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LA DRAGA RÍO LUJÁN<br />
El aval de las obras<br />
Detrás de cada obra que se pone en marcha en nuestro <strong>Club</strong> hay un rico anecdotario que nos<br />
daría material para muchos números de esta revista. Y como siempre habrá proyectos para ir<br />
concretando, cada uno se convertirá en fuente de su propio anecdotario y proveerá material<br />
a quienes tomen la posta en esto de contar la vida y la/s historia/s del Náutico en el futuro.<br />
En el número de diciembre de 2006 publicamos la primera parte del relato extraído de la<br />
charla que tuvimos con D. <strong>Alfredo</strong> <strong>Casaburi</strong>, sobre el largo camino transitado para llegar<br />
a tener una draga propia, la Río Luján, una herramienta de capital importancia en el<br />
desarrollo de nuestro <strong>Club</strong>. La reciente desaparición de nuestro querido consocio hace<br />
impostergable la publicación del final de esa nota, que ofrecemos aquí como postrer<br />
homenaje a un emprendedor nato, que nos honró con su presencia y su amistad.<br />
Mientras el tema empezaba a moverse, fui<br />
objeto de muchas cargadas por parte de<br />
mis amigos del <strong>Club</strong>, que sabían de mis<br />
reparos a la construcción de la draga. Pero al poco<br />
tiempo me empecé a enganchar, vi que podía funcionar,<br />
que era factible hacerlo y que el <strong>Club</strong> no estaba<br />
equivocado. La draga habrá costado aproximadamente<br />
400.000 dólares, pero comprar una de esas<br />
características hubiera costado más de 1.200.000.<br />
—68—<br />
El Náutico no sería lo que es si no se hubiese trabajado<br />
de esa manera, aprovechando todos los contactos<br />
que tienen los socios. Muchos de ellos están<br />
relacionados con gente que tiene medios y poder, y<br />
eso ha sido importante para la historia del <strong>Club</strong>.<br />
Una draga, para que puedan entenderlo los neófitos,<br />
es como una gran aspiradora con un trépano,<br />
que con un movimiento en tirabuzón trabaja sobre
los sedimentos endurecidos, para aflojarlos y<br />
soltarlos, y ése es el material que se extrae, toda tierra<br />
de sedimento que se ha ido al fondo en los últimos<br />
40 años. El barro que se desgrana con el trépano<br />
es chupado por la bomba, que tiene capacidad<br />
como para chupar un motor entero. La bomba es<br />
alta como una puerta, tiene una paleta que da 600<br />
vueltas por minuto y un compartimento cuadrado<br />
donde se encanastan las cosas que no pasan por el<br />
caño y que no conviene que vayan al lugar que se<br />
rellena volcando el material.<br />
El sistema es fantástico porque uno va sacando la<br />
tierra que ya sirve, la lleva a un lugar donde hace<br />
falta y no se puede volcar tierra de refulado, sea por<br />
<strong>Amigo</strong>:<br />
<strong>Alfredo</strong> <strong>Casaburi</strong><br />
El último Día del <strong>Amigo</strong> despedimos para siempre<br />
a nuestro querido <strong>Alfredo</strong> <strong>Casaburi</strong>.<br />
Con el Pampa navegó todas las aguas, recorrió el<br />
mundo y especialmente su Río de la Plata.<br />
Amó al Náutico. Como Vicepresidente II, Comodoro,<br />
Vocal y desde las subcomisiones que integró, siempre<br />
hizo y participó en actividades para su <strong>Club</strong>, que<br />
siempre tuvo en él a uno de sus mejores representantes,<br />
fuese oficialmente o en su calidad de socio raso.<br />
Imposible imaginar alguna ceremonia o evento del <strong>Club</strong> sin su presencia. Lo recordamos en una que<br />
demuestra su afecto y sensibilidad: la entrega de carnets a los nuevos socios Concurrentes. Como un<br />
niño compartió el acto con alegría, mezclado entre los chicos, disfrutando y festejando los juegos.<br />
Los trabajos de dragado y relleno, la cancha de golf, las regatas, campeonatos y clases, todo eso y<br />
mucho más estaba presente en los pensamientos y preocupaciones de <strong>Alfredo</strong>.<br />
