NUESTRO COLEGIO - Colegio La Concepción

Historia de la biblioteca
del Colegio “La Concepción”
Lo que llamamos y conocemos
por colegio La Concepción consta
de dos partes bien diferenciadas.
Una es el colegio propiamente dicho
compuesto por la entrada, claustro,
salones, dormitorios, aulas, patios y
demás dependencias necesarias para
su funcionamiento. La otra parte de
este gran edificio consta también de un
Convento, con claustro de tres plantas,
situado a continuación de la iglesia, con
sus distintas dependencias y cuyo titular,
al igual que la iglesia, es lo que llamamos
“Convento del Sagrado Corazón de Jesús”,
residencia de los frailes Franciscanos que
regentan el colegio desde 1879.
[[
Este colegio-convento posee
muchos rincones llenos de historia,
que rezuman gran tradición. De
entre todos ellos, en este artículo,
destacaremos su magnífica
biblioteca, considerada una de las
más antiguas y completas de la
Comunidad Valenciana.
Una mañana soleada de abril, el padre
Sendra se dispone a anotar en el libro de
referencia o registro el volumen número
18.277.
Deseo, en mi entrevista con él,
señalar algunos datos biográficos. El
P.Luis Sendra nació en Pego en 1939.
Terminada la carrera sacerdotal, fue
ordenado sacerdote en 1964 y destinado
a trabajar en el colegio, haciéndose cargo
como educador de lo que entonces se
llamaba la Brigada Media, compuesta
por alumnos residentes–internos- entre
los 13-16 años en número de 95-105.
En 1973-78 residió en el Colegio Mayor
Universitario, que los franciscanos
tenían en Valencia, para estudiar en
la Universidad y en la Escuela de
Magisterio. Regresa de nuevo al Colegio
como Prefecto de Estudios y educador
de los alumnos residentes de COU, hoy
Bachillerato. Ha ocupado también los
cargos de Superior Rector del Colegio,
Director de la revista “Nuestro Colegio”
durante varios años, en dos temporadas
distintas. Fue nombrado, últimamente,
de nuevo Director del Colegio cargo que
desempeñó durante cinco años. Ha sido
profesor de Historia y ,ahora, de Latín.
A la muerte del P. Rafael Reig,
Bibliotecario de la Comunidad, acaecida
en 1986, se hace cargo de la misma
hasta el presente el P.Luis Sendra. De él,
recabamos los datos que necesitamos
para hablar de esta Biblioteca de la
Comunidad del Convento de Ontinyent.
A través de dos caminos diferentes
podemos llegar a lo que todos conocéis
como la biblioteca antigua del colegio:
por el museo del colegio o por la escalera
del convento. Su descubrimiento
sorprende a cualquier visitante. Su
recorrido es sencillo. Es difícil imaginar
DOSSIER
cómo, en apenas cien pasos, puedes
atravesar un claustro centenario, una
imponente escalera de mármol y un
museo de ciencias de los más completos
de la provincia.
Son muchas las veces que he visitado
esta biblioteca, y siempre me ha causado
una sensación de grandeza y tradición.
Pero nunca me había detenido a analizar
su forma y su contenido con una persona
que tan bien conoce este lugar. Si nunca
has estado en ella, imagina las antiguas
bibliotecas que aparecían en las películas
inglesas en blanco y negro.
Tras intercambiar las primeras
impresiones, me dispongo a escuchar
la historia que cuentan estas paredes a
través del Padre Sendra.
Desde siempre en los conventos
franciscanos se han ido conservando,
mejorando y cuidando su jardín botánico,
así como la estación meteorológica, el
laboratorio de ciencias y, sobre todo, la
biblioteca. Con los años, los religiosos se
han encargado de mimar y aumentar
estas pertenencias entre otras muchas
obligaciones.
Me sitúo en la puerta, observando
cada detalle. Un antiguo piano nos da la
bienvenida. Ante el visitante, se presenta
una estancia amplia, dividida en dos
alturas, forrada con maderas nobles y
torneadas que soportan miles de libros
antiquísimos, techos decorados y suelo
de mosaico desgastado por el paso del
tiempo. Este suelo deja entrever lo que
–posiblemente- antaño fue un oratorio,
donde los Padres acudían a rezar. Los
dibujos de las baldosas nos descubren
una estructura rectangular, y un hueco
donde podía haber existido un pequeño
altar.
Todo ello nos hace pensar que la
biblioteca – tal y como la conservamos-
es posterior a la Guerra Civil. Las
magníficas pinturas que adornan la parte
superior de las paredes nos observan
intactas, señal inequívoca que no vieron
ni sufrieron el paso de una guerra en la
que –casi con seguridad- hubieran sido
destruidas. Pintadas por el Padre Eugenio
Silvestre, en lienzos recortados y pegados
53