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vio abocada a poner MTV a la venta
para sanear su cuenta de resultados,
tras la caída de Atari. MTV entró en
una guerra de mercado en la que
su estrategia fue crear otra cadena,
VH1, para hacerle la competencia a
sus competidores, imitando todos
sus movimientos. Un mes después
habían dejado fuera de juego a la
competencia y el precio de venta
de MTV aumentó. Los gestores
originales intentaron obtener el
capital necesario para comprar la
cadena pero no lo consiguieron, y
finalmente Viacom compró MTV
por 525 millones de dólares, una
cantidad ínfima respecto al valor
que adquirió pocos años después.
Se había acabado una etapa. Parte
del equipo original abandonó la
cadena (Bob Pittman, John Sykes,
Les Garland) y el resto tuvo que
acostumbrarse a trabajar bajo la
dirección de los nuevos dueños, que
querían trabajar con fundamento y
arriesgar poco o nada, ir a lo seguro.
Ese año MTV decidió probar a
ofrecer un show para los fans del
heavy metal, que era un sector de
la audiencia muy fiel a su estilo y
ávido de contenido. Se empezó a
hablar del tema y Dee Snider se
ofreció a conducir el programa
gratis. Así nació “Heavy Metal
Mania”, un show de una hora de
duración que se emitía una vez al
mes. El programa estuvo en el aire
entre 1985 y 1987, hasta que Dee
Snider abandonó ante la negativa de
MTV de pagarle por sus servicios.
1985 fue la aparición del PMRC
(Parents Music Resource Center),
un colectivo que actualmente se nos
antoja un fantasma prehistórico,
pero que tuvo una influencia
tremenda sobre el arte y la industria
musical. El comité fue fundado
por cuatro mujeres, esposas de
políticos y hombres influyentes de
la sociedad estadounidense, y de
entre ellas la cara más visible fue
Tipper Gore, esposa de Al Gore.
Cuenta la leyenda que Tipper
compró el disco de Prince “Purple
Rain” para su hija de once años y
alucinó en colores cuando “Darling
Nikki” empezó a sonar en su
saloncito. Esta canción encabezaba
la lista de las “Filthy Fifteen”, quince
canciones condenadas por sus
menciones al sexo, alcohol, drogas
o violencia. Su feroz campaña llegó
hasta una audiencia en el Senado
donde tuvieron que declarar Dee
Snider (Twisted Sister), John
Denver y Frank Zappa, y en la
que se presentaron como prueba
de esta degeneración las portadas
de los discos “Pyromania” (Def
Leppard), “W.O.W.” (Wendy O.
Williams) y “W.A.S.P.” (W.A.S.P.),
y los vídeos de “Hot for Teacher” de
Van Halen y “We’re Not Gonna Take
It” de Twisted Sister. El resultado
fue la introducción de la pegatina
de Parental Advisory – Explicit
Content con la que empezaron a
señalar los discos. Esto condujo
a una auto-censura de las letras,
portadas y vídeos para no perder
mercado, ya que algunas cadenas
como Walmart se negaban a vender
discos con la dichosa etiqueta o con
ciertas portadas, como la original de
“Appetite for Destruction” de Guns
N’ Roses. MTV tenía su propia
política de decencia, que era muy
flexible para según qué artistas,
según su cuota de mercado.
A partir de 1986 y desde que
MTV empezara a pagar a las
discográficas por emitir los vídeos,
estas aumentaron el presupuesto
que destinaban a las producciones.
Los directores estrella cobraban
pequeñas fortunas. Fueron años de
grandes divas y divos, de vídeos
cinematográficos, como el “Janie’s
Got A Gun” de Aerosmith; la trilogía
de GnR: “Don’t Cry”, “November
Rain” (coste de producción: 1,5
millones de dólares) y “Estranged”(5
millones); de Michael Jackson y su
“Black or White” (4 millones); del
“Express Yourself” de Madonna (5
millones); de Cher y su “If I could
turn back time”, rodado en un barco
de la armada americana (primera
Otra de las geniales sorpresas de
Mrs. Gore, esa gran fan del Rock & Roll más sucio y salvaje....
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