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NO. 1325 / SÁBADO 7 / noviembre / <strong>2015</strong> FUNDADO EL 24 DE MARZO DE 1990<br />
fotografía<br />
>Elvis Aviv Guzmán,<br />
risitas <strong>de</strong> panteón<br />
(El Salvador)
“Cada uno <strong>de</strong> los movimientos <strong>de</strong> todos los individuos se realizan por tres únicas razones: por honor, por dinero o por amor” (Napoleón Bonaparte)<br />
No <strong>de</strong>jaré<br />
el papel<br />
Escribo a mano. Siempre llevo conmigo una<br />
libreta. Mis amista<strong>de</strong>s saben que quedan bien<br />
conmigo al regalarme una, porque las uso y<br />
mucho.<br />
Toda i<strong>de</strong>a se esboza en sus páginas, mis<br />
sueños, mis comentarios <strong>de</strong> lo que leo, incluso apunto mis<br />
gastos para llevar un control <strong>de</strong> mi presupuesto que luego<br />
paso a libros contables: herencia <strong>de</strong> mi abuela Josefina.<br />
Hubo un tiempo en que <strong>de</strong>cidí <strong>de</strong>jar atrás el papel y<br />
escribir directamente en la computadora. Así veía que<br />
escribían varios escritores conocidos, por lo que consi<strong>de</strong>ré<br />
apropiado seguir el ejemplo. Sin embargo, un día que<br />
estaba incapacitado (allá por el 2003) por un salvaje error<br />
perdí el poemario que trabajaba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> 1999. Procuré<br />
hacer <strong>de</strong> todo para recuperarlo, me asesoré y hasta oré.<br />
Pero nada, el poemario perdido. Des<strong>de</strong> ese día hasta el<br />
2008 no volví a escribir un solo poema. me afectó tanto<br />
y comprendí la tristeza que tuvo don Luis <strong>de</strong> la Gasca<br />
cuando le rompieron frente a él toda su obra. No recuerdo<br />
mucho <strong>de</strong> ese poemario, sólo el último que trabajaba, el<br />
tema era <strong>de</strong>mandante: mi papá. Hice otra versión que por<br />
ahí anda publicado.<br />
En 2008 volví a escribir poesía <strong>de</strong> forma directa en la<br />
computadora, pero hacía carpetas <strong>de</strong> respaldo y era muy<br />
Bitácora<br />
Mauricio Vallejo Márquez<br />
coordinador<br />
<strong>Suplemento</strong> <strong>Tres</strong> mil<br />
cuidadoso para no per<strong>de</strong>r el material. Porque cuando me<br />
fui a vivir a México <strong>de</strong>jé mi computadora en otras manos y<br />
le dijeron adiós al sistema operativo y a todos mis archivos,<br />
entre ellos mis versos.<br />
Bueno, como lo mío es escribir. Me divierto en ello. La<br />
mayoría <strong>de</strong> mis cuentos y poemas los escribo en papel. Eso<br />
me permite corregir y quedar más satisfecho al trascribirlos<br />
en la computadora, don<strong>de</strong> vuelvo a corregir. Mi buen<br />
amigo don Gabriel Pons (quien fue un estupendo abuelo<br />
para mí) me hablaba <strong>de</strong> que al menos ocho correcciones<br />
son necesarias, a veces me toman mucho más.<br />
Ahora procuro siempre llevar una Moleskine, me gusta<br />
que la hoja sea lisa, sin rayas, ni cuadriculadas. Porque<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> escribir me da por dibujar y hacer diagramas u<br />
otras ocurrencias. Total para eso es el papel.<br />
El proceso <strong>de</strong> selección y or<strong>de</strong>namiento es lo que más<br />
me <strong>de</strong>manda tiempo. En una libreta que me regalaron los<br />
buenos amigos <strong>de</strong>l MUPI escribí varios poemas que aún<br />
estoy pendiente <strong>de</strong> terminar <strong>de</strong> clasificar, pero ahí vamos.<br />
Escribiendo, leyendo y viviendo.<br />
Debemos aceptar que en estos tiempos la tecnología y el<br />
papel van <strong>de</strong> la mano, aunque el papel es más presente y<br />
físico.<br />
A veces apunto i<strong>de</strong>as para mis columnas en los cua<strong>de</strong>rnos<br />
o en hojas sueltas, para luego elaborarla <strong>de</strong>finitivamente<br />
frente al monitor. Es así como escribo ahora este artículo<br />
en el que hablo <strong>de</strong>l inmenso amor que tengo por escribir<br />
en la hoja <strong>de</strong> papel.<br />
vallejomarquez.blogspot.com<br />
@vallejomarquez<br />
Mauricio Vallejo Márquez<br />
Arte-realidad en el Siglo XXI<br />
A<br />
lo largo <strong>de</strong> los siglos el arte ha<br />
expresado conceptos <strong>de</strong> la clase<br />
dominante, los artistas reflejan<br />
los signos históricos en las diversas etapas<br />
<strong>de</strong> la humanidad; las expresiones son cuidadosamente<br />
seleccionadas acor<strong>de</strong> a los<br />
intereses temporales, así la censura como<br />
la divulgación se alternan en el tiempo,<br />
cuando un gobernante o una nación cae<br />
en <strong>de</strong>sgracia todas las referencias artísticas<br />
<strong>de</strong> aquél momento son <strong>de</strong>struidas,<br />
aún ahora en Medio Oriente las obras<br />
<strong>de</strong> arte son dinamitadas por consi<strong>de</strong>rarse<br />
“satánicas”, al igual que las estatuas <strong>de</strong><br />
Buda en Afganistán o en nuestra ciudad<br />
el mural <strong>de</strong> catedral dilapidado <strong>de</strong> la noche<br />
a la mañana por reproducir signos:<br />
“masónicos”… las consecuencias son<br />
las mismas, la humanidad se empobrece<br />
cuando las expresiones <strong>de</strong> los creadores<br />
pasan al polvo <strong>de</strong> la historia. La cuestión<br />
<strong>de</strong> fondo es la interpretación clasista <strong>de</strong><br />
una obra, el arte es crítico a la sociedad,<br />
el creador expresa su liberación personal<br />
o colectiva, se opone al po<strong>de</strong>r establecido,<br />
su obra es ofensiva o inofensiva al mo<strong>de</strong>lo<br />
imperante; el arte se opone a la opresión<br />
legal <strong>de</strong>l capitalismo, socialismo, fundamentalismo<br />
o fanatismos raciales, se<br />
transforma en un artefacto subversivo. En<br />
el siglo pasado muchos escritores opositores<br />
a Hitler fueron asesinados, <strong>de</strong> igual<br />
El eterno presente<br />
Digo el eterno presente, y sólo puedo<br />
evocar, lanzando al viento <strong>de</strong> la<br />
tar<strong>de</strong>, estas tres palabras, al gran<br />
amigo y artista <strong>de</strong> los colores y <strong>de</strong> la vida,<br />
Toño Lara (1952-2008), ya ausente <strong>de</strong> entre<br />
nosotros.<br />
Nuestro querido pintor nicaragüense, que<br />
convirtió a El Salvador, en su también primera<br />
patria. Toño, el viejo Toño, orondo, en sus<br />
mejores momentos <strong>de</strong> fabuloso arlequín.<br />
Danzando en las noches <strong>de</strong> exposición y <strong>de</strong><br />
fiesta, allá en su “Galería <strong>de</strong> Arte 91”, en la<br />
colonia Flor Blanca <strong>de</strong> San Salvador.<br />
“El eterno presente”, <strong>de</strong>cía Toño, mientras<br />
bebíamos café. El Toño que suspiraba,<br />
animándome a no reparar en las tristezas<br />
<strong>de</strong>l ayer o en el misterio <strong>de</strong>l mañana, sino<br />
en vivir intensamente la magia <strong>de</strong>l hoy. Toda<br />
pasa, sentenciaba Toño, todo pasa.<br />
Hace unos días, volví -como suelo volver una<br />
y otra vez- a Borges. Ahora, al prodigioso<br />
libro: “Diálogo con Borges” (Buenos Aires,<br />
Argentina, Editorial Sur, 1969), <strong>de</strong> Victoria<br />
Ocampo. Se trata, como ya he referido en<br />
alguna ocasión, <strong>de</strong>l volumen que recoge<br />
una magnífica y kilométrica entrevista, con<br />
el espléndido escritor. La última pregunta,<br />
aparece formulada <strong>de</strong> la siguiente manera: “Si<br />
pudiera usted soñar otra vez su vida – pues<br />
no sólo se vive la vida, se la sueña-, ¿en qué<br />
forma aconteció durante la era soviética,<br />
en nuestra nación los movimientos<br />
culturales no solo fueron sospechosos,<br />
sino perseguidos en todas formas posibles,<br />
<strong>de</strong> eso dan cuenta muchos libros<br />
y testimonios, no es extraño que aún en<br />
nuestra balbuceante <strong>de</strong>mocracia, existan<br />
resabios <strong>de</strong> antiguas concepciones<br />
autoritarias y excluyentes. Des<strong>de</strong> el<br />
Intimissimun<br />
Caralvá<br />
Fundador<br />
<strong>Suplemento</strong> <strong>Tres</strong> mil<br />
siglo pasado se plantea un <strong>de</strong>bate entre<br />
la estrecha relación <strong>de</strong> la concepción<br />
<strong>de</strong>l mundo político y la creación artística.<br />
En síntesis el poeta interpreta su<br />
momento histórico. Si la Historia es<br />
juez <strong>de</strong> las obras, muchos conceptos<br />
artísticos ya no tienen vigencia, no<br />
obstante la obra literaria siempre estará<br />
en movimiento, como una “revolución<br />
permanente”, don<strong>de</strong> la crítica al mo<strong>de</strong>lo<br />
tendrá por <strong>de</strong>stino la perfección <strong>de</strong> la<br />
sociedad. Un artista tiene una vida muy<br />
corta cronométricamente, no durará<br />
tanto tiempo para su reconocimiento<br />
época se <strong>de</strong>tendría con preferencia: en<br />
la niñez, en la adolescencia, en la edad<br />
madura?”. Respon<strong>de</strong> un sabio y divertido<br />
Borges: “Me gustaría <strong>de</strong>tenerme en este<br />
día <strong>de</strong> 1967”.<br />
Los seres humanos corremos – sobre<br />
todo en estos tiempos- atormentándonos<br />
por un pasado que ya no tiene arreglo;<br />
y por un futuro –incierto-, que se nos<br />
dibuja, terriblemente angustiante. Y en esa<br />
dramática tensión, entre pasado y futuro,<br />
nos per<strong>de</strong>mos, lastimosamente, el dorado<br />
presente. El presente <strong>de</strong>l espectacular<br />
amanecer, que<br />
Claraboya<br />
Álvaro Darío Lara<br />
Escritor y poeta<br />
reactualiza, todos los<br />
días, una oportunidad más, para ser felices<br />
y libres, <strong>de</strong> todas las bestiales ca<strong>de</strong>nas<br />
que nos impone, inmisericor<strong>de</strong>, nuestra<br />
perturbada mente.<br />
Uno <strong>de</strong> los espíritus más altos <strong>de</strong>l<br />
Renacimiento, Leonardo Da Vinci, nos<br />
sentencia: “El agua que tocas en la superficie<br />
<strong>de</strong> un río, es la última <strong>de</strong> la que pasó y la<br />
primera <strong>de</strong> la que viene: así el instante<br />
