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y última vez que sucedería);
de Whitesnake y las piernas
estratosféricas de Tawny Kitaen.
Entre los programas que surgieron
por esta época están “MTV Spring
Break”, una especie de festival
anual alrededor de la celebración
de estas vacaciones estudiantiles
llenas de excesos, y el programa
“Yo! MTV Raps” que convirtió
en mainstream el estilo que tanto
tiempo habían ignorado. Llegaron
los retoños de Rick Rubin, Run
DMC y Beastie Boys, y el cruce
entre Run DMC y Aerosmith.
También nació MTV Europe. Pero
el evento que marcó a mi tribu fue
la llegada de “Headbangers Ball”,
un programa semanal dedicado
exclusivamente al hard rock y
el heavy metal. Los primeros
presentadores fueron Kevin
Seal (1987-1988) y Adam Curry
(1988-1990), y a partir del 90 llegó
Riki Rachtman, al que MTV le
hizo una audición a petición
de Axl Rose. El programa era
un escaparate fantástico para la
promoción de los grupos, y a los
fans nos proporcionaba noticias y
momentos inolvidables, dentro y
fuera del estudio: Guns N’ Roses
destruyendo el plató (tenían
permiso para hacerlo ya que iban
a cambiar el decorado), Marilyn
Manson montándoselo con
Twiggy Ramirez, Kurt Cobain
con su vestido amarillo de fiesta
de princesa Disney, Rob Zombie
pintando un mural durante cuatro
meses, skydiving con Megadeth,
en la bolera con Soundgarden, en
el parque acuático con Alice in
Chains, o Anthrax destruyendo
tu casa. Siguiendo su política,
MTV decidió terminar con este
show en 1995 dejándonos a todos
colgados de la noche a la mañana,
sin dar oportunidad a Riki de
anunciarlo ni despedirse de su
audiencia. Simplemente emitieron
algunos programas recopilatorios
de los mejores momentos. En
MTV Europe, la versión europea
del programa estuvo presentado
por la inolvidable Vanessa
Warwick entre 1990 y 1997. Tras
“Headbangers Ball” MTV puso en
antena el programa “Superock”,
presentado por Jackie Farry en
Estados Unidos y Julia Valet en
Europa, que ya no eran exclusivos
de heavy metal y no tuvieron
éxito.
Y es que ya desde 1988 los nuevos
jefes de MTV programaron un
cambio de generación. Terminaron
los contratos de los 5 VJ’s originales
y ficharon caras nuevas. MTV no
quería convertir a los VJ’s en estrellas
y tampoco quería que su público
envejeciese, quería mantener su
target entre el público adolescente.
Además tuvieron que hacer frente
al problema que les planteó el
nivel de éxito que alcanzaban los
artistas, que embarcados ahora en
giras cada vez más largas ya no
producían nuevos discos ni vídeos
a la misma velocidad que antes. Y la
audiencia de MTV, cuando no tenía
vídeos nuevos que ver, no apagaba
la TV para escuchar la radio. Ahora
cambiaban de cadena, querían más
TV. Primero pensaron en emitir
partidos de la NFL, o episodios
de Letterman o “Saturday Night
Live”, pero decidieron lanzarse a
la aventura y producir sus propios
programas. Así nacieron “Remote
Control” (un concurso), “Club MTV”
(un programa de baile), “The Week
In Rock” (un noticiario) y “House of
Style” (moda) con Cindy Crawford.
Fue el principio del fin, la semilla
que terminó con la MTV que mi
generación amaba. Por esa época
también apareció el show “MTV
Unplugged” que tantos grandes
momentos nos dejó, una idea de
Jim Burns y Bob Small que llegó
a cuajar a partir de una actuación
acústica de Bon Jovi en una gala de
MTV Awards.
Beavis & Butthead.
En 1991, en la cima de toda
esta degeneración de divas y
presupuestos estratosféricos,
apareció “Smells like teen spirit”.
Había llegado el grunge. Durante
un tiempo las bandas de hard rock
pudieron convivir con esta nueva
hornada: Nirvana, Pearl Jam,
Alice In Chains, Soundgarden,
Smashing Pumpkins, Stone
Temple Pilots y tantas otras.
El lenguaje de sus vídeos era
completamente diferente y una
nueva generación se agarró a ellos.
Los grupos de hard rock pasaron
rápidamente a aparecer como
dinosaurios y el show animado de
Beavis & Butthead ayudó a darles
la última patada, haciendo burlas
sobre muchos de ellos. Pearl Jam
sentó un peligroso precedente
para la cadena, negándose a hacer
vídeos después de que su versión
de “Jeremy” fuera censurada y
editada. Su negativa a hacer vídeos
no solo no perjudicó al grupo, sino
que las ventas de “Ten” siguieron
subiendo vertiginosamente.
Habían pasado 10 años desde el
9