra y otras naciones
de Europa, y derrotó a los más
notables maestros en forma decisiva.
Su genio supremo es reconocido por
los modernos expertos de todo el
mundo. Sus partidas hablan de por
sí, e indican un talento ajedrecístico
muy superior a su tiempo y generación.
Su mente, instintivamente, reconocía
los profundos principios del
ajedrez, que los maestros modernos
sólo han ,aprendido a costa de diligentes
estudios y profundas investigaciones.
Su superioridad sobre sus
contemporáneos fué indudablemente
mayor que la que haya poseído
cualquier maestro en su época.
La sorprendente característica de
su carrera fué su brevedad, demostrando
que su talento no crecía lentamente,
sino que se hallaba desarrollado
en forma plena en todas sus
partidas, desde los primeros encuentros
realizados en Nueva York.
Los crítico modernos han especulado
bastan te con respecto a la forma
en que Morphy se hubiera comportado
en las rigurosas pruebas que
constituyen los actuales torneos. En
el esfuerzo necesario para las sucesivas
partidas de torneo, resultan
importantes otras cualidades, además
del talento ajedrecístico. Morphy
demostró su fastidio por ciertos
aspectos del juego de «match» y de
torneo, y gran sensibilidad para las
trivialidades que inciden continuamente
contra la victoria en las competiciones
actuales. También es notable
el hecho de que un campeón
se vuelve más y más vulnerable,
luego que sus métodos han sido cuidadosamente
estudiados por sus adversarios,
y particularmente cuando
empieza a publicarse la historia de
su éxito, con sus partidas, indicando
al lector astuto algunos de los principios
fundamentales de su juego. El
genio en ajedrez, como en otras actividades,
lleva en sí nuevas ideas,
pero ellas son rápidamente asimiladas
por los otros maestros. Esto ha
sucedido con Capablanca. Stéinitz y
Lásker reinaron como campeones
por un cuarto de siglo cada uno,
a pesar de que tuvieron que derrotar
a todos los demás y luchar también
entre ellos. El estilo característico
de un supremo maestro es,
naturalmente, imitado. La treta de
Lásker era colocar una torre en la
tercera fila para darle la máxima
movilidad y la simple jugada D 3 R,
de Capablanca, son ejemplos de ello.
En suma:, Morphy fué un aficionado
a quien le faltó el estímulo de
las continuas competiciones que espolea
al profesional de torneo a
torneo. Con el incremento del nú-
mero de certámenes, un solo éxito
pierde gran parte de su importancia,
y" en la actualidad todo gran maestro
posee u buena colección de primeros
premios.
La carrera de Morphy será siempre
una inspiración para los jugadores
de ajedrez. Sus partidas son clásicas
y deben ser conocidas por todos
los estudiosos.
Blancas
Mol']lhy
PARTIDA 22
Defensa Filidor
Negras
Harrwitz
1 P4R P4R
2 C3AR P3D
3 P4D A5CR
4 PXPR AXC
5 DXA PXP
6 AR4A C3AR
7 D3CD A3D
8 A X PAR jaque R 1 A
9 A5CR CD2D
10 A5T P3CR
11 A 6 T jaque R 2 R
12 A3A C4A
13 D4A P4CD
14 D2R C3R
15 A3R P3TD
16 C2D R2A
17 0-0-0
DIAGRAMA 34
Negras
(Harrwitz)
AJEDREZ MODERNO 65
17 D2R
18 P3CR TRICD
19 A2C P4TD
20 TR lA P5TD
21 P4AR P6TD
22 P3CD R2C
23 PSA C 1 A
24 P4CR D IR
25 A3A D3AD
26 C 1 CD P5CD
27 D2AR CD2D
28 P5CR C 1 CR
29 P 6 A jaque R 1 T
30 P7 A C4A
31 P X C = D jaque R X D
DIAGRAMA 35
Negras
(Harrwib:)
Blancas (Morpby)
Posición después de la jugada 31 . . ., R X D
32 AX C
33 D2R
34 C2D
35 A4C
36 C3A
37 P4TR
38 TX T
39 D4A
40 D6R
41 RlD
42 C2D
43 C4A
44 D5D
45 PX D
46 T3A
47 P3AD
48 P XP
49 R2A
AXA
D3R
RlT
D2R
TlD
T3D
PXT
TlAR
A6R jaque
D2AD
A5A
D4A
DXD
TlD
R2C
TlCD
TXP
RlA
66 BARNIE F. WINKELMAN
50 R3A T4C PARTIDA 24
51 A6R T4AD
Defensa Petrov
52 P4C T2A
53 P5C R2R
Blancas Negras
54 P6C T2C Liiwentahl Morph7
55 ABA TlC
1 P4R P4R
56 P7C Abandonan.
2 C3AR C3AR
3 CXP P3D
PARTIDA 23
4 C3AR CXP
5 P4D P 4D
Ruy López
6 A3D A2R
7 0-0 C3AD
8 TlR P4AR
Blancas Negras
9 P4AD A3R
Morphy
Anderssen
10 PXP AXP
1 P4R P4R 11 C3AD cxc
2 C3AR C 3 AD 12 PXC 0-0
3 A 5C C3A 13 A4AR A 3 D (a)
4 P4D CXP D 14 AXA DXA
5 cxc PXC 15 C5R TDlR
6 P5R P3AD 16 P4AD A3R
7 0-0 PXA
17 cxc PXC
18 Al A A2A
8 A5C! A2R
19 D2D TXT
9 PXC AXP
20 TXT TlD
10 T 1 Rjaque RlA 21 D5T D XP
11 AXA DXA 22 DXPA D3C
12 P3AD P4D 23 D4AR P3C
13 PXPD A3R 24 P3TR D7C
C3A 14 P3TD 25 D7A D3C
15 T5R TD lD 26 T7R T 8 D (b)
16 D3C D2R 27 D 8 A jaque TlD
17 TD lR P4CR 28 D7A T 8D
18 D 1.D D3A
19 TD3R TlCR
DIAGRAMA 36
Negras (Morpby)
\
21 T3A Abandonan.
20 TXA PXT
cm - l•tll
lM ,g ,,,,:
1• m lt..t 1
Un bello juego en todo sentido. -j- ¡rJ:
' ,,,;
:. ..·
B - iB
1 - - -
1· • J -i
La partida parece completamente
simple, pero es la simplicidad que
resulta del arte ajedrecístico en su
más alto grado de expresión. Las
blancas demuestran un absoluto conacimiento
de la posición; sus juga- - -.lJfdas
octava y décimasegunda son muy
Blancas (Lowentahl)
sutiles. Posición después de la Ju1'ada %8 •••, T 8 D
AJEDREZ MODERNO 67
29 D 5R DBC 78 P6A R4C
3(J D2R RIA 79 P7A T8A
31 T5R P5A 80 R6R R3C
32 P3A D8A Abandonan.
33 P4TR P3TR (e)
34 P5A R2C (a) Cambiando un alfil pasivo por
35 T4R D X P jaque el activo del adversario y, al propio
36 R2 T D8AD tiempo, llevando la dama a una de
37 RIC T7D las · mejores casillas, especialmente
38 D6T TXPT por su acción directa en la diagonal
D3D T7D AIR-6TD.
40 D6T T8D (b) Este golpe demuestra que las
41 P3C PXP negras se encuentran completamen-
42 R2C D4A
te identificadas con la posición.
43 RXP D 8 C jaque
Si
27. T X A, T X A jaque ; 28. R X T,
44 A2C T7D
D 8 C jaque, y más tarde, cualquie-
45 DIA nxn
ra sea la casilla a que vaya el rey
46 AXD R3A
blanco, D X P A jaque y D X T.
TXA T3D (e) Morphy lleva ahora las accio-
49 \
R4A T3R
nes al campo enemigo.
50 T4D R2R (d) Con R 4 A hubieran obtenido
51 T4T R3D el empate. Pocos maestros pueden
52 TXP P4A jugar correctamente el final.
TIT
P5A
P5T
PXP
R5A T6R PARTIDA 25
56 R4A TIR
57 T 6 T jaque R4D
Defensa Siciliana
58 TXP P6A
TXPjaque R5D
Blancas
Negras
60 T7T TIAD
M'.orphy
Paulsen
61 T 7 D jaque R5A 1 P4R P4AD
62 R3R TIR jaque 2 C3AR P3R
63 R2A? (d) P7A 3 P4D PXP
64 T 7 A jaque R6D 4 CXP A4A
65 T 7 D jaque R6A 5 A3R D3C
66 T 7 A jaque R7D 6 C5C C3AR
67 T 7 D jaque R8A 7 AXA DXA
68 T7CD T4R 8 C 6 D jaque R2R
69 P4A T5R 9 CXAjaque TXC
70 R3A T5A 10 A3D C3AD
71 T7TR R7D 11 0-0 P4TR
72 TIT P8A==D 12 C2D P5TR
39
47 A4A AXA
48
53
54
55
59
73 TXP TXT 13 P3TR P4CR
74
R4R T8R jaque 14 P3TD TICR
R4D R7R 15 P4CD D3C
76 P5A R6A 16 C4A D2A
R5D R5A 17 P3AR C4R
75
77
68
18 cxc
19 D2D
20 TD lD
21 D2AR
22 P4AR
23 DXP
24 T2A
25 TXD
26 T2D
27 P5R
28 T4D
29 PXPjaque
30 T4AD
31 P4TD
32 A4R
33 A3A
34 T6A
A4C
36 T2R
37 R2T
38 P3CR
35
39 RXP
40 P4T
41 P5T
42 T(6A) X PR
43 AXTjaque
44 A4C
45 Axe
46 T 7 R jaque
47 TXP
48 T6T
49 R3A
50 R2R
BARNIE F. WINKELMAN
nxc
T2C
TlD
P3CD
PXP
D4CR
DXD
TD lCR
Tl TR
C4D
P3AR
CXP
RlD
C4D
C2A
P4D
T2D
T3T
R2R
R2A
P X P jaque
T2R
ClR
C3A
TXT
R2C
C X P jaque
TXA
R3A
R4R
T4C jaque
T4A jaque
P4CD
51
52
PXP
P3AD·
T5A
P5D
DIAGRAMA 37
Negras (Paulsen)
! ••••¡
¡m rJ m B
' :- - - -
'· · ?0
/ !ii B m B B'
¡ 1 B dfil , , m -,, B r,W@
:B B m m
1 B BéR B
iB m B m
Blancas
(Morphy)
Posición después de la jugada 52 ..., P 5 D
53
P4A
T5T
54 P5A T7T jaque
55 R3D T6T jaque
R2A
56
Si 56. R 4 A, T 6 A. mate.
56 T2T jaque
57 R3C T 6T jaque
58 R4T ºR4D
T 6 D jaque R5A
60 P6A T8T
61 TXPjaque RXT
62 P7A TlT
63 P6C R4D
64 P7C Abandonan.
59
CAPÍTULO X
PRINCIPIOS GENERALES CONTRA INS'11RUCCION
ESPECIFICA
Adquirir un conocimiento general
del juego de ajedrez suficiente como
para apreciar el trabajo de los maestros,
resulta relativamente simple.
El término medio de los aficionados
puede conseguirlo en un año, con su
propia instrucción y guía. Llegar a
ser un experto es una cosa diferente.
En ajedrez, como en otros juegos,
iniciarse en los primeros años de la
vida significa una verdadera ventaja.
pues resulta muy difícil para cualquiera
llegar a obtener calidad magistral
a menos que ella se consiga
antes de los quince o dieciséis años
de edad. Todos los maestros han adquirido
loencial del juego cuando
eran aún muchachos y han demostrado
sus aptitudes desde entonces.
Esto, complementado con incesantes
estudios y muchísima práctica, da
como resultado_ un juego sin esfuerzos
ni errores, una instintiva elección
de las líneas estratégicas más correctas
y un fácil dominio de las complejidades
de una posición.
Todos· los expertos saben que bajo
la presión del reloj las combinaciones
no pueden ser «trabajadas» perfectamente.
Las piezas se mueven
simplemente ante los ojos de los
maestros para cumplir sus diferentes
misiones y cuando es requerido un
esfuerzo para tal propósito, el maestro
«Siente» que se encuentra ante
un problema a resolver. Un experto
lo ha dicho: «Yo no muevo las piezas;
ellas se mueven solas». Este dominio
del tablero sólo se obtiene
con varios años de práctica.
Ocasionalmente son defendidos
simples «sistemas» que pretenden
habilitar al estudioso para obtener
el tri un fo contra toda oposición.
Cualquiera de tales sistemas resulta
a la postre una desilusión y un engaño.
No existe camino fácil para
llegar a jugar magistralmente al
ajedrez. Lo mismo puede decirse
con respecto a los consejos que se
dan a los principiantes: jugar con
cuidado, desarrollar las piezas y enrocar
pronto. Todos ellos sólo tienen
el valor de las máximas generales
para la mayoría de los asuntos de la
vida. La creencia común de que se
puede llegar a ser un campeón en
tal forma, ha sido fomentada por la
actitud de algunos de los grandes
expertos. Capablanca lo ha dicho al
referirse a su inmediata maestría
del juego a una tierna edad, y en su
libro rechaza el haber tenido un
temprano conocimiento de la literatura
ajedrecística. También ha querido
demostrar su desdén por el
conocimiento de los libros. Todo ello,
con el debido respeto a su genio,
resulta simple pose. Otros expertos
norteamericanos repudian también
el estudio serio, pero, sin embargo,
se pasan jugando todos los días de
su vida. Alekhine no tenía tal pretensión.
Su genio natural no ha sido
70 BARNIE F. WINKELMAN
sobrepasado por nadie: a los dieciséis
años era campeón de Rusia, pero
sus extraordinarias condiciones fueron
aumentadas por medio de un
continuo e intensivo estudio. El hecho
real es que el proceso para llegar
a ser un gran maestro resulta similar
al que se necesita para llegar a ser
un gran pianista, un gran jugador de
billar, un gran escritor o un gran
médico, con el agregado de que el
campo de lucha ajed .. :ecístico se halla
abierto para todo e. :. mundo y que
en el jaquelado tabLro, ni la alcurnia
ni la riqueza tienen parte alguna
para la consecución del éxito. Son
esenciales para ello una gran habi.;.
lidad natural y una infinita capacidad
para el trabajo.
Los principios generales son valiosos
y necesarios, y podrán ser aprendidos
por el aficionado para hacer lo
capaz de llegar a jugar una partida
que pueda compararse con la de un
jugador de fuerza media. En realidad,
el conocimiento de tales principios
es más esencial hoy que nunca,
porque ellos son tan bien conocidos,
que su ignorancia no es tolerable en
ningún círculo ajedrecístico.
Sin embargo, esto no es suficiente
para ganar partidas. Debe ser complementado
con un profundo estudio
de todas las ramas del juego, de
manera que en una situación dada,
el jugador conozca no solamente las
movidas que son dictadas por los
principios generales, sino la jugada
que corresponde a la situación particular
que se presenta. Esto requiere
el estudio de miles de partidas y
un conocimiento específico, cuyo lugar
no puede ser suplantado por
unas pocas máximas.
Entre los sistemas que han sido
enunciados, uno de los más interesantes
es el que estableció Franklin
K. Y oung, en una serie de libros que
tratan de expresar la estrategia ajedrecística
en vocablos pertenecientes
a la ciencia miiitar. Para explicar
su sistema, el señor Y oung ha ideado
una esmerada y difícil nomenclatura.
Comienza con una explicación
denominada «Tácticas Menores•
donde las blancas son aconsejadas
para colocar sus piezas en cierta posición
ideal, y a las negras le son
suministrados principios defensivos.
Las posiciones resultan interesantes
y dignas de ser conocidas, o dan
al estudiante una errónea impresión
del juego. La idea de que cualquier
formación particular de piezas pueda
neutralizar todas las eventualidades,
reduce al ajedrez a una simplicidad
que no es su característica.
Durante generaciones, los maestros
han estado · desarrollando la disposición
de sus fuerzas para neutralizar
ataques y abatir defensas, y ello
constituye el verdadero estudio de
las aperturas. Pretender reducir miles
de posiciones diferentes a un
número dado de posiciones ofensivas
y defensivas, es buscar la simplicidad
donde no existe. Muchísimas de
las páginas de este sistema son dedicadas
a tuna exposición de hechos
tan sencillos que no necesitan explicación.
Páginas enteras y numerosos
diagramas se emplean para demostrar
que un alfil puede capturar a
una torre ; que un caballo domina
varias casillas y que un peón puede
atacar a dos piezas simultáneamente.
Las ideas más elementales son dadas
en cientos de páginas, y la mayoría
del sistema es sólo una pseudo científica
repetición de lo evidente.
Existe también una comparación
entre la ciencia del ajedrez y la de
la guerra, que puede ser muy lisonjera
para la generalidad de los jugadores,
pero que actualmente carece
de base. El ajedrez no tiene más
contacto con la guerra que el que
podría tener con un negocio, con la
AJEDREZ MODERNO
lidad con que una movida desusada,
hecha por un aficionado de fuerza
media, se descarta como inferior,
mientras que si ella es efectuada por
un campeón despierta la más pro
funda y respetable consideración.
ley o con fa medicina. Ciertas reglas
generales de la conducta humana,
que pueden denominarse buen sentido
común, afectan toda actividad.
Resulta buen ajedrez, como también
buen negocio, aceptar nuestras pérdidas
rápidamente; liquidar una posición
perdida; complicar cuando se
está inferior y simplificar en caso
contrario.
Es buena táctica, tanto en la sala
de la Corte, como en el tablero, lanzar
un ataque contra el punto más
débil del adversario. Es de la más
alta estrategia en ambos campos,
contener el ataque y emplear la
más pequeña ventaja como un medio
de crear ulteriores debilidades
en la posición del oponente y convertirlas
gradualmente en ventaja
.ganadora. Pero estas ideas generales
sólo tndican que el sentido común
puede ser utilizado en el tablero
tanto como en toda actividad huma·
na. Esto no significa que el gran
abogado o general sea por tal causa
un gran jugador de aj edrez, como
tampoco un gran pianista. Tal grandeza
puede revelar talento artístico,
pero el ajedrez posee su propia técnica
especial.
El uso de términos militares u
otros especiales confunde al estudiante
y no son aconsejables. En
cuanto a la resolución del autOr de
convertir la estrategia de nuestro
juego a una fórmula simple, ello, si
fuera posible, no haría otra cosa que
trabar el desarrollo del verdadero
talento ajedrecístico. En realidad,
cualquier idea preconcebida, que
hace que el jugador prejuzgue una
posición restringe el ejercicio completo
de su eficiencia.
Las partidas siguientes, con notas
nuestras, harán evidente que las
teorías inflexibles inciden sobre el
buen ajedrez. Otro aspecto curioso
de la crítica ajedrecística es la faci-
71 '
Blancas
F. K. Yoon¡
PARTIDA 26
Apertura Irregular
1 P4AD
2 P3TD (a)
3 C3AD
4 P3R
5 P4D
6 PXP
7 A2R
8 C3AR
9 0-0
10 P4CD (e)
11 C4TR
12 P4AR (d)
13 P5AD
14 ex e
15 P5D
16 PX C
17 A4AD
18 P5AR
19 T3TD
20 P4CR
21 T3R
22 A3 CD
23 A3TD
24 AXP
25 D2R
26 RX T
27 P6AD
28 D XP
29 P6D
30 A X P AR
31 D 7 CD
32 AXPD!
(bien jugado) ·
Negras
Prestoli Ware (h)
Campeón de Noeya
Inglaterra
P4R
C3AD
P 3 D (b)
C3AR
PXP
A2R
A4A
P3TR
0-0
P3TD
A2TR
P4D
C5R
P XC (e)
CXPCD
Axe
RlT
A3AR
D2D
TRlR
P4CD
P4TD
PXP
T8TD
T X T jaque
P3CR
DlAD
PXP
PXPD
TlAR
A4R
72 BARNIE F. WINKELMAN
32 A 2 C R Las negras han sido sobrepujadas.
33 A X T D X A La fina evolución efectuada por las
34 P 7 AD D X A blancas en el centro les ha dado
35 P 8 A D=Djaque D 1 C R ventaja en el flanco del rey y com-
36 T 3 T D A 1 A R pelido al oponen te a acudir a esta
37 T 7 T D Abandonan. anticientífica movida del PAR, pa-
(a) N o recomendado en nuestros
ra impedir la ocupación del estratégico
objetivo 6 AR (Young) .
días.
(b) Esta jugada no se halla en
concordancia con la forma de desarrollo
de las blancas.
(e) Es dudoso que el avance de
estos peones en el ala de la dama
tenga alguna significación positiva,
ya que en este sector la disposición
de las fuerzas es equivalente.
( d) Este avance no parece justificado.
(e) ¿Por qué no simplemente
A X C de 4 R o de 4 T, que dej arfa
la posición de las blancas abierta
ampliamente para el ataque?
PARTIDA 27
Apertura del Peón de Dama
Blancas
Negras
C. F. Burille F. K. Young
1 P4D P4D
3 C3AR P4AD
3 P3R e3AD
4 P3eD (a) P3R
5 A2CD C3AR
6 CD2D P3CD
7 A5CD (b) A2CD
8 C5R TlAD
9 exc Axe
10 A3D A2R
11 0-0 0-0
12 D2R D2D
13 P3AR TRlD
14 TDlD e4TR
15 P4AR C3AR
16 P5AR C5R
17 Axe PXA
18 P5D PR XPD
19 exPR P3AR
20 D4CR
21 T3AR
22 C2AR
23 P4R
24 T3TR
25 T D 3 D (e)
26 TD3AR
27 AlA
28 T6TR
29 TD3TR
30 TD 5 T
31 P4TR
32 D X P
33 C4C
34 A5CR
RlT
DlR
P5D
A3D
T2AD
T2R
A2D
P4eR
A4R
T2CR
D2AR
PXP
TDlCR
AlR
Esta es una posición pintoresca. La
situación de las negras es extremadamente
crítica.
DIAGRAMA 38
Negras (Young)
Blancas (Burille)
Posición después de la jugada 34. A á C lt
34
35 D 1 T R
36 T3TR
37 C XA
PXA
D2R
P6D
PXP
38 C3D P5CR
39 T (3 T) 4 T TlAR
40 R2AR P5AD
PXP
A3CR
42 P3CR AXP
41
43 P X A T X P jaque
44 C4AR T X C jaque
45 P X T P6CRjaque
46 R3AR P7CR
47 DlCR D6TDjaque
48 R2R P8AD=C
Abandonan. jaque
(a) El desarrollo de las blancas se
efectúa a la manera de 1890.
(b) Con esta jugada, y la siguiente,
las blancas cambian el caballo
que habrá movido dos veces, y que,
AJEDREZ MODERNO 73
por otra parte, se considera un manantial
de fuerza en esta apertura.
(e) La maniobra de las piezas
blancas es penosa. Las colocan en
masa, a la manera en que lo hacían
los antiguos romanos, tratando así
de sacudir la posición de las negras,
como con un ariete. Los ajedrecistas
expertos, que tienen un conocimiento
instintivo de las posiciones, saben
que las torres no desempeñan
su verdadera función en esta partida,
y que en un ataque de esta especie
no pueden ser manipuladas así. Las
blancas poseen seis piezas útiles
para un ataque que, generalmente,
puede ser llevado a cabo con tres.
Esta partida resulta un buen ejemplo
de cómo no se debe atacar.
CAPÍTULO XI
STEINITZ, LASKER Y TARRASCH
Después del retiro de Morphy,
Guillermo Stéinitz, nacido en Bohemia,
fué campeón del mundo al derrotar
a Anderssen en 1866, y ejerció
una profunda influencia sobre
nuestro juego. Su verdadera contribución
a la ciencia del ajedrez, fué
tratada muy bien por Emanuel Lásker
en una meritoria publicación.
Durante este período, los torneos
efectuados hicieron conocer muchos
nuevos y talentosos expertos, cuyos
nombres se sumaron a aquéllos que
tenían el rango de maestros. Zúkertort,
uno de los más grandes jugadores
de torneo de todos los tiempos,
Blackburne, Winaver, Tchigorin, Kolisch,
Masan, Schállopp, Gúnsberg,
sólo son unos pocos de los que figuran
prominentemente en este período.
