El revelado de La memoria

i. Bodegón sin título
Desde tiempo atrás me he caracterizado por buscar y anhelar instantes
En primer lugar , se encuentra el proyecto Bodegón sin título. Una serie
de 3 bodegones en stopmotion inspirados en 10 cumpleaños de los años
90. A medida que pasan los segundos, el bodegón se va consumiendo
así como sucedía en cada una de esas celebraciones. El mensaje que
buscaba comunicar con este proyecto es :
Los cumpleaños de los 90 son los bodegones de la época:
“Luego de cerrar el álbum, miramos la pared de la sala en donde está el bodegón que
tenemos hace tantos años. Y por un instante imaginamos que las frutas pintadas al
óleo podrían ser reemplazadas por aquella torta , ese gran jarrón por una gaseosa, el
cesto de mimbre y la fina vajilla por platos y cubiertos de plástico de todos los colores.”
Una exaltación a la celebración de la vida pasada, que me dejó diferentes
aprendizajes y conceptos que consolidan mi interés por celebrar
la vida y que a su vez alimentan este proyecto.
Digno de inmortalizar :
Así como ciertos bodegones buscaban hablar de la exuberancia,
de las riquezas que inundaban la vida de placer,
percibo los montajes realizados en los cumpleaños de los 90
bajo una dinámica similar; la mesa de la casa se convierte
en aquella mesa usada por el pintor, y cada uno de los elementos
incluyendo sus texturas comienzan a hacer parte de
una composición digna de ser inmortalizada.
Estética exuberante :
Gestos en su máximo esplendor, aquella torta que da a
conocer su sabor, colores vibrantes que no se olvidan fácil,
y todo esto enmarcado por una luz frontal que dirige
la mirada. Es así como cada elemento se convierte en una
pieza relevante de aquella escena dirigida por los padres.
La familia sabía que además de vivir el momento, aquel día
quedaría retratado en una imagen la cual sería conservada
a lo largo de la historia . Por lo tanto, estas escenas pausadas
tienen el propósito de plasmar una infancia llena de alegría,
una niñez bien celebrada donde abundaban los sabores, los
colores y los gestos de festejo.
El despertar de los sentidos ficticios:
El ver las texturas de la torta, el gas de la gaseosa, las manchas
en el mantel, permiten darle otra dimensión a lo que usualmente
se percibe en el retrato del cumpleaños. Una ficción
que llena aquellos vacíos que no estaban resueltos del todo
en la foto. De esta manera, el hecho de que no esté ahí presente,
da la oportunidad de crear y de llenar la realidad con algo
ficticio pero que es aceptable para la memoria.