Revista La Placeta de Lorca - enero 22 - numero 89
Enero nos trae un Planeta. Bueno, no a nosotros, al escritor lorquino Agustín Martínez, pero lo hemos sentido como si nos lo hubiesen entregado a todos por aquello de que es un tocayo y estamos tremendamente orgullosos. Nuestra apertura de enero habla de responsabilidad, la de todos y la de la Administración en el cumplimiento y aplicación de medidas para tratar de paliar los efectos del cambio climático en el municipio. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué se ha hecho ya? reflexionamos sobre la vida en el día 1 de enero y compartimos las 'Visiones' de García Cano. Con el Cñub de Patinaje vemos la vida sobre ruedas y en nuestra mirada al pasado nos vamos al circo. ¿Te apuntas?
Enero nos trae un Planeta. Bueno, no a nosotros, al escritor lorquino Agustín Martínez, pero lo hemos sentido como si nos lo hubiesen entregado a todos por aquello de que es un tocayo y estamos tremendamente orgullosos. Nuestra apertura de enero habla de responsabilidad, la de todos y la de la Administración en el cumplimiento y aplicación de medidas para tratar de paliar los efectos del cambio climático en el municipio. ¿Qué podemos hacer? ¿Qué se ha hecho ya? reflexionamos sobre la vida en el día 1 de enero y compartimos las 'Visiones' de García Cano. Con el Cñub de Patinaje vemos la vida sobre ruedas y en nuestra mirada al pasado nos vamos al circo. ¿Te apuntas?
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El porcentaje más alto de posibilidades
de que las medidas de las que se
va a hablar en este reportaje tengan
éxito, depende de usted. También de mí,
de mis vecinos y del resto de habitantes de
este municipio. Cada uno de los ciudadanos
tenemos nuestra cuota de responsabilidad
en el PACES, que es el nombre
sintetizado de Plan de acción para el clima
y la energía sostenible del municipio de
Lorca. ¿Y la Administración? ¿Dónde
queda su responsabilidad? En proporcionar
herramientas, recursos y modificar
hábitos, normativa e instalaciones para
propiciar los cambios necesarios que contribuyan
a reducir los efectos que la acción
del hombre está provocando en el planeta,
en nuestro continente, en nuestro país, en
nuestra ciudad, en nuestro barrio y hasta
en nuestra persona.
Sin ‘comprar’ los discursos de los negacionistas
ni de los tremendistas, lo cierto es
que las zonas climáticas del planeta están
soportando transformaciones que cada vez
se aceleran más y son achacables a determinadas
actividades humanas. No hay una
sola actividad sobre la que recaiga toda la
culpa, son muchas y la conjunción de todas.
Pónganle el nombre oficial:
‘cambio climático’ o inventen otro que les
parezca más adecuado. Lo medible, como
dice algún estoico, no es opinable. Lo medible
es la emisión de un volumen creciente
de los denominados gases de
efecto invernadero. Las consecuencias
están hartos de escucharlas pero no por
ello dejan de ser reales y dañinas: aumento
del nivel del mar, alteración de
ecosistemas, modificación de los pisos
térmicos, modificación de los patrones de
viento y lluvia.
Es un problema complejo y global al
que Lorca y los lorquinos podemos contribuir.
Ya les digo que la travesía es dura, pero
seguramente muy gratificante.
Efectos locales del cambio climático
El conocimiento de los impactos locales es complejo. Los técnicos
recomiendan fijar medidas de reducción de emisiones, pero también
de adaptación a la nueva situación climática
¿Qué es PACES?
¿Qué compromisos adquirió Lorca?
Es un plan local de adaptación de los objetivos europeos incluidos
en el Pacto de los Alcaldes para el Clima y la Energía.
Forma parte de las acciones del proyecto Life Adaptate, aprobado
en el año 2016 como subprograma de Acción por el
Clima. Se desarrolla paralelamente en seis municipios de
España, Portugal y Letonia: Águilas, Cartagena, Lorca,
Alfandega da Fé, Mértola, y Smiltene.
¿Desde cuándo forma parte Lorca del Pacto de Alcaldes
para el Clima?
Desde el 4 de marzo de 2011 para el período comprendido
hasta el año 2020. El 26 de febrero de 2018 se ratificó la adhesión
de Lorca para el período comprendido hasta el año
2030.
Reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI)
al menos un 40% per cápita antes de 2030, a través de la
mejora de la eficiencia energética y el uso de fuentes de
energía renovable.
Realizar un inventario de emisiones de referencia y evaluación
de riesgos derivados del cambio climático.
Presentar un PACES en un plazo de dos años a partir de la
fecha de adhesión.
Realizar un informe de situación al menos cada dos años a
partir de la presentación del PACES con fines de evaluación,
seguimiento y control.