8. Cree que, por más que usted se esfuerce, lo que hace por sus padres nunca es bastante?Cree que algún día, no se sabe cómo, sus padres mejoraran?Si usted a respondido sí a un tercio de estas preguntas, poda encontrar gran ayuda en este libro.Aunque le parezca que hay capítulos que no tienen nada que ver con su situación, es importanterecordar que todos estos padres con independencia del tipo de maltrato a que someta a sushijos, dejan básicamente las mismas cicatrices. Por ejemplo, quizá sus padres no hayan sidoalcohólicos, pero el caso, la inestabilidad y la pérdida de la niñez quizás caracterizan a loshogares de los alcohólicos reales para los hijos de otras variedades de esta clase de padres. Losprincipios y las técnicas de recuperación también son similares para todos los hijos ya adultos, demanera que insisto a mis lectores en que no dejen de leer ninguno de los capítulos.Si es usted un hijo adulto de padres como los que describimos, son muchas las cosas que puedehacer para liberarse de esa pesada herencia de culpa e inseguridad en sí mismo. A lo largo detodo el libro me referiré a esas estrategias, y quisiera que el lector siga adelante con muchaesperanza: no la esperanza delirante de que sus padres cambiarán por arte de magia, sino laesperanza realista de que usted puede desengancharse psicológicamente de la influenciapoderosa y destructiva de sus padres. Para eso sólo tiene que encontrar el coraje que existedentro de usted.Yo le señalaré una serie de pasos que le ayudarán a ver claramente esta influencia y aenfrentarla, aunque en la actualidad no se trate con sus padres, haga años que no los ve, oincluso que uno de ellos, o los dos, hayan muerto.Por extraño que pueda parecer, hay mucha gente que sigue estando controlada por sus padresdespués de la muerte de éstos. Es probable que, en un sentido sobreenatural, los fantasmas quelos acosan no sean reales, pero en el psicológico lo son, y mucho. Las exigencias, expectativas yamenazas de los padres pueden seguir teniendo vigencia mucho tiempo después de que elloshayan muerto.Quizá usted ya haya reconocido que necesita liberarse de la influencia de sus padres. Tal vez,incluso, haya mantenido una confrontación por este motivo. A una de mis clientas le gustabadecir que sus padres no tenían el menor control sobre su vida... «Yo los odio y ellos lo saben»,concluía. Pero, después, llegó a darse cuenta de que al avivar el fuego de su cólera, los padresaún seguían manipulándola, y que la energía que ella canalizaba hacia el enojo iba enmenguante de la que podía dedicar a otros aspectos de su vida. La confrontación es un pasoimportante cuando se trata de exorcizar los fantasmas del pasado y los demonios del presente,pero jamás se ha de intentar cuando es uno presa de la furia.¿NO SOY YO EL RESPONSABLE DE SER COMO SOY?A estas alturas es probable que usted esté pensando: «Un momento, <strong>Susan</strong>. Casi todos losdemás libros y los otros expertos dicen que yo no puedo culpar a nadie más de mis problemas>,.Tonterías. Sus padres son responsables de lo que hicieron. Claro que usted es responsable desu vida adulta, pero esa vida estuvo en gran medida configurado por experiencias sobre lascuales usted no tuvo control alguno. El hecho es que:Usted no es responsable de lo que le hicieron cuando era un niño indefenso!Usted es responsable de hacer ahora algo positivo para reiniciar aquello!¿QUÉ PUEDE HACER POR USTED ESTE LIBRO?En este momento empezamos, juntos, un viaje importante. Un viaje de autenticidad ydescubrimiento, al término del cual usted encontrará que es, mucho más que nunca, dueño de suvida. No voy a asegurarle pomposamente que sus problemas desaparecerán por arte de magiade la noche a la mañana. Pero si tiene el valor y la fuerza de hacer el trabajo que le propone estelibro, será capaz de recuperar de manos de sus padres gran parte del poder que usted semerece por su condición de adulto, y la dignidad a que es acreedor como ser humano.8 De 147
