El tren s'ha mort (presencia_1969-07-19) - Genealogia - Gent d'Amer

LA PROMOCIO DE LA DONA r
jordi xifra i heras
El Dr. Jordi Xifra i Horas és nat a Figueres l'any 1926,
Doctor en Dret i Ciencias politiquea. Regidor de l'Ajuntament
de Barcelona. Director de l'Escola de Relaciona
Publiques de la Universitat. Director de l'lnstilut de
Cíencies Socials i professor de la Univenitat de Barcelona.
Amb motiu de celebrar-ie a Barcelona la VI SETMANA
D'ESTUDIS SOCIALS, vajg teñir ocasió de comprovar el
seu esperit organítzador i la seva labor de contacte
europeu, ¡a que assisliren al congrés diverses personalitats
de diferents universitats europeos. Les ponencies
d'Europa varen teñir una setmana d'auténtica difusió cultural
a la vegada que s'estrenyien els contactes amb
mernbres d'altres países. Una de les ponencies es féu
a la CASA DE CULTURA DE GIRONA on disserta M.
Victor Geerls, professor de la Universitat de lovaina ensems
que el reverend Joan Tusquets.
Cree que L'INSTITUT DE CÍENCIES SOCIALS, ¿s una
labor en vistes a un futur ¡a proxim que ens integrara
d'una manera definitiva a una total projecció europea.
—Creus que la dona t¿ la mateixa capacitat cerebral
que l'home?
—La dona té, certament, la mateixa capacitat que l'home.
Pero no cal obÜdar que, en termes de generalitat,
les aptituds, vocacionals i predísposicions de la dona
responen a orientacions sensiblement diferents a les
de l'home.
—T¿, dones, socialment els mateixos drets?
—Naturalment, socialment i políticament no procedeíx
establir diferencies entre els sexes.
—Hi ha professions per a los quals no estigui capacitada?
—H¡ ha professions marcadament masculines i al tres
marcadament femenines, pero no n'hi ha cap que s'Kagí
d'excloure radicalment per a la dona.
—La responsabilitat de les conseqüencies d'una relació
sexual entre heme i dona, nomét atenyen la dona?
—Mai de la vida. La responsabilitat s'ha de compartir
sempre, dintre del que sigui possible.
—I en «I terreny r«IÍgÍ6s, per exemple, opines que una
dona pot consagrar?
—Si l'Esgfésia un dia ho autoritza, no veig cap argument
per a oposar-m'hi.
—Segons el caputxí Jordi Llimona, si Crist fou un
home és perqué en aquell moment historie impera va
el patrtareat; diu que en circumstáncies melriarcals de
segur que D¿u hauria agafat la figura femenina. Hi
estás d'acord?
—Si ho diu un Caputxí, és d'esperar que hagi meditai
sobre la qüeslió. Pero no m'ha agradat mai d'establir
condicionaments histories en func¡6 de fets imaginaris
i irreals.
—I com a governant, creus que la dona ti pessibilitats
de dirigir un país?
—Teniu ben patent el cas de l'lndia, i recent el de
Ceilán. La governació d'un país no ét qüestió de sexe,
sino d'ull poliiic, i aquesl no és patrimoni exclusiu
del sexe masculí.
—Dones, si home i dona teñen socialment les mateixes
possibilitats, ¿per qui s'entenen tan malament?
—Si realment hem d'admetre una mala comprensió entre
home i dona —com pressuposa la qüestió plantejada—-,
cree que en el fons no és tan greu com per a
preocupar-se. Gran part de la salsa i el condiment de
la vida humana resideix en les discrepincies intersexuals.
MIREIA XAPELLI
Presencia, 1969-07-19, p. 4.
Servei de Gestió Documental, Arxius i Publicacions de l’Ajuntament de Girona (www.girona.cat/sgdap)
meterse con los payeses ">
Asombra y deprime pensar en el concepto que la genle tiene sobre los pocos individuos que aún
conservaa la buena costumbre de dedicarse al cultivo de la tierra. En un país como el nuestro,
donde se persigue con tanto afán el logro inmediato, y los triunfos meteorices están a la orden del
día, la paciencia benedictina de nuestro agricultor debería ser objeto de admiración y eslima popular.
