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Centurion Argentina Winter 2015

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SESORÍA TOM HARROW

SESORÍA TOM HARROW REPORTA E N Ó F I L O S Desde la inversión y las plataformas comerciales hasta la gestión del consumo, el almacenamiento, la logística y el inventario, un nuevo grupo de empresas especializadas garantizan que las cavas estén repletas de las mejores cosechas y se encuentren en su mejor momento para comerciar con ellas ubo una época no muy remota en la que incluso los más hábiles coleccionistas de vino se dirigían inquietos a sus cavas, tomaban esa botella tan especial y, con un profundo respiro, la abrían preguntándose todo el tiempo si estaría echada a perder. Eso ya es pasado… Ahora, las cosas han cambiado. Gracias a un grupo de empresas asesoras –compuestas por expertos y eruditos amantes de los buenos vinos–, los buenos enófilos saben cuándo hay que probar una cosecha concreta, qué tesoros esconden sus bodegas y, ahora que el vino se considera una inversión, cuál es el momento idóneo para venderlo o comerciar con él. Si tenemos en cuenta los informes publicados, los coleccionistas de todo el mundo atesoran al día de hoy entre US,000 y 45,000 millones. Con un rendimiento promedio que oscila entre siete y ocho por ciento, el vino se está convirtiendo en un activo relativamente estable en un mercado lleno de fluctuaciones, haciéndolo atractivo tanto para financieros como para sibaritas. Una de las primeras compañías que se adentró y exploró este lucrativo mercado es la London International Vintners Exchange o Liv-ex (liv-ex.com). Fundada en 2000 por el exbanquero James Miles, fue la primera plataforma global de comercio electrónico para vinos de alta gama. El uso de internet «[nos] brindó la posibilidad de agrupar en un único lugar un mercado muy fragmentado y lograr que, por primera vez, el intercambio de los mejores vinos fuera comercialmente viable», afirma Miles. Liv-ex no sólo consiguió mejorar la disponibilidad y la exactitud de los datos de más de 5,000 vinos selectos, sino que también codificó el índice bursátil en función del estado de las botellas, el régimen hacendario, el pago y los plazos de entrega convirtiéndolo en el estándar del sector. «Gracias a este índice logramos eliminar de golpe la enorme incertidumbre y la opacidad que envolvían al comercio de vinos selectos y aumentamos la transparencia y eficiencia del mercado», concluye. Liv-ex tiene acceso a 29 millones de líneas de datos y US millones en licitaciones y ofertas de los principales comerciantes de vino de todo el mundo. Esto ha permitido consolidar su posición como la mejor bolsa dentro del 60 CENTURION-MAGAZINE.COM

