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Renovación URbana,
otRa expeRiencia paRa miRaR
Las buenas prácticas en desarrollo de infraestructura
y edificabilidad se trasladan también
al campo del urbanismo y a la recuperación de
zonas importantes de la ciudad.
Muestra de esto son los desarrollos en la zona
de los Docklands, antiguo puerto de Londres,
al este, que comenzó a sufrir un paulatino deterioro
después de la Segunda Guerra Mundial,
evidenciando una oportunidad de renovación
y generación de nuevos espacios para
diversas actividades.
Fue así como en 1981 el Estado creó la London
Docklands Development Corporation, cuya estrategia
era trabajar conjuntamente con el sector
privado para recuperar la zona, incluyendo
en ella la construcción de vivienda y espacios
comerciales y convirtiéndola en un centro financiero
y empresarial denominado Canary Wharf,
que posteriormente se convirtió en uno de los
motores de la renovación urbana en la ciudad.
Esta experiencia se logró mediante una articulación
institucional que involucró los proyectos
de renovación urbana, con los pilares de desarrollo
de la ciudad y su modelo de crecimiento.
La movilidad, desarrollo del sector de servicios,
reactivación económica y el reconocimiento de
la demanda de nuevos espacios inmobiliarios
fueron aspectos claves en la estructuración del
proyecto, contando siempre con la participación
del sector privado como agente fundamental
para el éxito de su ejecución.
Un informe de la Escuela de Arquitectura de la
Pontificia Universidad Católica de Londres explica
que lo que buscó este plan de renovación
frente a la ciudad fue contrarrestar la tendencia
de expansión de los suburbios hacia el oeste,
contraponiendo el modelo de densificación de
la ciudad antigua. Para iniciar la elaboración
del plan se estudió a fondo la zona, haciendo
un diagnóstico de la situación real, el cual estableció
como principal impedimento la falta de
acceso a la zona. A partir de ahí, se establecieron
objetivos claros de introducir dinámicas de edificación
y renovación urbana, atraer la inversión
privada a partir de un impulso estatal y diversificar
el uso del suelo con una visión de largo plazo
(20 años) para sustentar un futuro desarrollo.
La puesta en marcha de este plan dio como resultado
una zona totalmente renovada y llena
de vida, como lo describen varios de los integrantes
de la Misión organizada por Camacol.
Hoy, los habitantes y visitantes cuentan con una zona totalmente
atractiva y activa, que da acceso al Río Támesis,
al dotarlo de espacio público y de equipamientos complementarios
para disfrutar el panorama.
Un tema que llama poderosamente la atención de los
visitantes es la capacidad que han tenido los desarrolladores
para integrar las zonas al transporte público.
“El transporte público llegó parejo con las áreas y no
eliminando los vehículos”, dice el Presidente de Constructora
Bolívar.
Y es que en Londres todo está conectado. Es fácil moverse
de un lugar a otro, porque la ciudad fue planeada desde
el principio pensando en garantizar la movilidad. “Los
desarrollos fueron integrados al metro y no viceversa,
como sucede en otros lugares del mundo”, añade Rosa
Ibel Pinzón, coordinadora Nacional de Camacol. U
LO MEJOR DE LA ARqUitECtURA
“Para un arquitecto es un privilegio ir a la oficina de
Richard Rogers, considerado el ‘cacao de la arquitectura
mundial’ y luego visitar la de Benoy, reconocido por
proyectos tan importantes como el de Ferrari World en
Abu Dhabi”, dice el presidente de Ospinas, Andrés Arango,
para expresar su satisfacción de haber participado en la
Misión a Londres, liderada por Camacol.
En opinión del empresario, son dos compañías de líneas
totalmente opuestas, pero demasiado valiosas para
profundizar en el conocimiento de la arquitectura mundial.
Los integrantes de la misión coinciden en que todos
los edificios son de una calidad impecable y se hicieron
pensando en que se podrían ‘reciclar’ para nuevos
desarrollos, como sucedió con la sede de los Juegos
Olímpicos (ver artículo Un proyecto olímpico).
Hoy, la ciudad tiene cerca de un millón y medio de
metros cuadrados de oficinas desarrollados en 20 años
y aunque sólo tienen 7.000 parqueaderos, la gran oferta
de transporte público hace que la ciudad sea dinámica,
eficiente y de fácil movilidad.
URBANA - 33