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Para encontrarse con<br />
uno mismo y los demás<br />
Tres Centros de Jubilados, tres historias con un denominador común: la capacidad de<br />
resiliencia y de superación de las dificultades para adaptarse a los cambios que la vida<br />
nos presenta. Nos acercamos a sus sedes, para charlar animadamente con quienes llevan<br />
adelante y participan en estos Centros y conocer y compartir sus experiencias.<br />
Tejiendo lazos y redes<br />
El aumento de la expectativa de vida es un<br />
fenómeno extendido: para el año 2050 el<br />
mundo estará habitado por más personas<br />
mayores de 60 años de edad que jóvenes<br />
de 15. La edad no es un impedimento<br />
para seguir adelante y la jubilación se<br />
nos presenta como una etapa que suele<br />
abarcar varios años en la vida de una<br />
persona y a la que estamos destinados<br />
la gran mayoría. Comprender y vivir esta<br />
etapa como un tiempo para el disfrute,<br />
para encarar nuevos proyectos o retomar<br />
aquellos que quedaron postergados, para<br />
tender lazos y redes sociales, evitando el<br />
encierro y el aislamiento. La relación y la<br />
integración con otros jubilados eleva la<br />
autoestima, brinda contención y estabilidad<br />
emocional además de ser un medio<br />
para el aprendizaje y el entretenimiento.<br />
Entre las distintas organizaciones de<br />
adultos mayores que existen en nuestro<br />
país, los centros de jubilados y pensionados<br />
cumplen con estas premisas y son<br />
un excelente ámbito para compartir intereses,<br />
actividades e inquietudes, un espacio<br />
para la inclusión y la participación.<br />
Un gran desafío<br />
“Claridad” es el nombre de un Centro de<br />
Jubilados y pensionados ciegos y disminuidos<br />
visuales, que funciona en el barrio<br />
porteño de Floresta: con una labor y empuje<br />
destacable, Sonia Díaz está al frente<br />
de este Centro, que surgió en 1989 con<br />
la intención de integrar socialmente a las<br />
personas no videntes o con disminución<br />
visual. Sonia recibió un reconocimiento<br />
por parte del Senado de la Nación en el<br />
Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo<br />
de 2014, por su trabajo en favor de las<br />
personas no videntes y disminuidos visuales.<br />
Nacida y criada en Chilecito (La Rioja), hija<br />
y hermana de médicos, Sonia eligió en<br />
cambio y para sorpresa de ellos, la profesión<br />
de enfermera. Estudió en la Universidad<br />
Católica Argentina (UCA) en la capital<br />
cordobesa y se especializó en Neonatología.<br />
Luego se radicó en la Ciudad de<br />
Buenos Aires donde prosiguió con sus<br />
planes, trabajar en la Terapia Intensiva del<br />
Hospital Italiano, casarse y tener un hijo.<br />
Pero a los 27 años la vida le dio un vuelco<br />
inesperado, contrajo meningitis y debió<br />
enfrentar “un desafío muy grande”: la ceguera.<br />
A partir de ahí prosiguió sola con<br />
su hijo, por lo que la jubilación significó<br />
un gran alivio. “Me jubilé por Invalidez<br />
y cobré una indemnización que me<br />
permitió comprar una casa y seguir<br />
adelante”.<br />
En ASAC (entidad de rehabilitación en Discapacidad<br />
Visual) Sonia aprendió cómo orientarse<br />
en la calle, cómo moverse en su casa.<br />
“Al comienzo me costó encender la<br />
hornalla de la cocina, quemé varios<br />
repasadores e incluso una vez provoqué<br />
un pequeño incendio”. Pero<br />
una vez que asumió confianza en sí misma<br />
se puso a trabajar por su cuenta, vendiendo<br />
artículos para el hogar como sábanas<br />
y toallas.<br />
Sonia se animó no solo a trabajar y continuar<br />
ejerciendo su rol de madre, sino que<br />
rehízo su vida junto con Marcelo, no vidente,<br />
compañero de viaje, de baile y gran<br />
colaborador en el Centro Claridad. “Marcelo<br />
coordina el taller donde armamos las<br />
agendas y las bolsas de regalo hechas<br />
con papel”. Un pedido de fin de año implicó<br />
el trabajo de elaborar mil agendas para<br />
los empleados del Banco Provincia.<br />
Además del taller, el Centro cuenta con<br />
computadoras adaptadas que funcionan<br />
con tecnología Jaws. “Leen en voz alta<br />
la letra, palabra, línea u oración que<br />
escribe la persona no vidente o con<br />
disminución visual”. Las funciones de<br />
lectura les permiten además elegir la forma<br />
de leer, sea toda la pantalla, párrafos,<br />
oraciones, palabras y letras, con la velocidad,<br />
volumen, entonación y detalles deseados<br />
en idiomas distintos.<br />
12 | <strong>REVISTA</strong>