Hacia 1880 el doctor Siegbert
Tarrasch, un joven médico de Núremberg,
participó en una serie
de certámenes internacionales obteniendo
éxito extraordinario. Su carrera
ajedrecística se desarrolló hasta
su muerte, acaecida a los 72 años
de edad, a principios de 1934, quedando
como una de las figuras más
interesantes de la historia del noble
juego.
Fué un doctor en medicina, que
jamás permitió que el ajedrez interfiriera
su carrera profesional, y que,
al propio tiempo, obtuvo una serie
de . triunfos que lo colocan en una
situación de privilegio entre todos·
los maestros de la historia. Infortunadamente,
su brillantez quedó obscurecida
por el genio extraordinario
de Lásker, con el cual perdió dos
«matches» por el título de campeón
mundial. Tarrasch, sin embargo, fué
una personalidad notable desde todos
los ángulos en que se le observe.
Perteneció a esa especie de maestros
de los cuales el ajedrez puede verdaderamente
enorgullecerse. Su libro
«Trescientas partidas» es probablemente
la mejor exposición de los
principios del juego que jamás se
haya escrito. He traducido algunos
de sus encuentros, con sus espléndidas
anotaciones.
El genio del doctor Emanuel Lásker,
puede ser valorado por el simple
hecho de que mantuvo el título
mundial desde 1894 hasta 1921. Como
Tarrasch, Lásker desarrolló también
sus actividades en otras esferas,
ya que fué instructor de matemáticas
en la Universidad de Cambridge
y desarrolló en el libro amplios problemas
matemáticos y filosóficos.
Para este maestro, el ajedrez sólo era
uno de los numerosos campos en el
cual se hallaba interesado desde el
punto de vista de la Filosofía de la
Lucha. Su estilo ajedrecístico puede
ser enunciado por los términos ccien-
AJEDREZ MODERNO
tífico y. profundo». A los veinticinco
DIAGRAMA 39
años de edad fué campeón del mundo,
Negras
lo que constituye un hazaña ? º
sobrepujada en estos dias por mnguno
de los jóvenes prodigios.
(Stéinitz)
75
PARTIDA 28
Gambito de Dama
Blancas
Zúkertort
1 P4D
2 P4AD
3 C3AD
4 C3AR
5 P3R
6 AXP
7 PXP
8 0-0
9· D2R
10 A3C
11 A4AR
12 A3C
13 TD 1 A
14 C 5 R
15 D3A
16 A4TR!
17 PX C
18 TRlR
19 D3D
20 AXA
21 A X C
22 P4AD
23 T3R
24 TlD
25 T3T
26 C4C
27 C3R
28 T3A
29 T. 2 D
30 T3C
31 T6C
32 D 3 C D
Negras
Stéinitz
P4D
P3R
C3AR
PXP
P4AD
PXPD
A2R
0-0
CD2D
C3C
CD4D
D4T
A2D
TRlD
AlR
cxc
D2A
TDlA
C4D
DXA
TXA
T(4D) 1D
D3D
P3AR
P3TR
D5A
A5T
D3D
A3A
P4AR
A5R
Blancas (Zúkertort)
Posición después de la jugada 32. D S C D
32
33 P5A
34 TXPR
35 CID
R2T
TXP
T8A jaque
Ahora las negras terminan la partida
mediante algunos poderosos
golpes.
35
36 D2C
37 D3A
38 TXA
Abandonan.
D5A
T8C
TRlAD
DXT
(Match por el campeonato del
mundo, 1886) .
PARTIDA 29
Gambito de Dama Rehusado
Blancas
Lásker
1 P4D
2 P4AD
3 C3AR
4 P3R
5 C3A.
6 A3D
7 D2A
8 P3TD
9 AXPA
10 A3D
11 C4TD
12 PXP
13 T 1 C D
Negras
Schléchter
P4D
P3AD
C3AR
P3CR
A2C
0-0
C3T
PXP
P4CD
P5C
PXP
A2C
D2A
76 BARNIE F. WINKELMAN
DIAGRAMA 40
Negras (Scbléchter)
36 AX T
37 T8A jaque
38 R2A
39 R 1 R
40 T 1 AR
41 R2D
42 D X T
43 D3D
44 RlD
TXA
Al A
D 7 T jaque
D 8 T jaque
D 5 T jaque
TXT
D X P jaque
D 7 A jaque
DIAGRAMA 42
Negras (Schléchter)
Blancas (Lásker)
Posición después de la jugada 13 . . ., D 2 A
14 C5R
15 P4C
16 P XC
17 PX P
18 D4A
19 T 1 C
20 A2D
21 T 1 AD
22 D2A
23 AX P
24 TIA
25 D 3 C jaque
26 D XA
27 D3C
28 P4A
29 D3D
30 PX P
31 R2R
32 T2A
33 T3A
34 TXP
35 T4A
DIAGRA.MA 41
Negras (Scbléchter)
C4T
Ax.e
A2C
PTXP
Al A
D 4 T jaque
D4D
A2C
D4TR
DXP
PXA
T2A
TDlAR
RlT
P4C
PXP
D 5 T jaque
D 7T Jaque
D4T jaque
C2A
C4C
TXP
Blancas (Lásker)
Posición después de la Jugada 35 . . ., T X P
Blancas (Lásker)
Posición después de la jugada 44. R 1 D
44
45 T5A
46 T5D
47 C5A
48 R2A
49 R3C
50 C6R
51 R4T
52 CXA
53 D 3 CD
54 D 8Cjaque
55 D X P
56 D4D
57 R3C
58 R2T
59 D3D
60 T 5 C R
61 T5R
62 T2R
63 T2D
64 D 5 A jaque
65 D2A jaque
66 TXDjaque
67 T2R
68 R3C
C3D
A3T
RlC
D 8 C jaque
D 8 A jaque
A2C
D 7 C jaque
R2A
nxc
RiR
R2A
D 5 C jaque
D 2 D jaque
D 2 C jaque
D3A
R3R
R2D
D 7 C jaque
D5C
D5TD
R2A
DXD
R3C
ClA
R3A
69 T 2 A jaque
70 R4C
71 R5A
AJEDREZ MODERNO 77
R2C
C2T
Abandonan.
En el «match» por el título mundial
jugado en 1921, Lásker no se
desempeñó en la forma que lo había
hecho durante un cuarto de siglo.
Y a sea por efecto de las penurias
sufridas durante la guerra, de sus
años avanzados o por falta de un
estímulo real, las partidas de este
«match» estuvieron lejos de poseer
la calidad de un campeonato mundial.
En algunos de los empates fué
desarrollado excelente ajedrez, pero
los análisis indicaron que el título
lo perdió a causa de su juego indiferente.
En la quinta partida, la
primera ganada por e a p a b 1 anca,
Lásker .que fué el que dirigió las
acciones en todo momento, echó por
tierra sus posibilidades en la décimaquinta
jugada, teniendo tablas a su
disposición. La octava partida fué
declarada tablas cuando poseía una
posición superior, que era probablemente
ganadora, demostrando que si
no le faltaba calidad ajedrecística,
había perdido el deseo de luchar
para la conquista de la victoria. El
décimo encuentro puede ser considerado
el único en que Capablanca
tuvo una posición netamente ganadora.
El décimoprimero indica claramente
una tensión nerviosa de
parte de Lásker y el décimocuarto
fué perdido por un error evidente,
después de tener un juego superior.
Capablanca es digno de gran alabanza
por haber · desarrollado un
juego exacto en todo momento durante
este difícil «match» y por la
forma de aprovechar los errores cometidos
por su adversario. El décimo
encuentro, que fué ganado en
estilo espléndido, se ve a continuación.
No obstante, en esta partida,
como Bréyer lo indicó, Lásker pasó
por al to un claro tti unfo ( 1) •
(Ultima partida del «match»).
PARTIDA 30
Gambito de Dama Rehusado
Blancas
Lásker
1 P4D
2 P4AD
3 C3AD
4 A5C
5 P3R
6 C3A
7 D2A
8 TlD
9 A3D
10 A4T
11 PR X P
12 AX P
13 A3CD
14 0-0
15 C5R
16 TRlR
DIAGRAMA 43
Negras (Capablanca)
Negras
Capablanca
P4D
P3R
C3AR
A2R
0-0
CD2D
P4A
D4T
P3TR
PAXP
PXP
C3C
A2D
TDlA
A4C
CD4D
Blancas (Lásker)
Posición después de la jugada 16 ..., C D 4 D
17 A X CD
18 AXA
19 D3 C
20 C XA
CXA
CXA
A3A
PXC
(1¡ Posteriormente, el análisis de Bréyer fué refutado
por el propio Capablanca, y también por
Bogolj ubow, quienes demostraron que en ningún
momento el negro estuvo perdido. (Nota del traductor.J
78 BARNIE F. WINKELMAN
21 T5R D3C 6 DXP DXD
22 D2A TRlD 7 CXD A3D
23 C2R T4D 8 C3AD C2R
24 TXT PAXT 9 0-0 0-0
25 D2D C4A 10 P4A TlR
26 P3CD P4TR 11 C3C P3A
27 P3TR P5T 12 P5A P3CD
28 D3D T3A 13 A4A A2C
29 RlA P3C 14 AXA PXA
30 DlC D5C 15 C4D TDlD
31 RlC P4T 16 C6R T2D
32 D2C P5T 17 TDlD ClA
33 D2D DXD 18 T2A P4CD
TR2D
TD2R
PXP T3C 20 P4CD R2A
36 T3D T3T 21 P3TD AlT
34 TXD PXP
35
37 P4CR P X P a. p. 22 R2A T2T
38 PXP T7T 23 P4C P3T
39 C3A T7AD 24 T3D P4TD
40 ClD C2R 25 P4TR PXP
41 C3R TSA jaque 26 PXP TD2R
42 R2A C3A 27 R3A TIC
ClD T8C 28 R. 4A P3CR
43
44 R2R TXP 29 T3C p 4 e jaque
y las negras ganaron.
30 R3A C3C
31 PXP PTXP
Ruy López
32 T3T T2D
33 R3C RlR
Blancas Negras
34 TDlTR T2C
Lásker Capa blanca.
35 P5R PD XP
1 P4R P4R 36 C4R C4D
2 C3AR C3AD 37 C (6 R) 5 A RlA
3 A5C P3TD 38 CXT
4 AXC PDXA
5 P4D PXP y ganaron en pocas jugadas más.
19
CAPÍTULO XII
ESPACIO Y TIEMPO
El estudiante que ha pasado las
partidas incluídas en la primera parte
de este volumen, encontrará una
diferencia entre ellas y las modernas,
que le resultará algo desconcertante.
Las agudas diferencias entre
las posiciones opuestas parecen desaparecer
en el juego moderno, y un
equilibrio general, simetría o balance
de la posición existe por largo
tiempo, hasta que una de las fuerzas
en pugna obtiene una ventaja decisiva.
El aficionado comprenderá estas
tácticas de manera más clara si recuerda
que la gran fuerza de expresión
de las más viejas escuelas se
basaba en el elemento «tiempo». Por
ello los peones, como también las
piezas, eran entregadas con una generosidad
que resulta repugnante
para el maestro de nuestros días. No
obstante, los más hipermodernos expertos
actuales comprenden perfectamente
la importancia del factor ·
tiempo y que la más pequeña ventaja
en este elemento puede ser
transformada en triunfo de la manera
más científica. Pillsbury, Charusek
y Capablanca, han sido los más
notables exponentes de la importancia
del elemento «tiempo» en la
partida moderna.
Con el creciente conocimiento y la
mayor técnica de las últimas décadas,
el arte de la defensa ha sido fortalecido
y un nuevo procedimiento,
basado en la idea de «espacio», resulta
aparente en el juego de los
grandes maestros.
Por ello los expertos modernos,
particularmente en la apertura y
medio juego, buscan dominar la mayor
parte del tablero que sea posible,
con la confianza de que en las
ulteriores complicaciones que se
presenten, el bando que posea bajo
la acción de sus fuerzas el mayor
número de casillas obtendrá el
triunfo.
La correcta coordinación de «espacio»
y «tiempo» parecería ser la
estrategia ideal, pero frecuentemente
existe un conflicto · entre ambos
y en las posiciones donde debe hacerse
una elección para obtener una
permanente ventaja en espacio o en
tiempo, el maestro actual generalmente
prefiere la primera, mientras
que hace dos décadas, hubiera sido
elegido el tiempo. Esta elección se
basa en que una desventaja en tiempo
puede recuperarse en las futuras
acciones de la partida, y que con
una correcta defensa, ello sólo traerá
aparejado una temporaria inhabilidad,
mientras que las ventajas en
espacio, si pueden ser aseguradas,
durarán a través de toda la partida.
Esto resulta particularmente cierto
de la ventaja que surge del esqueleto
de peones, y la lucha por obtenerla
constituye la batalla de las aperturas
en los cotejos más modernos.
80 BARNIE F. WINKELMAN
Con el valor del espacio, ha sido
estudiado también el valor de las diferentes
casillas, llegándose a la conclusión
de que las centrales son de la
más grande importancia. La ocupación
de tales casillas por peones o
piezas es base de futuros beneficios,
que aunque no pueden ser indicados,
forman el credo de la moderna ciencia
ajedrecística. Dudo que esto sea
tan moderno como parece, aunque
se halla expresado en nuevos términos,
por expertos maestros, tales como
Nimzóvi tch y Reti. Los buenos
jugadores siempre han «Sentido» la
importancia de la centralización, pero
nunca han expresado esta técnica
en los términos exactos que lo han
hecho los más recientes exponentes.
En ajedrez, como en otras actividades,
la exposición de ideas bien conocidas
con una nueva terminología,
es a menudo considerada como nueva
doctrina. La real contribución de tal
trabajo consiste en una más pura y
cuidadosa definición y comprensión
de viejas ideas, y por ello la escuela
hipermoderna es digna de crédito.
Un punto en conexión con importantes
casillas o diagonales debe ser
señalado: su contralor a la distancia
se considera de más importancia estratégica
que la ocupación de la misma.
La función de una pieza tiene
que ser empeñada por mucho tiempo
para la ocupación, y además se
convierte en punto de ataque del
adversario. El contralor, por otra
parte, ofrece mayor flexibilidad.
También se admite que esta función,
ejercida por peones, resulta más importante
que si lo es por piezas. Esto
último con frecuencia da una sensación
de superioridad que es más
aparente que real.
El vocablo «elasticidad» ha sido
usado para designar una libre elección
de movidas y variantes, y constituye
un importante principio del
juego moderno de las aperturas. Las
jugadas que encierran la posición o
dictan las futuras acciones, deben
evitarse en la manera de lo posible.
Alekhine le ha dado mucha importancia
a este principio en la estrategia
del planteo. En varias formas
del Gambito de Dama la elasticidad
juega una parte de suma importancia.
La fineza de las movidas de la
apertura se basa en tales tácticas y
puede asegurarse que muchas partidas
se hallan estratégicamente perdidas
en su planteo, antes de que la
verdadera batalla haya dado comienzo,
a causa de las derivaciones del
juego por cauces favorables a uno
de los bandos, que tienen como base
fundamental la «elasticidad».
Cuando existe una pequeña superioridad
de espacio o tiempo, puede,
en algunos casos, ser capitalizada
por el empleo de todas las fuerzas
existentes en el tablero. Esto resulta
particularmente cierto en la ventaja
de tiempo. No obstante, a menudo,
una pequeña ventaja limitada a una
sola pieza, puede ser traducida en
victoria por la eliminación de todas
las fuerzas. Tal procedimiento ha sido
una frecuente maniobra del famoso
maestro Capablanca. Al explicarlo
parece un proceso simple y
casi matemático, pero su empleo y
aplicación por el gran maestro surge
de un profundo conocimiento al juzgar
la posición.
CAPÍTULO XIII
PILLSBURY, CHARUSEK, BREYER, RETI Y TORRE
En el año 1895 despertó gran interés
en el mundo ajedrecístico la victoria
de Harry N elson Pillsbury, de
Boston, en el Torneo Internacional
de Hastings, en el que actuaron los
más grandes valores de la época.
Entre los inscriptos pueden citarse
a Lásker, Tarrasch, Stéinitz, Tchigorin
y prácticamente a todos los
grandes maestros. Desde los días de
Morphy, no se había sentido una
excitación ajedrecística semejante
en el continente europeo. La carrera
posterior de Pillsbury colmó la promesa
de esta espléndida hazaña. Empató
con Tarrasch en Viena y siempre
figuró a la cabeza o entre los
primeros puestos en todos los torneos
en que tomó parte en su breve
carrera. En partidas simultáneas sobresalió
notablemente, y en las exhibiciones
«a la ciega» estableció un
nuevo «récord» en su época, sólo
superado posteriormente por Alekhine
y Reti (1). Sin embargo, al poco
tiempo, Pillsbury fué herido por una
fatal enfermedad, dejando tras de
sí una actuación sólo superada por
la de Morphy. Como éste, su carrera
se desarrolló totalmente en unos pocos
años, y aun así, sus brillantes
(1) El maestro Miguel Najdorf radicado entre
:aosotros superó todas las marcas existentes, llegando
a jugar en San Pablo (Brasil) cuarenta y
cinco · partidas simultáneas sin ver los tableros.
(Nota del traductor.)
partidas llenan varios grandes volúmenes.
Aunque en grado menor, la carrera
de Rodolfo Charusek, brillante
hijo de Hungría, fué paralela a la
de Pillsbury. El también fué notable
por su estilo de ataque, y en su breve
actuación jugó muchas partidas que
se admiran en nuestros días.
Entre los modernos, Ricardo Reti
y Julio Bréyer fueron los líderes del
desarrollo del juego, que es conocido
con la denominación de «ideas hipermodernas
en ajedrez». Ambos eran
formidables jugadores de poderosa
originalidad, y dejaron grabado
su nombre como extraordinarios
maestros.
En los últimos tiempos, Carlos Torre,
un joven mexicano, impresionó
a los expertos del Club Manhattan
de Nueva York, como un real artista
del ajedrez. Fué pronto a tomar
parte en los torneos de Marienbad,
Baden-Baden y Moscú,· y a los veintidós
años de edad demostró poseer
un superlativo talento ajedrecístico.
En el Torneo de Moscú tuvo un extraordinario
desempeño en las tres
partidas sucesivas jugadas contra
Lásker, Capablanca y Márshall. Infortunadament.
por razones de salud,
Torre qualó inhabilitado para
competir en los torneos internacionales.
82
PARTIDA 31
BARNIE F. WINKELMAN
16 D4C P3CR
Gambito de Dama Rehusado Se amenaza A X P jaque.
Blancas
Pillsbory
Negras
Walbrodt
1 P4D P4D
2 P4AD P3R
3 C3AD P3AD
4 C3A A3D
5 P4R
· Una táctica similar fué empleada
por Alekhine en uno de sus «matches»
con Bogoljubow.
5
6 CXP
7 A2D
8 DXA
9 A3D
PXPR
A5C jaque
A X A jaque
C3A
cxc
Cambiando la única pieza desarrollada.
10 Axe
11 0-0
12 A2A
13 TD ID
I4 C5R
I5 TRIR
C2D
C3A
0-0
A2D
AIR
C4T
I7 DXP TIC
18 DXPT TXP
19 A3C C5A
20 C3D ! D4C
21 cxc DXC
22 TIAR P4T
23 D5T P5T
24 D3A T7R
25 D3D T7C
26 P3TR P4AD
27 D3R D4A
28 P5D P4R
29 DXPA P4C
30 D3R A2D
31 TDIR P3A
32 D3AD P5C
33 P X P y ganan.
Típico triunfo de Pillsbury
DIAGRAMA 45
Negras
(Gúnsberg)
Un error. Sin embargo, la réplica
de las blancas no es evidente.
DIAGRAMA 44
Negras
(Walbrodt)
Posición
Blancas
(Pillsbnry)
después de la jugada 21 . . . , A 1 A
Las blancas ganaron brillantemente
con 22. T X P, P X T; 23. C4A,
etcétera.
PARTIDA 32
Gambito de Dama Rehusado
Blancas
(Pillsbury)
Posición después de la jugada 15 . . . , C 4 T
Compárese eon el diagrama NI.' 75 (Capablanca
contra Torre)
Blancas
Bréyer
I P4D
2 P4AD
Negras
Dr. Esser
P4D
P3R
3 C3AD
4 P3R
5 A3D
6 P4AR
7 C3AR
AJEDREZ MODERNO 83
P3AD
C3AR
A3D
0-0
PXPAD
Con la intención de jugar, después
de A X P: p 4 e D, p 5 e D y A 3 T.
8 AlC
Entregando un peón por el ataque.
¡Concepto de posición que indica al
maestro!
8
9 P4R
10 C5CR
11 P4 TR
P4CD
A2R
P3TR
Amenazan do 12. P 5 R, C 4 D;
13. D 2 A, P 3 C; 14. P 5 T R, etcétera.
11 P3CR
12 P5R P XC
13 PTXP
Si 13. P XC, AXP; 14. PTXP,
A X P D, las negras hubieran obtenido
la ventaja.
13 C4D
DIAGRAMA 46
Negras
(Dr. Esser)
17 T 7 T jaque
18 D5T jaque
19 D 6 Tjaque
20 A X PC
21 D X P jaque
22 D 6 T jaque
23 P6C
RXT
R2C
RlC
PXA
Rl T
RlC
Si el monarca blanco se encontrara
ahora en 1 R, las negras ganarían
por medio de A 5 T jaque y D 2 R.
23 T2A
24 P X T jaque R X P
25 D 5 T jaque R 2 C
26 P5A PX PA
27 A 6 T jaque y ganan.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
Blancas
Blackburne
PARTIDA 33
Negras
Cbarusek
P4D
P4D
C3AR
P3R
A4A
A3D
AXA
DXA
C2D
C3AR
P3AD
CD2D
·D 2AD P4R
P3R 0-0
PXPR CX P
A2R
A5C
P3TR
A4T
c x c
DIAGRAMA 47
Negras
(Cbarusek)
14 R 1 A !
15 P XC
16 D4C
cxc
A2C
R2C
Blancas (Blackburne)
Posición después de la jugada 12. · C X C
84 BARNIE F. WINKELMAN
12
13 C (5 R) 3 AR
14 C3C
15 D l D
16 ClA
17 -C5R
18 D2A
19 C2R
20 CXA
21 0-0
22 n xn
23 TRlD
24 C4D
25 C3AR
26 ClR
27 C3AR
28 RlA
AXA
D3T
A6D
P3CD
A5A
TD lD
D2C
TR lR
PXC
D5R
cxn
P4CR
T4D
T6D
TlD
P4A D
Y las blancas hicieron tablas.
PARTIDA 34
Defensa de los dos Caballos
Blancas
Euwe
1 P4R
2 C3AR
3 A4A
4 P4D
5 0-0
6 Tl R
7 AXP
8 C3A
9 CXP
10 D XC
11 A5C
12 D 8 D jaque
13 e x e
14 T D 1 D
15 D XT
16 P4AR
17 TX P
18 DXT
19 Rl T
Y mate en tres jugadas.
Negras
Reti
P4R
C3AD
C3A
PXP
CXP
P4D
DXA
D4TD
cxc
P4AR
D4A
R2A
PXC
A3D
DXA
D5T
A6TR
A4A jaque
A X P jaque
Blancas
Torre
1 P4D
2 C3AR
3 A5C
4 P3R
5 PXP
6 CD2D
7 P3AD
8 A3D
9 C4AD
10 D2R
11 0-0
12 TR 1 R
13 TD 1 D
14 AlA
15 C5C
16 CD3T
17 PXP
18 D5T
19 AXA
20 TX C
21 P4CD !
PARTIDA 35
Peón de Dama
DIAGRAMA 48
Nerras
(Lásker)
Blanca• (Torre)
Negras
Lásker
C3AR
P3R
P4AD
PXP
A2R
P3D
CD2D
P3CD
A2 C
D2A
0-0
TRlR
ClA
C4D
P4CD
P5CD
CXP
AXC
CXA
D4T
Posición despuél de la jurada 21. P 4 C D
21
22 T3 CR
23 C4AD
24 C3R
25 A6A
26 T X P jaque
27 T X P A jaque
28 T 7 C jaque
D4A R
P3TR
D4D?
