A Cruz de Caravaca

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a sus habitantes, para que puedan emplearseen tu santo servicio, sin temor de losenemigos, puestas la fe y la e onfianza enTi. Por Cristo nuestro Señor. Amén.V. El Señor sea con vosotros.R. T con tu espíritu.FRAGMENTO DEL SANTO EV ANGELIQESCRITO POR SAN LUCASGloria a Ti, Señor.En aquel tiempo existía un varón llamadoZaqueo, que era príncipe de los publicanosy muy rico, el cual deseaba verquién era Jesús, y no podía, por ser muypequeño de estatura; entonces corriendose subió a · un árbol sicomoro por el lugardonde había de pasar; y llegando Jesúsa aquel sitio, llegó y le dijo: Alégrate,Zaqueo, y baja, porque hoy quiero comeren tu casa contigo. Entonces Zaqueo bajócorriendo y tuvo en ello mucha alegría.Viéndolo los otros, murmuraban diciendoque era extraño que se franquease con unhombre tan pecador. Estando después62

Zaqueo con el Señor, le ·dijo: Señor,he aquí todos mis medios de riqueza ysubsistencia; si he robado con usura aalgunos, prometo devolverlo cuatro vecesmayor. Entonces Jesús le dijo que poreso había ido a su casa; para salvarle,y porque siendo todos hijos de Abraham,había venido él, Hijo del hombre, a buscarley hac,erle salvo, del modo que lopodía.Alabqnza a Ti, Cristo.Por la virtud del Santo Evangelio quehemos dicho, desaparezcan y vuelvan a lanada todos los engaños y acechanzas delenemigo infernal; y todas las cosas delmaligno espíritu, junto con toda su malicia,marchen inmediatamente de estacasa. Amén.ORACIONSeñor Jesucristo: Clamando por turemedio y creyendo con esperanza en Ti,dirige todos nuestros negocios hacia elbien, y da felicidad en esta casa; y quede63

a sus habitantes, para que puedan emplearse

en tu santo servicio, sin temor de los

enemigos, puestas la fe y la e onfianza en

Ti. Por Cristo nuestro Señor. Amén.

V. El Señor sea con vosotros.

R. T con tu espíritu.

FRAGMENTO DEL SANTO EV ANGELIQ

ESCRITO POR SAN LUCAS

Gloria a Ti, Señor.

En aquel tiempo existía un varón llamado

Zaqueo, que era príncipe de los publicanos

y muy rico, el cual deseaba ver

quién era Jesús, y no podía, por ser muy

pequeño de estatura; entonces corriendo

se subió a · un árbol sicomoro por el lugar

donde había de pasar; y llegando Jesús

a aquel sitio, llegó y le dijo: Alégrate,

Zaqueo, y baja, porque hoy quiero comer

en tu casa contigo. Entonces Zaqueo bajó

corriendo y tuvo en ello mucha alegría.

Viéndolo los otros, murmuraban diciendo

que era extraño que se franquease con un

hombre tan pecador. Estando después

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