Lecirke, listos para dar el salto - Diari de Tarragona

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encuentros arte
Inmovilismo dinámico
El XXXV premio Tapiró de pintura y el XXXVII
premio Julio Antonio de escultura nos
muestran, una vez más, el arte vigente.
POR BLAI MESA
Hay citas obligadas. Efemérides
que, a pesar de que el día a día desdibuje
la realidad a pasos frenéticos,
nos devuelven la sensación
de orden y normalidad. A mi modo
de ver las bienales cumplen esa
función, rescatan del rodillo del
cambio por el cambio la figura del
artista más decimonónico, aquel
investigador sensible y aguerrido
que sabe extraer, pacientemente,
los significados profundos de
la existencia. Para un artista, entrar
en una bienal por cualquiera
de sus puertas es exponerse al
chocante juego de las confrontaciones,
al temible veredicto del
jurado y al impredecible alterne del
ambiente de salón. Pasar de la soledad
del estudio al alboroto de
estas ceremonias es uno de esos
equilibrismos que más admiro.
Las bienales y salones parecidos
me recuerdan al zoológico,
con su muestrario exuberante de
especímenes cada cual más singular.
A pocos metros de distancia
encuentras pingüinos, leones, ca-
catúas, pelícanos y boas constrictor.
Fantástico. En la exposición
de la bienal tienes en 200 metros
cuadrados: arte figurativo, surrealismo,
abstracción pictórica,
pop-art, op-art, minimalismos,
collage, arte digital, art povera
o piezas de extremo
conceptual y algunas hibridaciones
particulares. Sin duda, un reflejo
exquisito de la flora y la fauna
que habitan el presente del arte
contemporáneo. Es en este
punto donde uno recupera la noción
de artista definido, con su
obra inconfundible y única, su hábitat
natural y esa dura trayectoria
de angostas galerías, accésit
y menciones honoríficas. Mostrar
esa condición de humana dignidad
del trabajo del artista es vital.
Si no fuera así, todo caería en
esa amalgama de artisteos, juegos
de futuros y abundantes experimentos
a los que la efervescencia
cultural de nuestros días
nos tiene abrumadamente acostumbrados.
En la presente edición, entre
las obras seleccionadas hay pie-
zas realmente poéticas, obras que
gustarían de estar solas en un espacio
donde transite la luz y el aire
libremente para que uno pueda
contemplarlas con distintos
estados de ánimo. Me refiero a
los trabajos de: Ángel Camino,
Béatriz Bizot, J.L. García, Enric
Massot, Pilar Montserrat o Dominika
Berger. También me llama
la atención el sector del pop convulsivo,
mensajes extremadamente
directos, puñetazos
cargados de ironía o de sarcasmo:
Raquel Plans, Enric Font, Pablo
Bellot, Juan Cuéllar, Daniel
Fuster, Ismael Iglesias, Eduardo
Pérez y D. Cann. En la sección de
artistas locales contamos con una
digna y elogiable representación:
Alvar Calvet, Jorge Conde, J.J.
White, Tukie, Núria Frenández,
Pep Antón Clua y Ángel Pomerol.
Este último, a mi entender, y
fiel a su línea de trabajo, a un nivel
de intriga impecable. Me quedan
dos menciones especiales,
una para la ganadora del premio
Julio Antonio: Ester Fabregat,
una artista nacida en Tarragona
que irrumpe con fuerza y a quien
hemos entrevistado para Encuentros.
Y finalmente otra para la
pintura El último paso de la ceremonia,
de Eva del Fraile, un cuadro
fascinante y cargado de tensión.
Según asistentes a la inau-
guración, fue de las piezas más
elogiadas con el tópico: «Yo le hubiera
dado el premio a éste». La democracia
y el arte siempre jugando
a escondidas.
ENTREVISTA | Ester Fabregat Ganadora del XXXVII Premi Julio Antonio d’escultura
El espacio para la memoria de la muerte
POR BLAI MESA
¿Cómo interpreta el premio
de la Bienal?
Como una gran oportunidad
para poder exponer en el Museo
de Arte Moderno de Tarragona
en los próximos dos años.
Sin la presión que supone realizar
un trabajo para una galería.
Con completa libertad y
soporte para construir un nuevo
trabajo.
Haber conseguido el premio
de escultura con una pieza,
‘Piel de tetas’, que básicamente
es un performance, le
da todavía un valor más singular
al hecho de ser premiada.
¿Cómo describiría su
obra desde este punto formal?
Trabajo sobre y con las tres dimensiones.
Para mí eso es la
escultura, una reflexión sobre
y en la tridimensionalidad.