universal, pero sus i<strong>de</strong>as podrían ser<br />
admiradas por las futuras generaciones si<br />
su visión era correcta, <strong>de</strong> ello conocemos<br />
muchos ejemplos.<br />
Sobre el tema en conferencias Walter<br />
Benjamin sintetiza con precisión los<br />
criterios <strong>de</strong>l arte brechtiano: “La refuncionalización<br />
(aspecto <strong>de</strong> la producción)”<br />
está representada por sus teorícos Brecht<br />
y Tretiakov, Bejamin enumera sus elementos:<br />
“disolución <strong>de</strong>l carácter <strong>de</strong> obra<br />
por /el trabajo colectivo/ la transparencia<br />
didáctica/la inclusión <strong>de</strong> la crítica/las<br />
variantes”. En el aspecto “refundacionalización<br />
(aspecto consumo)” Benjamin<br />
<strong>de</strong>fine: “Al lector no se le convence/si<br />
no que se lo instruye/no se lo concibe<br />
como público sino como clase/no se lo<br />
excita tanto como se lo divierte/ no se<br />
modifica tanto su conciencia como su<br />
comportamiento”… Benjamin y Brecht<br />
/Erdmut Wizisla 1ª. ed. – Buenos Aires:<br />
Paidos, 20<strong>07</strong> pág 186.<br />
Me parece que estas palabras muy atinadas<br />
no se refieren a la consumación<br />
<strong>de</strong>l comunismo, acaso a la crítica <strong>de</strong>l<br />
capitalismo, imaginamos un artista fuera<br />
<strong>de</strong>l consumo masivo, en las terribles<br />
<strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales, infiel a los dioses<br />
capitalistas y escribiendo sus pensamientos<br />
en este momento…<br />
presente”. Si esto es verda<strong>de</strong>ro, ¿por<br />
qué insistir, en el estéril sufrimiento,<br />
que nos <strong>de</strong>svía, <strong>de</strong> algún venturoso<br />
puerto?<br />
Este es el justo momento para amar<br />
y sembrar. Para expresar nuestra<br />
bondad, nuestro perdón, nuestra<br />
gratitud. Para renunciar al odio y a<br />
la venganza. No hay, ni habrá, otro<br />
momento. Por esta razón, cada minuto<br />
que corre es vital, para realizar el<br />
mayor altruismo posible.<br />
Cuánto juicio anima las palabras<br />
<strong>de</strong>l meditativo, Marco Aurelio,<br />
tan pretérito, como infinitamente<br />
contemporáneo, cuando formula<br />
este pensamiento: “La vida más<br />
larga y la más corta tienen la misma<br />
equivalencia, pues el presente es <strong>de</strong><br />
igual duración para todos”.<br />
Ni el pasado asfixiante, ni el<br />
<strong>de</strong>sconocido futuro, <strong>de</strong>berán<br />
inquietarnos. Un presente bien<br />
construido, firme y coherente, es<br />
el único y auténtico paraíso. Ya<br />
lo sugiere la milenaria filosofía<br />
china, en este popular proverbio:<br />
“Disfruta hoy. Es más tar<strong>de</strong> <strong>de</strong> lo que<br />
crees”. Ahí está, entonces, siempre<br />
vivo, siempre intenso: “el eterno<br />
presente”, aguardándonos, en su<br />
tránsito incesante.<br />
El único suplemento cultural<br />
<strong>de</strong> El Salvador<br />
2 TRESMIL Sábado 7 / noviembre / <strong>2015</strong><br />
Director Diario Co Latino: Francisco Valencia.<br />
Coordinador: Mauricio Vallejo Márquez.<br />
Colaboradores: Caralvá, José Roberto Cea, Augusto Crespín, Julio Iraheta<br />
Santos, Álvaro Darío Lara, Tirso Canales, Jenifer Valiente, Luis Antonio Chávez,<br />
Rob Escobar, Elvis Aviv Guzmán, Wilfredo Arriola y Bilal Arif Portillo. Armando<br />
Molina (San Francisco), Dora Olivia Magaña (Los Ángeles), Rafael Lara-Martínez<br />
(Nuevo México), Alfonso Velis-Tobar (Canadá), Perla Rivera Núñez (Honduras) y<br />
Edgar Quisquinay (Guatemala).<br />
<strong>Suplemento</strong> <strong>Cultural</strong> 3000 fue fundado el 24 <strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1990 por Gabriel<br />
Otero y Caralvá. Durante 25 años lo han coordinado en diferentes periodos<br />
Gabriel Otero, Caralvá, Walter Raudales, Otoniel Guevara (2) , Luis Alvarenga,<br />
Álvaro Darío Lara, José Roberto Cea y Mauricio Vallejo Márquez.<br />
Toda colaboración <strong>de</strong> artículos, cuentos, ensayos, poesía, ilustración, pintura y fotografía<br />
pue<strong>de</strong> enviarse al correo electrónico: suplemento3000@gmail.com
| Artículo |<br />
“La poesía es más filosófica que<br />
la historia”, Aristóteles<br />
Más allá <strong>de</strong><br />
la memoria<br />
se halla el<br />
archivo,<br />
a menudo<br />
oculto a la mirada actual. De<br />
su búsqueda nace la ficción. Se<br />
le llama literatura, porque su<br />
nombre evoca la letra. Transcribe<br />
signos en vez <strong>de</strong> calcar los<br />
hechos antecesores <strong>de</strong>l habla.<br />
En su afición funeraria excava<br />
un mundo <strong>de</strong>slucido, sin más<br />
esmalte que lo negro y lo blanco.<br />
En su arcaísmo, ignora la técnica<br />
<strong>de</strong>l color. Por hábito milenario,<br />
la tinta oscura se imprime en la<br />
página lechosa <strong>de</strong>l fondo. Su<br />
labor la realiza el encierro en<br />
una celda bibliotecaria. En<br />
el claustro, el registro <strong>de</strong> lo<br />
antiguo <strong>de</strong>spierta los espectros<br />
y los difuntos. Pervive en un<br />
2 <strong>de</strong> noviembre intacto, cual<br />
fósil recluso <strong>de</strong>l tiempo. A<br />
contracorriente, retroce<strong>de</strong> hacia<br />
un origen —furtivo quizás—<br />
sitio <strong>de</strong> la palabra. De ahí<br />
escarba un logos escrito en el<br />
silencio retraído <strong>de</strong> los comienzos<br />
(arkhe). Su arqueología no surge<br />
<strong>de</strong>l sentimiento íntimo ni <strong>de</strong>l<br />
recuerdo. La ficción germina <strong>de</strong><br />
la huella recóndita que estampa<br />
el luto perenne <strong>de</strong> lo escrito. Lo<br />
dibuja, para que el presente no<br />
olvi<strong>de</strong> oficiar el réquiem <strong>de</strong> un<br />
pasado que siempre resulta peor.<br />
Sin ilusión <strong>de</strong> semejanza con lo<br />
actual, salvo la añoranza <strong>de</strong> lo<br />
perdido, que jamás fue.<br />
I.<br />
La ficción literaria consiste<br />
en documentar la presencia<br />
<strong>de</strong> tres gran<strong>de</strong>s intelectuales<br />
latinoamericanos antes <strong>de</strong> la<br />
revuelta <strong>de</strong> 1932 en El Salvador:<br />
el peruano Víctor Haya <strong>de</strong> la Torre<br />
(23 <strong>de</strong> agosto-14 <strong>de</strong> septiembre<br />
<strong>de</strong> 1928), el mexicano José<br />
Vasconcelos (18 <strong>de</strong> noviembre<br />
<strong>de</strong> 1930) y la chilena Gabriela<br />
Mistral (19 <strong>de</strong> septiembre-9 <strong>de</strong><br />
octubre <strong>de</strong> 1931). A nivel político,<br />
el trío difun<strong>de</strong> una conciencia<br />
bolivariana continental, a<br />
la vez que inculcan i<strong>de</strong>as<br />
antiimperialistas, indigenistas<br />
y, hacia la época, <strong>de</strong> apoyo a la<br />
lucha <strong>de</strong> César Augusto Sandino.<br />
Asimismo, en lo cultural,<br />
promueven la educación popular<br />
y la producción poética propia.<br />
La ficción indaga los vínculos<br />
<strong>de</strong> estos escritores con los<br />
intelectuales nacionales. A.<br />
Masferrer recibe a Haya <strong>de</strong> la<br />
Torre en su periódico Patria;<br />
Julio Enrique Ávila, entre otros,<br />
a Vasconcelos y Mistral en la<br />
Universidad Nacional, quien<br />
por paradoja luego apoya a<br />
Salarrué en un sillón. Fotografía extraída <strong>de</strong> AHumanos.<br />
Ficciones<br />
el intelectual y el po<strong>de</strong>r en<br />
El Salvador (1928-1932)<br />
Maximiliano Hernán<strong>de</strong>z Martínez<br />
al forjar el nombre literario <strong>de</strong>l país:<br />
“el Pulgarcito <strong>de</strong> América” (http://<br />
www.redicces.org.sv/jspui/<br />
bitstream/10972/2190/1/3.%20<br />
Cronica%20<strong>de</strong>%20<br />
encuentro%20con%20el%20<br />
Pulgarcito%20<strong>de</strong>%20America.<br />
pdf).<br />
Tradicionalmente <strong>de</strong> izquierda<br />
—calco pasado <strong>de</strong>l presente—<br />
esas tres posiciones revierten sus<br />
valores en suelo salvadoreño.<br />
No incitan ni expresan<br />
necesariamente su <strong>de</strong>fensa<br />
<strong>de</strong> la revuelta <strong>de</strong> 1932, como<br />
tampoco con<strong>de</strong>nan el quehacer<br />
represivo posterior (véase,<br />
G. Mistral, “El Salvador”,<br />
Repertorio Americano, 2 <strong>de</strong><br />
Rafael Lara-Martínez<br />
New Mexico Tech,<br />
soter@nmt.edu<br />
Des<strong>de</strong> Comala siempre…<br />
septiembre <strong>de</strong> 1933). Existe<br />
evi<strong>de</strong>ncia documental —ficticia<br />
por supuesto— que apunta lo<br />
contrario. Hacia diciembre<br />
<strong>de</strong> 1931, ante muchos<br />
intelectuales nacionales y <strong>de</strong>l<br />
istmo, el general Maximiliano<br />
Hernán<strong>de</strong>z Martínez figura como<br />
presi<strong>de</strong>nte antiimperialista sin<br />
reconocimiento <strong>de</strong> Washington<br />
y en oposición a empréstitos<br />
extranjeros (véase: Octavio<br />
Jiménez Alpízar, “Estampas. Si<br />
El Salvador capitula… Urge ya<br />
el ejemplo viril. Ya no queremos<br />
más el tutelaje <strong>de</strong>l amo yanqui”,<br />
Repertorio Americano, Tomo<br />
XXIII, No. 22, 12 <strong>de</strong> diciembre<br />
<strong>de</strong> 1931 y placa <strong>de</strong> Asamblea<br />
Legislativa (1937) y A. Masferrer,<br />
“Contra el presi<strong>de</strong>nte Araujo”,<br />
Diario Latino, diciembre <strong>de</strong> 1931<br />
(cortesía <strong>de</strong> Caralvá), al igual que<br />
V. Sáenz, Rompiendo ca<strong>de</strong>nas,<br />
las <strong>de</strong>l imperialismo yanqui en<br />
Centroamérica. México, D. F.:<br />
Editorial Cia<strong>de</strong>, 1933).<br />
Años <strong>de</strong>spués, Martínez<br />
se configura en mecenas<br />
<strong>de</strong>l arte indigenista por su<br />
aporte financiero a la Primera<br />
Exposición Centroamericana <strong>de</strong><br />
Arte en Costa Rica (“Salarrué<br />
en Costa Rica (1935)”, http://<br />
afehc-historia-centroamericana.<br />
org/in<strong>de</strong>x.php?action=fi_<br />
aff&id=2257). También se<br />
consolida por sus gestiones<br />
<strong>de</strong> atraer a Vasconcelos a su<br />
gobierno y por el reconocimiento<br />
<strong>de</strong>l Instituto Indigenista<br />
