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1<br />

UN MES DE<br />

PUBLICACIONES<br />

EN<br />

ARGENTINA<br />

Y<br />

EL MUNDO<br />

LEVI - STRAUSS<br />

Los últimos onas<br />

/ Estructuralisrno e Historia<br />

Octavio Paz<br />

volución<br />

,a:.,


sumario<br />

Año L N? 2. Agoato de 1969<br />

LITERATURA<br />

ARGENTINA<br />

Heberto Padilla Fuera del juego Poesía y revolución, por Juan<br />

Gelrnan 3<br />

Octavio Paz El nuevo fea& de Ewpo Odavio Paz y Uvi-Strauss,<br />

por Edgard Bayley 16<br />

Severo Sarduy Escrito sobre un cuerpo La crítica como metáfora, por<br />

Nicolás Roca 4<br />

David Maldavsky Las crisis en la narrativa Artl, por Eduardo Romano 6<br />

de Roberto Arlt<br />

Anqel Núñez<br />

-- --<br />

La obra narrativa de Roberto Arlt<br />

Adolfo Bioy Casares La <strong>in</strong>venci¿n de More1 Las <strong>in</strong>venciones de Bioy Casares,<br />

Plan de e d6n por Jaime Rest 8<br />

Julio Cortázar 62 Notas para una lectura de<br />

Cortázar, por Hédor Schmucler 1 1<br />

Leer a Gombrow<strong>in</strong>, por<br />

Germán Garda 12<br />

CINE Escritura y c<strong>in</strong>e: dos tiempos ver-<br />

bales, por Edgardo Cozar<strong>in</strong>sky 13<br />

ANTROPOLOGIA Claude Lévi-Strauss Antropología estructural Estruduralismo e historia, por<br />

José Sazbón 14<br />

Lo crudo y lo cocido El pensamiento mítico, por<br />

Hédor Lahitte 17<br />

REPORTAJE Los últimos onas, por Anne<br />

Chapman 18<br />

ENSAYO Grosz, Fiscator, Brecht Arte y sociedad Bertold Brecht, por Jorge<br />

Lafforgue 20<br />

Bertold Brecht Me-ti<br />

Francisco Posada Luckács, Brecht y ia situación<br />

actuctl del reuiismo sociaiista<br />

Paolo Chiar<strong>in</strong>i Bertold Brecht<br />

LETRAS Luciano de Samosata Historicts verdadera Viaje a la luna hace 1800 años,<br />

CLASICAS por Eduardo Prieto 22<br />

POLITICA Peter H. Smith Carne y poiítica en la Argent<strong>in</strong>a Carne y política, por Juan Carlos<br />

Portantiero 24<br />

PSICOANALISIS Sigmund Freud Obras completas. vol. 111 Freud: desventuras de una<br />

edición, por Jorge J<strong>in</strong>kis 26<br />

COMUMCACION Eliseo Verón y otros Lenguaje y comunicaci6n sociai L<strong>in</strong>guística y ciencias sociales,<br />

DE MASAS por Norberto Litv<strong>in</strong><strong>of</strong>f 27<br />

LOS LIBROS Libros publicados entre el 16 de<br />

junio y el 15 de iulio de 1969 30<br />

los<br />

hbros<br />

LOS LIBROS<br />

Un mes de publicaciones en<br />

Argent<strong>in</strong>a y el mundo<br />

Año 1, N? 2, Agosto de 1969<br />

Diiector: HBdor Schmucler<br />

Editor responsabio: Guillermo<br />

Jorge Schavelzon<br />

<strong>in</strong>formación: Ana María Nethol<br />

Documedadh Lauru Corbalán<br />

Mm<strong>in</strong>iatmdor: Alberto Ziotopiom<br />

Direfío gráiico: Estudio C.Y.D.<br />

LOS LIBROS es publicada por<br />

Editorial Galerna S. R. L y<br />

Ziotopioro SACiF<br />

Redacción, adm<strong>in</strong>istración y publi-<br />

cidad: Boulogne Sur Mer 580,<br />

Telbfono 86-6353, Buenos Aires<br />

Distribución en Capital Federal:<br />

Machi y Cía S. R. L.<br />

Distribuidor exclusivo<br />

para EE. W. y Canadá:<br />

Lat<strong>in</strong> <strong>America</strong>n Publiccrtions, N. York<br />

@ LOS LIBROS. Prohibida la repro-<br />

ducción pardal o total.<br />

Registro de la Propiedad Intelectual<br />

en trámite<br />

IMPRESO EN LA ARGENTINA<br />

Los crrtl¿ulos que aparecen en LOS<br />

LIBROS, no reflejan necesariamente la<br />

op<strong>in</strong>ión de la revista.<br />

SUSCRIPCJONES:<br />

Aageircl:<br />

6 números 5 1.500<br />

12 números $ 3.00íl<br />

Am6xiCa:<br />

12 números USS 10<br />

vía a6rea ü$S 15<br />

Europa:<br />

12 números U$S 12<br />

vía aérea USS 18<br />

(Cheques O gima a la orden de EDITORIAL<br />

GALERNA S. R. L., Bouiogne Sur Mer 580,<br />

Buenos Aires)<br />

LOS LIBROS, agosio 1969


poesía<br />

POESIA Y REVOLUCION<br />

anatemas diversos -<strong>in</strong>cluso en mulas más revolucionarim aparente- por el sí; la segunda: en todo caso,<br />

Verde Olivo, revista del ejército mente. la - UNEAC -y Verde Oüvo- u<br />

cubano-, que van desde el mue- LoqueP+illa enarbola, en suma, qulvocaron con mucha mayor den-<br />

lle "burguésw hasta los durísimos es el &recho a disentir -desde : sidaa, teniendo en cuenta las pa-<br />


La escritura crítica de Severo Sar-<br />

duy debe ser leída prestando atención<br />

no-tanto a los objetos sobre los que<br />

se aplica (Sade, Bataille, Marmori,<br />

Lezama, Góngora, los objetos en la<br />

plástica) s<strong>in</strong>o más bien a los "fan-<br />

tasmas" aue convoca v al con-texto<br />

que la suscita. Una verdadera multi-<br />

plicación milagrosa y aluc<strong>in</strong>ante de<br />

la orfebrería del "camp": el ritual<br />

de la s<strong>of</strong>isticación, más allá% un<br />

16<br />

camp" <strong>in</strong>genuo, (el "camp" no pue-<br />

de ser nunca <strong>in</strong>genuo y en esto se<br />

equivoca Susan Sontag: el registro<br />

"camp" -puesto que no es posible<br />

hablar de estilo- es voluntariamen-<br />

te s<strong>of</strong>isticado en la revisión "iróni-<br />

ca" que propone del material resi-<br />

dual de una época: artistas, muebles,<br />

objetos, partituras, <strong>in</strong>terpretaciones,<br />

bailar<strong>in</strong>es, alguna ópera, "gestos",<br />

presentificados precisamente por esa<br />

nueva visión que se quiere <strong>in</strong>genua)<br />

desde Greta Garbo o la exaltación<br />

del "modern style", pasando por las<br />

novelas de Compton-Burnett y los<br />

cromos "primitivos" hasta Caravag-<br />

gio y la p<strong>in</strong>tura "sanglante" de cier-<br />

to manierismo.<br />

El gusto de la preciosidad "camp"<br />

no congela de n<strong>in</strong>i<strong>in</strong> modo la actitud<br />

de Sarduy, le da una manera de<br />

sensibilidad, pero lo conecta fatal-<br />

mente con ciertas culturas marg<strong>in</strong>a-<br />

les -no excluyentes- pero sí de-<br />

nodadamente solitaria: póngase por<br />

caso la cultura homosexual. Etnoló-<br />

gicamente esta cultura -como la<br />

"cultura de la pobreza9'- no ha sido<br />

estudiada todavía. No se trata de ne-<br />

garla, -sería estúpido-, ni de exal-<br />

tarla, -sería pretencioso histórica-<br />

mente, pero sí de darle su justo '<br />

valor de realidad dentro de las cul-<br />

turas marg<strong>in</strong>adas en la órbita del sis-<br />

tema de la cultura burguesa, ver su<br />

grado de dependencia, su "valor"<br />

como signo, y su "valor" como fac-<br />

tor histórico. La <strong>in</strong>tención de Sarduy<br />

no se detiene aauí: su discurso crí-<br />

tico se elabora con toda evidencia<br />

sobre ese contexto pero apela a mo-<br />

delos más prestigiosos: el estructu-<br />

ralismo francés. la escuela de Lacan.<br />

Y a partir de allí se encarna sobre<br />

su propia escritura personal: la con-<br />

vocación de sus fantasmas eróticos<br />

construyendo un reducido universo<br />

criptico que funciona como un "ana-<br />

logon" l<strong>in</strong>güístico: la crítica de Sar-<br />

duy es a la Crítica lo que el lunfardo<br />

(o toda lengua argótica) es a la<br />

lengua: un dialecto forzosamente ori-<br />

g<strong>in</strong>al pero simbolizante y refractan-<br />

te; actúa siempre por alusión a otros<br />

significantes que están fuera de ella<br />

misma y de los cuales depende. De-<br />

tectar los niveles de la estructura<br />

cuyos térm<strong>in</strong>os erotismo = teatro =<br />

religión = muerte se manifiestan (el<br />

"modelo" de Sade) en Bataille, Mar-<br />

mori. Elizondo. Cortázar. es una de<br />

sus preocupaciones explícitas. Al<br />

mismo tiem~o su crítica elabora un<br />

lenguaje paralelo -subversivo y encanallado<br />

Dero irreductible a formas<br />

mayores que le den significación verdaderamente<br />

"revolucionaria"- aue<br />

estigmatiza de irrealidad a todos los<br />

niveles del propio discurso. Una crítica<br />

que se desarrolla como un lenguaje<br />

en el exilio y busca -deseafundar<br />

un discurso crítico secreto, y<br />

en el secreto sus propias <strong>in</strong>termitencia~<br />

eróticas. Sarduy se ocupa de las<br />

obras como si fueran sus obras, del<br />

texto como si fuera su cuerpo, de la<br />

literatura como si fuera su Feudo, y<br />

crítica<br />

LA CRITIC<br />

COM<br />

METAFOR<br />

excluye -no por antagonismo, tal<br />

vez- s<strong>in</strong>o por autoexclusión, a todos<br />

aquéllos por los que teme ser exclui-<br />

do. Así como la "teatralidad" de Sa-<br />

de fundada sobre la repetición (la<br />

repetición, la pasión) <strong>in</strong>tenta convo-<br />

car sus fantasmas (la Impotencia, la<br />

Muerte), Sarduy construye una ver-<br />

dadera hipertrafia de la crítica don-<br />

de todo se juega por metaforización:<br />

el texto es el cuerpo, la escritura un<br />

tatuaje, el acto de escribir ¿un reno-<br />

vado y empobrecido coito <strong>in</strong>eficaz?<br />

La fetichización de la literatura - el<br />

predom<strong>in</strong>io del logos sobre la lexis-<br />

se ha desplazado no ya al discurso<br />

crítico, s<strong>in</strong>o que atravesándolo al-<br />

canza como una saeta -valga la<br />

transparencia de la imagen- el pro-<br />

pio cuerpo de Sarduy. La Iiteraturi-<br />

dad se convierte en e~cri~turalidad-<br />

atracción de lo sádico hierático: el<br />

tatuaje, de ahí que el barroco (la<br />

teatralidad del lenguaje) se trans-<br />

forme en la esencia misma del len-<br />

guaje literario contradiciendo a uno<br />

de sus maestros, Bar<strong>the</strong>s, quien pro-<br />

pone precisamente la existencia ac-<br />

tual de una pluralidad de escrituras.<br />

Una fastuosidad sexual atribuida a<br />

la escritura que provoca -por opo-<br />

sición de ausencia- la aparición de<br />

la austera soledad de la masturba-<br />

ción, el anagrama solicito pero mez-<br />

qu<strong>in</strong>o de un ejercicio circular que<br />

como el oruboros acaba por morder-<br />

se la cola. Así texto = cuerpo son<br />

fetiches v el crítico mantiene con<br />

ellos un discurso perverso donde el<br />

Tercero Ausente, el gran Fantasma<br />

de Sarduy (el deseo del Otro-sí mis-<br />

mo) aparece mayestáticamente: el<br />

discurso crítico se revela como un<br />

negativo de las propias obsesiones:<br />

<strong>in</strong>tenta "vestirse" con los "fantas-<br />

mas" de las obras: el travesti de<br />

hlanuela en la obra de José Donoso<br />

es el travesti imag<strong>in</strong>ario y deseado<br />

por Sarduy. Así como el espacio de<br />

la escritura es un espacio de con-<br />

versiones, de transformaciones y dis-<br />

frazamientos, el espacio de la crítica<br />

es el espacio de la <strong>in</strong>versión de la<br />

obra y del crítico.<br />

Las exigencias de la traductibili-<br />

dad de los textos que <strong>in</strong>tenta verifi-<br />

car Sarduv: la escritura de Marmori<br />

crea en la pág<strong>in</strong>a un espacio codifi-<br />

cado por la perspectiva que "no exis-<br />

te más que en el recorrido de la<br />

mirada, que no nos hace existir más<br />

que mirándonos, que es lo puramen-<br />

te plástico", o las equivalencias ad-<br />

jetivos literarios = grafos pictóricos,<br />

piensan al discurso crítico como una<br />

mirada. Una caricia óptica que quie-<br />

re "mirar" la obra como si ésta fue-<br />

se el lugar de una reunión amorosa<br />

de las palabras-íconos: un encuentro<br />

erótico distendido y lujoso. Sarduy<br />

se apoya en los textos como si estos<br />

fuesen carne que mitologiza el sexo.<br />

Pero una crítica escot<strong>of</strong>ílica reduce<br />

la obra a una descripción direccio-<br />

nal, casi teleológica, resumiéndola en<br />

una escritura ausente que se ejerce<br />

en un cuerpo y se agota en una es:<br />

critura jeroglífica sobre la que se<br />

<strong>in</strong>scribe un nuevo discurso que es-<br />

panta la claridad y reclama volunta-<br />

riamente el palimpsesto de la propia<br />

corporalidad. La sacralización abso-<br />

luta de la escritura -tanto como su<br />

rebajamiento- concluyen siempre en<br />

la tergiversación. Sostener que la li-<br />

teratura es un arte no comunicativo<br />

es sólo una perífrasis de la denega-<br />

ción: un desdichado desborde len-<br />

4 LOS LIBROS. agosto 1969


Severo Sarduy<br />

Escrito sobre un cuerpo<br />

Sudamericana. 108 págs.<br />

guaraz; confundir conmutación <strong>in</strong>-<br />

formacional con el concepto de "lite-<br />

raturnost" de los formalistas rusos<br />

ea peligroso. Una vez más, es otra<br />

autoridad elegida por Sarduy -Ja-<br />

kobson- quien nos recuerda que la<br />

función referencia1 -aunque rebaja-<br />

da- está siempre en la w-<br />

municación poética.<br />

El discurso crítico de Sarduy de-<br />

be. Dor lo tanto. aferrarse también<br />

, x<br />

él a la gestualidad teatral: ese de-<br />

l<strong>in</strong>o del enjoyamiento que convocan<br />

Góngora y Marmori se vuelven peli-<br />

grosamente contra Sarduy, lo iman-<br />

tan y lo convierten en el juego com-<br />

plementario de un complejo que po-<br />

dríamos llamar de hieratización. La<br />

metalización de la came, la aurifica-<br />

ción del cuerpo, propios de la mito-<br />

logía erótica de nuestros días, (po-<br />

dríamos agregar el fetichismo del<br />

cuero con todos sus correlatos sado-<br />

masoquistas lanzado por la moda ac-<br />

tual y que la literatura explotara<br />

desde Sacher-Masoch hasta Tennes-<br />

see William v Mandiarmes como<br />

"<br />

un desplazamiento mecanizado del<br />

erotismo de la piel) no son s<strong>in</strong>o sig-<br />

nificantes que &envían a una sexua-<br />

lidad gestual, que acaban por tras-<br />

ponerse sutilmente al nivel crítico<br />

como procedimientos de la hieratiza-<br />

ción: una recurrencia a la solidifi-<br />

cación del gesto, de la palabra, del<br />

grafo, impostados en las secuencias<br />

de la metaforización. Le metáfora<br />

remite paralelamente a la consagra-<br />

ción de la cosa y a su devaluación,<br />

es idealista puesto que sustituye la<br />

cosa por un-nuevo élemento que la<br />

simboliza. El discurso crítico de Sar-<br />

duy es una transposición de la críti-<br />

ca al lenguaje de los cuerpos: una<br />

devaluación de la crítica y una gestualización<br />

de la corporalidad. yna<br />

crítica que se propone como la <strong>in</strong>scripción<br />

de nuevos signos en la obra<br />

-como una violación textual que le<br />

da existencia- sólo remite al fantasma<br />

del crítico: su propia necesidad<br />

de violación. La crítica es siempre<br />

adventicia, en un cierto sentido,<br />

puesto que se alimenta de las obras,<br />

pero no puede reemplazarlas ni reescribirlas.<br />

Una crítica s<strong>in</strong> literatura<br />

es impensable: un escándalo lógico.<br />

Proveer este escándalo puede ser<br />

beneficioso pero es una aventura<br />

riesgosa. El tema de "miroir" desde<br />

la p<strong>in</strong>tura y poesía renacentista, su<br />

glorificación en el barroco, su exaltación<br />

actual en el objetivismo, la<br />

confrontación especular del discurso<br />

narrativo, no implican s<strong>in</strong>o un estadio<br />

nascisístico del relato. Pero la verificación<br />

de ese estadio -la literatura<br />

como enigma del espejo- no<br />

debe forzarnos a pensarlo s<strong>in</strong>o precisamente<br />

como un estadio en- su<br />

propia evolución dialéctica y no como<br />

su forma def<strong>in</strong>itiva y acabada, lo<br />

que nos llevaría, rigurosamente, a<br />

la negación del mismo modelo que<br />

pretendemos postular como esencial.<br />

El <strong>in</strong>consciente considerado como<br />

un lenguaje (Freud-Lacan) , el "fondo"<br />

de la obra considerado como<br />

un vacío (el silencio: Mallarmé-<br />

Blanchot), o el "contenido" como<br />

metáfora de la ausencia (Bar<strong>the</strong>s)<br />

nos liberan de la tentación realista,<br />

pero pueden conducimos -por premura,<br />

por <strong>in</strong>comprensión<br />

, p.<br />

or renunciamiento-<br />

a la "agramaticalidad",<br />

una derisión de la escritura que se<br />

solaza y se encanta en el peligro de<br />

la pura "fané". Nicolás Rosa<br />

para<br />

ESTADOS<br />

UN1DOS<br />

'II<br />

GANADA<br />

todos los libros<br />

anunciados en<br />

esta revista<br />

usted puede<br />

solicitarlos a:<br />

lat<strong>in</strong> arnerican<br />

pubiication<br />

301 E, 47 th.<br />

street. S L<br />

new york<br />

o en nuestra<br />

sucursal:<br />

m. fernandes<br />

libros<br />

las heras 1987<br />

buenos aires<br />

ROQUE PUGLHSE<br />

FUNDICION DE METALES<br />

ESPECIALIDAD<br />

LINOTIPO - MONOTIPO<br />

ESTEREOTIPO - Etc.<br />

ESCRITORIO Y DEPOSITO<br />

C0LOMB;RES 1065/69/71<br />

T. E. 922-7390 - 922-1493<br />

Capitd Federal<br />

FUNDICION CENTRAL<br />

RAFAEL CASTILLO<br />

Partido de Matanza<br />

FUNDICION ANEXO:<br />

PARAGUAY 3128<br />

Valentín Ais<strong>in</strong>a<br />

LOS ~ S,.agosto 1W S


Cn su momento, Arlt no gustó demasiado<br />

a nadie. Para los de guante<br />

blanco hablaba, <strong>in</strong>dudablemente. de<br />

cosas feas. Para el izquierdismo hoedista,<br />

no elaboraba consignas <strong>in</strong>mediatas<br />

ni propiciaba el estremecimiento<br />

sensihlero. Pero a partir de 1942,<br />

es decir de la muerte de Arlt, las<br />

pág<strong>in</strong>as de Columna y Condmtn trataron<br />

de asimilárselo. En esta última<br />

revista .e le dedicó e1 número 21,<br />

donde: fioura una significativa semblanza<br />

del <strong>in</strong>efable L. Rarletta titulada<br />

Arlt y nosotros, y otras de Nalé<br />

Roxlo, Rivas Roonev, A. M. Delf<strong>in</strong>o,<br />

etc. Su nrrtentidad v un raro pder<br />

para refleiar la realidad fueron las<br />

vías de iustificazión del resto. De<br />

esa versión se podía obtener un Arlt<br />

sensible a todos los ambientes de la<br />

ciudad, p<strong>in</strong>toresco v s<strong>in</strong>cero. A sus<br />

riltimas consecuencias la llevó Rafil<br />

TJarra en Roberto Arlt el torturndo<br />

(19501. como muestran estos ejem-<br />

1110s: "Arlt va a refleiar en su novela<br />

la desorientación de la pequeña<br />

burguesía. sector de trascendencia<br />

por su volumen en la vida nacional.<br />

. .": "Arlt exoone el costado<br />

newtivo de los hechos y los<br />

<strong>in</strong>dividuos los ~resenta dentro del<br />

marco de las relaciones sociales<br />

vicentes. con sus mentiras v sus hipocresías.<br />

s<strong>in</strong> considerar las causas<br />

me condicionan la existencia de la<br />

clase media, su mismo proceso de<br />

nroletarización. Por ello su examen<br />

es ad<strong>in</strong>ámico. Pero, con todo, alienta<br />

en esta crítica una dosis tan fuerte<br />

de s<strong>in</strong>xeridnd que puede discrrlpnrse<br />

su tono acresivo tocando siempre<br />

las l<strong>in</strong>des del c<strong>in</strong>ismo". Se le<br />

reprocha no compartir la fe en el<br />

futuro de la cla+e media, fábula preferida<br />

del P. C. No participar del<br />

mecanicismo positivista de su idrolocía.<br />

Pero se le perdonan estos "verros"<br />

porque fue s<strong>in</strong>cero. que para<br />

T,arra sicnifica la verhalización totnl<br />

de la p~opia <strong>in</strong>timidad y la de<br />

oils criaturas: 1) "Todas sus exDeriencias,<br />

por lo demás. están volcadas<br />

en siis obras"; 2) "Su penetración<br />

pcicolónica apunta a las mismas esencias<br />

del hombre, <strong>in</strong>daga como nadie<br />

c1:s esfados de conciencia". En camhio<br />

8 se limita. con un criterio liheral<br />

pro ,wresista. su canacidad de refleio.<br />

oeyún vimos. a los aspectos negativos<br />

(miserables, sórdidos, mezqu<strong>in</strong>os) de<br />

la clase enfocada. Queda así eqc<strong>in</strong>-<br />

diclo el proceso creador (que para<br />

Larra. por supuesto, nada tiene de<br />

dialéctico) entre una subjetividad<br />

todopoderosa v una crítica objeti~a-<br />

mente estrecha. Es que con su t6r-<br />

nica - el realismo G-ítico- Arlt 5610<br />

puede captar la desesperanza, recu-<br />

rrir a la caricatura o la farsa cuya<br />

importancia, como deformación es-<br />

presiva, a Larra se le escapa. Ocurre<br />

que, en def<strong>in</strong>itiva, no le <strong>in</strong>teresa el<br />

~ignificado de la ohra de Arlt, s<strong>in</strong>o<br />

su utilidad propagandística: "Por eso<br />

Arlt se queda en el aspecto crítico,<br />

negativo. Por eso, casi toda su obra<br />

está empapada en un espíritu de crí-<br />

tica social -que debemos recozer-<br />

y de un tono de desesperación, que<br />

debemos rechazar".<br />

Contra este reproche arbitrario y<br />

el supuesto realismo de Arlt reaccionaron<br />

H. A. Murena v J. J. Sebreli<br />

en La .hTación (11-111-1951) y Sur<br />

(no 223, 1953), respectivamente. Uno<br />

para reafirmar la <strong>in</strong>dependencia de<br />


narración". Muchos elementos de la<br />

figuración arltiana ablandan su pá-<br />

t<strong>in</strong>a de misterio baj o este férreo<br />

método analítico: la huida a la locura<br />

o el cam<strong>in</strong>o de la ceguera; la per-<br />

turbación de ciertas fuentes de satis-<br />

facción vitales; el rol ambiguo de la<br />

mujer y del deseo; la progresiva <strong>in</strong>-<br />

capacidad de los protagonistas para<br />

extemalizar sus conflictos. aue los<br />

1<br />

lleva al ases<strong>in</strong>ato o el suicidio, etc.;<br />

que Maldavsky extiende a cont<strong>in</strong>ua-<br />

ción hasta develar la imagen implí-<br />

cita del lector ~ en ~ las narraciones de<br />

Arlt que selecciona, y a través de lo<br />

cual desemboca en una más exacta<br />

comprensión de las f<strong>in</strong>alidades por<br />

las que el autor de Los siete locos<br />

escribía: ". . .la tendencia a re~etir<br />

narcisistame<strong>in</strong>te con los demás un<br />

vínculo destructivo <strong>in</strong>trapsíquico <strong>in</strong>tolerable,<br />

