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Rock Bottom Magazine Número 5

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club, su lugar de encuentro, un

canal que emitiera música las 24

horas del día. Contaban con que

las suscripciones a los servicios de

cable aumentarían ya que ningún

chaval querría quedarse fuera del

club, y con que los equipos en los

hogares se duplicarían porque los

padres no querrían ver este canal en

sus salones y tendrían que adquirir

un segundo televisor para que sus

retoños lo vieran en su habitación.

Solo necesitaban tres cosas para

crear ese canal de televisión:

incorporar tecnología que emitiera

en estéreo, vídeos musicales gratis,

y anunciantes que contrataran

publicidad. Solo eso.

John Lack empezó por reunirse en

un hotel de Nueva York con todas

las grandes compañías discográficas

para venderles el proyecto, que

todavía no tenía nombre propio

ni oficinas, explicándoles cuántos

vídeos emitirían en rotación y que

cada vídeo mostraría al principio

y al final el título de la canción y

el artista. Lack quería los vídeos

gratis, tal y como las radios obtenían

los sencillos sin pagar royalties. Las

discográficas argumentaban que

enviar un sencillo no tenía coste

adicional, pero hacer un vídeo sí lo

tenía. La discográfica de la familia

Warner se apuntó al experimento

y otras la siguieron. Arista dijo

que se lo pensaría. PolyGram dijo

que no, pero en cuanto el proyecto

empezó a funcionar no tardaron

en arrepentirse y subirse al carro.

Algunos managers de artistas

les entregaron directamente sus

vídeos para intentar promocionar

a sus clientes. Con todas estas

armas bajo el brazo, Lack y Pittman

se presentaron frente a la junta

directiva de Warner-Amex para

solicitar su aprobación y apoyo

financiero al proyecto, la radio

con imágenes. Les pedían 25

millones de dólares de inversión.

No había mucha fe, pero como la

materia prima era gratis finalmente

consiguieron el visto bueno en enero

de 1980. Lack dijo que estarían en el

aire en el plazo de siete meses.

A partir de aquí, el salvaje oeste.

Todo era nuevo. Nadie tenía un

método de cómo hacer esto. Un

canal de televisión emitiendo

música en imágenes las 24 horas del

día no era un territorio como el de

una emisora de radio. Pero tampoco

era televisión como hasta ahora, y

el equipo tenía a la vista un cartel

que decía “THIS IS NOT TRUE”

(esto no es cierto) para recordarles

que podían romper todas las reglas

establecidas.

Había que ponerle nombre. Primero

pensaron en The Music Channel

(ya tenían un The Movie Channel

en la casa), pero después de mucha

discusión y varias alternativas se

decidieron por llamarlo Music

Television, con las siglas MTV.

A casi nadie le gustaba pero no

había tiempo para más discusiones.

Había que crear un logo, encargo

que cayó sobre Frank Olinsky de

Manhattan Design. Después de un

millón de bocetos llegaron a la M

con el grafitti de TV. Hicieron un

par de docenas de combinaciones

de colores de prueba, y como todas

eran buenas Fred Seibert, director

creativo de MTV, apostó por hacer

un logo animado combinando 20

de las ilustraciones. Seibert también

tuvo la tarea de crear una identidad

para la MTV. ¡Iban a revolucionar

el mundo de la televisión!

Necesitaban un momento relevante

para la humanidad y se les ocurrió

usar la filmación de la llegada a la

luna, que era de dominio público,

y plantar el logo de la MTV sobre

la bandera americana. El músico

Jonathan Elias fue el autor de la

sintonía musical.

Bob Pittman llegó a la conclusión

de que necesitaban presentadores,

gente que pudiera conectar con

el público. Acuñaron el término

video-jockey (VJ) y publicaron

varios anuncios convocando un

proceso de selección. Las entrevistas

tuvieron lugar en una habitación del

hotel Sheraton de Nueva York, que

era hasta entonces su único centro

de operaciones. Pittman tenía en

mente cinco arquetipos: el chico y

la chica “normales”, la chica sexy, el

chico moreno “italiano” y el chico

negro. En las audiciones además

de presentar vídeos y leer noticias

tuvieron que improvisar entrevistas

a músicos, en las que alguien de la

compañía hacía el papel de estrella

impredecible y hasta grosera, para

ver si los candidatos eran capaces de

gestionar situaciones imprevistas.

Los cinco primeros VJ’s de MTV

fueron Alan Hunter, Martha

Quinn, Nina Blackwood, Mark

Goodman y J. J. Jackson. MTV

no quería hacer estrellas de sus

VJ’s, la única estrella era el propio

canal y no había presupuesto que

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