Interamericano (1941). Según<br />
la ficción documental, <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n<br />
su presi<strong>de</strong>ncia quienes celebran<br />
la gesta <strong>de</strong> Sandino en pleno<br />
1932 y durante su largo mandato<br />
(G. Alemán Bolaños y luego<br />
A. Guerra Trigueros, etc.). La<br />
poesía exhuma documentación<br />
primaria olvidada en los<br />
periódicos y las revistas<br />
nacionales y latinoamericanas,<br />
así como interpreta un<br />
capítulo inédito <strong>de</strong> la literatura<br />
salvadoreña.<br />
A la historia en boga según la<br />
cual Martínez gobierna sólo por<br />
terror y opresión, el proyecto<br />
ficticio agrega una hipótesis<br />
<strong>de</strong>scabellada y engorrosa, a<br />
saber: el apoyo i<strong>de</strong>ológico e<br />
intelectual a su presi<strong>de</strong>ncia.<br />
Martínez no sólo <strong>de</strong>riva su<br />
prestigio <strong>de</strong>l cargo <strong>de</strong> presi<strong>de</strong>nte<br />
<strong>de</strong>l Ateneo <strong>de</strong> El Salvador en<br />
1929, el cual ocupa el General<br />
Cal<strong>de</strong>rón en 1932. También,<br />
se renombre proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> las<br />
re<strong>de</strong>s teosóficas, así como <strong>de</strong>l<br />
apoyo editorial al regionalismo<br />
<strong>de</strong> Salarrué, L. Mejía Vi<strong>de</strong>s, A.<br />
Guerra Trigueros, C. Lars, M<br />
<strong>de</strong> Baratta, S. Flores, etc., en<br />
revistas oficiales como la <strong>de</strong> la<br />
Biblioteca Nacional o la <strong>de</strong> la<br />
Logia Teotl (nótese el término<br />
náhuatl-mexicano).<br />
Si la gesta antiimperialista <strong>de</strong><br />
Haya <strong>de</strong> la Torre la diluye el<br />
golpe <strong>de</strong> estado <strong>de</strong> diciembre<br />
<strong>de</strong> 1931, el indigenismo <strong>de</strong><br />
Vasconcelos y Mistral lo<br />
disuelve una política cultural<br />
<strong>de</strong> la misma índole. Su tesón<br />
disemina la obra <strong>de</strong> sus mayores<br />
exponentes nacionales por un<br />
“leer y escribir” masferreriano.<br />
Mientras los hechos<br />
comprobados auguran que a los<br />
campesinos analfabetas —a los<br />
indígenas náhuat-pipiles— los<br />
incitan las tertulias poéticas<br />
y las lecturas <strong>de</strong> los autores<br />
latinoamericanos clásicos<br />
—Haya <strong>de</strong> la Torre, Mistral,<br />
etc.— la ficción documenta<br />
la distancia entre la élite<br />
intelectual y los insurrectos.<br />
Los letrados recriminan que se<br />
“habla <strong>de</strong> <strong>de</strong>gollar” –al reclamar<br />
la “justicia”— y organizar “su<br />
levantamiento <strong>de</strong> venganza”.<br />
La enemistad entre los hechos en<br />
bruto, la historia, y la palabra, la<br />
poesía, es milenaria. La historia<br />
fotografía hechos sin palabras,<br />
mientras la ficción restituye<br />
un mundo don<strong>de</strong> las palabras<br />
crean las cosas. En su ficción<br />
ancestral, en su uso performativo<br />
(hágase la luz; Ud. es culpable;<br />
lo nombro ministro…), las<br />
palabras <strong>de</strong>claran el contenido<br />
subjetivo <strong>de</strong> los objetos que<br />
nombran.<br />
Sábado 7 / noviembre / <strong>2015</strong> TRESMIL 3
(35). Los que se fueron…<br />
| Artículo |<br />
Francisco<br />
Gavidia:<br />
poesía,<br />
ciencia y<br />
humanismo<br />
RENÁN ALCIDES<br />
ORELLANA<br />
Escritor y Poeta<br />
Francisco Gavidia,<br />
humanista, filósofo,<br />
dramaturgo, escritor,<br />
poeta y periodista<br />
salvadoreño, nació en San<br />
Miguel, el 29 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 1863<br />
(o 1864 o 1865, no está <strong>de</strong>finido); y<br />
murió en San Salvador, en 1955.<br />
Como les ocurrió a todos los<br />
alumnos <strong>de</strong> educación primaria<br />
<strong>de</strong> entonces, yo también supe por<br />
primea vez <strong>de</strong>l poeta Francisco<br />
Gavidia, a mediados <strong>de</strong> la década<br />
1940, al estudiar la asignatura<br />
Lenguaje, en la escuela urbana<br />
mixta <strong>de</strong> mi natal Villa El Rosario,<br />
al norte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>partamento <strong>de</strong><br />
Morazán. Después, durante la<br />
secundaria en San Miguel, me<br />
interesé en ahondar en la vida y<br />
obra <strong>de</strong>l poeta. Cuando en 1959,<br />
ya en San Salvador, ingresé a la<br />
Facultad <strong>de</strong> Humanida<strong>de</strong>s, <strong>de</strong><br />
la Universidad <strong>de</strong> El Salvador<br />
(UES), el maestro Gavidia ya<br />
había fallecido…<br />
Con el tiempo, durante mi<br />
ejercicio periodístico, tuve la<br />
oportunidad <strong>de</strong> leerlo, más<br />
<strong>de</strong>tenidamente. En 1966, yo era<br />
parte <strong>de</strong> <strong>de</strong>l grupo <strong>de</strong> periodistas<br />
<strong>de</strong> Diario Latino. Guillermo<br />
Machón <strong>de</strong> Paz era el Jefe <strong>de</strong><br />
Redacción. Guillermo, hombre<br />
acucioso y observador, siempre<br />
estuvo pendiente <strong>de</strong> mi trabajo.<br />
Mi doble condición <strong>de</strong> estudiante<br />
universitario y <strong>de</strong> reportero -muy<br />
escasa entonces- le hacía estimular<br />
más mis activida<strong>de</strong>s; sobre<br />
todo, vistos los bajos salarios <strong>de</strong><br />
entonces, que apenas alcanzaban<br />
para sobrevivir y casi nada quedaba<br />
para costear los estudios. Paralelo a<br />
su cargo en Diario Latino, Machón<br />
<strong>de</strong> Paz también era el director<br />
<strong>de</strong> la Biblioteca Nacional, hoy<br />
“Biblioteca Francisco Gavidia”.<br />
Pendiente <strong>de</strong> mi situación personal<br />
y <strong>de</strong> mi realidad profesional,<br />
siempre indagaba cómo andaban<br />
mis finanzas. Un día, me llamó a<br />
su <strong>de</strong>spacho.<br />
- Haga su tiempo -me dijoy<br />
visíteme en la Biblioteca<br />
Nacional... - Necesito que usted nos<br />
haga un trabajo <strong>de</strong> investigación,<br />
sobre el poeta Francisco Gavidia.<br />
Tendrá que analizar hoja por hoja<br />
“La Quincena” y “La Guirnalda<br />
Salvadoreña”, que están ahí mismo,<br />
en la Biblioteca. No le será difícil,<br />
y sus honorarios serán por obra…<br />
- concluyó.<br />
“La Quincena” y “La Guirnalda<br />
Salvadoreña” eran una serie <strong>de</strong><br />
publicaciones <strong>de</strong> principios <strong>de</strong>l<br />
siglo pasado, con extraordinarios<br />
trabajos literarios, cuya colección<br />
<strong>de</strong>be permanecer ahí, en la<br />
Biblioteca Nacional. Machón<br />
<strong>de</strong> Paz quedó satisfecho por el<br />
documento “Vida y Obra <strong>de</strong><br />
Francisco Gavidia”; y yo igual, por<br />
el trabajo realizado sobre el poeta<br />
Gavidia y por un poco <strong>de</strong> solvencia<br />
económica, para mientras. Así<br />
<strong>de</strong>scubrí que Francisco Gavidia fue<br />
-es- un intelectual fuera <strong>de</strong> serie,<br />
en el ámbito cultural salvadoreño y<br />
centroamericano.<br />
Destacado humanista y uno<br />
Yo dormía una noche a la orilla <strong>de</strong>l mar,<br />
Sopló un helado viento que me hizo <strong>de</strong>spertar.<br />
Desperté. Vi la estrella <strong>de</strong> la mañana. Ardía<br />
En el fondo <strong>de</strong>l cielo, en la honda lejanía,.<br />
En la inmensa blancura, suave y soñolienta.<br />
Huía Aquilón llevándose consigo la tormenta.<br />
Aquel astro en vellones el nublado cambiaba.<br />
Era una claridad que vivía y pensaba.<br />
Blanqueaba el escollo, que hincha la onda al romperla.<br />
<strong>de</strong> los máximos exponentes <strong>de</strong><br />
la cultura salvadoreña, abarcó<br />
todos los géneros literarios; fue<br />
conocedor y traductor <strong>de</strong> autores<br />
clásicos, filósofo apasionado y<br />
periodista muy informado sobre<br />
la realidad histórica, nacional<br />
y mundial. Por su capacidad<br />
intelectual, fue colaborador <strong>de</strong><br />
varios periódicos y revistas <strong>de</strong>l<br />
continente y fundador <strong>de</strong> varios<br />
medios <strong>de</strong> comunicación social<br />
impresos, como “El Semanario<br />
Noticioso” en 1888 y otros. Por su<br />
participación en la política, aunque<br />
sin ningún li<strong>de</strong>razgo, cuando<br />
Carlos Ezeta <strong>de</strong>rrocó al Presi<strong>de</strong>nte<br />
Francisco Menén<strong>de</strong>z, en 1890, el<br />
poeta Gavidia salió al exilio hacia<br />
Guatemala y Costa Rica, don<strong>de</strong><br />
ejerció el periodismo. En 1894<br />
regresó al país, asumiendo cargos,<br />
como: redactor <strong>de</strong>l “Diario Oficial”<br />
(1894), Director <strong>de</strong> Educación<br />
Pública (1896) y Ministro <strong>de</strong><br />
Instrucción Pública (1898), entre<br />
otros.<br />
Corto el espacio para consignar<br />
la obra literaria y humanística<br />
<strong>de</strong> Francisco Gavidia, pero<br />
hay méritos suyos que no<br />
pue<strong>de</strong>n quedar al margen. Por<br />
ejemplo, mérito especial en el<br />
campo literario, y que le valió<br />
reconocimiento continental, fue el<br />
hecho <strong>de</strong> haber sido motivador y<br />
orientador <strong>de</strong>l poeta nicaragüense<br />
Rubén Darío, mientras este residía<br />
en El Salvador, hacia una corriente<br />
<strong>de</strong> renovación mo<strong>de</strong>rnista <strong>de</strong> la<br />
poesía, impulsando e incorporando<br />
ambos al castellano, para mejor<br />
sonoridad, el verso alejandrino<br />
francés. Se dice que el gran<br />
Rubén pon<strong>de</strong>ró mucho esta sabia<br />
modalidad literaria <strong>de</strong> Gavidia,<br />
a nivel <strong>de</strong> todos los sectores <strong>de</strong><br />
habla castellana. Una muestra ya<br />
clásica <strong>de</strong>l alejandrino francés,<br />
introducido en la poesía <strong>de</strong> habla<br />
española, es la traducción, fiel y<br />
acertada, <strong>de</strong>l poema “Stella”, <strong>de</strong><br />
Víctor Hugo, cuyo comienzo dice:<br />
(ver recuadro)<br />
También, por sus méritos como<br />
catedrático e intelectual <strong>de</strong>stacado,<br />