La clase Soling le debe la última etapa de su renovación. Cuando era Comodoro un grupo de socios<br />
lo interesó en renovar la flota que poseía el <strong>Club</strong> como barcos-escuela. Poco a poco lo fueron convenciendo<br />
—o dejó que lo convencieran— de que era necesario gastar algunos pesos en la idea.<br />
Socio a socio iba buscando participación en el proyecto. <strong>Alfredo</strong> nos decía “Muchachos… tengo problemas<br />
con la CD para justificar tantos gastos en la clase”. Pero su bonhomía y buen tino nos seguía<br />
empujando hasta alcanzar el éxito. Poco después se pudo ver el resultado que habia promovido: dos<br />
campeonatos mundiales ganados en la clase Soling.<br />
Nos dejó sus esfuerzos, sus ideas y su arte. Y el ejemplo de una fe inclaudicable en las propias fuerzas<br />
cuando de establecer objetivos y alcanzarlos se trata.<br />
—69—<br />
las condiciones del terreno o porque no es apta para<br />
el destino que se le dará a ese sector, y en el recinto<br />
que queda se deposita el barro que extrae la<br />
draga. Cuando decanta, el agua se elimina a través<br />
de un sistema de caños que desagotan fuera del<br />
recinto. Todo este asunto me llevó a estudiar los<br />
pormenores del sistema. Cómo se hacía, cómo no se<br />
hacía. Me pasé muchos días con los dragueros viejos,<br />
que me explicaban todos los detalles.<br />
Al final de la construcción, cuando empezamos a<br />
ponerla en funcionamiento, advertimos que fallaba.<br />
La draga tiene forma rectangular, con un pilote que<br />
se clava a la base. Como trabaja en lugares no muy<br />
profundos, tiene un caño con punta que se hinca en
el fondo; éste baja hidráulicamente y la draga<br />
queda firme. Tiene una especie de escalera con trépano<br />
en la punta y un chupador largo que va para<br />
afuera. Cuando trabaja avanza en diagonal, mete el<br />
trépano, chupa, saca el barro, que va a la bomba y<br />
ésta lo tira afuera. Ese mecanismo chupa y sopla, y<br />
por supuesto, hace falta una bomba muy grande.<br />
Para hacer ese trabajo hay que sujetarla con un<br />
cable que va a un árbol o a un ancla o a un lugar<br />
fijo, y poner otro igual en sentido contrario, para<br />
que no se mueva de la dirección de donde está.<br />
Como va chupando el material del fondo, tiene que<br />
tirar un cable y aflojar el otro, como si fueran las<br />
riendas de un caballo, y ése era el mecanismo que<br />
no funcionaba: mientras uno afloja tiene que estar<br />
sincronizado el otro que tira. No había caso, no lo<br />
podíamos hacer andar por nada del mundo.<br />
Mirassou hacía inventos, ponía hierros, probaba y<br />
volvía a probar… y nada! La draga seguía parada<br />
en la bahía grande, frente al comedor, y me decían<br />
“¡Pero no ves que no anda… se van a poner hacer<br />
una draga en un club, dejame de jorobar, son todos<br />
locos, largá esa porquería…”. Y así día tras día, la<br />
gastada era parte del menú. Hasta que finalmente<br />
descubrí que los motores que habían comprado no<br />
eran los que correspondían, se cambiaron y el problema<br />
desapareció.<br />
Claro que no fue tan fácil como decirlo. La<br />
Comisión Directiva estaba al tanto de que necesitaba<br />
dos motores, uno de 500 caballos —que es una<br />
cosa importante— y otro de 100 caballos. Llevé el<br />
tema a la reunión para ver la respuesta que podía<br />
surgir entre todos. Nadie dijo nada, nadie se preocupó<br />
en aportar datos o contactos.<br />
Entonces empecé a buscar por mi cuenta y encontré<br />
un tipo, un tal Mon, muy amigo de mi cuñado.<br />
Yo lo había conocido mucho al padre, que había<br />
muerto, había sido muy amigo mío. Se enteró que<br />
nosotros estábamos buscando un motor y me ofreció<br />
uno que tenía y necesitaba vender. Me dijo: “Yo<br />
quiero que me compres el motor”, y me hizo una<br />
oferta muy buena. Era un Scania de industria brasilera,<br />
un motor de buque pesquero, grande, importante<br />
y nuevo, cero kilómetro.<br />
Seguí buscando y la mejor oferta era ésa. Le dije<br />