y entonces resultaba equivalente<br />

al <strong>in</strong>ventar, al robo, a la traición;<br />

un <strong>in</strong>tento de <strong>in</strong>versión mágica<br />

y omnipotente de sus vínculos <strong>in</strong>trapsíquicos<br />

en que se sentía víctima,<br />

<strong>in</strong>tento que f<strong>in</strong>almente fracasaba; y<br />

era también la tendencia a aceptar<br />

en sí mismo este vínculo doloroso,<br />

expresarlo, buscar consigo mismo y<br />

con el otro este diálogo fecundo y<br />

gratificante por los sentimientos realmente<br />

compartidos". La último parte<br />

del libro decae porque trata de ubicar<br />

a Arlt socioeconómicamente desde<br />

afuera y la sociología de la literatura<br />

puede dist<strong>in</strong>guir y enumerar los mitos<br />

respetados o consolidados por un<br />

escritor, pero no sabe extraerlos directamente<br />

del contexto literario en<br />

que aparecen, que es su determ<strong>in</strong>ante<br />

<strong>in</strong>mediato. Maldavsky concluye asegurando<br />

de qué modo tan efectivo<br />

nos hace sentir y pensar Roberto Arlt<br />

acerca "de la realidad que <strong>in</strong>tegramos<br />

y de nuestra participación en<br />

ella".<br />

Este mismo propósito se lee en<br />

varios pasajes de La obra nurraá'va<br />

de Roberto Arlt que Angel Núñez<br />

apoya en la teoría brechtiana del ex-<br />

traiiamiento: "Arlt, con sus sorpre-<br />

sas, aleja de nosotros a los prota-<br />

gonistas, <strong>in</strong>citándonos a juzgarlos y<br />

convierte la sociedad ciudadana -<br />

cuya vida nos muestra def<strong>in</strong>itiva-<br />

mente enferma- en un objeto pasi-<br />

ble de severas críticas". Es justo<br />

rewrdar que algo semejante decía ya<br />

Juan Carlos Ghiano en Testimonio<br />

de la novekz argenl<strong>in</strong>a. El libro de<br />

Núñez trae además algunas observa-<br />

ciones útiles sobre la estructura na-<br />

rrativa y la formalización del tiempo<br />

en El amor brujo, pero se resiente<br />

por su excesiva escolaridad (no di-<br />

simula que fue orig<strong>in</strong>almente una<br />

tesis de licenciatura en nuestra ano-<br />

d<strong>in</strong>a Facultad de Filos<strong>of</strong>ía y Letras)<br />

y una peligrosa facilidad para adhe-<br />

rir a las categorías idealizadoras del<br />

supuesto héroe, que lo apresan en la<br />

actuante ambigüedad de su mala fe:<br />

"La hipocresía social ha triunfado y<br />

este pobre y auténtico Balder, que<br />

se ha jugado el todo por el todo apos-<br />

tando a lo espontáneo, lo limpio, lo<br />

diferente de la vida gris".<br />

Aunque pertenece a una obra de<br />

divulgación (Capítulo, la historia de<br />

la literatura argent<strong>in</strong>a, nQ 42) el tex-<br />

to preparado por Luis Gregorich<br />

consigue transmitir una exacta pa-<br />

norámica de la vroducción arltiana.<br />

que enrola, por su técnica y concep-<br />

ciones dentro de la narrativa ex~eri-<br />

mental urbana que fundaron Proust,<br />

Joyce, Gide, Kafka. . . y la <strong>in</strong>tercala<br />

certeramente en el literario<br />

argent<strong>in</strong>o. En este sentido merece es-<br />

pecial mención el paralelo de El ju-<br />

guete rabioso con Don Segundo<br />

Sombra, aparecidas el mismo año de<br />

1926 y ambas <strong>in</strong>scriptas en la Ila-<br />

mada "novela de <strong>in</strong>iciaciónn. Co<strong>in</strong>-<br />

cide con Núñez en la revalorización<br />

de El amor brujo, "una de las obras<br />

más complejas de Arlt", a la que<br />

Larra considerara "la más floja de<br />

todas sus novelas" seguramente por-<br />

que el protagonista no ejerce, como<br />

otros del autor, por lo menos una<br />

estrafalaria militancia <strong>in</strong>conformista<br />

y segán su facilidad para juzgar en<br />

las obras lo que se dice (autor, re-<br />

lator, cronista, personajes, etc.) y<br />

no aquello que su lenguaje revela.<br />

Gregorich señala, f<strong>in</strong>almente, que<br />

Arlt suDera tanto el rep-ionaliamo li-<br />

"<br />

terario como el asociacionismo psi-<br />

cológico, que importa una apertura<br />

narrativa que muchos novelistas pos-<br />

teriores, y aun actuales, aprovecha-<br />

ron.<br />

En suma, la crítica sobre Arlt <strong>in</strong>-<br />

cluye un primer niomento de justi-<br />

ficación, acorde wn postulados reformista~,<br />

que culm<strong>in</strong>a en el libro de<br />

Larra. Sus falencia son cnjuiciadas<br />

extrínsecamente por Murena, Sebreli<br />

y parte del número especial de Contorno.<br />

Masotta primero y Maldavsky<br />

ahora pr<strong>of</strong>undizaron -uno con método<br />

fenomenológico-exi S t en ci a 1 y<br />

otro con el aval psicoanalítico- el<br />

mensaje orig<strong>in</strong>ario subyacente. Noé<br />

Jitrik,l Adolfo Prieto: y sobre todo<br />

Angel Núnez y Luis Gregorich, colaboraron<br />

a ubicar y describir meior<br />

valores literarios <strong>in</strong>trínsecos aue<br />

desbaratan para siempre el <strong>in</strong>fundio<br />

de aue Arlt no sabía escribir oorque<br />

cometía faltas de ortografía y<br />

de s<strong>in</strong>taxis. Carecen de <strong>in</strong>terés. en<br />

cambio, los comentarios de ocasión<br />

en obras "académicas" (o tenidas<br />

momentáneamente por tales) como<br />

la HhrM & la literatura argent<strong>in</strong>a<br />

editada por Peuser, donde Camelo<br />

Bonet y Luis E. Soto recurren a la<br />

frasecita concialidora o paternal<br />

("es doloroso comprobar cómo las<br />

imposiciones de la vida dispersaron<br />

su fuerza, aunque s<strong>in</strong> anularla, en<br />

una producción apresurada, fruto<br />

sucesivo de la improvisación y del<br />

empeño casi delirantes" o "Tampoco<br />

tuvo tiempo de ordenar su magnífica<br />

fiebre creadora en los cuentos<br />

<strong>in</strong>cluidos en El iorobadito") va em-<br />

s .<br />

pleada a su tiempo por los manualis-<br />

l<br />

EDITORIAL<br />

DEL INSTITUTO NI<br />

Instituto Torcuato Di Tella<br />

La <strong>in</strong>vestigación en ciencias<br />

sociales aplicada a la realidad nacional<br />

y lat<strong>in</strong>oamericana.<br />

Novedades<br />

Libros:<br />

Hacer la Ambrica. Autobiografla<br />

de un <strong>in</strong>migante español en la<br />

Argent<strong>in</strong>a<br />

Historia de vida; <strong>in</strong>troducción,<br />

análisis y estudio sociol6gico de Juan<br />

F. Marsal; prólogo de G<strong>in</strong>o Germani;<br />

448 p., 7 ilus., $1.300.<br />

El proceso de urbanización en<br />

Ambrica desde sus orígenes hasta<br />

nuestros dlas - The Urbanization<br />

Pmcess <strong>in</strong> <strong>America</strong> from its Orig<strong>in</strong>s<br />

to <strong>the</strong> Present Day<br />

Dirigido por Jorge E. Hardoy y Richard<br />

P. Schaedel; textos presentados<br />

al 379 Congreso Internacional de<br />

Arnericanistas; 364 p., 20 mapas<br />

y gráficos, $1.900.<br />

Informes de Investigación (22 x 27 cm):<br />

Catalogo de estadisticas publicadas<br />

en la Repiiblica Argent<strong>in</strong>a (Parte 11).<br />

actualización y arnpliaci6n del<br />

trabajo de Lelia l. Boeri, por C. LI.<br />

de Azar y M. A. P<strong>in</strong>urno; 2 t.,<br />

1.240 p., $8.900. (Parte 1, 2 t., 824 p.,<br />

$3.500.)<br />

Materiales para e: estudio de la<br />

sociologfa politica en la Argent<strong>in</strong>a<br />

Darío Cantón, 2 t., 854 p., $5.350.<br />

Clase Obrera y Migraciones.<br />

Tres estudios<br />

M. Romano Yalour de Tobar, M. M.<br />

Chirico y E. Soubie; 174 p, $870.<br />

Metodologla para el planeamiento<br />

de la prov<strong>in</strong>cia de Rlo Negm<br />

Dirigido por Alejandro B. R<strong>of</strong>man;<br />

90 P., $600-<br />

Polltica de la tierra urbana<br />

y mecanismos para su regulación<br />

en América del Sur<br />

Jorge E. Hardoy, Raúl O. Basaldba<br />

y Oscar A. Moreno; 158 p., 7 mapas y<br />

gráficos, $1.100.<br />

La población urbana argent<strong>in</strong>a.<br />

Revisión crltica del metodo<br />

y los resultados censales de 1960<br />

César A. Vapñarsky; 206 p., $1.700.<br />

tas Juan P<strong>in</strong>to fPanorama de hz lite- Otms titulos en catalogo<br />

rara argent<strong>in</strong>a contemporár~iec~), y 1 Est~ctura f<strong>in</strong>anciera y desarrollo<br />

Germán García (La mela urgeneconómico<br />

t<strong>in</strong>a). Para -.___ la _ cultura burguesa <strong>of</strong>i- D. S. Bro<strong>the</strong>n, G. Di Tella, J. G.<br />

cial sime resultando molesto. Lo 1 Gurlev. E. S. Shaw y L. Solis M.;<br />

prueba que en los programas escolares<br />

se <strong>in</strong>cluya a Zogoibi y Don Se-<br />

El Parlamento argent<strong>in</strong>o en épocas<br />

gwtdo Sombra y se deseche El jugue- de cambio: 1890, 1916 y 1946<br />

te rabioso, consecuentemente olvida- D. Cantón; 212 p., $ 750.<br />

do -así como su autor- por el texto<br />

y reputad0 de<br />

S<strong>in</strong>dicato y Comunidad. DOS tip* de<br />


literatura argent<strong>in</strong>a<br />

LAS INVENCIONES<br />

DE BIOY CASARES<br />

esta relación personal ha des- significado de la presencia hu- valederamente sustituible por<br />

concertado a los críticos, en cu- mana: la relación de Borges con una pura apariencia (y acaso<br />

yas observaciones se suele re- sus personajes -<strong>in</strong>clusive cuan- no sea más consistente que una<br />

conocer la validez poética de do se presenta como <strong>in</strong>terlocu- ilusión fantasmal) ; pero, como<br />

Bioy Casares pero a menudo se tor de ellos- es más bien dis- quiera que sea, en Bioy Casares<br />

desdibuja su orig<strong>in</strong>alidad narra- tante e impersonal, es la mirada esta realidad plena de <strong>in</strong>certi-<br />

tiva, transformada en epígono de una div<strong>in</strong>idad que contempla dumbres es vivida por seres aná-<br />

de las fantasías borgianas. Al a sus criaturas como Si fueran logos a nosotros mismos, en<br />

Adolfo Bioy Casares llegar a este punto conviene se-- piezas de una compleja partida lugar de imag<strong>in</strong>ada por la con-<br />

La <strong>in</strong>vención de Morel ñalar que tanto Julio Cortázar de ajedrez en la que se enfrenta ciencia de una div<strong>in</strong>idad que<br />

Emecé, 198 págs. cuanto Koy Casares consigo mismo, su único adver- observa su creación como pasa-<br />

-quizá los creadores más signi- sario posible. Por contraste, en tiempo <strong>in</strong>telectual de un ocio s<strong>in</strong><br />

Plcm de evasión ficativos en quienes se puede Bioy Casares se desliza un ele- térm<strong>in</strong>o. A causa de ello, hasta<br />

Galerna, 176 págs. trazar la impronta de Borges- mento humano -hasta turbia- la dimensión estrictamente fan-<br />

dejan entrever que han trascen- mente humano, si se quiere- tástica de los relatos adquiere<br />

dido los recursos propuestos por que es presentado con s<strong>in</strong>gular una peculiar tensión existencial.<br />

exam<strong>in</strong>ar la producción de el maestro de sus ficciones. En- ' comprensión y dramática ironía : Cuando More1 resuelve disefiar<br />

Bioy hay lo tiéndase que, cuando se habla de nunca están ausentes el amor, el SU extraña maqu<strong>in</strong>aria, en ver-<br />

menos fundamenta- trascender un esquema artístico deseo, la angustia ante las ase- dad está librando una lucha<br />

les para <strong>in</strong>scribir en o filosófico, no se quiere signifi- chanzas del dest<strong>in</strong>o y de la desigual con el tiempo, que no es<br />

nombre de Jorge luis Bar- car en absoluto -como en el muerte. Al igual que Borges, maleable como lo concibe Hla-<br />

ges' La primera es de <strong>in</strong>dole progreso científico- un perfec- suele emplear la exposición en dik en "El milagro secreto" de<br />

'Or cuanto a un cionamiento que de algún modo primera persona e <strong>in</strong>clusive -al Borges, s<strong>in</strong>o que es el <strong>in</strong>exorable<br />

sector bastante y muy abroga la validez de la etapa aplicar este procedimiento- no transcurrir de que nos habla<br />

representativo de la literatura precedente; ello solamente en- desdeña el efecto de sorpresa; Donne -te11 nze, where aU l~gt<br />

-<br />

de ficción argent<strong>in</strong>a aun bis- traña, por el contrario, la mo- en cambio sus relatos no tien- Years are-, el verdadero gusade<br />

los dificación novedosa de una re- den a simular oralidad, s<strong>in</strong>o que no que corroe la vida, según la<br />

cuarenta años. La prosa de tórica o de un sistema de ideas adoptan el aspecto de observa- predilecta imagen manierista. A<br />

ha por 'gual, que confiere al discípulo una ra- ciones escritas, extraídas de su vez, lo que conduce a Castel,<br />

una superación de los procedizón<br />

de ser propia, cierta dimen- diarios, cartas, <strong>in</strong>formes o tes- en Plan de evasión, hacia sus<br />

mientos expositivos que se limi- sión personal que le otorga va- tamentos ; por añadidura, los experimentos aluc<strong>in</strong>antes dig- taban<br />

a' <strong>in</strong>genuo lores <strong>in</strong>confundibles e <strong>in</strong>depen- narradores imag<strong>in</strong>arios propor- nos de Frankenste<strong>in</strong> o del docde<br />

los y un dientes, s<strong>in</strong> desconocer en modo cionan, en sus testimonios, algo tor Moreau- es. paradójicaabandono<br />

lenguaje alguno la actualidad y mérito n-hs que los <strong>in</strong>strumentos para mente, una estremecida compa-<br />

'Om0 <strong>in</strong>strumento puramente Or- de la pauta que le sirvió de estructurar e <strong>in</strong>terpretar la tra- sión, un deseo casi morboso de<br />

namental; en su reemplazo, el<br />

ejemplo proporcionado por litrampolín.<br />

ma ficticia, ya que la entrecru- que los reclusos recobren esa<br />

bros como Hktoh unhersal de Uno de los rasgos en que Bioy zan con preocupaciones O emo- libertad de la cual se vieron prila<br />

<strong>in</strong>fancia y jvkchnes contribu- Casares se diferencia cabalmen- ci0nes personales : al supuesto vados, de que el hombre pueda<br />

YÓ de manera decisiva a formar te de Borges (y acaso lo mismo autor de los apuntes que consti- quebrar su prisión y tenga acuna<br />

conciencia clara de la fun- pueda decirse de Cortázar, en<br />

tuya La <strong>in</strong>velzciÓ?t de Morel es ceso a aquello que Blake descri-<br />

ción orgánica que deben poseer una dirección muy diferente) es imposible desv<strong>in</strong>cularlo de su bió como el "<strong>in</strong>menso mundo de<br />

los recursos l<strong>in</strong>güísticos en su la búsqueda constante -ya sea pasada fuga, y todavía menos de delicia cerrado Por nuestros c<strong>in</strong>-<br />

eficaz aprovechamiento litera- espontánea O deliberada- de 10s sentimientos por Faust<strong>in</strong>a, co sentidos"'-<br />

rio, a esclarecer la condición del 1 una densidad vital concreta. que 10 llevan a modificar mun- A1 mismo tiempo, presumible-<br />

escritor, cuya tarea consiste eni Borges,9emaAG-i el mlsmo do de ilusiones sensorias que lo mente atraído por las hipótesis<br />

el manejo de una sustancia de Bioy Casares, pertenece a la circunda en la isla aun cuando de J. W. Dunne acerca de series<br />

palabras que esta dest<strong>in</strong>ada a gran tradición de contadores de sabe que al <strong>in</strong>corporarse a las temporales simultáneas, Bioy<br />

dar consistencia y plausibilidad cuentos, en quienes la trama ar- imágenes- como parte de la <strong>in</strong>- Casares ha demostrado especial<br />

a las <strong>in</strong>venciones de la fantasía. gumental prevalece por encima cierta e <strong>in</strong>excrutable "existen- predilección por dramatizar la<br />

La segunda razón reviste un de la m<strong>in</strong>uciosa exploración de tia" de su m-nada- deberá existencia de planos simétricos<br />

carácter personal y deriva de la caracteres. Tal actitud, junto afrontar a breve plazo la ext<strong>in</strong>- o paralelos, en los que se van<br />

estrecha amistad que existe en- con el <strong>in</strong>cesante juego verbal y ción de aquello que todo mortal rerlejando o repitiendo análogas<br />

tre ambos autores y que los con un trasfondo de alusión eru- entiende Por "vida" ; a Nevers, secuencias de sucesos, si bien<br />

ha <strong>in</strong>ducido, con frecuencia, a dita o filosófica- medie fra- casi protagonista de Plan de eva- <strong>in</strong>evitables perturbaciones en el<br />

ensayár labores compartidas, a guada, a medias auténtim, a sGn, no podemos desligarlo de aspecto o la periodicidad de los<br />

subsumir las <strong>in</strong>dividualidades propósito nunca desl<strong>in</strong>dada-, los recuerdos de Irene Y del cm- ciclos acaban por desbaratar torespectivas<br />

en la ficticia mis- otorga a sus <strong>in</strong>venciones una ciente desasosiego --cargado de da teoría de un ordenamiento<br />

tencia de H. Bustos Domecq, de tesitura especulativa, una at- premoniciones- que trasunta su circular gobernado por un "eter-<br />

B. Lyncn Davis y de B. Suárez mósfera escrupulosamente cal- experiencia carcelaria. Los per- no retorno". En el cuento titula-<br />

Lynch o <strong>in</strong>clusive a urdir una culada de abstracción <strong>in</strong>telectual sonajes son, en consecuencia, do "La trama celeste" hallamos<br />

especie de juego de escondite que ha sido concebida al nivel mucho que vehículos para una Serie de Procesos cósmicos<br />

con el lector, orientado al <strong>in</strong>ter- de un puro nom<strong>in</strong>alismo. En configurar situaciones 0 acicates similares que sólo se diferencian<br />

cambio -o a simular el <strong>in</strong>- buena medida, el encanto y la para la especulación metafísica; entre sí a causa de ligeras vatercambio-<br />

de estilos y tem- validez de sus narraciones radi- el desenlace de La <strong>in</strong>vención de riantes. En La <strong>in</strong>vención de Moperamentos.<br />

La acción conjun- can en esta estrategia, que em- Morel nos <strong>in</strong>duce a sospechar re1 descubrimos la periódica<br />

ta de ese <strong>in</strong>flujo general y de pero posterga o dism<strong>in</strong>uye el que quizá la realidad humana es reiteración de las imágenes co-<br />

8 LOS LIBROS, agosto 1969


NOVEDADES PAIDOS<br />

BIBLIOTECA LETRAS MAYUSCULAS BIBLIOTECA PSICOLOGIAS BIBLIOTECA DE AMERICA LATINA<br />

DEL SIGLO XX<br />

El espacio literario Los planes de estabilización en la Argent<strong>in</strong>a<br />

Mourice Blonchot<br />

El método científico en psicología A. Ferrer, M. S. Brodersohn y otros<br />

El pensamiento de Sade C. W. Brown y E. E. Ghiselli<br />

P. Klossowski y otros<br />

El percepto del cuerpo<br />

Nueva novela lat<strong>in</strong>oamericana 1 S. Wapner, H. Werner y otros DE PROXIMA APARICION:<br />

M. Vorgos Lloso, J. L<strong>of</strong>forgue,<br />

A. Roma y otros<br />

Psicología de la comunicación<br />

G. A. Miller Lo mezcla de razas en la historia de<br />

Ka fka América Lat<strong>in</strong>a<br />

Mar<strong>the</strong> Robert Magnus Morner<br />

DE PROXIMA APARICION:<br />

De Ude a Sartre: Puntos de partida<br />

F. Jeonson<br />

Tiempo y noveia<br />

J. Pouillon<br />

BIBLIOTECA DE PSlCOLOGlA<br />

SOCIAL Y SOCIOLOGIA<br />

BIBLIOTECA MUNDO MODERNO<br />

El confticto ch<strong>in</strong>o-soviético<br />

G. F. Hudson y otros<br />

BIBLIOTECA DEL EDUCADOR<br />

CONTEMPORAN E0<br />

Las guerrillas en Arnbrica lat<strong>in</strong>a<br />

L. Mercier Vega Estudios de gramática estructural.<br />

A. M. Barrenecheo y M. V. Monacordo de<br />

Sexo y yoga Rosetti<br />

M. Vol<strong>in</strong> y N. Phelon<br />

Qué es el hombre<br />

A. Montogu según Piaget<br />

G. E. T. Hollowoy<br />

Concepción de la geometría en el niño<br />

Razón y videncia. Ciencia Ficción. Concepción del espacio en el niño<br />

Um década de pensamiento sartreano Realidad y psicoan&lisis según Piaget<br />

R. D. La<strong>in</strong>g y D. G. Cooper E. Goligorsky y M. Longer G. E. T. Hollowoy<br />

Lar herramientas de la ciencia social Pornografía, erotismo y literatura Antropología y educación<br />

John Modge David Loth C. K. Nicholson<br />

Sociología de la modernización.<br />

Estudios teóricos, metodológicas y aplicados<br />

a América lat<strong>in</strong>a<br />

La historieta en el mundo moderno<br />

O. Masotta<br />

Emoción y percepción en el niño pequeño<br />

Len Choloner<br />

G<strong>in</strong>o Germoni Las eacuelas comunitarias<br />

Podar y privilegio.<br />

Teoría de la mtificación rocial<br />

G. Lenski<br />

BIBLIOTECA LETRAS ARGENTINAS<br />

J. O. J. Vonden Bossche<br />

Introducción a la sociol~ia política<br />

Lo neurosis monta su espeetóculo<br />

B. Verbitsky<br />

BIBLIOTECA DEL HOMBRE<br />

R. Michels CONTEMPORANEO<br />

DE PROXIMA APARICION:<br />

Los estructuras elementobs dd parentesco<br />

C. Lévi-Strouss<br />

BIBLIOTECA BE PSlWMETRlA Y<br />

PSICODIAGNOSTICO<br />

Psicoanálisis de los ulcerows<br />

A. Gorrno<br />

Poder político y cambio estructural en lo<br />

Argent<strong>in</strong>a Lw tests proyectivot gráfico*<br />

Un símbolo vivo.<br />

Arquetipos, historia y sociedad<br />

J. Oyhonorte V. Hornrner A. Haber<br />

Los wígenes <strong>in</strong>telectuales da lo mvdueiós Diagnóstico Ronchach de la pononalidad<br />

francesa B. Klopfer<br />

D. Mornet<br />

BIBLIOTECA CIENCIA E HISTORIA<br />

DE LAS RELIGIONES<br />

BIBLIQTECA HISTORIA<br />

BIBLIOTECA DE CULTURA CLASICA<br />

h evolución del pensamiento judío<br />

b conquista del mundo matarid<br />

Los antiguos mor<strong>in</strong>or.<br />

J. B. Agus<br />

J. Nef . -<br />

Navegontes y guerreras 61 n#r en rl La libertad y el hombre<br />

Mterráneo de lo Antigüe&d Histwia dc los Estados Unidos de América J. Courtney Murroy, K. Rohher;<br />

Lionel Cosson H. C. Allen J. Y. Calvez y okos<br />

En su libreria y en<br />

LIBRERIAS PAIDOS<br />

Capital: Las Heras y Cánn<strong>in</strong>g Mar del Plata: San Luis 1838. Local<br />

(Galería Las Heras). 19 Galería Rivadavia.


espondiente a los acontecimientos<br />

de una semana. En "El<br />

perjurio de la nieve" otro relato<br />

breve, nos enteramos de que<br />

la estricta regularidad observada<br />

en un ámbito cerrado logra<br />

obstaculizar la acción del tiempo<br />

y ae la muerte, hasta que el<br />

ardid se quiebra por la <strong>in</strong>tromi-<br />

8ión de una presencia extraña<br />

al mecanismo. Puesto que las situaciones<br />

en líneas generales<br />

tienden a repetirse, un observador<br />

que no está sometido a ellas<br />

puede contemplarlas desde dist<strong>in</strong>tos<br />

hngulos, circunstancia que<br />

le confiere una especia de ubicuidad<br />

espacial, una visión calidoscópica<br />

de los acontecimientos<br />

muy parecida a la que recientemente<br />

ensay6 el grabador holandés<br />

M. C. Escher en algunas<br />

litografías (Macizo y hueco,<br />

Belvedere), que a juicio de Ernst<br />

Gombrich -en el último ensayo<br />

de sus Meditatwns on a Hobby<br />

orse-, revelan "la oculta complejidad<br />

de toda lectura de imágenes".<br />

Esta técnica expositiva<br />

ha seducido sobremanera a Ala<strong>in</strong><br />

Robbe-Grillet, quien no sólo declaró<br />

su admiración por Bioy<br />

Casares s<strong>in</strong>o que además evidentemente<br />

utilizó el ejemplo <strong>of</strong>recido<br />

para elaborar los enfoques<br />

experimentales que desarrolló en<br />

su novela Dans le iubyr<strong>in</strong><strong>the</strong> y<br />

en el guión de L'année derniere<br />

t-l Marhbad. Existe, empero,<br />

otro nivel en el que Bioy Casares<br />

utiliza una acumulación de<br />

planos paralelos, con resultados<br />

aún más <strong>in</strong>tr<strong>in</strong>cados y fasc<strong>in</strong>antes<br />