la Universidad <strong>de</strong> El Salvador<br />
(UES) le confirió título <strong>de</strong> Doctor<br />
Honoris Causa, en 1941; y, a<strong>de</strong>más,<br />
fue fundador <strong>de</strong>l Ateneo <strong>de</strong> El<br />
Salvador, en 1912; <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia<br />
Salvadoreña <strong>de</strong> la Historia, en 1925<br />
y <strong>de</strong> la Aca<strong>de</strong>mia Salvadoreña <strong>de</strong><br />
la Lengua, en 1952. Y muchas más<br />
distinciones y reconocimientos, <strong>de</strong><br />
entida<strong>de</strong>s nacionales y extranjeras.<br />
Un resumen escueto <strong>de</strong> su vasta<br />
obra <strong>de</strong> Francisco Gavidia, pue<strong>de</strong><br />
concretarse en “Historia Mo<strong>de</strong>rna<br />
<strong>de</strong> El Salvador” (Historia, 1917);<br />
“Júpiter” (Teatro, 1895) “Ramona”<br />
(Teatro, 1930) ; “Versos” (Poesía,<br />
1878); “Los Argonautas”<br />
(Poesía, 1912); “Sóteer” (Poesía,<br />
1912); “Cuentos y Narraciones”<br />
(Narrativa, (1931); y “La Princesa<br />
Citalá” (Teatro, 1946), entre<br />
muchas otras; a<strong>de</strong>más, cuenta con<br />
publicaciones dispersas: ensayo,<br />
teatro, poesía, cuento, tradiciones<br />
y muchos trabajos <strong>de</strong>l género<br />
periodístico.<br />
Quiero cerrar este breve comentario<br />
sobre Francisco Gavidia, con una<br />
expresión <strong>de</strong> José Mata Gavidia,<br />
nieto <strong>de</strong> Francisco Gavidia, porque<br />
sintetiza, <strong>de</strong> manera integral, su<br />
regia personalidad: “(Francisco<br />
Gavidia) es el creador <strong>de</strong>l teatro,<br />
<strong>de</strong>l cuento, <strong>de</strong> la ópera nacional,<br />
lo mismo que <strong>de</strong> nuestra literatura<br />
indígena. Descubre nuevos tipos<br />
<strong>de</strong> verso en la métrica castellana,<br />
es pionero <strong>de</strong>l Mo<strong>de</strong>rnismo,<br />
inventor <strong>de</strong> un idioma universal,<br />
autor <strong>de</strong> la primera historia crítica<br />
<strong>de</strong> El Salvador, Es poeta que<br />
canta el amor, el heroísmo, las<br />
preseas salvadoreñas y los valores<br />
patrióticos <strong>de</strong>l mundo indígena”.<br />
(RAO).<br />
Francisco Gavidia<br />
(San Miguel, 1863 - San Salvador, 1955)<br />
Poeta salvadoreño que comenzó durante el<br />
romanticismo y fue luego una <strong>de</strong> las figuras clave<br />
<strong>de</strong>l mo<strong>de</strong>rnismo hispanoamericano. Su figura<br />
abrió una etapa para la literatura <strong>de</strong> El Salvador y<br />
<strong>de</strong> América Latina, pues se le consi<strong>de</strong>ra, junto al<br />
nicaragüense Rubén Darío y al cubano José Martí,<br />
<strong>de</strong> los iniciadores <strong>de</strong> la poesía mo<strong>de</strong>rnista.<br />
Los estudios clásicos, el periodismo y la política<br />
llenaron su vida. Se formó en su país, pero viajó<br />
4 TRESMIL Sábado 7 / noviembre / <strong>2015</strong><br />
por Europa y América <strong>de</strong>l Norte y <strong>de</strong>l Sur.<br />
Se enamoró <strong>de</strong> los parnasianos, tradujo a los<br />
románticos franceses (Víctor Hugo, Lamartine)<br />
y tuvo la gloria <strong>de</strong> iniciar a Rubén Darío, según<br />
confesión <strong>de</strong>l maestro <strong>de</strong> la poesía mo<strong>de</strong>rna,<br />
en el conocimiento <strong>de</strong> los parnasianos y los<br />
simbolistas franceses y en el manejo <strong>de</strong>l<br />
alejandrino con amplia libertad en los cortes<br />
y en el ritmo, lo que había <strong>de</strong> cuajar <strong>de</strong>spués<br />
en la revolución mo<strong>de</strong>rnista, con todas sus<br />
consecuencias y secuelas literarias. El punto <strong>de</strong><br />
partida <strong>de</strong> estas innovaciones fue la traducción<br />
que en 1884 hizo Gavidia <strong>de</strong> una composición<br />
<strong>de</strong> Víctor Hugo, “Stella”. También se le <strong>de</strong>ben<br />
algunos ensayos <strong>de</strong> adaptación <strong>de</strong>l hexámetro<br />
clásico a nuestro idioma. Sin embargo,<br />
Francisco Gavidia fue todavía un romántico<br />
que enseñó a Rubén Darío a manejar el<br />
hexámetro griego y el alejandrino francés en<br />
lengua castellana.<br />
En esa adaptación al castellano, Víctor Hugo<br />
lo influyó con el espesor y po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> su verso.<br />
La bella exactitud <strong>de</strong> los versos <strong>de</strong> Gavidia es<br />
un elemento constante: “La curva <strong>de</strong> su casto<br />
pecho / Que alza su seno al respirar tranquila, /<br />
Como ola mansa voluptuosa oscila / En el mar<br />
<strong>de</strong> blancura <strong>de</strong> su lecho.” Por otro lado, su poesía<br />
también <strong>de</strong>scribió o ayudó a imaginar la realidad<br />
<strong>de</strong> su país, con escenas continentales. Indagó el<br />
pasado histórico prehispánico y colonial, pues<br />
conocía la cultura tolteca, maya y nahoa, a<strong>de</strong>más<br />
<strong>de</strong>l humanismo grecolatino y europeo, factor que<br />
lo hizo practicar una poesía mesurada y poco<br />
artificiosa. Sus versos son <strong>de</strong> gran musicalidad,<br />
innovando en los ritmos y la métrica. Algunos<br />
críticos sitúan a Sóteer o La tierra <strong>de</strong> Preseas<br />
(editado completo en 1949) como su libro<br />
fundamental, pero <strong>de</strong>stacan, a<strong>de</strong>más, Versos<br />
(1884) y El libro <strong>de</strong> los azahares (1913).
Luis Antonio Chávez<br />
Escritor<br />
“Los tres me miraban con ansiedad.<br />
Me di cuenta <strong>de</strong> que<br />
contenían el aliento y sentí cierta<br />
simpatía<br />
por lo que habían tenido que<br />
soportar”…<br />
Graham Green (El agente<br />
confi<strong>de</strong>ncial)<br />
A<br />
inicios <strong>de</strong>l mes <strong>de</strong><br />
octubre <strong>de</strong> <strong>2015</strong><br />
sostuve a través <strong>de</strong>l<br />
chat una charla acerca<br />
<strong>de</strong> la literatura nacional<br />
con el músico y escritor Roberto<br />
Quezada, recibiendo <strong>de</strong> él algunos<br />
tics muy enriquecedores.<br />
Hablamos <strong>de</strong> la novela escrita por un<br />
autor nacional <strong>de</strong> extenso recorrido<br />
centroamericano, <strong>de</strong> la “fama”<br />
adquirida, pero que ha <strong>de</strong>gradado sus<br />
escritos por no revisarlos antes <strong>de</strong><br />
publicarlos.<br />
No faltó el comentario hacia su<br />
novela Leon Cabalo, leída por mí<br />
hace más <strong>de</strong> diez años y cuyas líneas<br />
aún permanecen alojadas en algún<br />
rincón <strong>de</strong> mi cerebelo.<br />
Bien por el escritor, pero mal por<br />
la Dirección <strong>de</strong> Publicaciones e<br />
Impresos, pues según tengo entendido<br />
el libro obtuvo no sé qué galardón y<br />
<strong>de</strong>bían premiarlo imprimiéndolo.<br />
Sé <strong>de</strong> algunos que han metido su<br />
texto para ser aprobado “por un<br />
consejo editor” y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> varios<br />
años aún duerme el sueño <strong>de</strong> los<br />
justos esperando se “apruebe” su<br />
publicación.<br />
A todos nos pasa, pero si viene<br />
<strong>de</strong> alguien que sabedor <strong>de</strong> que un<br />
conocido participa en el certamen se<br />
atreve a <strong>de</strong>cirle al jurado que sólo<br />
entrarán al concurso textos con menos<br />
<strong>de</strong> 100 páginas, eso sí está jodido.<br />
Y no extraña esa patraña. A mí<br />
me robaron un primer lugar en<br />
Cojutepeque. Uno <strong>de</strong> los jurados<br />
<strong>de</strong>cidió dárselo a la hija so pretexto<br />
<strong>de</strong> “dar oportunidad a las mujeres”…<br />
La interrogante es, ¿cómo sabía que<br />
el trabajo participante en el certamen<br />
era <strong>de</strong> una mujer?<br />
Otro, en Soyapango, tampoco me dio<br />
el premio por aducir que no era <strong>de</strong> ese<br />
municipio… en fin se ven cosas… por<br />
eso mi <strong>de</strong>terminación <strong>de</strong> no participar<br />
en “certámenes viciados”, pues el<br />
jurado pasa revista pero no lee.<br />
Un ejemplo anterior es lo <strong>de</strong>l chico<br />
que plagió un libro completo <strong>de</strong><br />
cuentos, y al ser <strong>de</strong>scubierto adujo<br />
que era un “performance”.<br />
El violín <strong>de</strong> Justo Armas<br />
Un sábado visité la casa <strong>de</strong>l abogado<br />
Víctor Pinaud y la escritora Juanita<br />
Minero, <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> disfrutar un<br />
suculento almuerzo, nos tomamos un<br />
humeante café con su respetivo pan<br />
dulce.<br />
Tras varias horas <strong>de</strong> exquisita<br />
conversación me invitaron a la<br />
presentación <strong>de</strong> la novela La venada<br />
escrita por Minero, evento a realizarse<br />
en la Biblioteca Nacional.<br />
Llegó el día “D” y me aboqué a la<br />
Biblioteca. Saludé a Juanita. Allí vi<br />
por segunda vez al abogado Sergio<br />
Alfredo Flores Acevedo quien<br />
presentaba su novela La Cofradía<br />
<strong>de</strong>l anillo, texto <strong>de</strong>l cual tenía<br />
conocimiento y que si bien carece <strong>de</strong><br />
edición, lo salva la trama muy bien<br />
estructurada.<br />
Con Sergio intercambiamos números<br />
telefónicos… con los días me entregó<br />
el libro antes citado y ahora tengo en<br />
mis manos El violín <strong>de</strong> Justo Armas,<br />
título atractivo para fines publicitarios<br />
y no sólo eso, también <strong>de</strong> “pegue”,<br />
por abordar el tema <strong>de</strong> las pandillas,<br />
sin olvidarse <strong>de</strong> la guerra.<br />
En la literatura hay dos temas cuyas<br />
líneas no me atrevo a abordar porque<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> <strong>de</strong>sconocer sus aristas,<br />
tienen muchos laberintos <strong>de</strong> don<strong>de</strong><br />
saldría más perdido que una cabra o<br />
quedaría “orate” para la eternidad.<br />
Dichos temas son la Teosofía o la<br />
Religión, vaya usted a saber por qué.<br />
La técnica usada por Flores Acevedo<br />
es la novela Negra o Policíaca,<br />
creada hacia el siglo XVIII por el<br />
escritor bostoniano Edgar Allan Poe<br />
