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HliLEN FlSHEft

rato usando sonidos de contacto especiales, cuyos tonos y matices

sólo pueden ser expresión, desde un punto de vista humano, de intimidad

y afecto» .

20

El macho del oso pardo arrima su hocico a los costados de la

hembra y resopla en su oreja, implorando su aceptación. La jirafa

macho frota su cabeza contra el cuello y el tronco de la hembra. La

tigresa mordisquea a su macho, mordiéndole suavemente en el cuello

y en la cara mientras restriega su cuerpo contra el de él. Las parejas

de marsopas en celo nadan juntas, a veces una encima, otras

debajo, pero siempre formando un tándem, mientras se acarician,

frotan, «besan» o mueven los labios. Los chimpancés se abrazan, se

dan palmaditas y besos en los muslos o la tripa. Incluso se besan «a

la francesa», introduciendo suavemente la lengua en la boca de su

pareja. Los murciélagos se acarician entre sí con las membranas de

sus aterciopeladas alas. Hasta la humilde cucaracha acaricia las antenas

de su pareja con las suyas.

AMOR ENTRE PERROS

En su original libro La vida oculta de los perros, Elizabeth Marshall

Thomas mantiene que los perros dan muestras de una gran pasión

romántica. Llegó a esta conclusión momentos después de presentar

a Misha, un hermoso husky siberiano, a María, la perrita de su

hija, un joven y bello ejemplar de la misma raza. Thomas había accedido

a quedarse con Misha en su casa mientras sus amos realizaban

un largo viaje por Europa.

Y llegó el día. Los amos de Misha llevaron este espléndido macho

a casa de Thomas. Misha entró pavoneándose en la sala de estar

a echar un vistazo, fijando rápidamente su mirada en la bella María.

En un instante fue saltando hacia ella y se paró de golpe a su lado. Enseguida,

escribe Thomas, María «dobló las patas invitándole a jugar.

Persigúeme, le decía con su gesto. Misha y María se quedaron

tan prendados uno del otro que no se daban cuenta de nada. Misha

ni siquiera se enteró de que sus dueños se habían marchado» .

21

Estos dos alegres perros se hicieron inmediatamente inseparables.

Juntos dormían, comían y paseaban; juntos tuvieron cuatro

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