; éste ya no corresponde a las<br />

situaciones referidas en los relatos<br />

s<strong>in</strong>o a la presentación misma<br />

de la narración. Mediante la<br />

<strong>in</strong>troducción de diversos narradores<br />

que se superponen en la<br />

redacción o comentario de un<br />

mismo texto, el autor logra un<br />

efecto de sugestiva ambigüedad<br />

que nos hace sospechar <strong>in</strong>exactitudes<br />

deliberadas o quizá accidentales<br />

de los testigos imag<strong>in</strong>arios<br />

e <strong>in</strong>clusive la existencia<br />

de diferentes lecturas que podrian<br />

<strong>in</strong>tercambiarse, hasta lograr<br />

una pluralidad de dimensiones<br />

en la trama ficticia. En<br />

La <strong>in</strong>um-ón de Morel, por<br />

ejemplo. la narración nos expone<br />

~imultáneamente los temores de<br />

un prófugo, el funcionamiento<br />

de un mecanismo <strong>in</strong>sólito y sus<br />

posibles consecuenciw, la <strong>in</strong>-<br />

reducción del narrador en la<br />

actividad de la máqu<strong>in</strong>a de im-<br />

presiones sensorias, las observa-<br />

iones aparentemente triviales<br />

del editor. En "El perjurio de la<br />

iieve", Villafañe omite decirnos<br />

que Oribe plagió la aventura que<br />

él mismo no confiesa, actitud<br />

que trata de esclarecer Alfonso<br />

Berger Cárdenas -cuyas <strong>in</strong>icia-<br />

les no en vano co<strong>in</strong>ciden con las<br />

del autor real-, un albacea lite-<br />

rario que llega a resultarnos<br />

desconfiable. Por su parte, en<br />

"La trama celeste" conocemos<br />

lo sucedido al capitán Ireneo<br />

Morris a través del testimonio<br />

que el doctor Carlos Alberto<br />

Servian, un homeópata armenio<br />

nacido en Rauch que declara su<br />

<strong>in</strong>veterado odio por los turcos,<br />

ha enviado a un anónimo autor,<br />

junto con las obras completas<br />

de Blanqui y "un anillo de escaso<br />

valor" en el fondo de cuya pie-<br />

dra "se veía una diosa con ca-<br />

beza de caballo". Por último,<br />

corresponde señalar que el texto<br />

más complejo quizá sea el de<br />

Plan de evasidn : el material ori-<br />

g<strong>in</strong>al se compone de la corres-<br />

pondencia enviada por Nevera,<br />

la exactitud de cuyas apreciacio-<br />

nes ignoramos; a ello se agrega<br />

un par de cartas de Xavier Bris-<br />

sac, en transcripción fragmen-<br />

taria; pero la versión de estas<br />

fuentes no es directa, pues han<br />

sido reelaboradas por una ter-<br />

cera persona que tiene un <strong>in</strong>te-<br />

rés directo en desdibujar su<br />

responsabilidad en un asunto de<br />

familia que sólo se presenta en<br />

forma <strong>in</strong>cidental. Lo notable es<br />

el hecho de que, a partir de una<br />

composición tan <strong>in</strong>tr<strong>in</strong>cada, Bioy<br />

Casares logre como resultado<br />

narraciones absolutamente co-<br />

herentes y claras, pese a la dosis<br />

<strong>in</strong>tencional de equívocos apa-<br />

rentes.<br />

En las observaciones prece-<br />

dentes, hemos utilizado pocas<br />

ilustraciones de la narrativa de<br />

Bioy Casares. Excluidos algunos<br />

escritos juveniles y varias obras<br />

en colaboración, al comienzo de<br />

La otra aventura - su reciente<br />

volumen de ensayos- este autor<br />

reconoce la paternidad de otros<br />

nueve libros, producción que es-<br />

tá muy lejos de resultar abulta-<br />

da si se piensa que abarca unos<br />

tre<strong>in</strong>ta años de labor. Al resistir<br />

las tentaciones de una fácil pro-<br />

digalidad, Bioy Casares ha lo-<br />

grado, en cambio, un difícil y<br />

casi perfecto equilibrio, una ri-<br />

ca y laberíntica concentración,<br />

que pocas veces se ha dado tan<br />

venturosamente en la literatura<br />

hispanoamericana.<br />

<strong>in</strong>formación<br />

LA HISTORIA DE EVA PERON<br />

Jaime Rest<br />

Roberto Vacca y Otelo Borroni ha1<br />

concluido una vo!um<strong>in</strong>osa Historia dc<br />

Eva Per6n que será ~ublicada ,por Cdi<br />

torial Galerna y que constituye la m&:<br />

amplicx y completa <strong>in</strong>vetigación sobrt<br />

el tema realizcda hasta el presente. LC<br />

obra, por su magnitud, comprender(<br />

dos tomos. El primero estará compuestc<br />

con material documental, testimonios 1<br />

op<strong>in</strong>iones e <strong>in</strong>cluye una detallada,cro<br />

nología de su vida <strong>in</strong>tercalada con lc<br />

de Juan Perón. El segundo volumen es<br />

t6 formado por una selerrión de ma<br />

terial gráfico -nacional y extranjeroque<br />

s<strong>in</strong>tetiza la evolución de Eva Pe.<br />

rón a trav6s de sus momentos más tras.<br />

cendentes en el plano político y per<br />

sonal: 380 fotografías en su mayoríc<br />

<strong>in</strong>bdifas. -<br />

Historia de Eva Per6n -algunos an<br />

ticipos de la cual aparecieron recien<br />

temente en el semanario Siete Diae<br />

será publicado casi simultáneamentt<br />

en Estados Unidos, Francia, Inglaterrc<br />

e Italia, mientras están en gestión otra:<br />

traducciones.<br />

LIBROS MOMENTO<br />

Robert J. Alexander<br />

AMERICA LATINA, HOY<br />

[La tierra, la población, la economía,<br />

el trabajo, la sociedad; ej6rcitos,<br />

educación, poiltica)<br />

Raúl H. Cadagn<strong>in</strong>o<br />

TE0Ri.A DEL TEATRO<br />

(Introducción a modos actuales de<br />

conocimiento del arte dramático)<br />

Raúl H. Castagn<strong>in</strong>o<br />

EL CJRCO CRIOLLO<br />

(Colección Clásicos<br />

Hispanoamericanos, n? 18)<br />

Raúl H. Castagn<strong>in</strong>o<br />

TEATRO ARGENTINO<br />

PñEMORElRISTA<br />

(Colección Clásicos<br />

Hispanoamericanos, no 19)<br />

Jos6 Chudnovsky<br />

DIOS ERA VERDE<br />

(Con prólogo de<br />

Miguel Angel Astun-)<br />

He<strong>in</strong>z Eulau<br />

LA PERSUASON<br />

Y EL COMPORTAMIENTO<br />

EN LA POLmCA<br />

(El más serio <strong>in</strong>tento de organizar una<br />

ciencia política pura basada en<br />

la conducta del hombre)<br />

Pedro Inchauspe<br />

REIVINDICACION DEL GAUCHO<br />

(Ensayos, disquisiciones folklóricas<br />

y cuentos)<br />

Alejandro Losada Guido<br />

MARTIN FIERRO.<br />

HEBOE, MITO, GAUCHO<br />

(Introducción a una lectura significativa<br />

del Poema)<br />

Juan Mcuiuel de Rosas<br />

INSTRUCCIONES A LOS<br />

MAYORDOMOS DE ESTANCIAS<br />

(Con una biografía del autor,<br />

por Pedro de Angelis)<br />

Raúl Scaiabr<strong>in</strong>i Ortk<br />

BASES PARA LA<br />

RECONSTRUCCION NACIONAL<br />

(El testamento polltico-económico<br />

de Scalabr<strong>in</strong>i Ortiz)<br />

Robert Theobald<br />

LOS RICOS Y LOS POBRES<br />

(Un estudio sobre la economía<br />

db las expectativas nacientes)<br />

Guülemro A. Terrera<br />

SOCIOLOGIA Y VOCABULARIO<br />

DEL HABLA POPULAR<br />

ARGENTINA<br />

Guülermo A. Terrera<br />

TRATADO TEORICO-PRACTICO<br />

DE SOCIOLOGIA<br />

(Para universidades y colegios<br />

superiores)<br />

Oscar A. Uriondo<br />

UN ENIGMA ACTUAL<br />

(Los objetos aéreos no identificados)<br />

Oscm A. Uriondo<br />

EL PROBLEMA CIENTETCO<br />

DE LOS OVNI<br />

(Un enfoque metódico y preciso de<br />

testimonios reales observados,<br />

técnicos y aún científicos)<br />

En librerías y. en<br />

EDITORIAL PLUS ULTRA<br />

Comentes 569 - lo TeL 49-1532/0151<br />

LOS LiBROS, agosto 19-W


Cuando Juan, presuntamente <strong>in</strong>fluido<br />

por su <strong>of</strong>icio, confunde la<br />

traducción de Je voudrais un chhteau<br />

saignant, comienza a ordenarse<br />

un territorio donde se desliza la<br />

lectura de 62. Ese territorio, cuyas<br />

coordenadas se enuncian en las primeras<br />

pág<strong>in</strong>as del libro, configura<br />

un modelo de pensamiento, de comprensión<br />

del mundo, que se <strong>of</strong>rece<br />

como opción al lector. El agregado<br />

de "Modelo para annar" que erróneamente<br />

se lo considera un todo<br />

con el título de la novela de Cortázar,<br />

ha llevado a irrecuperables equívocos<br />

a buena parte de los críticos:<br />

se ha querido ver las piezas de un<br />

más o menos <strong>in</strong>genioso rompecabezas<br />

o las hojas sueltas de un libro<br />

que podría <strong>in</strong>tercambiar párrafos o<br />

personajes; se trata, en realidad, de<br />

un material perfecta y unívocamente<br />

organizado que, en lugar de ostentar<br />

su brillo aluc<strong>in</strong>ante, ha preferido<br />

desnudar los ejes de cristalización<br />

para que cada uno imag<strong>in</strong>e (lea)<br />

un resultado.<br />

l. El primer chiteau que aparece<br />

(apócope que los paris<strong>in</strong>os efectúan<br />

cuando solicitan un chateaubriand<br />

en el restaurante), <strong>in</strong>terpretado paródicamente<br />

como "Quisiera un castillo<br />

sangriento" en lugar del correcto<br />

"sangrante", constituye el primer<br />

elemento de una constelación en la<br />

que se resume -a nivel del lenguaje-<br />

un sistema <strong>in</strong>descriptible para<br />

las pautas de la lógica corriente.<br />

En el espacio constituido por el texto<br />

se suman otros chateau: el conjunto<br />

establece la lógica <strong>in</strong>terna de ese<br />

texto; la s<strong>in</strong>taxis no se esfuerza en<br />

la "representación" del mundo exterior,<br />

s<strong>in</strong>o en el cumplimiento de<br />

una verdad presidida por los significantes.<br />

estere<strong>of</strong>ónico. El sentdo de la com-<br />

pra del libro se realiza posterior-<br />

mente, pero no en una sucesión lógi-<br />

co-temporal s<strong>in</strong>o en un presente tex-<br />

tual donde cesa la relación causa/<br />

efecto y donde se afirma una estric-<br />

ta dependencia entre los elementos<br />

significantes. En el restaurante, Juan<br />

lee, aparentemente por azar, el nom-<br />

bre de Chateaubriand, impreso en el<br />

libro. S<strong>in</strong> solución de cont<strong>in</strong>uidad<br />

-y en un silencio que se hace es-<br />

pecialmente para que el sonido ocu-<br />

rra- oye la voz que solicita un<br />

chatmu, levanta la cabeza y ve en<br />

el espejo la imagen del comensal<br />

gordo (no al comensal, s<strong>in</strong>o su re-<br />

flejo especular: un significante del<br />

gordo) : "Juan había abierto el libro<br />

para enterarse s<strong>in</strong> mayor <strong>in</strong>terés de<br />

que en 1791 el autor de Atala y de<br />

Re& se había dignado contemplar<br />

las cataratas del Niágara, de las que<br />

dejaría una descripción ilustre. En<br />

ese momento (estaba cerrando el li-<br />

bro porque no tenía ganas de leer<br />

y la luz era pésima) oyó dist<strong>in</strong>tamen-<br />

te el pedido del comensal gordo y<br />

todo se coaguló en el acto de alzar<br />

"<br />

los ojos y descubrir en el espejo la<br />

imagen del comensal cuya voz le<br />

había llegado desde atrás".<br />

B. Juan es, en def<strong>in</strong>itiva, un en-<br />

trecruzamiento de textos: el lugar<br />

donde se anudan los significantes<br />

que nombran a los personajes de la<br />

novela. En este sentido, el pedido del<br />

comensal y la libre traducción ("cas-<br />

tillo sangriento7') estaban presentes<br />

desde la evocación "<strong>in</strong>motivada" de<br />

Frau Marta, quien repite la función<br />


presencias<br />

Witold diría: iBah, bah! soy un escritor nacido en el sur de Polonia<br />

en 1904 y que he escrito Notas de Adolescencia en 1935, Ferdydurke en LEER A<br />

1937 v , des~ués -más allá de las fechas: Yvonne. la Pr<strong>in</strong>cesa de Boreo- I<br />

.,<br />

ña, La Boda, Trasatlántico, Pornografía. Suspenso. En 1967 obtengo el<br />

Prix International de Littérature, con mi novela Kosmos. El 25 de julio<br />

de 1969 me verificaron muerto.<br />

La Opereta (título de un libro en que Gombrowicz trabajaba desde<br />

hace años) concluyó para él y quedó S& term<strong>in</strong>ar para nosotros.<br />

Hablamos de los textos ¿y Witold? Se ha encargado de completar<br />

su fuga hacia las palabras y nos ha dejado un espacio cargado de sip-<br />

nos proponiendo lo único que tiene sentido: escribir sobre la escritura<br />

de Gombrowicz. Es decir, leerlo en esos signos que fueron su pro-<br />

puesta. Ya que Gombrowicz es textual para nosotros, podemos liberarnos<br />

de él haciéndolo existir plenamente ¿y hay otra manera de liberarse de<br />

un texto que no sea el re-conocimiento que produce otro texto? Gom-<br />

browicz se negaba a dejar la ficción hablando por sí misma, era un<br />

enamorado de los prefacios.<br />

Se imprimirán palabras -<strong>in</strong>cluso estas- sobre la muerte de Gom-<br />

browicz telegramas, esta cotidianidad latente y espesa cont<strong>in</strong>uará ¿carta<br />

de editores? ¿derechos de autores? jexigencias de la viuda? ¿algo. . .<br />

del gobierno polaco? La <strong>in</strong>madurez la forma, el cuculato. ¿Cómo va a<br />

defenderse si lo dieron por muerto?<br />

Nosotros volvamos a los textos, tratemos de pensar la existencia de<br />

Ferdydurke en 1937, su historia posterior. En 1947 Editorial Argos<br />

publica la primera edición castellana y a Gombrowicz le gusta poner el<br />

nombre de los 21 traductores del polaco. "Debo también eterno agrade-<br />

cimiento a un simpatiquísimo señor, ya de edad y muy aficionado al<br />

billar, que en un momento de feliz <strong>in</strong>spiración me procuró la al abra<br />

remover de la cual me había olvidado por completo".<br />

En-1963, después de más de ve<strong>in</strong>te años. Gombrowicz se fue de la<br />

Argent<strong>in</strong>a y las mesas de saldo siguieron vendiendo Ferdydurke a 150<br />

pesos. ¿Por qué hablar tanto de Ferdydurke? Gombro~vicz respondió en<br />

una entrevista diciendo que había escrito este solo libro y que lo repetía<br />

porque le pagaban nuevamente y porque nunca term<strong>in</strong>aríamos de enten-<br />

derlo. Pero también nos avisa contra la mitología de su vida de <strong>in</strong>com-<br />

prendido: "En mi situación no podía s<strong>in</strong>o elegir entre el lamento y la<br />

diversión. Escogí la diversión, pero confieso que quizás me divertía en<br />

exceso y demasiado bien". Y nos reenvía: "Ko. ¿París, después de tre<strong>in</strong>ta<br />

y c<strong>in</strong>co años? Xo. No quiero reconocerlo.. . Estoy encerrado y con-<br />

sumido".<br />

La muerte de Gombrolvicz abre sus textos, la palabra que se ha-<br />

blaba en y por él se ha fijado en la escritiira exirriendo como respuesta<br />

una lectura. ¿La nuestra? Gombrowicz. en el prblo~o a la primera edición<br />

castellana de Ferdydurke, recomienda un código de tres gestos<br />

para evitar palabras: "Callaos, pues, os ruego. Callaos en espera de un<br />

futuro mejor. Por el momento -si queréis expresar que os gustótocad<br />

sencillamente, al verme, vuestra oreja derecha. Si os ayarráis la<br />

oreja izquierda sabré que no os agradó, y la nariz significar5 que<br />

vuestro juicio está en el medio. Con un leve y discreto movimiento de la<br />

mano agradeceré esta atención para con mi obra y ací evitando situaciones<br />

<strong>in</strong>cómodas y aun ridículas, nos comprenderemos en silencio. Jluchos<br />

saludos a todos". Y en Pornografías "Escribo para que nos enteiidamos.<br />

No quiero encontrarme solo del todo solo adelante.<br />

Cuando uno está solo, no puede tener la certidumbre, por ejemplo,<br />

de no haberse vuelto loco. Siendo dos -ya es dist<strong>in</strong>to-. Dos se dan<br />

seguridad y garantías objetivas. ;Siendo dos no se vuelve uno loco!<br />

No tengo ese miedo. Porque sé que no podría volverme loco. Aunque<br />

quisiera. Es cosa concluida para mí soy un anti-loco. Quiero asegurarme<br />

contra otra cosa, tal vez más seria, a saber,una cierta anomalía<br />

por así decir, una cierta multiplicación de las posibilidades que se produce<br />

cuando uno se aleja y se desvía del cam<strong>in</strong>o único, el lícito.. .<br />

¿comprende? No tengo tiempo para precisiones. Si tuviera que dispararme<br />

de la tierra a otro planeta, o aunque solo fuera a la luna. preferiría<br />

que otro me acompaííara -si no por otra cosa. para que mi<br />

humanidad pudiera mirarme en algo."<br />

Ahora nos toca a nosotros mirarnos en Gombrowicz.<br />

Germán Garcia<br />

GOMBROWICZ<br />

12 LOS UBROS, agosto 1969<br />

-- - -


c<strong>in</strong>e<br />

ESCRITURA Y CINE:<br />

DOS TIEMPOS VERBALES<br />

La primera comprobación de quienes<br />

se propusieron comparar el lenguaje<br />

del c<strong>in</strong>e y el de la literatura<br />

sigue siendo válida: la palabra connota,<br />

la imagen - denota. El texto escrito<br />

suscita en el lector ecos que<br />

la imagen prevé, fija, agota.<br />

"David y Lucien estaban cerca de<br />

la ventana emplomada del patio, en<br />

el momento en que, hacia las dos,<br />

cuatro o c<strong>in</strong>co obreros abandonaron<br />

el taller para ir a cenar. Cuando el<br />

patrón vio a su aprendiz cerrar la<br />

puerta con campanilla que daba a la<br />

El texto no vuede s<strong>in</strong>o enumerar<br />

cada uno de los elementos que recoge,<br />

ordenarlos sucesivamente en una<br />

línea que es la del discurso verbal.<br />

El modesto ejemplo usado en el párrafo<br />

segundo ya sugiere que, como<br />

la paradoja de Zenón, será imposible<br />

agotar verbalmente las precisiones<br />

que la imagen denota, porque<br />

cada una estalla sucesivamente, <strong>in</strong>agotablemente,<br />

en otras nuevas. La<br />

imagen las <strong>in</strong>cluye, casi con desenvoltura,<br />

en un solo cuadro, donde, si<br />

bien la atención del espectador no<br />

brevísimas. los muestran en dist<strong>in</strong>- trucción del film), se revelará <strong>in</strong>sufitas<br />

actitudes que se excluyen entre ciente para comprender al c<strong>in</strong>e mosí<br />

y en un orden temporal disconti- derno (a los films hechos como a<br />

nuo: "une sorte de séquence poten- los films posibles) porque en el citielle"<br />

(Christian Metz) , "<strong>the</strong> first ne sonoro coexisten sistemas de sigsequence<br />

ever shot <strong>in</strong> <strong>the</strong> conditional nos diferentes. La imagen misma<br />

tense" (Richard Roud). Pero, aun puede <strong>of</strong>recer a) una imagen proadmitiendo<br />

esta extensión del "modo piamente dicha y b) textos propuespotencial",<br />

cabe señalar que el as- tos para la lectura. Estos, a su vez,<br />

pecto verbal está sugerido por la pueden estar dirigidos al espectador<br />

swesión contradictoria de imágenes: en forma convencionalmente <strong>in</strong>forcada<br />

una. mientras dura sobre la mativa ("Londres, 1876", "Pasaron<br />

pantalla, es cierta, en un presente ' c<strong>in</strong>co años" o cualquier otra precidel<br />

<strong>in</strong>dicativo sólo modificado Dor sión parecida; también, textos más<br />

calle, llevó a Lucien al patio, como las descifra exhaustivamente, sabe la yuxtaposición con otra imagen prolongados que resumen, por ejemsi<br />

el olor de los papeles, los t<strong>in</strong>teros, captar un todo s<strong>in</strong>tético en el que que la contradice. El modo verbal. plo, los antecedentes históricos o ficlas<br />

prensas y las maderas viejas cualquier variación, aun <strong>in</strong>discerni- por lo tanto, surge de la <strong>in</strong>congruen- ticios de un episodio, o citan a modo<br />

le hubiesen resultado <strong>in</strong>soportable" ble, modifica las relaciones del con- cia semántica de una imagen con de epígrafe un texto literario) y<br />

(Illusions ~erdms, primera parte, ca- iunto.<br />

otra, y no está en cada una de ellas pueden ser los que lee un personaje<br />

pítulo "Une imprimerie en prov<strong>in</strong>- Al mismo tiempo, en esa <strong>in</strong>capa- como en el verbo que dice una ac- en la ficción y la cámara alcanza<br />

ce"). La traducción en imagen de este cidad de la palabra para dar cuenta ción. El texto puede decir: "escapa- servicialmente al espectador para<br />

párrafo analizaría ad <strong>in</strong>f<strong>in</strong>itum cada<br />

elemento: el aspecto de David y de<br />

de la superficie de toda (cualquier)<br />

percepción reside su poder: le perría<br />

de este modo" y "escaparía de<br />

este otro"; la imagen sólo puede depermitirle<br />

participar en la situación<br />

(cartas, periódicos, una dirección<br />

Lucien (no sólo sus rasgos, su ropa mite desentenderse de trivialidades cir "escapo de este modo" e, <strong>in</strong>me- anotada en un trozo de papel). La<br />

en ese momento; tambikn sus ptos, que la imagen no puede eludir; és- diatamente, "escapo de este otro", banda sonora no sólo recoge a) múel<br />

andar o las actitudes en la <strong>in</strong>movi- ta, en cambio, aun severamente des- ~rovocando con esta contradicción sica, <strong>in</strong>cidental o de acompañamienlidad),<br />

la ventana emplomada ( isus<br />

cristales tienen forma de losanjes?<br />

pojada, difícilmente alcanzará una<br />

austeridad tan estricta como la paun<br />

modo ilusoriamente potencial.<br />

La imagen c<strong>in</strong>ematográfica puede<br />

to, y b) ruidos, en clave naturalista<br />

(motivados por la acción visible) o,<br />

¿son de colores? ¿permiten ver el labra. "David y Lucien". ante el len- <strong>in</strong>tentar la abstracción por medio de aunque éste sea un uso poco pracpatio?<br />

;cómo es éste?), los cuatro o te de la cámara, son dos cont<strong>in</strong>entes una depuración de los elementos vi- ticado, expresionista; s<strong>in</strong>o también<br />

c<strong>in</strong>co obreros que en la imagen se- que mantienen en difícil pero soste- suales, pero no alcanzará el plano c) la palabra misma en diversas<br />

rán, <strong>in</strong>eludiblemente, cuatro o c<strong>in</strong>co, nido equilibrio <strong>in</strong>numerables parti- del razonamiento di~cursivo puro, en claves : diálogo, narración en <strong>of</strong>f,<br />

figuras dist<strong>in</strong>tas, con el taller que<br />

abandonan y la calle (¿hay sol o<br />

cularidades, que los nombres David<br />

y Lucien han desprendido de un<br />

el que la palabra se mueve con<br />

naturalidad; ésta, a su vez, puede<br />

monólogo <strong>in</strong>terior.<br />

La capacidad del c<strong>in</strong>e actual para<br />

está nublado?) a la que <strong>in</strong>gresan contexto anterior, o no, que han po- apelar a la metáfora y a la descrip- explorar y codificar su propio sistecomo<br />

térm<strong>in</strong>os visibles del acto "sa- dido suscitar en el lector, o no, por ción, <strong>in</strong>stancias de "imagen" verbal, ma reside no tanto en la suma de<br />

lir".<br />

su capacidad de nombrar s<strong>in</strong> mos- pero en ambos casos la eficacia de estos órdenes parciales s<strong>in</strong>o en un<br />

No es necesario proseguir la des- trar.<br />

estos recursos, de poesía o precisión campo fluctuante pero no impreciso,<br />

composición: por otra parte apenas Corolarios. Jean Ricardou: Si la devenderá más de lo me mantienen determ<strong>in</strong>ado por las relaciones posiesbozada,<br />

de una cita tan breve.&<br />

L<br />

rareza (o, por lo menos, la limita- tácito que de lo que nombran. bles entre esos órdenes: suerte de<br />

imagen c<strong>in</strong>ematográfica <strong>in</strong>dividualiza ción) de los objetos descriptos por Por ello el c<strong>in</strong>e resulta más propi- variable espacio central, donde se<br />

todo lo que la palabra iehusa par- el novelista es necesaria; la de los cio para la creación poética, donde contrapone a la naturaleza sucesiva y<br />

ticularizar; s<strong>in</strong> embargo, no es exac- objetos filmados es conthgente. Pier juegue más plenamente el carácter concreta de la imagen la capacidad<br />

to suponer en la mente del lector una Paolo Pasol<strong>in</strong>i: El escritor utiliza mágico, o simplemente imag<strong>in</strong>ario, de abstracción de la palabra, para<br />

tarea de compensación, equivalente signos que están (deben estar) reco- de la imagen convocada y suscitada. impugnarla o corroborarla, y se juea<br />

la de colorear un libro de dibuios gidos en un diccionario, eq decir:<br />

<strong>in</strong>fantiles. Es, más bien, en un limbo 1 cuya limitación es obvia. El director<br />

impreciso entre el signo (la palabra ! de c<strong>in</strong>e opera con signos <strong>in</strong>numera-<br />

Aunque ya E<strong>in</strong>ste<strong>in</strong> se consideraba<br />

capaz de filmar El capital, sólo recientemente<br />

se han comenzado a exga<br />

con la duración de ambos discursos.<br />

escrita) y el resultado de la operación<br />

llamada lectura donde la con- '<br />

bles para los que la idea misma de<br />

diccionario es impensable.<br />

plorar las posibilidades de que el<br />

c<strong>in</strong>e acceda a registros (como el ennotación<br />

opera libremente y cada<br />

lector responde con diversa litera-<br />

La imagen c<strong>in</strong>ematográfica, por<br />

otra parte, vive en un perpetuo presayo)<br />

que tradicionalmente habita<br />

la palabra. Y el <strong>in</strong>terés de estos en-<br />

Edgardo Cozar<strong>in</strong>sky<br />

lidad a su estímulo.<br />

Y, s<strong>in</strong> embargo, tanto la pág<strong>in</strong>a<br />

escrita como el trozo de celuloide<br />

impreso parecerían sufrir, aun rehusar.<br />

el carácter de los límites donde<br />

reside su <strong>in</strong>transferible riqueza,<br />

tender hacia las posibilidades del<br />

otro: <strong>in</strong>alcanzables, pero en cuya<br />

busca se cumple esa exploración de<br />

sente del <strong>in</strong>dicativo : su ca~acidad sayos (ya mezclen ficción, "docude<br />

mostrar una acción en el proceso mental", encuesta o expotición dide<br />

cumplirse es, también, su don y dáctica) no depende de su capacidad<br />

su límite. Tiempos y modos verbales para traducir un proceso verbal s<strong>in</strong>o<br />

le son ajenos, excepto en clave me- del descubrimiento de cam<strong>in</strong>os protafórica,<br />

no implícitos en la misma pios para avanzar hacia una meta<br />

acción mostrada. También aquí el común desde dist<strong>in</strong>tos puntos de par-<br />