(Boston, Massachusetts 19/1/1809-<br />
Baltimore, Maryland, 7/10/1849);<br />
seguida por Arthur Conan Doyle<br />
(Edimburgo, Reino Unido 22/5/1859-<br />
Crowbourough 7/7/1930); y Agatha<br />
Christy (Torquay, Reino Unido<br />
15/9/1890- Wallingford, Reino<br />
Unido 12/1/1976), como máximos<br />
exponentes, sin per<strong>de</strong>r <strong>de</strong> vista los<br />
escritos <strong>de</strong> Stephen King´s (Portland,<br />
Maine, 25/9/1947).<br />
Marco Alcántara (Ex miembro <strong>de</strong>l<br />
Batallón Atlacatl); Rubén Girón<br />
(Ex <strong>de</strong>tective <strong>de</strong> la extinta Policía<br />
Nacional); y Alirio Bracamonte<br />
(Sargento <strong>de</strong> la PNC), así como<br />
li<strong>de</strong>res <strong>de</strong> las ranflas nacionales <strong>de</strong> las<br />
pandillas encierran esta trama que se<br />
pone interesante por el suspenso, la<br />
filosofía, teosofía y el sarcasmo.<br />
La investigación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>lito, en la<br />
novela, está a cargo <strong>de</strong>l Sargento<br />
Bracamonte, quien al verse atado <strong>de</strong><br />
manos dada la simbología utilizada<br />
en la masacre <strong>de</strong> cuatro lí<strong>de</strong>res <strong>de</strong><br />
pandillas, se aboca a don Rubén<br />
Girón y al cacique indígena Adrián<br />
Esquina.<br />
A<strong>de</strong>ntrándome en el tema que nos<br />
ocupa visualicé la necesidad <strong>de</strong><br />
proyectarle a Sergio Alfredo un<br />
aliciente: no <strong>de</strong>smayar en la escritura<br />
y en la publicación <strong>de</strong> los mismos,<br />
pues pese a vivir en una sociedad<br />
apática a la lectura, los que lo hacemos<br />
exigimos más que una simple trama,<br />
sin <strong>de</strong>scuidar la gramática, que es tan<br />
bondadosa.<br />
En ese laberinto novelístico escrito<br />
por Sergio Alfredo se amalgama la<br />
religión, la filosofía, la barbarie <strong>de</strong> las<br />
pandillas, la teosofía y la simbología<br />
Maya, así como las creencias <strong>de</strong><br />
culturas ancestrales que ponen los<br />
“pelos” <strong>de</strong> punta.<br />
A<strong>de</strong>más se rescatan virtu<strong>de</strong>s<br />
teologales, <strong>de</strong>staca cualida<strong>de</strong>s<br />
humanas que separan al hombre<br />
<strong>de</strong>l “común <strong>de</strong> los mortales”, pero<br />
también muestra que la avaricia<br />
| reseña |<br />
El Violín <strong>de</strong><br />
Justo Armas<br />
Sergio Alfredo Flores Acevedo<br />
toca su Violín <strong>de</strong> Justo Armas<br />
con la mano más tangible<br />
Título: El violín <strong>de</strong> Justo<br />
Armas<br />
Editorial: Navegando<br />
sueños<br />
Precio: $10.00<br />
Tiraje: 500<br />
Búsquelo: viejotren5@<br />
hotmail.com<br />
Cel: 7588-8146<br />
pue<strong>de</strong> convertir al ser humano en<br />
una “alimaña” hasta alcanzar bajos<br />
niveles <strong>de</strong> maldad.<br />
Una <strong>de</strong> las cosas que valoro <strong>de</strong><br />
esta novela es el atrevimiento <strong>de</strong><br />
Sergio Alfredo Flores Acevedo al<br />
tocar el tema <strong>de</strong> las pandillas, sus<br />
atroces asesinatos, sin olvidarse <strong>de</strong>l<br />
narcotráfico afincado hace años en<br />
nuestro país.<br />
“Rubén Girón se acomodó los lentes<br />
y se acercó al presbiterio... <strong>de</strong>scubrió<br />
la macabra escena <strong>de</strong> un crimen…<br />
la sangre había chorreado, y con la<br />
paciencia <strong>de</strong> un relojero comenzó a<br />
explorar el lugar… Al acercarse, la<br />
expresión fue <strong>de</strong> asombro, observó<br />
que <strong>de</strong>l grueso cuello colgaba<br />
amarrado con una pita <strong>de</strong> mezcal un<br />
corazón, que indudablemente era<br />
humano”...<br />
La novela abarca la reaparición <strong>de</strong><br />
miembros <strong>de</strong>l ya conocido y extinto<br />
Batallón Atlacatl, responsable <strong>de</strong><br />
la masacre <strong>de</strong>l Sumpul, quienes<br />
asesinaron a niños que aún eran<br />
amamantados por sus madres.<br />
En la misma se <strong>de</strong>ja entrever que al<br />
no recibir “dadivas” <strong>de</strong>l gobierno tras<br />
la <strong>de</strong>smovilización, los ex BIRIA se<br />
<strong>de</strong>dicaron –no todos-, al secuestro,<br />
narcotráfico, y por qué no <strong>de</strong>cirlo,<br />
tal vez sean parte <strong>de</strong> los lí<strong>de</strong>res<br />
“palabreros” en las llamadas Ranflas<br />
(estructura o clicas), y no sólo ellos lo<br />
han hecho, imagino que también hay<br />
ex guerrilleros.<br />
“Lentamente se acercó para observar<br />
la estructura <strong>de</strong>l ídolo. Pidió una<br />
lámpara. Alumbró el interior <strong>de</strong> la<br />
hueca figura y vio que en su base<br />
había un charco <strong>de</strong> sangre, también<br />
tres corazones. Al examinar el lado <strong>de</strong><br />
atrás fue sorprendido por otra grotesca<br />
escena en la que se encontraban cuatro<br />
cabezas atravesadas por los lados<br />
temporales por un tubo <strong>de</strong> metal”.<br />
Disfruto este tipo <strong>de</strong> literatura, pues<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> abstraerme <strong>de</strong> la realidad<br />
cotidiana, observo que hay tramas<br />
para muchos, la audacia estriba en<br />
cómo se abordan los temas existentes<br />
sin caer en el “plagio”, ya que hay<br />
quienes se enojan y hasta ofrecen<br />
irse al cuadrilátero, <strong>de</strong> lo que se salvó<br />
el escritor Alfonso Orantes, papá <strong>de</strong><br />
María Cristina Orantes.<br />
“Mientras observaba la ubicación<br />
<strong>de</strong> los cuerpos, con relación a la<br />
colocación <strong>de</strong> los objetos, vio que<br />
mostraban tatuajes alusivos a alguna<br />
<strong>de</strong> las pandillas”…<br />
El escenario en El Violín <strong>de</strong> Justo<br />
Armas es vasto, aunque las locaciones<br />
–en su mayoría- son en San Salvador,<br />
también el Puerto <strong>de</strong> La Libertad,<br />
Cojutepeque, Chalatenango, la<br />
Resi<strong>de</strong>ncial Santa Elena…<br />
No puedo ni siquiera imaginar el<br />
sentimiento <strong>de</strong> impotencia al enterarse<br />
una madre <strong>de</strong> que uno <strong>de</strong> sus hijos<br />
ha sido plagiado, así como la crisis<br />
nerviosa sufrida.<br />
“…Lo llevaban a hacer sus necesida<strong>de</strong>s<br />
fisiológicas, le ponían una venda<br />
oscura para que no ubicara don<strong>de</strong> se<br />
encontraba… Se había sentado en el<br />
colchón, con la espalda apoyada en la<br />
pared, le habían cambiado las amarras<br />
por esposas <strong>de</strong> acero, en los pies y<br />
manos, las cuales estaban apresadas<br />
hacia el frente”.<br />
Para asegurarse <strong>de</strong> que el bien<br />
siempre triunfa sobre el mal, Sergio<br />
Alfredo hace uso <strong>de</strong> algunos textos<br />
<strong>de</strong> las Santas Escrituras, pues en esa<br />
lucha, Dios es fundamental para el<br />
acopio <strong>de</strong> la fe.<br />
“Si revisa con a<strong>de</strong>cuado interés, en el<br />
libro <strong>de</strong> Isaías capítulo 45 versículo 7<br />
están estas palabras: “Yo formo la Luz,<br />
y también he creado la oscuridad; he<br />
creado la paz y he creado el mal; yo,<br />
el Señor, he hecho todas estas cosas”.<br />
También en el libro <strong>de</strong> Amós Capítulo<br />
3 Versículo 6 se lee “…¿Habrá mal<br />
en la ciudad sin que el Señor lo haya<br />
creado?”<br />
Cada línea <strong>de</strong> esta novela está<br />
impregnada <strong>de</strong> misterio, el cual se va<br />
dilucidando –como caja <strong>de</strong> pandoraa<br />
medida transcurren los hechos, en<br />
don<strong>de</strong> se juega con los sentimientos<br />
más nobles <strong>de</strong>l ser humano, pues<br />
los grupos en pugna han perdido la<br />
sensibilidad hacia la vida.<br />
“Observó el rostro taciturno <strong>de</strong> Marco<br />
Alcántara. Abordaron los vehículos<br />
en silencio. El anciano estaba sereno,<br />
sentía compasión por el dolor <strong>de</strong>l<br />
hombre, por la situación difícil en<br />
la que se encontraba su hijo quien<br />
estaba siendo utilizado como señuelo<br />
<strong>de</strong> un plan siniestro y en medio <strong>de</strong> una<br />
guerra sangrienta entre seres humanos<br />
que habían perdido el respeto por la<br />
vida”…<br />
Esta es la novela <strong>de</strong> Sergio Alfredo,<br />
un abogado a quien lo veo <strong>de</strong>spuntar<br />
como una promesa <strong>de</strong> la novelística<br />
nacional, augurándole <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ya el<br />
éxito <strong>de</strong>bido, aunque sí le pediría<br />
que le ponga mucha atención a la<br />
gramática que es tan rica en adjetivos,<br />
verbos, sufijos y algo más, mientras<br />
tanto yo me quedó disfrutando la<br />
Reina <strong>de</strong>l Sur, a ver si le atino en el<br />
siguiente <strong>de</strong>senlace.<br />
Octubre <strong>de</strong> <strong>2015</strong><br />
Sábado 7 / noviembre / <strong>2015</strong> TRESMIL 5
| poesía |<br />
Escritor costarricense, nació en 1977. Ha publicado libros <strong>de</strong> poesía y narrativa, entre los cuales<br />
están: “Cuando las luciérnagas hablan” (Cuentos, 1998), “Itinerario <strong>de</strong> los amantes (poesía,<br />
2003), “Amores domésticos” (fotopoemas, 2009), “Estrellas <strong>de</strong> ma<strong>de</strong>ra” (CD: poemas italianoespañol,<br />
20<strong>07</strong>), “Las Lunas <strong>de</strong>l Ramadán y otras alegorías” (Libro heterogéneo: cuento, poesía,<br />
fábula, aforismos, etc. 2011), “Los Alegres somos más” (selección poética 2003-2012),<br />
Randal Roque<br />
PROZAC<br />
Lo que sé <strong>de</strong> la revolución francesa,<br />
lo que sé <strong>de</strong>l sandinismo en nicaragua,<br />
lo que sé <strong>de</strong>l boom latinoamericano,<br />
lo sé gracias a una cama metálica,<br />
con resortes viejos, rechinantes<br />
Lo que sé, lo poco que sé, ya te lo dije,<br />
lo aprendí en un hospital público,<br />
don<strong>de</strong> teníamos horarios rigurosos<br />
y nos llenaban <strong>de</strong> prozac hasta las nalgas<br />
Uno se iba al orinal y en una pared,<br />
sobre un tapiz celeste con flores,<br />