D4CD
DXD
RlT
RlC
RlT
AJEDREZ MODERNO 85
29 T X A jaque RlC 3 C3AD PXP
30 T 7 C jaque RlT 4 cxP· C3AR
31 T 5 C jaque R2T 5 D3D P4R?
32 T D y ganaron.
6 PXP D4T jaque
Defensa Caro-Kann 7 A2D DXP
Blancas Negras
8 0-0-0 cxc
Re ti Tartakówer 9 D 8D jaque ! ! RXD
1 P4R P3AD 10 A 5 Cjaque dobleR 2 A
2 P4D P4D 11 A 8D mate.
CAPÍTULO XIV
NIMZOVITCH, ]f AROCZ, BOGOLJUBOW, RUBINSTEIN,
VIDMAR, SPIELMAN, TARTAKOWER
Aarón Nimzóvitch, por mucho
tiempo uno de los principales competidores
en el campo internacional,
había aumentado su fuerza ajedrecística
en los últimos tiempos hasta
llegar a compararse con Alekhine y
Capablanca. Como Alekhine, era un
entusiasta devoto del juego y en sus
escritos, la lucha del tablero se transforma
en una verdadera batalla. Para
cada una de sus piezas tenía
afecto real y veía valores éticos y
morales en el conflicto de las fuerzas.
Akiba Rúbinstein fué considerado
en su tiempo como el sucesor lógico
de Lásker. Siempre se comportó como
un formidable oponente.
E. Bogoljubow, obtuvo una extraordinaria
victoria en el Torneo de
Moscú de 1925 y su actuación contra
Alekhine en sus «matches», lo demostraron
como un adversario muy
peligroso.
El Dr. Milan Vidmar es considerado
por muchos como el más fuerte
aficionado del mundo. Es ingeniero
y ha escrito libros técnicos referentes
a su profesión, llegando a ocupar
una cátedra en la Universidad
de Yugoslavia. Su juego se caracteriza
por su inherente pureza.
Géza Maroczi, nacido en Hungría,
fué también un ingeniero de alta
reputación. Su carrera ajedrecística
data de los primeros años de este
siglo y ha obtenido más de un notable
triunfo contra los mejores. Después
de su victoria en Montecarlo
en 1930, fué saludado por muchos
como el futuro campeón. Su estilo
era clásico y digno de cuidadoso estudio.
Rodolfo Spielman, de Austria, ganó
varios primeros premios y muchas
victorias, en las que se incluyen
las dos sensacionales partidas contra
Capablanca.
S. Tartakówer posee una de las
mentes ajedrecísticas más brillantes,
pero su estilo se inclina hacia lo temerario.
Todos ellos han hecho mucho para
acrecentar la buena opinión del mundo
sobre el maestro de ajedrez.
Blancas
Bogoljubow
PARTIDA 36
Defensa Irregular
Negras
Nimzóvitch
1 P4D C3AR
2 P4AD P3R
3 C3AD A5C
4 C3A A XC jaque
5 PXA P3CD
6 P3C A2C
7 A2CR 0-0
8 0-0 TlR
9 TlR P3D
10 D2A A5R
11 D3C C3A
12 Al A P4R
13 PXP CXP
14 cxc TXC
15 A4A TlR
16 P3A A2C
17 TDlD C2D
18 P4R D3A
19 A2C C4R
20 T2D 'l1 2R
21 TRlD A3A
22 T2AR TDlR
23 Al AR P3TR
24 A2R RlT
25 D3T D3R
26 DlA P4A
27 PXP DXPAR
28 D2D D2A
29 D4D
DIAGRAMA 49
Negras (Nimzóvitch)
m m.1• 11
z . <
- -ilr-
/ J // /
-,-%A0.- ri.f 9 B -,?'f m
m,,)'J,:
,ii;. ',,,, !'j
mm a a
m. B am
- - -
-. -1;1- • . • :;¡
Blancas (Bogoljubow)
Posición después de la jugada 29. D 4 D
29 C3C
30 A3D CXA
31 nxc DXD
32 PXD TlAR
33 P5AR A2D
34 TR2D AXP
T2R
TXT
36 AXT TlR
37 R2A T4R
T5D
P4CR
TXT
PXT
40 P5A PXP
41 A6T P5R
42 P4TD R2C
35
38
39
AJEDREZ MODERNO 87
43 P5T P X P jaque
44 RXP R3A
45 R3R R4R
46 A4A A5C
47 A6T P4T
48 A4A P5T
49 A6T A8D
Abandonan.
PARTIDA 37
Gambito de Dama Rehusado
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
Blancas
Spielman
Negras
Thomas
P4D
P3R
P4AD C3AR
C3AD P4D
A5C
CD2D
P3R
P3A
PXP
PRXP
A3D
A2R
D2A 0-0
CR2R
TlR
0-0-0 C5R
AXC
P X A
P4TR
P4AR
D 3 C jaque RlT
C4A
C3A
P5T
C4D
AXA
CXA
DIAGRAMA 50
Negras
(Thomas)
IB.!a.1a - % . m z
-j- - -j
B1B B B
B B L; 1 B
ia n,j
- - - j -
m· · a a
-%,% 0.a ,,"a·a
%,%
B m!;lM a
Negras
(Spielman)
Posición después de la jugada 16 ... , C X A
17 e 6 e jaque cxc
18 PXC A3R
19 TX P jaque RlC
20 P5D PXP
88 BARNIE F. WINKELMAN
21 CXPD TlA jaque
22 RlC D4C
23 TD lT D X P (3 C)
24 T8T jaque Abandonan.
PARTIDA 38
Apertura Peón Dama
Blancas
ogoljubow
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
18
19
20
21
22
23
24
25
Negras
Alekhine
P4D
C3AR
P4AD
P3R
C3AD A5C
D3C
P4A
PXP
C3T
P3TD
A XC jaque
DXA
CXP
P3A
P4TD
P4R 0-0
A4A
D3C
TDlD
ClR
C2R
P3D
A3R
D2A
C4 D
D2R
C5C
T3T
A2R
P4A
P5R
PXP
DXPR C2D
D3A
P4R
0-0 T3CR
DXPT P5A
Al A
D4C
T2A
P5R
PXP
C4R
D8D
DIAGRAMA 51
Negras
(Alekhine)
---.l----¡
z ,, 1
R1B B m11
- - BIRi
-- - -
· · · ·1
\ • •a¡;: •
B A;¿ B m,,,B -
-%-%ª l m " z%,/,
,,,, ,,,,,)/,
Blancas (Bogoljubow)
Posición después de la Jugada 25. D 8 D
25 C3AR
26 AXP C 6A jaque
27 Ax e D XA
28 D6D D5T
29 P3CR D6T
30 P5R P3T
31 A5D jaque R2T
32 DXT CXA
33 PXC A5C
34 T3D D4T
35 C6D A7R
36 C7A T3C
37 T2D A5A
38 D5A Abandonan.
PARTIDA 39
Gambito de Dama Rehusado
Blancas
Tartakówer
Negras
Bogoljubow
1 P4D P4D
2 P4AD P3AD
3 C3AD C3AR
4 A5C PXP
5 Ax e PRXA
6 P;3R P4CD
7 P4TD P5 C
8 ClC A3T
9 DlA P6A
10 PXP AXA
11 RXA " A2R
12 C3A P4AD
13 P3C PXPD
14 CXP D 4D
15 RlC C 3A
16 C2D TlD
17 P4AD D2D
18 CD3C D2C
19 P4A P4TR
20 DlA cxc
21 PXC P4A
22 TlR RIA
23 D3D P5T
24 DXP A3A
25 D3D PXP
26 P5D P7C
27 RXP D2D
28 P5T A5T
29 T4R D5C jaque
30 RlA
31 T3R
32 C5A
33 C6R
34 T 1 C
35 T X D y ganan.
AJEDREZ MODERNO
P4A
DIAGRAMA 52
A3A
R2A
TlCD
P6C
Negras
(Euwe)
89
PARTIDA 40
Defensa Irregular
Blancas
Vidmar
1 P4D
2 C3AR
3 A5 C
4 CD2D
5 P3R
6 A3D
7 0-0
8 A4AR
9 P3A
10 D3C
11 PX C
12 TD 1 D
13 AlC
14 PXP
15 C4R
16 D3T
17 T2D
18 C3C
19 PAXC
20 P4CR
21 P5A
22 PXP
23 TlR
24 P3T
25 TD lD
26 P5D
27 C2D
28 Rl T
29 A4R
30 CXT
31 C X P D
32 RXA
33 Rl T
Negras
J:uwe
C3AR
P3CR
A2C
P4A
P3C
A2C
P3TR
P3D
C4T
CXA
0-0
C3A
PXP
P3R
C2R
C4A
D2R
cxc
TRlA
T2A
PRXP
P4CR
D3A
TDlAD
T5A
P4TD
D5D jaque
DXPD
T XA
DXPA
A X P jaque
T7 A jaque
D5A
Blancas
(Vidmar)
Posición después de la jugada 33 . . ., D 5 A
34
T 8 R jaque
35 T X A jaque
36 C5Ajaque
37 D8A jaque
PARTIDA 41
Al A
RXT
RlC
Abandonan.
Apertura del Peón de Dama
Blancas
Boroljubow
1 P4D
2 P4AD
3 C3AD
4 C3A
5 A4A
6 P3R
7 PXPA
8 PXP
9 cxc
10 A3D
11 AXA
12 0-0
13 TlA
14 D3C
15 TR 1 D
16 A2R
17 D4T
18 DXD
19 P3TD
20 P4CD
21 RIA
22 RlR
23 P3T
Negras
Ma.roczi
C3AR
P3R
P4D
A2R
0-0
P4A
AXP
CXP
PXC
A3D
DXA
C3A
P3CR
TlC
A3R
TRIA
D5C
CXD
C3A
RlA
R2R
P3TR
TlTD
90
34
BARNIE F. WINKELMAN
24 R2D TDlC 7 A2R P3CD
25 T5A ClD 8 0-0 A2C
26 C4D TXT 9 D2A CD2D
27 PXT A2D 10 TDlD AXCD
28 A3A TlA 11 AXA C5R
29 TlAD C3R 12 AlR P4AR
30 cxc PXC
D3C
P4A
31 P4R A3 A 14 C2D cxc
32 PXP AXP 15 TXC P4R
33 AXA TlD 16 PXPR PXP
TlCD T X A jaque 17 P3A P4CR
35 R3R T2D 18 A2A C3A
36 R4R R3A 19 TRlD TD lR
37 T3C T2AD 20 D4T AlT
38 T3AD T3A 21 T6D D2CR
39 R4D P3CD 22 Al A P5R
40 P4TD P X P jaque 23 AlR PXP
41 TXP T3D jaque 24 A3A D2R
42 R3A T8D 25 T (6) 3 D PXP
43 T5CD T8TD 26 AXP AXA
44 T5TD T7T 27 AXC D5R
TXP TXPA 28 T (1) 2 D A6T
46 T7T P4T 29 A3A D5C jaque
45
47 P5T TXP Abandonan.
48 P6T T7TD
49 P7T R4C PARTIDA 43
50 T7R R5T Gambito de Dama Rehusado
51 R3C T8T
52 TXP TXP Blancas Negras
53 TXP RXP
Capablanca. Spielmaa.
R2A T2D 1 P4D P4D
55 T5C P5T 2 P4AD P3AD
56 T8C T5D 3 C3AD C3A
R3A T5CR 4 C3A PXP
58 T8TR R7C 5 P3R P4CD
59 R3D P6T 6 P4TD P5C
Abandonan. 7 C2T P3R
PARTIDA 42
8 AXP A2R
9 0-0 0-0
Defensa Irregular 10 P3CD? P4A
11 A2C A2C
Blancas
Negras
12 ClA C3A
Dr. Vidmar Nimzóvitch
13 PXP C4TD
1 P4D C3AR 14 C5R CXA
2 C3AR P3R 15 cxc AXPA
3 P4A A 5 C jaque 16 C3D D4D
4 A2D D2R 17 C4A D4C
5 C3A 0-0 18 AXC DXA
6 P3R P3D 19 TlA TRlD
54
57
13
20 D5T
21 TR 1 D
22 T X T jaque
23 D5R
24 P3T
25 Dl T
26 TlD
DIAGRAMA 53
Negras
(Spielman)
TDlA
P3C
DXT
A2R
T4A
A3AR
T4D
AJEDREZ MODERNO 91
6 PXP
7 A3D
8 CR2R
9 D2A
10 A4T
11 P3TD
12 P4R
13 A3C
14 CXP
15 AX C
16 PT X A
17 0-0-0
18 C3A
19 C5C
20 P5D
21 PXA
PRXP
A3D
ClA
P3TR
D2R
A2D
P4CR
PXP
cxc
AXA?
D3D
A3R
D2A
D2D
PXC
DIAGRAMA 54
Negras (Capablanca)
27 TX T
28 C5R
29 C (4 A) 3D
30 DlR
31 CXA
32 D XP
33 D5A
34 P4CD
35 P5C
36 D3A
37 P4R
38 PXP
39 P5T
Abandonan.
PXT
D3D
A3T
AR XC
nx c
A6D
DlC
D2C
P4TR
A5A
D2R
AXPD
D5R
Blancas (Spielman)
Posición después de la jugada. 21. P X A
21 ..... DlA
Si 21. ....., D X P; 22. T R 1 R,
T 1 A; 23. D X T jaque, D X D jaque;
24. A 6 A jaque doble y mate.
Blancas
Spielman
PARTIDA 44
Peón de Dama
Negrás
Capablanca
1 P4D C3AR
2 P4AD P3R
·3 C3AD P4D
4 A5C CD2D
5 P3R P3AD
22 P X P jaque
23 T6D
24 RXD
25 AXP
26 R3D !
27 T lR
28 A5D jaque
29 T X T jaque
30 T8R
31 T8T
32 PXP
RXP
D X D jaque
TlR
T7R jaque
TXPA
T3A
R3C
RXT
P4TR
P5T
PXP
92 BARNIE F. WINKELMAN
33
34
35
36
37
38
39
40
4I
42
43
44
45
46
47
48
49
50
5I
52
53
54
55
56
TXP
A6A
PXP
R2A
PXP
A4T
T 7 R jaque
T 7 D jaque
A6A
P5C
T7R jaque
T7AD
T8A
R3A
R4A
T 8 D jaque
T 7 D jaque
R5A!
R6C
T 7 A jaque
T 7 D jaque
T4D
A 7 C jaque
T4AD
R4R
P6T
T X P jaque
P5C
C3R
C5A
R3D
R4R
T3T
T3D
T3R
R3D
T7R jaque
T6R jaque
T7R
R2A
RIA
TXP
T7R
RID
RIA
C3R
RIC
Abandonan.
Gambito de Dama Rehusado
Blancas
Rúbinstein
Negras
Reti
1 P4D C3AR
2 P4AD P3R
3 C3AD P4D
4 A5C CD2D
5 P3R P3AD
6 C3AR D4T
7 PXP C5R
8 PXPR PXP
9 D4T DXD
10 cx n A5 C jaque
11 R2R P4C
12 C3A cxc
AXP
I3 PXC
14 TIA P5C
15 RID P4R
I6 PXP
C4A
C3R
18 C3A CXA
19 cxc A5C jaque
20 R2A 0-0-0
I7 C4D
2I A3D
A7R
22 TRID TXA
23 TXT A X T jaque
24 RXA TI D jaque
25 R4A T7D
26 C4R TXPT
27 CXA PXC
28 P4A! TXP
29 TXP R2D
30 T3T R3R
31 T X P y ganaron
CAPÍTULO XV
LA
BRILLANTEZ
Nuestro propósito al anotar los
numerosos ejemplos donde los maestros
han cometido errores, no tiene,
por supuesto, la intención de criticar
su habilidad, sino simplemente
señalar el hecho de que jugar
correctamente en un torneo mundial
o internacional resulta una tarea de
extraordinaria dificultad.
En efecto, hallándose los maestros
que intervenienen en el torneo, supeditados
al tiempo límite de quince
a veinte jugadas por hora, el experto,
al mismo tiempo que considera muy
profundamente la posición, puede
decirse que solamente raspa la superficie
de las numerosas combinaciones
que existen.
Y o creo que la gran mayoría de
los maestros que vuelven a examinar
sus partidas qespués de jugadas, encuentran
con suma frecuencia valiosas
variantes que escaparon a su
atención. Estas omisiones debemos
atribuirlas, indudablemente, al escaso
tiempo que dispusieron para realizar
un estudio más metódico de
la posición.
El reverso de la medalla es más
importante. En todo torneo se juegan
partidas de admirable profundidad
y precisión, y una lista de las
que han sido elegidas para otorgarles
premios de brillantez llenarían
gran cantidad de interesantes volúmenes.
Véase la siguiente extraordinaria
combinación en una partida jugada
en 1911.
DIAGRAMA 55
Ner:ras
Blancas
Posicióp después de la. jugada 19. P i A .lt
19
20 R 1 C
21 PXT
22 R2C
T X PAD jaque
C6R
A6D jaque
C7A!
y ganaron.
Una de las más brillantes partidas
jugadas en los torneos de N orteamérica
tuvo lugar en el realizado por
la «Western Association Meeting•,
en 1933. El final puede compararse
a las mejores de Morphy o de
Pillsbury.
Blancas
Fine
1 P4D
2 P4AD
PARTIDA 45
Defensa India
Negras
Dake
C3AR
P3CR
94 BARNIE F •. WINKELMAN
3 P3A P4D
4 PXP CXP
5 P4R C3C
6 A3R A2C
7 C3A 0-0
8 D2D P4R
9 P5D P3AD
10 P4TD PXP
11 PXP D5T jaque
12 A2A D5CD
13 P5T C5A
14 A x e DXA
15 CR2R C3T
16 0-0 C4A
17 AXC D X A jaque
18 RlT TlD
19 D5C P3A
20 D4T P4CR
21 D4T A4A
22 TRlD TDlA
23 C3C A3C
24 CR4R D5A
25 D3T Al A
26 P6D R2C
27 T5D A2A
28 T2D T3A
29 TD lD T3T
30 DlT P3C
31 DlA TXPT
32 CXPA RXC
33 C4R jaque R2C
34 T2A D5T
35 D X P jaque A3C
36 T 7 A jaque RlC
37 D X A jaque Abandonan.
En el torneo de San Petersburgo,
de 1914, la partida que el doctor
'l'arrasch le ganó a Nimzóvitch constituye
una joya de gran valor, y no
conquistó el primer premio de brillantez,
únicamente a causa de su
similitud con otra en la que triunfó
Lásker contra Bauer, en el Torneo
de Amsterdam, realizado en 1889.
Esta partida debe ser estudiada y
recordada por todos los amantes del
ajedrez.
PARTIDA 46
Apertura del Peón de Dama
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
Blancas
Nimzóvitch
Negras
Tarrasch
P4D
P4D
C3AR
P4AD
P3R
P3R
A3D
C3AR
0-0 A3D
P4AD
C3AD
P3CD 0-0
A2C
P3CD
CD2D
A2C
TlA
D2R
PXPD PRXP
C4T?
P3C
CR3A TDlD
PXP
PXP
A5C
C5R
AXC
AXA
D2A
DIAGRAMA 56
Negras (Dr. Tarrasch)
m m //. m•m </
- - -i-i
mim % -% i B
///,z
B M1B B
B B4'B m
- - --
%. ,ea¡ %
-- - -
· f J. , iUJ
tm B n ;A__·_, Bm.JJ wJ_
Blancas (Nimzóvitch)
Posición después de la Jugad.a 17. D 2 A
17 c xc
18 cxc P5D!
19 PXP A X P jaque
20 RXA D5T jaque
21 RlC AXPC
22 P3A TRlR
23 C4R D8T jaque
24 R2A AXT
25 P5D P4A
26 D3A D7C jaque
27 R3R T XC jaque
28 PX T
29 RXP
30 R5R
31 R6R
Abandonan.
AJEDREZ MODERNO 95
P 5 A jaque
T 1 A jaque
D 7 T jaque
T 1 R jaque
El Torneo de Praga de 1923 parece
haber inspirado a todos los contendientes
para concebir brillantes partidas.
Alekhine, que produjo aquí su
famoso cotejo con Grünfeld, venció
también al· doctor Tarrasch en la
partida que damos a continuación,
donde la fría lógica se encuentra
combinada con la brillantez, para
estructurar una producción del más
alto valor.
Blancas
Dr. Tarrasch
PARTIDA 47
Ruy López
Negras
Alekhine
1 P4R P4R
2 C3 AR C3 AD
3 A5C P3 CR
4 P4D CXP
5 c xc PXC
6 DXP D3A
7 D3D A2C
8 C3 AD P3 AD
9 A4AD C2R
10 A3 R
Aquí debía haberse jugado P 4 T D
para neutralizar el avance de los
peones en el flanco de dama.
10
11 A3 C
12 P4TD
P4CD
P4TD
Correspondía en este momento
P 3 T D. La jugada del texto es mala.
12
13 ClD
14 0-0
P5C
0-0
P4D
Preservando una pequeña superioridad,
Alekhine abre la columna
AD para su torre, y presiona el
centro y el punto 2 A D. Todo su
plan es digno del más cuidadoso
estudio.
15 P X P
16 A4AD
17 DXA
18 D3D
A3 TD
AXA
PXP
P5D
U na posición muy poco usual. Con
piezas y peones iguales fas blancas
se encuentran perdidas, aprisionadas
en una red hábilmente tejida.
19 A2D
20 TlR
21 TD 1 A
22 P3 CD
23 T4R
24 C2C
25 Axe
26 D2R
27 P4CR
28 T 8 R jaque
29 D X T jaque
30 T 1 AR
31 C3 D
32 C5R
33 C7D
34 TlD
35 T lAR
36 D 5 R jaque
37 C XD
38 C4A
39 TlD
40 C X PT
TDlA
T2A
TRIAD
D4A
C4D
C6A
TXA
A3 T
D3A
TXT
R2C
TXPAD
D6AR
D4D
D3D
A6R!
A4C
DXD
A5A
T6A
P6D
R3 A
Con la totalidad de sus piezas en
acción, las negras bien pueden devolver
el peón.
41 P4TR
42 R2C
43 R3 A
44 C4A
45 C3 R
R4R
R5D
A2A
TXPC
T6A y ganan.
96 BARNIE F. WINKELMAN
En el mismo torneo Sir George
Thomas jugó una espléndida partida
contra Spielman. Las que obtuvieron
premio de brillantez fueron
inusitadamente bellas, encontrándose
en esta condición la famosa de
Alekhine contra Bogoljubow. Yates,
representante de Inglaterra, demostró
su fuerza como maestro en su
extraordinaria actuación contra Alekhine.
Como ya lo he indicado en un
capítulo anterior, existen maestros
que sólo se encuentran a un paso
de los diez primeros del mundo, y
que son artistas de consumada habilidad
y conocimiento, pero muy
a menudo no pueden desplegar su
indiscutible talento en razón de la
superioridad -que aunque muy pequeña-
poseen sus oponentes.
Con el objeto de impedir el avance
de las blancas en el ala de dama.
10 A3R
11 A4 D
12 cxc
13 P5AD
14 AXP
15 A4D
16 T lR
17 AlAR
C5C
CR4R
cxc
PXP
P3 CD
A3 TD
D3D
AXA
Ahora las negras tienen posición
superior.
18 TXA
19 AXC
P4AD
DXA
Aquí resulta claro el valor que
tiene una dama colocada en una
fuerte posición.
Blancas
Alekhine
1 P4D
2 P4AD
3 P3CR
PARTIDA 48
Peón de Dama
Negras
Yates
C3AR
P3CR
La técnica más aprobada.
3
4 A2C
5 C3AD
6 C3AR
A2C
0-0
P3D
C3A
Esto procede de Amos Burn, gran
maestro de Inglaterra durante muchos
años. Las negras desean provocar
el avance del peón de dama
para conseguir la casilla 4 R para
su caballo.
7 P5D
8 P4R
9 0-0
ClC
CD2D
P4TD
20 D3C
21 D 5C
22 TD 1 R
23 D7D
24 P XP
TDlC
P4AR
P5AR
.TD lD
Necesario para evitar que las negras
jueguen P 6 A ! !
24
25 D6R jaque
26 P3AR
27 Rl T
DX P
RlT
D4C jaque
Con D 4 C las blancas tenían posibilidades
de tablas; pero juegan para
adjudicarse la victoria y, como sucede
muy a menudo en tales circunstancias,
pierden.