- -<br />

<strong>in</strong>tento de desafiar estos Iímites los tida.<br />

confirma e ilustra las posibilidades Todo análisis fundado exclusivalas<br />

posibilidades propias, que confirma<br />

aquellos límites en el acto<br />

mismo de ponerlos a prueba y los<br />

agota al demostrarlos.<br />

de un lenguaje.<br />

En la secuencia de Pierrot le fou<br />

(Godard), donde Belmondo y Kar<strong>in</strong>a<br />

huyen de París, las imágenes,<br />

mente sobre las propiedades de la<br />

imagen, aun del montaje (entendido<br />

como compag<strong>in</strong>ación de una imagen<br />

con otra o como pr<strong>in</strong>cipio de cons-<br />

LOS LIBROS, agosto 1969


--- -- - .-<br />

antropología<br />

ESTRUCTURALISMO<br />

E HISTORIA<br />

Claude Lévi-Stmuss<br />

Antropología estructural<br />

Eudeba, 1968,371 pp.<br />

El uso de la noción de estruc-<br />

tura en las ciencias sociales está<br />

lejos de ser unívoco. Más allá de<br />

las denotaciones vec<strong>in</strong>as que en-<br />

cuentra el térm<strong>in</strong>o, puede hacer-<br />

se una gran dist<strong>in</strong>ción: en algu-<br />

nos autores, la estructura es una<br />

propiedad real de las relaciones<br />

sociales; en otros, es un modelo<br />

para estudiar la realidad social.<br />

Así, los primeros muestran una<br />

estructura existente en el juego<br />

de las relaciones sociales; los<br />

segundos, en cambio, consideran<br />

a éstas como materia prima a<br />

partir de la cual se construye el<br />

modelo estructural. Esto no sig-<br />

nifica que en la primera concep-<br />

ción no se utilicen -en tanto<br />

hay selección y control de da-<br />

tos- modelos, ni que la segunda<br />

superponga los suyos a una rea-<br />

lidad de otro modo amorfa. Sí en<br />

cambio que puestos a obrar con<br />

la materia social, unos encuen-<br />

tran la estructura en el nivel de<br />

acción de los actores y otros en<br />

un nivel segundo en el que esa<br />

acción, las relaciones que <strong>in</strong>stau-<br />

ra, etc., son descompuestas y<br />

luego recompuestas siguiendo<br />

otro plan. Este plan es "cons-<br />

truido" en el sentido de que su<br />

diseño no se corresponde con las<br />

situaciones vividas por los ac-<br />

tores o con las relaciones <strong>in</strong>me-<br />

diatas que ellos mantienen, s<strong>in</strong>o<br />

que busca satisfacer las propie-<br />

dades formales del modelo. Aho-<br />

ra bien, tal modelo, lejos de ser<br />

arbitrario "debe dar cuenta de<br />

todos los hechos observados" 1.<br />

Esta última corriente -que<br />

tiene en Lévi-Strauss uno de sus<br />

representantes más destacados-<br />

se <strong>in</strong>spira declaradamente en los<br />

modelos de la l<strong>in</strong>güística, disci-<br />

pl<strong>in</strong>a que hace medio siglo, con<br />

Saussure, sentó las bases de un<br />

estudio estructural de los hechos<br />

sociales a partir de su descubri-<br />

miento de que la lengua es un<br />

shtema "en el que todas las par-<br />

tes pueden y deben considerarse<br />

en su solidaridad s<strong>in</strong>crónica" 2.<br />

Los posteriores desarrollos de la<br />

fonología (desde Trubetzkoy)<br />

demostraron que para formular<br />

relaciones necesarias en los hechos<br />

de la lengua había que pasar<br />

del estudio de los fenómenos<br />

conscientes al de su <strong>in</strong>fraestructura<br />

<strong>in</strong>consciente. Extendiendo<br />

el procedimiento a otros campos<br />

de <strong>in</strong>vestigación de lo social,<br />

parece claro que dicha <strong>in</strong>fraestructura<br />

sólo puede aparecer<br />

desplazando la atención desde el<br />

marco vivido Y sabido por los<br />

manifiesta, más difícil será cap<br />

tar la estructura pr<strong>of</strong>unda, pues-<br />

to que entre el observador y su<br />

objeto se erigirán como obstácu-<br />

los los modelos conscientes. Pero<br />

el hecho de que éstos existan<br />

tampoco es <strong>in</strong>diferente para la<br />

elaboración del modelo científi-<br />

co: también ellos son significa-<br />

tivos y en ese sentido <strong>in</strong>tegran,<br />

como un elemento más, los he-<br />

chos que debe explicar el obser-<br />

vador. La estructura sólo ~odrá<br />

actores hacia la base <strong>in</strong>c6nscien- ser "puesta en evidencia" Qupete<br />

que sostiene la complicada rando el objeto <strong>in</strong>mediato 'r consred<br />

de sus relaciones y bus con- truyendo Ün "superobjeto" que<br />

ductas.<br />

no es s<strong>in</strong>o una estructura lac<br />

Una regia matrimonial, un ri- tente. Esta, considerada como<br />

to, una forma de organización modelo, no se <strong>in</strong>duce de los<br />

social, son modalidades por las fenómenos observados : es conscuales<br />

los hombres otorgan una truida mediante operaciones forsignificación<br />

a la vida social. Pe- males que ponen en juego funro<br />

la significación otorgada no se ciones matemáticas; el cálculo<br />

agota en el saber consciente que de sus valores, en un momento<br />

ellos tienen de tales modalida- dado, puede <strong>of</strong>recer una base<br />

des. Los elementos significativos para la previsión.<br />

son fragmentos a los que se con- Estamos pues, muy lejos de<br />

cede un sentido "<strong>in</strong>terior" a la la "verdadera y significativa<br />

cultura en que los hombres vi- analogfa" entre la estructura orven.<br />

Comparando la diversidad gánica y la estructura social.<br />

de esos sentidos en cierto nú- Para la corriente que mencionamero<br />

de sociedades, se pone de mos en primer lugar, y que<br />

manifiesto una v<strong>in</strong>culación <strong>in</strong>- acepta, de uno u otro modo, posterna<br />

de las significaciones que tulados organicistas, la estruclas<br />

hace comparables y oponibles tura no está en un plano dist<strong>in</strong>en<br />

el seno de un modelo general. to al de las relaciones sociales<br />

Asf corno la fonología "constru- mismas ; ae despliega en su misyó"<br />

el sistema fonológico para mo nivel : "la observación direc- '<br />

dar cuenta de las relaciones en- ta nos muestra que los seres<br />

tre los fonemas, así el antropó- humanos establecen vínculos relogo<br />

"construye" el modelo que cíprocoa mediante un complejo<br />

dará cuenta de las relaciones conjunto de relaciones sociales.<br />

diferencides entre los hechos so- Yo uso el térm<strong>in</strong>o 'estructura'<br />

ciales significativos. Este modelo para designar este conjunto de<br />

-por def<strong>in</strong>ición- no es cons- relaciones realmente exhtentes"<br />

ciente para los hombres que par- dice Radcliffe-Brown 3. Este auticipan<br />

en la significacibn dentro tor tiende a def<strong>in</strong>ir la estructura<br />

de las dist<strong>in</strong>tas áreas. Ellos pue- basándose en su coherencia <strong>in</strong>den<br />

tener su propio modelo, del terna y su permanencia en el<br />

que el antropólogo, el sociólogo, tiempo; en su concepción, pues,<br />

desconfiará como de una "ideo- la 'estructura' denota : 1) el conlogia"<br />

<strong>in</strong>manente al sistema. El junto de las relaciones sociales;<br />

verdadera modelo, el cientffico, y 2) aquella "parte del objeto, la<br />

va más allá de las apariencias parte dura, resistente". I,a esvisibles<br />

y explica lo sabido por tructura <strong>in</strong>consciente de Lévilo<br />

no sabido, lo consciente por Strauss, en cambio, es más bien<br />

lo <strong>in</strong>consciente. El modelo <strong>in</strong>- una potenciatidad del objeto que<br />

mediato que encuentra el etnó- el etnólogo puede "superar" pagrafo<br />

no puede ilustrar16 sobre ra construir "una suerte de 'sula<br />

estructura pr<strong>of</strong>unda que sub- perobjeto' que es, en def<strong>in</strong>itiva,<br />

yace en la conciencia colectiva: un sistema de relaciones". Por lo<br />

"su función no-consiste en expo- demás, Radcliffe-Brown companer<br />

los resortes de las creencias ra una sola sociedad en diversos<br />

y los usos, s<strong>in</strong>o en perpetuar- momentos, mientras que Lévilos".<br />

Más aún: en la medida en Strauss establece comparaciones<br />

que sea más clara la estructura externas entre sociedades.<br />

"En la lengua, como en todo<br />

sistema serniológico -había di-<br />

cho Saussure-, lo que dist<strong>in</strong>-<br />

gue a un signo es todo lo que lo<br />

constituye. La diferencia es lo<br />

que hace la característica, como<br />

hace el valor y la unidad". El<br />

modelo semiológico se funda en<br />

un análisis de valores diferen-<br />

ciales. No existe una realidad<br />

sustancial a la que se refieran<br />

los térm<strong>in</strong>os opuestos; el valor<br />

de cada uno está determ<strong>in</strong>ado<br />

por su oposición al otro: son<br />

las relaciones opositivas las que<br />

le asignan su posición; en otras<br />

palabras : las diferencias. Esfa<br />

perspectiva implica un pasaje de<br />

las sustancias a las formas; de<br />

lo producido a las reglas de su<br />

producción. Si "la actividad <strong>in</strong>-<br />

consciente del espíritu consiste<br />

en imponer formas a un conte-<br />

nido, y si estas formas son fun-<br />

damentalmente las mismas pa-<br />

ra todos los espíritus, antiguos<br />

y modernos, primitivos y civili-<br />

zados. . . es necesario y suficien-<br />

te alcanzar la estructura <strong>in</strong>cons-<br />

ciente que subyace en cada <strong>in</strong>sti-<br />

tución o cada costumbre para<br />

obtener un pr<strong>in</strong>cipio de <strong>in</strong>ter-<br />

pretación válida para otras <strong>in</strong>s-<br />

tituciones y otras costumbres".<br />

Nada más <strong>in</strong>consciente, por<br />

ejemplo, que el sentido de la<br />

prohibición del <strong>in</strong>cesto para<br />

aquellas sociedades (todas, al<br />

parecer) que ponen en práctica<br />

tal <strong>in</strong>terdicción. En Les struc-<br />

tures élésnentaires de la parenté,<br />

después de pasar revista a una<br />

serie de prohibiciones de di-<br />

versos grupos <strong>in</strong>dígenas, Lévi-<br />

Strauss llega a la conclusión de<br />

que todas ellas se reducen a un<br />

denom<strong>in</strong>ador común : un "abu-<br />

so de lenguaje", y que en ese ca-<br />

rácter son agrupadas por dichos<br />

grupos junto a la prohibición<br />

del <strong>in</strong>cesto. Su conclusión es<br />

sugestiva : "t Qué significa esto<br />

s<strong>in</strong>o que las mujeres mismas son<br />

tratadas como signos de las que<br />

se abusa cuando no se les da el<br />

uso reservado a los signos, que<br />

es el de ser comunicados ?" '.<br />

Las reglas matrimoniales re-<br />

presentan medios de asegurar la<br />

circulación de las mujeres en el<br />

<strong>in</strong>terior del grupo social, así co-<br />

mo las reglas económicas sirven<br />

para asegurar la comunicación<br />

de bienes y servicios, y las re-<br />

glas l<strong>in</strong>güísticas para la comu-<br />

nicación de los mensajes. Y el<br />

14 LOS IDROS, agosto 1969


hecho de que "el 'mensaje' esté<br />

constituido por las mujeres del<br />

grupo que circulan entre los cla-<br />

nes, líneas de descendencia o<br />

familias (y no, como en el len-<br />

guaje propiamente dicho, por<br />

las palabras del grupo que cir-<br />

culan entre los <strong>in</strong>dividuos) no<br />

altera absolutamente la identi-<br />

dad del fenómeno considerado<br />

en ambos casos". Ampliando de<br />

este modo la noción de comuni-<br />

cación para <strong>in</strong>cluir en ella la<br />

exogamia y las reglas derivadas<br />

de la prohibición del <strong>in</strong>cesto,<br />

Lévi-Strauss sugiere una hipó-<br />

tesis sobre el origen del lengua-<br />

je. Primitivamente las palabras<br />

habrían sido enteramente valo-<br />

res, para luego convertirse en<br />

signos. Esa evoliición no se re-<br />

produce en el caso de las muje-<br />

res, que mantienen - de acuerdo<br />

con las reglas matrimoniales-<br />

el carácter de signos, y también<br />

el de valores. La "posición am-<br />

bigua" de las mujeres en el sis-<br />

tema de comunicación entre<br />

hombres, en que consisten las<br />

reglas matrimoniales, <strong>of</strong>rece, se-<br />

d n Uvi-Strauss, una imagen<br />

de lo que en un tiempo fueron<br />

las relaciones del grupo humano<br />

con las palabras. El impulso ori-<br />

g<strong>in</strong>al que movió a los hombres<br />

a "<strong>in</strong>tercambiar" palabras des-<br />

cansaría en "una representación<br />

desdoblada. derivada de la fun-<br />

ción simbólica que hacía su pri-<br />

mera aparición". En el momento<br />

en que un objeto sonoro es apre-<br />

hendido como <strong>of</strong>reciendo un va-<br />

lor <strong>in</strong>mediato,'tanto para el aue<br />

habla como para el me escucha,<br />

adquiere una naturaleza contra-<br />

dictoria "cuya neutralización<br />

s610 es posible mediante este<br />

<strong>in</strong>tercambio de valores comple-<br />

mentarios al aue se reduce toda<br />

vida social". El estudio del sis-<br />

tema l<strong>in</strong>güístico revela analogías<br />

con el estudio del sistemá de<br />

parentesco y con el del sistema<br />

económico : se trata de dist<strong>in</strong>tos<br />

niveles de una misma actividad<br />

fundamental : la comunicación<br />

(respectivamente : comunicación<br />

de mujeres y comunicación de<br />

bienes y servicios). Esas analo-<br />

aias ponen en evidencia que los<br />

tres tipos de estudio "dependen<br />

del m&mo método: difieren so-<br />

lamente por el nivel estratggico<br />

en que cada uno se coloca, en el<br />

seno de un uniuerso común".<br />

Lévi-Strauss supone que en al-<br />

LOS LIBROS. agosto 1969<br />

gún momento podrá producirse abiertas perspectivas <strong>in</strong>éditas.<br />

una asociación def<strong>in</strong>itiva entre "Formalmente", está en la misla<br />

antropología social, la econo- ma situación que el fonólogo:<br />

mía y la l<strong>in</strong>guística, que, an con- también los térm<strong>in</strong>os de parenjunto,<br />

sentaría3 las bascs de una tesco (como los fonemas) son<br />

ciencia de la comz~nicación. Esa elementos de significación, y sóciencia<br />

"consistirá sobre todo en lo la adquieren en la medida en<br />

reglas" que serán <strong>in</strong>dependien- que <strong>in</strong>tegran sistemas; éstos,<br />

tes de la naturaleza de los par- además, son igualmente elaboticipantes<br />

cuyo juego rigen. Pa- rados por el espíritu en el plano<br />

ra fundar este proyecto, se nos del pensamiento <strong>in</strong>consciente, y,<br />

recuerda la def<strong>in</strong>ición de von por último, la recurrencia de las<br />

Neumai<strong>in</strong> : el juegoonsiste en formas de parentesco sugiere<br />

el conjunto de las reglas que lo/ que tanto en uno como en otro<br />

describen ; el único factor perti- caso, "los fenómenos resultan<br />

riente ea saber cuándo el jugada- / del juego de leyes generales, pepues<br />

eEgiFy Cuándo no puede ro ocultas".<br />

liacerlo. Reglas, elección: una ¿Qué lugar ocupa la historia<br />

vez más el programa central de en esta doctr<strong>in</strong>a? A primera vis-<br />

Lévi-Strauss: establecer el <strong>in</strong>- ta, y en las formulaciones meventario<br />

de los posibilidades <strong>in</strong>- nos polémicas de Lévi-Strauss,<br />

conscientes del grupo humano en el tiempo histórico se presenta<br />

tanto ellas fundan lo social, o como aquello de que cayece la<br />

del espíriti: humano en tanto etnología: una cuestión de heéste<br />

surge desl<strong>in</strong>dando (y corre- cho, lamentable, a la que se debe<br />

lacionando) naturaleza Y cul- resignar. Entre las poderosas<br />

t11ra. fuerzas que arrebataron ese<br />

Puesto que el ideal consiste' tiempo histórico hundiéndolo en<br />

en someter progresivamente la nada, está, Por supuesto, en<br />

las ciencias sociales a los crite- primer lugar la ausencia de esríos<br />

de objetividad de las cien- critura en 10s pueblos desaparecias<br />

exactas y naturales, nada cidos. LOS limitados contactos<br />

más coherente que desterrar de con las poblaciones alejadas. Y el<br />

aquéllas 10s efectos de la confu- escaso <strong>in</strong>terés por establecerlos<br />

sión entre el observador y su antes del desarrollo de la etnoobjeto.<br />

Esta condición es par- logía, privaron a ésta de la diticularmente<br />

posible en la l<strong>in</strong>- mensión histórica de su objeto.<br />

güística, donde "la <strong>in</strong>fluencia El colonialismo, Por Su parte, Ya<br />

del observador sobre e1 objeto aniquilado ese tiempo Y<br />

de observación es despreciablew, a 10s hombres que 10 vivieron.<br />

~a aparición de la fonología S<strong>in</strong> embargo, "no cabe concluir<br />

representó así un acontecimien- Que ella no existe" ni tampoco<br />

to de pr<strong>of</strong>unda significación pa- adjudicarle a priori una histora<br />

las ciencias sociales, que ria estancada: "el etnólogo decumplir6<br />

en éstas "el mismo pa- dicado al estudio de sociedapel<br />

renovador que la física nu- des vivas Y actuales no debe<br />

clear, por ejemplo, ha desempe- olvidar que Para Ser hles, diñado<br />

para el conjunto de las chas sociedades han debido<br />

ciencias exactas". Léví-Strauss vivir, durar y por lo tanto camresume<br />

en cuatro puntos funda- biar". Pero aun en los casos en<br />

mentales el programa fonológi- que puede recuperarse una bisco<br />

establecido por Trubetzkog toria, ésta también es <strong>in</strong>sufien<br />

1933: pasar de1 estudio de ciente y los verdaderos proble-<br />

10s fenómenos l<strong>in</strong>güísticos cons- mas persisten. Para la etn010gfa<br />

tientes a1 de su <strong>in</strong>fraestructura la Cuestión Central es : j cómo<br />

<strong>in</strong>consciente ; no considerar a los<br />

explicar la diversidad? La alte-<br />

térm<strong>in</strong>os como entidades <strong>in</strong>de- ridad para ella, es Constitutiva<br />

pendientes y basar el análisis en de SU objeto. También la historia<br />

las relaciones entre los térmi- estudia "otras" sociedades que<br />

nos; <strong>in</strong>troducir la noción de no SO" aquéllas en que vivimos:<br />

