ESCAPULARIO Marzo 2022

y lo mismo hace el profeta, cuando dice: “El silencio
es el cultivo de la justicia”; y de nuevo: “En el silencio
y en la esperanza estará vuestra fortaleza”.
Por ello, establecemos que, dichas las
Completas, guardéis silencio hasta después de
Prima del día siguiente. Fuera de este tiempo,
aunque la observancia del silencio no sea tan
rigurosa, evítese con diligencia el mucho hablar,
porque, como está escrito, y no menos lo enseña
la experiencia, “en el mucho hablar no faltará
pecado”, y “el que es inconsiderado en el hablar,
experimentará males”. Y también: “El que habla
en demasía, daña su alma”. Y el Señor dice en el
Evangelio: “De toda palabra ociosa que hablen los
hombres darán cuenta en el día del juicio”.
Ponga, pues, cada cual una balanza a sus
palabras y un freno adecuado a su boca, no sea
que resbale y caiga a causa de su lengua y sea
incurable su caída mortal. Vigile su conducta,
para no pecar con su lengua, como dice el profeta;
y cuide diligente y cautamente de guardar el
silencio, en el que consiste el cultivo de la justicia».
Si esto dice nuestro legislador, san Alberto de
Jerusalén, del hablar en general, ¿qué no diría
cuando ese hablar va en perjuicio de nuestro
prójimo? Lo condenaría tajantemente.
Recordemos ese dicho según el cual “el sabio
piensa mucho y habla poco, mientras que el
necio habla mucho y piensa poco”. Ciertamente,
como dice el adagio, “el que más habla, más
yerra”. Es prudente pensar antes de hablar y callar
si vamos a proferir alguna frase inconveniente,
destructiva, hiriente o maligna.
EL SILENCIO DE SAN JOSÉ
Del silencio de este Protector del Carmelo
y Patrono de la Iglesia universal, del que
acabamos de clausurar un año jubilar, habló
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