27
28 D3T
29 T2R
30 C 1 D
31 C3 R
T3 D
A4R
TD3AR
T5A
T5T
Las blancas no tienen defensa con- 47 T 3 A
tra la tormenta que se prepara. Las 48 R 3 T
acciones han alcanzado una tensión 49 R 3 C
de rara belleza.
50 R 3 A
AJEDREZ MODERNO 97
D 8 C jaque
D 8A jaque
A 7 A jaque
ABC jaque
32 D6R
33 C4 C
D4T
Las blancas abandonan.
Una obra de arte.
DIAGRAMA 57
Negras (Yates)
En una partida entre Márshall y
Kashdan, jugada en la «Metropolitan
League», las blancas utilizaron
el mismo tema de jaques cruzados.
En la partida viva, este tema tiene
gran dificultad y se halla fuera del
conocimiento de la mayoría de los
aficionados, aun de aquellos considerados
como de primera fuerza.
Blancas
(Alekhine)
Posición después de la jugada 33.
33 .....
Decisivo.
34 PXT
35 R2C
C 4 C
T X T jaque
D X P T jaque.
¡Nótese el formidable poder de
dama y alfil . en manos de un maestro
inspirado!
36 RXT
37 R2A
38 R3C
39 R3T
40 T2C
41 R3C
42 R3T
Amenazando mate.
43 T2AD
44 R2T
45 R3T
46 R3C
D 8 T jaque
A5D jaque
D8C jaque
D 8 A jaque
D 8 T jaque
D SR jaque
P4C
D BA jaque
D 8 C jaque
D 8 T jaque
D8D
14
Blancas
Má.rshall
PARTIDA 49
Peón de Dama
Negras
Kashdan
1 P4D C3AR
2 C3AR P3R
3 P4A A5C jaque
4 A2D D2R
5 C3A P3CD
6 P3R A2C
7 A3D AXCD
8 AXA C5R
9 AXC AXA
10 0-0 0-0
11 C2D A2C
12 P4R P3D
13 D2R C2D
TDlR
P4R
15 P4A PXPD
16 AXP P4AR
17 D3D TDlR
18 D3CR C3A
19 PXP D2A
20 D5C P3TR
21 D4T -·· C5R
98
22 ex e
23 TX T
24 TlR
25 PXP
DIAGRAMA 58
Negras
(Kashdan)
BARNIE F. WINKELMAN
TX C
AX T
P4D
DXP D
En Nueva York, en el año 1924,
tuvo lugar un histórico encuentro
con la concurrencia de la élite mundial
de los maestros, produciéndose
allí gran cantidad de extraordinarios
episodios.
El Dr. Emanuel Lásker y el maestro
de su mismo apellido Eduardo
Lásker, jugaron 103 movidas de un
Ruy López lleno de complicaciones,
de tramas, celadas y contraceladas,
inclinándose la victoria una vez hacia
un bando y luego hacia el otro_
Después de realizadas 92 movidas,
Eduardo Lásker tenía una torre y
peón contra un caballo del ex campeón
mundial. Seguramente más que
suficiente fuerza como para obtener
el triunfo en la contienda. Pero el
fértil cerebro del Dr. Lásker construyó
una posición que podría haber
sido el crédito de cualquier
problemista, y entabló la partida con
el caballo solo.
DIAGRAMA 59
Negras (Eduardo Lásker)
Blancas (Márshall)
Posición después de la jugada 25 . . . , D X P D
26 AX P CR
27 A5R
28 TX A
29 D 7 R jaque
30 D 8R jaque
31 D 7D jaque
32 D 6 R jaque
33 D 7R jaque
34 D 8 R jaque
35 D 8T jaque
36 D 8C jaque
37 D8Rjaque
38 D 6 C jaque
39 A6A jaque
40 p 3 e jaque
41 D 5T mate.
TX P
R2T
DX T
R3C
R2T
R3C
R2T
R3C
R2T
R3C
R4T
R5C
R5T
TX A
R6T
Blancas (Dr. Lásker)
.Juegan las blancas.
¡Tablas!
En 1927 se presentó un final semejante
en Nueva York, donde el campeón
mundial Alekhine obtuvo tablas
en una posición aparentemente
desesperada.
DIAGRAMA 60
Negras
(Alekhine)
Blancas (Vidmar)
Posición después de la jugada 47. A X P'
AJEDREZ MODERNO 99
La partida de .Capablanca contra En Bad Kissingen, empleó nueva-
Subarev en el torneo de Moscú de mente tácticas similares en una de
1925, resultó un bello ejemplo de su las partidas más hermosas del ajeestilo
preciso. La posición crítica se drez moderno. En una posición apada
a continuación.
rentemente simple, y habiéndose ya
cambiado las damas, construyó un
mate de problema:
DIAGRAMA 61
Negras (Subarev)
PARTIDA 50
Defensa Irregular
Blancas (Capablanca)
Posición después de la jugada 23:
!D X P A
Las negras jugaron A X P C y
Capablanca se adjudicó la partida
en forma brillante.
Su partida contra Nimzóvitch en
Nueva York, 1927, fué clásica:· «Una
Capablanca genuina». La posición
desde la cual el otrora campeón
del mundo consiguió crear un final
notable, se ilustra en el diagrama
que sigue.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
Blancas
Bogoljubow
P4D
P4AD
C3AR
C3A
A5C
P3R
AXA
cxc
C2D
A2R
A3A
DXA
D3C
PT XD
P4CR
P3T
R2R
Negras
Capa.blanca
C3AR
P3R
P3CD
A2C
A2R
C5R
DXA
AXC
A2C
D4C
AXA
C3A
DXD
R2R
P3TR
P3T
DIAGRAMA 62
Negr3s (Capa.blanca)
DIAGRAMA 63
Negras (Capa.blanca,)
Blancas (Nimzóvitch)
Posición después de la jugada 30 . . . , C 4 A
Blancas (Bogoljubow)
Posición después de la jugada 17. R 2 R
100
17
18
19
20
21
22
23
24
25
26
27
28
29
30
31
32
33
34
35
TRlCD
C4R
P4CD
P5A
P4D
P X P a. p. jaque P X P
P4A
TlAD
P5A
C4T
R3D
C5A
TDlCD P4D
C3A
T3A
PXP
PX P
P5C
PX P
T5T
R3A
T3T
TDlAD
C2T
P4T
T3A jaque R3C
P4CR
C3D
C3A
P5C
PXP
PXP
ClD
T7A
BARNIE F. WINKELMAN
DIAGRAMA 64
Negras (Capablanca,)
1 BIR - -
:m B B M
- _i_é_
B ,,/d,,
B m•R B
- .·.//.
--%
m. BwBJ;1.g
mxm m -
-- -
.v,%
Blancas (Bogoljubow)
Posición después de la jugada 35 . . . ,
36 T2A P6C
37 TlT C5R
T2R
TD3A
38
39 TlC P4R
T 7 A
40 TlT TD5A
41 T5T C4A jaque
Abandonan.
CAPÍTULO XVI
FRANK J. MARSHALL, CAMPEON DE ESTA.DOS UNIDOS
DE AMERICA
La actuación del campeón americano
fué realmente brillante, pues
obtuvo una sucesión de primeros y
segundos premios en torneos internacionales
realizados en Europa y
América. Llegó a ser considerado
como el tercero o cuarto entre los
maestros mundiales y su nombre
todavía es único para ser evocado
en ajedrez, ya que su colección de
hermosas partidas lo revelan como
un gran artista del tablero. Naturalmente,
en los últimos tiempos, a
causa de su avanzada edad, su juego
se debilitó, y hubo de perder su corona,
pero fué necesario el esfuerzo
de un maestro de primera magnitud
para derrotar lo.
Márshall fué uno de los más populares
maestros internacionales: un
caballero en el más alto grado, siempre
dispuesto a favorecer el adelanto
de nuestro espléndido juego.
Blancas
Márshall
PARTIDA 51
Gambito del Rey
Negras
Pillsbury
I P4R P4R
2 P4AR PXP
3 C3AR P4 CR
4 A4 A A2C
5 P4TR P3TR
6 P4D P3D
7 D3D
Aquí era mejor 7. C3AD,
7 P5C
8 CIC D3A
9 P3A P4TR
10 C3TD C2R
11 C2R C3C
I2 P3CR
El principio de una combinación.
I2
13 TIA
14 A X P jaque
I5 AX C
16 T2A
I7 A3R
18 AXA
19 CXD
20 RID
21 R2A
22 A2D
23 D3R
PXP
D XPT
RID
p 7 e jaque
TIA
A3T
P 8 C == (D)
jaque
D X T jaque
D XC jaque
T 7 A jaque
DXT
Las blancas están mejor; el flanco
de dama negro se encuentra sin desarrollo
y las jugadas son, en gran
parte, forzadas.
23
24 DXT
T X A jaque
A2D
102 BARNIE F. WINKELMAN
25 D 5 C jaque
26 A5A
RlA
P3C
No A X A, pues entonces 27. D 8 C
jaque, R 2 D; 28. D 7 A jaque.
27 D8C jaque
28 AX A
29
D 5 D jaque
30 D X P D
R2C
CX A
P3A
TlD
3 C3AD C3AR
4 PX P PX P
5 A4A C3AD
6 P3R P3R
7 A3D A2R
8 C3A 0-0
9 C5R
Iniciando un ataque que parece
prematuro.
Las negras pudifron empatar fácilmente
jugando · 1 AR o T 1 AD
en seguida, en lugar de la movida
del texto.
31 P5D TlAR
Demasiado tarde. Es dudoso que
las negras puedan ahora obtener
tablas.
32 P X P jaque
33 PX C
34 R3C
35 R4T
Las negras abandonan.
RlT
T7 A jaque
DX PC
jaque
Si ahora 35. P 4 C jaque ; 36. R 5 T,
D X P jaque; 37. R 6 T, y las negras
tampoco tienen continuación aceptable.
PARTIDA 52
9 cxc
10 P xc C2D
11 D2A P3CR
12 P4TR C4A
13 P5T C X A jaque
14 nx c P4CR
15 A3Q P4AR
16 P X P a. p. AX P
17 TlD D3C
18 T2D A2D
19 0-0 TD lA
20 TlA A4C
Ahora, por un tiempo, las negras
dirigen las acciones e intentan construir
una posición de triunfo.
21 D2A
22 D3C
23 TD2A
24 D3T
25 P3C
T5A
D3A
TlA
A3T
El principio de una combinación
que toma a las negras por sorpresa.
Gambito de Dama Declinado
25
T4A
Blancas
Márshall
1 P4D
2 P4AD
Negras
Atkins
P4D
P3AD
Si en lugar de esto juegan 25 . . .... ,
T X C; entonces 26. T X T, A X T;
27. D 7 R, P 3 T R; 28. T X A, D X T;
29. D X P jaque, ganando.
Atkins a menudo emplea movidas
originales.
26 C X P
27 TX T
DIAGRAMA 65
Negras (Atkins)
Blancas (Márshall)
Posición después de la. jugada. 27. . . • D X T
AJEDREZ MODERNO 103
4 AXP
5 C3AR
6 0-0
7 C3A
8 D2R
9 P3TD
' 10 A2T
11 PXP
12 P4CD
13 A2C
14 TD lA
15 Al C
16 C4R
17 AX C
P3R
P3TD
P4A
D2A
C3A
P4CD
A2C
AXP
A3D
0-0
D2R
TDlA
cx c
28 C X A jaque
29 D 6D !
R2 A
RXC
DIAGRAMA 66
Negras (Schléchter)
Si en este momento las negras jugaran
D 3 A, entonces la réplica sería
30. C 4 R, D X C; 31. D 7 D jaque,
etcétera.
30 A 5 R jaque R4A
Si el rey fuera a 2 A, seguiría
31. D 7 D jaque, R 1 A; 32 . A 6 D jaque,
R 1 C; 33. D X PR jaque, R 2 C;
34. P 6 T jaque, y mate en la próxima
movida. Esta partida deja la sensación
que las negras contra el primer
ataque llevado por Márshall se defendieron
prematuramente. En el
segundo, su posición, que parecía tan
buena, se desmoronó a causa de la
debilidad de los peones del flanco
de rey.
31 P3 A Abandonan.
Blancas
PARTIDA 53
Gambito de Dama
Márshall
1 P4D
2 P4AD
3 P3R
Negras
Schléchter
P4D
PXP
C3AR
Blancas
(Márshll)
Posición después de la. jugada· 17. A X C
17 ..... P4A
La posición de las negras era perfectamente
sólida, pero no obstante
y aunque el curso de las acciones
parece desarrollarse en la forma
más natural, Schléchter, sin notarlo,
pronto se encuentra en manos de su
oponente.
18 AlC
19 TRlD
20 A 2 T jaque
21 C5C
P4R
P5R
RlT
Sin esta elegante jugada, las negras
hubieran tenido tiempo para
defenderse en forma adecuada por
medio de A 4 R. Ahora a 21. .....,
A 4 R, las blancas responderían
104 BARNIE F. WINKELMAN
22. C X P T, ganando por lo menos
la calidad. La amenaza directa es
C 7 A jaque. La posición abunda en
bonitas posibilidades; por ejemplo,
desdeñando las simples líneas precitadas,
podría jugarse: 21. . ....,
A 4 R; 22. D 5 T, P 3 C (no P 3 T a
causa de D 6 C, etc.) ; 23. D 2 R,
A X A; 24. D X A jaque, D 3 A, o
C 4 R; 25 . T 7 D con un hermoso final.
Sin embargo, todo esto no es
forzado, ya que las negras pueden
jugar 23 . A 3 A. 23 . D X C hubiera
perdido, en razón de la réplica
¡ T X C ! Schléchter tuvo que reconocer
que lo mejor que tenía a su
disposición era la entrega a Márshall
de las dos importantes diagonales
.
21
22 TXA
23 P4TR
Dx c
TRlD
Con esta ingeniosa movida, está
sellada la suerte de las negras.
23 . . . . • D5C
Existe la elección entre esta jugada
y D 2 R. A esta última hubiera
seguido T 6 R, para luego con D 5 T
amenazar T 6 T; o más simplemente
aún, P 5 T y P 6 T. Debe notarse que
D 2 A R, en respuesta a T 6 R, se halla
fuera de consideración, a causa
de TR XC, y si D X A, entonces
A X P jaque, ganando la dama.
Si 23 . . ...., D X P; 24. A X P jaque,
R X A; 25. D 2 C jaque, R 1 A;
26. D 8 T jaque, R 2 R; 27. T 6 R jaque,
R 2 A; 28. T 6 A jaque doble y
mate en dos.
Después de esta jugada tranquila,
todo ha terminado. En realidad, la
esperanza de las negras ha desaparecido
con la posesión de la columna
de dama por su oponente. Esta bella
partida constituye uno de los muchos
ejemplos con que el maestro
americano ha contribuído a la literatura
del ajedrez.
27
28 TX C
29 D7R
Blancas
Levihki
PARTIDA 54
Defensa Francesa
P5A
TlAR
Abandonan.
Negras
Márshall
1 P4D P3R
2 P4R P4D
3 C3AD P4AD
4 C3A C3AD
5 PRXP PRXP
6 A2R C 3A
7 0-0 A2R
8 A5CR 0-0
9 PX P A3R
10 C4D AXP
11 CX A PXC
12 A4C D3D
A3T
TDlR
14 D2D A5C
13
Con esta interclusión las negras
obtienen un buen dominio de la posición.
15 AX C TX A
16 TD lD D4A
17 D2R AX C
18 PX A DXP
19 TX P
24 D2D
25 D XT
26 D7A
27 A3C
TX T
TlD
AIT
Recobrando el peón entregado, pero
Márshall vislumbra ocultas posibilidades
en la situación, y procede
en consecuencia.
19
20 D5T
C 5 D
T D 1 A R
Si P 3 C R; 21. D 5 T , etcétera.
21 T5R
22 D5C
23 T5AD
T3T
TXA
Con la intención de continuar con
T 7 A y luego D 5 R o D 7 R.
23 D6CR
AJEDREZ MODERNO 105
Se puede buscar en vano una con-
clusión semejante a ésta. Resulta un
verdadero problema, en el que la
dama se ofrece en sacrificio en tres
formas diferentes. Si 24. P A o
P T X D, C 7 R jaque fuerza el mate.
Si 24. D X D, C 7 R jaque; 25. R 1 T,
C X D jaque; 26. R 1 C, C X T con
un caballo de ventaja.
24 Abandonan.
Algunas partidas más recientes de
Márshall son incluídas en otros capítulos.
CAPÍTULO XVII
EL JUEGO DE APERTURA - EL PRINCIPIO
DE PROPORCION
La apertura debe ser jugada con
el mayor cuidado. El orden en que
se efectúan las movidas resulta de
extrema importancia, y la más pequeña
desviación de las líneas regulares
merece del jugador toda la
atención posible.
En San Remo, en 1930, en una partida
entre los maestros Alejandro
Alekhine y Akiba Rúbinstein, éste
perdió un peón en la movida 13
.a causa de su juego indiferente en
1a apertura.
Blancas
Alekhine
1 P4D
2 C3AR
3 P4A
4 A5C
5 P3R
6 C3A
7 TlA
8 D2A
9 PXP
10 A3D
11 0-0
12 A4AR
13 C X P
Negras
Rúbinstein
P4D
C3AR
P3R
CD2D
A2R
0-0
TlR
P3TD
PXP
P3A
C5R
P4AR
Y el conductor de las blancas consigue
ganar un peón, a causa de la
amenaza A 7 A.
En Cárlsbad, en 1921, el ex campeón
mundial - Capablanca perdió
una pieza en la jugada 12:.t.
Blancas
Saemisch
Negras
Capablanca
1 P4D C3AR
2 P4AD P3R
3 C3AD A5C
4 P3TD A XC jaque
5 PXA P3D
6 P3AR P4R
7 P4R C3AD
8 A3R P3CD
9 A3D A3T
Las negras, conducidas por Capablanca,
incurren aquí en una infortunada
transposición de movidas.
C 4 T debía jugarse primero.
10 D4T
11 P5D
12 P XC
A2C
D2D
Y aunque las negras lucharon valientemente
durante cincuenta movidas
adicionales, no pudieron salvar
su juego.
Naturalmente que una correcta
apertura puede echarse a perder por
el empleo de tácticas indiferentes en
el medio juego o errores en el final.
Pero entre los maestros, cuyo cono-
AJEDREZ MODERNO
DIAGRAMA 67
cimiento de las complicaciones del
Negras
medio juego es uniformemente profundo
y cuya técnica de los finales
se halla situada en un alto plano, la
precisión en la apertura resulta un
factor fundamental. Elegir una variante
inferior es condenarse a sufrir
permanentes dificultades durante
el desarrollo de la partida.
En Pasadena, en 1932, talentosos
expertos americanos se encontraron
con Alekhine. Varias partidas no llegaron
más allá de la apertura. Citaremos
un solo
Blancas (Fink)
ejemplo.
(Alekhine)
Posición después de la jugada 11 ... , T 1 R
107
Blancas
PARTIDA 55
Apertura Ponziani
Negras
A. J. Fink Dr. A. Alekhine
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 P3A P4D
Las blancas, que eligieron esta
apertura, debían haber luchado en
un terreno bien conocido por ellas.
4 D4T C3A
Una movida que se atribuye a
Leonhardt y que constituye la línea
más fuerte para la defensa.
5 C X P
6 ex e
7 P5R
A3D
PX C
Inferior. Lo mejor, en este momento,
es P4D.
7
8 P4D
9 D X P jaque
10 D6T
11 A2R
AX P
A3D
A2D
0-0
TlR
12 C2D
13 P4TD
TlC
A fin de parar la amenaza de A4C.
13
14 C l A
Abandonan.
D2R
A4C!
Pero también un campeón mundial
puede ser sorprendido en líneas
desacostumbradas, y una movida inexacta
resultarle irreparable.
Blancas
Máttison
Apertura Vienesa
Negras
Alekhine
1 P4R P4R
2 C3AD C3AD
3 C3A P3D
4 P4D A2D
5 A4AD PXP
6 CX P C3A
7 º_;º A2R
8 C5A AX C
9 PX A 0-0
10 P4CR C2D
11 P4A C3C
12 A3D P3A
13 P3TD P4D
14 P4TR C5D
108
15 A3R
16 AXC
17 C2R
18 AX C
19 DXP
20 C XD
21 TD 1 D
BARNIE F. WINKELMAN
P4A
DIAGRAMA 68
PXA
C5A
PXA
D X D jaque
A4A
Negras
(Monticelli)
y ganaron con el peón extra, después
de 42 movidas.
Problemas diferentes surgen en
aquellas variantes de aperturas que
se hallan sujetas a corrientes discusiones
y análisis.
Gran número de líneas se encuentran
dentro de esta categoría; no
deben ser consideradas como definitivamente
favorables ni como inferiores,
pues la última palabra
sobre ellas no ha sido aún pronunciada.
Blancas
Sir G. A. Thomas
Negras
H. Monticelli
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C P3TD
4 A4T P3D
5 A XC jaque PXA
6 P4D P3A
7 A3R C2R
8 D2D C3C
9 C3A A2R
10 P4TR! 0-0
11 P5T ClT
12 0-0-0 C2A
13 TD lC A2D
14 P4CR PXP
15 CXP C4R
16 D2R DlA
17 C5A TlR
18 P4A C2A
19 P6 T CXP
Blancas (Thomas)
Posición después de la jugada 19 . . ., C X P
20 C X P C !
Y las blancas obtuvieron el triunfo.
Ciertamente que no es un error
encontrar en el juego de ajedrez
aquellos principios que son la razón
fundamental de toda vocación y de
todo el aspecto de la vida.
Tal es el principio de la proporción,
tan bellamente expresado por
Lásker.
Brevemente explicado, significa
que el objetivo inmediato debe ser
proporcionado por una posición que
justifique un esfuerzo para volverla
ligeramente ventaj osa para nosotros:
una pequeña ventaja justifica, a su
vez, un esfuerzo para obtener una
mayor, y sólo la decisiva superioridad
invita a la intrepidez necesaria
que da el triunfo, en que generalmente
culmina la partida. Su exacto
desarrollo nos indica algo de los procesos
mentales que revelan al ajedrez
magistral, en contraste con el
juego del aficionado.
Un principio resulta claro -expresó
el doctor Tarrasch hace muchos
años-: jugar para ganar cuando la
posición no con tiene los elementos ·
necesarios para ello, es un camino
seguro para la derrota.
Blancas
Dr. A. Alekbine
PART IDA 56
Ruy López
Negras
Bogoljubow
I P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C P3TD
4 A4T C3A
5 A xe PD XA
6 C3A A3D
7 P3D P4A
8 P3TR A3R
9 A3R P3T
10 P4TD P5A
11 P4D PXP
I2 AXPD A5CD
I3 0-0
P3A
Aquí las negras evitan la línea
simplificadora I3 . . ...., A XC;
14. A X A, C X P; I5. D X D jaque,
T X D, pues se encontraban
con puntaje inferior en el segundo
cmatch» por el campeonato del
mundo.
DIAGRAMA 69
Negras (Bogoljubow)
AJEDREZ MODERNO 109
I9 C7C T2D
20 C6D jaque R2R
2I C4D A4D
22 P 3 C R C X P jaque
23 R2T C4C
24 P4A C5R
25 C (6 D) 5 AjaqueR ID
26 C X PC P3A
27 TD ID RIA
28 C ( 4 D) 5 A P X P
29 P X P TIC
30 P6R TD XC
3I e X T
T X e
32 TXA PXT
33 T 8 A ja que R 2 A
34 T 7 A jaque y ganaron.
1
2
3
4
5
6
7
8
9
Blancas
Dake
PARTIDA 57
Apertura Zúkertort
Negras
Sant.asiere
C3AR
C3AR
P4AD P3CR
C3AD A2C
P3CR
P3D
P4D 0-0
A2C
CD2D
0-0 P4R
PXP
PXP
P4CD
DIAGRAMA 70
Negras (Sant.asiere)
Blancas
(Alekbine)
Posición después de la. jugada 13 . . . , P 3 A
I4 P5R
I5 C4R
16 A5A
17 DXDjaque
I8 CXA
C4D
C5A
AXA
T XD
P3CD
Blancas (Dake)
Posición después de la. jo¡ada 9. P 4 C D
110 BARNIE F. WINKELMAN
9
10 P5C
11 C4D
12 P5A
13 A5C
14 AX C
15 C X P
16 C X A jaque
17 D2A
18 P3R
19 TD lA
20 D 5 AD
21 T3A
22 PX P
23 C X P
24 DX C
P4TD
P5R
C4R
D2R
DX P
AX A
D3C
DX C
D3C
TlR
T2R
D3AR
P3A
PX P
T2A
Abandonan.