este es el signo de<br />

LOSADA<br />

que le <strong>of</strong>rece<br />

EDUARDO GUDIAO KIEFFER<br />

FABULAR10<br />

BORlS VlAN<br />

OTONO EN PEKlN<br />

ROBERT GRAVES<br />

LOS MITOS HEBREOS<br />

DOCE POETAS<br />

FlL ANDESES<br />

elegidos y traducidos por<br />

MAlTl ROSSl<br />

JORGE AMADO<br />

DONA FLORA Y SUS<br />

DOS MARIDOS<br />

JEAN FRANCOIS RNEL<br />

CONTRA CENSURAS<br />

esperen a<br />

KENSABURO OE<br />

MIODRAG BULATOVIC<br />

YAMBO OULOGEN<br />

YERZY KOSlNSKl<br />

JOSE STEVENSON<br />

RAYMOND QUENEAU<br />

ARNQLD WESKER<br />

HORST BIENECK<br />

y no olviden a<br />

SARTRE, ASTURIAS,<br />

NERUDA, MACHADO,<br />

1~<br />

CAMUS, RERNAN W,<br />

ERNESTO SABATO<br />

BEATRIZ GUlDO<br />

EDITORIAL<br />

1 LOSADA S.A.<br />

tema; proponerse el descubri- distanciamiento en el espacio o<br />

miento de leyes generales. ~sto distanciamiento en el tiempo, 18s<br />

significa, para 61, que


poesía<br />

OCTAVIO PAZ Y LEVI-STRAUSS<br />

Odavio Paz<br />

El nuevo festín de Esopo<br />

1. Mortiz, 128 págs.<br />

Esta obra, testimonio de un<br />

poeta cabal al mismo tiempo que<br />

f<strong>in</strong>o analista del quehacer poé-<br />

tico contemporáneo, es prenda<br />

de generosidad de espiritu, de<br />

curiosidad e <strong>in</strong>quietud ante los<br />

problemas raigales del hombre<br />

de nuestros días. Aquí, como en<br />

otros de sus libros anteriores,<br />

Octavio Paz no desdeña el co-<br />

metido docente, ni lo considera<br />

lesivo para el ahondamiento cri-<br />

tico y la realización creadora.<br />

"Mis comentarios, -nos dice<br />

Paz-, no son de orden estric-<br />

mente científico; exam<strong>in</strong>o las<br />

ideas de Lévi-Strauss con la cu-<br />

riosidad, la pasión y la <strong>in</strong>quie-<br />

tud de un lector que desea com-<br />

prenderlas porque sabe que, co-<br />

mo todas las grandes hipótesis<br />

de la ciencia, están dest<strong>in</strong>adas a<br />

modificar nuestra imagen del<br />

mundo y del hombre." Hecha<br />

esta aclaración, procura determi-<br />

nar en qué consiste la orig<strong>in</strong>a-<br />

lidad de LS. Ella reside -expre-<br />

sa- en ver a la estructura no<br />

únicamente como un fenómeno<br />

resultante de la asociación de los<br />

hombres s<strong>in</strong>o como "un sistema<br />

- son palabras de LS - regido<br />

por una cohesión <strong>in</strong>terna - y<br />

esta cohesión, <strong>in</strong>accesible para el<br />

observador de un sistema aisla-<br />

do, se revela en el estudio de las<br />

transformaciones, gracias n las<br />

cuales se redescubren propieda-<br />

des similares en sistemas en<br />

apariencia diferentes". Es decir<br />

que la estructura es un sistema<br />

y cada sistema está regido por<br />

un código que permite, si el<br />

antropólogo logra descifrarlo, su<br />

traducción a otro sistema.<br />

La heterogeneidad de las his-<br />

torias particulares se resuelve,<br />

pues, en la obra de LS, en una<br />

estructura atemporal. No hay<br />

pueblos marg<strong>in</strong>ales, y la plura-<br />

lidad de culturas es ilusoria<br />

porque es una pluralidad de<br />

metáforas que dicen lo mismo.<br />

S<strong>in</strong> embargo, "hay un punto<br />

en que se cruzan todos los cami-<br />

nos; este punto no es la civili-<br />

zación occidental s<strong>in</strong>o el espiritu<br />

humano que obedece, en todas<br />

partes y en todos los tiempos, a<br />

las mismas leyes".<br />

LS -señala Paz- procede<br />

por medios de reducciones suce-<br />

sivas y rigurosas: Reduce, en<br />

un primer momento, la plurali-<br />

dad de las sociedades e historias<br />

a una dicotomía (pensamiento<br />

salvaje y pensamiento domésti-<br />

cado) que las engloba y las di-<br />

suelve ; en un segundo momento,<br />

descubre que esta oposición es<br />

parte de otra oposición funda-<br />

mental : naturaleza y cultura; y<br />

por último, en un tercer mo-<br />

mento, revela la identidad de<br />

ambas, pues los productos de la<br />

cultura -mitos, <strong>in</strong>stituciones<br />

lenguaje- no son esencialmente<br />

dist<strong>in</strong>tos a los productos natu-<br />

rales ni obedecen a leyes dife-<br />

rentes a las que rigen a sus ho-<br />

mólogo~, las células. Todo es<br />

materia viva en permanente<br />

cambio. Pero la materia misma<br />

no es s<strong>in</strong>o una operación, una<br />

relación. A su vez la cultura<br />

viene a constituir una metáfora<br />

del espiritu humano y éste no es<br />

s<strong>in</strong>o una metáfora de las células<br />

y sus reacciones químicas que,<br />

por su parte son otra metáfora.<br />

O sea que la naturaleza habla<br />

consigo misma a través del hom-<br />

bre y s<strong>in</strong> que éste se dé cuenta.<br />

Ahora bien, las relaciones en-<br />

tre el universo del discurso y la<br />

realidad no verbal, el pensa-<br />

miento y las cosas, la significa-<br />

ción y la no significación cons-<br />

tituyen un tema constante en<br />

las meditaciones de LS. Y piensa<br />

que el lenguaje es lo que nos<br />

separa de la naturaleza y lo que<br />

nos une a ella y a nuestros se-<br />

mejantes. Es decir que el len-<br />

guaje significa la distancia en-<br />

tre el hombre y las cosas tanto<br />

como la voluntad de anularla.<br />

Por lo demás, la coc<strong>in</strong>a (la<br />

cocción de los alimentos por el<br />

fuego domesticado) el tabíi del<br />

<strong>in</strong>cesto (las reglas de paren-<br />

tesco) son homólogos del len-<br />

guaje; están prefigurados por<br />

él. Lenguaje, coc<strong>in</strong>a y reglas de<br />

parentesco son por lo tanto "ce-<br />

dazos que cuelan el mundo natu-<br />

ral y anónimo y lo trasmutan<br />

en nombres, signos y cualida-<br />

des". ''¿Pero no hay, pregunta<br />

Paz, en esta necesidad de dife-<br />

renciar entre naturaleza y cul-<br />

tura y de <strong>in</strong>troducir en seguida<br />

un térm<strong>in</strong>o de mediación entre<br />

ambas, el eco y la obsesión de<br />

sabernos mortales?" Responde-<br />

remos afirmativamente apenas<br />

reparemos que el lenguaje obe-<br />

dece a la voluntad de anular la<br />

distancia entre nosotros y las<br />

cosas; la coc<strong>in</strong>a, a la necesidad<br />

de sobrevivir por la alimenta-<br />

ción, y las reglas de parentesco,<br />

a la necesidad de sobrevivir por<br />

la reproducción. Son tres ope-<br />

raciones del espíritu que consti-<br />

tuyen, en realidad, mediaciones<br />

entre la vida <strong>in</strong>mortal y la bre-<br />

vedad de la existencia humana.<br />

La muerte nos condena a la cul-<br />

tura.<br />

Pero Paz experimenta la ne-<br />

cesidad de hablar de la poesia,<br />

un huésped no <strong>in</strong>vitado a ese fes-<br />

tín de Esopo que es, a su juicio,<br />

la obra de LS. Como el mito, nos<br />

dice, aunque en dirección con-<br />

traria, la poesía trasciende el<br />

lenguaje : las palabras explican<br />

a las palabras, merced a la mo-<br />

vilidad de los signos l<strong>in</strong>güísticos.<br />

Lo que dice una frase puede ser<br />

dicho por otra y otro significado<br />

constituye un querer decir que<br />

puede ser expresado de otro mo-<br />

do. En cambio, la "frase poé-<br />

tica" nunca es un querer decir;<br />

es un "decir irrevocable y f<strong>in</strong>al",<br />

en el que se funden sentido y<br />

sonido. "El poema es <strong>in</strong>explica-<br />

ble, excepto por sí mismo". y<br />

tiene el carácter de una totali-<br />

dad <strong>in</strong>disociable, donde el me-<br />

nor cambio altera todo el con-<br />

junto. Además, es <strong>in</strong>traducible,<br />

<strong>in</strong>clusive al idioma en que está<br />

escrito. Decir último, objeto he-<br />

cho de palabras, el poema des-<br />

emboca en una región <strong>in</strong>acce-<br />

sible a las palabras. Y aquí<br />

Octavio Paz nos señala una di-<br />

vergencia fundamental con LS,<br />

quien, si bien admite que la<br />

poesía modifica el lenguaje, en-<br />

tiende que, por este mismo he-<br />

cho, queda aún más encerrada<br />

entre sus mallas; desciende del<br />

sentido a los signos sensibles,<br />

regresa de la palabra al fo-<br />

nema. "Sólo diré -op<strong>in</strong>a P a 5<br />

que me parece una perversa<br />

paradoja def<strong>in</strong>ir de esta ma-<br />

nera la actividad de Dante,<br />

Baudelaire o Coleridge." Y es<br />

que el poema es "un mecanismo<br />

verbal que produce significados<br />

sólo y gracias a un lector o un<br />

oyente que lo pone en movi-<br />

miento". Su significado no está<br />

en lo que quiso decir el poeta,<br />

s<strong>in</strong>o en lo que dice el lector por<br />

su <strong>in</strong>termedio. El hombre se co-<br />

munica consigo mismo a través<br />

del poema como a través de<br />

cualquier obra de arte. Por lo<br />

demás, el carácter y la univer-<br />

salidad de las obras no depende<br />

de la clave o del código que las<br />

rige, "s<strong>in</strong>o de ese imponderable,<br />

verdadero misterio que llama-<br />

mos arte o creación".<br />

El lenguaje nos da sentido,<br />

pero jcuál es el sentido de ese<br />

sentido? ¿Cuál es la significa-<br />

ción última? El lenguaje nos da<br />

la posibilidad de decir, pero j qué<br />

quiere decir decir? ¿NO hay<br />

acaso salida? ¿NO hay otra ori-<br />

lla? ¿El silencio será la 'única<br />

respuesta posible? i.0 es que,<br />

como afirma LS, "la edad de<br />

oro está en nosotros", en ese<br />

momento de privilegio en que<br />

"nos sentimos no como un yo<br />

aislado ni como un nosotros ex-<br />

traviado en el laber<strong>in</strong>to de los<br />

siglos s<strong>in</strong>o como una parte del<br />

todo, una palpitación en la res-<br />

piración universal" ?<br />

De cualquier modo, y aunque<br />

no sepamos nada del sentido,<br />

la poesía, como el hombre mis-<br />

mo, no ceja en su búsqueda. y,<br />

en última <strong>in</strong>stancia, "el sentido<br />

se disuelve en el poema, ser y<br />

sentido son lo mismo". En suma,<br />

por mediación de Octavio Paz,<br />

la poesía, ausente en este nuevo<br />

festín de Esopo, aporta una voz<br />

impresc<strong>in</strong>dible, un espacio.<br />

Edgard Bayley<br />

LOS IIBROS, agosto 1969


antropología<br />

Claude Lévi-Strauss<br />

Mitológicas.<br />

Lo crudo y lo cocido<br />

Fondo de Cultura Económica<br />

395 págs.<br />

Lo crudo y lo cocido podría haberse<br />

llamado de otras maneras:<br />

"Naturaleza y cultura", "La ciencia<br />

de los mitos". El nombre elegido<br />

-s<strong>in</strong> embargo- quiere destacar el<br />

tránsito de la naturaleza a la cultura,<br />

que Claude Lévi-Strauss descubre y<br />

traduce en la mitología de los pueblos<br />

sudamericanos. Inspirado en la<br />

l<strong>in</strong>güística y fasc<strong>in</strong>ado por la música,<br />

Lévi-Strauss traspone los pr<strong>in</strong>cipios<br />

metodológicos de la primera y<br />

utiliza formas musicales para mostrar<br />

cómo la coc<strong>in</strong>a, junto al lenguaje,<br />

responde a una forma de actividad<br />

humana verdaderamente universal.<br />

"Categorías empíricas tales<br />

como lo crudo y lo cocido, fresco y<br />

podrido, mojado y quemado, etc.,<br />

def<strong>in</strong>ibles con ~recisión por la pura<br />

observación etnográfica y adoptando<br />

en cada ocasión el punto de vista<br />

de una cultura en particular, pueden<br />

-afirma el autor- servir de<br />

herramientas conceptuales para desprender<br />

nociones abstractas y encadenarlas<br />

en proposiciones"- En el<br />

análisis de las variaciones diferenciales<br />

que le permiten descubrir en<br />

las sociedades que estudia la manera<br />

en que difieren unas de otras,<br />

el etnólogo ve cómo estas nociones<br />

LOS LIBROS, agosto 1969<br />

(en pr<strong>in</strong>cipio vacías) se cargan con<br />

significaciones que no en tr añan<br />

siempre lo mismo para todas.<br />

De manera convencional y a par-<br />

tir de una <strong>in</strong>tuición "no arbitraria",<br />

el autor elige un mito ("mito de re-<br />

ferencia") de una sociedad (los Bo-<br />

roboro) : a partir de aquí, demues-<br />

tra cómo "mitos de muy diversos<br />

orígenes forman objetivamente un<br />

grupo" y accede a su sentido pro-<br />

fundo, a su lógica. Def<strong>in</strong>ido el mito<br />

por el conjunto de todas sus versio-<br />

nes y admitiendo en él una doble<br />

estructura histórica y ahistórica, se<br />

lo puede reconocer en el seno del<br />

habla y de la lengua; pero también<br />

en un tercer nivel que, a la vez que<br />

posee naturaleza l<strong>in</strong>güística, mantie-<br />

ne una orig<strong>in</strong>alidad que lo hace di-<br />

ferente de los otros dos: "La sus-<br />

tancia del mito no se encuentra en<br />

el estilo, ni en el modo de la narra-<br />

ción, ni en la s<strong>in</strong>taxis, s<strong>in</strong>o en la<br />

historia relatada". En esta tarea de<br />

desciframiento progresivo se advier-<br />

te el carácter de la temporalidad del<br />

mito: s<strong>in</strong>crónica y diacrónica, re-<br />

versible e irreversible. Esta tempo-<br />

ralidad hace posible reconocer el va-<br />

lor de mito m cmnto mito: "no<br />

existen más que encarnados en una<br />

tradición, sea cual haya sido su ori-<br />

gen real". Su estructura se actualiza<br />

cada vez que volvemos a contar la<br />

historia.<br />

¿Por qué el libro -en lugar de<br />

los tradicionales capítulos- se pre-<br />

senta como una "obertura", un "te-<br />

ma y variaciones", una "sonata de<br />

los buenos modales", una "fuga de<br />

los c<strong>in</strong>co sentidos"? ¿Por qué tra-<br />

tar al mito como si fuese la parti-<br />

tura de una obra musical, cuyo or-<br />

den <strong>in</strong>icial tenemos que reconstruir?<br />

Este es el centro del problema. Mito<br />

y obra musical, aunque pertenecen<br />

al orden del lenguaje, manifiestan<br />

propiedades específicas que permi-<br />

ten trascenderlo: como el leneuaie " -<br />

articulado requieren del tiempo para<br />

manifestarse, pero lo superan en<br />

una estructura permanente. La música<br />

por una parte (con su doble<br />

orig<strong>in</strong>alidad de <strong>in</strong>teligible e <strong>in</strong>traducible)<br />

y el lenguaje articulado por<br />

otra, permiten colocar a la mitología<br />

en mitad de cam<strong>in</strong>o. En ambos se<br />

alza el placer estético: resultante de<br />

ese sentimiento contradictorio que<br />

<strong>of</strong>rece lo irresoluble a la vez que su<br />

solución. El orden de presentación<br />

del libro no podía <strong>of</strong>recerse en forma<br />

l<strong>in</strong>eal: "La división en capítulos<br />

-subraya Lévi-Strauss- no sólo violentaba<br />

el movimiento del pensamiento;<br />

lo empobrecía y lo mutilaba,<br />

quitaba a la demostración su<br />

mordiente". La obra se pliega a las<br />

exigencias del pensamiento mítico<br />

mientras respeta su ritmo.<br />

El origen de la cocción de los alimentos<br />

es el nexo que reúne en un<br />

grupo los 187 mitos considerados.<br />

En cada uno de ellos existen particularidades<br />

que permiten ver cómo<br />

las operaciones cul<strong>in</strong>arias son actividades<br />

mediadoras entre la naturaleza<br />

y la cultura, entre la vida y la<br />

muerte, entre el cielo y la tierra. Cada<br />

mito y cada grupo de mitos queda<br />

reducido a un sistema de relaciones<br />

que, a su vez, revela una suerte<br />

de isomorfismo y af<strong>in</strong>idad tanto<br />

en el mito mismo como en mitos y<br />

grupos de mitos provenientes de esa<br />

sociedad O de áreas vec<strong>in</strong>as. Levi-<br />

Strauss <strong>of</strong>rece una imagen estructu-<br />

rada de la materia mítica que el<br />

mismo uso de su pensar exige, como<br />

condición, el mantenerse oculta.<br />

En Lo crudo y lo cocido, Lévi-<br />

Strauss sostiene que la razón del pri-<br />

mitivo no es menos rigurosa que la<br />

muestra. "Resulta lo mismo -afir-<br />

ma- que en este libro el pensa-<br />

miento de los <strong>in</strong>dígenas sudamerica-<br />

nos cobre forma por operación del<br />

mío o el mío por operación del su-<br />

"Desanidador de pájaros", "j a-<br />

guar" y "puchero salvaje", prota-<br />

gonistas de la mitología presentada<br />

por el antropólogo francés, repiten<br />

sucesivamente el mismo tema: la<br />

oposición entre lo crudo y lo cocido,<br />

naturaleza y cultura. Pero más allá<br />

de estas oposiciones, la metodología<br />

de Lévi-Strauss demuestra su afir-<br />

mación más trascendente: la unidad<br />

del pensamiento humano.<br />

Héctor Lahitte


eportaje<br />

LOS ULTIMOS ONAS<br />

Discípula de Claude Lévi-Strausc, la<br />

f~ancesa Ame Chapman (Ph.D de la<br />

Universidad de Columbia, N.Y, docto-<br />

rada en la Sorbona, <strong>in</strong>vestigadora del<br />

C.N.R.S. en Francia) ha trabajado es-<br />

tos Qltimos c<strong>in</strong>co años con <strong>in</strong>dios onas<br />

en el sur argent<strong>in</strong>o, bajo la direcci6n<br />

del prestigioso autor de Antropología<br />

estructural. Héctor Lahitte (Licenciado<br />

en antropología, Investigador de la Co-<br />

misión de hestigacibn Científica de<br />

la Univ Nac. dc La Plata), antes de<br />

partir hacia Parls donde trabajará con<br />

Lbvi-Strauss, ha conversado largamente<br />

con Anne Chapman. Parte de ese diá-<br />

logo concedido exclusivamente para<br />

LOS LIBiiOS, se reproduce a conti-<br />

nuación.<br />

A. CH.: Empecé mis trabajos en<br />

Tierra del Fuego en 1%. Mi pri-<br />

mer objetivo fue arqueológico: co-<br />

nocer a Lola, la más anciana de los<br />

sobrevivientes Onas. En 1%5 volví<br />

a Río Grande y durante tres sema-<br />

nas realizamos numerosas grabacio-<br />

nes. Los cantos registrados entusias-<br />

maron en Francia al pr<strong>of</strong>esor Lévi-<br />

Strauss y al jefe de departamento<br />

de música del Museo de Londres.<br />

Volví a Tierra del Fuego en 1966;<br />

Lola tenía 90 años y podía morir<br />

en cualquier momento: era urgente<br />

recoger nuevas grabaciones pues ella<br />

era la última persona que tenía co-<br />

nocimiento pr<strong>of</strong>undo de esos cantos.<br />

Algunos meses después Lola murió.<br />

Sólo quedó de los onas unos 90 can-<br />

tos en 25 c<strong>in</strong>tas magnet<strong>of</strong>ónicas.<br />

H. L.: Se planteó el problema de<br />

traducir esw c<strong>in</strong>ta. . .<br />

Preparamos una segunda misión<br />

etnológica a Tierra del Fuego en<br />

1967. Entances trabajamos con An-<br />

gela, otra conocedora de las tradi-<br />

ciones. Durante cuatro meses nos es-<br />

forzamos por traducir el lenguaje<br />

esotéric~ de las canciones de Lda.<br />

Es cierto que Angela no había co-<br />

nocido la vida primitiva nómade de<br />

los Onas, como era el caso de Lola,<br />

pero su asombrosa memoria le per-<br />

mitia tecuperar el mundo que le ha-<br />

bír sido transmitido por sus mayo-<br />

res. Recordaba conversaciones teni-<br />

das hacía 25 años con personas de<br />

80 a 95 años pa1abra.a palabra. La<br />

perspectiva de un trabajo con la nue.<br />

va <strong>in</strong>formante me: entusiasmó. En<br />

1%8-vohri por cuarta vez a Tierra<br />

del Fuego donde estuve hasta ahora.<br />

Tuve ocasión de trabajar con otros<br />

sobrevivientes Onas. . .<br />

Su trabajo concreto era recoger<br />

<strong>in</strong>formación de las persom etegidcu<br />

como <strong>in</strong>formmaks. . .<br />

Er! realidad no se trata de elegir<br />

<strong>in</strong>formantes, s<strong>in</strong>o de apreciar lo que<br />

cada una de las siete u ocho perso-<br />

nas de origen <strong>in</strong>dígena podrían apor-<br />

tar.<br />

¿Estas <strong>in</strong>vestigaciones entrarh<br />

denGro de úu fonnulacwnes de Lévi-<br />

SL~W sobre e4 asiálisis de los mi-<br />

tos slLrb.meric&nos?<br />

No. Responde más bien a una con-<br />

ciencia muy nítida de Lévi-Strauss<br />

sobre la importancia de re9lizar tra-<br />

bajos etnológicos entre los <strong>in</strong>díge-<br />

nas de América y a la necesidad im-<br />

postergable de recoger datos sobre<br />

gmpos en vías de desaparición.<br />

En relucwn a la rnetoddogia apli-<br />

cada, ¿Ud. considera que existen<br />

pwüus de contocto entre la probk-<br />

miítka plankadu por las bwgrafias<br />

noveladas de Oscar Lzwis y el es-<br />

tructw&mo de Lévi-Strauss?<br />

Creo que las dos corrientes per-<br />

manecen absolutamente separadas. El<br />

<strong>in</strong>vestigador etnólogo puede frecuen-<br />

tar ambas en la medida que es de<br />

gran valbr tener historias vividas por<br />

el <strong>in</strong>formante. Lévi-Strauss es el otro<br />

extremo de la gama. Es el más gran-<br />

de teórico contemporáneo dentro de<br />

las ciencias sociales, pero no es un<br />

hombre de campo, de contacto hu-<br />

mano.<br />

Como es sabido, exisbm otra es-<br />

citeku rmtropdógiaw, alguna de las<br />

ctcdes han tenido gran importuncia<br />

en sw momento e <strong>in</strong>cluso acluahnen-<br />

te mm<strong>the</strong>n su <strong>in</strong>fluencia en secto-<br />

res de la antropologíu argent<strong>in</strong>a Tal<br />

es el caso de lo escwb histórico-<br />

cdtwd o aurtrwlemana. No sé si<br />

en otros centros mtropo!ógicos &m-<br />

bién conthria vigente.. .<br />

En realidad no estoy al tanto de<br />

los trabajos actuales de la escuela<br />

histórico-cultural. En Francia, al me-<br />

nos, no tiene vigencia. En cambio<br />

creo que en la Catholic Universitv <strong>of</strong><br />

Wash<strong>in</strong>gton existen algunas <strong>in</strong>quictu-<br />

des en ese sentido aunque no conoz-<br />

co las publicaciones. Sí conozco de<br />

cerca los trabajos del pr<strong>of</strong>esor Mar-<br />

t<strong>in</strong> Gus<strong>in</strong>de, uno de los más impor-<br />

tantes dentro de esa escuela. El pro-<br />

fesor Gus<strong>in</strong>de vive en Vienri y tiene<br />

85 años. A mi modo de ver su valor<br />

no estriba tanto en la orientación<br />

antropológica que defiende. s<strong>in</strong>o en<br />

Ia exigencia de rigor científico que<br />

lo anima y que lo llevó a hacer im-<br />

portantes aportes sobre el estudio de<br />

los Onas. Es la primera persona que<br />

v<strong>in</strong>o a Tierra del Fuego y tomó en<br />

serio a los <strong>in</strong>dígenas. Los otros an-<br />

tecedentes que existen, los de Gallar-<br />

do o el de los padres Salesianos, son<br />

<strong>in</strong>dudablemente de menor trascen-<br />

dencia.<br />

En otro orden de cosa-S, es <strong>in</strong>tere-<br />

sante constatur las polémicas sobre<br />

el valor asignado a las sociedades<br />

primitivas. Se ha puesto en duda la<br />

cemza de hablar de la superioridad<br />

de u& crJtura sobre otra. Tal vez<br />

sólo pueda afirmarse que existen c d<br />

turas diferentes y forma dist<strong>in</strong>tas<br />

de pensumiento.<br />

Esta es una de las claves de la etnología<br />

moderna. Ya no se puede hablar<br />

de pueblos primitivos como lo<br />

hacian generaciones pasadas. I\To<br />

existen diferencias entre pueblas. El<br />

hombre ha sido siem~re tan <strong>in</strong>teligente<br />

o tan poco <strong>in</strong>teligente como<br />

hoy en día. Nuestra sociedad. en<br />

cuanto no logra resolver sus proble-mas<br />

fundamentales, es <strong>in</strong>ferior a los<br />

primitivos - que los habían resuelta<br />

Y el aníropólogo debería tornar<br />

posición ante esos problemus. . .<br />

El etnálogo en su trabaio de cam:<br />

po asume una responsabilidad fren-<br />

te a los encuestados; si la acepta o<br />

no es otra cosa. No puede relegar<br />

su compromiso frente a la gente con<br />

la que trabaja, aunque no siempre<br />

es posible hacer algo positivo en re-<br />

lación a ellos. . .<br />

Los antropóiogos argent<strong>in</strong>os debe-<br />

rían aswnir una actitud ante las co-<br />

rnunidades <strong>in</strong>dias a punto de ext<strong>in</strong>-<br />

guirse.<br />

La Argent<strong>in</strong>a está en situación pri-<br />

vilegiada. Existen científicos impor-<br />

18 LOS LIBROS, agosto 1969


I<br />

tantes y grupos muy poco ectr:diados mantes.justamente se remonta hacia<br />

dentro de sus fronteras. El folklo- etapa5 primitivas.<br />

rista no puede hacer trabajos en pro- - - . . . -<br />

fundidad. Corresponde al antropó!o- Los Onas conucisn corrc<br />

g0 descubrir la enorme riqucza de<br />

sus poblaciones <strong>in</strong>díaenas. Er nuessrrs<br />

dom<strong>in</strong>ios.<br />

tra contribución no sólo a la ciencia, Todos los accidentes geográficos<br />

s<strong>in</strong>o también a una mayor valori- de ]a isla tenían nombre. Conocían<br />

zación de las poblaciones y los hom- la fauna, Los pájaros tenían primor*<br />

bret r que per manecen olvidados.<br />

-<br />

dial importancia, no sólo desde el<br />

punto de vista económico s<strong>in</strong>o tam-<br />

E ,n ese se ntulo se ordenn su tra- bien simbólico. Los pájaros tenían<br />

bajo con los Onas. . . su nombre <strong>in</strong>dígena y su personali-<br />

dad mitológica.<br />

El valor de mi trabajo no se re-<br />

fiere sólo al carácter "primitivo" de Recién se está tomando conciencia . .<br />

esos habitantes, s<strong>in</strong>o que es uno de del valor de In -cultura <strong>in</strong>dígena.. .<br />

. .<br />

los pocos grupos que representan la . .<br />

etapa paleolítica conocidos en América.<br />

La mayor parte de los nóma-<br />

Desgraciadamente cuando la mayo'r<br />

parte va desapareciendo. En ES-<br />

-.<br />

des de este cont<strong>in</strong>ente fueron empii- tados Unidos gran cantidad de <strong>in</strong>díjados<br />

hacia zonas pobres donde per- genas fueron muertos y el año pasadieron<br />

sus caracteriaticas. culturales.<br />

ESO no ocurrió con los Onas que<br />

do se hicieron ~úblicas las matanzas<br />

de grupos <strong>in</strong>disenas del Brasil. Todo<br />

. <<br />

mantuvieron su cultura hasta la Ile- esto debe conmover al etnólogo, CUgada<br />

repugnante de los blancos ha- ya responsabilidad no pede concia<br />

1880. La memoria de los <strong>in</strong>for- cluir con su trabaio científico.<br />

1 m<br />

LLEVESE SU<br />

CREDIBONO<br />

Y NO PAGUE<br />

NADA<br />

HASTA EL MES<br />

SIGUIENTE<br />

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ABSOLUTAMENTE NADE. PUEDE DARLE MAS<br />

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7<br />

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NOVEDADES<br />

Alegría, F. Los días contadom. $ 630 / Benedettf, M. La<br />

muerte y otras sorpresas. $ 700 / García Ponce J. La apa-<br />

rición de lo <strong>in</strong>visible. Ilustrado. $ 855 / Diez auto-<br />

res - Narrativa joven de México - Prólogo Glantz. M.<br />

8 875 / Althusser, L. y Balibar, E. Para leer El capital.<br />

S 1.260 / Foucault, M. Las palabras y las cosas. $ 1.735<br />

/ Baran, P. A. y Sweezy, P. M. El capital monopolista.<br />

945 / Marcuse, H. El f<strong>in</strong> de la utopía. $ 600 / Vasquez<br />

Diaz. R. Bolivia a la hora del Che. $ 1.015 / Mandel, E.<br />

La formación del pensamiento económico de M-. $ 1.060<br />

/ Rub<strong>in</strong>ste<strong>in</strong>, J. C. Desarrollo e <strong>in</strong>estabilidad política en<br />

Argent<strong>in</strong>a. $ 560 / Vásquez, A. y Oury, F. Hacia una<br />

pedagogia del siglo XX. $ 1.440 / Gibson, C. Los aztecas<br />

bajo el dom<strong>in</strong>io español (1519-1810). Ilustrado y empos-<br />

tano. S 3.960 / Bnon, A. y Ey, H. Psiquiatría animal.<br />

Ilustrado y empastado. $ 3.960 / George, W. Genética<br />

elemental. $ 1.015 / Ondana, R. V. Biología moderna.<br />

Ilustrado. $ 2.095 / Par<strong>in</strong>. V. V. y Bayevski, R. M. Ele-<br />

mentos de cibernética médica. $ 2.500 / T<strong>in</strong>berqen, N.<br />

El estudio del <strong>in</strong>st<strong>in</strong>to. $ 1.660 / Freud, S. y Andreas-<br />

