EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 67 SEPTIEMBRE 2021
Antología de cuentos de autores hispanoamericanos
Antología de cuentos de autores hispanoamericanos
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
compañeros les tomará la orden.
—Muchas gracias —respondió Salomón. El mozo asintió, dio media vuelta
y regresó a la cocina.
Probaron el plato estrella, que acompañaron con una botella de vino tinto.
Para cuando decidieron abandonar el restaurante, casi a media noche, la clientela se
reducía a grupos dispersos que bebían y charlaban. Las mesas, despojadas de su
original esplendor, aparecían cubiertas de platos sucios y servilletas arrugadas.
Salieron al frío del exterior, donde el viento helado calaba hasta los huesos y
la enorme luna llena se alzaba en un cielo sin estrellas.
Salomón detuvo la camioneta frente a la casa estilo Cape Cod de una planta
y media. Del techo de dos aguas sobresalía una pequeña ventana abuhardillada,
donde se ubicaba el desván. Toda la construcción era de color gris apagado, mas
este detalle no le restaba elegancia ni belleza a la morada. El hombre puso el freno
de mano y contempló a su esposa. Compartieron una breve sonrisa, que pronto se
transformó en un beso apasionado. La mano de Salomón abandonó el regazo de su
mujer y pasó a la nuca, intentando así llevar el ritmo de aquella indómita boca.
Oyeron un breve tintineo en la parte trasera del vehículo, pero le restaron
importancia. El hombre desabrochó su cinturón de seguridad, se acercó aún más a
Inés y comenzó a sacarle el vestido.
—¿No podemos esperar a estar adentro? —preguntó ella.
—No, no podemos —respondió él, al tiempo que aferraba uno de sus
pechos y la volvía a besar.
La cuadra estaba sumida en un profundo silencio, que cada tanto era
truncado por los grillos en las cunetas. La mujer hacía breves pausas para observar,
entre risillas de placer, la calle que se extendía ante ellos. Por delante de la ventanilla
de Salomón, una sombra se movió con agilidad felina. El hombre seguía abrazado a
su esposa, como si su vida dependiera de aquel acto. En efecto, de nada le hubiera
servido. Giró la cabeza para ver qué ocurría allí fuera, sin saber que, al hacer esto, la
bala se metería directamente en su ojo izquierdo. El estampido, acompañado de un
fogonazo cegador, quebró la calma de la noche.
14