Considero —particularmente, claro está— que para el buen funcionamiento de nuestra economía
una campaña a base de "Hágase agricultor" o "cultive la tierrit" hubiera resultado mucho más
beneficiosa que este inoperante "Haga deporte" o el "Contamos contigo" de ritual.
Lo más grave es que encima de desentendernos de una de las pocas fuentes básicas de que dispone
el país para alimentarse adecuadamente, nos permitimos et placer de menospreciar a los
payeses, que por apego a sus "feixes", a sus labrantíos, siguen dedicados a este oficio artesano,
uno de los más bellos y complejos que pueden darse hoy sobre eJ planeta Tierra.
Hace sólo unas semanas tuve oportunidad de leer en un periódico barcelonés un trabajo que se
consagraba exclusivamente a ridiculizar al tradicional payés catalán, un tipo humano que parece
condenado —por otra parle— a una desaparición poco menos que inmediata.
No acabo de explicarme qué cíase de placer experimenta esta caterva de articulistas que de vez
en cuando siente la necesidad de refocilarse a espaldas de nuestros pacíficos agricultores. Supongo
se tratará de un odio latente, de indudable fihación racial.
A mí se me antoja unacrónica y trasnochada esa solución elemental que busca la brillantez
de un trabajo literario a través de la burla dirigida a un ser que se juzga aprioristicamente indefenso
o ignorante del asunto que se ventila.
Me parece un sistema poco adecuado perseguir la consistencia de un anículo mediante una serie
de alusiones estereotipadas a la gorra, las alpargatas, el "mocador de fer farcells", los pollos o las
docenas de huevos. Es algo simplemente fuera de tiempo, que quedó ya incorporado a los anaqueles
de nuestra literatura a través de la prosa satírica de un Rusiñol, pongamos por caso, y que
ha dejado ya listo para sentencia ese escritor prodigioso que se llama Josep Pía. Pretender incidir
de nuevo sobre estos tópicos, se me antoja a mí una manera como otra cualquiera de buscarle
los cinco pies al gato.
Por si fuera esto poco, la "tesis" periodística que ahora estoy comentando establecía una especie
de Jámenlo final, deplorando que el payés que protagonizaba la trama •—no sé si era real o imaginario—
sintiese gran apego por ese género de espectáculo, más o menos frivolo, denominado
"revista".
El intelectual ponía ante nuestros ojos un supuesto mal gusto artístico por parle del hombre del
campo, como si, por otra parte, la serie de espectáculos frivolos que aparecen en las carteleras barcelonesas
estuviesen dedicados exclusivameme a payeses que visten lernos de aspecto trasnochado,
calzan alpargatas y llevan un par de pollos en la mano.
Si a mi -—personalmente— se me hubiese presentado la contingencia de escribir un artículo de
temática similar al que comento, es posible que hubiera buscado el sistema de ridiculizar al intelectual,
al burgués o al simple ciudadano de tono medio, que de vez en cuando incurren también en
pequeñas flaquezas o debilidades, las cuales, a causa de su buena formación, debieran haber superado.
Siempre resulta más beneficioso criticar la actuación de quien ocupa puestos relevantes o
desempeña cargos de verdadera responsabilidad. En dichos casos las debilidades tienen una trascendencia
infinitamente superior al ejemplo del payés. Et payés es responsable, a la sumo, de su
familia y del negocio que queda transcrito al ámbito de sus posibilidades. ¿Por qué el sesudo intelectual
a quien tengo el honor de comentar ahora no incurrió en la genialidad de analizar las
"sanas diversiones" de algunos de nuestros grandes capitosles y dirigentes de empresa, responsables
de lo suyo y también de lo que concierne a cientos o millares de familias? Claro que yo opino
esto porque, en el fondo, tengo alma de payés y los sentimientos le traicionan a uno. Aunque en
una situación como ésta, sin duda alguna, me gusta ser profundamente sentimental. Mal que a
algunos les pese.
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E. MOLERO PUJOS
V.. J