"Como en Familia Magazine" EVD

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DR. RAÚL TARELA
Consejero Clínico Pastoral
raul@caminosnuevos.com
HABLANDO EN FAMILIA
En estos tiempos, no es raro
encontrarse con hombres que
dicen que ayudan mucho a
sus esposas en las tareas del
hogar. De hecho es algo muy
loable, ya que los cónyuges
compartan las tareas
domésticas, muestra un
estado real de equilibrio.
Aunque también están
aquellos, que no desean ni
entienden, y mucho menos
aceptan, que el esposo que
cumple con estas tareas, es
un hombre con el valor de
cada una de sus letras.
Pero bueno, en esta
oportunidad desearía de ser
factible, que pudiésemos
analizar un poco del porqué,
esta combinación de parejas
cada vez se ve en mayor
cantidad de matrimonios,
donde ambos tienen una
doble lucha por igual, y esto
ocurre desde el instante, que
la mujer deja de cumplir
solamente con las tareas de la
casa, y sale a desempeñar
trabajos más allá de las
paredes de su hogar, de
forma igualitaria con el
hombre.
Ante esto surge una
pregunta: ¿Esto siempre ha
sido así? En honor a la verdad
debemos reconocer, que a
través de la historia de la
humanidad, siempre se ha
podido observar, a mujeres
trabajando de forma extra
hogareña. Sin embargo, hay
que aceptar, que con el paso
de los años hasta llegar a
nuestra era, esta actividad
CASADOS…
PERO TRABAJA ÉL
Y TRABAJA ELLA
femenina ha ido
incrementando la posibilidad
de verlas laborando,
recibiendo una paga
económica por su trabajo.
Pero aquí surge otra
pregunta, que no pocos se
hacen: ¿Es correcto y
necesario que la mujer
trabaje fuera de su casa?
Frente a esta consulta,
aunque sea por una vez,
quisiera mostrarles un
pensamiento bíblico, es decir
el pensamiento de Dios al
haber creado la familia a
partir de dos personas, un
hombre y una mujer. Y
adentrándonos más en este
tema, podemos ver que si
bien ambas criaturas fueron
creadas por el mismo Dios, a
cada una de ellas se les dio
responsabilidades diferentes.
Al hombre desde siempre le
cupo la tarea de aportar todo
lo necesario para el
sostenimiento de la familia, y
a la mujer, administrar
correctamente los aportes de
su esposo.
Esto que precedentemente
he destacado, fue algo que
por muchos siglos sucedió en
la manera indicada, sin
grandes sobresaltos.
Entonces de alguna forma
nace una nueva pregunta:
¿Por qué ese orden a la fecha,
y desde hace bastante
tiempo, se ha
desnaturalizado?
Decididamente las formas de
vidas familiares, han ido
cambiando muy profundamente. Al
punto que desde un ayer no