Presentacion Gambusinos de la Selva
Gambusinos de la Selva es el prefacio de una novela de interpretación historica desarrollada por Alberto Oriza que incursiona en este genero. Se situa en el Estado de Quintana Roo, recien surgido como territorio bajo el mandato del General Porfirio Diáz y evoluciona en dicho territorio dando una vista de la vida en esa región alejada del país. Entre conflictos armados, intereses encontrados, y el permanente enfrentamiento a la selva, se desarrolla la vida del protagonista, pasando de militar improvisado a comerciante y chiclero. Es un intento de recreación que inicia en 1908 y concluye en 1954.
Gambusinos de la Selva es el prefacio de una novela de interpretación historica desarrollada por Alberto Oriza que incursiona en este genero. Se situa en el Estado de Quintana Roo, recien surgido como territorio bajo el mandato del General Porfirio Diáz y evoluciona en dicho territorio dando una vista de la vida en esa región alejada del país. Entre conflictos armados, intereses encontrados, y el permanente enfrentamiento a la selva, se desarrolla la vida del protagonista, pasando de militar improvisado a comerciante y chiclero. Es un intento de recreación que inicia en 1908 y concluye en 1954.
You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
El tiro al blanco se acabó, cuando en un desesperado acto, los guerreros
acometieron contra los soldados más próximos con sus machetes
en alto, aunque muchos cayeron en la carrera, su valeroso ataque
creó una rendija por la que comenzaron a buscar la selva los sobrevivientes.
El mayor Matus, no les dio importancia, pues sabía que su reserva
estaba en esa dirección y tenían la consigna de que nadie pasara. Esto
quedó claro que lo cumplieron a cabalidad, pues en breve los disparos
y quejidos dieron anuncio del cumplimiento de la instrucción.
Escudados entre un par de mesas de madera sólida, los pocos sobrevivientes
trataban solo de salvar la vida, no había ya intento alguno
de pasar a una ofensiva. Una vez sometidos, el mayor Matus se acercó
y con frio gesto, identificó a los líderes que quería conservar con vida,
los cuales eran golpeados al momento y luego amarrados como cerdos.
El barrido de las viviendas se completó, pero ahora en vez de degollar
a los habitantes, fueron clasificados de acuerdo a criterios poco
claros, hasta que no quedó nadie en las palapas ahora medio destrozadas.
Toda la noche, trabajaron los soldados, juntando troncos y maderas
de por lo menos el alto de una persona, principalmente obtenidos
de las propias viviendas. Los maderos incautados se afilaron en uno
de sus lados.
Usando a los mismos guerreros capturados, fueron fijados los troncos
colectados como grandes estacas en los caminos que accedían al
poblado con las puntas arriba, labor que concluyeron ya entrada la
tarde.
Tras asegurar la identidad de los líderes, Matus confirmó que había
logrado comprar su boleto de salida de ese infernal lugar. A él nunca
le importó esta gente, y menos esos petulantes yucatecos, el cumplía
su trabajo y sabía que lo había concluido.