Amigo: Alfredo Casaburi - The Club

LA DRAGA RÍO LUJÁN
El aval de las obras
Detrás de cada obra que se pone en marcha en nuestro Club hay un rico anecdotario que nos
daría material para muchos números de esta revista. Y como siempre habrá proyectos para ir
concretando, cada uno se convertirá en fuente de su propio anecdotario y proveerá material
a quienes tomen la posta en esto de contar la vida y la/s historia/s del Náutico en el futuro.
En el número de diciembre de 2006 publicamos la primera parte del relato extraído de la
charla que tuvimos con D. Alfredo Casaburi, sobre el largo camino transitado para llegar
a tener una draga propia, la Río Luján, una herramienta de capital importancia en el
desarrollo de nuestro Club. La reciente desaparición de nuestro querido consocio hace
impostergable la publicación del final de esa nota, que ofrecemos aquí como postrer
homenaje a un emprendedor nato, que nos honró con su presencia y su amistad.
Mientras el tema empezaba a moverse, fui
objeto de muchas cargadas por parte de
mis amigos del Club, que sabían de mis
reparos a la construcción de la draga. Pero al poco
tiempo me empecé a enganchar, vi que podía funcionar,
que era factible hacerlo y que el Club no estaba
equivocado. La draga habrá costado aproximadamente
400.000 dólares, pero comprar una de esas
características hubiera costado más de 1.200.000.
—68—
El Náutico no sería lo que es si no se hubiese trabajado
de esa manera, aprovechando todos los contactos
que tienen los socios. Muchos de ellos están
relacionados con gente que tiene medios y poder, y
eso ha sido importante para la historia del Club.
Una draga, para que puedan entenderlo los neófitos,
es como una gran aspiradora con un trépano,
que con un movimiento en tirabuzón trabaja sobre