que hiciera el ofrecimiento al <strong>Club</strong> a ver qué pasaba.<br />
Antes de que su oferta llegara, apareció alguien<br />
en Comisión Directiva: “Mirá, yo tengo un primo<br />
que tiene los Mercedes Benz”. Le dije que tratara<br />
de conseguir uno de 500 caballos, Mercedes tenía<br />
—70—<br />
esos monstruos. Cuando apareció esta posibilidad,<br />
tenía todo listo para comprarlo, pero lo aplacé para<br />
ver qué conseguíamos. Al cabo de un mes nos pasó<br />
el precio y no tenía nada que ver con el que había<br />
ofrecido el primero, era mucho más alto. Por eso,<br />
en este sentido hay que tener mucho cuidado de no<br />
meter la pata, ser absolutamente transparente pero<br />
también cuidarse mucho de cometer errores, porque<br />
aunque haya buena fe uno queda pegado. Eso<br />
es elemental en el <strong>Club</strong>.<br />
Ya con la draga funcionando, cuando íbamos a dragar<br />
el Sarandí desde la salida del Boating hasta el<br />
<strong>Club</strong> Sudeste, hicimos un acuerdo con el Boating,<br />
dividimos en dos la obra y la mitad se cobraba tanto<br />
por metro. En ese momento el Náutico no tenía<br />
plata como para empezar a trabajar. Hice el planteo<br />
a la gente del Boating, les dije que estábamos medio<br />
parados porque no teníamos para comprar los<br />
caños. Hicimos cuentas y terminaron aportando<br />
unos diez mil pesos. Con esa suma compramos unos<br />
mil metros de caños que todavía siguen usándose.<br />
Un tema complicado al principio fue conseguir los<br />
operarios. Hasta que se formó a un grupo de<br />
empleados del <strong>Club</strong> y son ellos los que ahora la<br />
operan permanentemente. En ese entonces se trabajaba<br />
12 horas por día. Hay que tener en cuenta<br />
que en 12 horas de trabajo la draga gasta entre 30<br />
y 40 litros de gasoil. Han trabajado y siguen trabajando<br />
mucho. Tengo entendido que actualmente<br />
hay dos turnos, que trabajan 12 por 24. Sé que los<br />
trabajos de mantenimiento se cumplen, pero no sé<br />
en qué estado estarán los motores. Fueron colocados<br />
hace más de diez años y hubo épocas en que se<br />
trabajaba las 24 horas.<br />
Recordemos que desde que se puso en marcha se<br />
hizo Punta Norte, en la isla Sarandí; la Punta Sur<br />
hace 5 o 6 años; el sector del parque entre el camino<br />
al Balneario y la cancha de golf en los últimos 2<br />
o 3 años; dragó todo el Sarandí y, por supuesto, las<br />
dársenas en la isla Nazar Anchorena.<br />
Pensemos que la isla Sarandí se terminó levantando<br />
a una cota que ya no se inunda, y prácticamente<br />
quedó a resguardo de las crecidas. Pensemos en<br />
la isla Nazar Anchorena, las dársenas y el relleno<br />
de nuevos recintos. Eso es mucho, mucho trabajo.<br />
Puedo decir entonces que los trabajos que desde<br />
entonces se hicieron en el <strong>Club</strong> con la draga hablan<br />
por sí solos y avalan plenamente —si hiciera falta—<br />
la decisión de construirla.
NUESTRA GENTE<br />
Sabaría II, El Negro<br />
Juan Alberto Sabaría, El Negro, Gerente de Servicios del <strong>Club</strong>, con 25 años de<br />
antigüedad, 52 recién cumplidos y un humor envidiable, aunque tiene sus<br />
rayes como cualquier hijo de vecino. Aquí seguimos con la charla en la que<br />
muestra un Náutico desde la óptica de la labor diaria, del quehacer sin descanso<br />
que sostiene su funcionamiento.<br />
Muchos amigos me preguntan “¿Cómo te<br />
bancás los sábados, domingos y feriados<br />
trabajando en el Náutico?” y yo les digo,<br />
no se los cambio por lo que es el viaje en el tren<br />
todos los días ida y vuelta a Retiro. Además, lo que<br />
tiene de bueno por mi personalidad es que acá no<br />
hay días con rutina; saltás de un problema menor a<br />
un trabajo de mantenimiento, o a un trabajo de dragado<br />
en la isla Nazar Anchorena, o cosas en las que<br />
no existe ninguna rutina. A esto se te suma también<br />
lo que uno se va puliendo en el trato con los socios,<br />