te leías un poema <strong>de</strong> bertold brecht<br />
hablando <strong>de</strong> los comunistas;<br />
lindo poema,<br />
aséptico<br />
Así es como se apren<strong>de</strong>n las cosas,<br />
no <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la literatura <strong>de</strong>l boom,<br />
se apren<strong>de</strong> con los calzoncillos abajo<br />
/frente a brecht<br />
Y unas pastillitas <strong>de</strong> prozac bajo la lengua<br />
ELOGIO A LA<br />
LOCURA<br />
Bien por los que se burlan <strong>de</strong> la <strong>de</strong>sdicha,<br />
<strong>de</strong>berían arrancarse la piel <strong>de</strong> los labios,<br />
los párpados, las mejillas, rasgarse el pecho<br />
y mostrar el corazón lleno <strong>de</strong> gusanos,<br />
<strong>de</strong>jar sus ojos al viento como alcantarillas<br />
infestadas por ratas con encías sangrantes;<br />
dios no está muerto, los busca en el infierno<br />
para repartir la miseria que no cabe en el<br />
mundo<br />
Creemos que la maldad existe porque la<br />
vemos a diario,<br />
pero el cielo, ese lugar <strong>de</strong> lirios sin moscas,<br />
es un niño muerto sobre la acera<br />
con su cordón umbilical atorado sobre el<br />
cuello<br />
Alguien dirá que nacimos sin mañana,<br />
nosotros, que hemos muerto <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la vida,<br />
no tenemos incienso ni tememos a la<br />
muerte,<br />
nos salva la locura, nada más<br />
y se pudre al contacto con la aguja<br />
Apenas unos cuantos sobreviven<br />
a la respiración pesada <strong>de</strong> los autobuses<br />
y pensás que escribir sobre la aspiradora<br />
y los tragamonedas, es hablar <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s,<br />
también <strong>de</strong> las cervezas, las putas altas,<br />
eso te parece, y lo escribís con <strong>de</strong>mencia;<br />
no has vivido una mierda<br />
Esto es escribir <strong>de</strong> las ciuda<strong>de</strong>s:<br />
Todos somos un Hibakusha<br />
* Hibakusha (“persona bombar<strong>de</strong>ada”) fue el término<br />
con que los japoneses <strong>de</strong>signaron a los supervivientes.<br />
Oficialmente hubo más <strong>de</strong> 360.000 hibakusha <strong>de</strong><br />
los cuales la mayoría, antes o <strong>de</strong>spués, sufrieron<br />
<strong>de</strong>sfiguraciones físicas y otras enfermeda<strong>de</strong>s tales como<br />
cáncer y <strong>de</strong>terioro genético.<br />
AMANTE DE<br />
100 WATTS<br />
vos esperás que el mundo<br />
gire a tu alre<strong>de</strong>dor, imparable,<br />
con aletazos <strong>de</strong> luz y sombra<br />
como las polillas que se enamoran<br />
<strong>de</strong> un modo estúpido <strong>de</strong> la bombilla<br />
y acaban por quemarse las alas<br />
creyendo que fue un amor ardiente,<br />
pero no,<br />
fue solo una quemadura <strong>de</strong> tercer grado<br />
que las llevó a una muerte insignificante<br />
eso esperás <strong>de</strong>l mundo y que todos<br />
se <strong>de</strong>cidan a seguirte, invitarte un trago,<br />
esperarte hasta que te dé la gana amar<br />
conmigo te jodiste, no vacilo,<br />
tengo tantas quemaduras como amores<br />
vos sos la bombilla <strong>de</strong> 100 Watts <strong>de</strong>l cuarto oscuro<br />
junto a la que todos vuelan y caen incinerados<br />
con ojos blancos, manos extendidas como cristos<br />
y menos amores que cicatrices <strong>de</strong> humo<br />
yo soy la polilla que has quemado tantas veces,<br />
espero al pasar los años te quemés un día;<br />
entonces, vas a necesitar más <strong>de</strong> mí que yo <strong>de</strong> vos,<br />
estás acostumbrada a que te ron<strong>de</strong>n las polillas<br />
y esta es la única polilla que se acerca<br />
a una habitación oscura<br />
TAUTONA<br />
(EL GRAN LEÓN)<br />
Deberías caminar hacia Carletonville,<br />
trabajar en las minas <strong>de</strong> Tau Tona;<br />
hundirte en el carbón y ver si vale la vida<br />
<strong>de</strong> cinco, seis, siquiera uno <strong>de</strong> tus amigos<br />
a 3.600 metros,<br />
la oscuridad<br />
es la luz <strong>de</strong> los ciegos<br />
en ocasiones, no las menos, valga <strong>de</strong>cir,<br />
veo ratas gran<strong>de</strong>s en las alcantarillas;<br />
corren a través <strong>de</strong> aguas sucias<br />
y no saben, como nosotros, <strong>de</strong>l calor<br />
en cambio, en la mina <strong>de</strong> Tau Tona,<br />
nadie recuerda su nombre<br />
Costa Rica<br />
HIBAKUSHA*<br />
Te escribo <strong>de</strong> los Hibakusha<br />
bajo la lluvia negra <strong>de</strong> agosto,<br />
te asquea que un tipo como yo<br />
hable <strong>de</strong> estas cosas; pero nadie habla<br />
sabemos más <strong>de</strong> la vida por el tacto <strong>de</strong>l olor,<br />
cuando uno <strong>de</strong> nosotros muere<br />
se extien<strong>de</strong> como herrumbre, sangre añeja<br />
nosotros valemos 1.600 kilogramos <strong>de</strong> oro al año<br />
cuando quieras morir, camina hacia El Gran León<br />
Tau Tona, Tau Tona, repite<br />
Antes <strong>de</strong> ser un Hibakusha y <strong>de</strong>spués,<br />
tenían un mapa <strong>de</strong> Hiroshima en la espalda;<br />
los Hibaskusha lo muestran como un<br />
grabado<br />
en relieves <strong>de</strong> carne blanca y alisada,<br />
los médicos les inyectan vitaminas,<br />
pero la carne es un licuado por <strong>de</strong>ntro<br />
<strong>de</strong>ja que tus mejillas se llenen <strong>de</strong> sangre,<br />
acaricia las rocas vivas a 55 grados<br />
y déjate morir <strong>de</strong> una buena vez<br />
6 TRESMIL Sábado 7 / noviembre / <strong>2015</strong>
Merce<strong>de</strong>s Seeligman<br />
Directora <strong>de</strong> Desarrollo<br />
Estudiantil<br />
Universidad Francisco Gavidia<br />
Es media mañana.<br />
Apenas el sol comienza a<br />
erguirse perezoso y ya el<br />
cansancio ha hecho presa<br />
<strong>de</strong> mis pies. No sé cuántos<br />
kilómetros me separan <strong>de</strong>l pueblo pero estoy<br />
<strong>de</strong>seando que sean pocos. Por supuesto que<br />
recuerdo las palabras <strong>de</strong> la Nena cuando me<br />
dijo: ”Toma el primer autobús que puedas.<br />
No aguantarás el camino”, pero necio <strong>de</strong><br />
mí no atendí la sugerencia.<br />
Alcanzo a divisar una ceiba (o un amate, ya<br />
olvidé la diferencia) y me tomo un breve<br />
<strong>de</strong>scanso. Recuerdo que todavía queda<br />
un poco <strong>de</strong> café en el termo y procedo a<br />
vaciarlo en la tapa que hace las veces <strong>de</strong><br />
improvisada taza.<br />
Definitivamente que hace un calor intenso<br />
en aquella mañana <strong>de</strong> marzo pero el<br />
ambiente que se respira bajo la dulce<br />
sombra es tan mágico que por un momento<br />
me olvido <strong>de</strong> la soledad <strong>de</strong>l paraje.<br />
Estoy tan absorto en mis reflexiones que<br />
no me doy cuenta cuando un inesperado<br />
transeúnte se ha sentado a mi lado, agitando<br />
su sombrero <strong>de</strong> un lado al otro, en procura<br />
<strong>de</strong> mayor brisa.<br />
Tose exageradamente y luego <strong>de</strong> aclararse<br />
la voz me dice:<br />
-Hace calor, ¿verdad, maitro?<br />
Yo sonrío. Claro que mi aspecto citadino<br />
pue<strong>de</strong> dar i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> una posición social<br />
acomodada pero no creo merecer el<br />
calificativo <strong>de</strong> “maitro” que sé que en el área<br />
rural le dan a los hombres <strong>de</strong> mediana edad<br />
“y yo apenas hace unos días he cumplido<br />
36 años” me digo con triunfal orgullo.<br />
-Pues si-contesto- hace calor pero me<br />
sorpren<strong>de</strong> que ya llevo bastante rato<br />
caminando y no parece que haya servicio<br />
<strong>de</strong> autobuses.<br />
El transeúnte inesperado resulta ser un<br />
anciano <strong>de</strong> edad in<strong>de</strong>finida. Sus pies<br />
<strong>de</strong>muestran un completo divorcio con el<br />
calzado. Es más, pareciera que jamás han<br />
sufrido la esclavitud <strong>de</strong> suelas ni hebillas.<br />
Sus ropas sencillas pero muy limpias y<br />
el sombrero raído <strong>de</strong> uno <strong>de</strong> sus lados,<br />
completan la indumentaria.<br />
Por supuesto que la curiosidad por saber <strong>de</strong><br />
mi origen y proce<strong>de</strong>ncia pronto lo ganan y<br />
sin ningún pudor comienza a preguntarme<br />
sobre mis padres, abuelos, tíos y cuanta<br />
familia pueda conocer.<br />
-Entonces su abuela es la niña María….<br />
Ah, esa familia es muy reconocida por acá.<br />
¿Y qué ha venido a hacer por aquí? Porque<br />
por más que lo veo no lo recuerdo por estos<br />
caminos.<br />
Me pongo <strong>de</strong> pie pues <strong>de</strong> alguna manera<br />
siento que sus miradas inquisidoras me han<br />
producido inquietud, sobre todo cuando<br />
aprecio que el machete que antes había<br />
<strong>de</strong>jado como al <strong>de</strong>scuido sobre el suelo <strong>de</strong><br />
tierra, lo ha tomado entre sus manos y lo<br />
ha colocado <strong>de</strong>bajo <strong>de</strong> su axila izquierda,<br />
mientras con su mano <strong>de</strong>recha acaricia el<br />
brillante mango <strong>de</strong> color negro.<br />
-Pues…he querido recorrer este camino<br />
por última vez ya que pronto me iré a vivir<br />
muy lejos <strong>de</strong> acá, en un país al otro lado<br />
<strong>de</strong>l mar…- De inmediato me doy cuenta<br />
que la frase eufemística causa gracia a mi<br />
interlocutor quien sonríe abiertamente.<br />
-Así que se va <strong>de</strong>l país..Y a qué lugar <strong>de</strong><br />
Europa piensa emigrar. Jajaja, no se sorprenda,<br />
en un tiempo fui maestro <strong>de</strong> cantón; si Ud.<br />
me ve en estas fachas es porque las prefiero<br />
a la incomodidad <strong>de</strong> los zapatos y la ropa<br />
apretada.<br />
-Oh, lo siento, lo que suce<strong>de</strong> es que…<br />
-Si, seguro, lo comprendo, no me tiene<br />
confianza, pero le aseguro que soy <strong>de</strong> fiar.<br />
Creo que hasta Ud. y yo po<strong>de</strong>mos ser familia<br />
y no nos hemos dado cuenta…Pero siéntese,<br />
siéntese, que el sol está que quema y sería<br />
un suicidio continuar el camino. De todos<br />
modos el pueblo está a un par <strong>de</strong> Kms.<br />