Por este trabajo se paga un precio emocional. Una vez que desmonte sus defensas, descubrirásentimientos de rabia, angustia, dolor, confusión y, especialmente, de pena. La destrucción de laimagen que de sus padres que ha tenido durante toda la vida puede movilizar en usted intensossentimientos de pérdida y abandono. Quiero que vaya abordando con su propio ritmo el materialque el libro le ofrece. Si en el trabajo encuentra algo que le resulta incómodo, dedíquele todo eltiempo necesario. Aquí lo importante no es la rapidez, sino el progreso.Para ejemplificar los conceptos de que me valgo en el libro, me he basado en historias clínicastomadas de mi práctica terapéutica. Algunas son transcripciones directas de cintas grabadas, yotras las he reconstruido a partir de mis notas. Todas las cartas que figuran en el libro han sidotomadas de mis archivos y reproducidas tal como fueron escritas. Recuerdo de forma muy vividalas sesiones de terapia que no grabé y que reproduzco de memoria, y me he esforzado porrecrearlas tal como se desarrollaron. Por razones legales he modificado solamente los nombres ytoda circunstancia que pudiera permitir la identificación de los pacientes. Ninguno de los casos hasido «dramatizado».Quizá parezca que los casos han sido escogidos con ánimo sensacionalista, pero en realidad sontípicos. No seleccioné en mis archivos los casos más dramáticos ni los más impresionantes;antes bien, escogí los que más claramente representan los tipos de relatos que oigo día tras día.Los problemas que plantearé en este libro no son aberraciones de la condición humana; sonparte de ella.El libro se divide en dos partes. En la primera examinaremos cuántos tipos diferentes hay de estaclase de padres. Investigaremos las diversas maneras en que sus padres pueden haberlo heridoy quizá sigan hiriéndolo. La comprensión que de ella obtenga lo preparará para la segunda parte,en la cual le ofreceré técnicas conductuales específicas que le permitirán invertir el equilibrio depoder en sus relaciones con sus padres.El proceso que conducirá a disminuir el poder negativo de sus padres es gradual, pero terminarápor liberar en usted su fuerza interior, el yo que ha permanecido oculto durante todos estos años,la persona única, capaz de amar y de ser amada, que usted está destinado a ser. Juntosayudaremos a que esa persona se libere, para que así su vida pueda finalmente ser suya.1 Las deidades parentalesEL MITO DE LOS PADRES PERFECTOSLos antiguos griegos tenían un problema. Desde su etéreo patio de recreo en la cumbre delmonte Olimpo, los dioses los contemplaban y se erigían en jueces de todo lo que hacían losgriegos. Y cuando no estaban complacidos, se apresuraban a imponer el castigo. No tenían porqué mostrarse bondadosos; no tenían por qué ser justos; ni siquiera debían tener razón. A decirverdad, los dioses podían comportarse de manera totalmente irracional. Según su capricho,podían convertirlo a uno en un eco o condenarlo a subir una roca por la falda de una colinadurante toda la eternidad. No hace falta decir que la imprevisibilidad de esos poderosos diosescausaba un miedo y una confusión considerables entre sus mortales devotos.Es algo bastante parecido a lo que sucede en la relación entre el tipo de padres que nos interesay sus hijos. A los ojos de un niño, un padre/madre impredecible es un dios que inspira un temorsagrado.Cuando éramos muy pequeños, aquellas deidades parentales lo eran todo para nosotros. Sinellas, para nosotros no habría habido amor, ni protección, ni hogar; sin nadie que nos alimentara,habríamos vivido en un estado constante de terror, sabiendo que no éramos capaces desobrevivir solos. En la primera y en la segunda infancia ellos son nuestros proveedoresomnipotentes. Nosotros solo tenemos necesidades, y ellos las satisfacen.Al no tener nada ni a nadie que nos sirva de patrón para juzgarlos, suponemos que nuestrospadres son perfectos. A medida que nuestro mundo se ensancha más allá de los límites de lacuna, aparece la necesidad de mantener esta imagen de perfección como defensa contra lasgrandes incógnitas que vamos encontrando. En tanto podamos sentir que nuestros padres sonperfectos, nos consideramos protegidos.9 De 147
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