hacia los socios, hacia la gente, lo que uno va recibiendo.<br />
De hecho, a pocos días de empezar a trabajar,<br />
pintando una de las paredes del pañol, en<br />
Yachting, le salpicaron todo el auto al Dr. Amadeo<br />
Alurralde, y los marineros jugaron una apuesta, a<br />
que yo no sería capaz de ir a decírselo. Y tanto el<br />
Dr. Alurralde como su señora, la Negra, me recibieron<br />
de primera, nos hicimos muy amigos y después<br />
recibí muchas invitaciones a sus conferencias. Te<br />
doy otro ejemplo: Nacho venía en camino, Marité<br />
estaba embarazada ya de ocho meses y la Negra<br />
mandó de regalo unos escarpines tejidos por ella. Y<br />
detalles así, infinitos, que realmente te llevan a ver<br />
el compromiso de afecto y de bien. Nobleza obliga<br />
y realmente siempre estaré agradecido por tantas<br />
cosas habidas y por haber.<br />
—¿Cuál es concretamente tu función en el Náutico en este<br />
momento? ¿Con qué cargo entraste y cómo fuiste avanzando?<br />
—Como ya dije antes, entré en la presidencia del<br />
Dr. Sergio Isla Casares, siendo vice el Dr. Mac<br />
—72—<br />
Hannaford, como sub-intendente. A los dos años<br />
pasé a Intendente, y por una cuestión de reorganización<br />
la Intendencia pasó a ser Sub-gerencia y<br />
Gerencia. Estuve cuatro años como sub-gerente,<br />
con <strong>Alfredo</strong> Genser, que después se fue al SIC, y yo<br />
pasé a la Gerencia de Servicios.<br />
—Siempre lo comparo con un pequeño municipio… es una<br />
ciudad en miniatura.<br />
—No lo dudes, con muchas exigencias y un acercamiento<br />
y un reclamo de los socios que se caminan<br />
todo el <strong>Club</strong> y te encuentran en la oficina, y no<br />
dicen que venga el Intendente, sino que venga el Gerente,<br />
el gerente está, o el sub-gerente en el caso de Julio<br />
(Brutten), a quien estoy muy agradecido también<br />
por su colaboración… es un equipo, no sólo él...<br />
cuando nombro a Julio, nombro a todos; cuando<br />
nombro a Carlos Durante, nombro a todos los de<br />
Mantenimiento; cuando digo Julio Olguín, me<br />
refiero a toda la gente de la cancha de golf y espacios<br />
verdes; cuando nombro a Madelo, nombro a<br />
todo el Edificio; si digo Navarro es todo Yachting,<br />
y si menciono a Claudio, digo la isla Nazar<br />
Anchorena. Realmente se portan, te repito, sin ellos<br />
no podría, y con seguridad me estoy olvidando de<br />
un montón de gente.<br />
—Vale decir que en este momento tenés el cargo más elevado<br />
en el Náutico...<br />
—No puedo decir que sea más importante, la diferencia<br />
de la Gerencia de Servicios es que está en la<br />
obligación de marcar las necesidades y las pautas,
con las prioridades, por supuesto, que ordene la<br />
Comisión Directiva y/o los socios para llegar a<br />
tener el <strong>Club</strong> en condiciones, para que al llegar el<br />
sábado y domingo, sea “la niña bonita”.<br />
—Sí, y el resto de la semana también porque hay muchos<br />
socios que vienen toda la semana...<br />
—Lo que pasa es que de lunes a viernes es estar a<br />
tambor batiente, preparar, estar pensando y viendo<br />
que todo llegue al fin de semana bien y funcionando.<br />
Un ejemplo, el muelle de Punta Norte, que<br />
semi-colapsó, había que tenerlo para sábado y<br />
domingo y se hizo. La Gerencia de Servicios, como<br />
te decía, es la que más demanda de actividades<br />
tiene porque a ella están incorporadas<br />
Mantenimiento y Obras, Vigilancia, Yachting,<br />
Deportes y Cultura. El sábado y domingo es cuando<br />
estás de guardia, más tranquilo, esperando y<br />
deseando que no pase nada, que estén todos contentos<br />
y que vengan a disfrutar. Pero hay que prepararlo<br />
durante toda la semana.<br />
—¿Cuál fue la situación más dura que te tocó enfrentar<br />
acá en el Náutico? Pero así como te pregunto por la más<br />
dura te voy a preguntar por la más gratificante.<br />
—La más dura fue un hecho muy triste, la pérdida<br />