Salomé, L. Correspondencia. $ 1.440 / Guzmán, G. El<br />

padre Camilo Torres. $ 1.125 / Dauven, J. Enciclopedia<br />

de loa deportes. Ilustrado y Empastado. $ 7.040 / Varios<br />

autores. Tribunal Russell. $ 1.300.<br />

LOS LIBROS. agosto 1969 19


ensayo<br />

Grosz, Piscator, Brecht<br />

Arte y sociedad, Calden, 80 págs.<br />

Bertold Brecht<br />

Poemas y canciones<br />

Alianza, 176 págs.<br />

Bertold Brecht<br />

Me-ti. El libro de las mutaciones<br />

Nueva Visión, 160 págs.<br />

Francisco Posada<br />

Lukács, Brecht y la situacibn<br />

actuai de1 realismo socialista<br />

Galerna, 310 págs.<br />

Paolo Chiar<strong>in</strong>i<br />

Bertold Brecht,<br />

Península, 296 págs.<br />

No se admite a Brecht s<strong>in</strong> <strong>in</strong>convmientes;<br />

s<strong>in</strong> un mínimo sobresalto<br />

y con un cúmulo de explicaciones.<br />

Ppr cierto abundan quienes, no pudiendo<br />

negarlo de plano, suelen detenerse<br />

morosamente en hacerle este<br />

o aquel reparo, en rechazar tal o<br />

cual aspecto de su obra. Pero no hablo<br />

de ellos. Tampoco se trata ya<br />

de reconocer su grandeza -algo obvio-.<br />

s<strong>in</strong>o más bien de señalar en<br />

qué consiste esa grandeza, o si se<br />

auiere. cuál es su furia. De allí nacen<br />

tanto la perplejidad como la<br />

reticencia sola~ada v aun ciertas for-<br />

mas de tergiversarlo. Para admitir<br />

a Brecht, s<strong>in</strong> embargo. sólo hace<br />

u ,<br />

falta no taparse los ojos.<br />

El reconocimiento de la "revolu-<br />

ción brechtiana" no ha corrido en-<br />

tre nosotros mejor suerte que en<br />

otras latitudes: reconocimiento uni-<br />

do muchas veces al desconocimien-<br />

to, se ha mostrado superficial, con-<br />

tradictorio. eauivoco. f<strong>in</strong>almente se<br />

, S<br />

ha impuesto. Aunque su triunfo aquí<br />

es aún ~recario. Por eso estas obras<br />

nos parecen saludables, porque contribuven<br />

a un debate latente de fundamental<br />

importancia.<br />

Hace unos qu<strong>in</strong>ce años, dos antes<br />

de la muerte del autor, la puesta en<br />

escena de Madre comie abre -si<br />

olvidamos un episódico <strong>in</strong>tento anterior-<br />

la brecha de las rewesentaciones<br />

de Brecht en la Argent<strong>in</strong>a.<br />

Desde entonces. éstas se irán sucediendo,<br />

con el concurso de directores<br />

~~ como ~ Fessler. Gandolfo. Mossian,<br />

Lovero, lnda Ledesma y el uruguayo<br />

Atahualpa del Cioppo, y con<br />

una significativa ausencia de los<br />

elencos ~r<strong>of</strong>esionales. Por la misma<br />

época se <strong>in</strong>icia la publicación de<br />

algunas de sus obras teatrales, que<br />

a partir de 196P comienzan a ser<br />

editadas en forma sistemática Dor<br />

Nueva Visión, hasta completar hoy<br />

catorce tomos. Paralelamente a esta<br />

labor, se traducen al español las<br />

obras de algunos exégetas y críticos<br />

extranjeros (cronológicamente aparecen<br />

las de A. Gisselbrecht, V.<br />

Klotz, H. E. Holthusen, J. Willett,<br />

J. Desuché y un volumen colectivo<br />

con trabajos de S. Tretiakov, Max<br />

Frisch, V. Pozner, G. Lukács, P. Demetz,<br />

M. Essl<strong>in</strong> y otros; también<br />

ensayos <strong>in</strong>cluidos en recopilaciones,<br />

como los de Bar<strong>the</strong>s). S<strong>in</strong> olvidar<br />

la ~ublicación del Pequeño Organon<br />

(bajo el título de Breviurw de estética<br />

teatral en 1963), de sus Poemas<br />

y cmiones en 1965 y de las varias<br />

ediciones de LQ novela de dos cen-<br />

tavos, Los negocws de2 señor Julio<br />

César y Cuentos & crlmmuaqwe.<br />

No obstante esta labor eschnica y<br />

esta nutrida bibliografía, existían<br />

hasta ahora en c.uanto a la totalidad<br />

de la obra brechtiana algunos claros<br />

evidentes, uno por lo menos de im-<br />

portancia. Veamos en qué medida<br />

cubren esas zonas poco transitadas<br />

estos c<strong>in</strong>co volúmenes que han llega-<br />

do últimamente a las librerías por-<br />

teñas :<br />

1 ) Arte y sociedmE es uno de esos<br />

típicos libros-ensalada de los que s<strong>in</strong><br />

daño puede presc<strong>in</strong>dirse, bien que re-<br />

sulte útil hojear por algunos de sus<br />

elementos, considerados en otro con-<br />

texto. Tras un título rumboso (o<br />

vendedor, o harto pretencioso) se<br />

han agrupado c<strong>in</strong>co breves trabajos<br />

de tres artistas cuyos vínculos comu-<br />

nes a partir de aquí no es fácil dilu-<br />

cidar, aunque tal vez sean éstos:<br />

nacionalidad alemana, tendencias an-<br />

tiburguesas, se revelaron como crea-<br />

dores en el clima efervescente de la<br />

primera posguerra, residieron en los<br />

Estados Unidos, los tres han muer-<br />

to. . . El texto del p<strong>in</strong>tor Georg Grosz<br />

("El arte y la sociedad burguesa")<br />

reproduce una conferencia pronun-<br />

ciada presumiblemente en 1923 cuyo<br />

Único valor -escaso por cierto- se<br />

encuentra en el desenfado testimo-<br />

nial; el de Erw<strong>in</strong> Piscator ("El tea-<br />

tro como pr<strong>of</strong>esión de fe"), que da-<br />

ta de 1955, es una diatriba* bastante<br />

superficial contra algunos: "malos"<br />

críticos beri<strong>in</strong>eses, en la cual este<br />

notable director aprovecha para en-<br />

fatizar sus débiles concepciones teó-<br />

ricas s<strong>in</strong> agregar nada, sobre los as-<br />

pectos concrc;~:, de la puesta en es-<br />

cena, a lo que ya expusiera en su<br />

fundamental Teatro político; f<strong>in</strong>al-<br />

mente, los tres apuntes de Brecht<br />

("Carácter popular del arte y arte<br />

realista", "Charla durante el ensayo"<br />

y "La dialéctica proletaria") son ex-<br />

trañas entre sí y- valiosos sólo si se<br />

los juzga por sus sobrentendidos o<br />

en referencia al autor; por ejemplo,<br />

en el último trabajo las menciones<br />

.,<br />

de Hegel resultan <strong>in</strong>teresantes en<br />

cuanto las consideramos en el horizonte<br />

de la relación Brecht-Hegel.<br />

2) Pmntus y canciones (versión<br />

de Jesús López Pacheco, sobre la<br />

traducción directa del alemán de Vicente<br />

Romano y con la colaboración<br />

de José María Carandell) reedita en<br />

un libro de bolsillo ejemplar esta<br />

cuidada traducción hace tiempo agotada.<br />

Si empleamos el térm<strong>in</strong>o "poeta"<br />

en un sentido amplio a la vez<br />

que pr<strong>of</strong>undo, y no como una categoría<br />

rígida de la preceptiva literaria.<br />

Bertold Brecht debe ser wnsiderado<br />

s<strong>in</strong> n<strong>in</strong>guna duda uno de los<br />

poetas fundamentales de nuestro siglo<br />

(sus poemas mayores: El dma<br />

buena de Se-Chuan, MacEte Coraje y<br />

sus hijos, G a . Caalei, Et círculo<br />

de tiza oaucasiano). Pero en esta<br />

plausible selección se recogen las<br />

composiciones brechtianas que pue-<br />

den encasillarse bajo el térm<strong>in</strong>o en<br />

su acepción restr<strong>in</strong>gida. La gran ma-<br />

yoría asume formas de baladas, le-<br />

yendas, crónicas, canciones (songs) ,<br />

<strong>in</strong>cluso vanas de ellas <strong>in</strong>tegran ori-<br />

g<strong>in</strong>ariamente sus piezas teatrales, a<br />

veces a la manera de un comentario<br />

20 LOS LIBROS, agosto 1969


coral; poesía para ser dicha antes<br />

que leída.<br />

En general, estas composiciones<br />

evitan el tono confesional abierto (si<br />

bien cabe notar el pasaje desde una<br />

actitud muy "externa" respecto del<br />

objeto a una más <strong>in</strong>tegrativa del sujeto,<br />

no es menos cierto que este<br />

mayor "<strong>in</strong>timismo" traduce sólo una<br />

mayor felicidad expresiva, como en<br />

"Canción alemana" o en "El humo",<br />

dos abruptas ilum<strong>in</strong>aciones; aunque<br />

las cimas no necesariamente suelen<br />

ser antiprogramáticas, lé&e "A 10s<br />

hombres futurgs") , puesto que<br />

Brecht estaba convencido que 10s actuales<br />

eran "Malos tiempos para la<br />

lírica": "¿Por qué sólo hablo / de<br />

que la campes<strong>in</strong>a de cuarenta años<br />

anda encorvada? / Los pechos de<br />

las muchachas son cálidos como antes.<br />

J/ En mi canción, una rima /<br />

me parecería casi una <strong>in</strong>solencia. //<br />

En mí combaten / el entusiasmo por<br />

el manzano en flor / y el horror por<br />

el p<strong>in</strong>tor de brocha gorda / Pero<br />

sólo esto último / me impulsa a escribir."<br />

No y sí: todas nuestras obj<br />

eciones se vuelven endebles apenas<br />

recordamos que mientras Brecht escribía<br />

estos versos aquel p<strong>in</strong>tor de<br />

poca monta, llamado Hitler, arrasaba<br />

con algo más que los manzanos<br />

en flor.<br />

3) Me-ti. El libro de h mudacwnes.<br />

En el siglo v antes de nuestra<br />

era, Mo Ti, funcionario de la<br />

corte de Sung, elabora un conjunto<br />

de pensamientos que promueven el<br />

desarrollo de una escuela filosófica,<br />

cuyas doctr<strong>in</strong>as se <strong>in</strong>cluyen siglos<br />

después en los Cánones de Tao. De<br />

allí y de las experiencias de Mi-enleh<br />

(más conocido como Len<strong>in</strong>) surgen<br />

estas glosas brechti~as, este "librito<br />

de preceptos" -según lo def<strong>in</strong>iera<br />

su autor en carta a Karl<br />

Korsch- escrito pr<strong>in</strong>cipalmente entre<br />

1934 y 1937, nunca concluido<br />

e <strong>in</strong>édito hasta la edición alemana<br />

de 1965 a cargo de Uwe Johnson.<br />

Proverbios. máximas. sentencias,<br />

reconvenciones morales, frases célebres,<br />

toda la gama del grageísmo<br />

ideológico no nos resulta particularmente<br />

atractiva, más aún nos produce<br />

cierta desconfianza, la sensación<br />

de un pensamiento que no acaba<br />

de armarse, que opta por la facilidad<br />

(tal vez por la sencillez, de don-<br />

LOS IJBROS, agosto 1969<br />

de nuestro presunto reproche quizá<br />

constituya la búsqueda más legítima<br />

de esta forma de expresión). El Me-<br />

ti no escapa a las generales de la<br />

ley; pero en tal sentido debemos<br />

reconocerle también su afán didác-<br />

tico, la amplitud y variedad de sus<br />

reflexiones, un despliegue de pará-<br />

bolas que no escatima el <strong>in</strong>genio ni<br />

la agudeza (mantener esta cualida-<br />

des s<strong>in</strong> decaimientos es casi impo-<br />

sible, y el M e4 tampoco lo logra).<br />

En particular, este libro de mutacio-<br />

nes revisa convencionalismos y su-<br />

puestos sociales con un tono burlón,<br />

penetrante, que a menudo suele en-<br />

cubrir una ironía pr<strong>of</strong>unda; y tras<br />

cada síntesis conceptual nos <strong>of</strong>rece<br />

una paradoja o nos enfrenta con una<br />

seguridad serena, que no es precisa-<br />

mente la rigidez del dogma, que más<br />

bien es su contrario. Así, como los<br />

buenos ejemplos de su género, el<br />

Me-ti se revela un breviario para<br />

la acción; como los mejores, para<br />

la acción eficaz, O -si se prefieren<br />

los térm<strong>in</strong>os <strong>of</strong>iciales- para la sub-<br />

versión.<br />

Leemos en el <strong>in</strong>icio del parágra-<br />

fo Enjuiciamiento He la ética: "So-<br />

bre la célebre frase 'amarás al pró-<br />

jimo como a ti mismo', Me-ti dijo<br />

una vez lo siguiente: Si los traba-<br />

jadores la aceptan, nunca term<strong>in</strong>arán<br />

con una situación en la cual sólo<br />

puede amarse al prójimo cuando<br />

uno no se ama a sí mismo". Estos<br />

son los "preceptos" de este sabio<br />

ch<strong>in</strong>o nacido en Augsburgo.<br />

4) Lukács, Brecht y la situación ac-<br />

tual del realismo socialista. Una mis-<br />

ma <strong>in</strong>quietud recorre los cuatro en-<br />

sayos que <strong>in</strong>tegran este libro: la lec-<br />

tura del discurso teórico brechtiano,<br />

como fuente primordial para ras-<br />

trear las bases de una concepción<br />

del arte auténticamente marxista (0<br />

dialéctico-materialista, o revoluciona-<br />

ria, o que supere las concepciones<br />

positivistas del arte). Esa lectura se<br />

realiza en forpa desigual según sean<br />

los temas por ella abordados, ade-<br />

más por moxqentos suele resultar rei-<br />

terativa y, en general, quizá pueda<br />

objetársele su excesivo apego a la<br />

"descgipción". Pero antes nos pare-<br />

ce necesario señalar los méritos <strong>in</strong>-<br />

discutibles de este libro: el del co-<br />

lombiano Francisco Posada consti-<br />

tuye el primer aporte a la bibliogra-<br />

fía brechtiana escrito orig<strong>in</strong>ariamen-<br />

te en nuestro idioma (puesto que<br />

excluidas algunas notas circunstan-<br />

ciales, apenas cabría mencionar en<br />

tal sentido los artículos de los espa-<br />

ñoles Alfonso Sastre y Ricardo Sal-<br />

vat) J pero esta primacía cronológi-<br />

ca viene acompañada de un hecho<br />

mucho más relevante: la importan-<br />

cia del tema y la seriedad con que<br />

éste ha sido tratado.<br />

La labor teórica de Brecht, des-<br />

conocida o subestimada o relegada<br />

a mero apéndice de su obra teatral,<br />

es s<strong>in</strong> embargo uno de los esfuerzos<br />

más pr<strong>of</strong>undos y consecuentes para<br />

analizar el fenómeno artístico des-<br />

de una perspectiva marxista y. el<br />

único que simultáneamente ha cote-<br />

jado y corroborado ese análisis con<br />

una práctica directa. El trabajo de<br />

Posada parte justamente de esta<br />

certidumbre y procura explicitarla<br />

en sus tópicos sobresalientes e <strong>in</strong>ves-<br />

tigarla a través de una <strong>in</strong>formación<br />

amplia y de primera mano (así, con<br />

respecto a Brecht maneja las recien-<br />

tes ediciones de sus Escritos sobre<br />

teatro, 1963-64; Escritos sobre lite-<br />

ratura y arte, 1966, y Escritm sobre<br />

política y sociedad, 1968). Ahora<br />

bien, al colocar e <strong>in</strong>cluso resaltar la<br />

obra de Brecht en el contexto de<br />

"las diversas teorías marxistas del<br />

arte" -obre todo en confrontación<br />

polémica con las posiciones de LU-<br />

kács- (específicamente en el tra-<br />

bajo más amplio del libro, "La si-<br />

tuación actual del concepto de rea-<br />

lismo socialista", y en forma más<br />

limitada en "Vanguardia y arte rea-<br />

lista", comentario al debate sobre el<br />

expresionismo promovido por Bloch,<br />

Lukács, Anna Seghers, Brecht y otros<br />

durante la década del tre<strong>in</strong>ta, deba-<br />

te que rebasó holgadamente su ob-<br />

jetiVo particular para afrontar posi-<br />

ciones globales), Posada <strong>in</strong>tenta el<br />

encuadre apropiado al tema y sus ca-<br />

racterizaciones son en general acer-<br />

tadas, pero muchas veces también<br />

el exceiivo apego a la transcripción<br />

y a la <strong>in</strong>formación -sorprende s<strong>in</strong><br />

émbargo que Posada ni tome en<br />

cuenta los trabajos de los italianos-<br />

suelen restarle agilidad e <strong>in</strong>troduce<br />

de a ratos un cierto desorden, un<br />

desorden escolar. Menos afortunado<br />

nos parece el segundo ensayo, "El<br />

teatro épico como género", donde la<br />

idea central se ve desdibujada por<br />

aclaraciones excesivas -la referen-<br />

cia a Piscator, por ejemplo- y don-<br />

de el autor desdeña -aquí sí del<br />

todo <strong>in</strong>justificadamente- la obra<br />

teatral de Brecht. El cuarto trabajo,<br />

"Brecht, hora cero", es s<strong>in</strong> duda el<br />

de mayor envergadura, el que mejor<br />

ahonda en el discurso teórico brech-<br />

tiano, entregándonos de él una muy<br />

plausible imagen.<br />

Jorge Lafforgue<br />

COMPAÑIA PAPELERA DEL NORTE S. A. C. l.<br />

representante del<br />

INGENIO LEDESMA S.A.A.I.<br />

Carlos Peiiegr<strong>in</strong>i 27 - 29 H T. E. 38 - 6708 y 38 - 6823


letras clásicas<br />

Las grandes aventuras humanas<br />

suelen sumir a los hombres menos<br />

emprendedores en la melancólica ca-<br />

vilación sobre la pequeñez y la gran-<br />

deza. Tema en verdad digno de<br />

Luciano, que fabricó los primeros<br />

46 sermones" edificantes de Occidente<br />

Luciano de Samosata y no por eso, s<strong>in</strong>o por ciertos jui-<br />

Historias verdaderas - Libro 1 cios atrevidos sobre los dioses, fue<br />

apodado "el blasfemo".<br />

Pero Luciano no se limitó a pre-<br />

dicar, s<strong>in</strong>o que eiicabezó uno de los<br />

muchos viajes realizados por terrá-<br />

queos a la luna en tiempos que sólo<br />

desde lejos parecen peores, hace ya<br />

más o menos 1.800 años, y nos dejó<br />

su cuaderno de bitácora: el libro 1<br />

de sus Historias Verdadera. Lo<br />

acompañaban c<strong>in</strong>cuenta <strong>in</strong>trépidos<br />

griegos, que partieron con él de Sa-<br />

mosata un siglo y medio antes de<br />

aue la ciudad adauiriera escandaloso<br />

renombre en el terreno de la herejía,<br />

por las <strong>in</strong>confesables actividades del<br />

obispo Pablo. No tardaron más de<br />

siete días en llegar a dest<strong>in</strong>o, cifra<br />

que parece razonable si aún hoy hay<br />

que aburrirse tres días oyendo mo-<br />

nótonas y regresivas melopeas para<br />

poder hacer pie en el satélite.<br />

En aquella época no era cosa de<br />

llegar y bajar, como en la actuali-<br />

dad, pues la luna estaba vigilada por<br />

los diligentes hipogipos (j<strong>in</strong>etes so-<br />

bre buitres), que giraban <strong>in</strong>cesante-<br />

mente en torno de ella montados en<br />

unos descomunales volátiles de tres<br />

cabezas, cuyas plumas eran tan grue-<br />

sas como mástiles de navíos. Los<br />

valerosos griegos fueron <strong>in</strong>mediata-<br />

mente detenidos y puestos a disposi-<br />

ción del rey de la luna, llamado<br />

Endimión, que habia llegado alli des-<br />

de la tierra y encontrado, según pa-<br />

rece, que el lugar resultaba más ha-<br />

bitable, hasta que po~. éritos acce-<br />

dió al cargo que ocupa $.<br />

Pero si bien había abhdonado<br />

nuestro planeta, Endimión no habia<br />

dejado atrás las graves .preocupacio-<br />

nes terrenales: estaba en Buerra co~í<br />

el rey del sol, llamado Faetón, pot<br />

una cuestión baladí: se le había ocurrido<br />

sacarse a los ~obres-de encima<br />

enviándolos a colonizar la estrella de<br />

la mañana, es decir Venus, plan que<br />

Faetón trató de impedir, sea por<br />

amor a Venus o porque tenia sus<br />

propios pobres que enviar alli. En<br />

la primera escaramuza salió veti.<br />

cedor Faetón, con su escuadrón de<br />

hipomirmeques (caballeros montados<br />

sobre enormes hormigas), pero En-<br />

dimión decidió que las cosas no<br />

term<strong>in</strong>arían así, y se aprestó a librar<br />

nueva batalla, esta vez ayudado por<br />

los c<strong>in</strong>cuenta comedidos griegos. Las<br />

enormes arañas de la luna tejieron<br />

una tela que llegaba hasta el sol, y<br />

sirvió de campo de batalla. Las<br />

fuerzas lunares eran impresionantes:<br />

80.000 hipogipos, 20.000 lacanópte-<br />

res (volátiles con alas de hoja de<br />

lechuga) montados por los terribles<br />

quencróbolos (guerreros que lanzan<br />

granos de mijo) y los escorodóma-<br />

cos (que combaten con dientes de<br />

ajo), además de los aliados que en-<br />

vió la estrella de la Osa: 30.000<br />

psilotoxotas (arqueros montados so-<br />

bre pulgas) y 50.000 anemódromos<br />

(guerreros veloces como el viento,<br />

pero desprovistos de alas). Frente a<br />

este ejército se al<strong>in</strong>eó el de Faetón:<br />

en él había soldados que servían de<br />

hongos como escudo y de espárragos<br />

como lanza, y otros con cara de<br />

perro.<br />

Vence Faetón y los c<strong>in</strong>cuenta ab-<br />

negados griegos van a parar a los<br />

calabozos del sol, cuyo rey decreta<br />

un fastidioso eclipse punitivo contra<br />

la luna. Al f<strong>in</strong>al todo se arregla me-<br />

diante el pago de un tributo de<br />

10.000 ánforas de rocío. sustancia<br />

al parecer muy apreciada en el sol,<br />

donde debe escasear el agua en esta-<br />

do líquido. Los lunares, abandonan-<br />

do momentáneamente los hábitos te-<br />

rrestres de su rey Endimión, acceden<br />

a dejar que los habitantes de otros<br />

astros se gobiernen como mejor les<br />

parezca.<br />

Y entrando ya en los detalles bio-<br />

socio-económicos de la organización<br />

de la vida lunar, nos sorprende de<br />

entrada un hecho: en el satélite no<br />

hay mujeres. Los hombres por sí so-<br />

los perpetúan la especie, io que hace<br />

superfluo al sexo curvil<strong>in</strong>eo. Eso sí,<br />

donde las dan las toman: los hom-<br />

bres son desposados hasta los 25<br />

años; luego desposan a otros me-<br />

nores que ellos, como en Esparta,<br />

Eton y Oxford. No llevan a los ni-<br />

ños en el vientre durante el ernbara-<br />

zo, s<strong>in</strong>o en la pantorilla, por lo cud<br />

debemos suponer que cuando el pro-<br />

ceso avanzaba debían guardar cm&,<br />

o por le menos silla. -&a . simple<br />

operación que realizaría cualquier<br />

practicante permitía el alumbramien-<br />

to, s<strong>in</strong> alharacas ni gimnasia pre-<br />

via.<br />

Pero ésa no era la única manera<br />

de reproducirse: la raza de los den-<br />

tritas, cuando le daba la gana o le<br />

nacia el escrúpulo de perpetuarse,<br />

procedía sencillamente a cortarse el<br />

testículo derecho y sembrarlo en el<br />

suelo. De él nacia una planta que,<br />

con el tiempo, paciencia y bien re-<br />

gada, daba unos grandes higos: bas-<br />

taba abrirlos para sacar a los niños.<br />

Estos dentritas no tenían ni necesi-<br />

taban partes naturales, aunque para<br />

no ser menos, las usaban ortopédi-<br />

cas: pero reaparecía aquí la odiosa<br />

diferencia de clases, pues no todos<br />

podían costeárselas de marfil, y los<br />

pobres se resignaban a modelos más<br />

económicos, de madera.<br />

En la luna nadie muere, s<strong>in</strong>o que<br />

al llegar a cierta edad se sublimiza<br />

y evapora en humo. La alimentación<br />

consiste en ranas volantes asadas,<br />

que se <strong>in</strong>gieren junto con el humo<br />

del mismo asado. La bebida es rocío<br />

que se obtiene exprimiendo el aire<br />

en un vaso. Con ese régimen no exis-<br />

ten naturalmente las necesidades fi-<br />

siológicas que contribuyen tan eficaz-<br />

mente a mantener nuestro equilibrio<br />

metafísico en medio de tanta asepsia,<br />

ni tampoco las respectivas cavidades.<br />

Al revés de lo que ocurre con los<br />

habitantes de los cometas, los luna-<br />

res como algunos terráqueos actua-<br />

les, adoran a los calvos y aborrecen<br />

a los melenudos, que deben ocultar<br />

su vergonzosa condición. En los pies<br />

tienen un solo dedo, que no lim-<br />

pian porque carece de uña. Y poseen<br />

cola, pero en forma de coliflor. Los<br />

frutos de sus vides se parecen al<br />

granizo, y el viento los hace caer a<br />

veces sobre la tierra, lo cual explica<br />

s<strong>in</strong> tantas vueltas el fenómeno meteo-<br />

rológico que tanto dio que cavilar.<br />

Como los lunares no poseen <strong>in</strong>testi-<br />

nos, aprovechan el lugar libre, con-<br />

venientetemente afelpado, para abri-<br />

gar allí a los niiios cuando sienten<br />

frío. Protegen su cuerpo con trajes<br />

de vidrio, si son ricos, pues los po-<br />

bres los usan de tejido de cobre.<br />

Todos los habitantes de la luna pue-<br />

den sacarse los ojos y guardarlos<br />

en el bolsillo. Sólo se los ponen<br />

cuando quieren ver, cosa que no<br />

22 LOS. LIBROS, agedo' 1969


ocurre a menudo. También pueden<br />

usar los de otras personas, y tener<br />

grandes colecciones de ellos es un<br />

signo de status. Las orejas consisten<br />

en hojas de plátano, menos en el<br />

caso de los que nacen de los higos,<br />

que las tienen más sólidas, de ma-<br />

dera, diferencia que también parece<br />

reflejar un desnivel social. En el<br />

palacio del rey hay un gran espejo<br />

que da sobre un pozo pr<strong>of</strong>undísimo:<br />

mirando atentamente en él se puede<br />

ver en detalle toda la Tierra, no sólo<br />

las ciudades, s<strong>in</strong>o también las casas<br />

y hasta las personas: los griegos lo<br />

utilizaron durante su visita para<br />

aplacar su nostalgia y vigilar a sus<br />

esposas, pero los lunares no pare-<br />

cían utilizarlo mucho, o quizás ya<br />

habían dejado de mirar, cansados<br />

de repeticiones.<br />

¿Habrán pasado los astronautas<br />

junto a ese mundo s<strong>in</strong> percibirlo, o<br />

se dejaron engañar por los guijarros<br />

de colores amontonados deliberada-<br />

mente allí por los lunares para des-<br />

pistarlos, o quizá atraerlos, como<br />

hacían los ilustres adelantados con<br />

los <strong>in</strong>ocentes <strong>in</strong>dios americanos del<br />

Nuevo Mundo? Mucho me temo que<br />

con los datos reunidos en la última<br />

expedición no haya material sufi-<br />

ciente para dar cabal respuesta a tan<br />

graves cuestiones. Pero no importa:<br />

la tarea del hombre es como la de<br />

Tántalo: siempre tiene cerca de sus<br />

labios el agua de la sabiduría pero<br />

parece condenado a no alcanzarla<br />

nunca. Por eso, quizá sea preferible<br />

desistir de explicaciones prematuras<br />

y firmar el generoso cheque en<br />

blanco que todas las generaciones<br />

extienden a la ciencia del futuro.<br />

Eduardo J. Prieto<br />

LOS LEBBOS, agosto 1969<br />

<strong>in</strong>formaciones<br />

estadísticas<br />

CIFRAS DE mULOS PUBLICADOS, SIN TENER EN CUENTA EL TIRAJE<br />

1952<br />

Argent<strong>in</strong>a 4.257<br />

España 3.455<br />

México No hay datos<br />

Brasil 3.208<br />

Lat<strong>in</strong>oamérica Datos <strong>in</strong>completos<br />

Producción mundial 250.000<br />

En lengua española 14.000 (5.6 %)<br />

Fuente: UNESCO.<br />

colecciones<br />

Jorge Alvarez tiene en prensa los primeros volúmenes de una colección de<br />

clásicos, en los que la atención mayor está puesta en las traducciones. Cada<br />

obra estará precedida por un ensayo de un escritor contemporáneo sobre el<br />

autor y por una cronología de época. La serie <strong>in</strong>cluye, entre otros: Memorias<br />

del subsuelo de Dostoievsky, con prólogo de George Ste<strong>in</strong>er; Benito Cereno y<br />

1 Billy Budd de Melville con prólogo de Césare Pavese; el segundo volumen de<br />

Bouvard y Pecouchet de Flaubert con prólogo de Raymond Queneau; Los pai-<br />

sanos de Balzar con prólogo de George Sukács; La Fuente Sagrado de Henry<br />

James con prólogo de Edmund Wilson; El corazón de las t<strong>in</strong>iebla de Conrad<br />

con prólogo de GGnter Blocker y Todo Ubú de Jarry con prólogo de Maurice<br />

Saillet.<br />

FICHA DE SUSCRIPCION A LOS LIBROS<br />

POLICIALES<br />

La Editorial Tiempo Contemporáneo<br />

anuncia para este año la publicación<br />

de los primeros títulos de una Serie<br />

Negra que se abrir6 con una Antología<br />

de este género al que Faulkner defi-<br />

niera como "la novela de caballería<br />

del siglo XX". La colección cont<strong>in</strong>uará<br />

con obras de Dashiell Hammett, Ray-<br />

mond Chandler, Horace McCoy, David<br />

Goodis y otros autores entre los que se<br />

destaca José Giovanni, un ex gangster<br />

francés sobre cuyos libros se han fil-<br />

mado: El samurai, El último suspiro,<br />

Adi6s al amigo y los aventureros.<br />

Nombre .................................................................................. Argent<strong>in</strong>a 12 números $ 3.000<br />

Calle y número [7 6 números $ 1.500<br />

Localidad Am6rica 12 números U$S 10<br />

. .<br />

Prov<strong>in</strong>cia ................................................................................ Vía aérea U$S 15<br />

país .................. . .............................................................. Europa<br />

12 números U$S 12<br />

A partir del número ................ <strong>in</strong>clusive. Vla aérea U$S 18<br />

Señale con una cruz lo que corresponda.<br />

Envíe este cupón Y acompañe el importe en cheque o giro a la orden de EDITORIAL<br />

GALERNA, S, R. L., Boulogne Sur Mer 580, Buenos Aires.


