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35 AÑOS
Snowboard en nuestro país X Antonio Kobau
Sección de Snowboard por:
DE NUESTRA HISTORIA
Postal promocional ¿I LOVE SKI?, finales de los 80´s
Tienda Surfin, Sierra Nevada 1990. Miguel Bonal (2do por la
izquierda) junto a otros pioneros
Juan Lacouture, Antonio Kobau y Julian Sanllehy en el stand
de la A.E.S. Feria de Barcelona 1994
Iker Fernández y Miguel Bonal. Ballantine’s inicios años 90
Edu Graells, el campeón mundial Marc Heingartner y Jordi
Gorina, Astún febrero 1987
Albert Mombiedro, Pepa Prieto y Núria Moga, unos clásicos en
todas las competiciones. Baqueira inicios años 90
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¿Treinta y cinco años de historia de nuestro snowboard en
una doble página? … Daré una visión muy reducida y personal
de la que quizás, algunos sabios lectores “del mundillo”
querrían matizar. Ahora bien, así fue tal y como yo lo viví
y así unos años más tarde, lo fuimos contando con el nacimiento
de la primera revista gratuita de snowboard lanzada
en 1994. Hoy, a través de sus 95 números y 104 portadas,
cumple exactamente 25 años.
¿Cuándo empezó todo?
A mediados de los 80s, un deporte que apenas era considerado
como tal, entraba en España entre particulares…Las primeras
tablas procedentes de Estados Unidos llegaban de la mano
de un muy reducido y desperdigado grupo de esquiadores o
gente de nieves que en algunos casos. Eran ya deportistas familiarizados
con otros deportes de deslizamiento como el surf, el
windsurf o el skateboard. Estos pioneros consiguieron traer o
pedir tablas de algunos puntos en América o incluso en Europa
como en Innsbrück (Austria), cuna del snowboard en nuestro
continente. Para tener una primera tabla, la regla que prevalía
era “me la trae un amigo del amigo del amigo”…Delante de mí
y en un breve espacio de tiempo, varios nombres en la Península
probaron ya esa forma de deslizarse, esa manera de sentir…
descubridores y pioneros que empezaron probablemente
con unos hermanos asturianos tirándose por una ladera de lo
que hoy conocemos como la estación de Fuentes de Invierno.
Desde el año ochenta i seis hasta hoy no citaré a mucha gente
que se ha cruzado por mi camino o que sencillamente he entrevistado.
No lo haré, para no convertir el artículo en un elenco
interminable de nombres y apellidos: sí que mencionaré en
cambio, a unos pocos por la influencia (entre otros pioneros)
en ámbitos competitivos, por la promoción inicial y aportación
al deporte en nuestras estaciones de esquí y geografía alpina.
Personas que pusieron entusiasmo y color a un deporte en fase
experimental que acabó casi paradójicamente, con toda una
revolución industrial en el mundo de la nieve, llevando a otra
dimensión a la industria del esquí pocos años más tarde.
Nacieron las primeras tiendas de referencia con sus primeros
dueños y entusiasmados promotores “de lo nuevo”: citemos
aquí lo que llegó a ser con toda seguridad y ubicada en
una gran ciudad la primera tienda totalmente especializada en
snowboard (con lo poco que llegaba) y punto de reunión entre
pioneros en la ciudad condal, además de ser la tienda que
me proporcionó las primeras botas Sorel (no de snowboard)
con las que intentar hacer snowboard en el año 89. Esa tienda
llamada Snowboard Center (SBC) y que no existe actualmente
fue propiedad de Luis Morales, visionario y gran promotor
que luego bajo alianzas, extendió su nombre en Sierra Nevada
(Granada) y en Baqueira (Valle de Arán), de la mano de otros
dos míticos de nuestra escena como fueron y son: Nacho Luque
y Ricard Monbiedro. Mencionar que en Sierra Nevada, ya
existía la mítica tienda Surfin de Miguel Bonal, gran promotor
en esa estación.
