NUESTRO COLEGIO - Colegio La Concepción

DOSSIER
> Historia de la biblioteca del Colegio “La Concepción”
a la pared, nos encontramos con figuras
relevantes del mundo franciscano, como
el Beato Francisco Afabriano (primer
bibliotecario de la Orden), San Antonio
de Padua, Lucas Wadingo (historiador
de la Orden), San Bernardino de Siena
(misionero franciscano), Juan Duns
Escoto (teólogo escocés), Ramón Llull
(terciario Franciscano y escritor), Roger
Bacon (franciscano, científico, filósofo
y teólogo inglés, conocido como el
doctor “mirabilis”, admirable ), el cardenal
Cisneros (franciscano, Regente de España,
Primado de Toledo).
En el espacio intermedio, presidiendo
las dos escaleras de acceso a la parte
de arriba, encontramos dos pinturas
de san Francisco y la Inmaculada
Concepción. Casualmente, descubrimos
que estas escaleras disponen de siete
escalones (número que en religión
representa lo bueno, lo perfecto). Como
curiosidad, destacan los techos altos y
las dos antiguas lámparas de bronce que
pertenecieron al antiguo salón de actos.
Cuentan las crónicas que el 24 de
mayo de 1913 fue elegido rector del
colegio el Padre Severino González. Las
obras y adquisiciones hechas durante su
rectorado fueron de capital importancia.
En las vacaciones de 1915, se construyó el
pabellón de la enfermería, el laboratorio
de química y la biblioteca, que fueron
lentamente enriqueciéndose por la labor
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continua de los frailes. La biblioteca de
esta Comunidad recibe un gran impulso
que queda totalmente paralizado por la
llegada de la Guerra Civil Española. El 18
de julio de 1936, el colegio es convertido
en Hospital Internacional y todas sus
instalaciones fueron adaptadas para
recibir a los heridos de la contienda. Se
supone que durante todos estos años,
hubo gente que se encargó de custodiar
los magníficos libros y pergaminos
que hoy conservamos. Estas familias
contribuyeron desinteresadamente a la
formación de la biblioteca tal y como se
conoce hoy en día.
Así pues, nuestra completa colección
de libros se compone básicamente de
legados, además de la suscripción a la
Biblioteca de Autores Cristianos.
Merece la pena destacar que este
lugar, durante muchos años y hasta que
se construyó el pabellón de Primaria
(1987), albergó las sesiones de evaluación
del profesorado del colegio.
Los contenidos que en ella
encontramos se hayan ordenados por
materias y no por entradas, detalle
inusual. Quizá, se organizó así en un
principio: Química, Ciencias Naturales,
Música, Liturgia, Derecho, Filosofía,
Política, etc.
La previsión del padre Sendra es
que se ubiquen en ella los volúmenes
anteriores a 1900 y los posteriores
quedarían situados en la antigua ropería.
Dicha estancia posee una estructura de
madera, con adornos trabajados y techos
altos. Su función era la de guardar la ropa
de los alumnos residentes en taquillascajones
numerados para cada alumno, ya
que, hasta el año 1974 aproximadamente,
los internos se quedaban todos los fines
de semana.
Nuestra biblioteca acoge volúmenes
antiquísimos, que datan desde el
S.XVII hasta nuestros días. Hay algunas
colecciones completas e importantes,
como La Historia de España de Menéndez
Pidal (43 tomos), que se empezó a editar
en 1947, y es una de las enciclopedias
más importantes de Historia. Otra
colección interesante es Summa Artis de
Espasa Calpe (49 tomos), que se empezó
a editar en 1931.
Como curiosidad, destacamos una
colección de 72 tomos encuadernados
de la Revista de la Ilustración Española y
Americana (1788 aproximadamente), que
contiene preciosas láminas litografiadas.
La Historia de la Orden Franciscana, 34
tomos, escrita en latín por Wadingo.
También encontramos colecciones
de mucho valor: diccionarios, obras
antiguas como La Historia del Reino de
Valencia (1831), que quedan distribuidas
dentro de cada materia.
Se conservan también varios
pergaminos, los más antiguos del S.XVII,
además de varios libros con el lomo de
pergamino.
Quedan aún por censar muchísimos
volúmenes procedentes de donaciones
de las familias de antiguos alumnos y los
procedentes de la biblioteca del Colegio
Mayor de Valencia.
Todos estos libros, junto con más de
18.000 hermanos suyos, duermen felices
por saberse en una de las bibliotecas más
bonitas de nuestra geografía, a la par que
tranquilos por las atenciones que les
regala el Padre Luis Sendra.
Susana Gramaje Pérez
Profesora de Lengua y Literatura Castellana