CERCANO Y PERSONAL La emoción de un safari ya no se reduce solamente a avistar los Cinco Grandes; ahora, los viajeros avezados quieren profundizar, aprender más e involucrarse 90 CENTURION-MAGAZINE.COM
Diseño en la selva Un nuevo itinerario por la reserva sudafricana de Phinda Private Game Reserve lo adentrará en una historia de éxito en materia de conservación. Por Erin Riley Sabían que no hay que sacrificar un rinoceronte por sus cuernos? Para los colmillos de elefante, sí, pero no para los rinocerontes», afirma Les Carlisle, gerente de conservación de &Beyond. Avanzamos a toda velocidad por un camino de tierra en Phinda Private Game Reserve, la icónica reserva de 28,500 hectáreas que la empresa de safaris tiene en el noreste de Sudáfrica. El tupido matorral da paso a una llanura abierta y a un cielo sombrío y profundo. Delante de nosotros, un camión cargado de jóvenes voluntarios se acerca a toda prisa hasta un helicóptero que da vueltas en la distancia. A unos cinco metros diviso una masa de carne gris trotando por la misma carretera. En cuestión de minutos, se detiene y nosotros también. La hembra de rinoceronte blanco de dos toneladas comienza a desorientarse; se balancea de derecha a izquierda, su pata delantera se extiende para dar un paso en falso y finalmente cae de rodillas. Es una visión desgarradora, incluso antes de que llegue el momento difícil para el que hemos sido preparados. Sin embargo, esta sensación se disipa tan pronto como los equipos están ya en tierra. Del helicóptero salen el piloto Harry Hensberg (el mismo que llevó hace dos años al príncipe Harry durante el traslado de elefantes en Malawi), la supervisora ecológica Charli De Vos y el veterinario Mike Toft, quien, momentos antes, asomaba desde el helicóptero con una pistola de dardos en la mano. El equipo realiza rápidamente una serie de maniobras: inyectan un › Campamento en Phinda Private Game Reserve
