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EL BAÚL DE LOS RECUERDOS
EL CIRCO
Si bien Roma no inventó el pan, todo hace suponer que
inventó el circo. Desde el siglo I hasta hoy, donde parece
haber llegado a su final, el circo –además del teatro- fue uno
de los espacios donde la sociedad decidió instalar la diversión
y el entretenimiento de casi todas las épocas. Ambos
fuertemente populares, para todas las clases y para todas
las edades.
Desde las violentas carreras de cuadrigas y las crueles y
desgarradoras lucha de gladiadores del Circo Romano, pasando
por el teatralizado Circo Criollo vernáculo, hasta llegar
a este exitoso híbrido contemporáneo conocido como
Cirque du Soleil, mucho es lo que ha ocurrido en su historia
y esta historia y sus consabidas transformaciones ha dado
forma hoy a otra expresión artística que quizás tenga poco
que ver con sus orígenes.
Acróbatas, contorsionistas, domadores, ecuyeres, equilibristas,
forzudos, magos, malabaristas, payasos, trapecistas;
un mundo variopinto propio y también el mundo animal
decía presente y simpáticos monos, feroces tigres o leones,
descomunales elefantes y obedientes caballos se sumaban
de manera protagónica al espectáculo. Una policromía de
enriquecidas mezclas y habilidades bajo una misma carpa,
ambulante por oficio, necesidad y aventura. Ese fue
el circo que algunos conocimos y que ocupó
con ortodoxia estética casi desde finales del
siglo XIX hasta no hace demasiado tiempo.
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Sus momentos cumbres estuvieron al amparo de empresas
comerciales faraónicas y sueños posibles. Alcanza para la
leyenda recordar dos nombres solamente: Sarrasani y Ringling
Brothers; ellos marcaron caminos y difundieron el circo
a nivel internacional.
En nuestro país el circo también tuvo su momento de gloria
y hasta mediados de los 50´ más de un barrio suburbano
solía recibir la precaria pero siempre exótica, misteriosa y
deslumbrante Carpa y su mundo de fantásticos peligros.
En la Capital Federal era otro el despliegue y el Tattersal de
Palermo como el Luna Park fueron más de una vez base
transitoria de este milagro artístico y popular.
Sin duda el tiempo deja sus marcas y hoy el circo, tal como
floreció en el mundo, va entrando con toda su gloria y resplandor
al Baúl de los Recuerdos.
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