Edicion 57 RACM

ido
a el combate
Es la participación activa en el desarrollo de la nación,
en el marco de la Defensa Nacional, la que nos obliga a desarrollar
y aplicar nuevas tecnologías para poder utilizarlas
en defensa de nuestro país y sus ciudadanos, especialmente
la utilización de equipos que minimicen los riesgos o la
exposición de talento humano en el combate, ya que éste
es el recurso más valioso con que cuenta un país y no puede
ser reemplazado por nadie, ni puede ser cuantificable el
precio de su vida.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a través del Comando
Estratégico Operacional, en los últimos años ha impulsado
el desarrollo de Unidades de Operaciones Especiales
(Fuerza de choque) y Tropas de Acción Rápida (TAR); en
los cuerpos de seguridad del Estado se crearon los grupos
de Fuerzas de Acciones Especiales (FAES). Estas unidades
han sido dotadas de fusiles de última generación para la
formación y entrenamiento de sus integrantes, dicho personal
altamente calificado representa un factor de importancia
estratégica para el Comando Superior a la hora de
planificar una operación militar o de seguridad de Estado.
La formación de un combatiente de operaciones especiales
y de un francotirador requiere tiempo y recursos
para brindarle los conocimientos necesarios, además de
dotarlo con las armas y equipos de última tecnología para
transformarlo en un factor mortal capaz de causar gran
cantidad de bajas al enemigo y afectar negativamente su
moral. Las tropas de operaciones especiales y francotiradores
son la segunda causa de muerte en combate de los soldados
norteamericanos en Irak y Afganistán; son uno de los
elementos más temidos en el campo de batalla, ya que sus
misiones se enfocan en objetivos estratégicos que pueden
hacer cambiar el curso de las acciones del enemigo. Es por
este motivo que en ninguno de los manuales de doctrina de
empleo de francotiradores o unidades de fuerzas especiales
que se impartían en la Escuela de las Américas, se hace
referencia al empleo de los supresores de sonido, alegando
que estos dispositivos afectaban mucho el disparo y le
quitan precisión, pero ellos sí dotan a sus francotiradores y
unidades de fuerzas especiales con estos dispositivos para
evitar ser detectados por sus enemigos, especialmente en
áreas construidas.
Armamento y dispositivos especiales
Actualmente en el mundo se han desarrollado una serie
de fusiles de muy largo alcance (20 mm, .50, .408 Cheytac,
.338 Papúa, 7.62 NATO, 6.5 mm Papúa, .556 NATO), entre
otros. Esto con la finalidad de aumentar el radio de acción
de los francotiradores y de eliminar a los francotiradores
enemigos y combatientes de las unidades de operaciones
especiales, los cuales son las primeras tropas que entran en
combate a la hora de un conflicto armado. Este tipo de armas
igualan y hasta duplican el alcance de los fusiles convencionales
que utilizan nuestras unidades de infantería.
Existen nuevos sistemas de rastreo por triangulación de
sonido (Boomerang y Redowl), entre otros, utilizados por las
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