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Centurion Mexico Summer 2023

|Reflexiones| Rompiendo

|Reflexiones| Rompiendo barreras En respuesta a las demandas de los clientes y las nuevas tecnologías, la última e inusual propuesta de Ferrari es un ejemplo de cómo las grandes marcas toman una nueva dirección. Por Will Hersey E l Ferrari Purosangue puede presumir de ser el lanzamiento más esperado, e incluso el más polémico, de 2023. Cualquier Ferrari nuevo suscita interés, pero este se adentra en territorio desconocido por ser el primer modelo de cuatro puertas en los 76 años de historia del fabricante italiano. La decisión de diseñar un automóvil que encarne conceptos tan ajenos como familia, espacio o sentido práctico no se ha tomado a la ligera, sobre todo, en el caso de esta casa que empezó a fabricar turismos como una actividad secundaria con la que financiar sus aspiraciones en el mundo de las carreras y que, desde entonces, ha preservado de forma inquebrantable los principios de su fundador Enzo Ferrari. El jefe de diseño, Flavio Manzoni, se enfrentó a la difícil tarea de trasladar la inconfundible estética de Ferrari a una escala totalmente nueva. El diseñador ha conseguido combinar algunos rasgos familiares de la FOTOGRAFÍAS © LAS MARCAS 50 CENTURION-MAGAZINE.COM

marca con detalles distintivos más actuales para crear una propuesta curvilínea, proporcionada y atlética que se aleja del aspecto cuadrado que muchos autos de esta categoría parecen no poder evitar. Las puertas traseras «de bienvenida», con bisagras para abrirse en el lado opuesto al esperado, le dan un toque elegante y optimizan al mismo tiempo el espacio disponible en el interior. Entrar en un auto de baja altura forma parte de la experiencia Ferrari, por eso al principio puede resultar sorprendente acceder a un habitáculo espacioso. En el interior se ha hecho un considerable esfuerzo para mejorar el confort de siempre, incorporando, entre otras cosas, una pantalla táctil para el copiloto y un nuevo sistema de sonido Burmester de 21 bocinas que pueden orientarse individualmente a cada uno de los cuatro asientos. Ferrari se resiste a considerarlo de SUV, pese que a la mayoría les resulte difícil no calificarlo como tal. Desde que Porsche lanzó el Cayenne en 2002, casi todas las casas de lujo han seguido su ejemplo, aprovechando que el auge de los SUV no muestra signos de ralentizarse. La marca italiana parecía mantenerse reticente, al menos en apariencia, a esta tendencia, suscitando uno de los interrogantes más intrigantes de la industria: ¿lo fabricarán o no? Pero algo cambió. Se cree que en la decisión influyó la presión de los clientes más fieles, que no dejaban de preguntar cuándo iba a fabricar Ferrari un auto que completara su flota. Ser testigo de cómo sus rivales se imponían en esta categoría no tuvo que ser fácil. Todo el mundo sabía que, ahora que la empresa cotiza en bolsa, un vehículo de este tipo lograría un gran éxito, y así ha quedado demostrado. Ferrari argumenta que este modelo ha tardado tanto en ver la luz porque quería estar seguro de cómo iba a ser su manejo. Además, los recientes avances tecnológicos han permitido a sus ingenieros transmitir la sensación Ferrari a un vehículo que pesa dos toneladas. En carretera es difícil no estar de acuerdo. Aunque el Purosangue mantiene un comportamiento confortable en entornos urbanos, su personalidad se transforma en cuanto la carretera se lo permite. Un nuevo motor V12 de 715 CV (capaz de alcanzar los 100 km/h en 3.3 segundos con una velocidad máxima de 310.6 kilómetros por hora) proporciona la potencia, pero es en combinación con una serie de inteligentes mejoras dinámicas (nuevo chasis, El Rolls-Royce Spectre, arriba, es la primera incursión de la marca en los vehículos eléctricos; Maserati regresa al mundo deportivo con el MC20, abajo Página opuesta: el controvertido Ferrari Purosangue suspensión activa y dirección independiente para cada rueda) donde el Purosangue cobra vida. Ferrari reconoce abiertamente que su diseño ha supuesto un extenso proceso de aprendizaje y una ingente tarea que ha llevado cinco años y en la que han participado todos los departamentos. No obstante, por el hecho de llegar más tarde, el Purosangue estaba casi obligado a marcar una diferencia y efectivamente existen argumentos de peso para afirmar que este auto tiene su propia categoría: la del «super-SUV». Por supuesto, hay seguidores incondicionales que piensan que Ferrari se ha vendido, pero esta postura se está quedando desfasada. No cabe duda de que los fabricantes deben evolucionar al mismo ritmo que sus clientes y una parte esencial de ese proceso es elegir el momento adecuado para salir de su zona de confort. Por su parte, Maserati, antaño gran rival de Ferrari en las carreras y los autos deportivos, ha tomado la dirección contraria al presentar el MC20, su primer deportivo de verdad en tres décadas. Con un portafolio compuesto únicamente por sedanes y SUV, Maserati consideró que este nuevo modelo era un modelo «imprescindible» para recordar a los clientes la esencia de la marca. «Nacimos en el entorno de las carreras; este auto vuelve a las raíces de Maserati encarnando una nueva era —señala el jefe de diseño Klaus Busse—. Desde el punto de vista del diseño, estamos siendo testigos de cómo será la estética de Maserati en el futuro». Un movimiento temerario pero necesario, que ha insuflado nueva vida a un fabricante tan venerado. También Rolls-Royce dará otro salto significativo a territorios desconocidos con el lanzamiento a finales de este año del Spectre, su primer modelo totalmente eléctrico, que marcará el principio del fin de su asociación centenaria con el motor de combustión. Como en el caso de Ferrari, Torsten Müller-Otvös, CEO de la compañía, reconoció que la tecnología había evolucionado hasta un punto en el que era factible un Rolls-Royce verdaderamente eléctrico. Una vez más, los deseos de los clientes también influyeron en la decisión. «Lideramos porque escuchamos», afirmó Müller-Otvös. Ante los retos y las incógnitas actuales de la industria automotriz, hacer otra cosa sería arriesgado. CENTURION-MAGAZINE.COM 51

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