You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
144<br />
había pronunciado esa misma tar<strong>de</strong>. Me había dicho que <strong>de</strong>jara en paz a Bosco o<br />
acabaría arruinando su vida. <strong>El</strong>la era la persona <strong>de</strong> la que él me había hablado. La<br />
«valiente» que le proporcionaba cosas <strong>de</strong> las que el <strong>bosque</strong> no podía surtirle. Me<br />
pregunté si su compañía estaba incluida en «esas cosas» y hasta dón<strong>de</strong> estaba<br />
dispuesta a llegar para protegerle.<br />
Me estremecí al pensar que Berta podía estar <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Paula.<br />
¿Y si aquella había sido su forma <strong>de</strong> proteger a Bosco <strong>de</strong> una fisgona? ¿Y si ella, y no<br />
Braulio, era la responsable <strong>de</strong> todos aquel<strong>los</strong> intentos por asustarme y alejarme <strong>de</strong><br />
la Dehesa? De ser así, había un error <strong>de</strong> cálculo en su estrategia, algo que no había<br />
podido controlar: mi miedo. Pues en lugar <strong>de</strong> alejarme <strong>de</strong> aquel lugar, había atraído<br />
a su protegido hacia mí.<br />
Sentí pena por Paula. Berta había intentado matarla… Pero, ¿cómo sabía lo<br />
<strong>de</strong> su alergia? Y, realmente, ¿la creía capaz <strong>de</strong> una cosa así?<br />
Ya no estaba segura <strong>de</strong> nada.<br />
Ni siquiera <strong>de</strong> <strong>los</strong> sentimientos <strong>de</strong> Bosco. Tal vez la flor solo había sido su<br />
forma <strong>de</strong> <strong>de</strong>cirme que <strong>de</strong> nuevo olía mi tristeza… O su manera <strong>de</strong> <strong>de</strong>spedirse <strong>de</strong> mí<br />
para siempre. Aquella i<strong>de</strong>a hizo que apretara el paso hasta echar a correr.<br />
La visión <strong>de</strong> la cabaña <strong>de</strong>l diablo, a oscuras, en la quietud <strong>de</strong> la noche, me<br />
hizo recordar algo que hasta el momento no había consi<strong>de</strong>rado. Bosco ya no se<br />
alojaba en ella. Era imposible que en solo dos días hubiera convertido <strong>de</strong> nuevo<br />
aquel lugar vacío en un hogar habitable.<br />
Me quedé un rato inmóvil junto a la entrada, temblando, esperando en vano<br />
alguna señal que confirmara que Bosco estaba <strong>de</strong>ntro.<br />
Silencio.<br />
Sin atreverme a empujar la puerta, bajé la cabeza.<br />
Una alfombra <strong>de</strong> péta<strong>los</strong> lilas reposaba bajo mis pies. Miré al suelo y<br />
<strong>de</strong>scubrí un reguero <strong>de</strong> flores que se a<strong>de</strong>ntraba en el <strong>bosque</strong>. Seguí su rastro con<br />
emoción, <strong>de</strong>seosa <strong>de</strong> saber hacia dón<strong>de</strong> conducía.<br />
Confundida con <strong>los</strong> leves rumores <strong>de</strong> la noche y el murmullo cercano <strong>de</strong>l río,<br />
me pareció escuchar una voz dulcísima entonando una melodía. A medida que<br />
avanzaba por el sen<strong>de</strong>ro malva, el sonido <strong>de</strong>l agua y la canción se volvieron más<br />
audibles.<br />
Tuve que apartar un dosel <strong>de</strong> madreselva y brezo para acce<strong>de</strong>r al tramo final<br />
<strong>de</strong>l camino, don<strong>de</strong> el río se abría dando forma a un pequeño lago.<br />
Me quedé sin aliento al contemplar una figura imponente y masculina que se<br />
bañaba en las gélidas aguas <strong>de</strong>l río. Todo a su alre<strong>de</strong>dor parecía sumido en una<br />
profunda calma. Me oculté un instante tras un arbusto para admirar aquella escena.<br />
Suspendida en lo más alto <strong>de</strong>l cielo, la luna blanca y serena se miraba<br />
Libros<strong>de</strong>lcielopersonal.blogspot.com