EL NARRATORIO ANTOLOGIA LITERARIA DIGITAL NRO 67 SEPTIEMBRE 2021
Antología de cuentos de autores hispanoamericanos
Antología de cuentos de autores hispanoamericanos
- No tags were found...
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
andar con ganas de matar los fules ¡sí que había hambre en la casa de la señora
Josefa, Dios bendito! El día que ese muchacho se dio por finado, lo mandaron al
guabo como si fuera una cosa o un perro —los ojos se enlagunan—. El día que lo
encontraron tirado en la vía rumbo al cañaveral (donde había trabajado como
cortero hacía unos meses), sus compañeros casi no lo reconocieron por lo mal
trajeado que lo habían dejado, sangrado y hasta coquimbo estaba el muchacho. Fue
una gran pérdida para todos. El día de su sepultura, hubo ron y lagrima a moco
tendido despidiendo al Franklin. Al rato ya se les había olvidado el muerto
embombado en el cajón y lo mandaron chispiando al hueco —contó el entrenador
terminando con una voz temblorosa que disimulaba con sonrisas y miradas al
horizonte.
Mamá Josefa se persigna, aprieta el rosario y se pega aún más a la radio,
mientras Don Temístocles le frota el hombro como símbolo de consuelo.
***
Esa acción de romper hocicos y enñatar rinozonas le ha mostrado el globo
como solo a una pop-star u otro tipo de celebridad se ha de presentar. Ayer amaba
las chiquitecas que se hacían para el disfrute de los jóvenes. Eso en los días que se
tenía presente que los progenitores de los asistentes no se encontraban en el sitio
para ver a sus hijas danzar como patiperras y que al otro día el despertador no iba a
joder para ir a la escuela.
Hoy ya está habituado a escuchar a un tal Chopin en medio de caras
comidas, chicas ensiliconadas y con la ambientación proporcionada por las gracias
hechas de la champaña y el brandy, que hacen que las lenguas hagan sonoras más
sandeces que de lo normal.
***
Una vez en el ring, Vladimir recibe un golpe lateral, tal como los que su
padre le propinaba con una gruesa correa por agarrarse a trompadas a la salida de la
escuela; una escena para nada extraña durante su vida como mocoso.
El viejo, ya alcoholizado, nada quería saber sobre peleas, puños y los
40