de un compañero, el famoso Pajarito, tuvo un accidente,<br />
fue en el Varadero hace varios años, fue lo<br />
mas difícil, lo más duro a nivel personal. En los<br />
momentos difíciles es cuando estás al extremo, con<br />
toda la adrenalina y ha sido así en mil casos.<br />
Momentos lindos te diría que, por suerte, son innumerables,<br />
no te queda un gesto en especial… no<br />
hay ningún guauuu, son todos fantásticos, puntualmente<br />
destaco el aspecto que recibo todos los días<br />
de todos los compañeros que tengo dentro del<br />
<strong>Club</strong>, siempre con muy buena onda, mucho afecto,<br />
mucha transparencia en las charlas, mucha confianza.<br />
Mi mayor satisfacción es tal vez cuando<br />
alguien me golpea la puerta y me dice: “Sabaría,<br />
puedo hablar con usted?”, y le digo “¿Cuándo no<br />
pudiste?”, “Sí, ya sé Sabaria, no hay ningún problema,<br />
quiero decirle tal cosa…”. Y un desafío<br />
importante, además de que el <strong>Club</strong> esté presentado<br />
impecable, lo mejor posible con los medios que<br />
tenemos, es estar cerca del personal, saber de su<br />
familia, saber de sus problemas, que cada uno sepa<br />
que no se puede con todo, y lograr quererlos como<br />
se merecen.<br />
—Aunque tu trabajo no es rutinario el <strong>Club</strong> sí tiene sus<br />
rutinas, que al surgir los imprevistos te ponen a prueba<br />
todo el tiempo. ¿Cómo es esa rutina diaria, o la semanal,<br />
sobre la que tenés que ir improvisando?<br />
—73—<br />
—Como te decía, lo que tiene el <strong>Club</strong> es que no hay<br />
rutina. Es muy difícil tener todo organizado y con<br />
fechas… acá realmente todos los días surgen<br />
imprevistos; no tenés tiempo, por más que uno<br />
quiera prever siempre aparecen cosas nuevas, por<br />
lo cual te digo que lo más lindo es que el <strong>Club</strong> no<br />
tiene rutina. Y la rutina diaria no es como uno quisiera,<br />
tener un programa de reuniones con las distintas<br />
jefaturas, esta semana esto y esta semana lo<br />
otro, eso con el plan de obras e inversiones funciona<br />
fantástico. Desde ya, la Gerencia no podría trabajar<br />
sin el requerimiento, la demanda y el seguimiento<br />
de las subcomisiones, de las cuales también<br />
dependemos, y son ellas mismas las que nos marcan<br />
el trabajo. En lo diario, en lo de entrecasa, no se<br />
puede tener un cronograma de trabajo porque en la<br />
práctica todos los días hay temas distintas, salís y se<br />
rompió esto, se arregló aquello, tenemos esto, pasó<br />
lo otro; esto no es una fábrica, que vos decís tengo<br />
tanto de material de depósito y tengo que fabricar tanto y<br />
la producción a tal hora tiene que estar terminada y tanta
cantidad; o decís acá entrás a las 8, 9 de la mañana y te<br />
vas a las 5 de la tarde; acá entrás y tenés que quedarte<br />
y estar, y ver, y quedarte tranquilo para que ya al<br />
otro día esté la cosa encaminada. Además el <strong>Club</strong><br />
está abierto las 24 horas, no es como un negocio<br />
que bajás la cortina a las 6, las 7 de la tarde; acá<br />
siempre tiene que haber alguien atendiendo al<br />
socio, quieras o no, la parte social, o los sábados<br />
con las fiestas, o los Punta Concert, o la fiesta de fin<br />
de año o los casamientos, o cumpleaños, la actividad<br />
social te demanda las 24 horas. La vigilancia<br />
también depende de Servicios, entonces, te repito,<br />
si no fuera por el equipo, por el personal que ya<br />
está desde hace tantos años y conoce tanto el trabajo,<br />
no podría, no hay forma de tener todo acomodadito<br />
y esperando y arrancando y demás con<br />
reuniones. Las reuniones de mi Gerencia son todos<br />
los días, en todo momento y por teléfono, o por<br />
algún problema equis son en el lugar y en el<br />
momento.<br />
—¿Cómo ves el Náutico en el futuro?<br />
—Desde ya como siempre fue el Náutico, con un<br />
empuje de aquéllos. Ya son 25 años acá adentro, me<br />
acuerdo de cuando con el Arq. Guillermo Villa<br />