política<br />

Peter H. Smith<br />

Carne y política en la Argent<strong>in</strong>a<br />

Paidós, 253 págs.<br />

CARNE Y<br />

POLITICA<br />

"La historia de la <strong>in</strong>dustria de la<br />

carne -llegaron a decir algunos- es<br />

la historia de la Argent<strong>in</strong>a". Así, ya<br />

en las primeras pág<strong>in</strong>as de la <strong>in</strong>troducción<br />

de Carne y política en la<br />

Argent<strong>in</strong>a, su autor, Peter Smith, un<br />

<strong>in</strong>vestigador norteamericano, anticipa<br />

el objeto de su estudio: rastrear,<br />

a través del examen articulari izado<br />

de una zona de la vida económica,<br />

las relaciones sociales y las relaciones<br />

políticas vigentes durante un largo<br />

~eríodo.<br />

Las bases del análisis -que abarca<br />

desde 1900, momento de consolidación<br />

de una poderosa élite aristocrática<br />

ligada a la exportación de<br />

productos pecuarios, hasta 1946, en<br />

que "el poder pasó a Juan Dom<strong>in</strong>go<br />

Perón, líder de una clase baja urbana<br />

en surgimiento"- suponen la existencia<br />

de ciertos "grupos de <strong>in</strong>terés"<br />

def<strong>in</strong>idos primordialmente a nivel<br />

económico, ligados de una manera u<br />

otra a la <strong>in</strong>dustria de la carne y en<br />

conflicto entre sí. La relación con la<br />

política de estos grupos estaría dada<br />

en tanto ésta no es s<strong>in</strong>o el área de<br />

qesolución de esos choques de <strong>in</strong>tereses.<br />

Smith identifica c<strong>in</strong>co grupos y a<br />

través del libro <strong>in</strong>tenta relacionarlos<br />

mutuamente y con el poder politico.<br />

Ellos son: 1) los frigoríficos extranjeros;<br />

2) los ganaderos <strong>in</strong>vernadores;<br />

3) los ganaderos criadores; 4)<br />

los consumidores urbanos y 5) los<br />

obreros de los frigoríficos. " Los cortes<br />

que permiten una periodización de<br />

las relaciones entre "carne y política",<br />

supondrán la emergencia sucesiva<br />

de cada uno de ellos y la preponderancia<br />

de alguno sobre los demás<br />

en las decisiones del poder político.<br />

Los choques entre estos sectores<br />

serán del tipo <strong>in</strong>tra-clase para el<br />

caso de los tres primeros, para extenderse<br />

luego al ámbito de los con-<br />

flictos <strong>in</strong>ter-clase, cuando a comien-<br />

zos de la década del 40 la presión de<br />

consumidores y obreros vaya en au-<br />

mento. Así, el corte entre "un antes<br />

y un después" de la revolución mi-<br />

litar de 1943 resulta neto, pues su-<br />

pone un nuevo real<strong>in</strong>eamiento de<br />

fuerzas cualitativamente dist<strong>in</strong>to al<br />

vigente desde 1900. Señala Smith con<br />

razón que "a medida que la Argenti-<br />

na avanzaba hacia la modernización,<br />

un prolongado período de disputas<br />

económicas de <strong>in</strong>tra-clase verificadas<br />

en el seno del sedor rural se desvió<br />

eventualmente hacia un gran conflic-<br />

to entre clases y con dimensiones<br />

urbano-rurales que tuvo múltiple8<br />

frentesyy.<br />

El peso que los consumidores y<br />

los obreros de los frigoríficos tuvie-<br />

ron en el desarrollo de los conflictos<br />

alrededor de la política de carnes en<br />

los primeros cuatro décadas del si-<br />

glo fue virtualmente nulo. La orga-<br />

nización obrera de los frigoríficos<br />

sufrió un duro golpe entre f<strong>in</strong>es de<br />

1917 y comienzos de 1918, cuando<br />

el gobierno de Yrigoyen aplastó, me-<br />

diante la <strong>in</strong>tervención de la mar<strong>in</strong>a,<br />

una huelga en la que se reclamaban<br />

las ocho horas, el pago de horas ex-<br />

tras, aumentos graduales de sueldos<br />

y que se dispusiera día feriado el<br />

primero de mayo. Los consumidores,<br />

por su parte, encontraban apoyo en<br />

el plano de las relaciones de poder a<br />

través de los parlamentarios socia-<br />

listas, pero se manifestaban como <strong>in</strong>-<br />

capaces -entre otras cosas por la<br />

debilidad en cuanto a poder de pre-<br />

3ión del Parlamento- para imponer<br />

sus reclamos: debían optar por aliar-<br />

se a uno u otro sector en que se di-<br />

vidían los ganaderos. En el marco<br />

de las relaciones derivadas de la <strong>in</strong>-<br />

dustria de la carne, la emergencia<br />

del peronismo es explicada por Smith<br />

a través de la aparición, a nivel pro-<br />

tagónico, de los <strong>in</strong>tereses de consu- quedan por señalar, como puntos<br />

midores urbanos y trabajadores de verdaderamente estimulantes para delos<br />

frigoríficos que consiguen, en un sarrollos posteriores, los siguientes:<br />

período de un poco más de dos años, 1) un análisis del radicalismo, en el<br />

satisfacer reclamos permanentemente que sus limitaciones para liderar un<br />

postergados.<br />

En e] útil esquema de Smith, las<br />

proceso de modernización aparecen<br />

Como claras en tanto se 10 percibe,<br />

reiv<strong>in</strong>dicaciones de los grupos de más que como un grupo de clases<br />

<strong>in</strong>terés se encuentran asociadas con medias <strong>in</strong>dustrializadas, como la reorganizaciones<br />

corporativas y con presentación de un sector ganadero<br />

agrupaciones políticas. En el primer subord<strong>in</strong>ado; 2) un análisis del SOnivel,<br />

los ganaderos <strong>in</strong>vernadorm encentrarán<br />

su representación ge.<br />

cialismo centrado sobre SUS características<br />

de organización política renu<strong>in</strong>a<br />

a través de la Sociedad Rural; presentativa de 10s consumidores urlos<br />

criadores, desde los años 30, en<br />

la Confederación de Asociaciones<br />

banos lo que permitiría explicar, en<br />

térm<strong>in</strong>os de <strong>in</strong>tereses, actitudes como<br />

Rurales de Buenos Aires y La Pam- SU antiproteccionismo <strong>in</strong>dustrial en<br />

pa (CARBAP) ; los trabajadores de materia económica y 3) un análisis<br />

los frigorificos en los s<strong>in</strong>dicatos que del peronismo concebido como movihasta<br />

la década del 40 tienen una miento en el que 10s trabajadores Y<br />

vida errática, diezmados por las ce. 10s consumidores obtienen, a travéo<br />

santías de sus dirigentes y la represión.<br />

A nivel político, los <strong>in</strong>vernadodel<br />

Estado, satisfacción para antiguos<br />

reclamos <strong>in</strong>satisfechos y comienzan<br />

res serán representados por partidos<br />

conservadores de la zona pampeana;<br />

así a participar de una c~mb<strong>in</strong>ación<br />

<strong>in</strong>fer-clase, Por primera vez en la<br />

los criadores hallarán mejor eco en- historia política argent<strong>in</strong>a. Para todo<br />

tre radicales y demócratas progre&- ello hay referencias, observaciones,<br />

tas; los consumidores, en el partido aPortw en el libro de Smith, Por 10<br />

socialista, que no pudo o no cual su valor trasciende el mero <strong>in</strong><strong>in</strong>cluir<br />

entre sus representados al terés específico del análisis de una<br />

proletariado de los frigoríficos en <strong>in</strong>dustria particularn<strong>in</strong>gún<br />

momento.<br />

Llama la atención que en este paralelo<br />

entre representación corporativa<br />

y representación política, los dos<br />

casilleros correspondientes a los frigorífico~<br />

queden en blanco. Quizás<br />

Smith exagera, al señalar el real poder<br />

de las clases dom<strong>in</strong>antes locales,<br />

(que no eran, efectivamente, meros ,<br />

apéndices del capital extranjero s<strong>in</strong>o<br />

en todo caso socios) su desdén por<br />

la <strong>in</strong>fluencia directa que podían te-<br />

Juan Carloe Portantien,<br />

ner los frigoríficos en las decisiones<br />

políticas del Estado. Suena como poco<br />

conv<strong>in</strong>cente la afirmación de que<br />

el poder político de los frigoríficos<br />

DISTRIBUIDORA<br />

TRES AMEIüCAS LIBROS<br />

era débil "por cuanto en su condición<br />

de <strong>in</strong>versiones extranjeros privados<br />

no tenían representación directa<br />

en las decisiones del Estado".<br />

De todas formas, el libro demuestra<br />

la gran utilidad de 10s análisis<br />

Proveedores de Librerías,<br />

Bibliotecas, Universidades<br />

e Instituciones<br />

Candes de venta en Argenparciales<br />

dedicados a <strong>in</strong>dagar las<br />

relaciones entre grupos de <strong>in</strong>terés<br />

derivados de una <strong>in</strong>dustria y poder<br />

ti= y en todo el mundo de<br />

más de 150 editorides.<br />

politico, para la reconstrucción científica<br />

de la d<strong>in</strong>ámica de clases de la<br />

sociedad argent<strong>in</strong>a. Como el mismo<br />

Solicite nuestro catálogo<br />

"Libros de Argent<strong>in</strong>a"<br />

Smith lo señala, el mismo trabajo<br />

debería hacerse con otras áreas productivas<br />

a f<strong>in</strong> de recomponer una TRES AMERICAS<br />

imagen más completa del proceso po- Chiie 1432 38.1981/7179/7201<br />

lítico.<br />

En la brevedad de este comentario<br />

Buenoe Aires<br />

LOS LIBROS, agosto 1969


FUEGO EN CASABINDO CANCION DE RACHEL<br />

Héctor Tizón ~a novela del norte Miguel Barnet Esta novela-testimonio<br />

argent<strong>in</strong>o que es a la es la historia de una<br />

vez la crónica de una<br />

rebelión campes<strong>in</strong>a y<br />

una historia trágica de<br />

muerte y superstición.<br />

La <strong>in</strong>corporación de<br />

una realidad <strong>in</strong>édita a<br />

la narrativa, que abre<br />

un nuevo mundo a las<br />

letras lat<strong>in</strong>oamericanas<br />

vedette que re<strong>in</strong>ó en<br />

los escenarios cubanos<br />

de pr<strong>in</strong>cipios de<br />

siglo. "SU vida -dice<br />

Barnet -, tal y como<br />

ella me la contó y tal<br />

como yo luego se la<br />

conté a ella" Del autor<br />

de BlOGRAFlA DE<br />

UN CIMARRON.<br />

? --<br />

PLAN DE EVASION<br />

Adolfo BFoy<br />

Casares<br />

Todas las virtudes de<br />

uno de los grandes<br />

narradores de nuestras<br />

-- ->---A--<br />

letras s<strong>in</strong>tetizadas en<br />

una novela excepcio- Tel. 86-6353<br />

nal: Imag<strong>in</strong>ación, rigor Buenos Aires,<br />

y estilo. Argent<strong>in</strong>a<br />

--<br />

LAS LUCHAS<br />

ESTUDIANTILES<br />

EN EL MUNDO<br />

Berkeley, Berlín, Roma,'Madrid, Anka-<br />

ra, Tokyo, Belgrado, Praga, Río, Var-<br />

sovia, México: cronología, documrn-<br />

tos y testimonios de la rebelión es-<br />

tudiantil a lo largo de Europa, Asia y<br />

América, que permiten desl<strong>in</strong>dsr las<br />

analogías y particularidades entre to-<br />

dos los movimientos.<br />

u-<br />

GALERNA<br />

Boulogne Sur Mer 580<br />

SER SOCIAL Y TERCER<br />

MUNDO Norberto Wilner . ,<br />

Precedido por un ex-<br />

tenso prólogo .de la<br />

pr<strong>of</strong>esora Amelia Po-<br />

detti, la obra de Wilner<br />

se propone, a través de<br />

un m<strong>in</strong>ucioso rastreo<br />

de El Capital, el aportv<br />

de elementos para una<br />

lógica de lo nacional.<br />

1 DESARROLLO<br />

Y DESARROLLISMO<br />

Aguilar, Frigerio, Eggers Lan y otros<br />

Las vías del desarrollo, la relación entre subdesarrollo y<br />

dependencia son, en última <strong>in</strong>stancia el punto en que por<br />

presencia u omisión confluyen los seis polémicos ensayos<br />

que constituyen este trabajo.<br />

Francisco Posada<br />

LUKACS,<br />

BRECHT,<br />

Y LA<br />

SITUACION<br />

ACTUAL DEL<br />

REALISMO<br />

SOCIALISTA<br />

Una exhaustiva descripción de la po-<br />

lémica que se desarrolla en el seno<br />

de las diversas teorías socialistas del<br />

arte. Un aporte al conocimiento de las<br />

más avanzadas corrientes europeas<br />

enriquecidas por el estructuralismo.<br />

El autor es actualmente Decano de la<br />

Facultad de Humanidades de Bogotá,<br />

Colombia.<br />

LA SOCIEDAD CARNIVORA<br />

Herbert Marcuse<br />

EI autor de "El hombre unidimensional" prosigue su impe-<br />

cable análisis de la sociedad opulenta, vislumbra salidas,<br />

y analiza cuestiones fundamentales: el papel de los estu-<br />

diantes, la rebelión de París, las perspectivas de la Nueva<br />

Izquierda. Traducción y presentación de Miguel Gr<strong>in</strong>berg.<br />

EN EL FONDO<br />

Elvira Orphée<br />

Una nueva novela de la<br />

autora de "Todos los<br />

veranos", "Uno" y "Ai-<br />

re tan dulce". La re-<br />

creación de la <strong>in</strong>fancia<br />

prov<strong>in</strong>ciana a través de<br />

un lenguaje mágico.<br />

siempre orig<strong>in</strong>al.<br />

LOS LIBROS, agosto 1969 25


psicoanálisis I<br />

FREUD:<br />

desventuras de una edición<br />

Obras completas, vol. 111<br />

Biblioteca Nueva, 1062 páqs<br />

El libro vence los límites na-<br />

turales del discurso humano,<br />

vehiculiza mensajes a través del<br />

tiempo y del espacio, pero no<br />

realiza su tarea anónimamente.<br />

Por el contrario, <strong>in</strong>terpone su<br />

materialidad del libro cuenta y<br />

lector, crea esa distancia que<br />

tal vez constituye la posibilidad<br />

de toda lectura. Un libro está<br />

lejos de ser algo <strong>in</strong><strong>of</strong>ensivo:<br />

compuesto por una determ<strong>in</strong>ada<br />

calidad de papel, por una en-<br />

cuadernación específica, presen-<br />

tado por un sello editorial, tiene<br />

un precio, jserá su dest<strong>in</strong>o Ile-<br />

var siempre un prólogo? Borges<br />

descubre que el libro es la bi-<br />

blioteca; pero que también está<br />

en la biblioteca ; es decir, que un<br />

libro no existe jamás por sí<br />

mismo s<strong>in</strong>o en su relación con<br />

todos los otros. Brevemente: la<br />

materiaidad del libro cuenta y<br />

no es lo mismo un libro de Pai-<br />

dós, que de Sudamericana, de<br />

Galerna o de Alvarez. Los lecto-<br />

res, i son lectores de editoriales?<br />

Pensamos que todo lo que per-<br />

tenece a la confección material<br />

de un libro permite "medir" la<br />

mediación ideológica que ha su-<br />

frido el pensamiento de un au-<br />

tor. Por lo menos, esto es seguro<br />

para el volumen 111 de las Obras<br />

Completas de Freud en Biblio-<br />

teca Nueva, cuya revisión, tra-<br />

ducción y prólogo estuvo a car-<br />

go de Ramón Rey Ardid, quien<br />

asegura que "su único objetivo<br />

ha sido el de <strong>of</strong>recer al lector<br />

hispano-parlante, en correcta y<br />

fiel traducción castellana, y re-<br />

visada con el mayor detalle, la<br />

producción completa de uno de<br />

los pensadores más orig<strong>in</strong>ales,<br />

más creadores, más revoluciona-<br />

rios y más fecundos de la cul-<br />

tura humana de todos los tiem-<br />

pos".<br />

¿Será fecundo por todo lo que<br />

en su nombre o contra él se ha<br />

dicho o hecho, <strong>in</strong>cluyendo la edi-<br />

ción de este tercer volumen?<br />

De ser así, tenemos que decir<br />

que Freud no es culpable de to-<br />

das las mediocridades que su<br />

perfección ha autorizado. Pero,<br />

¿por qué es necesario defender<br />

la doctr<strong>in</strong>a freudiana? Si bien es<br />

fácil admitir la posibilidad de<br />

un desarrollo más elaborado de<br />

sus ideas, jlas lecturas realiza-<br />

das no han dado origen ya a "su-<br />

peraciones" ideológicas, a nue-<br />

vas concepciones del psicoaná-<br />

lisis que se presentan como más<br />

adultas y menos dogmáticas,<br />

pero que en realidad <strong>in</strong>dican<br />

sólo una resistenciu, síntomas<br />

de una represión histórica? (En<br />

la historia de esta represión. la<br />

traducción tiene un papel des-<br />

tacado y se halla en el origen<br />

seguramente de confusiones con-<br />

sagradas : pulsión : <strong>in</strong>st<strong>in</strong>to).<br />

Este libro señala la aparición<br />

de un nuevo síntoma. Pero de-<br />

jemos hablar al paciente. jCuá-<br />

les son sus primeras palabras?<br />

"Obras completas de Freud, vo-<br />

lumen III". La atención flotante<br />

del analista descubriría otra co-<br />

sa: un autor no escribe Obras<br />

Completas. Las O. C. no son más<br />

que un hecho editorial, denotan<br />

un desarrollo tecnológico; <strong>in</strong>di-<br />

can una situación de mercado,<br />

señalan la existencia de hecho<br />

de lectores de Obras Comple-<br />

tas. Pero sobre todo, las O. C.<br />

son una construcción. Suponen<br />

arrancar los textos de las con-<br />

diciones históricas de su surgi-<br />

miento, de todo lo que def<strong>in</strong>e<br />

a la obra como un aconteci-<br />

miento s<strong>in</strong>gular, y su posterior<br />

ubicación en un conjunto, es de-<br />

cir, que <strong>in</strong>plican una ordenación,<br />

una lectura. S<strong>in</strong> embargo, un<br />

síntoma aparece sobre un fon-<br />

do de verdad, remite al proceso<br />

de su propia formación. El pa-<br />

ciente sigue hablando, pero el<br />

analista i qué escucha? Las dis-<br />

cont<strong>in</strong>uidades, las fallas, las va-<br />

cilaciones, 108 lapsus, las repeti-<br />

ciones del discurso. ¿Y quién<br />

repite? El Esquema (o Compen-<br />

dio) de psicoanálisis (en las<br />

pp. 392-439 y 1009-1052). Se<br />

trata de dos versiones: una<br />

es la traducción del texto ale-<br />

mán, la otra de la versión <strong>in</strong>-<br />

glesa. j Deberíamos agradecer<br />

que no dispusiera de la traduc-<br />

ción italiana o francesa? Pero<br />

más allá de los rasgos neuróti-<br />

cos, el analista se enfrentará al<br />

mecanismo de la psicosis: fo~-<br />

clusión (repudio), que Lacan<br />

def<strong>in</strong>e como el rechazo primor-<br />

dial de un "significante" funda-<br />

mental fuera del universo sim-<br />

bólico del sujeto, y que no re-<br />

torna desde el <strong>in</strong>terior, s<strong>in</strong>o que<br />

aparece en el seno de lo real,<br />

fundamentalmente en el fenó-<br />

meno aluc<strong>in</strong>atorio. Lo aluc<strong>in</strong>ado<br />

aquí no es s<strong>in</strong>o un "Prólogo"<br />

que no ha sido escrito pero que<br />

tiene autor. (En la p. 885, en<br />

nota que el responsable del vo-<br />

lumen se atribuye, se remite a<br />

un Prólogo que sólo existe en<br />

el tomo XXII de las O. C. de<br />

Freud, Edit. S. Rueda, cuyo<br />

autor es L. Rosenthal.) Acto<br />

fallido (olvido de la preposición<br />

"del") del traductor-revisor-pro-<br />

loguista que cuando afirma su<br />

autoría, descubre la verdad <strong>in</strong>-<br />

conciente : Rey (del) Ardid.<br />

Abandonando la metáfora<br />

analítica, pero sólo a condición<br />

de que se entienda literalmente,<br />

diremos con una palabra <strong>in</strong>glesa<br />

que este libro constituye una<br />

purlo<strong>in</strong>ed transhtwn. Afortuna-<br />

damente la traducción no carece<br />

de autor, pertenece a L. Rosen-<br />

thal, y es la misma que la de<br />

los cuatro últimos tomos de la<br />

edición de S. Rueda. Una tra-<br />

ducción correcta que permite<br />

acceder a textos capitales de<br />

Freud: El Esquema, El Mad<br />

estar en la cultura, las cartas a<br />

Flies, Moisés y la religión mono-<br />

tebta, el Proyecto de una Psko-<br />

logia para neurbbgos, El f eti-<br />

ch.ismo.<br />

Jorge J<strong>in</strong>kis<br />

1 COOPERADORA<br />

1 DE DERECHO Y<br />

CIENCIAS SOCIALES<br />

LIBRERIA EDITORIAL<br />

Colección:<br />

CUADERNOS DE<br />

DERECHO POLITICO<br />

PARTODOS<br />

POLlTlCOS<br />

Dr. Mario J. López<br />

LA SOBERANlA<br />

Dr. Mario J. López<br />

Novedad:<br />

EL DERECHO DE LA<br />

REVOLUCION EN LA<br />

EMANCIPACION<br />

AMERICANA<br />

Dr: Francisco E. Trusso<br />

TERCERA EDICION<br />

Pedidos a:<br />

Av. FIGUEROA ALCORTA 2263<br />

Buenos Aires<br />

T. E. 83 - 5030<br />

26 LOS LIBROS. agosto 1969


comunicación<br />

L<strong>in</strong>güística y ciencias sociales<br />

Eliseo Verón y otros<br />

Lenguaje y comunicaci6n<br />

social<br />

Nueva Visión, 230 págs.<br />

En octubre de 1%7 se realizó en<br />

el Instituto Di Tella, bajo la direc-<br />

ción de Eliseo Verón, un simposio<br />

titulado "Teoría de la comunicación<br />

y modelos l<strong>in</strong>güísticos en ciencias so-<br />

ciales". Los trabajos se<br />

reúnen ahora en un libro que expre-<br />

sa el resultado de las <strong>in</strong>vestigaciones<br />

de cada autor en el campo de su <strong>in</strong>-<br />

terés.<br />

El objetivo de las <strong>in</strong>vestigaciones<br />

que parten de la teoría de la comu-<br />

nicación social, consiste en desarro-<br />

llar modelos rigurosos que permitan<br />

explicar el sentido de los mensajes,<br />

especialmente en su dimensión meta-<br />

comunicacional; pero comprender el<br />

sentido de los mensajes científica-<br />

mente supone el descubrir las reglas<br />

implícitas a partir de las cuales fue<br />

construido; es decir su código, que<br />

no puede presentarse bajo otra for-<br />

ma que la de una estructura. En el<br />

trabajo de Prieto: "Lengua y Conno-<br />

tación", la estructura que se busca<br />

detectar es la del estilo del emisor<br />

de un mensaje. Por ejemplo: En una<br />

situación en la cual hay que <strong>in</strong>for-<br />

marle a alguien de la llegada de su<br />

hermano, es posible optar entre va-<br />

rias maneras de hacerlo. Se puede<br />

decir "Ha llegado", "Su hermano es-<br />

tá aquíyy o "El llegó". El hecho de<br />

que el emisor elija una de las varias<br />

opciones posibles es un estilo, una<br />

<strong>in</strong>dicación precisa para el <strong>in</strong>vesti-<br />

gador.<br />

En el acto de creación de una obra<br />

literaria, en cambio, el autor elige a<br />

un mismo tiempo la anécdota (el con-<br />

tenido) y la manera en que hará<br />

efectivo su mensaje. Esto supone que<br />

ni el contenido ni la forma, tomados<br />

aisladamente, s<strong>in</strong>o su relación, es lo<br />

que constituye el pr<strong>in</strong>cipal medio<br />

para la transmisión del contenido li-<br />

terario de una obra.<br />

Las conclusiones de Prieto, sus-<br />

ceptibles de ser aplicadas al ámbito<br />

de <strong>in</strong>vestigación de la teoría literaria,<br />

<strong>in</strong>vitan también a otras reflexiones.<br />

Podría preguntarse, desde una pers-<br />

pectiva más general, si se puede en-<br />

contrar una dimensión de estilo, no<br />

ya personal y propia de un emisor<br />

(el creador literario de Prieto) s<strong>in</strong>o<br />

de conjuntos de emisores, agrupados<br />

según ciertas características comunes,<br />

por ejemplo clase social, o tipo de<br />

personalidad. La respuesta afirmativa<br />

a estas preguntas abriría un cam-<br />

po <strong>in</strong>sospechado de <strong>in</strong>vestigación en<br />

ciencias sociales, que es, en parte, el<br />

objetivo de los trabajos de Sluzki,<br />

respecto a la comunicación en pa-<br />

NOVEDADES DE LIBRECOL / DEPARTAMENTO<br />

EDITORIAL JORGE ALVAREZ<br />

EL PERONISMO: 1. SUS CAUSAS.-Tomo v de Ia Historia Crítica de los<br />

Partidos Pollticos Argent<strong>in</strong>os - Rodolfo Puiggrós. El peronismo no emergió de<br />

la nada: naci6 de las contradicciones <strong>in</strong>ternas de la sociedad argent<strong>in</strong>a, de la<br />

ceguera de los dirigentes partidistas y de la complicidad de los centros extran-<br />

jeros del poder. 168 págs. $ 850.-<br />

CRONICAS DE CUBA - Barnet, Carpentier, Desnoes, Fernández Retamar.<br />

N. Guillén, Lezama Lima, Padilla, V. Piñera y otros. Selección y prólogo de<br />

Rodolfo Walsh.<br />

"Desde $960 el miedo, la hipocresía y la mala donciencia se aliaron para<br />

separar a Cuba y a sus <strong>in</strong>telectuales y artistas del resto de Lat<strong>in</strong>oamerica. La<br />

OEA vela su sueno (Julio Cortázar) ." Pero la vida literaria en Cuba tiene una<br />

<strong>in</strong>tensidad que nunca tuvo y el escritor cubano es un privilegiado comparad0<br />

con sus colegas lat<strong>in</strong>oamericanos" (Rodolfo Walsh).<br />

256 págs. S 850.-<br />

LOS EFECTOS DE LAS COMUNICACIONES DE MASAS- Umberto Eco.<br />

G. Friedmann, J. Halloran y otros.<br />

Los pretendidos efectos del pretendido alcance de la <strong>in</strong>fluencia de la comuni-<br />

cación de masas, y en particular de la televisión, son tema actual de <strong>in</strong>tensa<br />

discusion, pero ni los expertos saben hoy siquiera "qué es lo que el público<br />

efectivamente recibe" de los programas emitidos. Varios enfoques de la cues-<br />

tión por renombrados especialistas. 144 págs. S 700.-<br />

EDITORIAL BRUJULA<br />

DEVOClONES - John Donne. Versión y pr6logo de Alberto Girri. Breviarios<br />

de <strong>in</strong>formación literaria.<br />

Traducidas por Alberto Girri, uno de los poetas mayores de habla hispana.<br />

las "Devociones" -compuestas en el <strong>in</strong>vierno de 1623 durante una grave<br />

enfermedad del autor - están entre las piezas más extraiia~ e hipnóticamente<br />

htrm0~~. 160 págs. S 480.-<br />

ELHUMOR NEGRO 1- Quevedo, ,Swift. Sade. Baudelaire y otros. Se!eccibn<br />

Y notas de Eduardo Stilman. Biblioteca de las cuestiones. 248 págs. S 680.-<br />

JUAREZ EDITOR<br />

DE AN¡MA - Aristóteles. Pr6log0, traducción y notas de Alfredo Llanos. Col.<br />

Paideuma.<br />

Para el fundador del Liceo psique es s<strong>in</strong>bnimo de vida. Esta psicologia aristo-<br />

télica puede ser considerada el antecedente lejano de importantes estudios,<br />

aunque el aspecto cientlfico y realista del autor. que se descubre en toda su<br />

obra, ha sido oscurecido adrede por los comentartstas. XX + 156 págs.; 6 840.-<br />

cientes neuróticos y de Verón, refe-<br />

rido a la comunicación ideológica<br />

de los medios de comunicación ma-<br />

sivos. Paul Ekman y W. Friesen, en<br />

el segundo capítulo de la obra, <strong>in</strong>-<br />

tentan organizar un pr<strong>in</strong>cipio de cla-<br />

sificación exhaustivo de la conducta<br />

no verbal. Los autores han desarro-<br />

llado sus observaciones a partir de<br />

dos áreas de expresión significativas<br />

de la conducta no verbal: 19) la for-<br />

ma en que el comportamiento no<br />

verbal puede anular los esfuerzos de<br />

una persona para disimular que está<br />

m<strong>in</strong>tiendo, y 29) las diferencias y<br />

similitudes en la conducta no verbal<br />

en dist<strong>in</strong>tas sociedades. A partir del<br />

análisis de los datos extraídos en<br />

ambas áreas, se presenta un <strong>in</strong>icio<br />

de clasificación de la conducta no<br />

verbal: los autores se han limitado<br />

a ordenar y describir, s<strong>in</strong> <strong>in</strong>tentar<br />

derivar de sus análisis n<strong>in</strong>gún tipo<br />

de hipótesis sustantiva. La extrema<br />

complejidad y variedad de los movi-<br />

TECNICO<br />

.DE LA LlBRERlA DEL COLEGIO<br />

PARA LA DlSTRlBUClON DE LIBROS<br />

LA LOGlCA DlALECTlCA Y LAS CIENCIAS-~thanase Joja. Col. Paideuma.<br />

Si bien Kant pensaba que es una ciencia s<strong>in</strong> historia, "la Ibg,ica,,dice Engels,<br />

ha tenido una historia dramática". El pr<strong>of</strong>esor rumano Jo~a~ vicedirector de la<br />

