You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
Re<strong>la</strong>tos Increíbles<br />
a colonia <strong>de</strong> Nimrod III fue c<strong>la</strong>ramente una colonia fallida, como en su día lo fue Nimbus<br />
III; no sé si es que el tres es un mal número para <strong>la</strong>s colonias; está c<strong>la</strong>ro que el 13<br />
L sí. Roanoke también es mal nombre para una colonia, por cierto.<br />
Es evi<strong>de</strong>nte que no todas <strong>la</strong>s colonias se <strong>de</strong>sarrol<strong>la</strong>ban con éxito, pero el caso <strong>de</strong><br />
nuestra colonia fue bastante penoso.<br />
Existían también empresas que se <strong>de</strong>dicaban a ven<strong>de</strong>r p<strong>la</strong>netas para que fueran colonizados.<br />
Y algunas <strong>de</strong> estas empresas no eran muy <strong>de</strong> fiar, ya que te vendían un p<strong>la</strong>neta a priori<br />
atractivo, que luego no resultaba serlo. Para ello pintaban <strong>la</strong>s p<strong>la</strong>ntas <strong>de</strong> ver<strong>de</strong>, construían ríos artificiales,<br />
soltaban unos cuantos conejos y cosas por el estilo; no era exactamente eso lo que hacían,<br />
pero es para que se hagan una i<strong>de</strong>a.<br />
El caso <strong>de</strong> Nimrod III no fue ese; no se trató <strong>de</strong> ninguna venta fraudulenta, así que no podíamos<br />
rec<strong>la</strong>mar a nadie. Quizás solo fue ma<strong>la</strong> suerte.<br />
<strong>La</strong> colonia tenía lo básico para ser habitable: atmósfera respirable, p<strong>la</strong>ntas, agua... Lo que<br />
ocurre es que, por ejemplo, el agua potable se agotó a los pocos meses <strong>de</strong> estar allá... Por supuesto<br />
construimos alguna que otra p<strong>la</strong>nta <strong>de</strong>salinizadora, pues agua sa<strong>la</strong>da había a raudales.<br />
<strong>La</strong> vegetación era escasa y pobre, ya que los terrenos eran extremadamente áridos. <strong>La</strong> fauna<br />
principalmente eran molestos mosquitos... El calor abrasador, ya ven, un <strong>de</strong>sastre...<br />
Algún burócrata <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra no <strong>de</strong>bió hacer bien su trabajo y se falló en <strong>la</strong>s previsiones.<br />
Lo cierto es que el inicio <strong>de</strong> <strong>la</strong> colonia ya aventuraba su <strong>triste</strong> <strong>de</strong>stino, pues <strong>la</strong> nave que nos<br />
trajo se dañó gravemente durante el aterrizaje, lo que impedía nuestro regreso a <strong>la</strong> Tierra.<br />
Para colmo <strong>la</strong>s comunicaciones con <strong>la</strong> Tierra resultaron imposibles y nos quedamos ais<strong>la</strong>dos,<br />
años y años, sin posibilidad <strong>de</strong> escape ni <strong>de</strong> pedir un rescate <strong>de</strong> ese infierno... Nos<strong>otros</strong> que<br />
esperábamos escapar <strong>de</strong> una Tierra aso<strong>la</strong>da por <strong>la</strong> guerra para encontrarnos con un paraíso, nos encontramos,<br />
en cambio, con un infierno... Fue aquello <strong>de</strong> escapar <strong>de</strong>l fuego para caer en <strong>la</strong>s brasas...<br />
Pero todo cambió, por suerte, a los pocos años <strong>de</strong> estar allá... Habían pasado tan solo 40<br />
años, cuando recibimos comunicación <strong>de</strong> una nave terrestre que pasaba por <strong>la</strong> zona... ¿Qué? ¿Que<br />
40 años les parece mucho tiempo? No sé, en aquellos tiempos <strong>la</strong>s cosas se hacían con calma y <strong>la</strong>s<br />
naves no eran tan rápidas como ahora. El caso es que conseguimos sobrevivir esos 40 años y entonces<br />
contactamos con una nave... Todo fue alegría <strong>de</strong>s<strong>de</strong> aquel contacto, pues vimos una manera<br />
<strong>de</strong> escapar <strong>de</strong>l infierno.<br />
No pudimos esc<strong>la</strong>recer exactamente que hacía aquel<strong>la</strong> nave por <strong>la</strong> zona, por aquello que<br />
les comenté antes <strong>de</strong> <strong>la</strong>s interferencias en nuestras comunicaciones. Pero, bueno, no era una cosa<br />
importante el motivo; lo importante es que venían a rescatarnos...<br />
Por aquello <strong>de</strong> mantener un or<strong>de</strong>n y unas costumbres, seguíamos rigiéndonos por <strong>la</strong> medida<br />
<strong>de</strong>l tiempo <strong>de</strong> <strong>la</strong> Tierra, así que calculábamos que el martes por <strong>la</strong> mañana ya tendríamos a nuestros<br />
rescatadores allí.<br />
Faltaban unos días para el martes, así que tuvimos tiempo <strong>de</strong> hacer <strong>la</strong>s maletas y prepararnos<br />
para <strong>la</strong> partida... Y al fin llegó el día, el martes... Fuimos todos, los ciento seis colonos, a recibir<br />
a nuestros salvadores... <strong>La</strong> nave aterrizó y salió el capitán <strong>de</strong> el<strong>la</strong>...<br />
—¡Que alegría que vengan a rescatarnos y a llevarnos <strong>de</strong> vuelta a <strong>la</strong> Tierra!<br />
—¿<strong>La</strong> Tierra? Me temo que no será posible, fue <strong>de</strong>struida por <strong>la</strong> guerra... Nos<strong>otros</strong> somos<br />
<strong>de</strong> los pocos supervivientes <strong>de</strong> <strong>la</strong> hecatombe y tratamos <strong>de</strong> buscar un p<strong>la</strong>neta dón<strong>de</strong> refugiarnos...<br />
∞ 36 ∞