empecé a trabajar en la isla con los dragados, y<br />
antes también, pero uno ve los resultados y el crecimiento<br />
y mirás 10 años hacia atrás y decís ¡no<br />
puede ser lo que hicimos! Con esto te quiero decir que<br />
no dudo de que llegue a ser lo que va a ser, lo que<br />
está programado, este plan de obras nuevas en la<br />
isla Nazar Anchorena, y lo que significa toda esta<br />
isla Sarandí. La isla Sarandí más o menos está<br />
hecha, la isla Nazar hay que hacerla, hay muchísimo<br />
por hacer, hay que reestructurar, cambiar obras<br />
acá, obras allá, pero con optimismo. Suelen decirme<br />
que soy muy optimista para encarar las cosas,<br />
que no las planifico. Como te dije, el <strong>Club</strong> no te deja<br />
planificar demasiado, sobre la marcha se cambian<br />
muchas decisiones, si se ve que hay una alternativa<br />
mejor, que esto es más económico o más beneficioso<br />
que aquello, entonces, tenés que ir día a día, paso<br />
a paso y estar atento, con flexibilidad y las orejas<br />
paradas. Entonces me dicen vos sos un loco, y he tenido<br />
peleas con los jefes de Mantenimiento y con<br />
gente mía, no, cómo vas a hacer esto, esto no se puede. Y<br />
hay que hacerlo y se hace, y lo vamos a hacer,<br />
cómo, no sé, pero lo vamos a hacer. El tema de los<br />
servicios en la INA, el gas, el teléfono, la luz y el<br />
agua, el tema de dragar mandando caños subfluviales<br />
en el arroyo Sarandí, y después haciendo puentes<br />
aéreos, porque somos un club pero trabajamos<br />
con soluciones de empresa, con los medios que<br />
—74—<br />
tenemos, fuerza y pulmón, ingenio y a otra cosa! A<br />
veces digo que tengo una carrera universitaria<br />
hecha por lo que es el conocimiento puro del<br />
Náutico, en lo social o en servicios, en mantenimiento<br />
o deportes. Pero bueno, sabés muy bien que<br />
en la parte deportiva es tenis-Ismael, en la INA está<br />
Claudio, en yachting está Navarro, en cada sector<br />
tengo un ladero que maneja las cosas fantástico.<br />
Nunca hay discusiones porque estamos tan embebidos,<br />
tan empapados, ¡son años!<br />
Nunca pensé que iba a estar tanto tiempo en el<br />
<strong>Club</strong>… ya son 25 años. A Antonio Navarro lo<br />
conozco casi desde el primer día, porque mi corazoncito<br />
me lleva a lo que más me gusta, el yachting,<br />
yo le decía hace 23 o 24 años, “Mirá cuando lleguemos<br />
a viejos, acá adentro… cómo va a cambiar<br />
todo, qué distinto va a ser!”, porque se veía venir,<br />
ya desde tiempo atrás se veía venir, y hoy en día nos<br />
miramos con Antonio y nos matamos de risa, hablamos<br />
de eso… “¡Cuánta razón tenías, Negro!”, te<br />
proyectas acá adentro, y el <strong>Club</strong> también se hace<br />
querer. Se hace muy divertida la interrelación con<br />
las autoridades de la Comisión Directiva, que al<br />
principio era más difícil, porque uno era un mocoso,<br />
era más joven, y hoy en día, estamos de igual a<br />
igual en las edades, de hecho ya hay gente mucho<br />
más joven que uno. Uno se va haciendo todos los<br />
días tan conocido con todos los socios y con las<br />
autoridades… y tengo muchas amistades hechas<br />
acá adentro a nivel personal. En líneas generales no<br />
mezclo las haciendas, el <strong>Club</strong> es el <strong>Club</strong> y afuera es<br />
afuera. Y eso sí, cuando salgo y me encuentro con<br />
alguien es terrible: el Náutico es tema de conversación<br />
excluyente. Y uno piensa ¡basta! ¡no hablen más<br />
del tema!… que esto, que lo otro… viven preguntando,<br />
y uno vive en la zona y no puede sustraerse<br />
de esa situación.<br />
—¿En los 25 años transcurridos, qué cambios notás en la<br />
gente, en los socios y en el personal?<br />
—Entre los empleados sí, muchos cambios. En<br />
todo este tiempo hubo mucha más demanda de<br />
gente que conozca más sus oficios. Un cambio que<br />
llevó mucho tiempo porque en la mayoría de los<br />
casos la gente se queda por años en el Náutico, de<br />