En el mismo torneo, después de
dieciocho movidas, fué alcanzada la
siguiente posición entre dos de los
más destacados expertos de la ciudad
de Nueva York.
DIAGRAMA 71
Negras
(Kashdan)
Blancas (Kevitz)
Las blancas, juzgando equivocadamente
la posición, jugaron 10. P 6 A
en un intento de forzar la partida,
pero sólo dieron a su fuerte adversario
la oportunidad de ganar brillantemente,
por medio de D X P. En
lugar de esta jugada, 10. T D X C
hubiera probablemente asegurado las
tablas, que es lo máximo que la posición
podía ofrecer a las blancas.
CAPÍTULO XVIII
ALEJANDRO ALEKHINE
En el año 1919, el autor del presente
trabajo se hallaba jugando
algunas partidas con el fuerte aficionado
E. S. Jackson (h.), quien
declaró haber descubierto un jugador-
cuyo estilo le parecía el más
profundo entre el de todos los expertos
existentes. Se refería a Alejandro
Alekhine, una de cuyas partidas
estuvimos analizando. El aserto
resultó profético, pues en menos
de una década Alekhine conquistó
el título de campeón mundial, al
vencer a Capablanca en Buenos Aires,
en un «match» que duró 34 partidas.
Su desempeño de entonces
habló de por sí, particularmente si
recordamos que en el torneo de Nue-·
va York, de 1927, Capablanca había
salido victorioso después de una
exhibición de ajedrez, que indicó
que se encontraba en el más alto
grado de eficiencia y, según la opinión
de muchos críticos, era imbatible.
También debe señalarse que
durante el transcurso de quince años
en «matches» y en torneos, Capablanca
no había sido superado sino
en raras ocasiones, y a grandes intervalos,
pudiendo sólo citarse entre
sus derrotas, la experimentada a
manos de Rúbinstein en San Sebastián,
en 1911; de Lásker y Tarrasch
en San Petersburgo, en 1914, y de
Reti, en Nueva York, durante el
torneo de 1924. U na década pasó
entre las de San Petersburgo y
Nueva York. El término «miedo a
Capablanca» fué inventado .. por los
maestros europeos para indicar la
condición mental de sus adversarios,
cuando se sentaban para oponerse a
una aparente máquina ajedrecística.
En La Habana, Lásker había sido incapaz
de conquistar un solo triunfo
y el destino de Kóstich que, en la
misma ciudad sufrió cinco derrotas,
era motivo suficiente para amedrentar
a un maestro menos decidido que
Alekhine. Ese «match» es ahora historia,
y nosotros sólo hemos incluído
aquí la trigésimasegunda partida,
que demuestra la superioridad de
Alekhine en la contienda.
La inesperada derrota de Capablanca
en la primera partida del
<:match» de Buenos Aires, sin duda
afectó su moral y sólo en pocos jue-·
gos pudo verse actuar al verdadero
Capablanca. Es evidente también,
que el gran maestro cubano se preparó
insuficientemente para la contienda,
ya que su previa experiencia
le había indicado que no era necesaria·
una preparación intensa. No
aceptando como cosa probada que
la superioridad de Alekhine haya
sido establecida por el resultado de
este «match», ella debe ser considerada
por lo menos igual a la demostrada
por Capablanca sobre
aquél anteriormente, en las partidas
jugadas entre ambos.
La notable característica de Ale-
112 BARNIE F. WINKELMAN
khine, era su amor por el juego, la
profundidad de sus trabajos de investigación
y lo más importante, su
.aumento de eficiencia año tras año.
En otro capítulo hemos dado dos de
sus partidas donde cayó derrotado a
manos de Lásker y Capablanca, en
1924 y 1927. En este último año se
llevó a cabo el memorable «match»,
con sorprendente despliegue de poderío
por su parte, y desde entonces
su eficiencia ajedrecística tuvo
un desarrollo ascendente extraordinario.
En el ·· torneo de Bradley Beach,
de 1929, Alekhine derrotó a los mejores
jugadores americanos sin perder
un solo juego, con un empate.
En San Remo, en 1930, se enfrentó
con la crema del talento internacional
y terminó con un puntaje de
trece partidas ganadas y dos tablas,
en un certamen que incluyó a casi
todos los grandes maestros mundiales,
con excepción de Capablanca.
Su actuación en este certamen resultó
sencillamente extraordinaria,
y las partidas jugadas demostraron
evidente superioridad sobre todos
los grandes maestros concurrentes.
Contra esas actuaciones, las de
Capablanca en Budapest, Barcelona
y Nueva York, en 1931, aparecieron
también como notabilísimas, en atención
a la indudable superioridad demostrada.
El estudiante que desea
comparar el poderío ajedrecístico de
estos dos formidables expertos, debe
pasar cuidadosamente todas las partidas
de ambos que damos en este
libro. Resulta evidente una diferencia
en su estilo. Alekhine era agresivo,
turbulento, áspero y preparado
en todo momento para dar la batalla,
tanto en el campo adversario como
en el suyo propio. Capablanca, en
cambio, era más cauto, con una mente
ajedrecística más simple, aunque
quizá más profunda.
Blancas
Alekhine
1 P4D
2 P4AD
3 C3AD
4 A5C
5 P3R
6 PXP
7 A3D
8 CR2R
9 C3C
10 P4TR
11 D2A
12 C5A
13 AXA
14 A3D
15 A4AR
PARTIDA 58
DIAGRAMA 72
Negras (Capablanca)
Blanca
(Alekhlne)
Negras
Capablanea
C3AR
P3R
P4D
CD2D
P3A
PRXP
A2R
0-0
ClR
CD3A
A3R
AXC
e 3 D (a)
P3TR
TIA
Posición después de la jurada 15 . . . , T l A
16 P4CR
17 P5C
18 A X C(5 R)
19 ex e
20 D X PR
2I RIA
22 DXD
23 R2C
24 TRIAD
25 TXT
26 TIC D
C (3 A) 5 R
P4TR
CXA
PXC
D 4 T jaque
D4D
PXD
T7A
TRIA
TXT
DIAGRAMA 73
Negras (Capablanca.)
-• i -• i- •·•¡
- - - -
m a1m mil
- a a a
- "' - 1
- -lf -
m 0.,%.
-I- Jlm -0z--' Ué
Blancas
(Alekhine)
iPosic:ión después de la Jurada. !6.
AJEDREZ MODERNO 113
T 1 C D
26 R2T
27 R3C R3C
28 P3A P3A
29 PXP AXP
30 P4T R4A
:n P5T T7R
32 TlAD TXPC
33 T5A R3R
24 P4R AXP
35 TXP A6A
26 T XP P3T
A7A
A8R jaque
38 R4C T 7 C jaque
39 R3T T7AR
40 R4C T 7 C jaque
41 R3T T7AR
42 P4A T6A jaque
37
43 R2C T7 A jaque
44 R3T T 6 A jaque
45 R2C T7 A jaque
46 RlC T7A
47 A6C T5A
48 R2C P3C
49 T 5 R jaque R2D
50 P5T PXP
51 R3A P5T
52 T5T T 6A jaque
53 R4C T5A
54 R5A AXP
M T 7 T jaque R3A
56 AXA T4A jaque
57 R6R TXA
58 P5A T6T
!)9 P6A T6AR
60 P7A P4C
61 T5T P6T
62 T5A TXT
63 PXT Abandonan.
(a) Todo este sistema defensivo
es artificial; puede solamente atrihuirse
al hecho de que por el puntaje
en su contra Capablanca se ha-
Haba deprimido.
La psicología de la defensa resulta
interesante. Las negras se conforman
con lo menos, y tratan de igualar
las acciones, lo cual es un proceso
ajeno al estilo de Capablanca.
Blancas
Alekhine
PARTIDA 59
Ruy López
Negras
Monticelli
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C P3TD
4 A4T C3A
5 0- 0 A2R
6 D2R P4CD
7 A3C P3D
8 P3A 0-0
9 P4TD TlC
10 PXP PXP
11 P4D PXP
12 PXP A5C
13 TlD P4D
14 P5R C5R
15 C3A c x c
16 PXC D2D
17 P3T A4AR
18 T6T RlT
19 C5C P3T
20 P4C A3C
21 C3A CID
22 ClR P3AD
23 C3D C3R
24 P4AR P4AR
25 P X P a. p. AXP
26 P5A CXP
27 PXC A X P jaque
28 R2C TDlR
114 BARNIE F. WINKELMAN
29 D3A A2A
30 C4A A4R
31 A3T TlCR
32 A5A AlC
33 A2AR T5R
34 DXT Abandonan.
PARTIDA 60
Gambito de Dama Rehusado
Blancas
Bogoljubow
Negras
Alekhine
1 P4D P4D
2 P4AD P3AD
3 C3AR C3AR
4 C3A PXP
5 P4TD A4A
6 C5R CD2D
7 C X P(4 A) D2A
B P3CR P4R
9 PXP CXP
10 A4A CR2D
11 'A 2C A3R
12 cxc cxc
13 0-0 D4T
14 D2A P3A
15 C4R A5CD
16 TRIA TlD
17 P4T 0-0
18 TlD C5A
19 ,A3T A2A
20 TXT TXT
21 TlD T X T jaque
22 DXT D4D
23 D2A D5D
24 A5A
DIAGRAMA 74
Negras
(Alekhine)
B g m•IJ
m1B -- 1
B•B m m
B % B % m.aa % 0%
- --- z-" ,-' %,%
, · " " , m
@ % % %,,;.;;,
%,,}¿:; % %,,%
M•B R
B R m ,,,,, li ,
Blancas (Bogoljubow)
Posición después de la jugada 24. A 5 A.
24 P3TR
25 ABA DXP
26 DXD cxn
27 AXP A4D
2B A2D AXC
29 AXA CXP
30 A6D P4AR
31 ABAD C6A
32 A6T C4C
A5A
R2A
34 P3A A4D
33
35 R2A P3C
36 R3R A5A
37 A7C A4D
3B A6T
A5A
39 P4C PXP
40 PXP C3D
41 A x e AXA
42 A5A Al A
43 P5C PXP
44 PXP R3R
45 AXP R4A
46 R4D Tablas.
CAPÍTULO XIX
EL BALANCE DE POSICION
Uno de los problemas más difíciles
para el aficionado de ajedrez es
el balance de posición. Al jugar
una partida contra un maestro, a
menudo después de veinte o treinta
movidas, se encuentra en una posición
tan grave que pronto le cuesta
material. Si examina y analiza sus
jugadas, se dará cuenta que no ha
cometido error grave alguno. Pero
la verdad es que la posición obtenida
es mala.
Esta situación surge de dos causas
fundamentales. En las partidas abiertas
de ataque, omite efectuar la defensa
exacta que la teoría preconiza.
Por otra parte, ejecuta movidas que
no son «malas», pero sí inferiores, y
la experiencia de los maestros ha
demostrado siempre que bajo la presión
gradual de las fuerzas atacantes,
la posición defensiva poco a poco se
desintegra.
En los más modernos tipos de juego
cerrado, el desastre se produce de
una manera más sutil. Algunas fuertes
columnas son abiertas para las
piezas atacantes -algunas casillas
«pivot» son dominadas -y a menos
que cada una de esas maniobras sea
anulada y se hayan tomado contramedidas
adecuadas, paso a paso se
llega a poseer una posición perdida.
Si nuestro adversario gana una columna
abierta, ella debe ser disputada,
o debe obtenerse alguna ventaja
compensatoria por ello. De otra
manera, la pequeña ganancia dará
lugar a otras mayores, y el resultado
será una decisiva superioridad posicional.
Resulta de lo más desconcertante
encontrarse repentinamente víctima
de un poderoso ataque que es una
formidable tormenta desencadenada
en un claro cielo. Los maestros perciben
estos ataques mucho antes de
que se tornen peligrosos. Ellos resultan
del agrupamiento estratégico de
fuerzas que gradualmente son reunidas
contra un punto dado del tablero.
Por consiguiente, tan pronto como
una sola pieza es dirigida contra el
rey o un punto débil, el maestro
equilibra la acción llevando sus propias
fuerzas al mismo punto. Una
larga experiencia indica que un número
de· piezas atacantes pueden hacer
poco daño cuando se le oponen
igual número de unidades activas.
En la partida siguiente, el negro
demostró ignorar este principio y
por ello el resultado fué un desastre.
Blancas
Capa blanca
1 C3AR
2 P4A
3 P4D
PARTIDA 61
Peón de Dama
Negras
Torre
C3AR
P4A
PXP
116 BARNIE F. WINKELMAN
4 CXP
5 C5C
6 A2D
P4R?
A5C jaque
A X A jaque
Las negras juegan en favor de su
adversario al cambiar su alfil negro,
especialmente necesario a causa de
la debilidad de 6 D, que amenaza
ocupar un caballo blanco.
7 DXA
8 CD3A
9 P3CR
10 A2C
11 C6D
0-0
C3T
C4A
P3TD
D4T
Dirigiéndose al flanco de dama. El
plan de las blancas es decidir la batalla
en el de rey, donde la ausencia
del alfil negro se hará sentir.
I2 0- 0
I3 TR ID
I4 PXP
I5 D5C
TIC
P4CD
PXP
C5T
Ignorando completamente la amenaza.
Deberían llevarse de inmediato
fuerzas al flanco de rey para equilibrar.
El AR y CD son ya útiles
para el ataque.
16 C5A
DIAGRAMA '16
Negras (Torres)
Blancas (Capablanca)
CIR
Poliición después de la Jugada 16 • . . ,
C 1 R
I7 C 6 T jaque
18 D7R
RIT
Abandonan.
Este proceso de mantener el equilibrio
de la posición es la característica
que distingue al ajedrez moderno,
y expiica el gran número de
partidas tablas que resultan entre
los encuentros de los maestros. El
empate en el cotejo internacional
requiere el desarrollo de la técnica
más elevada. Las tablas no se producen
por suerte o por haberse cambiado
todas las fuerzas en lucha, ni
tampoco a causa de que alguno de
los bandos haya quedado al final
con la ventaja de un alfil o un caballo,
que no es suficiente para conquistar
el triunfo. Resulta de la
científica oposición de fuerza a fuerza
-unidad a unidad- y el equilibrio
sostenido, oponiendo a toda acción
otra igual, ya sea en especie
o en grado.
El proceso va algo más lejos. Nimzóvitch
lo denominaba «sobreprotección»
de puntos débiles que resultan
aptos para el ataque o para transformarse
en el centro de futuros
combates. Ello es precaución, una
amortización contra posibles emergencias:
proporciona tiempo; es un
arma sutil, y, naturalmente, puede
llegar a extremarse su empleo, resultando,
en consecuencia, un juego
puramente defensivo más bien que
ofensivo.
El sentido del equilibrio no puede
ser adquirido en un día o un año. Es
el resultado de una aguda apreciación
del «peso» . de las piezas, consideradas
individual o colectivamente.
Diferencia al verdadero maestro del
«jugador de libro». De todo lo expuesto
resultan las siguientes máximas:
Un ataque contra la posición contraria,
que no se encuentre basado
en alguna positiva ventaja que po-
AJEDREZ MODERNO 117
seamos o en alguna desventaja de co de nuestra preponderancia de
las fuerzas defensivas, debe, nece- fuerzas.
sariamente, fracasar.
Cuando el adversario ya ha inicia-
Antes de iniciar el ataque es nece- do su ataque, contraatacar en el ala
sario adquirir alguna superioridad opuesta es correr el inminente peliposicional.
gro de llegar demasiado tarde. Por
Por lo común, el ataque debe ser consiguiente, un ataque en el flanco
lanzado directamente sobre el flanco se neutraliza mejor por medio de
donde existe nuestra ventaja: por otro central, si ello es posible. Las
ejemplo, donde tengamos una ma- acciones sobre el flanco pueden no
yoría de peones.
ser muy efectivas en la etapa inicial
Tal acción sería contenida por y la presión central, entonces, lo hará
medio de un contraataque en el flan- fracasar.
CAPÍTULO XX
LA COORDINACION DE LAS PIEZAS
Después que el e; tudiante ha adquirido
cierta períc a en el juego y
pone a prueba sus conocimientos
contra adversarios de real fuerza, la
profundidad de las posibles maniobras
en el tablero se le harán más
claras. Entre maestros de alto rango,
tiene lugar una lucha de carácter
peculiar antes de que uno u otro adquiera
alguna ventaja material. Esto
sólo puede ser definido como una
contienda para obtener la máxima
coordinación de las fuerzas, y a causa
de que constituye una de las
partes más difíciles del juego, ha
sido tratado, hasta ahora, muy ligeramente
por parte de los comentaristas,
y con gran misterio por el
experto.
El aficionado talen toso y el maestro,
tienen desarrollado un fino sentido
de la posición y predilección
por ciertas aperturas y determinados
agrupamientos de sus fuerzas. Pero
las razones por las cuales, con equilibrio
de fuerzas sin que exista una
ventaja particular en tiempo o espacio,
uno de los bandos se encuentra
en dificultades para hacer progresos
o llevar a cabo un plan definitivo,
mientras que el otro las puede conducir
fácilmente a una acción fructífera,
se hallan muy lej os de haber
sido analizadas.
Los fundamentos, naturalmente,
son bien conocidos: las piezas no
deben trabarse las unas a las otras ;
las columnas abiertas para las torres;
las diagonales importantes para los
alfiles; las casillas centrales para
los caballos; las piezas agrupadas y
no esparcidas por el tablero; no dejar
líneas abiertas que permitan la
entrada de las fuerzas adversarias.
Todo novicio aprende eso rápidamente.
Con un examen más profundo, las
columnas abiertas para las torres
pueden significar una de varias cosas.
Contra un rey enemigo, una
pieza suelta o alguna palpable debilidad,
la posesión de la columna
abierta constituye de por sí solo, un
fin. Confiere una apreciable ventaja
que puede producir directamente la
victoria. Esto es lo que sucede con
menos frecuencia por la inicial adquisición
de tal columna. En muchos
casos, la columna abierta es sólo un
medio para la consecución de un
fin; es un camino abierto; una línea
de comunicación, y su valor depende
de su longitud y calidad . Si el final
de la columna es un muro de piedra,
tiene poco valor. Lo mismo resulta
cierto para la diagonal de un alfil.
Contra el «fianchetto» del rey, esta
pieza situada en 3 D vale poco, ya
que el objetivo se halla fuertemente
defendido. En tal caso, el alfil se
hallará mejor ubicado en 2 R o 2 C R,
lo primero, particularmente, si existe
la posibilidad de avanzar el peón
torre rey.
AJEDREZ MODERNO 119
Por la misma razón la dama resulta
una pobre pieza como guardia
avanzada del ataque. Tal tarea se
lleva a cabo mej or por medio de los
peones, los caballos y los alfiles, en
el orden mencionado. Los peones,
sin embargo, tienen movimiento lento
y los ataques con ellos sólo son
exitosos si se hallan combinados con
piezas y con otras amenazas que detienen
al adversario, hasta que llegan
lentamente a la escena de la
acción.
A causa de su tremendo alcance
en combinación con las otras piezas,
los caballos constituyen las más mortales
armas de ofensa contra el rey
enrocado. Las torres tienen las mismas
desventajas que la dama; además
sus movimientos son simples y
directos y, por consiguiente, fáciles
de parar. El empleo de las torres a
manera de batería contra el rey, es
también engorrosa y, excepto en
casos de debilidades definitivas, la
torre colocada en la tercera fila,
frente a los peones, para emplearla
en el ataque, resulta una pobre estrategia.
Las columnas abiertas. constituyen
principalmente un medio para un
fin; un paso para las torres hacia
la sexta o séptima fila, desde donde
un ataque contra los peones o el
rey adversario pueda llevarse a cabo
directamente. Tal principio resulta
.asimismo aplicable con respecto a
los alfiles y caballos, que desde las
casillas centrales adquieren su máximo
poder.
El problema de obtener la mayor
coordinación entre esas piezas se
hace más claro una vez que se puntualizan
ciertos principios.
Este problema, incidentalmente, es
mucho más conocido después de la
primera partida del «match» entre
Capablanca y Alekhine, que damos
a continuación.
Blancas
Capa blanca
1 P4R
2 P4D
3 C3AD
4 PXP
5 A3D
6 C2R
7 0-0
8 AXA
9 D3D
10 C l D
11 C3R
12 AX C
13 C4A
14 TRlR
15 D3C
16 TlAD
17 TX C
PARTIDA 62
DIAGRAMA 76
Negras
(Alekhine)
Blancas (Capablanca)
Negras
Alekhine
P3R
P4D
A5C
PXP
C3AD
CR2R
A4AR
CXA
D2D
0-0
cxc
TRlR
A3D
C5C!
D4A
CXP
nxc
Posición después de la jugada 17 . . . , D X C
Y las negras ganaron.
La posición de las blancas es simplemente
mala a causa de que la
colocación de sus piezas carece de
armonía. Por ello caen bajo una
simple combinación de su oponente,
que las tiene mejor coordinadas. Esta
posición es digna de estudio, ya que
luego de trece jugadas todas las
fuerzas estaban perfectamente equi-
120 BARNIE F. WINKELMAN
libradas, aunque el juego de Capa- 11 C 3 C
blanca era inferior. El ajedrez mun- 12 D 2 D
dial ha estudiado profundamente 13 T R 1 D
este problema de coordinación y 14 C 4 T
Capablanca demostró haberlo solu- 15 P 4 T D
cionado perfectamente, como lo evi- 16 T 3 A
denció en la siguiente partida con- 17 P 3 T
tra Márshall, jugada en el Torneo 18 A X A
de Nueva York, de 1931. Aquí, con 19 D 4 A
igualdad de fuerzas, después de eje- 20 T 3 AR
cutadas sólo diez movidas, Márshall 21 P 4 C
se encontró prácticamente atado y 22 T X P
en un esfuerzo para utilizar sus pie- 23 D 5 R
zas, las colocó en situación en que 24 D X T
las unas trababan a las otras, pro- 25 D 5 R
duciendo debilidades que determi- 26 T 3 D
naron la derrota.
27 P 3 A
28 C2D
PARTIDA 63
29 R2A
30 P4 A
Peón de Dama
31
32
T4D
PX P
Blancas
Negras
33 P5 C
Mársha.ll
Capa.blanca.
34 C3C
35 Px e
36 TlD
Abandonan.
1 C3AR
2 P4D
3 P4A
4 P3CR
5 A2C
6 A2D
7 CDXA
8 0-0
9 PXP
C3AR
P3R
P3CD
A2C
A5C jaque
A X A jaque
0-0
P4A
PXP
10 TlA D2A (a)
DIAGRAMA
'17
Negras (Capa.blanca)
P3D
C3A
TRlD
P4TD
TDlC
AlT
C5CD
T XA
D3A
T2D
DXP
CD4D
TXT
C5R
DXP
P5T
CR3A
D 8 A jaque
P3T
P5A
P6A
P6T
P7T
DXPA
nxc
DXT
(a) Dos peones que neutralizan a
tres en el ala de la dama; una columna
abierta para su torre; las casillas
centrales controladas por las
negras.
Las torres blancas situadas detrás
de sus propios peones; caballos que
no tienen dónde ir y que obstaculizan
las acciones.
Sin lugar a dudas, Capablanca se
hallaba satisfecho de su partida.
*
Bla.nca.s (Mársha.ll)
Posición después de la Juada 10 . . . , D 2 A
En el trabajo del señor F. K.
Young, mencionado en un capítulo
anterior, se aconsejaron varias formaciones
conocidas, pero los principios
que fundamentan la verdadera
coordinación de las piezas jamás
fueron mencionados. El señor
H. Perrin, un fuerte aficionado de
Boston, describió la situación real,
cuando dij o que el ajedrez constituye
algo versátil, y su aseveración
sobre la siempre cambiante relación
de las fuerzas que actúan, describe
en forma exacta lo que significa la
coordinación.
l. El primer principio de la cooperación
de las piezas, exige que
tengan un objetivo común o un plan
sobre el cual todas se hallen unidas.