Rozando a finales de los 80s, la curiosidad de apasionados de
la nieve y otros deportes afines, se concentraban en estaciones
de esquí como Sierra Nevada, Astún, Boí Taüll, Estaciones de
la Cerdaña, Navacerrada (por la cercanía de la gran capital) y
la siempre y más internacional Pas de la casa en Andorra (allí
probé el snowboard en temporada 88-89), eran probablemente
los centros donde había mayor concentración de snowboarders
pioneros, entendámonos: eso podría querer decir que circulando
en pistas quizás habían cuatro o seis personas … diez son
muchos a finales de esa década en una misma estación y día.
Con los primeros y muy pequeños distribuidores, tiendas, promotores
y organizadores de concentraciones, empezaron también
las primeras competiciones como en la estación de Astún,
donde en el año 1987 se celebró un evento singular con la presencia
del entonces campeón mundial (Mark Heingartner)…
La Surfito en Sierra Nevada, la SBC Contest en Port del Compte,
la Freesports event, los primeros campeonatos en el tan
cercano pirineo francés… Todas, competiciones que marcaron
un inicio y expandieron la fiebre del snowboard en cuestión
de pocos años. Donde nos reuníamos venidos de toda España
unas 50 o 80 personas para conocernos y compartir tanta emoción
de un deporte nuevo, libre y algo transgresor y que acabó
en la profesionalización años después hasta llegar a hoy…
Mientras, competidores algo más recatados en modalidad alpina
de snowboard y con bota dura y los llamados “freakies”
(de saludo con pulgar y meñique y con bota blanda), eran los
primeros invitados a una nueva fiesta de carnaval en pistas.
Las estaciones se preparaban mentalmente para convivir en los
próximos años con una nueva raza que parecía proliferar. Los
materiales de aquel entonces (lo que hoy entendemos como
look vintage), eran cintas de pelo fosforitos, chaquetas de tonos
pastel, pantalones todavía muy ajustados y guantes de los que
llegaban hasta el codo, ropa que combinaba con una mezcla de
material de snowboard que apenas llegaba a España. Nuestro
gran afán por vestirnos bien antes de subir a pistas era total; “a
ver que tengo que sea un poco guay de esquí y que combine
con mi única prenda de snowboard y quede wooow”.
Saltos improvisados construidos con palas, ayudas (pocas) de
máquinas de nieve y poco más, era a lo que se podía aspirar en
el sector más “radikal” (aunque diré que más que suficiente por
el nivel y el desconocimiento del nuevo deporte). Los conocidos
“Half Pipes, Big jumps, Kickers, Rails” y menos aun lo que
hoy entendemos como snowparks ni estaban ni se les esperaban
hasta años después. Llegaron las primeras celebraciones
del circuito Ballantine´s, patrocinador que vio el potencial del
deporte traído de los USA y creó un circuito de la mano de Pro
New Sports (empresa de eventos de Madrid) con cinco pruebas
en distintas estaciones de España y que si la memoria no me
falla como ex competidor (de los de en medio de la tabla no
más), el circuito empezó a celebrarse en la temporada 1992-93.
Durante varios años, este circuito fue un gran trampolín para
la promoción, desarrollo y la paulatina profesionalización del
snowboard.
…Y así llegaron y empezaron a destacar con nombres propios
los mejores dos riders del momento y del mejor snowboard
español en competición en la modalidad más natural y que
abandera este deporte: el freesyle en Half Pipe (medio tubo).
Dos rivales disputándose el campeonato de España en un deporte
demasiado joven y libre en estilo como para establecer
con precisión las reglas y puntuación de cada ronda… La polémica
estaba servida en cada evento del circuito Ballantine´s,
o por el estado del medio tubo (una compleja construcción
donde las estaciones y organización no tenían conocimientos
claros), o por una puntuación poco clara en las finales, por un
jurado difícilmente bien preparado procedente de otros deportes
nuevos como el skate a veces, o por una asociación (la AES)
siempre en proceso, con presidencias inestables, con vocales de
la misma en perenne conflicto o discrepancia y en definitiva ,