generación en generación inclusive, como el caso de<br />
Marta Borgetto y el papá, Mateo, o Quico Sala, su<br />
hija María nació acá adentro, y Mariano, el hijo,<br />
trabaja aquí. Muchos cambios en la parte de los<br />
mismos chicos, gente joven, gente de cuadrilla que<br />
entraron siendo pibes, y hoy en día ya son padres<br />
de familia, hombres, adultos, con un compromiso
mucho mayor y un conocimiento mucho más<br />
amplio del trabajo. Toda esta máquina que es el<br />
<strong>Club</strong>, en la parte laboral, permite que todos aprendamos,<br />
que todos vayamos mejorando nuestra puntería<br />
y sacando las cosas más profesionalmente. El<br />
<strong>Club</strong> te da una escuela día a día, y aprendés todos<br />
los días, en el trato, en la demanda, en la exigencia,<br />
en el requerimiento hacia el socio, cómo tratar al<br />
socio. Además que te escuchan, te consideran, o si<br />
graciosamente te dicen “no”, sabés que te escuchan<br />
y en dos días podés hablar de nuevo el tema y llegar<br />
a un arreglo.<br />
—¿Anécdotas graciosas?<br />
—Muchas…! Me viene a la mente una con<br />
Roberto Ceccotti, el marido de Blanca. Un día,<br />
hace muchos años, llegué una noche a la reunión de<br />
Comisión Directiva y no tuve mejor idea que darle<br />
un abrazo tan afectuoso —porque yo suelo irme de<br />
manos y ser muy demostrativo—, lo abracé de tal<br />
forma, le dije ¡Roberto, cómo andás!, y sentí crack…<br />
—77—<br />
—¿Le rompiste una costilla?<br />
—No… tres! ¡Le fracturé tres costillas de un abrazo!<br />
Y la mujer, Blanca, me quería matar, pero divina…<br />
todo bien. Otra: un día durante una marea<br />
muy fuerte, se estaban haciendo trabajos, asegurando<br />
barcos y demás, y a las 4 de la tarde Navarro<br />
se cae al agua. Me maté de risa, lo gasté… y al cabo<br />
de 40 minutos, ¿quién se cae al agua? Yo, por<br />
supuesto. Salimos helados ese día… y como ésas,<br />
tantas otras más. Con Ismael también, ese atorrante,<br />
se hace divertido.<br />
—¿Por qué te llaman Negro?<br />
—Me dicen Negro porque mi querida madre, a mis<br />
hermanos mayores, Jorge y Chelita, les leía cuentos.<br />
Yo soy el menor, todavía no había nacido y a<br />
estos dos queridos hermanos se les había antojado<br />
un hermanito negro. Entonces la vieja, para darles<br />
el gusto les dijo “Bueno, van a tener un hermanito<br />
negro!”. De ahí que toda la vida, Negro, desde antes<br />
de nacer soy El Negro. ¡Llegó el Negro! Al extremo<br />
que mis compañeros de colegio llamaban a casa y<br />
les decían acá no vive ningún Juan Alberto. Y no termina<br />
ahí. Ya casado, más de una vez han llamado a<br />
casa preguntando por mí, y Marité respondió<br />
“¿Juan Alberto?... no, no, ningún Juan Alberto”.<br />
Y el colmo de todo: Ignacio, a los 10 años me dice<br />
“Papá, cómo te llamas?”, y le digo “Nacho, te<br />
mato… no puede ser que no sepas! ¿Cómo me<br />
llamo?”, y me dice “Juan…?”. Y yo “Sí, Juan…<br />
Juan qué?”. Entonces piensa un rato contesta<br />
“¡Juan Negro!”. ¡Mi propio hijo me preguntó papá,<br />
cómo te llamás! En las invitaciones de casamiento, en<br />
todos lados, amigos de toda la vida me dicen Che, te<br />
puse Negro. Muy pocos saben que me llamo Juan<br />
Alberto.<br />
—Si tuvieras que identificar al Náutico con una persona<br />
en particular…<br />
—Con Sergio Isla Casares yo aprendí muchísimo,<br />
aprendí y me dio la posibilidad de entrar, todo un<br />
personaje Don Tutty. Y no puedo dejar de mencionar<br />
a Tuto Olivera, otro personaje netamente náutico.<br />
Y después, con muchos con los que tenía diferencias,<br />
miembros de la Comisión Directiva, porque<br />
en las diferencias y discusiones es donde más se<br />
aprende. Por eso, cuando digo que en estos 25 años<br />
es como si hubiera cursado una carrera universitaria<br />
no exagero. Y, sin ninguna duda, me siento feliz<br />
de que sea así. Me permito, entonces, en nombre de<br />
Marité, Paula, Mercedes, Ignacio y José…<br />
¡Gracias Náutico!
