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ZONAN<br />
espiritual<br />
Allison Márquez<br />
Pastora<br />
zonan@listindiario.com.do<br />
Foto: Freepik<br />
LOS DESAFÍOS DE<br />
LA ERA DIGITAL<br />
Vivimos en la era de más avance tecnológico<br />
de la historia. Es impresionante cómo hemos<br />
ido avanzando. Comenzamos con detectores<br />
de humo, telégrafo, teléfono y correo<br />
electrónico, entre muchos otros. Actualmente,<br />
utilizamos mensajes de texto, los cuales se<br />
han convertido en el medio más común de<br />
comunicación del siglo 21.<br />
Los artículos sobre los desafíos de la<br />
tecnología solían comenzar con una<br />
larga lista de estadísticas que prueban<br />
la seriedad de los problemas morales, espirituales,<br />
relacionales y cognitivos producto<br />
de la revolución digital. Por ende, muchas<br />
personas tienen la intención de eliminar la<br />
tecnología. Este enfoque es admirable y<br />
comprensible, pero imposible. La tecnología<br />
está tan normalizada que intentar evitarla es<br />
como intentar no respirar.<br />
Por otra parte, existen personas que buscan<br />
utilizar la tecnología buena para derrotar a<br />
la mala, los cuales bloquean canales de televisión<br />
por cable, ponen contraseñas y límites<br />
de tiempo en las computadoras personales,<br />
añaden aplicaciones de monitoreo en los<br />
celulares de los hijos e instalan aplicaciones<br />
de rendición de cuentas. Todas estas cosas<br />
son buenas y ciertamente pueden ser parte<br />
útil de un conjunto de acciones para cuidarnos<br />
a nosotros mismos y a nuestros hijos. Sin<br />
embargo, nunca podemos tener suficiente<br />
tecnología buena para vencer la mala. Los<br />
adolescentes son particularmente hábiles<br />
para evadir los controles y encontrar brechas<br />
en los sistemas más seguros.<br />
La respuesta a este gran desafío no es<br />
eliminar la tecnología ni buscar la buena,<br />
sino un acercamiento a Dios a través de<br />
su Palabra. Las verdades más antiguas son<br />
la mejor respuesta a los nuevos desafíos.<br />
La Biblia debe estar en el centro de cada<br />
familia. Las Sagradas Escrituras enseñan<br />
que Cristo es su piedra angular y debemos<br />
procurar una base firme de unidad frente<br />
a los gigantes que presenta la era digital.<br />
Mientras más sana sea el vínculo con nuestros<br />
hijos, más sana será su relación con la<br />
tecnología. Las más profundas son más efectivas<br />
que las reglas más detalladas.<br />
Nuestros padres o cónyuges no pueden<br />
verlo todo ni estar en todo lugar. Las restricciones<br />
del software de aplicaciones de<br />
control parental pueden ser evadidas y las<br />
personas a las que les rendimos cuentas<br />
pueden ser engañadas. Sin embargo, no<br />
podemos escapar del ojo del Padre que<br />
todo lo ve. Él tiene un informe diario de<br />
todos los sitios que visitamos, todos los<br />
mensajes que enviamos y todas las cuentas<br />
de Instagram que seguimos. Mientras más<br />
recordemos la omnipresencia y la omnisciencia<br />
del Creador, más buscaremos usar la<br />
tecnología de formas que le agraden a Él.<br />
A veces podemos ser tentados a pensar<br />
que el Altísimo no anticipó este enorme<br />
desafío moral y espiritual, y que, por lo<br />
tanto, no ha provisto nada en Su Palabra<br />
para ayudarnos. Después de todo, la<br />
Biblia fue escrita hace miles de años. ¿Qué<br />
puede la era del papiro decirle a la era<br />
digital? Afortunadamente, Dios sí lo previó<br />
y ha dejado suficiente verdad en las<br />
Escrituras para guiarnos, diciéndonos: “…<br />
os he puesto delante la vida y la muerte, la<br />
bendición y la maldición; escoge, pues, la<br />
vida, para que vivas tú y tu descendencia”<br />
(Deuteronomio 30:19).<br />
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