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Líbrame de la sangre que derramé,
¡ ó Dios! ¡ Dios de mi salud! *
y mi lengua cantará con júbilo tu
justicia.
Señor abrirás mis labios : * y
mi boca anunciará tus alabanzas.
Porque si hubieses querido sacrificio
, te lo hubiera ofrecido: * los
holocaustos no te son agradables.
El sacrificio para Dios es un espíritu
afligido : * ¡ ó Dios! no despreciarás
un corazón contrito y
humillado.
Señor , apiádate de Sion , según
tu buena voluntad : * para que se
edifiquen los muros de Jerusalen.
Entonces aceptarás el sacrificio
de justicia , las oblaciones y holocaustos
: * entonces sobre tu altar
se pondrán becerros.
Gloria al Padre y al Hijo , y al
Espíritu Santo. Como ha sido desde
el principio, sea ahora y siempre,
y en los siglos de los siglos. Amen.