You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
PREFACIO
El «Ajedrez Moderno» es un intento de llegar a bosquejar brevemente
el desarrollo del actual juego de torneo, tomando como punto inicial las
más antiguas partidas realizadas en los siglos XVI y XVII, aunque sabemos
que tal bosquejo ha de parecer inadecuado para aquellos que siguen
las contiendas de los maestros en los numerosos certámenes internacionales
que se realizan actualmente.
Cada uno de los ajedrecistas que mencionamos necesitaría la dedicación
de un trabajo compl_eto para poder valorar en forma adecuada su gram
mérito como artista del tablero. Muchas de las figuras cuyas partidas son
recordadas en las páginas siguientes, han sido actores principales en compactos
volúmenes dedicados al ajedrez.
Varios miles de partidas tuvimos a nuestra disposición para realizar
esta obra,. y la tarea de seleccionarlas nos ha resultado realmente difícil.
Los expertos encontrarán seguramente que en nuestras páginas faltan un
buen número de partidas f amasas de estos artistas, pero debemos aclarar
que ellas fueron omitidas prudentement.e, porque constituyen con tanta
frecuencia una parte de todas las colecciones, que eL aficionado las encontrará
a cada momento. Hemos incluído numerosas partidas brillantes, pero
nuestra mayor atención la dedicamos a las más «rutinarias», es decir, a
aquéllas que si bien carecen de movidas espectaculares, constituyen el
desarrollo de una labor completa, y la consecución de La victoria se ha
obtenido por el empleo de principios estratégicos que estudiaremos aquí
con toda atención.
La literatura ajedrecística progresa actualmente en base a la selección
que efectuamos entre la multitud de partidas brillantes y meritorias'
existentes.
Las lecciones referentes al juego co'rrecto se basan, en la mayoría d.e
los casos, en los principios de Tarrasch, explicados en su Libro «Trescientas
Partidas», traducido por el autor en 1915 e incorporado en aquel entonces
por el señor David A. Mitchell en su «Guía para el Ajedrez».
Vaya nuestro agradecimiento por las numerosas partidas que hemos
obtenido del «American Chess Bulletin» y por el material que el señor
Herman Helms ha puesto a nuestra disposición.
En un solo volumen, únicamente muy pocas de las partidas de la más
alta calidad pueden ser presentadas. Nuestra esperanza estriba en haber
llenado las lagunas existentes, con el estudio particular de los maestros
considerados individualmente, como así del período en que les tocó actuar.
Por otra parte, nos ha causado profunda ·pena no poder dedicar más aten-