BLACKBOOK HOTEL BLACKBOOK HOTEL CONFIDENTIAL antaño, con mobiliario de mediados de siglo y un espacioso lobby de nueve metros de alto que incorpora una misteriosa “escalera a ninguna parte”, todo un auténtico ícono local. Al sur de la frontera, en la soleada Guadalajara, el retro-chic Casa Fayette (casafayette.com) de 37 habitaciones, perteneciente al Grupo Habita, preside una mansión art déco reformada en pleno centro de la ciudad. En Costa Rica, Hacienda AltaGracia (altagraciacr.com) es un refugio rural en el sentido más estricto de la palabra. Las 50 casitas de este complejo operado por una familia se reparten por una solitaria ladera en el todavía poco conocido cantón de Pérez Zeledón. Su oferta de ocio es extensa: equitación y senderismo, sin olvidar otros muchos caprichos como su amplio spa o sus albercas infinitas con agua de manantial. En la otra punta del mundo, en las llanuras turcas de Anatolia, el House Hotel Cappadocia (thehousehotel.com) con 45 habitaciones apuesta también por su pintoresco telón de fondo rural. Emplazado en un laberinto cuidadosamente restaurado de antiguas cuevas y casas de piedra en la diminuta aldea de Ortahisar, este refugio presume de un ambiente misterioso y romántico a la vez. Más bucólico aún resulta el japonés Amanemu (aman.com), que pronto abrirá sus puertas. Este lugar de ensueño con 24 suites y dos villas –cada una con su propio manantial de aguas termales– se encuentra en el Amanemu, imagen superior a la derecha; Hacienda AltaGracia, arriba y a la derecha LO ÚLTIMO EN PROPIEDADES DE LO VIEJO A LO NUEVO A caballo entre dos edificios históricos de Sídney e incorporando tres restaurantes de visita obligada, el diminuto Old Clare se codea con los grandes, como Carrie Hutchinson reporta n el antaño pub Clare, las viejas baldosas de color Everde y crema –agrietadas y desgastadas por algunas zonas– aún se conservan, sin embargo, la antigua barra de madera ha sido sustituida por otra revestida de brillantes paneles en naranja y amarillo. Hoy se sirven menos cervezas, pero se agita más hielo en las cocteleras. Este antiguo pub de estilo art déco, muy popular entre los estudiantes universitarios, ahora forma parte del flamante The Old Clare Hotel, el último escondite secreto de Sídney. El hotel se sitúa en una esquina de Central Park, el multimillonario proyecto de desarrollo inmobiliario que ha permitido reacondicionar un espacio urbano de seis hectáreas donde antiguamente se encontraban las instalaciones de la cervecería Carlton & United Breweries. La otra parte del hotel se levanta en el antiguo edificio administrativo del City Union Bank. El estudio de arquitectura Unlisted Collection de Loh Lik Peng trabajó codo a codo durante más de dos años con los arquitectos de Tonkin Zulaikha Greer para lograr unificar el proyecto y lo han conseguido. Un lobby de cristal conecta ahora los dos edificios donde todos los elementos históricos se han conservado en la medida de lo posible. En la sala de juntas –hoy una de las suites más confortables– los paneles originales de madera quedaron suspendidos en el aire durante seis meses mientras todo lo demás a su alrededor era sustituido y reconstruido. Pero incluso en las habitaciones más sencillas, los marcos originales de las ventanas han sido meticulosamente restaurados y los ladrillos quedan a la vista. Las tinas se convierten en la pieza central de las suites o se sitúan detrás de una mampara de cristal. Además, hay innumerables referencias a Australia: cabeceras acolchadas tapizadas con telas que recuerdan la corteza de eucalipto, flores frescas de waratahs colocadas en latas de melaza de estilo vintage y almohadones diseñados por la artista Eloise Rapp que hacen referencia al océano y al desierto rojo australiano. Cada una de las 62 habitaciones tiene una lámpara exclusiva creada por la casa londinense The Rag and Bone Man a partir de repuestos de motor. Además del bar del lobby, los huéspedes que se hospedan en el Old Clare pueden dirigirse a la terraza junto a la alberca de la azotea para disfrutar de un refrescante trago al anochecer. El hotel cuenta con tres restaurantes: el Automata de Clayton Well, que fusiona sabores japoneses con técnicas contemporáneas; el Silvereye de Sam Miller, antiguo chef del Noma; y el Kensington Street Social, la primera aventura australiana de Jason Atherton. Un nuevo spa abrirá pronto, completando así este gran proyecto que sin duda se convertirá en modelo de referencia en Sídney durante muchos años. theoldclarehotel.com.au FOTOGRAFÍAS DESDE ARRIBA: © NACASA & PARTNERS INC., © HACIENDA ALTA GRACIA (2), CHRIS COURT (3)
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