54 a 73 - Club Náutico San Isidro

A
todo aquel que esté comprometido
con el fútbol del Club
le afecta, en mayor o menor
medida, la suspensión de la actividad,
que generalmente ocurre por
lluvia o sudestada. Más aún si es sobre
la marcha... y todavía peor si es
por una lluvia durante la semana y
el sábado o domingo se amanece con
sol y sin fútbol!
Ése es el peor de los escenarios posibles!
Pero, sea cual fuere la razón de
esta suspensión, comprobamos qué
distintas son las vivencias de aquellos
que alguna vez hemos tenido la
desgracia de quedarnos sin fútbol un
fin de semana. Desazón, decepción
y desesperación para unos; alivio,
descanso y familia o resaca tranquila
para otros.
Está por ejemplo el fanático enfermizo
que toda la semana espera el fútbol.
Ya desde el miércoles comienza
el chequeo del servicio meteorológico.
No tiene idea de cómo hacer un pronóstico
pero podemos encontrarlo durante
la semana analizando imágenes
Centenario - Fútbol
Sobre llovido, mojado
Un fin de semana sin fútbol
Por ignacio correa luna y julián bourse
satelitales, presión atmosférica, temperatura,
etc. En los marcadores (favoritos)
de su navegador tiene muchas
más páginas de clima que aquellas
relacionadas con ninguna otra
actividad a la que se dedique (puedo
yo hasta recomendarles algunas...).
Chequea la parte meteorológica de
la página del Club pero es incapaz
de entrar a la parte del fútbol porque
teme que en la portada se informe
en letras rojas que la fecha está
suspendida. Así y todo sabe que en
cualquier momento puede recibir un
mail o un mensaje en el celular suspendiéndole
la fecha y esto lo inquieta
mucho... de hecho, lo desespera.
Ya le ha pasado antes. La última vez
que le suspendieron la fecha fue un
desastre. Sabiendo de antemano que
no habría fútbol y que el día impediría
actividades al aire libre, la mujer
le organizó el fin de semana con un
fixture bastante más complicado que
el del campeonato.
Debió levantarse temprano en la
mañana para hacer en la casa todo
—70—
aquello que posterga porque en la semana
llega tarde. Colgó un cuadro,
arregló la canilla que goteaba y hasta
debió hacerse cargo de los chicos;
porque aprovechando que no se había
ido al Club la mujer rajó para ir
a la peluquería antes de buscar a sus
padres, a quienes invitó a almorzar ya
que el frustrado jugador estaba disponible
para hacer ese asado que les
debe. ¡A nadie le importa que deba
hacerlo bajo la lluvia!
Su idea de instalarse frente al nuevo
plasma que compró para el último
mundial (y seguirá pagando hasta el
próximo) se vio claramente frustrada
debido a que los suegros recién se
retiraron de la casa cuando llegaron
las amigas de la mujer, que venían a
tomar el té.
A pesar de todo, la desazón que siente
no tiene nada que ver con el fin
de semana que pasó sino con el que
no pasó.
Es que no pudo levantarse temprano
como hubiera querido, despertar
a la mujer porque no encuentra las