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De Esperanza.
¡Oh, Dios mió, y cuanto se
debe animar mi esperanza , teniendo
á Vos dentro de mi pecho! Este
Sacramento soberano es ci sagrado
convite, donde Cristo es el
manjar en que se renueva.la memoria
de su pasión, en que el alma
es llena de gracia , y se nos da
una prenda de la gloria venidera.
Sí , Jesús mió , mientras me dure
el destierro de esta mi vida miserable
, Vos-seréis toda mi esperanza.
De Vos espero los bienes eternos,
mediante vuestra gracia, y mis buenas
obras.
De Amor.
¡Si no se puede llevar el fuego
en el seno sin quemarse , ¿como es
posible que yo os pueda tener en mi