Sin tal plan, aunque se encuentren
muy bien ubicadas, carecerán de cohesión.
En las tácticas militares, ello
indica que un grupo de ejércitos, impropiamente
relacionado a un objetivo
común, no pueden actuar en
armonía. Líneas de comunicación y
otras ventajas militares no tienen
valor si no se relacionan con un fin
preciso.
2. Cuando no existe un plan definido,
las fuerzas podrán ser coordinadas
en el momento decisivo, si
hemos previsto dónde y cómo la acción
general se llevará a cabo, y
hemos dispuesto nuestras fuerzas
para hacer frente a tal contingencia.
La clásica ilustración de una estrategia
semejante, se ve en la siguiente
partida jugada entre Bird
y Morphy.
AJEDREZ MODERNO 121
Las piezas negras accionan en armonía
y todas se aprestan en procura
de un solo propósito, mientras
que las blancas no tienen coordinación.
9 C5TR
10 D2D
11 P4CR
12 ex e
13 C5R
Desarrollo.
14 A2R
0-0
DlR
C )< P
DXC
C3AD
D6T
La dama se halla destinada a desempeñar
un rol heroico desde esta
casilla.
15 ex e
16 A3R
DIAGRAMA 78
Negras
(MorphJ)
PXC
TlCD
PARTIDA 64
Defensa Filidor
Blancas
Bird
Negras
MorphJ
1 P4R P4R
2 C3AR P3D
3 P4D P4AR
4 C3AD PXPR
5 CD XP P4D
6 C3C P5R
7 C5R C3AR
8 A5CR A3D
Preparando la gran maniobra que
sigue.
17 0-0-0 TXPAR
Una entrega espectacular.
18 AXT D6TD
122 BARNIE F. WINKELMAN
La dama atraviesa todo el tablero
para intentar abrir la columna a la
torre, pero las blancas evidentemente
no pueden aceptar el sacrificio.
19 P3AD
20 P4CD
21 R2A
22 R 2" C
D X P T
D 8 T jaque
D 5 T jaque
Después de R 1 A, las negras úni-
camente obtendrían tablas.
22 AXPCD
23 PXA T X P jaque
24 DXT D X D jaque
25 R2A P6R
26 AXP A4A jaque
27 T3D D5A jaque
28 R2D D7T jaque
29 RlD DBC jaque
Abandonan.
La habilidad para anticiparse al
lugar donde se llevará a cabo la
batalla decisiva y el conocimiento de
la exacta naturaleza de esa lucha,
no sólo requiere experiencia y estudio,
sino también imaginación y genio.
Maniobrar de modo que las
acciones futuras ocurran en un terreno
preparado, es asimismo estrategia
de la más alta calidad.
3. El tercer principio resulta claro.
Es evidente que no existe nada
tan importante como una ideal o
buena disposición de nuestras fuerzas,
en relación a las de nuestro
.adversario. Nuestras fuerzas se hallarán
bien colocadas teniendo en
cuenta muy especialmente la situación
de las del oponente. En síntesis,
es la interrelación de nuestras
piezas con las del adversario lo que
constituye la esencia de toda posición
en aj edrez.
En la célebre partida Capablanca
contra Scott, este último tenía una
posición ideal que hubiera alegrado
al señor Young. Pero en relación
con las fuerzas de Capablanca, su
posición no tenía significación alguna.
Scott dirigió sus divisiones como
en una parada y no para el combate
que se presentó. Hasta un experto
puede extrañarse de que con sus
piezas tan bien dispuestas haya perdido
esta partida. La respuesta es
que con relación al plan de su adversario,
las piezas negras no existían.
Todas ellas fueron excelentemente
ubicadas para un imaginario
ataque que no resultaba de valor
alguno para hacer frente o neutralizar
al que lanzó de inmediato
Capablanca. Las fuerzas de Scott
fueron movilizadas para la ofensiva,
cuando en realidad su misión era la
de la defensa.
DIAGRAMA 79
Negras (Scott)
Blancas (Capablanca)
Posición después de la jugada 20 . . . , D 2 A
Con C X P jaque, las blancas ganaron
en pocas jugadas.
4. Esta gran diferencia entre una
posición de ataque y una defensiva
es completamente ignorada por la
mayoría de los jugadores Atacar
cuando es preciso defenderse es
mala estrategia, lo mismo que defenderse
en ocasión en que corresponde
atacar. El jugador, por consiguiente,
debe siempre juzgar la verdadera
naturaleza de la posición. La cerrada
.agrupación de las fuerzas para la
defensa y su amplia dispersión para
el ataque, son, naturalmente, bien
conocidas. Y es también axiomático
que el error al juzgar el verdadero
carácter de una posición bien puede
producir el desastre. Para las negras
llega el momento cuando su oponente,
por error al juzgar la posición,
o por otra causa, ha permitido
que la iniciativa pase a sus manos.
Las negras deben darse perfecta
cuenta del momento en que cualquier
transferencia de ventaja en
espacio o tiempo las favorezca, y
entonces asumir la iniciativa. Esto
se realiza en la siguiente partida en
convincente estilo.
Blancas
Dr. B. M. Neil
PARTIDA 65
Ruy López
Negras
Wínkelman
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C P3TD
4 A4T C3A
5 0-0 A2R
6 TlR P4CD
7 A3C P3D
8 P4TD P5C
9 P4D A5C
10 P3A PXPA
11 PCXP PXPD
12 PXP 0-0
13 A2C
La partida blanca no es buena. Las
negras se han desarrollado en forma
ejemplar.
13 TlC
AJEDREZ MODERNO 123
Las negras presionan inmediatamente
el punto vulnerable. La manera
en que actúan hasta llegar a
su lógica conclusión resulta muy
convincente.
14 CD2D
15 T 1 C
C4T
CXA
El caballo es cambiado por el alfil
por dos razones: ( 1) El alfil de rey
es más valioso que el caballo de
dama; (2) el caballo en 3 C D está
peor colocado y más expuesto que
el alfil.
16 ex e P4D
Teniendo una pequeña ventaja,
las negras proceden rápidamente a
llevar todas sus fuerzas a la acción.
La movida del texto «golpea» el centro
y cambia la misión del alfil de
rey, de pieza defensiva en ofensiva.
En el Ruy López el juego de las
negras es defensivo y sólo cuando
las blancas no se han desempeñado
en la mejor forma, se halla justificada
la ofensiva del segundo jugador.
17 P 3 T R
18 P5R
19 T3R
A4T
C5R
D2D
Una típica maniobra donde existe
una definitiva superioridad. La dama
amenaza ambos flancos del tablero.
El ataque es dirigido ahora directamente,
tanto contra el rey como a
las debilidades que presenta el ala
de la dama; pero el ataque al flanco
de rey se halla subordinado al tema
fundamental: la explotación de la
debilidad en la columna de C D.
20 P5T
21 P 3 C R
22 T3D
A5T
A4C
DXP
124 BARNIE F. WINKELMAN
23 CXA
24 P4CR
cxc
PARTIDA 66
Gambito de Dama Rehusado
Un desesperado intento de escapar
complicando el juego.
24
25 D xn
26 T3C
DIAGRAMA 80
Negras (Wínkelman)
Blancas
(Dr. Neil)
Posición después de la jugada 26.
D X P jaque
AXD
T 3 C
26 ..... C 6 A jaque
Las blancas parecen haber sorteado
sus dificulta des, pero la última
movida de las negras completa la
tarea de explotación de la debilidad
original, y da lógica conclusión a toda
la partida.
27 R2C
28 TXA
Abandonan.
TXC
C7D!
La siguiente partida, jugada en
Zurich en el año 1934, ofrece un notable
contraste con la N9 67. Ciertamente,
los diez años transcurridos
entre ambos torneos establecieron
un cambio fundamental en la relativa
fuerza de estos dos grandes
maestros.
Blancas
Dr. A. Alekhine
Negras
Dr. E. Lásker
1 P4D P4D
2 P4AD P3R
3 C3AR C3AR
4 C3A A2R
5 A5C CD2D
6 P3R 0- 0
7 TlAD P3A
8 A3D PXP
9 AXPA C4D
10 AXA DXA
11 C4R CR3A
12 C3C P4R
13 0-0
'i 13. C 5 A hubiera sido prematuro
a causa de 13 . . . .. . , D 1D; 14. P X P,
e x P ! ; 15. e x e, A x e, y las
blancas han perdido la iniciativa.
13
14 C5A
15 C (3 A) X P
16 A3C
17 CXA
PXP
DlD
C4R
AXC
D3C
Muchos comentaristas han indicado
que las negras podrían haber asegurado
un juego igual por medio
de 17 . . ...., D X D. A nuestro juicio,
en tal evento, el final hubiera resultado
igualmente perdido para ellas.
18 D6D !
19 T RlD
20 D 3 C ! !
21 D5C
22 C6D
23 P4R
24 T3D
C(4R)2D
TDlD
P3C
RlT
R2C
ClC
P3A
Ahora sigue una bonita combinación
de mate, que no es muy evidente.
25 C5Ajaque
26 D X PC
AJEDREZ MODERNO 125
R 1 T
Abandonan.
El poder y la precisión de las movidas
de las blancas es realmente
notable.
5. Se infiere de la partida preceden
te, que no existe un agrupamiento
ideal de nuestras piezas que
pueda neutralizar todas las posibles
eventualidades. Pero es cierto · que
las posiciones en las que cada una
de las piezas se encuentra bien colocada,
resultarán probablemente
efectivas.
Después de ofrecer las siguientes
jugadas en el Gambito Escocés,
1 P4R
2 C3AR
3 P4D
4 CXP
5 cxc
6 C3AD
7 PXP
8 A3D
9 0-0
10 .A5CR
11 TlR
DIAGRAMA 81
Negras
Blancas
P4R
C3AD
PXP
C3AR
PCXC
P4D
PXP
A3D
0-0
P3AD
TlC·D
Posición después de la. jugada 11 . . . , T I C D
las piezas negras cooperarán admirablemente.
La formación de peones
resulta una cubierta protectora
para los alfiles, que poseen un radio
de acción que se extiende hacia ambos
flancos del tablero y la columna
abierta de caballo otorga efectiva
acción a la torre. Por todos conceptos
el juego de las negras es excelente.
No obstante, debe tenerse presente
que una jugada es fuerte o
débil en relación con la posición adversaria.
Una movida que obliga a
una acción de parte del oponente,
resultará tan fuerte tanto como nos
permita llevar adelante nuestros planes
para impedir que tengan buen
término los del contrario. Por otra
parte, nuestra movida, no importa
su naturaleza, si deja libertad al
adversario, no tendrá mayor valor.
De esto se desprende que una posic10n
debe ser siempre juzgada en
relación con las fuerzas hostiles.
6. Cuando ninguno de los bandos
en pugna tiene un objetivo definido,
el final resulta la meta de ambas
partes. De hecho, esta fase de la
partida constituye una amenaza directa
sobre los dos contendientes. Su
sombra se extiende por encima del
tablero desde el comienzo hasta la
terminación. La perspectiva de la
completa liquidación de las fuerzas
entra en nuestros cálculos en todo
momento. El final es parte de toda
combinación y de todo plan, y hasta
donde dicte las movidas de ambos
bandos, constituye una parte integral
de lo intangible que tenemos
en discusión: la coordinación de las
piezas.
7. Cuando faltan objetivos definidos
en ambas partes, las fuerzas
dejan de existir como ejércitos y se
convierten en simples unidades esparcidas.
Estas unidades, por ser
matemáticamente iguales, dan como
resultado el empate. Tal es el final
de muchas partidas maestras.
En 1924 se jugó en Nueva York la
siguiente famosa partida.
126 BARNIE F. WINKELMAN
PARTIDA 67
Apertura del Peón de Dama
Blancas
Alekbine
Negras
Dr. Lásker
1 P4D P4D
2 P4AD P3R
3 C3AR C3AR
4 C3A CD2D
5 PXP PXP
6 A4A P3A
7 P3R C4T
8 A3D CXA
9 PXC A3D
10 P3CR 0-0
11 0-0 TlR
12 D2A ClA
13 ClD P3A
14 C3R A3R
15 C4T A2AD
16 P4CD A3C
17 C3A A2AR
18 P5C A4TR
19 P4C A2AR
20 PXP TlA
21 D2C PXP
22 P5A D3D
23 C2C A2A
24 TRlR P4TR
25 P3TR e 2 T (a)
DIAGRAMA 82
Negras (Lásker)
26 T X T jaque TXT
27 TlR
28 DlA
29 C5R
30 D XC
31 P6A
32 P4A
33 A2R
34 A5T
35 C4T
36 D XD
Abandonan.
TIC
C4C
PXC
P5R
P3C
PTXP
PXP
T7C
DXPA
AXD
(a) Nótese el poder penetrativo
de las fuerzas negras en las últimas
15 jugadas. Cada pieza ha producido
alguna debilidad con su movida. La
dama, alfil, caballo y torre dominan
espacio vital del campo enemigo,
provocando la formación de puntos
mal defendidos.
Lo extraordinario de esta partida
es la forma fría y científica con la
que, el ex campeón del mundo, toma
ventaja sobre una posición que no
ofrece defectos reales, excepto una
falta de coordinación entre las piezas
y una intangible, casi indefinible
debilidad. La técnica esencial de ese
juego sólo puede ser bien juzgada
comparándola con otra partida del
mismo patrón: Capablanca contra
Bécker.
El sentido de coordinación es una
importante parte del equipo mental
del experto en ajedrez. El hecho de
que ciertas aperturas y variantes,
que se indican por lo general en los
libros de texto como equivalentes y
que en realidf.d son muy desigual s
desde el punto de vista de la coordinación,
explica la causa de muchas
victorias entre los maestros.
La siguiente variante de la Defensa
Budapest, del Gambito de Dama,
es dada generalmente en los libros
como «igualdad» y algunos se inclinan
a considerarla como favorable
para las blancas.
AJEDREZ MODERNO 127
Blancas
Negras
1 P4D C3AR
2 P4AD P4R
3 PXP C5C
4 P4R CXP
5 P4AR CR3AD ! !
Y tenemos ahora el diagrama 83.
La posición de las blancas se estima
actualmente inferior. Se halla
abierta y expuesta, y esas debilidades
dan a las fuerzas negras gran
poder.
DIAGRAMA 83
Negras
ma.nca.s
Posición después de la. jugada. 5 . . ., C R 3 AD
CAPÍTULO XXI
JOSE R4- UL CAP.ABLANO.A
En los certámenes atléticos, es
bien conocido el peligro que entraña
la presión. En el golf, un gracioso,
cómodo y rítmico balanceo no
sólo es deseable, sino que resulta
esencial; y el golfer que trata de enviar
muy lejos la pelota con sus
golpes o sus esfuerzos para hacer un
hoyo perdido, actuará deficientemente
y obtendrá un «Score:. peor que
el usual. La gracia y el ritmo en el
billar y en el tenis se hallan sobreentendidos.
En razón de que el aj e
drez consiste principalmente en una
lucha mental, parece extraño hablar
de gracia, de reposo y de ritmo en
conexión con el mismo. Sin embargo,
esas son las verdaderas esencias
del juego maestro.
Tales cualidades indican el genio
ajedrecístico, porque demuestran
confianza en sí mismo, perfecto dominio
de la posición y maestría en
las complicaciones inherentes al juego.
Ellas contrastan poderosamente
con la tensión nerviosa del experto
que, no habiendo estudiado a fondo
la variante planteada, se encuentra
abrumado por las múltiples complejidades
existentes y carece de la
seguridad del adversario. Esos jugadores
intentan ganar rápidamente y
sus movidas son precipitadas y forzadas.
Para el maestro, una partida
es un completo drama en tres actos:
la apertura, el medio juego y el final,
y sabe que tendrá amplias oportunidades
para desplegar su superioridad.
La apertura es un campo de batalla
del conocimiento ajedrecístico.
Aquí un poco de segura información
vale tanto como sutileza. Afortunadamente,
los libros y los estudios
previos de las aperturas o de una
varían te particular, no pesan en forma
absoluta en el resultado final,
como lo ha demostrado Mir Sul tan
Khan, y un jugador de recursos puede
generalmente navegar entre las
numerosas trampas existentes en los
planteas. Pero un real conocimiento
de las aperturas constituye un elemento
de éxito y una particular ayuda.
Sin embargo, el ajedrez tiene sus
compensaciones y el «jugador de libro»,
que prepara celadas y estratagemas
y espera abrumar a su adversario
con alguna varían te mortal,
pierde mucho en fuerza ajedrecística
real y la actitud mental resultante
le impedirá llegar a ser un maestro
de primera clase. Esa categoría de
jEgadores pretende ganar en las primeras
quince movidas y revelan su
extremo mal humor al encontrar que
la victoria sólo puede ser alcanzada
en base a un verdadero trabajo, a
través de una larga partida.
Cuando ambos expertos conocen
plenamente las variantes que se juegan,
ninguno de ellos puede obtener
ventaja alguna y se entrará en el
medio juego _en iguales términos. Si
AJEDREZ MODERNO
alguno consiguiera en la apertura la.
más pequeña ventaja, será suficiente
DIAGRAMA 84
Negras (Capablanca)
para producir alguna otra adicional
en el medio juego, y por pequeña
que ella sea, llevada al final, aportará
el triunfo. Ello es lo que indican
las más hermosas partidas del aj e-
drez moderno.
El estilo de Capablanca es particularmente
notable por la serie de graciosas
y rítmicas jugadas: buenas
jugadas, no muy agresivas ni muy
brillantes. Con frecuencia este aj e
Blancas (Euwe)
drez siempre correcto de su parte, Posición después de la jugada 16 . . ., C 2 D
da como resultado un juego erróneo
por parte de su adversario y la derrota
17 P3CR
subsiguiente.
Perdiendo un peón; P 4 A R era
lo indicado.
Blancas
Euwe
PARTIDA 68
Ruy López
Negras
Capa blanca
1 P4R P4R
2 C3AR C3AD
3 A5C C3A
4 0-0 P3D
5 P4D A2D
6 C3A PXP
7 CXP A2R
8 TlR 0- 0
9 Al A TlR
10 P3A cx c
11 DXC A3R
12 D2A P3A
13 A2D D3C
14 C4T
Apresurado: el resultado de la tensión
nerviosa; 14. D X D, P X D;
15. A 3 R o P 4 T D era el camino
más simple y natural
14
15 R X D
16 P5R
D X D jaque
P4D
C2D
17
18 TDlA
19 C3A
20 R2C
Y las negras ganaron.
129
A4A
P4CD
A4A jaque
CXP
Podemos observar el efecto de la
tensión nerviosa en las movidas, que
traban las acciones: ataques apresurados;
y a veces, errores obvios de
parte de sus oponentes. El juego de
Capablanca es profundísimo, aunque
parece simple. La más pequeña
oportunidad ofrecida por sus adversarios
es aprovechada en el acto. La
partida que sigue, jugada por el
Campeonato del Mundo en la ciudad
de Buenos Aires, es un espléndido
ejemplo de su estilo, gracioso y pujante
al propio tiempo, que conduce
a través de las tres etapas del cotejo,
a la culminación de un final ganador.
PARTIDA 69
Defensa Cambridge Springs
Blancas
Capablanca
1 P4D
2 P4AD
Negras
Alekhine
P4D
P3R
130 BARNIE F. WINKELMAN
3 C3AD
4 A5C
5 P3R
6 C3A
7 C2D
8 D2A
9 Axe
10 C X P
11 P3TD
12 P3CR
13 A2C
14 P4CD
15 0-0
16 C5R
C3AR
CD2D
P3A
D4T
A5C
PXP
CXA
D2A
A2R
0-0
A2D
P3CD
P4TD
36 T6T
37 T6A
DIAGRAMA 86
Negras
(Alekhine)
Al A
T2A
DIAGRAMA 85
Negras
(Alekbine)
Blancas (Capablanca)
Posición después de la jugada 37 . . . , T 2 A
Blancas (Capa _
blanca)
Posición después de la jugada. 16. C 5 R
16
17 PX P
18 TXT
rn cxA
20 C4T
21 D3C
22 P5C
23 DXP
24 T lAD
25 D6A
26 T 1 C
27 AXC
28 C XP
29 D7C
30 C4A
31 D4R
32 C5R
33 R2C
34 T 1 TD
35 C3D
PXP
TXT
TlA
nxc
DlD
C4D
PXP
TlT
T4T
A6T
Al A
TXA
T3D
P4T
T2D
T2A
DlA
A3D
T2C
P3C
38 TXT
39 C5R
40 D 8 T jaque
41 C3A
42 D6T
43 D3D
44 P4R
45 P3T
46 P5D
47 PX P
48 D XD
49 RlA
50 R2R
51 C4D
52 C6A
53 R3A
54 P4C
55 PXP
56 C5R
57 C X P jaque
58 C8D
59 C6A
60 R4A
61 p 5 e jaque
62 C 5 R jaque
63 C X P jaque
64 R4R
65 C4A
66 R5R
67 P 6 D jaque
68 P6C
DXT
A2C
R2T
A3A
R2C
D2C
D3A
D2A
PXP
D6A
AXD
R3A
A5C
A4A
R4A
R3A
P X P jaque
R4C
A5D
R3A
A3C
A4A
AXP
R2A
R2R
R3D
A6C
R2R
A8R
R2D
A5C
69 R5D
70 P 7 D jaque
AJEDREZ MODERNO 131
RlR
Abandonan.
El estilo de Alekhine es generalmente
más áspero, pero en la partida
siguiente, que no ha sido valorada
en todo su alto significado, la infinitesimal
ventaja de la apertura_ es
sostenida en el medio juego y llevada
hasta el final, en forma realmente
clásica. Pocos maestros han jugado
ajedrez de tal calibre.
PARTIDA 70
Gambito de Dama Rehusado
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
Blancas
Alekhine
Negras
Maroczi
P4D
C3AR
C3AR
P4D
P4A
P3R
A5C
CD2D
P3R
A2R
C3A 0-0
TlA
P3A
A3D
PXP
AXP
C4D
AXA
DXA
C4R
P3CD
0-0 A2C
C3C
P4AD
P4R
CR3A
TlR
PXP
A5C
DIAGRAMA 87
Negras
(Maroczi)
16
17 DXP
18 AX C
19 P4C
20 TX T
21 T X T jaque
22 D3A
23 C4D
24 P3A
25 C lA
26 C3R
27 P4TD
28 P3T
29 P5T
30 P X P
31 C3C
32 P5R
33 C 5AD
34 P4A
35 P5A
36 C X PA
37 C4D
38 C3A
39 R2A
40 D2D
41 C4R
DIAGRAMA. 88
Negras (Maroc:ci)
TRIA
T4A
CXA
TXT
TlAD
AXT
DlD
A2C
C3A
ClR
P3TD
P3T
P4TR
PXP
D3D
A3A
D- 2A
A4C
DlD
PXP
D4C
C2A
D5A
D4A
R2T
Blancas
(Alekhine)
Posición después de la jugada 41.
C 4 R
Blancas (Alekhine)
Posición después de l jugada 16. A 5 C
C3R
42 e 6D n 8 e
43 CXP A3A
44 C(7 A) 5 C jaque C XC
45 C X C jaque R 3 C
46 P4T R4A
47 P6R D4C
48 D 2 A jaque R 4 R
41
132 BARNIE F. WINKELMAN
49 D 3 A jaque
50 D 3 C jaque
51 D 3 A jaque
52 D3Rjaque
53 D 3 A D jaque
54 P7R
55 R3R
56 D4D
57 D 6 D jaque
58 C4R
R3D
R4D
R4R
R3A
R3C
D4AR jaque
AlR
A4C
D3A
Abandonan.
cada una de sus partidas parece la
personificación de un solo tema. Esta
es la mayor contribución del gran
maestro cubano a la literatura del
ajedrez.
Blancas
PARTIDA 71
Defensa Irregular
Negras
La esencia de las dos partidas que
acabamos de ver, radica en que no
se llevan a cabo esfuerzos presurosos
de ninguna clase para transformar
una pequeña ventaja en una
victoria inmediata; por lo contrario,
la ventaja es conservada durante la
partida, para culminar gradualmente
en un final ganador. Tal comportamiento
indica gran confianza en
sí mismo, como también gran habilidad
técnica y seguridad.