Sus palabras con tono<br />
tranquilizador apenas logran<br />
su cometido. Me siento aunque<br />
ahora <strong>de</strong> frente y a pru<strong>de</strong>nte<br />
distancia. El anciano saca un<br />
poco <strong>de</strong> tabaco y comienza a<br />
masticarlo con fruición.<br />
-¿Sabe que lo <strong>de</strong> que somos<br />
familia pue<strong>de</strong> ser verdad y no<br />
es guasa mía?...Bueno, tal vez<br />
no <strong>de</strong> lazos sanguíneos, más si<br />
Apenas<br />
un arriate<br />
contiene las<br />
raíces <strong>de</strong> un<br />
almendro que<br />
da una precaria<br />
sombra a algún<br />
habitante, en<br />
los atar<strong>de</strong>ceres<br />
<strong>de</strong> verano.<br />
por vía legal.<br />
Ante mi mirada interrogante<br />
respira hondamente y se dispone<br />
a respon<strong>de</strong>r, no sin antes escupir a su lado el<br />
exceso <strong>de</strong> saliva y tabaco, limpiando luego<br />
la comisura <strong>de</strong> sus labios con el dorso <strong>de</strong><br />
la mano, hecho que continuo ofreciéndome<br />
incomodidad e inquietud.<br />
-Fue acá, bajo este hermoso árbol que conocí a<br />
la muchacha más bonita <strong>de</strong> por estos rumbos.<br />
Eran los tiempos <strong>de</strong> mi Coronel Osorio, allá<br />
por los años cincuenta. Por haber terminado<br />
el segundo curso y algún conecte familiar,<br />
me dieron a cargo la escuelita <strong>de</strong> Cancasque.<br />
Era una casita <strong>de</strong> adobe pero me habían<br />
prometido que <strong>de</strong> acuerdo a los mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong><br />
escuelas revolucionarias, pronto construirían<br />
una tipo sistema mixto. La ilusión, Ud. sabe,<br />
me hicieron <strong>de</strong>jar mi pueblo, Tonacatepeque,<br />
y venirme para acá. Apenas iba a mi casa<br />
una vez al mes. Pronto tuve una matrícula <strong>de</strong><br />
más <strong>de</strong> cincuenta cipotes, un logro porque en<br />
aquella época a todo mundo se lo con<strong>de</strong>naba<br />
a trabajar las faenas agrícolas. La escuela<br />
solo era para los ricos, pues. Este pueblo y<br />
sus habitantes se me metieron en la sangre,<br />
no se imagina cómo le puse ganas a hacer <strong>de</strong><br />
la escuelita la mejor <strong>de</strong> por estos lados. Y un<br />
día, como premio a mis esfuerzos, la vi a ella,<br />
como le digo bajo este árbol, dizque haciendo<br />
un pequeño <strong>de</strong>scanso antes <strong>de</strong> llegar al<br />
pueblo y asistir a la misa mayor en honor <strong>de</strong><br />
las fiestas patronales…Alta, hermosamente<br />
blanca como una virgen recién bañadita, con<br />
sus ojos azules con <strong>de</strong>stellos verdosos, y en el<br />
aire olor a azucenas…Me volví loco por ella.<br />
Pregunté a todo el mundo quién era, y me<br />
dijeron que venía <strong>de</strong> Los Guillenes, un cantón<br />
cerca <strong>de</strong> acá. De esas fiestas patronales en<br />
homenaje a San José apenas recuerdo nada<br />
más, quien sabe qué fecha <strong>de</strong> marzo…<br />
-18 <strong>de</strong> marzo, como hoy…Lo interrumpo<br />
<strong>de</strong> manera mecánica y espero su mirada <strong>de</strong><br />
reprobación pero sonríe y continúa:<br />
-Si, 18 <strong>de</strong> marzo, es verdad….Bueno, la cosa<br />
es que no perdí oportunidad para conocerla<br />
y me <strong>de</strong>diqué a aprovechar cualquier<br />
oportunidad que me permitiera estar cerca<br />
<strong>de</strong> ella: que haciendo cola para la comunión<br />
en la misa, que afuera comprando los dulces<br />
<strong>de</strong> fiesta, que <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> ella riéndonos <strong>de</strong><br />
ver a los cipotes que trataban <strong>de</strong> subirse al<br />
palo encebado, o recogiendo las cintas <strong>de</strong><br />
las carreras <strong>de</strong> caballos, hasta que tuve una<br />
oportunidad: su carterita <strong>de</strong> charol<br />
se le <strong>de</strong>slizó <strong>de</strong> sus manitas y presto<br />
y ágil me incliné para recogerla y<br />
entregársela. La mirada <strong>de</strong> sus ojos<br />
agra<strong>de</strong>cidos <strong>de</strong> color azul intenso<br />
me acompañó toda esa noche. Al<br />
día siguiente sería el cierre <strong>de</strong> las<br />
fiestas y ella volvió a llegar tan<br />
seductora como el día anterior…<br />
No hay palabras para <strong>de</strong>scribir su<br />
hermosura. Entonces me atreví<br />
a abordarla y preguntarle por<br />
su nombre: Se llamaba Carmen<br />
Guillén. Estaba tan embobado por ella que<br />
para nada reparé en la coinci<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> su<br />
apellido y el origen <strong>de</strong> su proce<strong>de</strong>ncia. En<br />
algún momento me dijo que su casa era la<br />
primera llegando al cantón, que tenía un<br />
hermoso muro perimetral blanqueado con cal<br />
y que no había forma <strong>de</strong> per<strong>de</strong>rse. Eran una<br />
familia muy conocida…<br />
En esta parte <strong>de</strong> su relato guarda silencio.<br />
Parece que lo que va a <strong>de</strong>cir es <strong>de</strong> tal gravedad<br />
que quiere tomarse su tiempo y or<strong>de</strong>nar mejor<br />
sus i<strong>de</strong>as.<br />
-Pues, esa noche <strong>de</strong>cidí hacer una visita<br />
sorpresa a mi musa, ya la consi<strong>de</strong>raba el<br />
objeto <strong>de</strong> mis ansias y creía que mostrando<br />
mis respetos a la familia pronto tendría el<br />
permiso abierto para cortejarla y en un futuro<br />
hacerla mi esposa. Me sorprendió que cuando<br />
llegué cerca escuché con claridad la ca<strong>de</strong>ncia<br />
<strong>de</strong> una canción interpretad por un trío <strong>de</strong><br />
guitarras. No sé si Ud. lo ha oído, aquel que<br />
dice “Azul pintado <strong>de</strong> azul”. Créame que en<br />
un segundo sentí que la pasión <strong>de</strong>sbordada<br />
que tenía se había convertido en una espada<br />
al rojo vivo. Y más cuando advertí que tras<br />
los balcones <strong>de</strong> elegante forja española estaba<br />
ella acompañada <strong>de</strong> una señora un poco<br />
mayor. No puedo <strong>de</strong>scribirle lo irracional<br />
<strong>de</strong> aquel momento. Solo recuerdo que tomé<br />
un instrumento filoso que algún <strong>de</strong>scuidado<br />
había <strong>de</strong>jado en un montón <strong>de</strong> leña a medio<br />
cortar y me abalancé sobre el que llevaba la<br />
voz cantante.<br />
El anciano guarda otro penoso silencio, pero<br />
ahora su mirada divertida y llena <strong>de</strong> vida se<br />
torna sería y enrojecida. Es otra persona, con<br />
un dolor latente y el peso <strong>de</strong> la culpa sobre<br />
ALLÁ EN<br />
CANCASQUE<br />
| narrativa |<br />
su espalda.<br />
-AL día siguiente <strong>de</strong>sperté en la<br />
comandancia. Me preguntaban los motivos,<br />
yo no recordaba nada, pero a medida que me<br />
abordaban los recuerdos se venían <strong>de</strong> golpe<br />
y me di cuenta <strong>de</strong> mi monstruoso error. La<br />
serenata era para la mamá <strong>de</strong> Carmen, por<br />
su aniversario e bodas. Era la señora que la<br />
acompañaba en el balcón, y el cantante a<br />
quien <strong>de</strong>spiadadamente le quité la vida, su<br />
tío Toribio, el hijo mayor <strong>de</strong> su abuela María.<br />
Se preguntará porqué le dije al principio<br />
<strong>de</strong> mi historia que Ud. Y yo podíamos ser<br />
familia. Pues simplemente porque logré que<br />
mis ahorros y parte <strong>de</strong> mi herencia familiar<br />
fuera <strong>de</strong>stinado para sufragar los gastos y<br />
estudio <strong>de</strong> las tres hijas <strong>de</strong> su tio Toribio.<br />
Fue mi manera <strong>de</strong> compensar el daño.<br />
Yo estoy más sorprendido por aquella<br />
historia que no recuerdo haber escuchado<br />
jamás <strong>de</strong> labios <strong>de</strong> mi madre, y cuando me<br />
dispongo a pedirle mayores <strong>de</strong>talles me doy<br />
cuenta que ya no está a mi lado.<br />
Me pongo <strong>de</strong> pie y comienzo a buscarlo.<br />
Trato <strong>de</strong> llamarlo pero advierto que no sé<br />
su nombre. La hora <strong>de</strong>l mediodía ha pasado<br />
<strong>de</strong> prisa y bastante perplejo continúo<br />
mi camino, ahora sí verda<strong>de</strong>ramente<br />
preocupado <strong>de</strong> la distancia que me separa<br />
<strong>de</strong> Cancasque.<br />
Sin embargo y para mi tranquilidad, en<br />
pocos minutos llego al pueblo. El anciano<br />
dijo la verdad pues no más <strong>de</strong> dos kms. han<br />
sido mi recorrido.<br />
En cuanto llego indago por mis parientes no<br />
sin antes reconocer la iglesita <strong>de</strong>l pueblo,<br />
hermosa <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> su sencillez. Apenas un<br />
arriate contiene las raíces <strong>de</strong> un almendro<br />
que da una precaria sombra a algún<br />
habitante, en los atar<strong>de</strong>ceres <strong>de</strong> verano.<br />
Veo al párroco dando algunas instrucciones<br />
para las activida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la noche y la<br />
animosa disposición <strong>de</strong> la gente y su sonrisa<br />
franca y sincera <strong>de</strong>notan que las activida<strong>de</strong>s<br />
concebidas no solo son <strong>de</strong> su agrado sino<br />
que participarán <strong>de</strong> manera entusiasta.<br />
No puedo evitarlo y me acerco al cura, con<br />
quien me presento y le cuento el motivo <strong>de</strong><br />
mi visita.<br />
El cura se alegra <strong>de</strong> mi visita y me observa<br />
que qué bueno que he <strong>de</strong>cidido visitarlos<br />
justo aquel día. Nota un poco mi <strong>de</strong>sasosiego,<br />
pues con curiosidad e insistencia miro a mi<br />
alre<strong>de</strong>dor buscando tal vez encontrar al<br />
anciano para pedirle que me cuente el final<br />
<strong>de</strong> la historia.<br />
Así que no dudo y pregunto <strong>de</strong> una vez al<br />
cura; le <strong>de</strong>scribo al anciano y le cuento en<br />
pocas palabras la increíble historia.<br />
El cura se queda callado. No se sorpren<strong>de</strong>,<br />
pero sí se persigna con lentitud y me dice.<br />
-Pobre Don Pablo…todavía sigue penando.<br />