Mi obra es una construcción
de un espacio tridimensional
donde pasa algo, y luego
queda la memoria de la acción
en las instantáneas, y también
las esculturas como prótesis o
instrumentos de dicha acción.
Yo lo considero un conjunto,
el objeto, el cuerpo, el espacio
y la acción. Utilizo los materiales
que tengo a mano, con las
técnicas que tengo asimiladas.
Propongo mensajes para la reflexión
de lo humano mezclando
las disciplinas que necesito.
Elaboro mensajes que te entran
por los poros desde tu experiencia
en el espacio donde
estás.
¿Qué le ha parecido el conjunto
de las obras presentadas?
Muy diversas, particulares, cada
una como una caja de Pandora
que guarda los truenos de
quien la ha hecho. Faltaría una
pequeña historieta que te contara
en dos líneas qué pasa allí,
como un interruptor para
alumbrar y permitir al público
sumergirse en cada obra desde
su propia experiencia.
¿Qué destacaría?
Que no es tan importante el
lenguaje utilizado, sino la comunicación
del mensaje, y lo
que te queda y lo que te hace
pensar.
¿‘Piel de tetas’, de dónde viene
ese trabajo?
Piel de tetas viene de una propuesta
para hacer un trabajo
conjunto con una bailarina. Yo
tenía que crear un traje que le
modificase la piel.
El resultado es un trabajo
interdisciplinario entre la performance
escultórica y la danza
contemporánea. Busco la
modificación del volumen del
cuerpo humano con una segunda
piel. Una piel artificial,
de plástico, que juegue con la
identidad sexual. Para que el
que lo lleve no sea ni hombre ni
mujer. Sino otra cosa.
La piel natural actúa como
frontera del cuerpo interior y
del espacio exterior. Y el tacto
nos ayuda para relacionarnos y
comprender el exterior. Este
conocimiento es modificado
con Piel de tetas. Se genera un
lenguaje distinto, un estar y
comprender sobre un exterior
paralelo al real. Un nuevo
aprendizaje y sensaciones a experimentar.
En su obra aparecen constantemente
crisálidas, capullos,
elementos que refieren a
la metamorfosis. ¿Por qué?
Es un proceso que comenzó en
el 97 y continúa. Es un hilo
conductor sobre la transformación
de algo, el residuo o caparazón
del cambio como me-
Diari de Tarragona
Dissabte, 31 de juliol de 2010
◗ Imagen de parte de la instalación ‘Piel de Tetas’, obra ganadora del
XXXVII premio Julio Antonio de escultura. FOTO: DT
moria, y la continua regeneración
constante de la forma viva.
Me interesan los tres temas,
la transformación, la memoria
de la muerte, y la vida.
La enigmática evolución de la
forma, el movimiento eterno.
Larvas de insectos, flores de
avellaneros, redes de pesca...
translúcidas pero no transparentes.
Con tramas, nervios,
estructuras de recubrimiento.
El esqueleto que soporta la
carcasa. En el interior el vacío
matérico, pero lleno de eso importante,
que te llevas, cuando
vas lejos. Estas prótesis son
una metáfora de lo que todos
llevamos dentro de nuestra cabeza,
dentro de la mente: ese
conjunto de experiencias que
construyen nuestra vida y que
nos hacen personas únicas,
irrepetibles.
Es el maletín de tu historia,
y, por mucho que cambies de
ciudad, siempre viaja contigo,
detrás de ti, en el pasado. Eso
es realmente el ‘sac de voyage’
y el larvario: una carga voluminosa,
inmensa, pero de contenido
etéreo, frágil. El contenido
de la memoria.
¿Para usted el arte es un camino
de búsqueda de uno
Ficha: Biennal d’Art 2010 de la
Diputació de Tarragona. MAMT
(Museu d’Art Modern de Tarragona)
C/ Sta Anna 8 Hasta el 29
de agosto Tarragona
◗ Ester Fabregat. FOTO: DT
mismo? ¿O, si no, qué es el arte?
El arte es un modo de vida, es
una lucha constante porque no
es nada fácil. Es un camino en
solitario de largas inmersiones
creativas. Lo que hago me sirve
para entender el mundo, y
también para entenderme a mí
misma. Es el cómo, el para, y el
dónde. Es un compromiso con
lo que haces.
¿En que está trabajando ahora?
Ahora estoy preparando una
intervención escultórica temporal
para la fachada de la Biblioteca
Municipal Schiller de
Wedding, en septiembre de este
año, en Berlín.
Y en paralelo, una exposición
individual en la Galerie Wedding,
Kunts & Interkultur, de
Berlín, del 3 al 22 de septiembre.