Revista PACHAS - Edición 03 de Junio 2021

PORQUE JUNTOS SOMOS UN GRAN PODER
FAMILIA Y ESCUELA
Las instituciones educativas ven en su dinámica
escolar el reflejo de las situaciones familiares
de sus estudiantes, donde en algunas
ocasiones se hace complejo para la escuela
ser acompañante de las circunstancias que
rodean a los niños, niñas, chicos, chicas y jóvenes,
debido a la ausencia de la imprescindible
relación familia-colegio, puesto que existen
hogares resistentes a involucrarse activamente
en el proceso de educación integral de sus
hijos ( Piotrowski ,1997).
Por lo anterior, es importante recordar que
el grupo familiar del estudiante juega un
papel clave en su formación, pues constituye
en sí mismo un micro escenario sociocultural
y un filtro a través del cual llegan a sus
miembros muchas de las tradiciones,
costumbres, valores e ideas que definen el
accionar del educando. A través de su
influencia la mente de sus integrantes
apropia contenidos y procedimientos que
llevan en su interior la impronta de la cultura
en la que han surgido (Valdés, 2007).
las personas van abordar su existencia más
adelante (Maida, 2004).
Seguidamente, las instituciones de educación
formal, adquieren importancia como
contexto de socialización secundario que
se convierte en apoyo y soporte familiar en
procesos básicos del desarrollo del niño y
el adolescente, como el reconocimiento de
normas y límites, la educación en la afectividad,
la adquisición de habilidades sociales y
cognitivas, manejo del asertividad,
reconocimiento de sí mismo y del “otro”.
Es por eso que se hace necesaria una
relación directa y constante entre estos dos
espacios (familia y academia), para generar
consensos sobre el sentido y los objetivos
de la educación, es así que en el marco de
la escuela nacen proyectos que buscan
afianzar el vínculo entre el hogar y el colegio.
Desde el enfoque sistémico la familia es “un
grupo natural que, en el curso del tiempo,
elabora pautas de interacción que constituyen la
estructura familiar, la cual rige el funcionamiento
de sus miembros, define su gama de
conductas y facilita su interacción recíproca”
(Minuchin citado por La Rioja, 2000, p 11).
Es entonces, el contexto familiar donde se
desarrollan los niños y adolescentes, donde
se construyen sus habilidades y principales
estrategias de afrontamiento a las circunstancias
y situaciones problemáticas. La vida en
familia vista así, es una etapa crítica de
formulación de las creencias con las cuales