Capablanca tiene muchas partidas
en las que la presión gradual de su
posición ha dado como resulta do. el
colapso del juego de sus adversarios.
De cierto modo, tales juegos han sido
perdidos por sus oponentes. Sin embargo,
esta descripción sólo indica la
mitad de lo que sucede. Es fácil encontrar
la continuación correcta contra
un adversario que se expone;
contra el ajedrez simple y preciso, la
tarea de jugar resulta trementa y es
por esta razón que ocurren muchos
de esos errores en las partidas contra
Capablanca. Ellas indican también
que si jugamos correctamente,
los dioses nos presentarán un camino
que no exigirá muchos esfuerzos.
Durante veinte años, Capablanca
intervino en sucesivos torneos y sus
partidas son clásicas, notables principalmente
por su gracia y originalidad
Esta simplicidad es, naturalmente,
verdadero arte ajedrecístico
y sus juegos demuestran tal posesión
de la esencia de las aperturas, que
Gothilf
Capablanca
1 P4D C3AR
2 P4AD P3R
3 C3AR P3CD
4 P3CR A2C
5 A2C P4A
6 PXP AXP
Por medio de esta movida se obtiene
para el alfil de las negras una
posición dominante.
7 C3A
8 cxc
9 O-O·
10 C2D
11 RXA
12 D4T
C5R
Axe
C3A
AXA
P4D
Esta jugada no es buena, ya que
no constituye una amenaza real, y
por otra parte, la réplica de las negras
favorece su desarrollo.
12
13 C3C
14 T 1 D
·T lAD
0-0
P 5D
Con la certidumbre que su posición
es superior, las negras inician
el ataque.
15 C X A
16 P3TD
17 A2D
P xc
D3C
P4TD
Los dos peones negros contienen
a los tres de las blancas en el flanco
de dama y las dejan en libertad para
AJEDREZ MODERNO 133
m1ciar operaciones ofensivas en el 15 C5D P3C
otro costado del tablero, con fuerza 16 P4A C3A
superiores. 17 AXA RXA
18 D2A P4R
18 D 2 C jaque P3A
19 P4CR C5C
DIAGRAMA 89 20 P5C cxc
Negras (Capablanca) 21 PXC TDlA
22 P4R P3A
1 •.1• lj••1 PD XP
23
TXP
B m B1m1 24 P X P jaque R2A
25 P5R TXT
- B m,
,/,,,, -¡
26 TXT PXP
l i R B
27 PXP DlC
-· . •1
28 D4D A4A
aii¿ % m%-h . a.
' Y/,/,% r 29 A5D jaque RIA
f - -él1 30 D4AR TXP
ml;lm m .
3I D 6 T jaque RlR
///, ,,,, 0. ,;;'¿¿ / ,
Blancas
(Gothilf)
Posición después de la jugada 18 . . ., P 4 R
32 P 7 A jaque Abandonan.
19 TD lC P4A PARTIDA 73
20 P3T P3T Defensa Irregular
2I P3C
TlC
22 T2C D2C
Blancas Negras
23 R2T TDlD
l\'.lonticelli Capa blanca
24 P4CD P6D 1 P4D C3AR
2 C3AR P3CD
Muy simple y lógico.
3 P3CR A2C
Las blancas abandonan.
4 A2C P4A
PARTIDA 72
5 PXP PXP
6 P4A P3C
Apertura Zúkertort 7 P3C A2C
8 A2C 0-0
Blancas Negras
9 0-0 P3D
Capa blanca Yates
10 C3A C5R
I C3AR C3AR 11 DlA cxc
2 P4A P3CR 12 AXC AXA
3 P3CD A2C 13 DXA P4TD
4 A2C 0-0 14 TRlD C2D
5 P3C P3D 15 D3R R2C
6 A2C C3A I6 P3TR C3A
7 0-0 P4R 17 P4CR P3T
8 P4D C2D 18 CIR D2A
9 PXP CRXP 19 C3D AXA
10 C3A TlR 20 RXA P5T
11 cxc cxc 2I C4A TRlCD
I2 D2D P4TD 22 P3A PXF
13 TD lA TIC 23 PXP TXT
I4 P3TR A2D 24 TXT P4R
134 BARNIE F. WINKELMAN
25
26
27
28
29
30
31
32
33
e5D
P xe
D3D
D6T
D8A
D8D
D7D
D6A
T6T
Abandonan .
exe
T5e
D2e
DXP
D2e
Dle
T2e
TXP
T7e
17
18 D3e
19 P3TD
20 Axe
eR5C
P4R
e3T
Abandonan.
El mérito de la partida que damos
seguidamente, jugada en Nueva
York en el año 1927, no ha sido todavía
apreciado en lo que realmente
vale.
•
Blancas
Capablanca
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
11
12
13
14
15
16
17
PARTIDA 74
Defensa Irregular
Negras
Máttison
P4D
e3AR
P4AD
P3R
e3AD A5e
D2A
P4A
PXP
e3A
e3A
AXP
A4A
P4D
P3R
D4T
A2R
A5e
0-0 Axe
PXA 0-0
TDle
D6T
TRlD
P3eD
PXP
exP
e5e
P4A
A3A
D4A
P4A
DIAGRAMA 90
Negras
(Máttison)
Blancas (Capablanca)
Posición después de l:i, jugada 17. P 4 A
Blancas
Márshall
PARTIDA 75
Negras
Capablanca.
1 P4R P3AD
2 P4D P4D
3 e3AD PXP
4 exP A4A
5 e3e A3e
6 P4AR
Una vigorosa jugada de peón que,
sin embargo, constituye una debilidad,
como se encargan de demostrar
muy pronto las negras.
6
7 e3A
8 A3D
9 0-0
10 R 1 T
11 e5R
P3R
A3D
e2R
e2D
D2A
TlD
Preparando la artillería en el futuro
campo de batalla: una maniobra
favorita de eapablanca.
12 D2R
13 exA
14 A2D
15 e4R
16 P X P
11 e (3) x e
18 A3A
AXA
0-0
P4AD
e4A
exP
Axe
Una posición aparentemente simple
y equivalente. Aunque las negras
mantienen una pequeña presión
que usarán en notable estilo para
obtener una clásica victoria.
El hecho saliente de esta partida
es el gran valor de un caballo situado
en 4 A R, especialmente cuando
·el P AR contrario ha sido avanzado.
18
19 TDlD
20 CXA
21 C X T
DIAGRAMA 91
Negras (Capablanca.)
A5D
AXA
TXT
AJEDREZ MODERNO 135
35 C5T
36 C6A
37 C XP
38 C 6 A jaque
39 RlC
40 R2A
41 C8D
42 C7C
43 C5T
44 R3A
CXP
RlA
R2R
R3D
P3A
P4R
R2D
R2A
C6A
CXP
El peón cae y con él también se dérrumba
la resistencia de las blancas.
Durante el torneo de Nueva York
en el año 1927, en una célebre partida
jugada entre Alekhine y Capablanca,
se llegó a la siguiente posición:
DIAGRAMA 92
Negras (Capablanca.)
Blancas (Márshall)
Posición después de la jugada 21. C X T
N átese lo que representa para las
blancas la debilidad de su P AR.
21 TlD
La jugada C 5 D es realmente fuerte,
pero Capablanca hace una jugada
más poderosa aún.
22 C3A
23 TlD
24 C XT
25 D2A
26 P3TD
27 C3A
28 DXD
29 C4R
30 C6D
31 P4TD
32 CXPC
33 P4CD
34 P5C
D3C
T X T jaque
D5C
P4TR
D3D
D5D
CXD
CXP
C6R
C4D
CXP
C4D
C6A
Alekhine jugó 11. A 4 A, y Capablanca
ganó la partida después de
una lucha difícil y prolongada.
La misma posición se presentó
entre muchos de los grandes maestros
en los torneos europeos, con
diversos resultados. Capablanca, sin
embargo, había estudiado perfectamente
la posición y supo apreciarla
como ninguno. En un cotejo posterior
contra Márshall, se llegó a una
situación idéntica, llevando el ex
campeón mundial las blancas. El
jugó:
11 CXPD
136 BARNIE F. WINKELMAN
12 A XC D X A
13 D X A C3A
14 D X P D y ganó.
Contra Maroczi obtuvo la siguiente
posición en un Gambito de Dama
Rehusado.
DIAGRAMA 93
Negras
(Maroczi)
Blancas (Capablanca)
Posición después de la jugada 19. C 6 D-
El efecto coordinado del alfil, caballo
y torre sobre la casilla 6 D es
notable, y fué bellamente traducido
en triunfo por Capablanca.
Contra Jóhner, llevando las negras,
empleó la Variante Nimzóvitch,
demostrando la debilidad de los peones
doblados de A D en un estilo
magnífico:
DIAGRAMA 94
Negras (Capablanca)
Blancas (Jóhner)
Posición después de la, jugada 14 . . . , D 3 A
La forma en que el caballo negro
de 1 R neutraliza el ataque de las
blancas, mientras las fuerzas de su
bando son movilizadas contra las
debilidades del adversario en el flanco
de dama, muestra a Capablanca
en su más alta eficiencia.
El examen de estas partidas revelan
que la simplicidad y la lógica
más pura constituyen la esencia del
estilo de Capablanca. El valor real
de sus partidas como obras de arte,
radica .en su frecuente contribución
con una simple y nueva idea a nuestra
técnica ajedrecística. Ganar una
partida -no es suficiente para producir
un trabajo artístico. Ciertos errores
en el tablero han sido hechos y
expiados incontables veces en el pasado,
y una partida que se reproduce
simplemente en ese terreno tiene
poco interés. Resulta digno de atención
que frecuentemente sus concepciones
se hallen basadas en la
idea principal de obtener una buena
posición, que se convierte en victoria
cuando su oponen te cae en el
más leve error, siendo el gran número
de partidas que ejemplifican este
nuevo y sorprendente tema -a menudo
de una extraordinaria simplicidad-
probablemente el mayor
aporte hecho por cualquier maestro
en la historia del ajedrez. En la Nimzóvitch
se destaca el uso de la columna
de A D para sus torre; en el
juego con Márshall, la simple presión
que ejerce un caballo bien ubicado
en 4 A R, y de tal manera un
solo tema domina cada una de las
partidas. Tal simplicidad es el resultado
de un notable dominio de las
aperturas y de la posición.
En razón de poseer esta calidad,
sus obras se caracterizan por una
lógica inexorable, que es el «ingrediente»
necesario de toda partida
bien jugada. Un pequeño, .,casi infinitesimal
error de concepto por parte
de uno de los adversarios en lucha
y la lógica explotación del mismo por
el otro, constituye el tema básico de
una excelente lucha ajedrecística.
Daremos unos pocos ejemplos: el
primero es una partida realizada
entre dos destacados maestros europeos.
Blancas
PARTIDA 76
Defensa Caro-Kann
Negras
M. Botwinnik Salo Flohr
1 P4R P3AD
2 P4D P4D
3 PXP PXP
4 P4AD
AJEDREZ MODERNO 137
16 DXPA
17 D X P T
18 C2D
19 D6T
20 C4A
21 CXA
22 D 5 C jaque
23 D X PR
24 T XD
25 T 1 AR
26 P3A
27 PX P
28 P3T
29 RX T
30 RlR
31 C4R
32 P4CR
33 T6R
TlAR
P5C
D2A
D2A
A4R
PXC
D2R
DXD
A4A
R2D
P4C
AXP
T X T jaque
TlAR jaque
P5C
A4A
A3C
Abandonan.
Esta jugada es ahora considerada
como la continuación más fuerte.
4
5 C3AD
6 A5CR
C3AR
C3A
Probablemente más poderoso que
C3A.
6
7 P5D
8 D4D
9 ARXC
10 C3A
PXP
C4R
C6D jaque
PXA
Mejor que 10. A X C, como se jugó
en la primera partida del «match»
entre los mismos contendientes.
10 ..... P3CR
Un error: D 3 C ha sido sugerido
como una mejora en esta posición.
11 AX C
12 0-0
13 T R 1 R jaque
14 D4TR
15 D5T
PXA
D3C
Rlb
P4CR
A3D
La lógica explotación del poder de
nuestro juego, o la debilidad del de
nuestro contrincante, requiere una
singular maestría en el tablero y
cuidadosa vigilancia en todos los pasos
de su desarrollo. Resultará, sin
duda, un consuelo para un jugador
de fuerza media, comprobar que
también el gran cubano alguna vez
ha equivocado el camino.
En el Torneo de Hastings, de 1935,
sus primeras movidas de la apertura
en la partida contra Sir Jorge
Thomas no tuvieron defecto.
1 P4D
2 P4AD
3 C3AD
4 A5C
5 P3E
6 P3TD
7 D2A
8 C3A
9 TlD
10 A3D
11 AX P
12 AXA
13 0-0
14 C2R
15 P4R
C3AR
P3R
P4D
CD2D
P3A
A2R
0-0
. TlR
ClA
PXP
C4D
DXA
P3CD
A2C
C(4D)3A.
138 BARNIE F. WINKELMAN
16 ·e 3 e
17 TR 1 R
DIAGRAMA 95
Negras (Thomas)
TRlD
TD lA
duda que esto será bien analizado
en el futuro.
Ahora permítasenos considerar un
enérgico remate de partida, en el
que puede apreciarse claramente el
lógico estilo del gran maestro cubano.
Gambito de Dama Rehusado
Blancas (Capablanca)
Posición después de la jugada 17 . . . , T D 1 A
La posición alcanzada es digna dé
estudio. Se asemeja a la variante
más usual que surge de 7. T 1 A D
(véase Alekhine contra Lásker, partida
66) , pero con importantes diferencias
a favor de las blancas.
Aquí Capablanca continuó con
18. D 3 C, y pronto se encontró frente
a serias dificultades. Sir Jorge
Thomas ganó el cotejo en brillante
forma.
Generalmente, en tales posiciones,
la dama no se encuentra bien colocada
en 3 C D, a menos que el peón
de caballo haya sido avanzado (véase
el diagrama 114) .
Nosotros sugerimos 18. P 4 CD, .y
tenemos la sensación de que las blancas
poseen un juego poderoso. Sin
Blancas
Capablanca
1 P4D
2 P4AD
3 C3AR
4 C3A
5 A4A
6 P3R
7 ARXP
s Pxc
9 P3CR
10 0-0
11 D2R
12 TR 1 D
13- TD lA
14 A3D
15 C4R
16 CR5C
l7 C X PT
18 CR5C
Negras
Bécker
P4D
P3R
C2D
CR3A
PXP
C4D
CXA
A3D
C3A
0-0
P3CD
A2C
P3TD
A5C
D4D
ClR
P4AR
Abandonan.
Esto constituye la quintaesencia
del razonamiento, y puede examinarse
efectuando una cuidadosa comparación
con la partida de Alekhine
contra Lásker, que tiene el N9 6.7 en
esta obra.
CAPÍTULO XXII
GANAR UNA' P. .. 4-RTIDA. GANADA
U na de las partes más difíciles del
ajedrez consiste en convertir una
ventaja ganadora en triunfo. La razón
de ello es doble. En primer lugar,
el esfuerzo realizado para obtener
una ventaja, generalmente es
grande, y con el objetivo alcanzado
sigue una especie de relajación. En
este momento una jugada indiferente
es, con frecuencia, suficiente para
anular la ventaja conquistada después
de horas de difíciles esfuerzos.
En segundo lugar, el adversario que
se encuentra en desventaja lucha
desesperadamente, y no teniendo ya
nada que perder, busca complicaciones
que pueden trastrocar el balance
de la posición. Desde todo punto de
vista la consecución de una pequeña
ventaja debe significar el aumento
más bien que la disminución
de los esfuerzos, si ella debe ser traducida
en triunfo. En el tablero, como
en otras actividades, la eterna
vigilancia es el precio del éxito.
Muy pocos expertos, sin excluir
los maestros, juegan con precisión
en un final difícil. En su tratamiento,
todos caen en serios errores.
En la siguiente partida St. Amant
pierde el control de la posición.
3 C3AR
4 P3R
5 C3A
6 P3TD
7 PXPD
8 A5CD
9 C5R
10 D4T
11 DXPT
12 A X C jaque
13 D XD
14 CXA
P4AD
C3AR
C3AD
P3CD
PRXP
A2C
TlAD
D2A
A2R
AXA
TXD
TXC
La partida se halla, a esta altura,
ganada por las blancas. Sólo resta
ganarla.
15 0-0
16 TlD
17 P3AR
18 A2D
19 C2T
20 A4C
21 AXA
22 R2A
DIAGRAMA 96
Negras
(Staunton)
R2D
P5AD
TlD
P3T
P4CR
T3R
TXA
PARTIDA 77
Gambito de Dama Rehusado
Blancas
St. Amant
1 P4D
2 P4AD
Negras
Staunton
P4D
P3R
Blancas (St. Amant)
Posición después de la jugada 22. R 2 A
140
22
23 C3AD
24 T lR
25 T2R
26 T D 1 R
27 P4R
28 R 1 C
29 C X P
30 PX C
31 P X PC
32 T3R
33 T (1) 2 R
34 RIA
35 RlR
36 R2D
37 TX P
38 TXT
39 R3A
40 T3A
BARNIE F. WINKELMAN
P5C
P4TR
TRlR
P5T
TlCR
P6CR jaque
PXPR
cx c
T5C
PXP
P4CD
TlR
R3D
T5A
P4A
T (5) X P
TXT
R4D
P5A
DIAGRAMA 98
Negras (Lásker)
Blancas (Tarrasch)
La partida continuó así:
39 R3A
40 R4R
41 R5A
P6A
R5A
DIAGRAMA 97
Negras
(Staunton)
El error N9 l. Con C X P las blancas
se aseguraban las tablas.
41 R6D
Error N9 2. P 7 A ganaba.
Blancas (St. Amant)
Posición después de la jugada 40 . . . , P 5 A
42 ex P
43 P5C
44 P4TR
45 P5T
46 P6T
47 P6C
48 P7C
49 P8 C = D
RXC
A3C
A5D
P4C
P5C
P4T
P5T
Abandonan.
Aquí el comentarista de la partida
indica que las blancas perdieron por
una equivocación (no da la jugada
hecha.) Por medio de 41. T 3 T,
T 6 R jaque; 42. R 2 D, R X P;
43. T X T, las blancas deben adjudicarse
la victoria.
En Hastings, durante el torneo de
1895, los doctores Lásker y Tarrasch,
que eran en aquel entonces los dos
más grandes exponentes como finalistas,
llegaron en su partida a la
posición siguiente:
Y así, bajo la tensión de la lucha,
las blancas perdieron sus posibilidades
de obtener el empate, y su
éldversario echó por tierra una victoria
asegurada.
En el Torneo de Nueva York, de
1931, Capablanca se encontró varias
veces en dificultades, especialmente
en sus partidas contra Kevitz, Dake
y Turóver, y sólo escapó a la derrota·
en cada una de esas ocasiones, a causa
de que la tensión nerviosa afectó
el juego de sus oponentes, una vez
AJEDREZ MODERNO
que la victoria se hallaba al alcance
DIAGRAMA 99
de ellos.
Turóver superó claramente a su
famoso antagonista, a despecho de
su propio juego indiferente en la
apertura. La partida es la siguiente:
Negras (Turóver)
141
PARTIDA 78
Apertura Holandesa
Blancas
Capa blanca
1 P4AR
2 C3AR
Negras
Turóver
P4D
P4AD
Un serio error que permite el
cambio del valioso alfil negro por
el de las blancas, que resulta de
poco uso en esta apertura. P 4 A D
debía ser diferido por unas movidas,
para que el golpe A 5 C jaque, no
resultara conveniente para las blancas,
en razón de la réplica P 3 A D.
3 P3R
4 A 5 C jaque
5 A X A jaque
6 C3A
7 P4R
8 C2R
9 C3C
10 P3D
11 0-0
12 C2R
13 P3A
14 C X PA
15 P3CR
P3CR
A2D
CXA
P3R
P5D
CR3A
P4TR
A3T
P5T
A2C
PXP
P6T
P3T
A efecto de impedir P5R, C 5 C D;
pero ello crea debilidades en 3 C.
16 P5R
11 ex e
18 D3C
19 A3R
20 A2D
21 e 5 e
C4D
PXC
C3C
P5D
TDlA
Blancas (Capablanca)
Posición después de la jugada 21. C 5 C
21 D4D
T D 1 A y A 5 T, por parte de las
blancas, era más fuerte.
22 DXD CXD
La fineza de las jugadas de las
negras han inclinado el fiel de la
balanza a su favor. Las blancas deben
luchar ahora para evitar la
derrota.
23 P6R
24 C7 A
25 TD 1 A
26 T R 1 R
27 P4CD
P4A
0-0
P3C
T3A
TlR
Las · negras han maniobrado en
forma espléndida en sus últimas cinco
movidas.
28 C5C
29 PXP
30 T2A
31 PX P
32 AX C
C6A
PXP
P5A
TXPA
Forzado, a causa de la amenaza
P6D.
32
Aquí las negras pasaron por alto
el golpe P 6 D, que les hubiera dado
un hermoso triunfo. Sin embargo,
debe dejarse constancia que se encontraban
bajo la presión del tiempo
y que, además, no es fácil de ver
la jugada ganadora, teniendo a mano
PXA.
33 CXP
34 TX T
35 C5C
36 RIA
BARNIE F. WINKELMAN
T5R
PXT
RIA
TIC
Con esta amenaza las negras tienen
asegurada las tablas.
37 CXP T7C
DIAGRAMA 100
Negras
(Turóver)
Se ha llegado ahora a una posición
teórica de tablas.
42 T6A
43 T6T
44 RIA
45 TX P
46 R2A
47 R3A
48 T 6 T jaque
49 P4C
50 T6D
5I R3C
52 T6AD
53 T6R
54 T6D
55 R4T
56· T 6T
57 R5C
58 P5A
59 PXP
P4T
R2R
TXP
R3A
T2R
T2CD
R2C
T2R
R2A
R2C
T2T
R2A
R2C
T2C
T2AD
T4A jaque
PXP
T8A
Blancas (Capablanca)
Posición después de la jugada 37 . . , T 7 C
38 TIA
T X T, etc., da a las negras un final
ganador.
Un desatino para el que no hay
excusas. La partida es un empate
del tipo más simple.
Arturo Dake, una naciente estrella
americana, obtuvo una decisiva ventaja,
pero a causa de una serie de
errores extraordinarios, perdió finalmente
su juego. Kevitz tuvo una
tarea más difícil:
DIAGRAMA 101
Negras (Capablanca)
38
39 RIC
TX_P TR
TXP
Los peones de las blancas caen como
manzanas maduras. Tácticas similares
fueron empleadas por el
mismo Capablanca muchas veces.
Por ejemplo, contra Tartakówer en
el Torneo de Nueva York, de I924.
Blancas (Kevitz)
Posición después de la jugada 15. C 1 A
40 CXP
41 TXA
A x e
T7R
Luego de que las negras jugaron
A 6 T, las blancas ganaron el peón
central: todas las piezas menores se
cambiaron, excepto _ los alfiles de
2 C R y 3 R. Basado en la circunstancia
de que su alfil domina el
flanco de dama, y que el de las blancas
se encuentra alejado y sin mayor
acción en el campo de lucha,
Capablanca avanzó sus peones de
dicho sector y ganó la partida, ayudado
por un descuido de su adversario,
que se tradujo en una pérdida
de tiempo. En todo su conjunto, por
la estrategia empleada, este final
tiene gran analogía con el que Capablanca
jugó contra Mieses, en la famosa
partida donde, con calidad de
menos, movilizó su alfil con mayor
efectividad que la torre adversaria,
conquistando la victoria.
Todo lo precedentemente expuesto
puede ser definido con el término
«el vigor de lo menos», el pleno
recurso de la desesperación, que
siempre debe ser tenido en cuenta
cuando tengamos una superioridad
ganadora.
