La impresión no está desfasada - KBA
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Editorial<br />
Albrecht Bolza-Schünemann, presidente<br />
de la Junta Directiva de Koenig & Bauer AG<br />
2 Report 34 | 2009<br />
<strong>La</strong>s turbulencias del mercado financiero dejan su huella también en nuestro ramo<br />
Tiempos fáciles y difíciles<br />
Estimados clientes y amigos de nuestra casa:<br />
Los dos últimos números de <strong>KBA</strong> Report estuvieron marcados por una<br />
drupa a primera vista muy exitosa para nuestra firma y para la mayoría de<br />
los fabricantes del ramo gráfico. Hace seis meses, a la vista de las listas de<br />
pedidos aparentemente llenas, confiábamos en que la demanda, algo floja<br />
a inicios del pasado ejercicio, se siguiese animando de modo consistente.<br />
A día de hoy, sólo fue un espejismo. Y eso que hace doce meses ya se<br />
podía leer sobre la crisis inmobiliaria de los Estados Unidos y sobre la amenaza<br />
de graves pérdidas de diversos bancos debido a la alta amortización<br />
de los créditos de las hipotecas basura, derivados y otros papeles altamente<br />
especulativos. También se ha <strong>no</strong>tado la caída coyuntural de los EE.UU.,<br />
Gran Bretaña y algu<strong>no</strong>s otros países y sus consecuencias en nuestro mercado<br />
de exportación. Todo esto <strong>no</strong> ha sido nada nuevo, pues desde hace<br />
decenios el negocio cíclico de la producción de máquinas de <strong>impresión</strong> se<br />
viene caracterizando por estos altibajos de la demanda.<br />
Ahora bien, casi nadie supo prever los efectos de la crisis financiera<br />
en la eco<strong>no</strong>mía real y especialmente en las industrias dependientes de la<br />
exportación, como la automovilística o la de construcción de maquinaria,<br />
antes todavía en ple<strong>no</strong> crecimiento. A fin de cuentas en las últimas cinco<br />
décadas <strong>no</strong> había habido ningún precedente histórico de lo que ha pasado<br />
en el último semestre. Ni las crisis del petróleo de los años setenta y<br />
ochenta, ni el atentado del 11 de septiembre de 2001 provocaron un desplome<br />
coyuntural tan fulminante ni amplio en todo el planeta. Y el sector<br />
bancario seguía funcionando entonces de modo <strong>no</strong>rmal. Incluso la crisis<br />
de 1931 resulta sólo en parte comparable, pues hace 80 años <strong>no</strong> se podía<br />
hablar de una eco<strong>no</strong>mía globalizada.<br />
Aunque llevo 30 años dedicado a la construcción de máquinas de<br />
<strong>impresión</strong>, nunca he vivido en nuestro ramo un desplome de tal intensidad<br />
ni tan rápido. Por eso a finales de septiembre tuvimos que corregir<br />
claramente a la baja nuestros objetivos de facturación y de resultados para<br />
el ejercicio 2008 y anunciar una reducción de plantilla de cientos de trabajadores<br />
en el área especialmente afectada de las máquinas de pliegos.<br />
Similares <strong>no</strong>ticias desagradables <strong>no</strong>s llegan de prácticamente todos los<br />
proveedores de la industria gráfica y, con algo de retraso, cada vez más del<br />
propio ramo gráfico. <strong>La</strong>s portadas de las publicaciones económicas y del<br />
ramo <strong>está</strong>n llenas de <strong>no</strong>ticias sobre cierres de plantas papeleras, descenso<br />
de la facturación y de los beneficios de prestigiosos fabricantes de preprensa,<br />
reducción de jornada y considerables reajustes entre los grandes<br />
fabricantes de máquinas de <strong>impresión</strong>. Ya se escuchan también en otros<br />
sectores de la construcción de maquinaria descensos de hasta un 30 %<br />
o más en los nuevos pedidos.<br />
<strong>La</strong> <strong>impresión</strong>, como otros medios de comunicación, se resiente de las<br />
tasas negativas de crecimiento de muchos países y del descenso drástico<br />
de los gastos en publicidad. Esto último afecta sobre todo a la <strong>impresión</strong><br />
comercial, de revistas y diarios, mientras que la caída del consumo afecta<br />
a la <strong>impresión</strong> de envases. Si por ej. en China cientos de fabricantes de<br />
juguetes cierran su fábricas, dejan de necesitarse embalajes impresos para<br />
sus productos. Han aumentado claramente los casos de insolvencia y de<br />
adquisición de empresas gráficas en dificultades, incluyendo <strong>no</strong>mbres<br />
co<strong>no</strong>cidos. No hay duda: <strong>no</strong>s espera un año difícil, si <strong>no</strong> son dos.<br />
En una situación así verlo todo de color de rosa ayuda tan poco como<br />
lamentar sin pausa los excesos del pasado o encerrarse en un pesimismo<br />
ciego de cara al futuro. Sin duda la crisis acelerará la transformación<br />
estructural y la concentración empresarial dentro de la industria gráfica,<br />
habiendo al final ganadores y perdedores. Nuestro ramo, constituido básicamente<br />
por empresas medianas, <strong>no</strong> puede esperar mucho del estado. Los<br />
millonarios programas de ayuda de muchos países se vienen concentrando<br />
sobre todo en los sectores financiero y automovilístico. <strong>La</strong>s inversiones<br />
públicas en infraestructura son de ayuda sobre todo para el sector de la<br />
construcción.<br />
Se precisa por tanto la iniciativa propia. Precisamente en una crisis se<br />
<strong>no</strong>tan las dotes empresariales. <strong>La</strong> coyuntura, la publicidad y el mercado de<br />
la <strong>impresión</strong> volverán a animarse en algún futuro <strong>no</strong> muy leja<strong>no</strong>. Tenemos<br />
que intentar superar los desafíos a los que <strong>no</strong>s enfrentamos con el me<strong>no</strong>r<br />
número de daños posibles, preparándo<strong>no</strong>s ya hoy para la recuperación y<br />
las posibilidades del mañana. Les deseo que tengan buena ma<strong>no</strong> y que su<br />
negocio prospere.<br />
Atentamente<br />
Albrecht Bolza-Schünemann