You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
6<br />
fernando linetzky<br />
Mucho odio en la tele. La patada voladora de Cantona cuando jugaba<br />
en el Manchester repetida una y otra vez. Odio. Un hombre con barba<br />
y piernas de maceta, comportándose como niño furioso, creyéndose<br />
hombre. Me sobrepasa. Como las bolsas llenas de basura atrás de la<br />
puerta de la cocina. Tres bolsas. Es sábado y empieza a anochecer y a<br />
mí me da no sé qué esta casa tan sola. Hoy se cumplen dos meses desde<br />
que ella se fue.<br />
–Quedate con toda esta mierda –dijo. Ni siquiera lo gritó.<br />
Se llevó a mi hijo con ella.<br />
Antes se encargó de aclararme que por fin había encontrado un hombre.<br />
Un tipo sensible que la escucha, al que le importa si ella sufre, si está<br />
mal. Superman.<br />
Yo le dije algo sin importancia. Ni siquiera sé si lo dije, lo pensé o lo<br />
susurré. ¿Qué iba a decir?<br />
Ella dijo que me iba a avisar cuándo podría ver al nene. Por unos meses<br />
iba a ser imposible porque se iban a una gira de artesanos por la costa.<br />
Fue fácil imaginarlos en un micro viejo yendo de pueblo en pueblo con sus<br />
chucherías para vender. Mi nene en brazos del otro hombre, del hombre<br />
de verdad, mirándolo hacer pulseritas y collares. Feliz. Lejos de mí.<br />
Está oscureciendo y no tengo nada que hacer salvo sacar la basura<br />
que vengo acumulando desde que ella se fue. Estuve pensando y no<br />
pude recordar la última vez que le dije que la amaba. Igual ya no tiene<br />
importancia.<br />
Cuando se fue abrí la puerta apurado y corrí hasta la esquina. Miré para<br />
todos lados, pero ya no estaba. Busqué cigarrillos en el bolsillo y encontré<br />
el chupete viejo, mordido, con el que mi hijo se dormía cada noche.<br />
Lo apreté fuerte.<br />
Una vez mi papá me dijo que yo arruinaba todo lo que hacía. No me lo<br />
dijo con maldad, me lo dijo más como advertencia. Que era una herencia<br />
familiar, que así éramos los hombres de la familia, no había nada<br />
que hacer. Yo tenía doce años.<br />
En lo primero que pensé cuando mi hijo nació fue en eso: yo nunca se lo<br />
iba decir. Ni a los doce ni a los veinte.<br />
Está llegando la medianoche, apago la televisión y voy al baño. Me agarro<br />
de la pileta y me miro fijamente a los ojos en un botiquín de tres<br />
compartimentos. Los años hacen que las banditas y las aspirinas se vayan<br />
cambiando por vendas y tranquilizantes. Giro los dos espejos de los<br />
costados hacia adentro. Miro mi perfil derecho, el izquierdo, me miro<br />
de frente. Tendría que salir. Darme una ducha, afeitarme, vestirme<br />
bien, perfumarme y salir a caminar. Entrar en algún cine. En algún bar