UNESCO, señala esas etapas y el proceso que la convertirá en clave dial6ctica<br />

del conocimiento. XVI + 240 págs. $ 1.200.-<br />

LA FILOSOFIA COMO UN SISTEMA-Kant. Col. Paideuma.<br />

Preparado como <strong>in</strong>troducción a la "Crítica del juicio", de la que después fue<br />

excluido por su extensión, pues es Casi un tratado filos6fic0, este trabajo.<br />

<strong>in</strong>hallable en castellano y aun en alemán, es un verdadero acontecimiento<br />

editorial. Una reciente edición francesa contiene errores que desfiguran su<br />

contenido. XVlll + 118 págs. S 760.-<br />

LOS VIEJOS SOFISTAS Y EL HUMANISMO GRIEGO - Alfredo Llanos.<br />

Col. Paideurna.<br />

La mala fama de los s<strong>of</strong>istas no corresponde a la realidad histórica, pues<br />

fueron auténticos creadores de cultura. "Su gravitación se hizo sentir en toda<br />

la vida cultural helenica.. . particularmente en la historia y en el teatro.<br />

164 PP. S 860.-<br />

EDITORIAL ALFA<br />

EL CLARIVIDENTE-Otiiia de Casa Ferrbndiz.<br />

Segunda edición de una novela ambientada en Punta del Este -Y. en contraluz.<br />

la Argent<strong>in</strong>a de Perón-, que ya está siendo llevada a la ~antalii en coproduc:<br />

cibn <strong>in</strong>ternacional. 204 págs. S 625.-<br />

EDITORIAL TRES CONTINENTES<br />

EL PROBLEMA PALESTINENSE: UN ENFOQUE HISTORICO-JURIDICO<br />

Edmundo Rabbath, Mustafá Kamil Yassen. Aixa Rateb.<br />

En traducción de don Rodolfo Ardor Alfaro. una coherente ex~osición de los<br />

argumentos contrarios b la presencia israelí en Palest<strong>in</strong>a. 256 pbgs. S 500.-<br />

LIBRECOL<br />

-<br />

HUMBERTO IQ<br />

545 - BUENOS AIRES - 30-7518<br />

LOS -ROS. agosto 1969 27


mientos corporales y de las expresiones<br />

faciales son aún resistentes<br />

-como Ekrnan y Friesen se encargan<br />

de demostrarlo- a las explicaciones<br />

científicas. Pero no se puede menos<br />

que seguir con atención al proceso<br />

de avance y sistematización en la taxonomía<br />

descriptiva que se <strong>in</strong>tenta<br />

en relación a la conducta no verbal.<br />

Si a una primera etapa de ordenamiento,<br />

le siguen otras de formulación<br />

de hipótesis y modelos de fecundidad<br />

teórica (tal como ha pasado<br />

en las ciencias naturales con la<br />

botánica de L<strong>in</strong>neo y en las ciencias<br />

sociales con la l<strong>in</strong>güística), se podrá<br />

observar toda la relevancia del trabajo<br />

descriptivo, el cual naturalmente<br />

recién comienza.<br />

La <strong>in</strong>vestigación de Sluzki "Estructuras<br />

semánticas y contratransferencia",<br />

parte del análisis de un<br />

modelo ideal: el primer contacto entre<br />

un paciente y un psicoanalista<br />

-teóricamente- neutro. De esta situación,<br />

sumamente rica y compleja,<br />

se <strong>in</strong>vestiga la existencia de "niveles<br />

de estructuración del mensaje" que<br />

sean comunes a pacientes de un mismo<br />

grupo diagnóstico y diferentes<br />

para pacientes de dist<strong>in</strong>tos grupos<br />

diagnósticos. Sluzki se pregunta por<br />

ejemplo, si en el análisis de los mensajes<br />

emitidos por los pacientes "fóbicos"<br />

se presentan cierto tipo de<br />

46<br />

regularidades comunicacionales <strong>in</strong>concientes"<br />

que traducen, a nivel del<br />

lenguaje, su perturbación específica.<br />

Si así fuera, el discurso de los fóbicos<br />

des~ertaría sistemáticamente en<br />

el receptor (el analista) cierto tipo<br />

el psicoanálisis, una exteriorización<br />

del "<strong>in</strong>strumento de trabajo" del te-<br />

rapeuta, demasiado conf<strong>in</strong>ado, a ve-<br />

ces. en la subietividad.<br />

Cabe observar, con todo, que estas<br />

conclusiones, válidas en pr<strong>in</strong>cipio pa-<br />

ra los cuadros neuróticos, no son<br />

aplicables a los desajustes agudos<br />

de la personalidad, como la psicosis.<br />

Como ha sido demostrado, en los ca-<br />

sos psicóticos es imposible privilegiar<br />

el canal verbal l<strong>in</strong>güístico del "pa-<br />

quete comunicacional". Refiriéndose<br />

a estos casos psicóticos, Levi-Strauss<br />

percibió claramente esta imposibili-<br />

dad cuando señaló aue: "En realidad.<br />

el médico dialoga con su paciente,<br />

no mediante palabras, s<strong>in</strong>o mediante<br />

operaciones concretas, verdaderos ri-<br />

tos que atraviesan la pantalla de la<br />

conciencia s<strong>in</strong> encontrar obstáculos,<br />

para aportar directamente su mensa-<br />

je al <strong>in</strong>conciente."<br />

En "Ideología y comunicación de<br />

masas", Eliseo Verón presenta las<br />

conclusiones de una <strong>in</strong>vestigación<br />

que tiene importancia decisivá para<br />

el planteo de una sociología de las<br />

ideologías, tanto teórica como me-<br />

todológicamente. Teóricamente -en<br />

primer lugar- porque Verón recha-<br />

za la metodología y el nivel de aná-<br />

lisis típicos del empirismo y el psico-<br />

logismo, expresados como técnicas<br />

en las anod<strong>in</strong>as encuestas de op<strong>in</strong>ión.<br />

e ideológicamente como "el f<strong>in</strong> de<br />

las ideologías". En segundo lugar,<br />

porque desde una perspectiva mar-<br />

xista reubica y def<strong>in</strong>e el objeto de<br />

estudio de la sociología de las ideo-<br />

discurso político. Dicho nivel de significación<br />

es susceptible de una lectura<br />

ideolúgica, la única capaz de<br />

poner de manifiesto su organización<br />

implicita. Esta organización implícita<br />

se presenta como una "estructura,<br />

un sistema de reglas semánticas para<br />

generar mensajes". Este sistema puede<br />

ser <strong>in</strong>conciente o no, pero su función<br />

"normativa" es siempre "no<br />

manifiesta", criterio que permite diferenciar<br />

claramente la ideología de<br />

la propaganda. El objeto de la <strong>in</strong>vestigación<br />

-las noticias br<strong>in</strong>dadas<br />

por los semanarios acerca del ases<strong>in</strong>ato<br />

del líder metalúrgico Rosendo<br />

García- ~ermite acceder al lector. a<br />

través de una técnica rigurosa, a<br />

la descom~osición de los mecanismos<br />

con 1;s que ambos medios, de<br />

manera dist<strong>in</strong>ta, despojan de sentido<br />

a la acción violenta, <strong>in</strong>tegrándola a<br />

su concepción ideológica. Son estas<br />

estructuras ideológicas -concluve<br />

Verón- im~lícitas en el discurso.<br />

las que nos proponen todos los días<br />

una manera de percibir al mundo,<br />

de "decodificarlo". Aplicadas a cualquier<br />

contenido. forman Darte de la<br />

&itología social' de nuestia época, y<br />

como se expresan por las palabras,<br />

su función está en presentarnos el<br />

discurso como el objeto mismo.<br />

El trabajo de Masotta echa las<br />

primeras bases de una estética semiológica<br />

de la historieta. El autor se<br />

detiene en el hecho de que la historieta,<br />

por las condiciones materiales<br />

en las que se presenta (un recuadro<br />

limitado, en una hoja de papel) está<br />

logías como Darte de un análisis su-<br />

u<br />

obligada a presentar códigos estereode<br />

"reacciones ~eculiares. diferentes" perestructural que, como lo señalara tipado~, fácilmente reconocibles para<br />

de las que despiertan los obsesivos, Althusser, "debe todavía en gran par- todo el mundo, en el desarrollo de<br />

los histéricos, etc. Este tipo de reac- te ser elaborada". Para Verón la la anécdota. La historieta, entonces,<br />

ción peculiar recibe el nombre, en ideología es un sistema<br />

la literatura psicoanalítica, de "reac-<br />

que pefma<strong>of</strong>rece<br />

un campo excepcional para<br />

nece fundamentalmente <strong>in</strong>conciente comprender el alcance de los mención<br />

contratransferencial". A través en los actores sociales. Dero aue está<br />

, .<br />

sajes sociales, que hasta ahora se<br />

del análisis de casos se concluye de- presente en la sociedad entera. Como había ocupado sólo del análisis de<br />

mostrando diferencias significativas tal, la ideología sólo es comprensible las audiencias. La historieta es esqueentre<br />

los discursos de cada tipo de por medio de una abstracción teórica mática, es cierto, pero ¿no lo es tampersonalidad.<br />

La importancia del tra- y sólo puede ser explicada en con- bién el lector de la historieta? Para<br />

bajo radica en el hecho -pocas ve- sonancia con las leyes socioló,' micas Massotta el análisis de las "estrucces<br />

visto en la literatura psicoanali- que se expresan en el sistema social turas de los mensajes" es correlativo<br />

tica corriente- de que la operacio- entero. La importancia metodológica de una "psicología del aprendizaje<br />

nalización de los conceptos ha permi- radica en el hecho de que Verón no de esas estructuras". Sólo una psicotido<br />

comprobaciones estadísticas que se dedica a "comentar" los clásicos, logía asociacionista y estructuralista<br />

validan las hipótesis. Al presentar s<strong>in</strong>o que def<strong>in</strong>e paso a paso los mé- podría plantear los problemas de<br />

el modelo formal (la estructura) con todos para detectar y reconstruir los convergencia o divergencia entre la<br />

el cual el paciente <strong>in</strong>concientemente mecanismos ideológicos, a partir de estructura de los mensajes y la escodifica<br />

los contenidos de la realidad, los materiales de la comunicación tructura de la lectura.<br />

Sluzki ha dado un aso im~ortante social. Para el autor, la ideología no El compilador firma los "Comenpara<br />

el tratamiento científico de los es un tipo particular de mensajes, si- tarios" que siguen a cada capitulo<br />

procesos diagnósticos. Porque "com- no un nivel de significación presente y una Introducción, donde se pasa<br />

probar empíricamente" las hipótesis en cualquier mensaje. Así, una revista revista a los orígenes de la teoría<br />

con las cuales se trabaja supone, en de modas es tan ideológica como un de la comunicación y la ligazón en-<br />

tre las dist<strong>in</strong>tas ciencias v<strong>in</strong>culadas<br />

a esta teoría. En ambos casos, se<br />

br<strong>in</strong>da un marco conceptual signifi-<br />

cativo para comprender los aspectos<br />

teóricos más destacados de las <strong>in</strong>ves-<br />

tigaciones y desl<strong>in</strong>dar ciertas confu-<br />

siones term<strong>in</strong>ológicas y conceptua-<br />

les, propias de una ciencia en creci-<br />

miento.<br />

La sola presencia de este libro<br />

-rico en <strong>in</strong>vestigaciones teóricas y<br />

empíricas- es una refutación para<br />

quienes no hace mucho objetaban<br />

una aparente "esterilidad" en los <strong>in</strong>-<br />

vestigadores de la teoría de la wmu-<br />

nicación.<br />

Norberto Litv<strong>in</strong><strong>of</strong>f<br />

28 LOS LIBROS, agosto 1969


ESTRUCTURALISMO<br />

Viene de pcig. 15<br />

una experiencia particular hasta<br />

un nivel más general que la<br />

vuelva accesible a los hombres<br />

de otro país o de otra época.<br />

La diferencia fundamental en-<br />

tre ambas no reside ni en el<br />

objeto (que es el mismo : la vida<br />

social), ni en sus objetivos (una<br />

mejor comprensión del hombre),<br />

ni en sus métodos (qué sólo do-<br />

sifican desigualmente los mis-<br />

mos procedimientos). Ellas se<br />

dist<strong>in</strong>guen, en realidad, por la<br />

elección de perspectivas comple-<br />

mentarias : "la historia organiza<br />

sus datos en relación con las ex-<br />

periencias conscientes de la vida<br />

social, y la etnología en relación<br />

con las condiciones <strong>in</strong>conscien-<br />

tes".<br />

Esto no significa que la etno-<br />

logía sea <strong>in</strong>diferente a los pro-<br />

cesos históricos y a las expre-<br />

siones conscientes de los fenó-<br />

menos sociales. Pero concedién-<br />

doles la misma atención que el<br />

historiador, le <strong>in</strong>teresa elim<strong>in</strong>ar<br />

todo lo que ellos deben al acon-<br />

tecimiento y a la reflexión ; bus-<br />

ca "a través de un consciente<br />

que jamás ignora, un sector cada<br />

vez mayor del <strong>in</strong>consciente ha-<br />

cia el cual se dirige". Más allá<br />

de la imagen consciente que los<br />

hombres tienen de su historia,<br />

trata de alcanzar el "<strong>in</strong>ventario<br />

de posibilidades <strong>in</strong>conscientes",<br />

el "repertorio de estas posibili-<br />

dades", la "arquitectura lógica"<br />

de un devenir histórico quizás<br />

imprevisible, pero nunca arbi-<br />

trario. En cuanto a la historia<br />

misma, "deseamos reservarle sus<br />

derechos" asegura Lévi-Strauss.<br />

Etnología e historia asumen<br />

puntos de vista complementa-<br />

rios; no pueden oponerse por-<br />

que se necesitan una a otra.<br />

Ahora bien, el problema que<br />

plantea esta distribución de pa-<br />

peles entre las dos discipl<strong>in</strong>as<br />

puede subdividirse en dos par-<br />

tes. En primer lugar, Lévi-<br />

Strauss, al asumir una postura<br />

marxista-freudiana que desva-<br />

loriza el nivel consciente de la<br />

realidad. no puede ignorar que<br />

elige para si la verdadera pers-<br />

pectiva: tras la apariencia en-<br />

gañosa, tras el ruido y la furia<br />

de los acontecimientos vividos,<br />

a él, etnólogo, le toca detectar<br />

los universos sumergidos, úni-<br />

cos condicionantes de los movi-<br />

mientos de superficie. La histo-<br />

ria es tolerada, ya que los ma-<br />

teriales que sum<strong>in</strong>istra siempre<br />

aert<strong>in</strong> bien recibidos, aunque ul-<br />

teriormente recompuestos "con-<br />

LOS =OS, agosto 1969<br />

forme a otro plan". Más que de<br />

perspectivas complementaria S<br />

habría que hablar de perspectivas<br />

jerarquizadas. Si se acepta<br />

esta <strong>in</strong>terpretación. es difícil suponer<br />

que Lévi-Strauss cree en<br />

la verdad histórica, es decir, en<br />

la ciencia histórica. Esto lleva<br />

al segundo aspecto del problema.<br />

Para Lévi-Strauss la historia es<br />

simplemente una reconstitución<br />

del pasado, la restitución del<br />

orden de sucesión de acontecimientos<br />

alejados en el tiempo.<br />

No ve en ella la posibilidad de<br />

aprehender una temporalidad<br />

efectivamente transcurrida, el<br />

movimiento histórico que en tanto<br />

existió se dio a sí mismo su<br />

propia significación. En este<br />

sentido son justas las críticas<br />

de Jean Pouillon: "Lo que Lévi-<br />

Strauss parece no ver es que en<br />

estas condiciones la historicidad<br />

pasa a ser secundaria: consiste<br />

simplemente en datar a la<br />

sociedad, para luego estudiarla<br />

en sí misma" 5.<br />

El tiempo histórico no es para<br />

él s<strong>in</strong>o la posibilidad de que se<br />

manifiesten los <strong>in</strong>variantes estructurales.<br />

Por otra parte sabemos<br />

que existe una relación<br />

de <strong>in</strong>certidumbre entre estructura<br />

y proceso: "si percibimos<br />

uno de ellos, ignoramos al otro e<br />

<strong>in</strong>ver~amente".~ 1 Debemos concluir<br />

que para Lévi-Strauss es<br />

imposible un estudio diacrónico<br />

de lo social que conserve el rigor<br />

estructural? No necesariamente:<br />

"de hecho y de derecho<br />

existen estructuras diacrónicas<br />

y estructuras s<strong>in</strong>crónicas. Como<br />

la l<strong>in</strong>güística, y por razones metodológicas<br />

evidentes, la antropología<br />

ha comenzado por considerar<br />

las segundas".<br />

En realidad, Lévi-Strauss j a-<br />

más desvaloriza explícitamente<br />

a la historia (menos aun a la<br />

diacronía) : "la idea de una historia<br />

estructural no tiene nada<br />

que pueda chocar a los historiadores";<br />

acepta <strong>in</strong>cluso el detennZn2smo<br />

histórico : "la dialéctica<br />

estructural no contradice,<br />

pues, al determ<strong>in</strong>ismo histórico :<br />

solicita su concurso y le proporciona<br />

un nuevo <strong>in</strong>strumento".<br />

La que niega es la historia que<br />

quiere explicar el sentido del<br />

tiempo vivido por los hombres :<br />

la considera un mito más, que el<br />

método estructural puede estudiar<br />

como cualquier otro mito.<br />

El hombre debe ser consciente<br />

de que su existencia histórica<br />

es un mito, s<strong>in</strong> que por ello<br />

renuncie a vivirla: no es posible<br />

constituir un sentido histórico<br />

contemporáneo a la acción prác-<br />

tica s<strong>in</strong> pasar por las catego-<br />

rías del mito. La <strong>in</strong>teligibilidad<br />

<strong>in</strong>mediata del proceso histórico<br />

es una ilusión, quizás necesaria<br />

para los f<strong>in</strong>es de la acción, pero<br />

que no puede reiv<strong>in</strong>dicar el ab-<br />

soluto de una verdad total. La<br />

praxis no es la fundación di-<br />

recta del sentido : "entre praxis<br />

y prácticas se <strong>in</strong>tercala siempre<br />

un mediador, que es el esquema<br />

conceptual por la actividad del<br />

cual una materia y una forma,<br />

desprovistas así la una como la<br />

otra de existencia <strong>in</strong>dependiente,<br />

se realizan como estructuras".<br />

¿Con qué derecho podríamos<br />

privilegiar un "esquema con-<br />

ceptual" situado en un momento<br />

de la historia humana, hacién-<br />

dolo depositario de una verdad<br />

<strong>in</strong>corruptible, considerándolo el<br />

centro de un movimiento <strong>in</strong>ce-<br />

sante?: "La verdad del hombre<br />

reside en el sistema de sus di-<br />

ferencias". ¿ Qué privilegio ten-<br />

dría una totalización situada? :<br />

"Es vano <strong>in</strong>dagar el sentido más<br />

verdadero buscándolo en la con-<br />

ciencia histórica".<br />

Comprendemos asimismo que<br />

el mito no está solamente en la<br />

conciencia del agente práctico,<br />

como marco de referencia para<br />

<strong>in</strong>cidir en su contemporaneidad ;<br />

también acecha al historiador<br />

en la forma de una cont<strong>in</strong>uidad<br />

mistificadora que encubre los<br />

límites del conocimiento posi-<br />

ble ; que encubre las operaciones<br />

del "código de la historia", único<br />

capaz de someter la discont<strong>in</strong>ui-<br />

dad a categorías de clasifica-<br />

ción, sum<strong>in</strong>istrando de ese modo<br />

un contenido científico y no<br />

ilusorio. Es visible que la his-<br />

toria no <strong>of</strong>rece una verdad vir-<br />

tual; es un punto de partida,<br />

hay que salir de ella, hay que<br />

remontarse a los <strong>in</strong>variantes de<br />

estructura que permitan releerla<br />

como la cont<strong>in</strong>gencia predeter-<br />

m<strong>in</strong>ada, como el azar necesario.<br />

"En un calidoscopio - se afirma<br />

en la Lección Znaugurai- la<br />

comb<strong>in</strong>ación de elementos idén-<br />

ticos produce resultados siem-<br />

pre nuevos. Lo que ocurre es<br />

que en él está presente la his-<br />

toria de los historiadores -aun-<br />

que sólo sea en la sucesión de<br />

sacudidas que provocan las re-<br />

organizaciones de estructura-,<br />

Y que la probabilidad de que<br />

reaparezca dos veces un mismo<br />

ordenamiento es prácticamente<br />

nula." La imagen del calidosco-<br />

pio remite a los modelos fami-<br />

liares en Lévi-Strauss : teorfa<br />

de los juegos, probabilidad, com-<br />

b<strong>in</strong>aciones múltiples ; la emer-<br />

gencia de lo nuevo no es s<strong>in</strong>o<br />

un avatar de la estructura, pero<br />

la estructura necesita de lo nue-<br />

vo para diferenciar sus elemen-<br />

tos. La historia es <strong>in</strong>separable<br />

de la etnología, pero no porque<br />

entre ambas contribuyan a una<br />

misma verdad s<strong>in</strong>o porque los<br />

hechos que recoge la primera<br />

debe ser recompuestos, necesac<br />

riamente, por la segunda den-<br />

tro de su propio código <strong>in</strong>tem-<br />

poral de posibilidades.<br />

José Sazbbn<br />

1 C. L. S.: Antropología estructural.<br />

A este libro corresponden las citas pos-<br />

teriores, salvo <strong>in</strong>dicación contraria.<br />

2 Ferd<strong>in</strong>and de Saussure: Curso de<br />

l<strong>in</strong>güística general. Trad. A. Alonso, Lo-<br />

sada, 6a. ed., 1967.<br />

3 A. R. Radcliffe-Brown: Structura and<br />

Function <strong>in</strong> Primitive Society, Cohen &<br />

West, Londres, 1963.<br />

4 C. L.-S.: Les estructures éUrnentai-<br />

re de la parenté, Moriton, 1967.<br />

V. Pouillon: "L'oeuvre de C. Lévi-<br />

Strauss',Les Temps Modernes, nv 126,<br />

Julio 1956.<br />

6 C. L.-S.: "Critbres scientifiques dans<br />

dans les discipl<strong>in</strong>es sociales et humai-<br />

nes", Revue <strong>in</strong>ternationale des sciences<br />

sociales, nv 4.<br />

Novedades N O V A<br />

EL PROSISTA<br />

EN SU PROSA<br />

BATTISTESSA, A. J.<br />

Reune estudios sobre maestros<br />

de la literatura europea y de la .<br />

literatura hispano-americana.<br />

EL BARROCO LITERARIO<br />

HISPANICO<br />

CARILLA, E.<br />

Condensada síntesis de una<br />

larga experiencia en la <strong>in</strong>daga-<br />

ción del estilo y los aspectos re-<br />

cónditos de una época brillante<br />

de las letras hispánicas<br />

CORTAZAR. UNA<br />

ANTROPOLOGiA POETICA<br />

GARCIA CANCLINI, N.<br />

Enfoque de la narrativa del gran<br />

novelista contemporáneo desde<br />

el ángulo <strong>in</strong>usitado de una filo-<br />

s<strong>of</strong>ía de la cultura, reconocido<br />

por la crítica universitaria antes<br />

de llegar al libro.<br />

TECNICAS DE<br />

[NVESTiGACION EN LA<br />

HISTORiA DEL ARTE<br />

NESSI, A. O.<br />

Un estudio objetivo en el que<br />

desfilan etapas del análisis y los<br />

conceptos fundamentales de la<br />

Historia del Arte, tanto en las<br />

obras "clásicas" de todos los<br />

tiempos como en el arte de la<br />

nueva era. 25 obras fundamenta-<br />

les visualizadas con diagramas<br />

39 grabados.<br />

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y el 15 de julio de 1969<br />

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Y URBANISMO<br />

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poráneos más importantes<br />

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y sobre cdmo enfocarlo.<br />

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Notas sobre el problema<br />

de la expresi6n<br />

en arquitectura<br />

Eudeba, 48 págs, $ 250<br />

BIOGRAFIAS<br />

Saul K. Padover<br />

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ción a un político de per-<br />

sonolidod multifacético.<br />

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E. Goligorsky y<br />

M. Langer<br />

Ciencia Ficción<br />

Paidós, 186 págs., $ 580<br />

Redidod y psiconn


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Sobre 01 filo da la vida<br />

Candelabro, 192 págs.,<br />

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Loa oe<strong>in</strong>trtiete cuentos del<br />

dumen obtuuieron el<br />

premio Conoaxmat 1s-<br />

rd, 1968, & Radio<br />

Splendid.<br />

Juan Carlos Onetti<br />

El astillero<br />

Fabril, 190 págs., $ 600<br />

Reedición de UM de h<br />

noveku m& perdurables<br />

de la ~tratiw lat<strong>in</strong>oamericona.<br />

Manuel Peyrou<br />

El estruendo de las rosas<br />

Fabril, 200 págs., $ 390<br />

Reediciún de una abstraeta<br />

mh de textura policial<br />

donde el autor reitera<br />

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La ciudad de c<strong>in</strong>c<br />

<strong>America</strong>lee, 186 págs.,<br />

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Crónica &&.da del mun-<br />

do que rodeaba al último<br />

matadero de phod abies-<br />

tusdeBuenosAiresenla<br />

décodo del oeirrte.<br />

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Fabril, 618 págs., $ 850<br />

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W o con Mmcue el<br />

ameno comediógrafo es-<br />

paiid se entwiasma con<br />

una adolescente en crisis,<br />

y publica su primera no-<br />

vela.<br />

Nicolás Restif<br />

de la Bretonne<br />

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mente los curiosos mecanismos sublim<strong>in</strong>ales que, a havk de la accion<br />

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LOS MILITARES EN LA POLlTlCA MUNDIAL<br />

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Suecia. La habitual penelmcibn de Arc<strong>in</strong>iegas vuolve 8 moslrafae en<br />

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Una vwdadera radkgmtia da un p8is en plena mutación, dond. nlna<br />

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LA TIERRA, ESA DESCONOCIDA<br />

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Los ?niles d. h croaclh de la UIIi. Loa primeros mapar La antl.<br />

Uem. Loa advem8rloe de Galileo. La iecclón del diluvio. En busca<br />

de h AU<strong>in</strong>tiáa Los grandes c8tacllunos. La vida en las protundldadea.<br />

El mgcnUMio temaIre.¿Un nuevo diluvio? - El hombre uhr6 la<br />

1- dd hombre. Enciclopedia Planeta 254 pagr $ 1.150.-<br />

LOS SUICIDAS - Antonio Di Benedetto<br />

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el concuno Primera Plan&Sudamerlana 1967. El autor <strong>in</strong>daga en el<br />

oscuro mundo da1 uiicidio en una novela que sr a la vez una crónica<br />

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LA MUJER ROTA - Simone de Beauvoir<br />

LA HOJARASCA - Gabriel Garcia Márquet<br />

La prodlgiou historia de Macondo deade 1903 hasta 1928 8 Irav4s<br />

de los drambtlcos rnonalogos da tm prrconajes. Colección Indlce.<br />

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