02.06.2016 Views

1 El bosque de los corazones dormidos (1)

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

58<br />

Negué con la cabeza ante su insinuación.<br />

—Entre Braulio y yo hubo algo… —continuó Berta—, pero no funcionó. Yo<br />

soy como un animal salvaje. Necesito espacio para correr y aire para respirar.<br />

Entendí muy bien a lo que Berta se refería. Braulio era un chico encantador…<br />

pero, a veces, su amabilidad y sus atenciones podían resultar algo cargantes.<br />

Miré por la ventana. A las seis <strong>de</strong> la tar<strong>de</strong> ya era noche cerrada. La oscuridad<br />

exterior se teñía con la luz amarillenta <strong>de</strong> las farolas cuando el autocar se a<strong>de</strong>ntraba<br />

en algún pueblo. Cada vez que hacía una parada, Berta me explicaba alguna<br />

curiosidad <strong>de</strong> él. Me prometí hacer una ruta turística cuando hiciera mejor tiempo y<br />

<strong>los</strong> días se alargaran.<br />

—¿Qué les pasó? —me preguntó Berta <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> un silencio.<br />

—¿A quiénes?<br />

—A tu madre y a tu abuela.<br />

Tomé aire antes <strong>de</strong> empezar a hablar.<br />

—Mi madre tenía una salud débil. Des<strong>de</strong> que tengo uso <strong>de</strong> razón, siempre<br />

había pasado largas temporadas ingresada en sanatorios. A veces estaba tan<br />

sedada, que ni si quiera me reconocía. Cuando estaba bien era una madre guay. Nos<br />

divertíamos juntas…<br />

Me pareció sorpren<strong>de</strong>nte lo que un trayecto <strong>de</strong> autocar estaba consiguiendo.<br />

No abría mi corazón fácilmente a cualquiera; incluso con Paula evitaba esos temas<br />

tan dolorosos…<br />

—Se suicidó —continué—. Su muerte era algo para lo que estaba preparada;<br />

llevaba años muy <strong>de</strong>licada. Mi abuela solía <strong>de</strong>cir que era un ser <strong>de</strong>l cielo y que tar<strong>de</strong><br />

o temprano nos <strong>de</strong>jaría… Pero nunca imaginé que sería <strong>de</strong> aquella manera. La<br />

encontramos en la cama con un bote <strong>de</strong> somníferos vacío en la mano.<br />

<strong>El</strong> recuerdo <strong>de</strong> aquella escena me produjo un escalofrío.<br />

—Qué triste…<br />

—No contaba con que mi abuela se reuniera con ella un mes <strong>de</strong>spués.<br />

—Lo siento mucho, Clara.<br />

—No te preocupes. No sé por qué te he contado todo esto.<br />

—Tal vez porque tú y yo estamos empezando a ser amigas —dijo antes <strong>de</strong><br />

plantarme un beso en la mejilla.<br />

<strong>El</strong> autocar estaba casi vacío. <strong>El</strong> murmullo <strong>de</strong> las conversaciones se fue<br />

diluyendo hasta que el silencio se adueñó <strong>de</strong> cada rincón <strong>de</strong>l vehículo. Poco a poco,<br />

una agradable modorra se fue apo<strong>de</strong>rando <strong>de</strong> mí. Cerré <strong>los</strong> ojos. Dejé que el runrún<br />

Libros<strong>de</strong>lcielopersonal.blogspot.com

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!