ENFOQUES<br />
La foto del bimestre<br />
En este número inauguramos una nueva sección<br />
dedicada a mostrar la imagen seleccionada<br />
de todas las que se van acumulando<br />
entre una edición y otra. Con esto pretendemos<br />
mostrar aquello que nos brinda el <strong>Club</strong> y habitualmente<br />
dejamos pasar de lado. En general no habrá<br />
comentarios extensos, ya que la fotografía será la<br />
protagonista, salvo que la imagen elegida actúe como<br />
disparador de reflexiones.<br />
Convocamos también a nuestros lectores a que<br />
miren a su alrededor y contemplen la belleza que<br />
nos brinda nuestro <strong>Club</strong>; a que descubran nuevos<br />
lugares, otros puntos de vista, ángulos insólitos,<br />
rincones inimaginados.<br />
A veces habrá que mirar de lejos, y otras veces será<br />
necesario acercarse para captar el detalle. Un<br />
mismo lugar tendrá paletas de colores muy distintas<br />
según la hora del día, la época del año y la condición<br />
del tiempo. Sólo es cuestión de mirar y admirar.<br />
Las fotos que iremos publicando serán el producto<br />
de la paciencia y la perseverancia. Las imágenes<br />
—78—<br />
pueden durar apenas algunos segundos, y habrá<br />
que estar en el momento y lugar precisos para captarlas.<br />
Capturar esas imágenes nos permitirá apreciarlas<br />
siempre. Por eso creamos este espacio, que<br />
es suyo, nuestro, de todos.<br />
Indudablemente la imagen para inaugurar este<br />
espacio debió ser la nevada del 9 de julio, pero el<br />
tema se ganó la tapa y varias de esa jornada mágica<br />
están en las primeras páginas. Por eso, en esta<br />
primera edición la elegida es un amanecer de<br />
invierno.<br />
El día más corto del año el sol sale a las 8 de la<br />
mañana, un horario razonable para poder contemplar<br />
su salida. Les proponemos que se den unos<br />
minutos en sus atareadas mañanas para observar la<br />
belleza del amanecer. Unos pocos minutos que,<br />
garantizamos, les darán una dosis de placer y<br />
comunión con la naturaleza, cuyos efectos perdurarán<br />
por el resto del día.<br />
Hasta la próxima.<br />
ANDRÉS MILANOWSKI
1 CARTA DEL PRESIDENTE<br />
INSTITUCIONALES<br />
2 Bodas de Oro con el Náutico<br />
ACONTECIMIENTOS I<br />
4 Nieve en el Náutico<br />
Sorpresa, alegría, y después...<br />
ACONTECIMIENTOS II<br />
14 Germán Frers - Viajes, diseños, regatas - Las memorias<br />
de un grande<br />
YACHTING<br />
22 Mundial de Optimist 2007 - La experiencia también<br />
cuenta<br />
28 Mundial de Cadet 2007 - Representantes de lujo<br />
32 500 Millas del Río de la Plata 2007 - La receta del<br />
ganador<br />
36 Clase Soling - Desde el Norte, un ilustre visitante<br />
38 Juegos Deportivos Panamericanos 2007 - Bronce en<br />
Windsurf para Florencia<br />
42<br />
SOLLADO<br />
La Mitad a Flote, por Santiago Nottebohm<br />
44 Copa Desafío CNSI-YCA - Me parece... ¿Te parece?<br />
46 Diccionario Náutico —cont.—<br />
GOLF<br />
48 Campos de Golf - Anillos de hadas: ¿Fantasía o<br />
Pesadilla? - Selección del Ing. Agr. Ricardo de Udaeta<br />
TENIS<br />
54 Alejandra Lajous - Con la camiseta bien puesta<br />
56 Vacaciones de Invierno y Día del Niño - Tenis para<br />
disfrutar<br />
58 XXIV Campeonato Internacional de Tenis Senior - Un<br />
galardón que alienta las expectativas<br />
FÚTBOL<br />
60 Banda Mecánica a pulmón<br />
SQUASH<br />
64 Interclubes de Squash - Equipo B de Tercera, el Joven<br />
BRIDGE<br />
66 Game de Carreau | Bidding Box | Contratos | Con el<br />
juego a otra parte! | Game de Pique | Game de corazones<br />
- Premio Catedral | Felicitaciones | Game de<br />
Tréboles<br />
68<br />
HISTORIA<br />
La Draga Río Luján - El aval de las obras<br />
70 <strong>Amigo</strong>: <strong>Alfredo</strong> <strong>Casaburi</strong><br />
NUESTRA GENTE<br />
72 Sabaría II, El Negro<br />
ENFOQUES<br />
78 La foto del bimestre<br />
[Año XXXIX – Nº 255 ][ Agosto 2007 ][ Publicación bimestral del <strong>Club</strong> Náutico San Isidro]<br />
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[ http://www.cnsi.org.ar ][ club@cnsi.org.ar ] • [ Subcomisión de Prensa y Difusión: [ <strong>Alfredo</strong> Daniel López Zanelli ][ María<br />
Teresa Ganzábal ][ Andrés Milanowski ][ Silvia Argerich de Echepetelecu ][ Federico Serra ][ Tomás del Campo Ezcurra ]<br />
• [ Secretaria de Redacción: Josefa La Porta ] • [ Fotografías: Andrés Milanowski ][ Josefa La Porta ][ <strong>Alfredo</strong> López Zanelli ]<br />
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Argentina ][ Telefax: (054-11) 4331-5762/5764 ][ ]<br />
• [ Coordinación, Diseño y Diagramación: JLP - 4664-1788 - 15-6003-4821 ][ ]<br />
• [ Reg. Prop. Int. Nº 1.381.008 ]•[ Las ideas y opiniones expresadas en las notas son responsabilidad de sus autores y no representan necesariamente<br />
el pensamiento del <strong>Club</strong> Náutico San Isidro, quien deslinda cualquier responsabilidad en ese sentido ]<br />
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