«Cualquiera que coleccione vinos antiguos y únicos y los haya comprado en los últimos 15 años en subastas o por medio de algún agente, probablemente habrá adquirido alguno falsificado» mercado vinícola global. De forma regular, presenta los análisis actualizados sobre el rendimiento de un château o una cosecha, así como las puntuaciones de los críticos más influyentes. De este modo, los consumidores están perfectamente informados a la hora de tomar una decisión de compra. Fundado en Suiza en 2004, ARVI (arvi. com) es uno de los comerciantes de vinos más importantes del mundo. En la actualidad tiene un portafolio de 12,000 clientes y un catálogo de más de 700,000 botellas almacenadas en sus instalaciones de 5,000 m 2 al sur de Lugano. Debido a la longevidad y estabilidad de los vinos, 75% de las existencias de ARVI están compuestas por tintos de Burdeos. Como explica su director financiero Carlo Reggio, «las cosechas mejor valoradas (como las de 1989, 1990 y 2000) atraen a catadores, mientras que las cosechas más recientes (2009, 2010 y 2014) despiertan mayor interés entre los inversionistas que apuntan al mercado secundario». Los clientes tienen la posibilidad de almacenar los vinos en la cava de Lugano, pero ARVI atiende también las necesidades de coleccionistas que se encuentran en lugares tan lejanos como Brasil, Rusia, Lejano Oriente o los Emiratos Árabes Unidos y así mismo está abriendo mercado en el Sudeste Asiático. Además asesora en nombre de WineTrust un fondo de inversión radicado en las Islas Caimán que incluye una cláusula especial que permite a los inversionistas pagar en especie, lo que garantiza que la cartera tenga buen rendimiento y nadie se quede sediento. De vuelta en Suiza, Reggio señala que en nivel local existe una demanda de Bordeaux En Primeur 2014 y los vinos españoles de primeras marcas también están experimentado un gran auge: «No hay nada escrito sobre qué vender y cuándo hacerlo, sino que depende en cierto modo de que los comerciantes tengan visión de futuro y sepan elegir el momento adecuado». Mientras que Liv-ex revolucionó el sector del comercio enológico, Wine Owners (wineowners.com), lanzado primero en 2013 en el Reino Unido y un año más tarde en Hong Kong, fue uno de los primeros sitios en ofrecer a los coleccionistas privados una solución integral para gestionar sus cavas y facilitar el intercambio comercial entre pares (similar a BullionVault que permite a los inversionistas privados acceder a los mercados mayoristas de oro puro). Su fundador Nick Martin explica lo que lo llevó hasta aquí: «Al igual que otros muchos coleccionistas, me resultaba difícil contar con un registro actualizado de mis vinos y el proceso de autoevaluación me desesperaba por el tiempo que me hacía perder. Además, me sentía frustrado, ya que por norma general tenía que esperar meses antes de recibir el pago por los vinos que se habían vendido en mi nombre». Su página web es una plataforma única que cuenta con herramientas que permiten a los coleccionistas –a los que Martin define como «consumidores que compran estratégicamente»– organizar, analizar y tomar decisiones con respecto a lo que quieren beber, almacenar o vender. «En los dos años desde que lleva este negocio en línea, miles de miembros de la comunidad de coleccionistas de vinos confían en la plataforma para gestionar virtualmente US0 millones en vinos selectos», afirma. Con 200,000 referencias listadas en su web, así como una excelente capacidad para comparar y contrastar la evolución en el mercado de los distintos vinos y las bajas comisiones (normalmente inferiores a las de las casas de subastas tradicionales o los honorarios de los agentes), Wine Owners está llevando el sector hacia la gestión autodirigida y el acceso directo a la mejor selección de vinos. Sin embargo, a todo beneficio le corresponde un riesgo. Los principales coleccionistas internacionales se enfrentan ahora al aumento en las falsificaciones de vinos, especialmente en Lejano Oriente. Maureen Downey, una afamada experta en la materia, lanzó WineFraud.com a principios de este año para ayudar a los consumidores a evitar botellas falsas. Downey, fundadora de Chai Consulting con sede en San Francisco, lleva 20 años haciendo el inventario y ayudando a sus clientes a crear cavas con excelentes vinos y, durante ese tiempo, se ha topado con un buen número de botellas sospechosas. «Hemos sido testigos en varias ocasiones de grandes colecciones de vino con millones de dólares en falsificaciones. Es una pérdida de dinero nefasta si no se hace nada al respecto». Por suerte para sus clientes, la tenacidad de Downey se traduce en el reembolso del 100% de los casos de falsificación. Ella misma da a entender que lamentablemente no se trata de incidentes aislados: «Cualquiera que coleccione vinos antiguos y únicos y los haya comprado en los últimos 15 años en subastas o por medio de algún agente, probablemente habrá adquirido alguno falsificado». Los análisis de expertos y las innovaciones digitales están ayudando a modernizar la creación de buenas bodegas, pero el vino todavía sigue siendo un bien material que exige condiciones de almacenamiento óptimas y un método de transporte fiable. En el Lejano Oriente es realmente necesario, en especial por el enorme interés que suscitan los vinos selectos (China es en estos momentos el mayor consumidor de tinto en el mundo, con 155 millones de cajas en 2013) y por el reto que suponen tanto el clima como la humedad. Con casi siete millones de botellas en su cava, Singapore Wine Vault (singaporewinevault.com), fundado el año pasado como filial del Grupo CWT, es el mayor proveedor de servicios de logística en Singapur y la primera bodega en Asia con la certificación ISO para el almacenamiento de vinos. Además de transportar hasta Singapur las botellas de clientes privados o almacenarlas para su traslado a bodegas de todo el mundo, el negocio del vino está ampliando su radio de acción a medida que crecen las transacciones en este próspero mercado. «Con el incremento de los costos, cada vez son más los comerciantes que optan por el comercio electrónico y utilizan nuestra bodega como punto de distribución», afirma el especialista en eventos y vinos del Grupo Bernard Mak Pak Kuen. Además de ofrecer distintas opciones para guardar el vino a diferentes temperaturas, SWV también cuenta con su propio sommelier que brinda asesoría al momento de comprar. Centrándose en el futuro, se está desarrollando una app. SWV también tiene previsto lanzar al mercado una plataforma comercial, así como un bar para organizar eventos en torno al vino que permitan conectar clientes, tanto en la red como con una copa de vino en la mano. No importa lo sofisticado –o rentable– que se vuelva este negocio, siempre hay tiempo para sentarse con un buen vino de reserva y recordar las palabras de Ernest Hemingway: «El vino es una de las cosas más civilizadas del mundo». Alcemos nuestras copas y brindemos por ello. CENTURION-MAGAZINE.COM 61

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