En el año 1921 se presentó entre
los contendores que se citan la siguiente
posición:
AJEDREZ MODERNO 143
La partida continuó así:
23 TXA
24 e 6 e jaque
25 C X T
26 D4C
27 TlR
28 PX P
29 D 4A jaque
PXT
RlC
T3R
D3A
P6R
TXP
RXC
Y las negras tienen un juego muy
superior. Después de diez horas de
lucha en una sola sesión, en la cual
luego de cambiarse las damas, se
conquistaron nuevamente por promoción,
la victoria parece estar cerca
para las negras.
DIAGRAMA 103
Negras (Winkelman)
DIAGRAMA 102
Negras (Winkelman)
Blancas (Ruth)
Posición después de la jugada 77. D 7 A R jaque
77 .....
R6D?
Por medio de R 5 C, etc., las negras
ganan.
78 D 5A jaque
79 D3Ajaque
R6R??
Tablas.
Pues si R X D, el rey blanco está
ahogado.
_
La estratagema debería ser recordada
por los estudiosos.
CAPÍTULO XXIII
ERRORES DE LOS MAESTROS
Todo torneo importante, ya sea nacional
o internacional, tiene su cuota
de errores; de partidas perdidas que
debían ganarse; de oportunidades
pasadas por alto; de simples errores,
y de desatinos. Ello indica que el
ajedrez entre los maestros es un
juego complejo y difícil, y que la
posición más sencilla debe ser estudiada
con toda atención.
En el memorable Torneo de San
Petersburgo, de 1914, se presentó esta
posición:
DIAGRAMA 104
Negras
(Janovski)
Las negras jugaron 17 . . ..., D 3 D,
que constituye un error evidente. El
futuro campeón mundial, en base a
ello, pudo ganar una pieza por medio
de T X A, P X T y A X C, pero
jugó 18. A 7 T jaque, y la partida
terminó en un empate.
En el mismo certamen, Lásker obtuvo
tablas contra Nimzóvitch después
que éste había ganado dos peones;
Alekhine perdió una pieza con
Blackburne y consiguió también dividir
el punto. Tarrasch y J anovski
efectuaron una similar comedia de
errores; Lásker le regaló a Márshall
medio punto, y así sucesivamente.
Diez años después, en Nueva York,
Lásker, que finalmente fué el vencedor,
enfrentó y derrotó a Reti, que
se encontraba fortalecido por su victoria
sobre Capablanca.
DIAGRAMA 105
Negras (Lásker)
Blancas (Alekhine)
Posición después de la jugada 17. A 5 A
Blancas (Reti)
Aquí las blancas jugaron:
22 C3A
23 C4D
24 R2T
25 Dl T
26 e x P
27 P XP
2s A x e
A2R
D2D
P4T
P5T
P X P jaque
cxc
A3 A etc., .Y
ganaron.
En lugar de ello, con el golpe
22. e (5 R) 4 e, e x e; 23. P x e,
hubieran obtenido otro peón de ventaja
y, por lo menos, el empate.
En Londres, durante el certamen
de 1922, el talentoso conductor de
las piezas negras, en la posición
que se ilustra en el diagrama siguiente,
por extraño que parezca,
jugó 26 . ....., D 5 T, y el resto no
merece mencionarse.
DIAGRAMA 106
Negras (Z. Borovski)
AJEDREZ MODERNO 145
Mórrison obtuvo una posic1on
abrumadora contra Reti ( diagrama
108) . La jugada de las negras
29 . . ...., A 6 R jaque, fué el resultado
de la desesperación, ya que con
30. T X A, T 8 A jaque; 31. R 2·c,
las blancas ganaban.
DIAGRAMA 108
Negras
(Reti)
Blancas (Mórrison)
Posición después de la jugada. 29 . . . , A 6 R jaque.
Blancas (Tartakówer)
Posición después de la jugada. 26. D 4 B
En el mismo torneo, dos grandes
maestros llegaron a esta posición:
DIAGRAMA 107
Negras (Bogoljubow)
En lugar de ello, aparentemente
sospechando la existencia de un profundo
plan enemigo, jugaron
30 Rl T
31 TXT
32 R2C
33 R3A
T8A jaque
T X T jaque
T 8 C jaque
D3T!
Y las negras consiguieron el punto.
Lo que se ejemplifica seguidamente
resulta, en verdad, inexplicable:
DIAGRAMA 109
Negras (Watson)
Blancas (Reti)
Posición después de la jugada 23. T 1 A
Las negras, que habían desarrollado
un ajedrez superlativo, alcanzaron
su propósito, pero aquí movieron
D 1 D, y el cotejo fué tablas. Con
D 5 A, el triunfo era bien claro.
Blancas (Atkins)
Posición después de la Jugada 40. D 3 T
146 BARNIE F. WINKELMAN
Las negras, generosamente, movieron
40
41 DXP
42 P3CD
C3T
D2C
¡La generosidad debe ser recíproca!
42
Abandonan.
C2A!
Uno de los más notables finales
que jamás se han presentado en una
partida de ajedrez, es el de la vigésimoséptima
del «match» Capablanca-Alekhine,
jugado en Buenos Aires.
Damos la partida y la posición
del final, al efectuarse la jugada 38.
Aquí ambos contendores por el título
mundial, sin duda los más extraordinarios
maestros de su generación,
acordaron declarar tablas. Al
llegar a esta posición, Capablanca
tenía el triunfo en sus manos por
medio de la línea de juego que por
primera vez me indicó en Nueva
York Isaac Kashdan (1).
PARTIDA 79
Gambito de Dama Rehusado
Blancas
Capa blanca
1 P4D
2 P4AD
Negras
Alekhine
P4D
P3R
3 C3AD
4 A5C
5 P3R
6 C3A
7 TlA
8 PXP
9 A3D
10 D2A
11 A4T
12 A3C
13 0-0
14 PTX A
15 C4TD
16 TRlR
17 C5R
18 D3C
19 C5A
20 PX C
21 P4T
22 AlC
23 C3A
24 P4R
25 TXP
26 TD IR
27 D2A
28 A2T !
29 C5R
30 CXA
31 AXC
32 T4CR
33 TD X P
34 D4R
35 P4A
36 TRXP
DIAGRAMA 110
Negras (Alekhine)
C3AR
CD2D ·
A2R
0-0
P3TD
PXP
P3A
P3TR
ClR
A3D
AXA
C3D
TlR
C3A
CD5R
A3R
cxc
C4C
C2A!
Al A
C3R
PXP
T2R
A2D
P3CR
DlAR
D2C
TXC
PXA
R2T
TlCR
T2AR
DlA
D X P jaque
( 1) Recuerdo perfectamente que en el Club Argentino
de Ajedrez, donde se llevó a cabo el célebre
match, la misma noche en que se jugó esta
partida, los aficionados que seguian sus alternativas
en los salones y en el tablero mural, hallaron
en el acto la variante ganadora, que consiste simplemente
en salir de los jaques de la dama negra
por medio de 38. R 2 R. Aun más, uno de ellos·,
encargado de la transmisión radial, se adelantó a
los acontecimientos, irradiando la noticia del triunfo
p; m1r:ebi!i n }iaJ!rªu e f r Jr!6ios errores
del gran maestro cubano en este match no
fueron sino el resultado de factores ajenos a su
capacidad ajedrecística, derivados de su estado
psicofisico. Ello puede dar la explicación exacta
de su derrota en la magna lucha por el preciado
título en disputa. (Nota del traductor.)
AJEDREZ MODERNO 147
37 R 1 A D 8 A jaque El cotejo continuó en la forma que
38 R 2 A ? D 7 D jaque se ilustra seguidamente:
(Véase el diagrama 110)
Y el juego fué declarado tablas.
En lugar de la movida R 2 A ?,
las
blancas ganaban maniobrando con
el rey hasta salir de los jaques. Capablanca
echó a perder una bien
ganada victoria.
No es suficiente para el maestro
efectuar una buena movida. Generalmente
debe hacer la mejor, para
ganar.
En el Torneo de Nueva York,
de 1924, después de una Defensa
Siciliana obstinadamente disputada
(diagrama 111), el ex campeón mundial
jugó en seguro y magistral estilo:
49 P4D
El doctor Alekhine en su nota
aprobó la movida, que resulta suficiente
para dar el triunfo.
DIAGRAMA 111
Negras (Lásker)
Blancas (Janovski)
50 R2C
51 C4C
52 C2A
53 P4A
54 C (3 C) 4R
55 CXA
56 C3D
57 R3C
58 R2A
59 P3T
60 R3C
61 R2A
62 C5R
63 P4CD
64 DlD
65 C3D
66 C5A
67 C3D
68 C XP
Abandonan.
P5D
A3D
D4D .
DXPA
D4D
DXC
D4D
T3A
T3T
T3AR
T 3 C jaque
T6R
D5R
P4TR
T3AR
P4CR
D4D
PXP
D5R
Todo esto constituye ajedrez superior.
El peón central es avanzado. Se
debilita el flanco de rey. Las piezas
convergen en el centro y accionan
sobre el rey enemigo y sobre las debilidades
creadas, hasta conseguir
un colapso general.
Pero, en realidad, dicho plan era
completamente innecesario. En la
movida 49 debían haber efectuado
simplemente el exótico golpe
P 4 C R !, y entonces Janovski no
tenía nada mejor que abandonar.
Esta jugada escapó a todos los críticos.
Aquí la movida rutinaria es
suficiente para ganar, y gana. Ello
debe suprimir toda censura.
CAPÍTULO XXIV
ESTRA.TEGIA. DEFENSIVA
La confianza es el principal requisito
para una defensa exitosa. Ella
surge de la certidumbre de haber
jugado correctamente. mantenido el
equilibrio de la posición y no haber
creado debilidades en su campo.
En tales circunstancias, algunos
maestros, en especial Capablanca y
Nimzóvitch, recibían con satisfacción
el ataque de sus adversarios,
seguros de que lo rechazarían y
que, en la subsiguiente reacción,
sus propias piezas actuarían poderosamente.
En su «match» contra Márshall,
fué la defensa opuesta por Capa.:.
blanca en posiciones difíciles, la que
lo señaló como un maestro del más
alto rango.
Las limitaciones de un solo volumen
nos obligan a tratar el arte de
la defensa en forma muy breve.
Defender una posición contra un
ataque, resulta una de las más difíciles
tareas del jugador de alta
calidad, y contra las complicaciones
que trae aparejado el que ejecuta
un maestro, sólo el genio ajedrecístico
es capaz de encontrar las líneas
defensivas para neutralizarlo.
En la primera partida jugada en
Zurich en 1934, entre Euwe y Lásker,
las negras se defendieron cuidadosamente
y luego construyen su
propio ataque.
Veamos su desarrollo:
PARTIDA 80
Gambito de Dama Rehusado
Blancas
Dr. M. Euwe
1 P4D
2 P4AD
3 C3AD
4 A5C
5 P3R
6 C3A
7 D2A
8 P3TD
9 TDlA
10 AXP
11 A XA
12 C4R
13 C3C
14 0-0
15 ex P
16 A2T
17 P4R
18 TRlD
19 P5R
20 AlC
21 D4R
Negras
Dr. E. Lásker
P4D
P3R
C3AR
CD2D
P3A
A2R
0-0
TlR
PXP
C4D
DXA
CR3A
P4AD
PXP
C3C
TlC
TlD
A2D
ClR
P3CR
A5T
DIAGRAMA 112
Negras (Lásker)
II! II!Ul //. --1
R1B / % - - iBi
. ,,¿,
• • • • "I
- B1B 1 B!
.im a•m n
- - - g 1
, .
L
. f i
tff·a g.,,.%-:¿,.%qL%\
"'t u l!l , f _ i
Blancas (Euwe)
Posición después de la jugada 21 . . . , A 5 T
22 P3CD A2D
23 P4TD C4D
24 A3D TDlA
25 A4A A3A
26 CXA PXC
27 T3D. C5C
28 T3AR T2A
29 P4TR TD2D
30 P5T D4C
31 TlR T5D
32 PXP! PTXP
33 D2R T7D
34 DlA C7A
35 C4R DXPR!
contra-
Ahora se desarrolla el
ataque.
36 C 6 A jaque nxc
AJEDREZ ::MODERNO 149
37 TXD C X T (3 A)
38 TlAD C5R
39
A2R
C5D
40 A3A CXPA
41 D4A C6D
42 TlAR C4R
43 D4C C (4 R) X A
jaque
44 PXC C 7 R jaque
45 R2T C 5A jaque
descubierto
46 RlT T (7 D) 5D
47 D7R R2C
48 D7A T (l D) 4D
49 TlR T4CR
50 D X P(6A) TlD
Abandonan.
PARTIDA 81
Apertura del Peón de Dama
Blancas
Wínkelman
Negras
Whitaker
1 P4D C3AR
2 P4AD P4R
3 C3AR P5R
4 ClC A 5 C jaque
5 C3A P4A
6 P3R 0-0
7 C2R C3A
8 P3TD A X Cjaque
9 CXA D2R
10 A2R P3D
11 0-0 A4A
12 P3A PXPD
13 PXPD P6R
14 P5D C4R
15 D4D TRlR
16 ClD TDlA
17 CXP A3C
18 P4A CD2D
19 P5AR C4A
20 AlD A4T
21 P4CR A X P
22 CXA cxc
23 DXCR D3A
24 A2A C5R
150 BARNIE F. WINKELMAN
25 A3R
26 AXC
27 P6A
DIAGRAMA 113
Negras (Whitaker)
DXPC
TXP
P3C
3 C3AD
4 D3C
A5C
P4A
En este momento también ha sido
jugado C3A.
5 PXP
6 C3A
7 A2D
C3A
C5R
C X P kf>
El golpe 7 . ....., C X A fué empleado
por J óhner contra Spielman,
en Cárlsbad, durante el certamen
de · 1929, pero demostró ser inferior.
Blancas (Winkelman)
Po5lición después de la jugada 21 . . ., l' S C
28 TD lA
29 TXT
30 T8A
3I R2C
32 A2AR
33 D X T jaque
34 D2A
35 A4D jaque
36 D2C
TXT
DXPA
D 8 T jaque
D 7 C jaque
TXT
R2C
DXP
P3A
Abandonan.
En la próxima partida, una cuidadosa
defensa recoge el premio
usual, por medio de un poderoso
contraataque dirigido sobre las desorganizadas
fuerzas adversarias.
Esta partida, jugada en el Torneo
Internacional de México, de 1935, es
comparable a las mejores llevadas a
cabo en Europa y constituye también
una importante contribución a la
teoría de las aperturas.
Blancas
Arturo Dake
I P4D
2 P4AD
PARTIDA 82
Negras
Herman Stéiner
C3AR
P3R
8 D2A
9 P3TD
10 AXA
11 P4CD
12 A2C
I3 P3R
14 A2R
I5 0-0
16 TD ID
17 D4T
18 P5A
19 P5C
20 DXP
2I D4T
22 D2A
23 CIR
24 P XP
25 P4TR
26 T4A
27 PXT
28 A3AR
29 A X C(4 C)
30 R2T
3I RIC
32 C3A
33 T3D
34 D2A
Abandonan.
0-0
AXC
P4A
C5R
P3CD
A2C
TIA
C2R
DIR
C3AD
PXP
CID
P3D
D3C
P5AR
PXP
C2A
C3T
TXT
D6C
C5C
D6R jaque
D X P jaque
DXA
TIA
C6C
P4R
En la próxima posición el ataque
recién ha sido rechazado y se inicia
la contraofensiva.
DIAGRAMA 114
Negras (Wínkelman)
.1mm1 m.1a•m
m B m1a
im mm m
Bim m B %
- - m - -
-----
L W@
i' %/.
an - --
@ %
m ,, 0a !!i.B ,/. 0m
,
0
% , -
Blancas
(Bornholz)
Po1ici6n después de la jugada 20 . . . , P 6 D
AJEDREZ MODERNO 151
El juego prosiguió así:
21 PXP CXP
22 cxc AXC
23 C5A AXC
24 TXA A3R
T(5 A)5D A X T
26 D XA D2R
27 P3C R TDID
28 D3A T X T jaque
29 DXT D-8 R jaque
Abandonan.
25
CAPÍTULO XXV
CREACION Y EXPLOT ACION DE DEBILID.._4-DES
Cuando uno de los adversarios ha
jugado violando los principios ajedrecístico,
y su posición se encuentra
llena de debilidades, sólo
es necesario dirigir las fuerzas contra
las mismas.
En la posición siguiente, las negras
han accionado débilmente y por
ello corresponde un juego enérgico
por parte del oponente.
DIAGRAMA 115
Negras
Blancas
Posición después de la jugada 19 . . . , P f C
20 P4D PA X P
21 A X A D X A
22 DXPD 0-0
23 D4CD C2A
24 P4TD ! D6D
25 D4R D X D
26 T X D C3T?
27 P4T P4A
28 T 4 C D y ganan un peón.
Sin embargo, en aquellos casos
donde no existen reales debilidades,
el experto procura de alguna manera
crear un blanco para el ataque.
Daremos solamente un simple ejemplo
de estos casos.
PARTIDA 83
Apertura del Peón de Dama
Blancas
Negras
1 P4D P4AR
2 P4AD C3AR
3 C3AD P3R
4 P3CR A5C
5 A2C 0-0
6 P3TD A XC jaque
7 PXA C 5R
8 D2A P4D
9 PXP PXP
10 C3A P3A
11 0-0 A3R
12 C5R C 2D
13 A4AR
Este golpe -no es de estilo clásico,
pero ha sido efectuado en conjunción
con las próximas movidas, para
crear debilidades en el campo enemigo
1 N .D 1 C E
Prefacio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . 5
Nota para la tercera edición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 6
CAPÍTULO I. - Reglas e Instrucciones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Dos reglas importantes . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 7
El movimiento de los peones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7
Captura al paso . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
Promoción del peón . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
El alfil . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8
La torre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
La dama . . . . . . . . ... ... . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . .. ... . .. 9
El rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·.; . . . . . . . . 9
El caballo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Valor teórico de las piezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 9
Términos us·ados en aj edrez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
El jaque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
.Jaque mate . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
cColoco» .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Pieza tocada, pieza movida . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
Partida tablas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Notación ajedrecística . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Mate del loco . • . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
Mate del estudia;te . . . . ·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
El enroque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
El ahogado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
Las 50 jugadas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
CAPÍTULO II. - El Final . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Rey y torre contra. rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14
Rey y dos alfiles contra rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Rey, alfil y caballo contra rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
Rey y dos caballos contra rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Rey y peones contra rey y peones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
Rey, alfil y peón contra rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 17
CAPÍTULO III. - Las movidas de la apertura . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
Giuoco Piano . . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . 18
Variante I-El ataque Moller . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Walbrodt-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19
Hausler-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
Schottlander-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 23
Apertura Ruy López . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 23
Tarrasch-Blackburne . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 25
156 ÍNDICE
Tarrasch-Tchigorin . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
Noa-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
La apertura del peón de dama . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 32
. Gambito de dama rehusado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Defensa Cambridge Springs . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 33
Scheve-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 34
Tarrasch-Tchigorin . . ..... . ......... ... . . ...... ......... . , . . . . . . . . . . . 36
Defensa Siciliana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Defensa Francesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Gambito Muzio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Gambito Evans rehusado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38
Apertura Ponziani . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Apertura del alfil de rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Gambito Sal vio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ·39
Contragambito Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
Gambito Evans . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Apertura Zúkertort . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Defensa Caro-Kann . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Apertura Inglesa ... ...... . . .... ..... . . ...... ...: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Apertura Central . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Gambito del Rey . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Defensa Petrov . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Gambito Allgaier . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . . . . . . 40
Gambito Kieseritzky . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Gambito del Rey rehusado ............................................. 40
Apertura Vienesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40
Apertura de los Cuatro Caballos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Defensa Alekhin:e . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Apertura Reti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
Defensa Holandesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Defensa de los Dos Caballos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
Apertura Escocesa . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42
CAPÍTULO IV. -El Desarrollo del Aj edrez Moderno . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43
CAPÍTULO V. - Damiano, Ruy López y Salvio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46
D·e Damiano . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
De Ruy López ... . . . ... ........... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47
De Salvio . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49
CAPÍTULO VI. - La estrategia de los torneos modernos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 50
CAPÍTULO VII. Filidor (Francisco · Andrés Danican) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 53
33
38
39
CAPÍTULO VIII. - Mac Donnell y De La · Bourdonnais . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
Zúkertort-Anderssen .. .............. . . .... ...- . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59
Bird-Zúkertort . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Anderssen-Bird . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60
Dufresne-Anderss:en . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Buckle-Harwitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 61
Mackenzie-Delmar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62
Cochrane-W álker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
Staunton-Anderssen . . . . . . . .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63
CAPÍTULO IX. - Pablo Morphy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64
Morphy-Harrwitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 65
ÍNDICE 157
Morphy-Anderssen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Lowenthal-Morphy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66
Morphy-Paulsen ... ...... . ., . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 67
CAPÍTULO X. - Principios Generales contra Instrucción esp·ecífica . . . . . . . . . . . . 69
Young-Preston War.e . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
Burille-Young ... .... ........ ... . , . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .
CAPÍTULO XI. - Stéinitz, Lásker y Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 74
Zúkertort-Stéinitz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Lásker-Schléchter . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75
Lásker-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77 Y 78
'
CAPÍTULO XII. - Espacio y Tiempo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 79
CAPÍTULO XIII. - Pillsbury, Charusek, Bréyer, Reti y Torre . . . . . . . . . . . . . . . . 81
Pillsbury-Walbrodt . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Bréyer-Ess.er . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 82
Blackburne-Charus.ek . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
Euwe-Reti . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
Torre-Lásker .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 84
Reti-TartakóWtr . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 85
CAPÍTULO XIV. - Nimzóvitch, Maroczi, Bogoljubow, Rúbinstein, Vid.mar, Spielman,
Tartakówer . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
Bogolj ubow-Nimzóvitch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86
Spielman-Thomas ........ ·.· . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
Bogoljubow-AI;ekhine . . . . . . . ... . ...... ... . .... ............. . . . ..... : . . . 88
Tartakówer-Bogoljubow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 88
Vidmar-Euwe . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Bogoljubow-Maroczi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89
Vidmar-Nimzóvitch .. . ... . ............. . . . . . ..... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
C11pablanca-Spielman . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 90
Spielman-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 91
Rúbinstein-Reti ...... ....... ..... . . ..... . . ·. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 92
CAPÍTULO XV. - La brillantez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Fine-Dake . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 93
Nimzóvitch-Tarrasch . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 94
Tarrasch-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 95
Alekhine-Yates . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 96
Márshall-Kashdan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 97
Bogoljubow-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99
CAPÍTULO XVl. - Frank J. Márshall, campeón de Estados Unidos de América 101
Márshall-Pillsbury . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
Márshall-Atkins . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102
Márshall-Schléchter . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 103
Levitzki-Márshall . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 104
CAPÍTULO XVII. - El juego de apertura. . El principio de proporción . . . . . . . 106
Alekhine-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
Saemisch-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 106
Fink-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Máttison-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 107
Thomas-Monticelli . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 108
Alekhine-Bogoljubow . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
Dake-Santasiere . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 109
72
158 ÍNDICE
CAPÍTULO XVIII. - Alejandro Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
Alekhine-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112
Alekhine-Monticelli . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 113
Bogolj ubow-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 114
CAPÍTULO XIX. - El balance de posición . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
Capablanca-Torre . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 115
CAPÍTULO XX. - La coordinación de las piezas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118
Capablanca-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119
Márshall-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 120
Bird-Morphy . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 121
Neil-Wínkelman . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
Alekhine-Lásker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124 y 126
CAPÍTULO XXI. - José Raúl Capa blanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 128
Euwe-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ... . . . . . . 129
Capablanca-Alekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 129
Alekhine-Maroczi . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131
Gothilf-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 132
Capablanca-Yates . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 133
Monticelli-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 133
Capablanca-Máttison . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
Márshall-Capablanca . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 134
Botwinnik-Salo Flohr . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137
Capablanca-Bécker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 138
CAPÍTULO XXII. - Ganar una partida ganada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
St. Amant-Staunton . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 139
Capablanca-Turóver . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 141
CAPÍTULO XXIII. -Errores de los maestros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . • 144
Capablanca-Al'ekhine . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146
CAPÍTULO XXIV. - Estrategia Defensiva . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
Euwe-Lásker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .: . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
Wínkelman-Whitaker . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 149
Dake-Stéiner . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15(
CAPÍTULO XXV. - Creación y explotación de debilidades . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 152