No aguantó su culpa y falleció <strong>de</strong> un infarto<br />
cinco años <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> aquel suceso. Sin<br />
embargo lo que te dijo es cierto: el <strong>de</strong>stinó<br />
sus ahorros y parte <strong>de</strong> una herencia para<br />
aten<strong>de</strong>r a las hijas <strong>de</strong> Toribio…Le diré a<br />
las rezadoras que incluyamos a Don Pablo<br />
<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> las intenciones <strong>de</strong> esta noche.<br />
Y dando la vuelta se mete a su iglesia y a<br />
sus oraciones. Yo me quedo <strong>de</strong> una pieza;<br />
tragando saliva, sin saber qué pensar,<br />
continúo mi camino y me digo:<br />
-“Es mi tierra, cada piedra intenta <strong>de</strong>cirme<br />
algo. La escucharé porque es lo que he<br />
venido a hacer. Es mi tierra, mi piedra <strong>de</strong><br />
sacrificio”.<br />
Sábado 7 / noviembre / <strong>2015</strong> TRESMIL 7
Perla Rivera Núñez<br />
Escritora hondureña<br />
Después <strong>de</strong> impartir mi clase<br />
diaria <strong>de</strong> Español, una <strong>de</strong> mis<br />
estudiantes me dijo: «Profe,<br />
mientras vamos al taller <strong>de</strong> inglés, lea<br />
este libro» y puso en mis manos un<br />
pequeño libro <strong>de</strong> tapas azules cuyo<br />
título <strong>de</strong>cía: «Tegucigalpa».<br />
Con mucha curiosidad comencé a<br />
hojear ese pequeño tesoro, y digo<br />
tesoro porque siempre busqué poemas<br />
<strong>de</strong> Tegucigalpa y se me hizo difícil -por<br />
no <strong>de</strong>cir imposible- conseguir. Quedé<br />
sorprendida y pensé en ese momento:<br />
¿tantos y en un solo tomo?<br />
En una <strong>de</strong> las páginas aparece un texto<br />
<strong>de</strong> Tulio Galeas con el título: «En busca<br />
<strong>de</strong> un libro <strong>de</strong> Jacobo Cárcamo». Esa<br />
nota me hizo recordar cuando en la<br />
universidad me planteé una investigación<br />
sobre la poesía <strong>de</strong> Claudio Barrera<br />
durante la dictadura <strong>de</strong><br />
Tiburcio Carías Andino<br />
y necesitaba los libros <strong>de</strong><br />
este poeta.<br />
¡Cómo comprendo a Tulio<br />
Galeas! Me enfrenté a la<br />
difícil empresa <strong>de</strong> buscar<br />
ediciones <strong>de</strong> los libros <strong>de</strong><br />
Barrera y batallé como<br />
David contra Goliat.<br />
Visité casi todas las<br />
librerías <strong>de</strong> mi querida<br />
capital, algunos cafés<br />
estilo europeos (que<br />
ofrecen libros) con fachadas agradables<br />
y nombres interesantes pero nada <strong>de</strong> lo<br />
que buscaba a<strong>de</strong>ntro. También visité los<br />
También visité<br />
los peligrosos<br />
mercados<br />
don<strong>de</strong> te<br />
ofrecen una<br />
Gramática <strong>de</strong><br />
Nebrija en<br />
combo con una<br />
novelita light<br />
amarradita con<br />
un cordón<br />
peligrosos mercados don<strong>de</strong> te ofrecen<br />
una Gramática <strong>de</strong> Nebrija en combo<br />
con una novelita light amarradita con<br />
un cordón y como dice Tulio «con una<br />
cruz <strong>de</strong> polvo en su portada».<br />
La frustración se apo<strong>de</strong>ró <strong>de</strong> mí hasta<br />
que leí en el periódico que en la<br />
Biblioteca Nacional trabajaban en la<br />
restauración <strong>de</strong> un lote <strong>de</strong> libros al que<br />
llamaban Fondo Antiguo.<br />
Me armé <strong>de</strong> valor y toqué la puerta <strong>de</strong><br />
la oficina <strong>de</strong>l director <strong>de</strong> la Biblioteca<br />
Nacional <strong>de</strong> ese entonces; el escritor<br />
José Antonio Funes. Ya le había visto<br />
en conversatorios en la Universidad,<br />
pero nunca le había dirigido la palabra.<br />
La admiración me bloqueaba.<br />
Con <strong>de</strong>terminación, salí temprano<br />
y al llegar a la biblioteca le pedí a su<br />
secretaria que me diera una cita. No<br />
hubo necesidad, él apareció en la puerta<br />
<strong>de</strong> su oficina. Le expliqué el objetivo<br />
<strong>de</strong> mi visita y <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> hacer unas<br />
llamadas telefónicas, él<br />
mismo me llevó al lugar<br />
don<strong>de</strong> se guardan los libros<br />
más antiguos que posee la<br />
Biblioteca.<br />
Me permitió tocar la única<br />
edición <strong>de</strong>l libro «Brotes<br />
hondos» <strong>de</strong> Claudio Barrera.<br />
Una sola edición, reliquia <strong>de</strong><br />
tapas rojas y hojas amarillentas<br />
en proceso <strong>de</strong> escaneo.<br />
No imaginé lo amable <strong>de</strong> su<br />
trato. Educado, accesible;<br />
tantos adjetivos que se le<br />
pue<strong>de</strong>n atribuir a este hombre que<br />
a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> aten<strong>de</strong>rme bien, me <strong>de</strong>spidió<br />
con una sonrisa y con un texto <strong>de</strong> la<br />
| crónica |<br />
Un libro con poemas<br />
para Tegucigalpa<br />
historia <strong>de</strong> la poesía en Honduras como<br />
obsequio.<br />
Sus palabras fueron: «Esta biblioteca<br />
está abierta para gente como usted,<br />
venga cuando quiera». Recibí una copia<br />
<strong>de</strong>l libro buscado y la satisfacción <strong>de</strong><br />
haber realizado mi trabajo con la ayuda<br />
<strong>de</strong> uno <strong>de</strong> los más gran<strong>de</strong>s intelectuales<br />
<strong>de</strong> mi país.<br />
Y para acabar esta nota, citando a<br />
nuestro Tulio: «buscar estas lecturas<br />
<strong>de</strong> estos gran<strong>de</strong>s poetas es buscar en<br />
un ataúd vacío» pero mi búsqueda tuvo<br />
un doble final feliz. A<strong>de</strong>más <strong>de</strong> lograr<br />
un 98% <strong>de</strong> calificación en la asignatura<br />
que cursaba, obtuve el <strong>de</strong>leite <strong>de</strong> haber<br />
resucitado a Barrera <strong>de</strong> ese oscuro<br />
cuarto. Caminé presurosa y feliz por las<br />
pobladas y complicadas calles <strong>de</strong>l centro<br />
<strong>de</strong> la ciudad, recitando mentalmente<br />
algunos <strong>de</strong> sus más bellos versos.<br />
| Artículo |<br />
Cuidado con la meta-poesía<br />
Álvaro Rivera Larios<br />
Escritor<br />
Si no me<br />
traiciona la<br />
memoria, Rilke<br />
le aconsejó al<br />
joven poeta<br />
que tuviera cuidado con<br />
la lírica amorosa porque<br />
era un territorio que ya<br />
habían frecuentado<br />
gran<strong>de</strong>s voces. Si<br />
Rilke estuviera<br />
vivo, y en buena<br />
disposición <strong>de</strong><br />
dar nuevos consejos,<br />
seguro que advertiría a<br />
los poetas jóvenes y no<br />
tan jóvenes que fueran<br />
pru<strong>de</strong>ntes a la hora <strong>de</strong><br />
escribir meta-poesía.<br />
En el siglo XX,<br />
gran<strong>de</strong>s<br />
poetas escribieron meta-poesía y si no la<br />
escribieron, se fueron a la prosa a reflexionar<br />
sobre la naturaleza <strong>de</strong> la lírica en su relación<br />
con la historia y el mundo. Se da el caso <strong>de</strong><br />
poetas como T.S.Eliot y Octavio Paz que<br />
exploraron el rol <strong>de</strong> la poesía en conferencias<br />
y ensayos y también en los versos. En el Rilke<br />
<strong>de</strong> las Elegías <strong>de</strong> Duino también encontramos<br />
a un creador que reflexiona sobre el lenguaje<br />
haciendo música con el lenguaje.<br />
¿Por qué pensar la poesía a<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la<br />
poesía, por qué convertir la poesía en un<br />
tema poético y al mismo tiempo filosófico?<br />
Quizás sea porque la poesía en el mundo<br />
mo<strong>de</strong>rno, como tantos otros lenguajes, está<br />
en crisis y, al estarlo, la mente y la lengua <strong>de</strong><br />
los gran<strong>de</strong>s creadores convierten en objeto <strong>de</strong><br />
expresión reflexiva la misma incertidumbre<br />
que amenaza sus voces.<br />
Un asunto primordial nacido <strong>de</strong> la<br />
incertidumbre acaba ingresando como un<br />
tema más al lado <strong>de</strong> la poesía amorosa, la<br />
poesía cívica, etcétera, etcétera y <strong>de</strong> ahí nace<br />
el peligro <strong>de</strong> que se convierta en un ejercicio<br />
retórico.<br />
La poesía que se cierne sobre la poesía tiene<br />
que tener la agu<strong>de</strong>za <strong>de</strong> la mirada <strong>de</strong>l águila y<br />
si no quiere incurrir en los tópicos y en la mera<br />
imitación <strong>de</strong> sus gran<strong>de</strong>s mo<strong>de</strong>los, tiene que<br />
estar precedida por una reflexión filosófica<br />
profunda y muy personal en lo que toca al<br />
sentido y a la forma. De lo contrario, lo<br />
que surgen son malas imitaciones <strong>de</strong> Rilke,<br />
Eliot, Paz o José Ángel Valente. El mismo<br />
Valente convierte a veces su meta-poesía en<br />
un ejercicio retórico.<br />
Octavio Paz como meta-poeta, por ejemplo,<br />
es muy atractivo por sus juegos conceptuales<br />
y verbales. Pero su mismo atractivo lo<br />
convierte en un po<strong>de</strong>roso suministrador <strong>de</strong><br />
tics estilísticos y filosóficos. Les pondré un<br />
ejemplo <strong>de</strong> lo fácil que es convertir el lenguaje<br />
<strong>de</strong> don Octavio en un ejercicio retórico.<br />
Entre la ventana y la noche<br />
planto el árbol <strong>de</strong> mi silencio.<br />
Siento sus frutos en mi lengua<br />
y los suelto en la sombra<br />
y en el blanco más fértil<br />
para que cumplan su viaje sin moverse.<br />
Este poema, para mí, es un ejercicio retórico<br />
que me permite simular la poesía ahorrándome<br />
el viaje <strong>de</strong> buscar mi propio estilo y mi propio<br />
sentido. Al lector <strong>de</strong>sprevenido le parecerá<br />
profundo y hasta bonito, a mí no.<br />
No cuestiono la meta-poesía, solo afirmo que<br />
es muy, pero que muy difícil y que exige un<br />
doble esfuerzo personal en el terreno <strong>de</strong> la<br />
visión y el lenguaje.<br />
Un poeta busca el sí, a partir <strong>de</strong> rechazos. No<br />
siempre está seguro <strong>de</strong> cuál es su voz, pero<br />
tiene claro cuáles son las bellas voces que<br />
podrían tragárselo.<br />
8 TRESMIL Sábado 7 / noviembre / <strong>2015</strong>